jueves, septiembre 20, 2007

Los niños no son culpables

ÍNDICE POLÍTICO

FRANCISCO RODRÍGUEZ

“LOS NIÑOS NO SON CULPABLES”

En memoria de quienes murieron hace 22 años, víctimas de la corrupción

PREGUNTÉ AL PSICOANALISTA José Antonio Lara Peinado ¿qué razones motivaron a la pareja Calderón-Zavala? ¿Qué los hizo disfrazar a sus hijos de militares y, además, conferirles grados?
Su respuesta:
“Los pequeños no son culpables.
“Ahora bien, los niños desgraciadamente son síntoma de (las enfermedades de) los padres, de tal manera que vestir a unos hijos con trajes militares bien nos indica una necesidad de autoafirmarse en el ejercicio del poder.
“Igual que el papá que viste a su hijo de Superman, el señor Calderón viste a los niños con su trajecito verde olivo, del mismo modo que desnuda al Ejército para vestirlo de civil.
“El comandante y jefe de las fuerzas armadas ejerce su fantasía vía los hijos, de tal manera que proyecta en ellos una necesidad de afirmarse y de legitimidad que buena parte del pueblo no le otorga.
“Los pequeños están, por su edad, en la construcción de sus valores y su identidad. Violentarlos con un uniforme simbólicamente ligado a la guerra, a la muerte, al peligro, etcétera no es sino un ejercidio de violencia de orden psicológico infligido a un menor.
“Lo curioso es que esta violencia simbólica la ejerce el propio padre,.
“La pose del pequeño saludando a las Fuerzas Armadas nos hace pensar en la infancia que muchos dictadores han tenido en el mundo.
“No quiero decir con esto que el pequeño se vuelva dictador, sin embargo el niño será en su adultez lo que simbólicamente le asignen los padres.”
Y lo que el señor Felipe Calderón le ha asignado a su hijo mayor, cuando menos, además del grado de teniente coronel, es el de desempeñar un papel de su propia ayudantía.
Militares consultados por este escribidor, en efecto, amén de su molestia me externaron que las insignias militares que el niño Luis Felipe Calderón Zavala lucía en el uniforme militar confeccionado a su medida, corresponden al Jefe de Ayudantes.
Lucía también el escudo de “Graduado” de la Escuela Superior de Guerra.
Lo mismo, la Condecoración de Tercera Clase por 20 años de servicio, utilizado sólo por quienes culminan los estudios de Mando y Estado Mayor.
También ostentaba el símbolo de paracaidista con más de cuatro saltos y menos de 25, que dudo sus padres le hayan permitido realizar.
Hay en todo esto, amén de las cuestiones poco agradables para quienes durante años se han preparado para obtener tales insignias, dichos gafetes, claras violaciones a la Ley de Uniformes y Divisas de las Fuerzas Armadas.
Y según el Código de Justicia Militar: "al que lleve públicamente uniforme, insignias, distintivos o condecoraciones militares, que no esté legítimamente autorizado para usar, o se atribuya grados o empleos del Ejército o de la Armada, que no le correspondan, se le castigará con la pena de cuatro meses de prisión"
Y si “los niños no son culpables”, ¿pagarán por esto quienes sí son responsables?
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