Por Jorge Lara Rivera
...alzas de tristezas por ‘la cuesta de enero’ y aumentos de preocupación. Son tantos los atracaderos en puertos de Tamaulipas, Oaxaca, Veracruz, Sinaloa, Sonora, desde hace poco Campeche y, con cierta demora, pronto Yucatán, atascados con las arboladuras de miles de barcos atuneros y camaroneros, los dedicados a la captura de pulpo y mero, y los de labor ribereña que amarran en parálisis; así protestan sus dueños por causa del alto costo de los insumos, la electricidad y el diesel marino.
De esta guisa los sorprendió el primer sol del año 2009. Y tal siguen, porque ni la blindada Secretaría de Hacienda ni la diligente y samaritana SAGARPA han dicho esta boca es mía.
“Total, es por su gusto y a su coste” se relamen -titulares- los hocicones “los que contigo se parten la nación a dentelladas” (José Martí dixit).
Sí, pero no. Se trata de productos de exportación -ya en crisis por la crisis y con las vedas incumplidas (como del pulpo) y la pesca ilegal extranjera en aguas nacionales sin control- y de otras especies que abastecen el mercado interno (sardina), lo cual enciende focos rojos de desabasto si prosigue el paro indefinido.
Así, con 2000 barcos atracados desde el pasado jueves 1 en Sonora, la flota pesquera completa de Sinaloa y el cese de actividades en Salina Cruz, Oaxaca; con las naves de Veracruz todavía divididas, 14 mil personas afectadas en Campeche cuya flota, a la que ni siquiera entregaron 500 tarjetas ‘inteligentes’ para poder usar del cacareado subsidio (¡qué puntual fue en 2008 Alberto Cárdenas Jiménez!), amanece el miércoles en paro. La protesta avanza y será seguida el jueves 15 por la llamada flota ‘mayor’ yucateca, que afectará a 3 mil pescadores y ocasionará pérdidas millonarias al sector. El asunto podría volverse una peligrosa trampa para la economía del país con manifestaciones violentas del malestar social.
Del gobierno federal panista, ni sus luces. Como no sea para “enjorquetarles” otro aumento al diesel en una imprudente e innecesaria provocación, porque ni la burla perdonan. Pues para renovar el derecho al subsidio, deben esperar hasta febrero cubriendo los costos de diesel al 100 % entre tanto.
Apenas empiece a hacer agua el frágil esquife de la ocupación (léase: desempleo) en la cadena productiva -armadores, cooperativistas, pescadores, congeladoras, distribuidores, expendedores- y se produzca el encarecimiento y la escasez, los necios funcionarios verán cuán cara saldrá su hoy danzante soberbia.
Sucede que el subsidio otorgado a la pesca para el combustible, Hacienda -con el harakiri prescrito por el neoliberalismo- ha venido pulverizándolo con los aumentos semanales de precio (llevamos 36 desde que empezó esa ‘genialidad’); y las alzas de otras gasolinas y de energía eléctrica repercuten en todo lo demás, de modo que los márgenes de ganancia se reducen a causa de la competitividad de precios y entonces la actividad se vuelve poco atractiva.
Esto es un contrasentido que no se entiende si se añade que, por mucho tiempo, los políticos sostuvieron que se desaprovechaban los extensos litorales de México, mismos que le permitirían ser una potencia pesquera (ahora es sabido que los mares se agotan o se contaminan y que muchas especies sobreexplotadas terminan extinguiéndose), pero hay duras taxativas de PEMEX a los barcos pesqueros y regulaciones, bienintencionadas pero ambiguas y complicadas -como el Decreto 801, de la anterior administración estatal, relativo al Programa de Ordenamiento Ecológico del Territorio Costero de Yucatán, mismo que restringe los desarrollos turísticos-, las cuales tornan sumamente arduo conseguir mejoras sociales en la costas.
Con no mayor fortuna le va al campo, y tal vez para destarugar a quienes conducen al país, en insólita reunión, después de que clamaron a los cuatro vientos que no irán juntos con nadie ni por el pan de la esquina, políticos perredistas coincidieron el lunes con los del PRI, al conmemorar la Ley Agraria, advirtiendo que a los apoyos al campo se les deje fuera de los sucios manejos electoreros (atención Alberto Cárdenas) y como dijo Beatriz Paredes Rangel, la lideresa del tricolor, “no se puede partidizar el manejo de la crisis”.
En contraste el régimen anuncia que ‘adoptará’, de cara a la crisis, más medidas para apoyar el empleo. Mientras no se quede en programa o se limite como ‘Adopte un árbol’.
“Obras son amores...” reza el viejo refrán y está a prueba la ‘sensibilidad’ de un régimen que gusta de ser promocionado en la propaganda como asociado a principios humanitarios, de cristianísima caridad y acrisolada virtud.
Aunque, claro, no faltará un Madero, poco importa si es o no de San Juan, que quiera servir a los esbirros oligárquicos dedicándoles estatuas, posantes para La Posteridad -bar de mala muerte por supuesto. O un ‘delirium tremens’ en el colmo de la ridiculez que exclame ¡unos santos!, como en su iniciativa Jorge Serrano Limón, el oneroso (Mont Blanc y Victoria Secret, please) fetichista de ProVida, quien pretende la ¡canonización! de Carlos Abascal Carranza, tal vez para resarcirse porque Marcial Maciel no dio pa’tanto. Buen argumento para la secuela de “Cursi y cursi”.
También puede cambiarse la perspectiva y admitir: uno quejándose de la modernidad y de veras que nos hemos modernizado con los adelantos, debe ser cosa de tecnología gerencial, modernidad privatizadora y competitividad: además de adelantar aumentos de precios, mientras otros -los observantes del Calendario Chino- esperan el Año del Buey, aquí abundan, hasta para aventar, muchos secretarios del gabinete federal y demás cohorte, todos haciéndose güey.
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