María Teresa Jardí
Vean ustedes. No es que en México tengamos a otro impresentable, como Victoriano Huerta, usurpando el Ejecutivo Federal. No, qué va. Ojalá y así fuera. Porque, si así fuera, entonces podríamos abrigar la esperanza de que se puede revertir el hecho, digamos, con otra elección presidencial, más cuidada, por una institución al servicio de los ciudadanos, con partidos políticos que cumplen con la función de hacer de la política el arte que debe ser y no el motor de las fortunas personales o aunque sea del plato de lentejas que como limosna los más listos a los más pendejos les avientan.
Pero no. Es el Estado en pleno el que está usurpado y la única realidad es que el resto estamos condenados, por los usurpadores, a ser cada día un poco más pobres.
No tenemos en México ni un solo partido político que genere la menor de las esperanzas. No tenemos instituciones porque para llegar al momento actual se aseguraron antes de desarmarles a todas su estructura ética. No tenemos policía y deseducados hemos sido por la telebasura a modo del sistema para decir amén a todo lo que venga.
Imaginen si existe otro país en el mundo en que de los miles de ejecutados la Procuraduría General de la República investiga si acaso 20 casos. Es obvio que no y que tiene toda la razón el gobernador de Chihuahua. Pero tampoco es que él se equivoque creyendo que enviando los cadáveres a los autores de los crímenes va a resolver nada. Todos saben de qué va la cosa. Y simplemente cada uno finge que cumple cuando en realidad lo que hace es mover la pieza que en el juego le toca.
Ante la brutal crisis del sistema financiero que involucra al mundo creen ustedes que, luego de un Fobaproa, cancelador para varias generaciones de vida digna a millones de mexicanos, exista otro país donde se tolere que se especule otra vez con el dinero de todos, que sólo el pueblo va a deber, es obvio que no.
Puede ser que en algunos lugares, algunos empresarios se quieran pasar de listos, pero sólo en México se tolera el hecho sin consecuencia alguna y luego aplaudiremos a "los listos" por aparecer al lado de Slim en la lista de Forbes. Sólo en México se convierte a un sujeto responsable del Fobaproa en el dueño del Banco de México.
Y luego nos asombramos de que la grotesca Gordillo vaya por el mundo regalando hummers, llenas de soldados para reprimir, es de suponer, a los maestros y menos mal que todavía no se ha contagiado de la insensatez el Secretario de la Defensa que bien ha dicho que él no está dispuesto a obedecer la orden de atacar a los maestros.
Desesperada porque el país no truena, los granadazos, que en cualquier otro lugar se habrían investigado llegando a sus autores para castigarlos ejemplarmente, cuando se echaron en el POR ESTO!, luego de Michoacán, se avientan en Guadalajara, desesperada que se encuentran la panista derecha usurpadora y los priístas y Los Chuchos perredistas por hacer estallar al país, para reprimir al pueblo, mientras entre ellos se reparten el pastel.
Corrupción genética la nuestra que por ello no ha sido capaz de construir la identidad que es la que lleva a todos los habitantes de una geografía a sentir tal orgullo de compartir olores, sabores y colores, que impide, justamente, que todos a una se sientan con el derecho a beneficiarse con la rebatinga. Corrupción genética la nuestra que convierte a Guillermo Ortiz en dueño del Banco de México y a Carstens en dueño de Hacienda y a una grotesca sujeta impresentable en dueña del sindicato de maestros, de la Secretaría de Educación Pública, del ISSTTE y ya va a por el Estado de Veracruz antes de dar el salto para ser ella la candidata "perfecta" a la nuevamente usurpada Presidencia de la que se soñó alguna vez nación soberana y república solidaria con los pueblos y acabó siendo asilo de todas las mafias internacionales evidenciadas en el actual usurpador secretario de Gobernación como cabeza. Porque la Comercial Mexicana es capital español ¿o no?
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