sábado, enero 03, 2009

La polemica de Jalife y el desplegado "Contra el antisemitismo"

Aquí, la reunión de textos para quienes quieran poner su tiempo a la vera de la polémica de la izquierda y los oportunistas.

La Jornada, 7 de diciembre de 2008
Bajo la Lupa
Alfredo Jalife-Rahme

■ Las guerras de Obama, Ambrose Evans-Pritchard y Robert Gates


El analista británico Ambrose Evans-Pritchard, vinculado a los intereses financieros de la City, advierte que la “estabilidad mundial pende de un hilo conforme las economías continúan su desplome” (The Daily Telegraph, 30/11/08) y comenta que en forma similar a las burbujas financieras, la “burbuja política está estallando”, y en forma análoga a los “diferenciales (spreads) financieros de riesgo” de la “sequía crediticia”, los “diferenciales de riesgo geoestratégico se han ampliado ahora en forma dramática”.

Concede enorme importancia a los Bonos del Tesoro de Estados Unidos de tres meses, que se han vuelto el “último refugio seguro” y que otorgan un rendimiento menor a cero después de descontar los costos, lo que demuestra que “ahora se paga a Washington por guardar el dinero de los ahorradores”, cuando se han desmoronado los valores del “RIC” (Rusia, India y China), que ha impulsado una fuga de capitales hacia el dólar.

Alega que la “atrocidad” de Bombay puede entronizar al partido nacionalista hindú Bharatiya Janata al poder (la tesis de Bajo la Lupa, 3/12/08), lo que derivaría en una “confrontación nuclear (¡super-sic!) entre India y Pakistán”.

Abulta las protestas del centro exportador de Guandong, debido al contagio del tsunami financiero que ha golpeado a China, que “recurriría a la carta nacionalista” mediante una incursión de sus submarinos en aguas japonesas, lo que desembocaría en “represalias de Estados Unidos”.

Extiende la descomposición financiera, económica y geopolítica a varias zonas de Europa, y en particular a Rusia: “secuestrada por los precios del petróleo, que en caso de descender debajo de 50 dólares el barril (nota: ahora se cotiza en 42 dólares) generaría un movimiento telúrico”.

Rememora antecedentes similares en la década de los 30 del siglo pasado cuando “nada era obvio” hasta que estalló la Segunda Guerra Mundial, y refiere que “hoy los excesos de deuda son mucho mayores”. Sugiere que los inversionistas deben apostar a los países con una “democracia profundamente arraigada, un fuerte sentido de solidaridad nacional, una probada (sic) aplicación de las leyes y portaviones nucleares (¡supersic!)”, es decir: “Estados Unidos y Gran Bretaña (GB)”.

¿Propició la banca israelí-anglosajona la carnicería de Bombay con el fin de repatriar los capitales a Estados Unidos y revaluar artificialmente el dólar? ¿Apuesta Ambrose Evans-Pritchard a una tercera guerra mundial para capitalizar los ahorros de los inversionistas en Estados Unidos y GB?

Ilya Kramnik, comentarista militar de Ria Novosti (2/12/08), y Bob Gates, secretario del Pentágono –que repite con Obama– (The Financial Times, 5/12/08), plantean guerras de diferente escala e intensidad, muy alejadas de la tesis apocalíptica de Ambrose Evans-Pritchard.

Ilya Kramnik sopesa las “posibles (sic) guerras de Obama”, que coloca en tres regiones: Afganistán, Irán y el Mar Negro. Considera que el “conflicto en Afganistán tiende a intensificarse” cuando “el Pentágono ha anunciado un plan para incrementar sus tropas a más de 50 mil soldados”, que puede llevar al empantanamiento de Estados Unidos, como sucedió con la URSS. Es evidente que la guerra en Afganistán sirve para descargar los inventarios del complejo militar-industrial de Estados Unidos.

Ilya Kramnik considera que “Irán permanecerá en la lista de las prioridades”, pero en las “presentes circunstancias Estados Unidos no se encuentra en condiciones de desencadenar una nueva guerra en la región” y optará por “ejercer presión en el interior mediante el apoyo a la oposición”.

Washington ejercería presiones sobre Moscú en la “región del Mar Negro”: el riesgo de otro conflicto entre Georgia y Rusia es “muy alto” e involucraría a Ucrania, cuando “Estados Unidos ha aumentado su flota”. Los movimientos de atracción de Ucrania y Estados Unidos servirían para facilitar la revancha de Georgia.

Los temores de Ilya Kramnik sobre un conflicto en la región del Mar Negro se confinan a los últimos días de Baby Bush ya que con Obama en la presidencia “un conflicto sería menos probable”.

Aduce que “con mayor probabilidad, Obama proseguirá el despliegue de los nuevos sistemas misilísticos de defensa en Europa del este” y asevera que “otras guerras no empezarán probablemente en otras partes del mundo”. ¡Gracias!

Sobre Venezuela afirma que Obama se limitará a apoyar a la oposición, y concluye que las “tensiones internacionales probablemente no serán menos intensas”, pero que la “crisis económica global, que apenas ha empezado (sic), y su subsecuente desarrollo, afectarían seriamente los planes políticos de las grandes potencias”. Si no entendemos mal: en un descuido se revientan las previsiones.

Más a tono con Ambrose Evans-Pritchard, Chatam House (19/11/08), uno de los más importantes centros de pensamiento de GB, abre conceptualmente un nuevo frente en el Cuerno de África, donde el caos en Yemen, debido al desplome de los precios del petróleo, se extendería a Kenia, Somalia (con todo y piratas) y hasta Arabia Saudita (¡supersic!).

A nuestro juicio, en el mundo israelí anglosajón colisionan dos escuelas de pensamiento: 1) la superbélica de los neoconservadores straussianos, vinculados a la dupla Bush-Cheney (aliada al israelí Bibi Netanyahu, candidato a primer ministro en las elecciones de febrero), pese a su crepúsculo, todavía pueden causar grave daño en los próximos 54 días antes de despedirse y legar un campo minado a Obama, que, a nuestro juicio, sembraron en Bombay; y 2) la “realista”, el nuevo eje de seguridad nacional (Scowcroft-Brzezinski-Jones-Gates) y la diplomacia clintoniana que prefieren resolver los contenciosos de Irán, Siria, Líbano y Palestina mediante negociaciones.

En un próximo ensayo en la influyente revista Foreign Affairs (bimestre enero-febrero 2009), cuyos extractos fueron publicados por The Financial Times, Bob Gates (vinculado al ex asesor de seguridad nacional Brent Scowcroft y a Daddy Bush más que a Baby Bush), se pronuncia en forma impactante en favor de un “mayor énfasis” para que “ Estados Unidos se prepare a la contrainsurgencia y a las operaciones de estabilidad (sic) en lugar de su tradicional preocupación con guerras largas y dispendiosos sistemas armamentistas”.

A reserva de profundizar sobre la nueva doctrina Gates, suena impresionante que invite al Congreso en forma poco usual a financiar generosamente al Departamento de Estado para promover la diplomacia de Estados Unidos y su softpower en el mundo. El concepto de softpower, es decir, que utiliza el formidable poderío de Estados Unidos en materia cultural, científica y diplomática, fue formulado por Joseph Nye, politólogo de Harvard.

En forma inteligente, Gates repele librar otra guerra al estilo Irak y se rehúsa a empantanarse en una nueva guerra fría ni, mucho menos, en una tercera guerra mundial. ¿Dejarán actuar a Gates los neoconservadores straussianos de EU e Israel?

Versión Final Carta a Jalife, y firmas
CONTRA EL ANTISEMITISMO

“¿Propició la banca israelí-anglosajona (sic) la carnicería de Bombay con el fin de repatriar los capitales a Estados Unidos y revaluar artificialmente el dólar?”, se pregunta Alfredo Jalife-Rahme en su columna “Bajo La Lupa” del 7 de diciembre en La Jornada. Jalife llega así a extremos comparables a los del libelo “Los Protocolos de los Sabios de Sión”, panfleto antisemita creado en Rusia a fines del siglo XIX y utilizado en forma destacada por el régimen Nazi, donde se acusa al pueblo judío de planear el control del mundo a través de todo tipo de acciones criminales. El reciente ataque a hoteles y otros sitios públicos en Bombay afectó a miles de víctimas inocentes, provocó cerca de 200 muertes y ha sido reivindicado por un grupo radical islámico, los Deccan Mujahideen. Más tarde, Mohammad Ajmal Amir, el único terrorista capturado, reveló que los atacantes eran miembros de la organización militante Lashkar-e-Toiba, basada en Pakistán. ¿Acaso sugiere Jalife que esas organizaciones son el producto de los intereses judíos, intereses a los que él siempre homogeneiza y empalma con aquellos a los que él llama la banca israelí-anglosajona? Entre los muertos hay 40 musulmanes, al menos 6 judíos y gente de 10 países, incluyendo una ciudadana mexicana. El secuestro, tortura y asesinato de las víctimas tuvo al mundo en vilo por largas horas. En el contexto de esta carta, es importante señalar que uno de los blancos de los ataques fue la Casa Nariman, sede de la organización judía ortodoxa Chabad-Lubavitch, que incluye un centro educacional, una sinagoga, un centro médico para la prevención de la drogadicción y un hostal. El edificio fue secuestrado por un grupo de atacantes y fueron asesinados seis de sus ocupantes, quienes, con nombre, edad y nacionalidad, eran: Rabino Gavriel Holtzberg, 29, Israel; Rivka Holtzberg, 28, Israel ( esposa de Gavriel, embarazada de 5 meses y cuyo hijo de dos años fue salvado heroicamente por su nana hindú Sandra Samuel); Bentzion Kruman, 26, EUA; Rabino Leibish Teitelbaum, 37, EUA; Yoheved Orpaz,62, Israel; Norma Shvarzblat Rabinovich, 50, Mexico (http://en.wikipedia.org/wiki/Nariman_House). Un examen posterior reveló que la mayoría de las víctimas habían sido torturadas. Es pues relevante preguntarse: ¿Propiciaría en verdad la banca israelí-anglosajona (sic) la carnicería de Bombay con el fin de repatriar los capitales a Estados Unidos y revaluar artificialmente el dólar?
Como lectores de La Jornada, un diario que se precia de defender la justicia y la verdad, creemos que es grave (y un amplio grupo de personas lo consideran así) que el Sr. Jalife-Rahme lleve años publicando su columna, utilizando información sesgada y mal intencionada, haciendo generalizaciones discriminatorias y procediendo a una sistemática campaña de desinformación en contra de un grupo muy variado de personas de diversas nacionalidades, con muy diversas tendencias políticas, pero cuyo “pecado” es su origen o su identidad judía, una adscripción que no es necesariamente religiosa ni es ideológicamente uniforme. Al igual que todos los actos terroristas, la tragedia de Bombay merece nuestra repulsa y condena. Al torcer la información acerca de este doloroso hecho de la manera en la que lo hace, el Sr. Jalife falta gravemente al respeto a las numerosas víctimas --musulmanas, judías y otras-- con sus absurdas especulaciones. Falta también al respeto a los propósitos que animan a La Jornada, a la inteligencia de sus lectores y a sus editorialistas serios e imparciales. Debe ofrecer disculpas a los familiares de los muertos, incluyendo a los de nuestra conciudadana, la Sra. Norma Schvarzblat.

Firmas
Aceves Navarro Gilberto; Aguilar Camín Hector; Aridjis Homero; Bauer Tapuach Michel; Berman Sabina; Berlioz Sergio; Bitrán Arón; Blancarte Roberto; Calderón Paco; Carbonell Miguel; Carrington Leonora; Castañeda Jorge; Castañón Adolfo; Chapa Martha; Cherbowski Arturo; Cherem S. Silvia; De la Colina José; Domínguez Christopher; Drucker Colín René; Ehrenberg Felipe; Escalante Fernando; Estrada Gerardo; Felguérez Manuel; Frank Alejandro; Frenk Margit; Garavito Rosalbina; García Agraz José Luis; García Sainz Adolfo; Garciadiego Javier; Glantz Margo; Gonzalbo Aizpuru Pilar; Gordon José; Granados Roldán Otto; Hiriart Hugo; Huerta David; Jiménez Cacho Jimena; Kaminer Saúl; Kraus Arnoldo; Krauze Enrique; Lajous Alejandra; Lamas Marta; Lazcano Antonio; Leff Enrique; Lisker Rubén; Loaeza Soledad; López Portillo Carmen; Lorenzano Sandra; Martin Moreno Francisco; Martínez Assad Carlos; Mastretta Angeles; Menassé Eliana; Meyer Jean; Meyer Pedro; Mochán Luis; Monsiváis Carlos; Monsiváis Galindo Guillermo; Moscona Myriam; Moshinsky Marcos; Muñiz Angelina; Murguía Verónica; Musacchio Humberto; Pacheco José Emilio; Pellicer López Carlos; Peralta Braulio; Pérez Tamayo Ruy; Pettersson Aline; Rivera Arturo; Rojo Vicente; Rubio Luis; Rudomín Pablo; Sefchovich Sarah; Seligson Esther; Schjetnan Garduño Mario; Servitje S. Lorenzo; Shabot Esther; Sheridan Guillermo; Stavenhagen Rodolfo; Turok Antonio; Turrent Isabel; Valenti Giovanna; Villoro Juan; Woldenberg José. (500 firmas en total)

Bajo la Lupa
Alfredo Jalife-Rahme

■ ¿Seré “antisemita”, en verdad?


Antecedentes: por no compartir su fanático “israelocentrismo”, ya me volví la obsesión personal de Alejandro Frank Hoeflich, quien desde hace más de seis (sic) años exige furibundamente mi expulsión de La Jornada: primero, a título personal, luego acompañado de Arnoldo Kraus Weisman (El Correo Ilustrado, La Jornada, 26/6/02 y 20/4/07), y ahora (junto a Gall Sonabend) encabeza una cruzada de linchamiento exorcista (desplegado publicitario, La Jornada, 19/12/08).

Frank Hoeflich, comprensiblemente abrumado por traumas atávicos (v. gr., Los protocolos de los sabios de Sion y el nazismo, de los que jamás hice apología), me acusa viciosamente (solo y acompañado) de “antisemitismo” mediante jeremiadas y anatemas sectarios, y confiesa vivir “indignado” por mis artículos que tanto le exasperan. ¡Qué pena!

Resalta que le afecten tanto las críticas financieras a un sector de la “banca israelí” y en las que exhibe su gueto mental semántico que choca con las definiciones universales de los términos y en las que abusa (solo o acompañado) del “antisemitismo” como blindaje de inimputabilidad que explota para coartar mi libertad de expresión, mi derecho a informar y a exponer mi inalienable crítica cartesiana.

No soy israelí, ni sionista, ni su clon, por lo que lamento no coincidir con su cosmogonía sectaria, por más respetable o repelente que sea. Tampoco colaboro para Televisa (donde Enrique Krauze Kleinbort alardea manejar la lista de colaboradores y su contenido) ni escribo para The Jerusalem Post, sino para un periódico plural, como La Jornada, donde a la mayoría de las comunidades libanesa y árabe tampoco le gusta (sin hacer tanta alharaca) las opiniones de Frank Hoeflich, Kraus Weisman y Krauze Kleinbrot, defensores a ultranza de ese Israel, al que no se le debe tocar y a cuyos grupos sionistas se les indultan sus crímenes acumulados desde hace 61 años.

Yo he sido más crítico de mis paisanos árabes y libaneses que ellos de sus correligionarios israelíes.

¿Se trata de equiparar a la víctima histórica con el verdugo contemporáneo? ¿Es correcto extrapolar indiscriminadamente las traumáticas vivencias, que un servidor siempre ha condenado en los multimedia, durante el zarismo y el nazismo, para blindar, esterilizar e inmunizar las atrocidades perpetradas por Israel, los neoconservadores straussianos y ciertos banqueros israelíes?

Hechos: quizá lo oculten o ignoren, pero el “mayor estafador del mundo”, el “banquero israelí” Bernie Madoff, maneja(ba) los fondos del Mossad (ver The Spoof; 15/12/08).

Finance Yahoo (18/12/08) reveló que la estafa de Bernie Madoff asciende a 100 mil millones de dólares, que habían sido expatriados a Israel. ¿Señalar las felonías de Madoff equivale a “antisemitismo”? Interesante ingeniería semántica que practica la lista de Frank Hoeflich.

Lehman Brothers, joya de la banca israelí-anglosajona (¿prefieren “sionista-anglosajona”?) que detonó el tsunami financiero global (que, por cierto, infectó a México), expatrió 400 mil millones de dólares a Israel días antes de su quiebra (ver Bajo la Lupa, 12/10/08).

Si no afectase la vida de tantos seres humanos en el mundo y los intereses patrimoniales de terceros, no me tomaría la molestia de citar las hazañas del Mossad y la “banca israelí-anglosajona”.

No pocas veces el Mossad ha sacrificado a sus “conciudadanos” para obtener suculentos dividendos geopolíticos, como el caso flagrante del “chacal” palestino Abu Nidal, a quien usaron para perpetrar un atentado contra Shlomo Argov, embajador de Israel en Gran Bretaña, con el fin de tener una coartada para su invasión a Líbano en 1982, según el británico Patrick Seale, una de las máximas autoridades sobre el Gran Medio-Oriente, quien afirma que “Abu Nidal era sin duda (sic) un agente del Mossad” (Japan Today, 10/11/06), lo cual es avalado por Robert Fisk, colaborador “serio e imparcial” y nada “desinformador” de La Jornada y de The Independent (25/10/08).

Es comprensible que a los encubridores del sionismo financiero y/o a los ignorantes de la región les exaspere la cruda realidad.

Quienes somos investigadores de la región tenemos tanto la responsabilidad histórica como la obligación intelectual de explorar todas las pistas, incluyendo al inimputable Mossad, por más dolorosas que sean para las mentes castas.

Lo mejor no es la percepción de la lista de Frank Hoeflich, ni siquiera la mía, sino la de los propios afectados: “los intelectuales y defensores de derechos humanos en India” declararon que “Al Qaeda es una organización frontal de la CIA y el Mossad que está detrás de los atentados en Bombay y muchos otros para imponer en el mundo su agenda de “guerra global contra el terrorismo”, según India Daily y The Kashmir Times (www.indiadaily.com/editorial/17121.asp y www.kashmirtimes.com/archive/0706/070613/index.htm). ¿Son “absurdas especulaciones”? ¿Son “sesgados y malintencionados” los “intelectuales y defensores de derechos humanos de India”, donde abunda la sapiencia milenaria?

Lo expresado por India Daily y Kashmir Times es una afirmación categórica, mientras la mía fue una “pregunta” obligada, dado el nivel diabólico circundante, entre las diferentes pistas que señalé (al mismo Liskhar-E-Taiba asociado con Al Qaeda, indios, etcétera) sobre la autoría de la carnicería de Bombay, que atribuí al racista choque huntingtoniano de civilizaciones (ver Bajo la Lupa, 7/12/08). Este artículo valió el exorcismo de “antisemitismo” para la lista de Frank Hoeflich, quien ya me había increpado cómicamente de “antisemita” por haber calificado de “cosmopolita” al banquero George Soros (sin haber mencionado su “origen”). En EU existe una revista popular Cosmopolitan. ¿Será también acusada de “antisemita”?

Sin venir al caso, Enrique Krauze Kleinbort (en su polémica con John Ackerman, El Correo Ilustrado, 30/4/08), me acusó livianamente de “bajezas antisemitas” por haber señalado previamente sus controvertidas públicas posturas.

Frank Hoeflich, Kraus Weisman, Krauze Kleinbort, Gall Sonabend, Sefchovich Wasongarz (y otros) van a tener una gran dificultad científica y genética en demostrar que son más “semitas” que yo.

No puedo ser “antisemita” porque soy triplemente semita (ver Bajo la Lupa, 14/5/08). ¿Sabrán qué significa científica y lingüísticamente “semita”, que expropian sin miramientos y que quiere decir “perteneciente a los pueblos árabes (sic) y hebreos” (Diccionario de la lengua española)?

No puedo ofrecer “disculpas” a los familiares de Norma Schvarzblat, cuyo deceso explotan sin pudor, porque no fui yo quien la asesinó, pero estoy con ellos en mi más profundo pésame, si con ello contribuyo en aliviar su aflicción, que hago extensivo a las víctimas de Bombay, sin excepción sectaria.

21-12-2008
Réplica a la carta abierta contra el analista político mexicano Alfredo Jalife-Rahme
Acerca del desplegado en La Jornada "Contra el antisemitismo"

Fernando Sánchez Cuadros
Rebelión y Tlaxcala
El pasado 7 de diciembre de 2008 el analista político mexicano Alfredo Jalife-Rahme publicó una
columna en el diario La Jornada que tituló "Bajo la lupa: Las guerras de Obama, Ambrose
Evans-Pritchard y Robert Gates". Dicho texto fue luego difundido en Rebelión el 15 de diciembre. La
columna de Alfredo Jalife-Rahme provocó una réplica en forma de carta abierta a La Jornada, que
apareció el 18 de diciembre escrita y firmada por un grupo de mexicanos, con el título de "Contra el
antisemitismo" y bajo la responsabilidad de Alejandro Frank y Olivia Gall. Hoy, Rebelión y
Tlaxcala publican una réplica a dicha réplica, esta vez firmada por el profesor Fernando Sánchez
Cuadros, colaborador de Argenpress, Rebelión y Tlaxcala.
Resulta lamentable y repulsivo el intento de descalificación de uno de los analistas más lúcidos en
temas de geopolítica que tenga México por parte de un grupo de intelectuales secundado por
ciudadanos de origen judío. Los firmantes del comunicado se refieren al artículo de Alfredo
Jalife-Rahme "Las guerras de Obama, Ambrose Evans-Pritchard y Robert Gates". Aun cuando se
discrepase de la conclusión del Sr. Jalife acerca de la participación de los servicios de inteligencia
de Israel en los ataques terroristas en Mombay, pasar de un desacuerdo a la acusación de
antisemitismo supone una brecha que los firmantes del comunicado publicado en La Jornada el 17
de diciembre no han reparado con la necesaria serenidad. Peor aún si se ejerce el poder de la
legitimidad y autoridad moral de muchos intelectuales para forzar a La Jornada a que separe de sus
comentaristas a Alfredo Jalife-Rahme. Este es un acto de intolerancia muy lamentable e
inadmisible, que sería deseable que La Jornada apreciara como tal.
Cabría preguntar a los firmantes que refieren el caso de la Sra. Norma Shvarzblat Rabinovich, una
de las víctimas, mexicana, de los atentado para "exigir" a Alfredo Jalife que pida disculpas a sus
familiares, si no consideraron que la muerte de cuatro jóvenes mexicanos a manos del ejército
colombiano en territorio ecuatoriano merecía una exigencia de aclaración y disculpas a todos
aquellos periodistas y políticos, incluidos representantes en el Congreso de la Unión, por las
insinuaciones de terroristas con las que se pretendió justificar el acto de violación del derecho
internacional de parte del gobierno de Álvaro Uribe; de lo contrario podría concluirse que se usa el
dolor de una madre para dramatizar en aras de otros fines. En todo caso Alfredo Jalife jamás
ofendió a las víctimas de los atentados, antes bien, intentó encontrar responsables de tan
abominable crimen. Si el Mossad, con un largo y tenebroso historial de terrorismo y conspiraciones
en contra de otros estados, está o no involucrado en las acciones desplegadas en Mombay será un
hecho que se irá esclareciendo, lo que resulta inadmisible es que sin análisis de por medio se
lancen acusaciones y descalificaciones que aparentan desconocer los entretelones del accionar del
lobby judío en diversas partes del mundo a favor del estado de Israel y no siempre de los intereses
de las respectivas naciones de sus miembros.
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Lo que los firmantes del desplegado llaman "ridículas especulaciones" tienen asidero en diversos
análisis que se llevan a cabo en ámbitos académicos y por reputados analistas políticos y de la
economía y las relaciones internacionales, varios de ellos de origen judío y ciudadanos israelíes. No
son novedad alguna los acuerdos y acciones conjuntas desplegados por los gobiernos de Estados
Unidos y de Israel en diversos puntos del planeta, incluida América Latina, como ocurre en el caso
del Plan Colombia. En la "crítica al antisemitismo" los firmantes soslayan las denuncias y protestas
en el propio Israel contra las acciones del gobierno Likud-Laborista al cual se han aliado los sectores
más recalcitrantes del fundamentalismo sionista, que ponen de manifiesto la crisis y la corrupción
en el gobierno israelí y su clase gobernante.
En los reclamos de "defensa del pueblo judío" que hacen los firmantes del desplegado no aparece
ningún comentario ni mínima reflexión acerca de las atrocidades que comete el gobierno de Israel
contra el pueblo palestino. Lo que se observa es una acción arrogante que presupone que el
derecho del pueblo judío es superior al de los palestinos y musulmanes en general, a quienes se ha
impuesto el estigma de terroristas sin hacer distingos entre las agrupaciones de esa naturaleza y
los árabes y musulmanes que desean liberar a sus pueblos de la dominación y que, al igual que los
israelíes, esperan vivir en paz en sus territorios, libres de amagos e invasiones.
Por lo demás, recurrir a un estigma es, por decir lo menos, una vergüenza en manos de personas
inteligentes y conocedoras de la historia cuando se soslaya la crítica al fundamentalismo sionista
que se ha apoderado del estado de Israel y la denigran como antisemita. La barbarie nazi no debe
ser olvidada jamás, pero quienes la emulan día a día son quienes se apoderan de tierras, casas y
bienes de palestinos para construir asentamientos en los que se ubican inmigrados de otras
nacionalidades, usando para ello ejércitos con helicópteros artillados, bulldozers y tanques frente a
civiles a los que además impiden el acceso al agua y otros recursos, son quienes construyen muros
ignominiosos y quienes usan el poder de sus ejércitos para destruir la bases materiales de la vida
cotidiana de otro pueblo en nombre de una venganza histórica disfrazada de autodefensa, que si
alguna legitimidad tuviera está mal direccionada.

Esta réplica en Tlaxcala: http://www.tlaxcala.es/pp.asp?reference=6628&lg=es


La Jornada, Correo Ilustrado, 22 de diciembre de 2008
Sobre un desplegado y su respuesta

Intrigado por la respuesta de Alfredo Jalife-Rahme (La Jornada, Bajo la Lupa, 21 de diciembre de 2008, p. 10) al desplegado “Contra el antisemitismo” (La Jornada, 19 de diciembre de 2008), decidí tomar en serio dicha respuesta y consultar sus fuentes. Cita Jalife-Rahme como primera fuente:

‘“Hechos: quizá lo oculten o ignoren, pero el ‘mayor estafador del mundo’, el ‘banquero israelí’ Bernie Madoff, maneja(ba) los fondos del Mossad (ver The Spoof, 15/12/08).”

Me extrañó el nombre de la publicación porque The Spoof quiere decir algo así como La Broma, La Parodia, La Tomadura de Pelo. Pero allá me fui tras el siguiente link: www.thespoof.com/news/spoof.cfm?headline=s3i45161

En efecto, allí estaba la fuente citada por Alfredo Jalife-Rahme para probar su afirmación sobre las relaciones entre Madoff y el Mossad. Es un despacho firmado por Queen Mudder (quien sepa inglés traduzca este nombre), fechado el 15 de diciembre de 2008, que traducido a la letra dice así:

“El fondo de pensiones del Mossad, afectado en 900 millones de dólares por la estafa Ponzi de Madoff

“Tel Aviv (Sorry Ass Mess). El servicio secreto israelí está dando brincos como loco después de que Bernard Madoff, el operador de bolsa Off-the-Wall-St, perdió 95 por ciento del fondo de pensiones del Mossad en el colapso de su fondo de inversión de 50 mil millones de dólares.

“‘¿Cómo es posible que no lo hayamos visto venir?’, clamó hoy el enfurecido ejecutivo de la agencia de inteligencia (sic), después de que se informó que la estafa Ponzi montada por Madoff se basaba en un proyecto del propio Mossad en 1980 para hacer tronar las inversiones de la OPEP.

“Se dice que Madoff, de 69 años de edad, ha pedido protección del FBI después de los rumores de que agentes encubiertos iraelíes enfurecidos habrían enviado un grupo de acción para ‘clavarse a este ojete ladrón’ por el fraude de la pirámide.

“Entretanto, la CIA está probando esta fábrica de fantasías de inversión contra su propia producción de ficción de 2002 acerca de las armas de destrucción masiva en Irak.

“Los informes de que el ex Primer Monstruo británico Tony Blair también perdió todo su fondo de pensión anual en el colapso Madoff están que arden en Whitehall.

“Valerie Plame is one smug bitch.”

Así termina el “despacho”. Abajo, en letras rojas y tipo grande, The Spoof publica como propio desmentido la siguiente y rotunda advertencia:

“La historia precedente es una sátira o una parodia. Es totalmente inventada.”

Éste es el texto citado como una de sus fuentes por Alfredo Jalife-Rahme. Quien sepa inglés, o tenga un amigo que lo hable, que traduzca por su cuenta la última frase. Yo no. Quien quiera saber acerca de Valerie Plame, que busque el nombre en Wikipedia. Quien tenga interés puede hacer un ejercicio similar con las demás fuentes, también consultadas. No quiero yo ahora cansar al lector.

Que The Spoof sea citado como fuente de autoridad por un columnista de fama internacional y nacional provocará sin duda en los británicos redactores de dicho periódico, si llegan a enterarse, un estallido incontrolable de hilaridad. Puede apostarse a que se precipitarán al pub más cercano a brindar gozosamente a la salud del mencionado columnista.

Adolfo Gilly


Responde Jaliffe a Gilly

Como a Adolfo Gilly no le satisfizo el mensaje de Spoof, redactado con el clásico humor británico (que dice más cuando se burla) –por cierto, la cita más simpática y amable que seleccioné para mi columna “¿Seré antisemita en verdad?” (Bajo la Lupa, 21/12/08), sobre los vínculos entre Bernard Madoff y el Mossad, los célebres servicios de espionaje israelíes–, gustosamente le envío otra que espero sea de su mayor agrado: “Las fuerzas de Obama llevan a cabo la captura de Bernard Madoff, jefe financiero del Mossad en EU”, de acuerdo con los servicios rusos de inteligencia (whatdoesitmean.com, Sorcha Faal, 15/12/08 y Al-Jazeerah Cross-Cultural Understanding, ccun.org, 21/12/08).

Si tampoco le agrada esta cita, con sumo agrado aporto otras más altisonantes. Así las cosas, soy yo quien invita a Gilly a brindar una copa, no a un pub británico, sino a una cantina mexicana de Coyoacán.

¡Feliz Navidad!

Alfredo Jaliffe-Rahme


Contra el antisemitismo*
Arnoldo Kraus

Como judío es complicado escribir acerca del antisemitismo. Es obligado hacerlo como mexicano y judío, e indispensable hacerlo desde La Jornada, periódico en el que he escrito desde hace 18 años.

El motor fundamental de mi escritura es la ética. Siempre repito que la ética laica es la única herramienta que algo puede hacer por este mundo tan golpeado. El laicismo es una vía para confrontar el fanatismo, y la ética es un instrumento valioso para dialogar con las “formas tenues” de los fanatismos.

A partir de una mirada ética y de una percepción moral de la condición humana es posible sembrar. La ética debe ser laica, de lo contrario, polariza; debe ser secular para ser incluyente y para permitir que sea el diálogo lo que prive y no la sinrazón. Sólo mediante la aceptación del otro es posible la construcción humana de lo propio. Huelga decir que los kamikazes de Japón, los colonos judíos ultraortodoxos en Israel, los seguidores de Ceausescu o Karadzik, o los suicidas musulmanes que matan en India o en Israel comparten ideario. Negar la humanidad de los otros es la Biblia de cualquier fanatismo.

Muchas de las brutales injusticias que se viven hoy son parte de fanatismos perversos. Dentro de ellos incluyo, aunque sean otras las razones, el capitalismo salvaje que empobrece y mata. Mientras que la ética brega por la justicia y por el ser humano, el fanatismo desconoce el valor del diálogo y el derecho a la vida de otras personas. Mientras que la primera es incluyente, el fanatismo se basa en la exclusión.

Palabras afines, muy cercanas a la ética, son el respeto a la alteridad, el combate a la injusticia y a la miseria, la solidaridad con los sinvoz y la lucha contra los horrores de la insalubridad. No menos importante es denunciar las nefandas acciones del poder. Los políticos corruptos, independientemente de su origen, deben ser blanco de todo periodista que se ufane de ser libre. Desde estas páginas he criticado a quienes han desgobernado a nuestra nación; lo mismo he hecho con personajes de la calaña de los Putin, los Aznar, los Sharon y los Bush.

He insistido en que sin la creación de un Estado palestino independiente no habrá paz en Israel ni en los países vecinos. En ese renglón he repetido que la irrespirable realidad del pueblo palestino tiene tres razones fundamentales: sus propios gobiernos que han robado sin cesar, el Estado de Israel, que no ha facilitado la creación de un Estado palestino, y los gobiernos árabes que los han expoliado y asesinado. Todos los han humillado.

Encontrar las vías para aminorar las distancias hombre-hombre, mujer-mujer y mujer-hombre es lo que se requiere para que el fundamentalismo deje de crecer y sus voceros tengan menos argumentos para cargar sus plumas y sus armas contra quienes no comulgan con su ceguera. En su columna Bajo la Lupa (La Jornada, 21 de diciembre) Alfredo Jalife-Rahme se refiere a Kraus Weisman en tres ocasiones. Yo firmo Arnoldo Kraus. Entiendo que para los propósitos del señor Alfredo, mi segundo apellido, también judío, le deparó tinta para su encono. Mejor, para su pluma, Kraus Weisman que sólo Kraus. Lo mismo le debe haber sucedido cuando se refiere a otros judíos que tienen dos apellidos de origen judío o cuando cita al siniestro Bernard Madoff, denominándolo “banquero israelí”. Madoff es estadunidense y judío como Kraus es mexicano y judío. Ignoro, aunque no creo, que el estafador sea israelí.

No existe contradicción entre ser mexicano y ser judío. En La Jornada he escrito lo que pienso. Se equivoca Jalife-Rahme cuando dice que soy “… defensor a ultranza de ese Israel, al que no se le debe tocar”. Al contrario. En estas páginas he criticado algunas políticas israelíes. Me causan la misma molestia todos los ultras: los fanáticos de origen árabe o judío son similares. Los que denuestan a los otros sin ver los errores de su casa son semillero de los fanatismos. La autocrítica es una bendición. Los fanáticos carecen de ella.

Como mexicano, como judío y como colaborador de la La Jornada me veo obligado a responder. Basta detenerse en los textos de Bajo la Lupa para entender la sinonimia que hace el autor entre israelí y judío. Si bien es cierto que algunas de las acciones de Israel son criticables, el antisemitismo, al igual que otras formas de exclusión, sí lo es. El autor de Bajo la Lupa debe gozar cuando descubre que algunos de sus clientes tienen varios apellidos judíos o cuando comete la torpeza de decir que Madoff, por ser banquero y haber cometido fraudes, es un “banquero israelí” –por alguna razón se contuvo y no escribió “banquero judío”. La ética es incansable. Bregar contra el fanatismo es una de sus tareas.

*Contra el antisemitismo es el título de un desplegado publicado en este periódico el 19 de diciembre. En el texto se alude a la actitud de Jalife-Rahme, quien, con tenacidad culpa a la “banca israelí-anglosajona” y a todo lo que sea israelí, de buena parte de los problemas del mundo. Jalife-Rahme ignora que el desplegado fue firmado, entre otros, por librepensadores como Carlos Monsiváis, José Emilio Pacheco, Marta Lamas, Ruy Pérez Tamayo, Margo Glantz, Manuel Felguérez, Garciadiego, Javier, René Drucker Colín, Vicente Rojo, Juan Villoro y Rodolfo Stavenhagen


La Jornada, Correo Ilustrado, 24 de diciembre de 2008
Alfredo Jalife-Rahme y sus fuentes

Me complace por demás la carta enviada ayer a El Correo Ilustrado por Alfredo Jalife-Rahme (La Jornada, 23 diciembre 2008), en la cual insiste en que el estafador financiero Bernard Madoff maneja los fondos del Mossad, el servicio secreto del Estado de Israel. Jalife-Rahme reitera que no fue error o lapsus el haber citado entre sus fuentes al periódico satírico The Spoof, que como hemos visto se burla cruelmente de quienes establecen tal relación entre el Mossad y Madoff. Dice en cambio que es un caso de humor británico y asume como buena su fuente.

Para confirmar su tesis, Jalife-Rahme nos ofrece ahora otras fuentes. Cito:

“Las fuerzas de Obama llevan a cabo la captura de Bernard Madoff, jefe financiero del Mossad en EU”, de acuerdo con los servicios rusos de inteligencia (whatdoesitmean.com, Sorcha Faal, 15/12/08 y Al-Jazeerah Cross-Cultural Understanding, ccun.org, 21/12/08)”.

En efecto: en ambos links aparece un mismo artículo así titulado, bajo la firma de Sorcha Faal. “¿Quién será Sorcha Faal?”, me dije. Proseguí entonces con mi obsesión investigadora. En esa misma página web “Whatdoesitmean” (“Quéquieredeciresto”), encontré la siguiente biografía de Sorcha Faal, segunda fuente de autoridad citada por Alfredo Jalife-Rahme (después de The Spoof, claro). Traduzco del inglés:

“La Hermana María Theresa es la 73ª Sorcha Faal de la Orden Sorcha Faal, Elegida como Madre Superiora el 3 de febrero de 2007.

“Nacida en Dublín, Irlanda, la 73ª Sorcha Faal se unió a la Orden en marzo de 1973 y tiene varios títulos en Universidades europeas y de Estados Unidos. Sorcha Faal ha viajado y dictado conferencias extensamente a través del Mundo, en las cuales su principal interés es la estructura sistemática de los lenguajes que sirve como lazo entre pensamiento y sonido, como ha sido desarrollado por Ferdinand de Saussure.

“Sorcha Faal ha expandido además su propia investigación en ‘Ordenamiento Lingüístico’ con los conocimientos obtenidos cuando fue investigadora visitante con el biofísico y biólogo molecular ruso Piotr Garjaev sobre la estructura esotérica del DNA y sus usos para explicar los fenómenos físicos.”

En la recepción de su nombramiento por el Cónclave de la Orden en febrero de 2007, la Hermana María Theresa, ahora Sorcha Faal, dijo:

“Nuestra Orden siempre se ha esforzado para dar a este Mundo aquella Luz necesaria para disolver los mitos inherentes a la Oscuridad, pero sin los cuales nunca podríamos ver el equilibrio más verdadero entre ambas”.

Esta información acerca de Sorcha Faal, es decir, de la fuente fidedigna de las afirmaciones de Alfredo Jalife-Rahme, se completa en la página web con una “Breve Historia de la Orden de Sorcha Faal”. Dice así:

“La Orden de Sorcha Faal fue establecida en 588 a.C. en Tara, County Meath, Irlanda, y considera como su Fundadora a Tamar Tephi, la hija mayor del Rey Zedekiah. El nombre, Sorcha Faal, viene de la antigua rama gaélica (Gaeilge) de las lenguas goidélicas (Goidelic) de Irlanda, y significa: Sorcha: La Portadora de Luz; y Faal: El Lugar Oscuro y Árido. La Orden de Sorcha Faal comprende dieciocho Monasterios en Irlanda, Rusia, Egipto, Líbano y Estados Unidos”.

Sorcha Faal, además de sus documentados ensayos periodísticos como el citado por Alfredo Jalife-Rahme, es también una proficua escritora. Entre sus libros, brevemente reseñados en la página Whatdoesitmean, se cuentan los siguientes títulos (con sus precios en dólares). Los traduzco:

1) Juntando las piezas-Guía práctica para sobrevivir desastres económicos, disturbios internos y represión militar (u$s 25.95, más de 400 páginas). 2) Manual de los guerrilleros-Guía de supervivencia para resistir la ocupación militar extranjera, técnicas de fuga y evasión, sobrevivir los interrogatorios, enfrentar la ejecución, supervivencia en el desierto (u$s 29.37, 482 ps.) 3) Comienza la Batalla por el Trono del Mundo: el Regreso de los Guerreros Einherjar (u$s 38). 4) El Conocimiento Verdadero de las Tres Mentes: Cuando Tres se vuelven Uno (u$s 25.95). 5) Los Niños del Invierno: Mensaje Apocalíptico de Esperanza (u$s.25.95).

Para los interesados en el conocimiento histórico-esotérico, me permito recomendar la lectura de la reseña de este último título en el link: whatdoesitmean.com/index937.htm

Alfredo Jalife-Rahme es un asiduo y renombrado columnista de La Jornada, profesor universitario, conferencista, y sus artículos y ensayos son reproducidos en diversas páginas de Internet. De ahí mi empeño en tomar con toda seriedad las fuentes en las cuales sustenta sus análisis y afirmaciones. Es lo que he vuelto a hacer.

Quiero agregar, en alabanza del citado columnista, que en el presente caso ha logrado alcanzar en dichas fuentes un raro equilibrio entre lo satírico y lo esotérico, entre The Spoof y Sorcha Faal. No había disfrutado con tanto regocijo un logro semejante desde los lejanos tiempos de Monty Python en La vida de Bryan.

Adolfo Gilly

Comenta desplegado

El desplegado que publicó un grupo de la comunidad judía contra Alfredo Jalife-Rahme es no sólo un enorme despropósito, sino un acto inhibitorio de la libertad de expresión. La gran importancia concedida a sus análisis quizá pueda no haber sorprendido a Jalife-Rahme; en esencia es una amenaza que no debe pasar sin registro. Los primeros en aplaudir el ataque debieron ser numerosos personajes ligados a notables centros de poder: desde el gobierno de Bush hasta Wall Street y Tel Aviv, pasando por la London Stock Exchange. Porque, ¿quién se ocupa de la inanidad? Nadie. Y menos un grupo con el poder que parece tener el responsable de la publicación. Un poder que logra convertir en signatarios de su fobia a varios de los intelectuales destacados del país. Hemos llegado al pobre extremo de que los intelectuales atraviesen su firma en un pronunciamiento bizarro pudiendo cada uno de ellos escribir su opinión sobre las de Jalife-Rahme, vaya, como lo hizo en su prolija carta Adolfo Gilly. Porque ese pronunciamiento nada tiene que ver con una causa. Se trata más bien de una anticausa: la del chantaje de un antisemitismo a modo inventado por los tiburones de la ideología glamorizada, las finanzas y la guerra. Antisemitismo manipulado que sirve, por lo demás, para encubrir acciones perversas y crímenes de lesa humanidad cometidos por individuos de origen o identidad judíos. Lamento este tipo de expresiones, sobre todo porque implican a intelectuales a quienes quiero y admiro.

Abraham Nuncio



La Jornada, Correo Ilustrado, 27 de diciembre de 2008
Comenta carta de Nuncio

Abraham Nuncio hace referencia al “desplegado que publicó un grupo de la comunidad judía contra Alfredo Jalife-Rahme” (La Jornada, 19/12/08) y lo tilda de “acto inhibitorio de la libertad de expresión” y aun de “amenaza que no debe pasar sin registro”. Ese desplegado lo firman numerosos judíos, pero también decenas de personas que no pertenecemos a dicha comunidad ni a una misma filiación política o ideológica, quienes no pedimos que Jalife abandone su “periodismo” ni que La Jornada deje de publicarlo, si bien expresamos nuestra desazón por el hecho de que un periódico que nació con amplio apoyo social le regale tan generoso espacio al antijudaísmo, la difamación y la mentira.

Pero Nuncio ofende a los firmantes al suponer que hay un grupo (¿tal vez representante de la gran conspiración judeo-masónica?) con un poder tal “que logra convertir en signatarios de su fobia a varios intelectuales destacados del país”, cuando éstos podían expresar por escrito su opinión sobre Jalife-Rahme. Se equivoca Nuncio. Cada uno de los firmantes es muy capaz de decidir por sí mismo lo que suscribe y al hacerlo no renuncia en forma alguna a combatir el antisemitismo en otros espacios.

El desplegado, agrega, implica el “chantaje de un antisemitismo a modo”, un “antisemitismo manipulado que sirve –dice Nuncio– para encubrir acciones perversas y crímenes de lesa humanidad cometidos por individuos de origen o identidad judíos”. ¿Como cuáles, como quiénes? Lamento que el “estilo” de Jalife haya ganado un émulo.

Humberto Musacchio

¿Antisemitismo?

Soy Alberto Sladogna, judío, hijo de madre judía (Freme Ceimann), y por consiguiente si Alfredo Jalife-Rahme se dignara designarme con mi doble apellido: Sladogna Ceimann, no vería en eso muestra de antisemitismo. ¿Cómo podría tomar como antisemita que se me recordara –se mentara, en todos los sentidos– el apellido judío de mi madre? Por el contrario, es algo de orgullo. Si no empleo el doble apellido se debe a que provengo de una tradición –la argentina– en que no suelen emplearse, salvo en los sectores aristocráticos. Mi documento mexicano los ostenta sin ninguna carga de ofensa, pues es un honor. En México, como lo demostró el doctor Néstor de Buen, soy un ciudadano de segunda, soy un “naturalizado”. Por ejemplo, en varios concursos no puedo participar, por esa condición. Entonces, si Jalife-Rahme mentara mi segundo apellido no lo tomaré como insulto, sino como la clara indicación de haber nacido –como cualquier otro de la cintura hacia abajo– del cuerpo de una mujer judía, proletaria y milonguera.

Aclaro que –Jalife-Rahme lo sabe– no concuerdo con sus apreciaciones, sus formas de leer o de citar autores tales como Leo Strauss, pero reconozco que quizás él comparte una confusión con otros, la de tomar “todo” lo judío como perteneciente al Estado de Israel. Esa tradición es el resultado de viejas tradiciones racistas y xenófobas de México, al igual que otros países. En México el antisemitismo descansa en el racismo contra los indios, y últimamente, contra los nacos, en particular contra uno de ellos, Andrés Manuel López Obrador, el mismo a quien Enrique Krauze, con o sin doble apellido, agrede bajo un nuevo racismo siquiátrico al calificarlo de “mesías tropical”. A los firmantes denunciantes del posible antisemitismo de Jalife-Rahme no los he visto denunciado los decretos racistas aún vigentes de Plutarco Elías Calles y otros. Tampoco dijeron nada al “Comité Central” que en el Club Israelita del DF otorgó su apoyo al licenciado Calderón, en nombre de “toda la comunidad”, reduciendo la diversidad de la comunidad judía sólo a ser “empresarios textiles” afectados por los productos chinos. Adolfo Gilly criticó a Jalife por tomar en serio un chiste de una publicación. Adolfo, ¿olvidaste que los judíos presentamos como chiste lo serio? El estafador gringo se llevó los dineros del Mossad. Es una broma que muestra la altura de esa pirámide capitalista más la complicidad de quienes le dieron su dinero. Tres instituciones judías perdieron 200 millones de dólares. Una pregunta: ¿nunca sospecharon acerca de cómo eran factibles sus altos rendimientos?

Alberto Sladogna

Pide a Jalife y Kraus mostrar su altura intelectual

Como lector de La Jornada realmente me duele la dimensión a la que ha llegado la controversia entre Jalife-Rahme y un buen grupo de personas, entre las cuales hay intelectuales ampliamente reconocidos como Arnoldo Kraus. Me duele porque de ambos he seguido sus columnas desde hace tantos años y a los dos los considero verdaderas autoridades en su campos respectivos pero sobre todo en el arte de la vida. No se puede ignorar que gran parte de las predicciones de Jalife-Rahme acerca de los desastres económicos y conflictos bélicos se han cumplido más allá de que algunas de sus fuentes merezcan poca confianza, según entiendo de lo que dice Adolfo Gilly. Pero cómo no tomar en cuenta que hasta en revistas científicas a veces uno busca las referencias del autor y se encuentra con que no hay nada o muy poco para apoyar lo que se pretende.

En cuanto a Arnoldo Kraus, todo mundo que lo lee está de acuerdo en que no solamente sus contribuciones en este diario, sino también los libros que ha escrito son lecciones de humanismo y de ética. Se deduce que en su ejercicio profesional desborda comprensión hacia el dolor ajeno. De manera que me atrevo a enviarles una sugerencia: muy a propósito de la paz que siempre debe haber en nuestros corazones y que tratamos de renovar en estos días, reúnanse para tomar un café y sirve de que aclaran para los que no somos expertos todos esos conceptos de judaísmo-semitismo-israelita-palestino, etcétera. Dada su altura intelectual, seguro que se van a encontrar con más coincidencias que diferencias irresolubles.

Ramón Lara Aguilera

Celebra elegancia y sentido del humor de Gilly

Adolfo Gilly, me faltan palabras para expresar cuánto celebro su elegancia, su obsesión investigativa, su aparente levedad y sublime sentido del humor, en su respuesta a Alfredo Jalife-Rahme acerca de las fuentes (¿o cloacas?) de las que obtiene su información en su artículo en contra de los judíos. Aunque Jalife-Rahme aborda muchos temas con erudición en La Jornada y otros foros en sus escritos, el hecho que usted tan acertadamente subraya es suficiente para restarle credibilidad a todo lo demás. Gracias, me devuelve usted la esperanza…

Ofelia Iszaevich


La Jornada, Correo Ilustrado, 29 de diciembre de 2008
En defensa de los derechos humanos de palestinos

Se ha probado reiteradamente el absurdo de identificar a todo el pueblo judío con las políticas represivas del Estado israelí (eso es antisemitismo), como son estúpidas de modo criminal las afirmaciones de los Huntington, Bush y Cheney de este planeta que califican de “terrorista” a todo el mundo islámico. Es también evidente y de modo trágico la actitud devastadora de los dirigentes israelíes en lo tocante a los derechos palestinos. El sitio de Gaza, con sus ya incontables resultados dramáticos en lo que se refiere a los pobladores, los niños en especial, llega a un límite bárbaro con los bombardeos del 27 de diciembre, continuados el 28. Desde una perspectiva civilizada, nadie acepta las agresiones terroristas a Israel, pero la ofensiva de ahora, la peor en 60 años, con un primer conteo de 282 muertos y centenas de heridos, es un crimen abominable sin justificación posible. “La incursión se produjo a la hora en que los niños salían de los colegios”, afirman las agencias internacionales y, para redondear los hechos, el gobierno del cínico criminal de guerra George Bush le pidió al presidente de Israel, Ehud Olmert, que intentase salvaguardar las vidas de los civiles, un epitafio patético a cargo del peor gobierno estadunidense. (El gobierno mexicano habla del “exceso de fuerza”, eufemismo que allí queda a disposición de los fabulistas.) No basta la exigencia del cese de fuego, se requiere también de la comunidad internacional, tan débilmente representada por la ONU, la defensa de los derechos humanos de los palestinos, y el apoyo para la creación de su Estado.

Carlos Monsiváis


Lamenta muerte de inocentes


Me temo que nunca acabará la violencia entre Israel y el pueblo palestino. Son demasiados los fanáticos en ambos bandos. Es impenetrable la sordera e imparable el odio. Los cohetes que lanzó Hamas contra territorio israelí recién suspendida la tregua no justifican el brutal bombardeo contra Gaza. Me apena y repruebo la acción del ejército israelí. Me enferman las fotografías: las muertes de inocentes retratan la muerte de la razón. El uso de la violencia nunca ha servido para contrarrestar otras violencias. Me duele la muerte de tantos inocentes.

PS. Agradezco la misiva de Ramón Lara Aguilera

Arnoldo Kraus


Entre Israel y Palestina “la religión lo emponzoña todo”

Encontramos este texto muy elocuente sobre la terrible situación entre Israel y Palestina. Es de un libro que se llama Dios no es bueno, de Christopher Hitchens, editorial Debate, página 39.

“En una ocasión asistí a una conferencia en Nueva York del difunto Abba Eban, uno de los diplomáticos y estadistas más brillantes y respetados de Israel. Lo primero que llamaba la atención sobre la disputa entre israelíes y palestinos, afirmaba él, era su fácil resolución. Tras aquel fascinante comienzo pasó a relatar, con la autoridad que le confería haber sido primer ministro y embajador en la ONU, que el aspecto fundamental era uno muy sencillo. Dos pueblos de un tamaño aproximadamente equivalente formulaban una reivindicación sobre una misma tierra. La solución, obviamente, era crear dos estados contiguos. ¿Seguro que una cosa tan evidente estaba al alcance de la capacidad de comprensión y la inteligencia de un ser humano? Y así habría sido desde hace muchas décadas si se hubiera podido mantener alejados de allí a los rabinos, los ulemas y los sacerdotes mesiánicos. Pero las afirmaciones exclusivas de estar investidos de la autoridad de Dios realizadas por los clérigos histéricos de ambos bandos y avivados por los cristianos con espíritus de Armagedón que esperan la llegada del Apocalipsis (precedida por la muerte o la conversión de todos los judíos) han vuelto insufrible la situación y han convertido a la humanidad en su conjunto en rehén de una disputa que ahora presenta la amenaza de una guerra nuclear. La religión lo emponzoña todo. Además de ser una amenaza para la civilización, ahora se ha convertido en una amenaza para la supervivencia del ser humano.”

Jesusa Rodríguez y Liliana Felipe


La Jornada, Correo Ilustrado, 30 de diciembre de 2008
Respuesta de Alfredo Jalife Rahme a Adolfo Gilly

Promesas son deudas (El Correo Ilustrado, 23/12/08). De regreso de unas cortas vacaciones, gustosamente aporto más citas sobre los vínculos entre el estafador Madoff y el Mossad (servicios de espionaje israelíes), ya que las dos primeras no le gustaron a Adolfo Gilly.

Ante todo, invito a los dilectos lectores de La Jornada a entrar al portal Google y colocar el binomio Madoff-Mossad y encontrarán 14 mil 600 páginas (¡así, con cinco dígitos!); cada una de ellas consta de diez citas de fuentes multivariadas. Si desea Gilly, las podemos investigar exhaustiva y “obsesivamente”.

Llama la atención que Gilly, pese a su “obsesión investigadora” (muy mochada, por cierto), haya amputado el restante de mis nueve citas articuladas y conexas, que incluye la definición de “semita” (soy triplemente “semita” por lo que no puedo ser “antisemita”), es decir, se preocupa por la uña del meñique y se olvida del cuerpo entero. Le recuerdo que el estafador es Madoff, no yo.

Dentro de las fuentes que aparecen en Google, selecciono las dos más altisonantes, que espero sean de su mayor agrado, sobre los vínculos entre Madoff y Mossad: 1. El investigador Christopher Bollyn, periodista de American Free Press (Islamic Intelligence; 20/12/08); 2. El investigador y periodista Wayne Madsen, colaborador de Wired, Counterpunch y Village Voice (Wayne Madsen Report, 28/12/08).

Pero lo importante no es tanto el manejo del dinero del Mossad por el banquero estafador Bernard Madoff, sino la expatriación de los entre 50 mil millones y 100 mil millones de dólares a Israel (Finance Yahoo, 18/12/08) que no se atrevió a tocar Gilly y que era mi segunda cita articulada con la que no le satisfizo y que, por cierto, amputó, como el resto de las otras ocho citas adicionales, en particular (por ser la litis que originó el desplegado publicitario) la de los “intelectuales indios y defensores de derechos humanos de Bombay”, quienes señalan al Mossad de encontrarse detrás de los atentados en dicha ciudad (India Daily y Kashmir Times citados por Bajo la Lupa; 21/12/08).

Gilly se abstuvo de explorar las hazañas del banco de inversiones Lehman Brothers que detonó el tsunami financiero global (que, por cierto, infectó a México), y había expatriado 400 mil millones de dólares a Israel días antes de su quiebra (Linda Sandler, de Bloomberg, 27/09/08; The Voice of the White House en thetruthseeker.com.uk, 2/10/08; y Bajo la Lupa,12/10/08).

¿Acaso se pueden tapar los hechos refulgentes con un dedo o una carta?

Dr. Alfredo Jalife-Rahme

Contra los ataques a Gaza

La reciente polémica entre Alfredo Jalife y sus detractores revela los prejuicios étnico-identitarios de ambos bandos y no aborda los temas de fondo. El antisemitismo es reprobable, pero los redactores del desplegado “Contra el antisemitismo” confunden el antisemitismo con el antisionismo, sin decir lo que es el sionismo: una ideología colonial que se resume en el siniestro eslogan “una tierra sin pueblo, para un pueblo sin tierra”. La culpa del Estado de Israel no es no haber “facilitado la creación de un Estado palestino” (Arnold Kraus, 24 de diciembre), sino practicar la segregación y la limpieza étnica desde su creación en 1948. “El respeto a la alteridad, el combate a la injusticia y a la miseria, la solidaridad con los sinvoz”, pregonados por Kraus, y el llamado a “la creación de dos naciones modernas, laicas, democráticas e incluyentes” (Olivia Gall, El Correo Ilustrado, 26/12/08), se convierten en engaños groseros al evadir la realidad colonial que predomina en la región. El bombardeo del sábado en Gaza, en el que perdieron la vida cientos de civiles palestinos, no es un asunto de “fanáticos” (Kraus, El Correo Ilustrado, 29/12/08), sino una matanza fríamente planeada y la lógica consecuencia de una política etnocida de larga duración que se lleva a cabo con la complicidad de Estados Unidos y Europa. Repudiamos las acciones de guerra, el embargo económico y el cerco impuesto por Israel y nos sumamos a la petición de Vanessa Carvajal y Gabriel Medina (El Correo Ilustrado, 29 de diciembre) de manifestar nuestro repudio ante la embajada y los consulados de Israel en México.

Claudio Albertani, Clara Ferri, Víctor Martínez

Crítica al autor de Bajo la Lupa

Recurrir a argumentos de origen racial, cultural o nacional –cualesquiera que estos sean– para defender posiciones políticas, es algo que caracteriza a la derecha más recalcitrante y fascista. Es lamentable que alguien que se considera de izquierda como Alfredo Jalife utilice este mismo lenguaje de manera regular, consciente y deliberada en su columna Bajo la Lupa. Penoso además que sea asesor del gobierno legítimo.

Julio Sheinbaum Pardo

Israel
Pedro Miguel
El problema no es que Israel sea un Estado judío, sino que es un Estado terrorista. Aunque hubiese sido fundado y habitado por otomíes, por pashtunes o por noruegos, sus prácticas genocidas merecerían algo más que la condena universal: la intervención inmediata y enérgica de la comunidad de naciones para defender a las víctimas de su barbarie y para llevar a sus gobernantes ante tribunales internacionales de justicia y procesarlos por crímenes de guerra.

Dos razones explican que ello no haya ocurrido aún y que, posiblemente, no ocurra jamás: el (justificado) sentimiento de culpa de las potencias occidentales por no haber impedido el exterminio de judíos que llevaron a cabo los nazis y, mucho más importante y decisiva, la condición de Tel Aviv como aliado estratégico de Europa y Estados Unidos en una región predominantemente árabe, islámica, y por mucho tiempo reacia a uncirse a los dictados colonialistas de las metrópolis. De no ser por esos factores, hace mucho tiempo que Israel habría sufrido un férreo bloqueo económico, habría sido hostigado en forma sistemática y, posiblemente, habría sido arrasado por los bombarderos de Occidente, como les ocurrió a Irak, a la extinta Yugoslavia y a Afganistán.

Y es que el régimen israelí no sólo es culpable de delitos de lesa humanidad, como éste al que asistimos en el fin de 2008, cuando los aviones de Tel Aviv ejecutan sanciones colectivas contra las mujeres, los hombres, los niños y los ancianos de Gaza, sino también de la fabricación de armas de destrucción masiva: las bombas atómicas de Israel, producidas ante las narices de Washington y de Bruselas son, para el mundo, una amenaza mucho más real que las supuestas armas iraquíes cuya existencia inventó George W. Bush para dar justificación a su guerra de negocios. Adicionalmente, el Estado fundado por Ben Gurión y Weismann (vinculados a Haganá e Irgún, organizaciones sionistas célebres por sus represalias sangrientas contra los árabes, y no menos terroristas que las islámicas Hamas y Hizbollá) ha aplicado en Cisjordania y en la porción palestina de Jerusalén una política sistemática de limpieza étnica semejante a la que el extinto régimen de Milosevic puso en práctica en Bosnia; ha saqueado y devastado los recursos naturales de los palestinos, ha reducido a las poblaciones de Cisjordania y Gaza a la explotación inmisericorde, a la miseria y a la humillación y ha implantado, en el territorio israelí, un régimen racista de discriminación y apartheid sobre los ciudadanos árabes.

A estas alturas, el Estado israelí no corre ningún peligro de ser arrasado ni destruido por sus vecinos árabes y musulmanes, y menos por los puñados de desesperados harapientos que de cuando en cuando realizan atentados terroristas contra el sur de Israel. Sus vastos recursos bélicos –obtenidos en buena medida gracias al respaldo incondicional de Washington– le aseguran una ventaja irreversible y aplastante sobre el resto de los países de la región.

Los principales enemigos del régimen de Israel son su propia arrogancia, su impunidad, hasta ahora absoluta, su desprecio hacia la legalidad internacional y la aplicación racista y facciosa de sus propias leyes. Por esa vía, el Estado hebreo (lo mismo daría si fuera mixteco, druso o armenio) se encamina hacia una bancarrota moral irreparable. Occidente debe intervenir, no para destruirlo, como hizo con Irak y con Afganistán, sino para contenerlo, para reformarlo, para rescatarlo de sí mismo y, desde luego, para impedir que siga rindiendo tributos a la barbarie y ofreciéndole al mundo regalos horrorosos como este año nuevo ensangrentado en Gaza. Pero no hay que mezclar las cosas: llegado el momento, cuando suene el shofar, muchos gentiles, con el mismo afecto de todos los años, diremos shaná tobá a nuestros amigos y conocidos judíos, sean israelíes o no.


La Jornada, Correo Ilustrado, 31 de diciembre de 2008
Refuta artículo de Pedro Miguel

En su artículo “Israel”, Pedro Miguel recurre a estratagemas pueriles en su lenguaje, como mencionar pueblos diversos en una supuesta fundación del Estado israelí y atribuyéndoles, de ser ese el caso, prácticas genocidas. El reciente ataque a la franja de Gaza, que a todos nos horroriza en sus bajas civiles, fue la respuesta (claramente anunciada en la política israelí en su reciente cambio de primer ministro) al ataque con misiles (sábado 19 de diciembre) por parte de Hamas, que está lejos de ser “…un puñado de desesperados harapientos que de cuando en cuando realizan ataques terroristas…”

Queda claro para cualquiera que esté documentado que el ataque no ha sido “contra las mujeres, los hombres, los niños y los ancianos” que malviven en esa franja, sino contra células y militantes de Hamas, como demuestran los resultados. Es una vergüenza y un dolor compartido por todo hombre y mujer pensantes la muerte de inocentes y de niños: no hay justificación alguna, salvo las “pérdidas de guerra”, frase atroz a la que recurre todo gobierno. También parece que en su entusiasmo denunciante, el señor Miguel desconoce los contextos históricos equiparando a Weismann y Ben Gurión con meros terroristas.

Sobre la carta a Jalife

Ojalá puedan publicar estas líneas. ¡Qué pena que a estas alturas se estén discutiendo las tendencias “políticas” o “ideológicas” del señor Jalife en este diario! Me parece que cualquiera tiene derecho a expresar sus opiniones, como varios firmantes de la carta contra Jalife han mostrada las suyas “antizapatistas”, “anticalderonianas” o “antipejistas”, según sea el caso. Lo que creo es que nadie, a riesgo de ser calificado de fascista, puede apoyar al gobierno actual israelí, que está matando despiadada y calculadamente a cientos de palestinos indefensos.

Heréndira Téllez

Aun coincidiendo que Israel tiene una fuerte protección de EU en todos los órdenes, que su política de Estado está dirigida por un sector (¡también hay disidencia dentro de Israel!), no deja de ser lamentable la superficialidad y lo tendencioso del discurso del señor Miguel, lo cual lo hace endeble a cualquier análisis.

Coincido con el comentario del señor Julio Sheinbaum: ese discurso es digno de la más recalcitrante derecha, e incluso fascista. De eso ya tenemos bastante…¿o no?

Noemí Ehrenfeld Lenkiewicz

Destaca la desigualdad de fuerzas Palestina-Israel

El poder mortífero de los cohetes Qassam quedó demostrado este sábado, después del peor ataque israelí contra los palestinos en 40 años, cuando Hamas lanzó 20 de estos proyectiles y dejó un saldo de una ciudadana israelí asesinada. Una víctima civil israelí contra más de 300 civiles palestinos asesinados, y más de un millar de heridos.

Esa desproporción no es sino evidencia de la desigualdad de fuerzas entre uno de los ejércitos mejor equipados del mundo y un movimiento de resistencia que se alimenta de la desesperación de los palestinos en los territorios ocupados, donde la muerte parece el único destino claro: mártir o víctima, esa es la única opción para los niños que viven todos los días bajo la ocupación militar israelí.

La cuestión no es si se justifica o no el terrorismo, nadie se confunda. La cuestión es, de nuevo, de proporciones. Equiparar los crímenes de Hamas con los del Estado de Israel es como comparar a los judíos partisanos que combatieron la ocupación nazi en Europa con el tercer Reich. Sencillamente inmoral, y criminal, porque hace igual a la víctima y al victimario.

Claro que disparar proyectiles explosivos –así sean de fabricación casera y alcance limitado– contra población civil viola todo el derecho internacional humanitario y la cuarta Convención de Ginebra. Nadie dice que eso esté bien. El asunto es que hay gobiernos, como los de Israel, Estados Unidos y Canadá, que esgrimen eso como justificación de un bombardeo masivo contra una de las zonas más densamente pobladas del mundo.

Y, por cierto, según el último reporte publicado por el Centro Israelí de Información para los Derechos Humanos en los Territorios Ocupados B’TSELEM, entre junio de 2004 y hasta el final de 2007 (es decir, en tres años y medio) un total de 11 civiles israelíes y cinco palestinos murieron a causa de ataques con misiles Qassam lanzados desde Gaza.

Si el lanzamiento de cohetes Qassam, con el poder mortífero antes reseñado, es un crimen de guerra, ¿quién podrá calificar las dimensiones del crimen cometido este 27 de diciembre por el gobierno de Ehud Olmert y Bush en calidad de cómplice?

Y quien dice este 27 de diciembre dice cualquier otra fecha en los últimos 40 años, porque la masacre de civiles palestinos como política intencional del Estado de Israel, incluyendo niños, viene siendo sistemática en los territorios palestinos ocupados desde 1967.

Hay que denunciar las acciones militaristas y coloniales del gobierno israelí. Lo mismo que un grupo de ciudadanos israelíes, activistas del grupo político Paz Ahora, realizó el día de ayer una protesta contra la bárbara matanza en Gaza, en el país debemos hacer público nuestro más intenso rechazo al carácter inhumano, racista y genocida del gobierno israelí.

Eduardo Mosches

La Jornada, Correo Ilustrado, 2 de enero de 2009
Contra el antisemitismo de columnistas

Desde su fundación he escrito en este periódico, aquí he podido expresar con entera libertad lo que pienso de los más diversos asuntos, aun cuando en algunos momentos no coincida con el tratamiento otorgado a determinados problemas políticos. Por ello, manifiesto mi asombro al leer las colaboraciones de algunos columnistas de este mismo diario que identifican cualquier acto realizado por un judío o por el Estado de Israel para documentar sus fobias y sus filias sin ninguna reflexión, adjudicando cualquier conducta individual y colectiva a las del pueblo judío en general, pues, como lo señaló en este mismo espacio Carlos Monsiváis, eso se conoce lisa y llanamente como antisemitismo.

Pretender que utilizar además del nombre los apellidos paterno y materno determina una procedencia es una falacia: simplemente denota una forma legal que en México define cualquier documento de identidad, de la que todos los mexicanos participamos, dato que ya se reiteró también en este mismo espacio. Yo me llamo, según mi acta de nacimiento, Margarita Glantz Shapiro, y soy hija de dos judíos ucranianos que, como muchos otros emigrantes de diversos países, llegaron a éste en busca de libertad y mejores oportunidades de vida. En un texto que agradezco y se publicó en El Universal hace unos días, Jacobo Zabludovsky se refiere a un lamentable episodio de mi infancia en el que mi padre, Jacobo Glantz Friedman, estuvo a punto de ser linchado, debido a su aspecto de judío, por un grupo sinarquista en enero de 1939, episodio narrado a guisa de ejemplo para destacar las palabras ofensivas contra los judíos que en un artículo incluyó el dirigente nacional del PAN, Germán Martínez, dato aunado a lo anterior que me consterna profundamente.

Para agravar aún más las cosas, a la terrible y fratricida lucha que sostienen Palestina y el Estado de Israel y la violación a la tregua de parte de Hamas, se ha agregado la inadmisible respuesta del gobierno de Olmert. Por ello, me solidarizo con lo expresado por Daniel Baremboim en Viena: “Naturalmente, Israel no puede permitir que le tiren misiles desde Palestina, pero el baño de sangre que se está viviendo es absolutamente inaceptable, humanamente inaceptable”.

La solución, lo sabemos bien, está en el diálogo y en la negociación, cosa que aparentemente ninguno de los dos gobiernos está dispuesto a aceptar: la violencia sólo atrae más violencia y beneficia apenas a unos cuantos: ¿cuándo lograremos nosotros como individuos y los gobiernos involucrados en su conjunto entender este hecho elemental?

Margo Glantz

Aplaude postura de Carlos Monsiváis

No se puede criticar estentóreamente la opinión de un articulista y callar ante las acciones sangrientas del Estado de Israel, aliado de Estados Unidos y comprometidos ambos en guerras terroristas, sin perder crédito moral. La conducta de Carlos Monsiváis, entre quienes iniciaron la fallida polémica antisemita, es la que procede en un país que necesita confiar en la coherencia de sus intelectuales.

Abraham Nuncio

Critica mal uso del término “fascista”

Parece que Santa Clós le trajo de regalo a Noemí Ehrenfeld el calificativo “fascista”, que ella está ansiosa por usarlo sin haber ojeado el instructivo de su nuevo juguete: ahora resulta que condenar los actos criminales del régimen israelí contra la población de Gaza es “digno de la más recalcitrante derecha, e incluso fascista”. Pues no: cuando hay un genocidio en curso, los fascistas suelen aplaudir (o por lo menos, voltear hacia otro lado) en vez de repudiarlo sin ambigüedades. No queda muy claro si en su carta mi detractora justifica la barbarie porque fue precedida por una amenaza (en efecto, Tel Aviv anunció que arrasaría Gaza si no cesaban los ataques palestinos contra territorio israelí), si la condena o si todo lo contrario, como decían los clásicos; según ella, “los resultados” de la agresión “demuestran” que no está dirigida contra mujeres, hombres, niños y ancianos palestinos sino “contra células y militantes de Hamas”. Me pregunto si Ehrenfeld será capaz de repetir en voz alta esas afirmaciones suyas mientras observa, por ejemplo, la foto de Afp del 27 de diciembre de 2008 en la que aparecen los cadáveres de cinco niñas palestinas (de entre 4 y 17 años de edad) asesinadas por el gobierno de Israel en un bombardeo nocturno contra el campo de refugiados de Yabalia. Pero tal vez no se vea en la necesidad porque, a lo que puede verse, se entera de las noticias con los ojos cerrados. Qué importa que Richard Faulk, relator especial de la ONU para los territorios palestinos, afirme (a la BBC) que “Israel está cometiendo una espeluznante serie de atrocidades, utilizando armamentos modernos contra una población indefensa”; ha de ser otro fascista, ese tal Faulk. Por último: nunca dije que Weismann y Ben Gurión fuesen “meros terroristas”, no; está claro que fueron, además, estadistas, una combinación de oficios de la que hay un montón de ejemplos en la historia.

Pedro Miguel

La Jornada, Correo Ilustrado, 3 de enero de 2009
Discrepancias con Steinsleger

Respecto del artículo publicado el 31 de diciembre por José Steinsleger comentamos: Convencidos de la dignidad de la vida humana, repudiamos categóricamente las acciones del Estado de Israel emprendidas en la franja de Gaza, las cuales no sólo cuestan la vida a militantes de Hamas (objetivo declarado), sino también a civiles inocentes. A todas luces, la respuesta del ejército de ese país es desproporcionada e injustificable.

Como judíos, nos consternan aún más las acciones mencionadas porque sabemos que siempre habrá quien sostenga que existe alguna relación entre los actos del Estado de Israel y el judaísmo. Creemos que esto es un error. En su artículo reciente, Steinsleger enfatiza la religión de los soldados israelíes como si fuera la causa de la matanza de palestinos, cuando ésta ocurre por la naturaleza terrorista y colonialista del régimen de Tel Aviv. El judaísmo no tiene nada que ver con la matanza de palestinos.

El Estado de Israel, en tanto ente político, representa únicamente a sus ciudadanos (y aun esto es discutible), y de ninguna manera a todos los judíos (que es una categoría religiosa, no política). Incluso, si dicho Estado se empeña en identificar las categorías “israelí” y “judío”, ello no significa que tenga justificación al hacerlo. Nos sentimos orgullosos de ser judíos (y mexicanos) y, al mismo tiempo, avergonzados y asqueados por las acciones del Estado israelí. Compartimos la rabia de Steinsleger, pero creemos que el modo en que la expresa sólo sirve para generar más odio y confusión.

Fernando Rudy y Daniel Rudy

Desacuerdo con Margo Glantz

Pedimos a la escritora Margo Glantz no confundir las críticas al Estado de Israel con el antisemitismo, así como nosotros no nos consideramos antiárabes por condenar los ataques de Hamas contra civiles. La crítica sesgada de Glantz debería incluir una condena a las prácticas abiertamente racistas y colonialistas de Israel.

No se puede hablar de un diálogo entre dos gobiernos por el hecho de que Israel ha impedido la creación de un Estado palestino, pues éste, a diferencia de cualquier otro país, carece de ejército, no puede emitir moneda, y no tiene política exterior. La jurisdicción de las autoridades palestinas se limita a territorios separados, literalmente: aislados. Para un palestino, transitar de un territorio a otro o ir a trabajar a ciudades israelíes implica atravesar retenes militares donde frecuentemente son sometidos a vejaciones y a criterios discrecionales.

Esta política, junto con la construcción del muro –que violó las fronteras impuestas por la ONU–, es prueba de una política segregacionista. El Estado de Israel se fundó sobre la expulsión y colonización del pueblo palestino, al que se le han negado sus derechos fundamentales durante más de 60 años. Finalmente, nos gustaría saber qué se esconde detrás del acto de convertir la crítica a un Estado colonialista en antisemitismo.

Emiliano Ruiz Parra y Pável Granados

1 comentario:

Observand0 dijo...

¡¡¡Excelente aporte!!! Desde que tuve conocimiento del debate abierto por el egregio Doctor Alfredo Jalife-Rahme he intentado seguir el curso del mismo, no tenia conocimiento de algunas de las réplicas que aquí se publican, no cabe duda de que no hacen falta personas inteligentes y astuta de uno y otro lado. En lo particular me adhiero a los comentarios del Dr. Alfredo Jalife y de aquellos que lo apoyan con una inteligencia apabullante. El siguiente paso es participar activamente en la defensa de las ideas del Dr. Alfredo, claro, para ello debemos estar a la altura, súper informados y libres de prejuicios.