La escritora Sara Sefchovich desnuda la mentira como el origen de los grandes males del país
Dieciséis años le llevó a Sara Sefchovich intentar responder esas preguntas, tarea titánica de documentación que ahora comparte con el público mediante su libro País de mentiras, “amargo y políticamente incorrecto”, pero que desnuda el que, en su opinión, es el origen de los grandes males que padece el país: el no decir la verdad en los ámbitos de la vida pública y privada.
Desde los tipos de mentira, sus orígenes, sus formas, hasta sus consecuencias y las grandes ficciones de México están incluidas en un texto que, más allá de ser pesimista, sale a luz con el afán de contagiar la indignación para conseguir virar el rumbo.
En entrevista con La Jornada, la escritora explica que pertenece a esa generación “que vio un cambio muy significativo en México, cultural, hacia la libertad de expresión y hacia ciertos valores, pero que ahora estamos viendo que no se llegó hasta el fondo de aquello e inclusive corremos el riesgo de que todo lo construido se vaya al demonio.
“No se trata solamente de si hay o no democracia, de si hay dos o tres partidos, es el país el que está en juego gravemente: se nos puede destruir.”
La investigadora del Instituto de Investigaciones Sociales de la Universidad Nacional Autónoma de México, narra que desde que salió su libro varios lectores le han reclamado por su “afán de criticar”, y ella responde: “si no hacemos esto, no nos vamos a dar cuenta cuando se nos caiga México. Tenemos que decirlo para que ellos (los funcionarios públicos, los políticos, principalmente) se den cuenta de que nos damos cuenta, de que no podemos seguir en este engaño, porque está en juego nuestra nación”.
Todo está trunco
“Quiero denunciar –prosigue Sefchovich– lo que no sirve, investigar y decirlo a través de los medios a los que tengo acceso, con la esperanza de que las personas se den cuenta. No sé cuál sería el siguiente paso, no soy profeta ni pertenezco a ningún partido, pero sí sé que nos podemos organizar y decir ya basta, no obstante que muchos quieran descalificar cuando las personas lo hacen.
“Tenemos la obligación de parar muchas aberraciones. Hay causas que nos corresponden a todos porque forman parte de la gran causa que es México, la cual se ha perdido en un pantano de mentiras. Ahora casi nadie se siente parte de esta gran nación, de esta identidad, la cual está fundamentada ahora en un recuerdo. Hoy no hay nada a qué aferrarse.
“Pero todos los que pensamos a México queremos que esto funcione y hacemos nuestro trabajo, porque creemos que vale la pena. Lo que pasa es que es más fácil organizarse en un partido que como ciudadano. Pero conforme la conciencia vaya creciendo suponemos que tenemos la esperanza, pues han pasado cosas muy buenas, pero que lleguen hasta el fondo y bien: ¿dónde está esa transparencia que nos prometieron? La queremos. ¿Donde está esa participación ciudadana que nos juraron y que nos nos dejan ejercer? La queremos. ¿Dónde está ese TLC que nos iba a hacer ricos a todos? ¿Por qué me dicen que los indios son lo máximo? Hay que hacer algo.
“No es que nada sirva, es que todo está trunco, por eso necesitamos que lleguen hasta donde deben llegar”, concluyó la ensayista.
A partir de enero y con el apoyo de editorial Océano, la escritora lanzará una página en Internet para complementar los datos expuestos en su libro. El primer tema que abordará es el avionazo en el que murió el secretario de Gobernación, Juan Camilo Mouriño, “después el espacio estará abierto a los lectores para que puedan mandar las mentiras públicas, sociales y colectivas que encuentren, siempre y cuando esté sustentadas”.
El libro País de mentiras, de Sara Sefchovich, se presenta mañana jueves a las 19 horas en el Centro Cultural Bella Época (avenida Tamaulipas 202, colonia Condesa).
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