Gilberto Balam Pereira
El colmo de la ignorancia y oscurantismo
Para no variar, los panistas y demás ultraderechistas no entienden el sentido de la medicina genómica por más que se les explique en las Cámaras.
Este ámbito de la investigación médica no pretende la clonación de seres humanos. Están prejuiciados desde que científicos ingleses lograron clonar a la célebre oveja Dolly. Este hecho causó confusión con la línea del estudio del genoma humano realizándose por investigadores mexicanos.
Esta rama de la medicina, la genómica, enfrenta las enfermedades que padecen con más frecuencia los mexicanos como la diabetes, la hipertensión arterial, el cáncer, las dislipidemias y otras epidemias como la de la influenza en sus distintas variedades.
Se trata de escudriñar el código genético de los mexicanos y sistematizar las “letras” o estructuras de dichos códigos mediante mapeos que permiten prever diversas enfermedades, sobre todo las crónico-degenerativas para que a temprana edad del individuo se tomen medidas preventivas pertinentes. Tampoco el fin es curar, sino retrasar la aparición de estos padecimientos, de modo que se logre un prolongado disfrute de la calidad de vida.
Pero desde 2004 “distinguidos” panistas manejaron ignorantemente y demagógicamente la cuestión, oponiéndose al desarrollo de la citada investigación.
En el presente año 16 investigadores mexicanos, integrantes del Instituto Nacional de Medicina Genómica (INMEGEN), han sorprendido a la opinión científica mundial por sus hallazgos, reconocidos nada menos que por la Academia Nacional de Ciencias de los Estados Unidos. Los resultados se presentan esquemáticamente en el Mapa del Genoma de los Mexicanos, que comprende el conocimiento de la vulnerabilidad de los individuos por determinadas enfermedades. Primer estudio con logros específicos en el mundo. Qué tal.
Una verdadera hazaña porque los recursos de que dispusieron estos científicos fueron mínimos, en sólo dos pisos alquilados en Torre Zafiro, del Sur de la Ciudad de México.
México enfrenta un nuevo siglo con una diferente epidemiología determinada por la devastación criminal neoliberal de recursos humanos, ambientales y económicos, lo que significa la urgente necesidad del apoyo presupuestal de la investigación científica.
El orate Fox y su secretario de Salud, Julio Frenk, colocaron la primera piedra de lo que sería el INMEGEN, el cual hasta la fecha no tiene gran avance, permanece en total abandono por parte del gobierno ilegítimo de Fecal.
Estamos esperando el momento en que este pelele invite a los investigadores mencionados para tomarse la foto en Los Pinos y para su circulación en el planeta.
Uno de los principales opositores al proyecto fue nada menos que el actual secretario de Salud, el mocho ignorantón, panista de El Yunque, José Angel Córdova Villalobos, que se ha distinguido también por condenar el uso del condón. El mismo que se pasaba todo el día diciendo barbaridades de la influenza por los canales alcahuetes de TV. Vergonzosa ignorancia de este individuo Córdova Villalobos, quien agrega: “cualquier estudio con células troncales sería tanto como asesinar embriones humanos”.
Esta postura fue respaldada con todo fanatismo metafísico por Luis Felipe Bravo Mena, expresidente del PAN.
Marco Antonio Xicoténcatl Reynoso, senador panista, fue capaz de declarar que “la diferencia entre la medicina genómica y la clonación es muy pequeña, pero muy pequeña”.
Federico Ling Altamirano, panista, se enfrentó estúpidamente contra la idea inicial de la MG: “¡no damas y caballeros!, no es posible compaginar el avance de la ciencia con el de la defensa de la vida humana”.
Felipe de Jesús Vicencio Tovar, otro tristemente célebre panista, osó rebuznar: “queremos aprovechar la oportunidad, sí, para reivindicar la vida”.
Contrariamente a estas presiones panistas por la no instauración del INMEGEN, por fin se aprobó éste en las Cámaras con los votos del PRI y del PRD cuyos legisladores, raramente, desempeñaron un buen papel.
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