Afirma que no permitirá más impuestos porque causarían otra crisis económica
Denuncia desinformación en "medios alcahuetes" frente al plan tributario panista
ENRIQUE MENDEZ
Andrés Manuel López Obrador, la semana pasada en el Museo de la Ciudad de México Foto: Carlos Ramos Mamahua
Reforma, Chis., 8 de julio. Andrés Manuel López Obrador consideró que el PAN y el gobierno de Felipe Calderón Hinojosa deben dar una explicación sobre los 205 millones de dólares que, el empresario de origen chino Zhenli Ye Gon dice que fue obligado a guardar en su residencia presionado por el actual secretario del Trabajo, Javier Lozano, y que tendrían como destino la campaña presidencial panista de 2006.
"No me quiero meter en ese asunto, pero es evidente que se tiene que aclarar todo. Es decir, tienen que hacer una aclaración de todo este asunto. Yo voy a esperar a que lo hagan", declaró en una breve entrevista al final de su recorrido por este municipio, colindante con Tabasco.
Al mediodía, desde el municipio de Juárez, se refirió nuevamente a las elecciones presidenciales y al robo de la Presidencia que, aseguró, se cometió el año pasado. "Hubo mucho llanto, dolor y coraje por el fraude, pero teníamos que conducir el movimiento con responsabilidad para que no se descarrilara", expuso.
A pesar del descontento, dijo, nunca se consideró la opción de la violencia o la confrontación, porque no podía poner en peligro la vida de ninguna persona. "Un dirigente puede poner en riesgo su vida, pero no puede ni debe poner en riesgo la de los demás", sostuvo.
En una concentración en la asociación ganadera estatal, también explicó por qué se ha mantenido lejos de cualquier vínculo con la actual administración federal.
"Habría sido un gran error negociar con los usurpadores y llegar a un acuerdo para olvidarnos del fraude. Nosotros no podemos olvidar nunca un fraude electoral", expresó López Obrador.
Tanto en Juárez como previamente en Ostuacán -comunidad sumida en la pobreza, a pesar de que está enclavada en una zona de pozos petroleros- denunció que si los legisladores aprueban la denominada reforma fiscal, ello sólo derivará en un nuevo daño a la economía de las familias y de las pequeñas empresas. "Van a desatar una nueva crisis económica, por eso no vamos a permitir que se aumenten los impuestos", resaltó.
Además planteó que, como en el proyecto oficial subyace un incremento en las tasas impositivas y la creación de gravámenes, como el especial que se propone para la gasolina en los estados, la administración panista no informa con suficiencia de lo que implica la iniciativa.
"Pero si ellos no quieren informar, porque cuentan con el apoyo de los medios de comunicación alcahuetes, salvo honrosas excepciones, yo sí voy a informar", expresó ante sus simpatizantes.
Cuestionó que en la mayoría de la prensa, sobre todo en radio y televisión, "están repitiendo 24 horas de la llamada reforma fiscal, pero no dicen de qué se trata, cuando deberían actuar con profesionalismo y objetividad".
Así que, aseguró, desde sus giras se dedicará a "quitar la máscara, la careta, ese disfraz" que envuelve la propuesta fiscal del Ejecutivo "y decir que no se trata más que de aumentar todos los impuestos y que van a afectar a millones de mexicanos".
Por la mañana, en Ostuacán, defendió la permanencia del movimiento que encabeza. "Si nosotros aflojamos, si no luchamos, harían lo que les diera la gana. Si así hacen lo que se les da la gana, terminaríamos como esclavos en nuestra propia tierra", señaló.
Este día, el recorrido de López Obrador sólo incluyó tres municipios del norte del estado, pero con ellos sumó los primeros 550 de los 2 mil 500 que constituyen el país y que terminará de visitar, según sus cálculos, en 2008, cuando estará casi armada la estructura de base del "gobierno legítimo".
El recorrido de hoy terminó en Reforma, donde ocurrió un pequeño percance al finalizar su discurso. Los asistentes, legisladores y el alcalde José Guadalupe Arizmendi se preparaban a cantar el Himno Nacional cuando una de las barras que sostenían las tarimas del templete cedió y las tablas se fueron abajo.
Sin embargo, nadie cayó y no hubo heridos. Se cantó el himno y López Obrador se dedicó a autografiar su libro La mafia nos robó la Presidencia y los muñecos del peje que el señor Saúl Martínez vende, con su esposa y sus dos hijos, en todas las concentraciones del "presidente legítimo" por toda la República, en un trasiego que les da para vivir.
Suscribirse a:
Comentarios de la entrada (Atom)
No hay comentarios.:
Publicar un comentario