De los corresponsales
El cierre de las más de 250 escuelas normales públicas del país “sería el primer paso para privatizar el sector educativo en México”, dice el profesor Rodolfo Lara Lagunes, con 48 años de servicio en una secundaria. Pero él no es el único que piensa así: la firma de la Alianza por la Calidad de la Educación (ACE) entre el gobierno de Felipe Calderón y el Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE), y después la propuesta de Elba Esther Gordillo para desaparecer estas instituciones, han provocado una cascada de marchas y reacciones en contra.
No ha faltado quienes secundan a Gordillo, pero son básicamente dirigentes seccionales del SNTE, como el del grupo “institucional” de Michoacán, Serbelio Molina, quien dijo a La Jornada que las ocho normales que hay en la entidad “sólo han servido para formar líderes de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación”.
Los secretarios de Educación de Baja California Sur y de Michoacán (cuyos gobiernos son perredistas) rechazaron abiertamente la propuesta elbista de cerrar las normales y convertirlas en escuelas técnicas. “Desafortunadas, aventuradas e irresponsales”, así calificó el funcionario bajacaliforniano las declaraciones de la lideresa magisterial.
“Es impensable desaparecer o modificar el esquema que prevalece en las normales para convertirlas en escuelas técnicas; más bien hay que apostarle a su fortalecimiento por medio de la actualización de sus currículas y el equipamiento de los planteles”, apuntó.
Castro Cota informó que como la Secretaría de Hacienda no les autoriza la apertura de nuevas plazas (una parte de los salarios los aporta la Federación y otra el estado) en los pasados años han contratado profesores “por compensación”. El déficit de plazas para maestros es de 300, y de 700 para trabajadores no docentes en el sistema educativo estatal sin embargo el gobierno federal sólo asignó nueve plazas para primaria y 344 de secundaria para el próximo ciclo escolar.
Desde la descentralización educativa, en 1992, el gobierno federal tiene un rezago con el estado de 600 millones de pesos, entre lo que se ha pagado a los trabajadores compensados y las prestaciones del SNTE, informó el funcionario.
Aída Sagredo, secretaria de Educación de Michoacán, calificó la propuesta de Gordillo como “descabellada”, por la sencilla razón de que no habría dónde preparar a los maestros. El gobernador, Leonel Godoy Rangel, apuntó que su convicción es defender la educación pública y la mejor forma de hacerlo es “volverla de calidad”.
Maestros de Tabasco coincidieron en que el cierre de las escuelas normales públicas “sería el primer paso para privatizar el sector educativo en México”. Pero advierten que ante esto no se quedarán de brazos cruzados.
A finales de agosto, líderes formales de las escuelas normales de esta entidad, de la Universidad Pedagógica Nacional (UPN) y del Centro de Actualización del Magisterio (CAM) sostuvieron una primera reunión para “analizar la problemática en que se encuentran inmersas 290 normales del país”, y en los días pasados se han movilizado para defender la permanencia de estas escuela, pues más de 400 trabajadores de esos centros de estudios, así como de la UPN y del CAM, se verían afectados con el cierre.
La fama de Tlaxcala de ser un estado formador de profesores parece llegar a su fin, pues diversos actores, incluidos el titular del sector educativo local y los dirigentes de las secciones 31 y 55 del SNTE se han sumado a la sugerencia de la líder de esta organización, Elba Esther Gordillo Morales, para cerrar o modificar la operatividad de las normales.
Si a eso se suma las recientes medidas aplicadas por la SEP, en complicidad con el SNTE, para asignar las plazas laborales a través de concursos, la posibilidad crece todavía más, pues desde hace 10 años, la Federación no autoriza nuevas claves para primaria ni prescolar. Para el ciclo educativo que acaba de iniciar la Federación sólo asignó 11 plazas nuevas para Tlaxcala. En contraparte, fueron 708 las personas que se registraron para el examen de habilidades y conocimientos que aplicaron de manera coordinada la SEP federal y el SNTE.
Directores de las escuelas normales públicas de Campeche, calificaron de “incongruente y contradictoria” la propuesta de la líder nacional del SNTE. Advirtieron que “México es un país normalista y desaparecer estas escuelas tal vez no produzca cambios inmediatos, porque los que ya egresaron están laborando en las escuelas, pero cuando estas personas se jubilen, ¿quién ocupará los puestos vacíos si ya no habrá docentes?”, cuestionó el profesor Vicente Román Guzmán Vega, director de la Escuela Normal Superior del Instituto Campechano.
De acuerdo con datos de la Secretaría de Educación, Cultura y Deportes (Secud) del gobierno, la matrícula en estos planteles es de mil 461 estudiantes, y se estima que anualmente egresan de 300 a 400 nuevos docentes, de los cuales cuando mucho el 10 por ciento obtiene plazas.
Este porcentaje es igual al de Durango, donde sólo10 por ciento de los egresados de las cuatro normales que existen logra obtener una plaza dentro del sistema educativo.
Jaime Costeira Cruz, delegado estatal del Consejo Nacional de Fomento Educativo (Conafe) en Hidalgo, egresado de la extinta normal rural Luis Villarreal de El Mexe y el único surgido de ese plantel que ha llegado a ser secretario de Educación Pública en la entidad, dijo que aceptar lapropuesta de la lideresa del SNTE sería “un grave error”.
En Sinaloa, el titular de la Secretaría de Educación Publica y Cultura, Florentino Castro López, aseguró que no se deben cerrar las escuelas normales, pero sí se deben revisar los contenidos.
Señaló que las matrículas de las escuelas normales registran 2 mil estudiantes anualmente, de los cuales egresan 330 por año y recalcó que en comparación de los 25 mil graduados que se registran a escala nacional, Sinaloa sólo aporta dicho número, debido a que han cuidado que la oferta no rebase las expectativas.
Los integrantes del Sindicato de Trabajadores de la Educación del Estado de Puebla Independiente (Setepi) aseguraron que la intención de la dirigencia del SNTE, de cerrar las escuelas normales oficiales es hacer un negocio con las escuelas particulares.
En Puebla hay 12 escuelas normales oficiales en las que durante el ciclo escolar pasado estudiaron 6 mil 600 alumnos, atendidos por 580 docentes.
En un sondeo realizado por La Jornada, tanto alumnos como directivos de las normales del país, calificaron de “aberrante” y “descabellada” la propuesta de Elba Esther Gordillo de cerrar instituciones que han sido fundamentales en la formación de México como nación, y que sólo se entiende en el contexto neoliberal de privatizarlo todo. ¿Por qué no dice nada de cómo regular las normales privadas? Preguntaron maestros de Baja California y Guerrero.
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