Por Fausto Fernández Ponte
"Lo que más teme y obsesiona al Presidente y los gobernadores es que les truene el cuete en las manos. Pero el cuete ya les está tronando".
Agosto Roo.
I
¿Existen condiciones realmente objetivas en México para un estallido revolucionario? ¿Es posible en éste momento y dadas las coyunturas económicas, políticas, sociales y culturales que se produzca una revolución?
La respuesta no es fácil de hallar por la complejidad misma de las causales y efectos de los vectores y agentes generales y particulares que concurrren históricamente a iniciar y desarrollar las diversas etapas y fases de condiciones que deriven en un proceso revolucionario.
Cierto. Aun la metodología más avanzada diseñada y aplicada por las ciencias políticas y sociales y las teorías del conocimiento más desarrolladas no son proveedoras de premisas para desenlaces nítidos. Las conclusiones poseen amplios margenes de yerro.
Empero, en ciertos estamentos de la sociedad persiste la percepción al parecer cada vez más extendida de que se viven en México tiempos revolucionarios o, si se quiere, prerrevolucionarios. Y no son pocos los que esperan estallidos; éstos ya se dan.
Pero, ¿es correcta esa percepción? Consígnese, como preámbulo a una respuesta, que un componente del proceso de discernimiento de la realidad que suele ser soslayado por muchos es el la dialéctica del tiempo y lugar históricos de lo que está ocurriendo en México.
Y lo que está ocurriendo aquí parece ser ya, precisamente, el proceso revolucionario mismo. Dicho de otro jaez y con contundencia: el país parece haber rebasado la fase de los barruntos de revolución y se ha insertado en un proceso revolucionario cuyo desenlace percibiríase incierto.
II
¿Estamos, pues, los mexicanos, en una revolución? Sí. Y no. Pero tal ambivalencia no descarta hechos insoslayables al discernir, identificar, medir y dimensionar contextualmente la realidad social y la intertacción interna y externa de sus componentes.
Esos hechos --discernidos mediante la aplicación de las herramientas de la historia y otras disciplinas de las ciencias políticas y sociales-- son los siguientes:
1) que el orden establecido --el modelo económico, político y social-- exhibe síntomas que para millones de mexicanos son inequívocos de una descomposición que ha venido de menos a mas y cuya rapidez tiende a aumentar espectacularmente. El fenómeno parece evidente.
2) que un grueso importante de la ciudadanía, independientemente de sus valores y cosmovisiones de clase, muestra indicios de una creciente convicción de que un cambio no sólo es necesario, sino también inevitable.
3) que el poder político del Estado mexicano no registra la existencia de la descomposición ocurrente y hállase en estupor y parálisis, exhibiendo por añadidura carencia de soluciones que atiendan las causales del proceso desintegrador.
Esos hechos explicarían, en su turno, ciertos comportamientos de contenciosa acritud pública --que obsérvanse crecientes-- entre personeros del poder político del Estado (Felipe Calderón) y el poder económico local (Carlos Slim y Lorenzo Servitje).
III
Como sabríase, es percepción generalizada que los emblemáticos barones del dinero Slim y Servitje contribuyeron con largueza financiera a las estrategias mediáticas orientadas a instalar al señor Calderón en Los Pinos. Señálese que don Carlos, además, habría financiado también a otros candidatos a la Presidencia.
Dadas esas premisas, los señores Slim y Servitje --y, por inferencia válida, los demás grandes empresarios del país-- suponían que el gobierno del señor Calderón tendría vocación plutocrática. Esa vocación, empero, existe, pero tiene otro beneficiario.
Y ese beneficiario no son los señores Slim,. Servitje y los demás de la misma vena oligárquica, sino los grandes consorcios trasnacionales de Estados Unidos y España y, en menor grado, de otros países. Así, el poder político del Estado mexicano es plutocrático, sí, pero...
Pero al servicio de los intereses de los entes trasnacionales (Halliburton, Repsol, etc.) que afecta a los locales. La plutocracia trasnacional del poder político del Estado anula cualesquier iniciativas de un nacionalismo económico mexicano en el consumo de bienes y servicios.
Esos contenciosos acentúan las contradicciones del modelo económico y político y agrava el contexto socioeconómico y sociopolítico. ¿Llevaría ésto al país a un cambio revolucionario cuyas modalidades no parecen ser (ni serían) con arreglo a lo que se ha visto en Nuestra América?
La guerrilla latinoamericana clásica, muy conoicida --la de la Sierra Maestra o la urbana de barricadas y sabotajes-- y mexicana (la de Jaramillo, Madera, Genaro o Lucio)-- ¿cedería paso a una modalidad combinada, no articulada aun, que va desde el amlismo al zapatismo y el eperrismo?
Éste escenario prospectivo posible adolece, sin duda, de cortedades, pues las condiciones en el contexto nacional general no se corresponden muchas veces con los entornos microcósmicos locales, como en Guerrero o Veracruz, Oaxaca o Chiapas.
ffponte@gmail.com
Glosario:
Amlismo: derivado der AMLO, siglas de Andrés Manuel López Obrador.
Cabañas Barrientos, Lucio: (1938-1974): maestro normalista. Fue líder estudiantil, dirigente campesino y jefe de la guerrilla del Partido de los Pobres, que operó en la década de los 50 en la Sierra Madre del Sur, en Guerrero.
Genaro Vázquez Rojas (1931-1972): maestro normalista, líder sindical del magisterio guerrerense que tras formar parte de la oposición política al gobierno de Guerrero fue encarcelado y liberado por un comando armado, pasando a la clandestinidad; formó varios grupos armados en la Sierra Madre del Sur en las déc adas de los 60 y 70. Fundó la Asociacioón Cívica Guerrerense.
Jaramillo, Rubén (1900-1962). Líder campesino, luchador agrario, asesinado por el Ejército, junto con su familia. Se levantó en armas en 1943 y hasta 1944 para enfrentar cacicazgos morelenses apoyados por el Ejército, ofreciendo una larga resistencia armada hasta que fue amnistiado en 1959. Fundador del Ingenio de Zacatepec, Mor., y la Unión de Productores de Caña de la República Mexicana y del Partido Agrario Obrero Morelense.
Madera (Ciudad): cabecera del municipio de Madera, Chih., en cuyo cuartel militar ocurrió en septiembre de 1965 un asalto armado de un grupo guerrillero encabezado por Arturo Gámiz y conformado por maestros, estudiantes y dirigentes campesinos. En el asalto murieron el propio
Gámiz, Pablo Gómez Ramírez y un hermano de aquél, Emilio. Un año después, los sobvrevivientes de ese grupo habrían fundado la Liga 23 de Septiembre.
Plutocracia: gobierno de los ricos.
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