jueves, diciembre 04, 2008

Narcoterrorismo en puerta


WASHINGTON.- "México corre el riesgo de que en su territorio se arraigue una mafia narcoterrorista". La advertencia la hace el llamado zar antidrogas de la Casa Blanca, John Walters, quien acepta: en la lucha bilateral contra el narcotráfico "no creo que estemos ganando".Entrevistado por Proceso, Walters habla sobre el poder de los cárteles de la droga y hace un balance pesimista de los resultados de la cooperación bilateral bajo las administraciones de George W. Bush y del presidente Felipe Calderón Hinojosa.Director de la Oficina de Política Nacional para el Control de las Drogas de la Casa Blanca (ONDCP, por sus siglas en inglés) desde el 7 de diciembre de 2001, Walters sostiene: "No comparo a México con lo que pasó en Colombia en los ochenta, pero en México se corre el riesgo de que se arraigue una mafia narcoterrorista, con la diferencia de que las instituciones gubernamentales mexicanas no son iguales a las que había en Colombia durante los años de dominio de Pablo Escobar Gaviria".Asegura que abandonará su cargo el 20 de enero de 2009, "cuando Barack Obama llegue a la Casa Blanca". Se muestra tranquilo cuando habla de sus siete años al frente de la ONDCP, pero no deja de advertir acerca del "sorprendente" nivel de intimidación alcanzado por los cárteles mexicanos en los últimos años. Dice que acontecimientos como los secuestros, levantamientos, asesinatos, decapitaciones y actos de terrorismo como el del pasado 15 de septiembre en Morelia, Michoacán, son indicativos de que las autoridades no están ganando la guerra al narcotráfico. En mangas de camisa, con una taza de café sobre un buró de su oficina con vista hacia la Casa Blanca y ubicada en el octavo piso de un edificio del gobierno federal en la calle 17 de Washington, D.C., el llamado zar antidrogas reflexiona: "El reto más difícil de Calderón y del próximo presidente de Estados Unidos (Barack Obama) es reducir la violencia y el poder de las mafias del narcotráfico para intimidar, producir y traficar drogas."Walters fue jefe de personal de William Bennett, el primer director de la ONDCP, creada por George Bush padre, de 1989 a 1991. El bienio siguiente ascendió a subdirector del Programa de Reducción de Proveedores de Droga, lo que le permitió conocer la situación colombiana.Según él, entre el México de hoy y la Colombia de los años de Escobar Gaviria existe una diferencia importante: ahora el Ejército encabeza la lucha contra el crimen organizado y contra los narcos."México está más fuerte, la reputación e historia del Ejercito Mexicano es distinta a la de los ejércitos sudamericanos; francamente es una institución más sofisticada; además, el gobierno mexicano tiene un mejor desarrollo institucional y una capacidad democrática más arraigada que la colombiana", explica. El encargado de las operaciones de reducción de consumo de drogas en Estados Unidos y de los programas de rehabilitación de los drogadictos, así como de la coordinación de la cooperación multilateral para erradicar al narcotráfico, rechaza que México pueda convertirse en una narcodemocracia, pero subraya la posibilidad de que se arraiguen mafias narcoterroristas."El narcotráfico mexicano carece aún de bases para ser un grupo terrorista. Los sicarios se esconden entre la ciudadanía, en los vecindarios, e incluso en las mismas instituciones gubernamentales. La solución para erradicarlo está centrada en seleccionar a las fuerzas de la ley que lo deben combatir y no en ejercer una fuerza brutal que usualmente se utiliza en países que enfrentan amenazas mas serias", indica Walters.También admite que el gobierno de Estados Unidos está muy consciente de la problemática social que viven los mexicanos a causa de la incontenible demanda y consumo de enervantes por parte de la sociedad estadunidense. Obama debe reforzar la cooperación con el gobierno de Calderón y agilizar mecanismos de asistencia como la Iniciativa Mérida, opina.En su balance de la cooperación durante la gestión de Calderón, el director de la ONDCP destaca que en los últimos dos años se redujo entre 50 y 60% el consumo de metanfetaminas en Estados Unidos; hubo también, dice, una disminución en la demanda de cocaína en el mercado estadunidense. En el último año, por ejemplo, el consumo de esta droga bajó en más de 20% en personas de entre 18 y 25 años. Algo similar sucede con el consumo de mariguana, heroína y otras drogas, según las estadísticas que la ONDCP dará a conocer en las próximas semanas."Los avances que hemos tenido en la guerra contra las drogas y en la demanda y consumo de éstas -indica- se pueden cuantificar con otros hechos. Así, es posible que los secuestros y la extorsión que se atribuyen a los cárteles (mexicanos) se deban a que han bajado sus ingresos por el trafico de narcóticos."
Alta confianza
A menos de un mes de abandonar su cargo, Walters se muestra animado. Incluso bromea con el corresponsal y asegura que contestará todas las preguntas, incluso las relativas a "temas delicados" como el de la corrupción por narcotráfico en el gobierno de Calderón.
-Para la Casa Blanca, ¿qué tan profunda es la corrupción por narcotráfico en el gobierno de México?
-Los cárteles de la droga de México no tienen llenadera.
En su afán por protegerse de los cuerpos policiacos, los narcotraficantes corrompen a otras instituciones que eventualmente pueden actuar contra los funcionarios incorruptibles.Respecto de los escándalos de corrupción por narcotráfico que implican a mandos superiores de la Subprocuraduría de Investigación Especializada en Delincuencia Organizada (SIEDO), Walters sostiene que en Washington algunas agencias federales de su país, cuyos nombres se reserva, han puesto en tela de juicio el nivel de confianza que la Casa Blanca deposita en el gobierno de Calderón en su cruzada contra el narcotráfico. Sin embargo, dice que hasta hoy la confianza en las autoridades mexicanas sigue siendo muy alta."En casi 20 años que llevo trabajando en este tema puedo decir que el nivel de confianza entre Estados Unidos y México nunca había sido tan alto; no sólo a nivel presidencial, sino a nivel de las procuradurías, de los encargados de la seguridad nacional y las agencias de la aplicación de la ley", acota el director de la ONDCP.
-¿En quiénes o en qué instituciones del gobierno de México confía el gobierno de Estados Unidos para la guerra contra las drogas?
-Prefiero no mencionar una lista, porque no quisiera dejar a nadie fuera. Trabajamos con la Procuraduría General de la República, con la cancillería, con la legación mexicana en Washington, con la Secretaría de Gobernación.
-¿Confían en Genaro García Luna, secretario de Seguridad Pública?
-insiste el reportero al darse cuenta de que Walters no menciona a esa dependencia.
-He trabajado con Genaro García Luna...
Walters da un sorbo de café, lanza un suspiro y reflexiona unos 15 segundos.
Y prosigue: "El mundo sería mejor si no existieran todos los peligros y todo fuera limpio, pero no es así. Hay gente muy valiente que trabaja en la lucha contra el narcotráfico. "Nosotros sabemos, los mexicanos también lo saben, que los cárteles de la droga suelen soltar rumores en la prensa para que nosotros (Estados Unidos) le retiremos el apoyo a las personas que ellos señalan; también circulan rumores que forman parte de una investigación y que al final resulta que la información es verídica."
Y remata: "Un gobierno responsable debe adoptar e investigar acusaciones legítimas, no rumores. Estados Unidos lo está haciendo; el gobierno de México también. Y lo hacen como un hecho de confianza en los servidores públicos". l

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