LA ESTATUA DE FOX, UNA AFRENTA PARA LOS MEXICANOS
Un pequeño bulevar que nadie transitaba
La estatua, símbolo del encono entre panistas y priistas
El homenaje de la administración panista a Vicente Fox ocasionó disgustos.
Desencadenó una férrea discusión epistolar entre el estado y el municipio.
Foto: Patricia Ortíz/ Notimex
Antes del 14 de octubre del año pasado era imposible imaginar que el bulevar en Boca del Río, Veracruz, de poco más de un kilómetro de extensión, descuidado y casi nada transitado, iba a provocar el encono y la división entre sectores sociales y políticos.A partir de esa fecha el bulevar porteño adquirió fama, cuando el entonces alcalde de extracción panista, Francisco Gutiérrez, decidió instalar la escultura de Vicente Fox a la orilla de la playa, para homenajear al ex presidente. Pero el clima social se polarizó desde antes. En marzo de 2007, a causa de otra decisión municipal, el bulevar se bautizó con el nombre de Vicente Fox.El lugar, ubicado frente al mar, tiene una pequeña vialidad de aproximadamente kilómetro y medio, que corre paralelo a la playa, en la intersección con la costera Miguel Alemán.Los trabajos de la cimentación se hicieron en secreto y se cuidó mucho de que no trascendiera cuál era su finalidad, pero se conoció el arranque de la obra.Antes de la accidentada inauguración se originó un intercambio de misivas del gobierno priista de Fidel Herrera, a través del secretario de Gobierno, Reynaldo G. Escobar, que solicitó al alcalde blanquiazul que la estatua no fuera inaugurada, pues este tipo de reconocimientos “se realiza post mortem, con el fin de evitar insultos y agravios”.Los priistas argumentaron que la Constitución del estado no faculta a ninguna autoridad estatal para erigir monumentos de ex funcionarios.Por su parte, el presidente municipal respondió el 12 de octubre, solicitando al gobierno de Veracruz las facilidades necesarias con el fin de llevar a cabo la ceremonia de inauguración, y en la solicitud, subrayó la cercanía de Vicente Fox con el estado, ya que realizó en los dos últimos años de su gestión 28 visitas a la entidad.Además, el alcalde les recordó que en una de esas giras presidenciales, el anfitrión Fidel Herrera calificó al guanajuatense de “presidente amigo de Veracruz”.Y para rematar, mencionó que en 2005 el municipio apoyó la develación del busto del priista Fernando Gutiérrez Barrios en este municipio.La empresa contratada procedió a la colocación de la estatua durante la madrugada del sábado 13 de octubre.Las muestras de repudio comenzaron desde la ocho de la mañana de este día, cuando se dieron cita en el lugar taxistas, funcionarios y jóvenes priistas, todos participantes de un mitin en el que se pronunciaron sendos discursos en contra de la inauguración.Posteriormente, la efigie de más de tres metros de altura y un peso de 750 kilos, recibió una andanada de huevazos y fue lazada por el cuello para jalarla y derribarla. Ya en el piso, los asistentes la patearon, escupieron y pintaron, dejando como saldo el desprendimiento de su mano derecha.Al finalizar, se retiraron y al día siguiente los panistas se reunieron para llevarse la escultura a otro lugar con el propósito de que fuera reparada por su propio autor, Bernardo Luis López. Se volvió a colocar el 11 de diciembre.
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