Matilde Pérez y Víctor Cardoso
El presupuesto para 2008 de la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación (Sagarpa) registrará una “rasurada” de 2 mil millones de pesos para completar los programas de financiamiento para pequeños y medianos productores del campo, informó el director general de Fideicomisos Instituidos en Relación con la Agricultura (FIRA) del Banco de México, Rodrigo Sánchez.
Al inaugurar el Seminario Internacional sobre Finanzas para el Desarrollo Rural, el funcionario informó que el año entrante será cuando históricamente se ejerza la mayor cantidad de recursos para financiar actividades productivas particularmente en la región sur y sureste del país, donde se ubican los agroproductores con menos posibilidades de acceder a créditos blandos.
Incluso, informó, una parte importante de los recursos para 2008 serán “a fondo perdido”, es decir, subsidios para la expansión de infraestructura agrícola y como herramienta para reducir los costos de los créditos. Recordó que en 2006 el FIRA contó con recursos por 54 mil millones de pesos para créditos a los agroproductores, pero de esa cifra sólo se asignaron 4 mil 500 millones, particularmente a empresas agropecuarias.
Pero esto se debe, explicó el funcionario, a que en el medio rural es muy baja la penetración de los servicios financieros. De acuerdo con cifras oficiales, dijo, el sector rural está compuesto por 7 millones de agentes económicos (productores), de los cuales 3.3 millones corresponden al sector agropecuario y las instituciones financieras privadas sólo atienden a 0.5 por ciento y 0.1 por ciento adicional por el FIRA y Financiera Rural, por lo que 2.7 millones de agentes económicos quedan sin cobertura.
El crédito no es la solución al desarrollo del campo
En el acto, Adriana Maturana, consultora de Desarrollo Internacional Desjardins, expuso que en el país deberían revisarse las leyes relacionadas con los créditos para asegurar que las normas no impedirán el acceso al dinero a los productores ni las normas serán manipulables.
También precisó que el crédito por sí solo no puede sostener el desarrollo rural, sino que debe estar acompañado por esquemas como la diversificación del crédito, tener en cuenta los recursos naturales –tierra y agua–, ofrecer asistencia técnica, garantizar el acceso a las comunidades a la nueva tecnología informática y especializar a los recursos humanos responsables de entregar el crédito.
Luego, Gerardo Sánchez García, secretario de Desarrollo Municipal de la Confederación Nacional Campesina, sostuvo que el gobierno no está haciendo lo necesario para impulsar el desarrollo del agro y entre los productores sigue la percepción de que si bien en los últimos dos años el Congreso de la Unión ha aprobado mayores recursos para el sector, “los resultados no se perciben ni están en manos de los campesinos”.
Continúa la rigidez en el acceso al crédito y no se ha logrado la eficiencia deseada en la aplicación de los recursos, por ello la demanda de las organizaciones, dijo, es verificar la eficiencia de las instituciones en la colocación de los recursos federales. “Pensamos que las políticas públicas deben definirse junto con los productores, pero también se requiere un movimiento campesino más exigente, demandante y propositivo”.
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