Carta tapada De interés nacional

ProMéxico, Protours

Alberto Barranco Chavarría

Empresa

Descartada la propuesta planteada por la Secretaría de Energía para abrir Petróleos Mexicanos a la inversión privada, ante la amenaza de movilizaciones de los grupos afines a Andrés Manuel López Obrador, priístas y panistas preparan otra carta pero, según ellos, más moderada.

El anteproyecto, elaborado por un despacho independiente de consultoría, apunta a modificar en estricto leyes secundarias, es decir no habría necesidad de tocar el Artículo 27 de la Constitución.

Según ello, pues, la alternativa de inclusión de inversionistas privados se daría vía una rendija que se abrió en la época del Presidente Lázaro Cárdenas, es decir, meses después de la expropiación de la industria el 18 de marzo de 1938.

El eje de la propuesta apunta a la posibilidad de contratación de tecnología de punta para la exploración y explotación en aguas profundas, lo que en la carambola abriría la posibilidad de contratos de riesgo.

La justificación habla de que las escasas empresas que mantienen estándares para operar a profundidades superiores a dos mil metros sólo lo hacen bajo condiciones de compartir el producto, es decir ahí la llevamos con las ganancias.

La afirmación, empero, la contradice la catarata de contratos de tecnología que ha pactado PEMEX desde hace décadas. De hecho, hay dos empresas que tienen cartera abierta para operar en cualquier momento.

Más allá la alternativa que, al parecer, tiene ya el visto bueno del presidente de la Comisión de Energía del Senado, Francisco Labastida Ochoa, revive el viejo anhelo foxista de incrustar a prominentes del sector privado en el Consejo de Administración de la paraestatal.

La propuesta habla de seis, ubicados cada uno como expertos en áreas específicas, sea alta dirección, finanzas, comercialización, exportación...

La intención es que con los dos representantes del sindicato puedan tener mayoría sobre la representación oficial.

Adicionalmente, habría una reestructuración de la empresa pública, eliminándose las filiales que se integraron bajo el régimen salinista, es decir PEMEX Explotación y Producción, PEMEX Gas y Petroquímica, PEMEX Refinación... aun cuando subsistirían dos grandes áreas de producción y de finanzas.

Lo curioso, desde otro ángulo, es que se plantea la posibilidad de coinversiones en materia de petroquímica en un horizonte de 60-40, es decir manteniendo mayoría la empresa pública, a soslayo de los experimentos que fracasaron en el pasado, aun cuando se llegó a plantear 51-49.
¿Se acuerda usted del frustrado intento, durante el régimen zedillista, de vender parte del capital del complejo petroquímico de Cosoleacaque, es decir del principal productor de fosfatos?

La alternativa del 60-40 privaría incluso, en materia de refinerías, sin discriminación hacia el capital extranjero.

Desde otro ángulo, la propuesta replantea el intento de abrir el escenario a los privados para construir y operar gasoductos, lo que en el papel está permitido por la reforma constitucional que se realizó durante el sexenio salinista.

La posibilidad, según ello, permitiría un margen importante de ahorros para la empresa pública en materia de transporte terrestre.

¿As bajo la manga? ¿La misma gata pero revolcada?

Balance general

Finalmente, al estar latente la posibilidad de acciones de presión extrema por parte de las organizaciones de cañeros, el gobierno llevó el conflicto cañero al más alto nivel.
El tema se integró en la agenda de una reunión del gabinete económico convocada a mediodía del jueves pasado, tras reunirse las partes por separado con funcionarios de la Presidencia de la República y de las Secretaría de Economía y de Agricultura.

Como usted sabe, aunque la manzana de la discordia es la tardanza de 45 días en fijar el precio de garantía por tonelada de caña, en un escenario en que los cañeros reclaman un aumento y los industriales una disminución, el punto nodal del desencuentro se ubica en la pretensión de la Cámara Nacional de las Industrias Azucarera y Alcoholera de una solución integral.

Esta incluiría la exigencia a los ingenios de exportar excedentes; la necesidad de un precio más acorde al del mercado para la caña, y el destierro de prácticas de importación compulsiva del dulce vía la apertura de cupos.

ProMéxico sin brújula

Difusa aún su estructura y confusas aún sus funciones, la entelequia conocida como ProMéxico ya está dando sus primeros frutos, o mejor dicho los primeros beneficios a sus funcionarios.

Su titular, Bruno Ferrari García de Alba, emprendió ya su primera gira a París y Londres, acompañado, faltaba más, de un séquito de sus 10 más cercanos colaboradores.

El periplo inició el 29 de noviembre, con la novedad de que los gastos se los cargaron a la cuenta del Banco Nacional de Comercio Exterior, en su calidad de fideicomisario de la instancia.

La intención, según ello, es reunirse con embajadores de México en los países integrantes de la Unión Europea, para presentar algo así como cartas-credenciales.

A quién le importa si en los próximos días los podían haber saludado a todos juntos vía la Reunión Anual de Embajadores y Jefes de Misión de México en el Extranjero a que convoca anualmente la Secretaría de Relaciones Exteriores.

Ferrari García de Alba fue titular de la Unidad de Relaciones Económicas y Cooperación Internacional de la Secretaría de Relaciones Exteriores, aun cuando la mayor parte de su carrera la hizo en el sector privado, al lado del empresario Alfonso Romo Garza, quien fracasó en su intento de ser el rey de los transgénicos a nivel mundial.

¿Jaripeo bancario?

A pretexto de estar ubicando las fórmulas más idóneas para su aprovechamiento integral, los bancos comerciales que se integraron a la campaña de apoyo a los damnificados de Tabasco están alargando su entrega.

Se diría, pues, que están jineteando los recursos, cuyo monto, hasta hace unos días, era de 155 millones de pesos.

Peor aún, en algunos casos están escamoteando la oferta de poner otro peso por cada uno en la mesa.

La excepción se llama Banorte, quien no sólo cumplió su promesa de aportar más, sino lo hizo con creces.

Hit de Femsa

A la callada, Fomento Económico Mexicano (Femsa) logró colocar exitosamente en el mercado una emisión de certificados bursátiles en dos tramos, por un total de seis mil millones de pesos.

Uno, pactado para amortizarse en seis años, fue por tres mil 500 millones de pesos, y otro por dos mil 500, éste a 10 años, con la novedad de pactarse en Udis.

La primera recibió una sobredemanda de 4.5 tantos, y la segunda de dos.

La tasa de rédito pactada será, en un caso, la Interbancaria de Equilibrio a 28 días, menos 0.05 por ciento, y en otro la de Udibonos más 0.56 por ciento.

Gis se diversifica

Pian pianito, el Grupo Industrial Saltillo ha logrado posicionar su negocio de calentadores de agua de bajo precio bajo la marca Optimex, destinados para viviendas de interés social, al punto de representar ya el 51 por ciento de sus ingresos en el sector de la construcción.

La bolita la encontró la empresa al obtener el uso de patentes otorgado por la American Water Heators, lo que le permitió entrar al mercado de Estados Unidos con la marca American Standard.

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