San Cristóbal de la Casas. México. 20, 21, 22 y 23 de noviembre 2008
www.contralaimpunidad.org
CONVOCATORIA
Porque no se puede silenciar la historia. Porque la memoria del horror está presente. Porque las grandes mayorías no saben que todo es posible. Porque debemos reintegrar a la memoria colectiva lo que, de olvidarse, retornaría. Porque debemos oponernos a la inercia del consenso, del borrón y cuenta nueva y el no te metas del discurso dominante que quisiera un pasado sepultado para siempre, víctimas y protagonistas de ayer y de hoy, familiares, luchadores sociales, juristas, intelectuales y colectivos humanitarios de distintas regiones de Nuestra América, queremos reunirnos para establecer un diálogo intergeneracional que, a la vez de denunciar, informar y analizar la realidad actual, sirva para crear nuevas herramientas de prevención y protección ante el ascenso de la violencia y la impunidad de los que mandan.
Los convocantes observamos que algunos hechos del pasado reciente reaparecen en muchas latitudes de Nuestra América, y hoy como ayer asoma el gesto inaugural del poder totalitario que define al judío, al subversivo, al pobre, al extranjero, al migrante, como enemigo, como sinónimo de terrorista, con la intención de imponer una verdad única en la lógica del orden instituido y como estrategia de poder y prácticas rutinarias, con sus fachadas y sus limbos jurídicos que “legalizan” la impunidad a través de las fronteras nacionales, con sus cárceles clandestinas y el recurso de la tortura sistemática (incluida la sexual), las desapariciones sumarias y el horror que todo ello produce.
Pensamos que el silencio es aliado o cómplice del terror. Que la palabra engendra esclarecimiento. La resistencia a saber, individual y colectivamente, y el asco y el miedo que despiertan la cárcel, la tortura, las desapariciones, nos invitan a huir de esos temas. Por eso, a partir del testimonio de las víctimas, del esclarecimiento de la verdad y la recuperación de la memoria histórica, queremos comprender qué ocurrió y cómo ocurrió, porque documentarlo, sistematizarlo y compartirlo, nos permitirá saber qué está ocurriendo hoy, cuando la potencia hegemónica, con la complicidad de algunos estados nacionales, lleva a cabo de facto una reconfiguración del mapa geopolítico de nuestro hemisferio al servicios de las compañías multinacionales, con sus mega proyectos, como renovada forma de apropiación territorial y saqueo de nuestros recursos naturales en clave de contrainsurgencia, con sus nuevas bases militares, el regreso de su IV Flota, sus mercenarios encubiertos de contratistas privados y sus paramilitares, sus fumigaciones, sus Sucumbíos, sus golpes de mano y el terrorismo mediático.
Pensamos, que conocer el origen y la naturaleza del dolor, los mecanismos del terrorismo de Estado y del discurso del poder que justifica la barbarie, implica quizás desarmar su lógica de manera preventiva, su vigencia hoy y su eficacia. Frente a la situación del terror renovado, lo que el sistema propone es huirle por asco y miedo. No hacerlo, exige vigilancia, requiere una alerta constante. El silencio y el olvido, la indiferencia y la impunidad favorecen la persistencia y reproducción de la violencia y el terrorismo de Estado. No es ningún ánimo vengativo, sino preventivo, el que anima a los que no podemos ni queremos olvidar.
Es en función de todo ello que, recogiendo el clamor justiciero de los pueblos de nuestro hemisferio, convocamos al Primer Encuentro Americano contra la Impunidad, que tendrá lugar en México los días 20, 21, 22 y 23 de noviembre próximos, en la ciudad de San Cristóbal de las Casas, Chiapas.
OBJETIVOS
I. Identificar todas las formas de impunidad vigentes en las dimensiones militar, jurídica, económica, cultural y comunicacional para empezar a construir un diccionario moderno del horror, a partir de las experiencias vividas por los pueblos del mundo en el último medio siglo.
II. Elaborar un mapa del estado actual de la impunidad en el Continente. Documentar las maneras como diferentes poblaciones sufren la impunidad estatal o paraestatal, poniendo atención particular en los casos de genocidio cultural de los pueblos indígenas, nativo-americanos, chicanos y afro-descendientes y en los casos de feminicidio.
III. Crear una coordinadora o una red de redes de todas las organizaciones de victimas que luchan contra la impunidad para elaborar estrategias de denuncia, defensa social y propuestas de acción.
IV. Intercambiar experiencias y elaborar un análisis colectivo sobre los avances, desafíos y nuevas estrategias de los casos jurídicos a través de las instituciones del Estado y las formas alternativas de justicia.
V. Crear instancias autónomas y procedimientos confiables y eficaces para luchar contra la impunidad. En este sentido, constituir un Tribunal Autónomo Continental para juzgar los crímenes de guerra y de lesa humanidad, así como a sus autores y ejecutores.
VI. Crear un archivo u observatorio virtual de dominio publico que concentre toda la información disponible sobre los casos de impunidad, genocidio, crímenes de guerra y de lesa humanidad en el Continente, incluyendo estrategias jurídicas, expedientes utilizados, archivos consultados y testimonios, con el fin de proporcionar información de utilidad para las organizaciones de victimas, juristas, académicos y periodistas.
EJES TEMÁTICOS DEL ENCUENTRO
La conversión de los sujetos en sospechosos y, por lo tanto, en carentes de derechos, en inclasificados, en posibles combatientes enemigos; la criminalización de la disidencia, de la diferencia, de la diversidad; la anulación de facto de todo derecho o pacto social; el arrasamiento territorial, cultural y comunitario en nombre del progreso (¿de quién?) o del desarrollo; la invasión de la cotidianidad con sistemas de vigilancia y control cada vez más generalizados y sofisticados; son todos mecanismos de una maquinaria implacable, de un enorme Leviatán que busca eliminar cualquier intento de cuestionamiento o resistencia acrecentando su impunidad.
El desaparecido, la terrible figura del que no es, del extraído de la sociedad, del des-sujetizado, hoy se reactiva –si bien nunca dejó de funcionar- abriendo viejas y nuevas heridas. La lucha antiterrorista de hoy es la lucha anticomunista de los años sesenta y setenta del siglo XX. Los desaparecidos de ayer son los “combatientes enemigos” o los “sospechosos” de hoy y la arrogante impunidad de los crímenes no juzgados y de los genocidas libres alimenta la desesperanza, el miedo y la soledad, y permite el saqueo de la naturaleza y la extenuación de quienes viven de su trabajo, habiendo sido despojados de toda posibilidad de autosubsistencia.
La impunidad se ha convertido en política de Estado a nivel internacional; en el modo capitalista de dirimir los conflictos y las diferencias simplemente desconociéndolos; en el vacío de interlocución creado por los poderosos del mundo, sus instituciones y sus cuerpos de protección (legales e ilegales), con respecto al resto de la sociedad. La impunidad es el escudo de protección de los poderosos para garantizar sus intereses y sus formas de vida. Por esta razón la lucha contra la impunidad tiene que ser radical e integral.
De acuerdo con las dinámicas específicas con las que se despliega la impunidad en las diferentes dimensiones, las discusiones estarán subdivididas en cuatro ejes temáticos que trabajarán por separado en un primer momento, en forma cruzada en un segundo y en plenarias conjuntas al inicio y al final. Estos ejes son:
I. Impunidad económica. Comprende todas las acciones económicas que se perpetran impunemente contra los pueblos: apropiación de territorios, daños ocasionados por empresas transnacionales, megaproyectos, desplazamiento por intereses económicos, normas jurídicas protectoras de intereses privados en contra de los intereses del pueblo (OMC, CIADI, Banco Mundial, FMI). Impunidad monetaria y financiera, etc.
II. Impunidad militar, policial y represiva. Comprende desde el despojo de territorios para instalar bases militares hasta la vigilancia cotidiana que irrumpe en la vida privada. La acción de policías, militares, mercenarios, escuadrones de la muerte o cualquier otro cuerpo organizado legal o ilegalmente. La acción de pandillas o secuestradores no controlados. La acción de grupos de control anti-narco; la persecución de luchadores sociales; las desapariciones o asesinatos políticos, etc.
III. Impunidad jurídica. Comprende todos los actos de funcionamiento irregular o no ético de las instancias de impartición de justicia. La criminalización de la protesta o la lucha política. Juicios sin asesores, traductores (a lenguas originarias, por ejemplo) o abogados; sin comunicación con la familia o la comunidad. La violación de las leyes en perjuicio de los pueblos; la aprobación de códigos penales atentatorios de los derechos humanos, etc.
IV. Impunidad cultural. Comprende la discriminación cultural, el racismo, el integracionismo, el uso oligopólico de los medios de comunicación masivos, la condena y persecución de los medios alternativos o comunitarios. La transmisión sistemática y deliberada de medias informaciones o desinformaciones. El adoctrinamiento mediático. El vaciamiento del sentido crítico de la educación, el sesgo y oscurantismo en sus contenidos, etc.
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