miércoles, abril 18, 2007

Cero y van dos

La próxima semana se aplicará por segunda vez la prueba ENLACE (Evaluación Nacional del Logro Académico en Centros Escolares) en las escuelas de educación básica de todo el país, con el terrible costo que implica este tipo de prácticas absurdas e inútiles en la resolución de los problemas reales que enfrenta la educación en México. Todavía no conocemos el gasto que generó la primera aplicación, aunque podemos deducirlo por el tipo de impresión y de papel usados en la publicación de los resultados, así como los elevados salarios de asesores egresados del ITAM que se encargaron de la metodología, los contenidos y reactivos, los cuadros comparativos, las gráficas y el supuesto diagnóstico; pero, vamos por el segundo despilfarro.

Los maestros de aula, responsables directos del proceso de enseñanza-aprendizaje y testigos de los problemas sociales que aquejan a sus alumnos, son los únicos que saben el resultado de su práctica educativa; de ellos podría obtenerse la información necesaria para hacer una evaluación real. Pero seguramente lo que se busca no es un diagnóstico acertado para mejorar las cosas sino mantener el aparato burocrático que tiene secuestrada a la SEP desde hace muchos años. Las capacidades que desarrollan los niños en la escuela de ninguna manera pueden evaluarse a través de una pruebita escrita, ya que se trata de habilidades y aptitudes en la resolución de los problemas cotidianos.

Zaira L.C. que cursa el tercer grado en una escuela oficial de una zona marginada es capaz de adoptar actitudes constructivas en su entorno escolar y familiar. Ayuda a su abuela con los quehaceres de la casa mientras su mamá se ocupa del sustento, ya que su padre los abandonó hace 3 años; elabora pulseras y collares de chaquira que vende a sus compañeras durante el
recreo, hace sola su tarea y pone planas a su hermano menor para entretenerlo, prepara la mesa, lava trastes, recoge la ropa, barre la casa y le acerca a su abuelita la medicina con un vaso de agua a la hora indicada por el médico. Además, logra llevar perfectamente la cuenta de los adeudos por la mercancía fiada. Zaira es una alumna que no obtiene calificaciones altas, pero es cumplida y amigable. ¿Importa el resultado que obtenga en la prueba ENLACE? Por supuesto que no. Tiene garantizado su pase al grado siguiente porque sigue las indicaciones de la maestra en la realización de todas las actividades, se expresa por escrito y con dibujos ingeniosos, entiende lo que lee, sabe el precio de las cosas que desea que un día le compre su mamá y lleva la cuenta de sus ganancias; ahorra la luz y el agua porque no los tiene en abundancia, tampoco desperdicia hojas de su cuaderno ni pierde su lápiz ni sus colores; está al pendiente de su abuela, quiere a su hermanito y lo protege. ¿En qué reactivos de la prueba ENLACE pueden apreciarse estas capacidades indispensables para adaptarse y vivir en
sociedad?

Que no nos vengan con el cuento de que la escuela oficial, laica y gratuita debe ser privatizada para elevar su calidad educativa. Es verdad que no todos los alumnos reaccionan de igual manera ante la adversidad, que algunos se rebelan o muestran apatía y desgano. Para eso
fueron creadas las Unidades de Servicios de Apoyo a Escuelas Regulares, USAER, pertenecientes a La Dirección General de Educación Especial e integradas por especialistas que acuden a los grupos para auxiliar a los niños con necesidades educativas especiales. Lo humano de la educación es lo que debe ocuparnos en estos momentos en los que a nuestro alrededor ocurre lo contrario.

Lo he dicho muchas veces y aunque resulte repetitiva lo vuelvo a decir hoy, antes de la segunda aplicación de la prueba ENLACE. La calidad de la educación no está en la acumulación de conocimientos fríos y de poca aplicación. La calidad de la educación está en la apropiación de conductas que nos permitan desarrollar nuestras capacidades sin atropellar al otro, sin menospreciar el rendimiento de los demás, sin descalificar al que tiene su propio ritmo para aprender.

¿Con qué criterio se atreven los egresados del ITAM a clasificar a nuestros niños mexicanos como: INSUFICIENTE – ELEMENTAL - BUENO Y EXCELENTE?

Los maestros estamos a punto de perder nuestra pensión si entra en vigor la reforma a la Ley del ISSSTE, aprobada por los legisladores del PRI, PAN, PVEM y PNA, y ahora estamos en la mira de la derecha reaccionaria que pretende minimizar nuestro trabajo en las aulas para justificar la privatización de la educación. El dinero puede estar en juego, nuestros niños no.

Vamos a defender con todo su derecho a una educación humanista, gratuita y laica.

Patricia Romana Bárcena

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