27 agosto 2009
Ya estrenaron corte de pelo, se compraron trajes nuevos, portafolios y computadoras portátiles para su primer día en el Congreso. Ya recibieron sus nombramientos y el manual para legislar, y decidieron quiénes van a liderar su bancada y qué comisiones encabezan. ¿Y la sociedad civil? Urge llevar a nuestros congresos las exigencias de lo que nos interesa; si no lo hacemos, otra vez ganarán los cabilderos poderosos que no pierden el tiempo en quejarse.Simplemente se necesita una organización que proponga el tema, un grupo interesado en apoyarla y un proyecto inicial para presentarlo ante sus congresistas.
El resto de la tarea es de las y los legisladores, aunque hay que exigir rendición de cuentas. Ya no importa si es usted panista y que ellas sean petistas o ellos perredistas o priístas; lo que se necesita en el Congreso son votos para causas y convicciones. Eso ya lo demostraron las organizaciones civiles de ultraderecha que de la mano de los obispos y de legisladores del PRI y otros partidos echaron abajo, en un año, las leyes de salud sexual y reproductiva que, entre otras cosas, permitían a las mujeres y niñas violadas interrumpir legalmente un embarazo. También en el 2000 un grupo de cinco mujeres logramos que se reconociera y reglamentara a los refugios para mujeres y niñ@s maltratad@s, y gracias a poder social se tipificó la pornografía infantil en el DF.
¿Qué le preocupa a usted? Urge presionar para que en los códigos penales del país se penalice la trata de personas y la pornografía infantil. Crear ordenamientos locales con instrumentos efectivos, de reciclaje de basura y protección a los animales. Asignar presupuestos para que los refugios para niños y niñas de la calle no se queden sin recursos, y para la creación de bibliotecas y escuelas públicas para menores con discapacidades. Asegurar recursos y sueldos para profesorado de escuelas rurales y programas transparentes de promoción del campo.
Los congresos locales y la Cámara de Diputados son de la sociedad; mejor reclamarlos a tiempo que tener que reclamarles a destiempo. ¿No cree?
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