* La crisis, la violencia y la inseguridad no se podrán enfrentar si no hay un cambio en las condiciones de vida y de trabajo de los mexicanos, afirma
* El presidente legítimo de México, Andrés Manuel López Obrador, alerta que sin los mínimos de bienestar no habrá paz social, tranquilidad y justicia
GENERAL SIMON BOLIVAR, Durango, 19 de febrero (Gobierno Legítimo de México).- El país estará condenado a un fracaso completo, rotundo, y no se podrán concretar los cambios que se requieren, si no se derroca, si no se hace a un lado a aquellos que se creen amos y señores de México, a la gente que maneja la situación política y económica, aseguró Andrés Manuel López Obrador.
“No puede ser que por la ambición de unos cuantos, se destruya a nuestro país”, señaló al destacar la necesidad de transformar la vida pública de México y de sus instituciones.
En el segundo día de recorridos por 19 municipios que Durango, el presidente legítimo de México afirmó que la crisis, la violencia y la inseguridad no se podrán enfrentar si no hay un cambio en las condiciones de vida y de trabajo de los mexicanos.
Dejó en claro que el problema de la violencia no se resolverá con un incremento de policías, soldados y cárceles, ni con leyes más severas y amenazas más seguras.
Sin mínimos de bienestar y de justicia no habrá paz social, tranquilidad y justicia; por el contrario empeorará la ola de violencia en todas las regiones de la geografía nacional, alertó.
“Aunque pongan un policía en cada esquina, no se podrá vivir con tranquilidad, porque si no hay trabajo ni oportunidades, van a continuar los robos, los asaltos y la violencia”, añadió.
Acompañado por dirigentes locales y estatales del PT y Convergencia, así como por regidores del PRD, hizo una crítica al estilo de vida que se pretende imponer a la mayoría de los jóvenes. Tener una buena troca o un buen mueble –como se le llaman a las camionetas en el norte del país— usar ropa de marca y poseer alhajas de oro son signos que distinguen al joven triunfador, explicó.
Pero aclaró que la mayoría de los jóvenes no tienen posibilidades de acceder a esos niveles de bienestar y en algunos casos optan por tomar los caminos de las conductas antisociales, con el pleno conocimiento de que lo van a matar en los próximos dos o tres años, sin embargo no les importa, porque no quieren vivir en la pobreza ni en la miseria que viven sus padres, añadió.
En las asambleas informativas en los municipios de San Juan de Guadalupe, Simón Bolívar y Santa Clara, manifestó la importancia de aplicar un plan anticrisis, basado en un plan de austeridad republicana en los Poderes Ejecutivo, Legislativo y Judicial, “porque le cuesta mucho al pueblo mantener al gobierno. El gobierno es en consecuencia un mantenido”, subrayó.
López Obrador expresó que a cada una de las 26 millones de familias le correspondería un aproximado de 10 mil pesos mensuales si el presupuesto nacional, que es de 3 billones de pesos para este año, se repartiera bajo el principio de equidad e igualdad.
Un plan de austeridad –continuó—permitiría obtener ahorros anuales por 200 mil millones de pesos y con dicha cantidad se podrían ampliar los programas sociales, como los apoyos a personas de la tercera edad, madres solteras, personas con discapacidad y estudiantes de nivel superior.
Asimismo, el dinero alcanzaría hasta para duplicar los 16 mil millones de pesos que tienen asignados el Procampo, destacó al convocar nuevamente a diputados y a senadores a entrarle al quite y acordar por consenso un plan anticrisis que pueda resolver los graves y grandes problemas nacionales.
En el municipio de Simón Bolívar, el presidente legítimo de los mexicanos visitó el hospital del mismo nombre de la Secretaría de Salubridad, a petición de las múltiples quejas que le presentaron amas de casa sobre ineficiencias en la prestación de los servicios médicos y la escasez de medicamentos.
López Obrador transmitió a la enfermera de turno la queja de los habitantes del municipio.
La responsable le explicó que efectivamente la población derechohabiente “se molesta con nosotros, porque no hay medicamentos” para atender una gripa, mucho menos para los enfermos de diabetes y otros padecimientos crónicos.
La gente que acompañaba a López Obrador expresó que ni siquiera hay gasas ni jeringas, que imposible el propio paciente tenía que comprar el material de curación.
La enfermera de turno informó que un mismo médico presta los servicios de pediatría y medicina general y subrayó que la escasez de medicamentos data desde diciembre del año pasado y que no han obtenido de las autoridades responsables una respuesta favorable a los requerimientos presentados por la dirección del Hospital Simón Bolívar.
También aclaró que el citado nosocomio tiene una sobrecarga de trabajo debido a que prestan servicios a las familias que se inscriben en el Seguro Popular y, por ende, “crece la demanda y no alcanzan los medicamentos”.
Como cereza del pastel aseguró que el hospital apenas tiene la mitad de los medicamentos que forman parte del llamado cuadro básico.
Para mañana, Andrés Manuel López Obrador visitará los municipios de Topia, Canelas y Otaez.
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