Ni nos ven, ni nos oyen, ni nos harán caso

Sique

A pesar de las omisiones y tergiversaciones de los medios de comunicación respecto a la realidad en todas partes del mundo con el propósito de proteger los intereses de la gente más poderosa del planeta en detrimento de las grandes mayorías cada vez más empobrecidas y vejadas, diariamente se publican tomando en cuenta prensa, internet, radio y aunque escasamente, también en televisión, decenas de miles de noticias respecto a la corrupción, a la injusticia, a los crímenes de guerra, en fin, todo tipo de atrocidades en todo el mundo.

También se sabe de movimientos de resistencia y movilizaciones de cientos de miles de manifestantes que se oponen a medidas gubernamentales, a fallos de los tribunales de justicia y a masacres que se llevan a cabo diariamente en varios rincones de la Tierra, amén de la desnutrición, el hambre, la enfermedad y el asesinato de las poblaciones civiles.

En Estados Unidos se han denunciado los crímenes de guerra del gobierno de Bush, el asunto de Abu Ghraib dio la vuelta al mundo, lo de Blackwater, las mentiras sobre las armas masivas en Irak es ampliamente conocido, los estadounidenses han protestado masivamente en todos los estados y ante la Casa Blanca; en España, la situación del pueblo español que aguanta la falta de garantía de los trabajadores, el aumento del costo de la vida, el nulo derecho a vivienda de los jóvenes, también se ventila y se llevan a cabo manifestaciones que difícilmente pueden ocultarse a la población; en México, el robo descarado de la familia Fox aparece a diario, la usurpación de Fecal está ya hasta filmada en la película Fraude de Mandoki, el fallo de la SCJN exonerando al perverso de Mario Marín es también asunto conocido, la represión en Oaxaca del asesino de Ulises Ruiz se sabe en varias partes del mundo; y así podemos ir recorriendo cada uno de los países y conociendo lo que ahí pasa, ya existe información e investigaciones suficientes que dan cuenta de lo sucede.

Naturalmente las omisiones y las tergiversaciones informativas tienen un mucho mayor espacio que las notas de denuncia pero no por eso dejan éstas, insistimos, sobre todo en algunos casos, de ser asuntos ampliamente conocidos como el enriquecimiento inexplicable de la familia fox, el fraude y la injusticia que se está cometiendo con Lydia Cacho y con la APPO, entre otras muchas circunstancias que no alcanzaría este espacio para ennumerar.

¿Qué pasa entonces? ¿Por qué todo sigue casi igual?

Son relativamente pocos los que protestan. Unos están atareados en resolver el día a día y no se dan cuenta que sus problemas disminuirían en el diario vivir si lucharan por un cambio de fondo; otros ni se enteran de lo que está pasando porque si acaso se asoman a las noticias son a aquellas que transmite la televisión, el veneno de la información; otros piensan que así es la vida y que ni modo, no queda más que aguantarse; otros están de acuerdo con que se cometan todo tipo de injusticias con tal de que su pequeño entorno no cambie porque tienen miedo de lo que un cambio pudiese traer, "más vale malo por conocido que bueno por conocer"; los menos son los privilegiados a los que no conviene que nada cambie.

A la par de los cientos de miles que se movilizan en protestas por un deseo de cambio hay millones que se quedan en sus casas haciendo caso omiso a las llamadas a protestar, como se mencionó, bien porque no se enteran o porque tienen asuntos "más importantes que atender" según ellos, siendo éstos tan concretos o egoístas como esperar la llamada del novio o ir al súper, sin darse cuenta que la llamada del novio será para avisarle que no ha conseguido trabajo y que en la ida al súper no le alcanzará para comprar lo que necesita, justamente porque no se se suma a la lucha de fondo para mejorar su calidad de vida en todos aspectos.

La desinformación alcanza un nivel tan alto en relación con la información veraz que la mayoría de la gente permanece viviendo como zombie en un mundo que dadas sus circunstancias nos coloca a la raza humana como la peor de las lacras del mundo viviente. Pero como dijimos información hay, entonces hay otras causas para mantener la inmovilidad: una de ellas es que junto a la desinformación se teje una campaña que configura mentalidades superficiales que no están formadas para pensar y analizar los fenómenos, una especie de anestesia mental que inmoviliza, otra quizás sería que ésta también trae consigo una especie de desesperanza en la que se pierden las ganas de luchar, como si se chupara la energía de lucha, como si la sangre se les hubiera convertido en atole, o bien ¿será que el ser humano está perdiendo su deseo no sólo de vivir bien sino de vivir?

Estos millones de zombies que pululan por la Tierra atendiendo a su diario vivir, convirtiéndose en seres cada vez más desarrapados y más inmorales están permitiendo que se cometan las peores injusticias.

De tal forma, a los que protestan y luchan día a día desde diferentes trincheras ni los ven, ni los oyen, ni les harán caso. Pero la principal razón de que no nos ven, ni nos oyen ni nos hacen caso los poderosos es porque ni siquiera aquellos que tendrían que estar luchando hombro con hombro, nos ven, nos oyen o nos hacen caso, qué podemos entonces esperar de aquéllos.

Se necesitan muchos millones más que se sumen a las causas de la verdad, la igualdad, la justicia, la libertad y la fraternidad que haría de este mundo y lugar más feliz.

Mientras aquellos que sufren las injusticias de todo tipo no nos vean, nos oigan y nos hagan caso, los poderosos menos lo harán. ¿Cuánto tiempo más tenemos que esperar para esos zombíes despierten y se den cuenta de la situación en la que están viviendo? ¿Será cuando la represión, la injusticia y la muerte haya llegado a sus casas de manera radical y dramática? ¿Tendrán cuando despierten la clara inteligencia de luchar a través de los medios pacíficos o serán turbas salvajes sedientas de venganza? ¿Qué pasará "cuando el destino nos alcance"?

Quiénsabe lo que nos depare el futuro, mientras tanto los que hemos alcanzado un nivel de conciencia suficiente para luchar lo seguiremos haciendo, no seremos nosotros los responsables de que el mundo sea un lugar al que los humanos le hayan convertido en un infierno.