lunes, enero 14, 2008

Columna Asimetrías:¿Arde México?

Del Diario Libertad. Columna Asimetrías

Menospreciada con arrogancia y ofensiva soberbia por los poderes formal y fáctico, la agitación que sacude el cuerpo social de México, se profundiza y ensancha, ante el saqueo brutal a favor de capitales privados mexicanos y trasnacinales.

Por Fausto Fernández Ponte

¿Arde México?

I

México está agitado. Esa agitación es insoslayablemente social,
aunque no eximida de manifestaciones políticas y culturales (las de la
protesta colectiva organizada) y económicas.

Dígase de otro estilo, caro leyente, que adviértese que esa
efervescencia social --por definirla eufemísticamente-- tiene por
denominador común la incertidumbre.

Y ésta, en su turno, causa descontento, irritación, desesperanza y,
eventualmente, una miríada de modalidades de insurgencias socio
políticas cuyas secuelas prospectivas conturban.

Sí, conturban, pero también confunden, con arreglo a los
imperativos y la interacción de los componentes de la cultura propia
de cada uno de los estratos y clases sociales de México.

Y es que para ciertos estratos insertos en la espiral descendente
de la depauperación, ésta no concientiza acerca de la realidad. Hay
quienes, otrora pudientes, son en el hogaño proletarios.

II

En esos estratos golpeados por las manifestaciones cíclicas agudas
de una crisis que estruja al país desde hace un cuarto de siglo, la
depauperación es registrada pero incomprendida.

Ello atiza las fogaratas de la conturbación, que se acentúa no sin
dramatismo ante la presencia incontrovertible de confusión. Todos
estamos conturbados, aunque no comprendamos las causales.

Mas esa conturbación parece inasible a la comprensión del poder
formal --el del Estado mexicano-- y ciertos poderes fácticos que, a
nuestro ver, sufren también enorme confusión.

Las herramientas del poder formal y algunos en el conjunto de los
fácticos para registrar, identificar y comprender la realidad no son
las adecuadas o, lo que es grave, usadas con patética inepcia.

Pero, por otra parte, bien pudiere no ser ese el caso. Ni son
insuficientes las herramientas para discernir la realidad y actuar en
consecuencia ni sus operadores son ineptos e insensibles. No.

III

Pudiere ser el caso de que la insensibilidad y la indiferencia
consecuente son deliberadas, movidas por la obsesión perversa y, a la
vez, suicida, de consolidar un proyecto de país que es inviable.

Pero fuere cual fuere el caso --herramientas insuficientes o mal
usadas por ineptitud o la sañuda perversidad aviesa-- el margen de
peligrosidad es ascendente. El país está en juego.

Tal vez sea esa la misión de los personeros del poder formal y
ciertos poderes fácticos: entregar México a los consorcios
trasnacionales sobre todo de Estados Unidos y España y a la oligarquía
local.

Esa entrega al capital privado mexicano y trasnacional es
inconstreñida: sin garantías ni contrapesos --propiciadora de un
saqueo brutal-- y a contrapelo de nuestra Constitución Política.

Las consecuencias de ello tienen expresiones elocuentes. La
agitación que sacude nuestro cuerpo social parece profundizarse y
ensancharse. El poder la desestima con arrogancia y soberbia
ofensivas.

Esa agitación --y, en particular, sus causales veras-- es
precedente de insurgencias organizadas que, por ese atributo, pueden
extenderse y generalizarse. El país ya empieza a arder.

ffponte@gmail.com

Glosario:

Hogaño:
hoy, en el presente, actualmente.

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