sábado, marzo 08, 2008

Boletín Informativo ISA núm 369

Sumario:

I. “Los mexicanos tenemos el derecho de saber el destino del dinero recibido por la venta del petróleo”: López Obrador

II. Mouriño: privatización y corrupción, por Pablo Moctezuma

III. La vacuna contra el VPH: ¿ciencia para la ganancia?, por Asa Cristina Laurell

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“LOS MEXICANOS TENEMOS EL DERECHO DE SABER EL DESTINO DEL DINERO RECIBIDO POR LA VENTA DEL PETRÓLEO”: LÓPEZ OBRADOR

Andrés Manuel López Obrador exigió a Felipe Calderón y a Juan Camilo Mouriño que informen al pueblo de México sobre cómo han manejado los fondos provenientes de los excedentes petroleros y de la industria eléctrica, en vez de pretender privatizar Petróleos Mexicanos.

Desde la tierra del ex presidente Lázaro Cárdenas del Río, donde efectuó hoy un recorrido por seis municipios, el presidente legítimo de México indicó que los diputados y senadores del Frente Amplio Progresista solicitarán una auditoría al sector energético, porque Calderón y Mouriño han hecho jugosos negocios al amparo del poder público.

“Ha habido mucha corrupción, sobre todo del año 2000 a la fecha, tanto en la Comisión Federal de Electricidad como en Pemex”, afirmó López Obrador, y recordó que el ex presidente Vicente Fox recibió por el concepto de venta de petróleo al extranjero 335 mil millones de dólares y “los mexicanos tenemos el derecho de saber a ciencia cierta qué es lo que hizo Fox con esos recursos”. En otro caso, apuntó, “el presidente pelele, Felipe Calderón, recibió el año pasado 120 mil millones de pesos por concepto de ingresos petroleros y es justo que los mexicanos sepamos en qué se gastó la mencionada cantidad”.

En Tuzantla, hizo un llamado a los directivos de Televisa, especialmente a Emilio Azcárraga, para que otorguen espacios a quienes están en contra de la intentona de privatizar el petróleo. Al respecto, dijo que “en los noticieros y en las mesas de análisis, se tendría la oportunidad de desmentir punto por punto el contenido del spot elaborado por el gobierno espurio que se refiere a que los mexicanos tenemos un tesoro escondido, que es el petróleo, pero que nos conviene asociarnos con las grandes compañías extranjeras para extraer el combustible de aguas profundas, porque el país no cuenta con la tecnología requerida”.

En Tiquicheo, el presidente legítimo de los mexicanos denunció que “en el gobierno usurpador hay una mafia formada por Calderón, Mouriño, César Nava (secretario particular de Calderón) y Alfredo Elías Ayub (director de la Comisión Federal de Electricidad), quienes se han dedicado a hacer negocios en el sector energético. Actualmente, el citado grupo quiere colgarse en el negocio del petróleo y un ejemplo claro es que Mouriño Terrazo realizó contratos de la noche a la mañana a favor de su familia”, dijo el dirigente de la izquierda mexicana.

En Benito Juárez y Susupuato, Tuzantla y Tiquicheo, invitó al pueblo de Michoacán a asistir el próximo 18 de marzo al acto conmemorativo por el 70 aniversario de la expropiación petrolera, en donde se reafirmará que los mexicanos no permitiremos la privatización del petróleo.

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MOURIÑO: PRIVATIZACIÓN Y CORRUPCIÓN
por Pablo Moctezuma

(editor de Teixitiani, www.mexteki.org)

Juan Camilo Mouriño firmó contratos para sus empresas familiares, según documentos en los que en 6 contratos aparece la firma de Mouriño y que fueron encontrados por Ana Lilia Pérez y publicados en la revista Contralínea y luego denunciados por AMLO en la Torre de Pemex el 24 de febrero.

Siendo presidente de la Comisión de Energía en la Cámara de Diputados y luego funcionario de la Secretaría de Energía, Mouriño obtuvo por lo menos 9 contratos de Pemex por 100 millones de pesos en el periíodo de 2000 a 2006. Estos hechos son delictuosos: tráfico de influencias, peculado, colusión de servidores públicos, uso indebido de facultades y uso indebido de atribuciones.

La corrupción de este gobierno es evidente. Al suegro de Mouriño se le otorgaron por parte de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes 163 millones de pesos en 2007 y 299 millones tan sólo en enero de 2008.

La privatización de las empresas públicas, la venta de más de mil empresas desde la época de De La Madrid-Salinas en adelante ha sido también un proceso de corrupción que ha producido una camada de multimillonarios a costa de los bienes de la nación. Estas privatizaciones violan la Constitución y las leyes, pero los gobernantes del PRI y el PAN siguen impunes.

Desde la Secretaría de Energía, Calderón y Mouriño dieron 270 permisos para la generación de electricidad privada a empresas trasnacionales, en su mayoría españolas, lo que va en contra de la Constitución. La Auditoria Suprema de la Federación (ASF) encontró 35 de estos permisos ilegales, pero no pasó nada. El favoritismo hacia las trasnacionales es tanto que nada más a Repsol le dieron contratos por 16 000 millones de dólares para que esta trasnacional española le venda gas a la Comisión Federal de Electricidad durante 15 años.

Ahora quieren darle entrada a las trasnacionales para la explotación del petróleo en aguas profundas, con el cuento de que los mexicanos no podemos. La clase obrera mexicana ha sabido levantar una industria petrolera y una industria eléctrica nacionales aun cuando México estaba bloqueado después de la expropiación petrolera. Las compañías extranjeras se llevaron a todos los técnicos y apostaron al hundimiento de la industria petrolera. Pero los trabajadores sacaron adelante la industria y el Instituto Mexicano del Petróleo logró producir gasolina y otros derivados. Las compañías extranjeras juraban que México no iba a poder, pero el presidente Lázaro Cárdenas apostó por México y ganamos todos.

Los trabajadores mexicanos podemos generar la electricidad y el petróleo, la gasolina y todos los petroquímicos necesarios, porque en nuestro país hay ingenieros, técnicos y obreros calificados. Pero los gobiernos del PRI y el PAN han estado saboteando la industria nacional desde hace 25 años. Los mexicanos podemos sacar el petróleo de aguas profundas, como lo han hecho en otros países, siempre y cuando tengamos un gobierno que apoye a las universidades públicas, al Instituto Mexicano del Petróleo, al desarrollo de la ciencia y la tecnología (lo que no hace el PRIAN).

Estados Unidos quiere apoderarse de los recursos energéticos de México directamente o a través de sus capitalistas españoles. Desde la época de Salinas empezó la generación de electricidad por empresas privadas que ya tienen 35% del mercado eléctrico y la privatización en Pemex a través de los Contratos de Servicios Múltiples. Ahora quieren asociarse con empresas extranjeras para la exploración de aguas profundas. La privatización y la corrupción han ido avanzando aunque no han podido cambiar la Constitución… ¡¡¡solamente la violan!!!

Pero los trabajadores y el pueblo ya nos estamos organizando para rescatar los recursos y los derechos del pueblo de México y terminar con la violación de nuestros derechos laborales y la destrucción de nuestra nación que ha traído el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLC) y la Alianza para la Seguridad y la Prosperidad de América del Norte (ASPAN) que firmaron los gobernantes panistas con Bush.

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LA VACUNA CONTRA EL VPH: ¿CIENCIA PARA LA GANANCIA?
Asa Cristina Laurell

(publicado en La Jornada el 6 de marzo de 2008)

En la discusión actual sobre la política de salud el incremento de los costos de la atención es un elemento clave. Generalmente se cree que se debe al rápido avance científico-tecnológico. Una explicación complementaria es que el llamado “complejo médico industrial” ha creado una dinámica tecnológica con fines de lucro, que muchas veces añade poco a la precisión diagnóstica, la prevención o la curación de la enfermedad. Es más, algunas nuevas tecnologías inclusive perjudican a los individuos o a las colectividades. Es decir, se convierten en fuentes de iatrogenias o daños causados por los procedimientos médicos.

Las empresas farmacéuticas son parte de este complejo médico industrial y algunas son protagonistas en los conflictos generados por la contradicción entre su búsqueda de lucro y la necesidad de los enfermos de acceder a medicamentos para curarse o sobrevivir. La última gran batalla sobre las patentes, la de los medicamentos contra el sida, que literalmente hacen la diferencia entre vida y muerte, se ha dado en la Organización Mundial de Comercio (OMC), con una intervención valiente del gobierno de Brasil. En el caso contrario, el de los efectos adversos de los fármacos, la industria ha ocultado información para posponer su retiro del mercado.

Actualmente hay una disputa sobre Gardasil, vacuna contra los tipos 16 y 18 del virus del papiloma humano (VPH), los cuales están asociados con 70 por ciento de los tipos de cáncer cérvico uterino (CaCu). Científicos especialistas en el tema y organizaciones profesionales de salud de la mujer en Canadá y España, entre otros, están llamando a una “moratoria” en la inmunización masiva hasta que se tenga más conocimiento sobre esta sustancia orgánica, engañosamente denominada la “vacuna contra el cáncer de cérvix”.

Esta controversia es importante porque se han aprobado 250 millones de pesos para iniciar la inmunización en México este año. Tiene dos riesgos serios: significaría un experimento a gran escala en mujeres mexicanas con una vacuna cuya eficacia protectora contra el CaCu no está comprobada, y cuyos posibles efectos dañinos no han sido suficientemente estudiados. Además, el país pagaría mucho dinero por esta aventura médica. La vacunación universal tendría un costo igual a todo el esquema actual de inmunización.

El CaCU es el cáncer más común en mujeres. En 2006 representaba 1.5 por ciento del total de muertes en ese sector. Sin embargo, la mortalidad por esta causa ha disminuido rápidamente. Bajó 42 por ciento entre 1990 y 2007 en las mujeres de 25 años o más. La razón es que el Papanicolau es un método eficaz de detección oportuna que permite curar el cáncer. Es una de las medidas preventivas más exitosas contra una enfermedad crónico-degenerativa.

Las objeciones hacia la vacuna se relacionan con su corto tiempo de seguimiento, cuatro años contra los 25 a 30 para que se desarrolle el CaCU. No se ha comprobado que la vacuna previene el cáncer, sino sólo que protege contra la infección contra dos de 100 tipos de VPH. Además se sabe que pocas mujeres infectadas desarrollan el cáncer. Por la alta frecuencia de la infección se recomienda su aplicación a niñas de 9 a 12 años, antes del inicio de su vida sexual.

Una regla de oro en medicina es que nunca debe usarse un medicamento o vacuna que pueda causar mayor daño que el padecimiento contra el cual se emplea. No tiene justificación aplicar una vacuna a decenas de miles o millones de mujeres durante su niñez o adolescencia, cuyos posibles efectos adversos son desconocidos, y cuyo efecto protector no está comprobado, particularmente cuando el CaCU es curable. Por ello, científicos sin nexos con la empresa farmacéutica recomiendan más investigación antes de incluir la vacuna en el esquema básico.

En nuestro país urge fortalecer el primer nivel de atención para que desarrolle medidas integrales de promoción y prevención contra las enfermedades infecto-carenciales y crónico-degenerativas. Para prevenir el CaCU es más importante practicar el Papanicolau que aplicar una vacuna incierta. El fortalecimiento del primer nivel permite, además, combatir de manera más eficaz las tres enfermedades que a más mujeres matan: diabetes, 8.5 veces más que el CaCU; las isquémicas del corazón, 5.5 veces más, y las cerebro vasculares, 3.4 veces más. Para ellas no hay ni habrá vacunas. Disminuirlas depende del combate contra sus determinantes sociales. Ése debe ser el compromiso.

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