miércoles, junio 18, 2008

Guerra por la Condesa
Restaurantes. Invasión

Organizaciones vecinales y miembros de la comunidad intelectual se oponen al proyecto Recreando avenida Michoacán, que pretende cerrar toda o en parte esta calle capitalina para cederla a la plaga restaurantera y antrera. El problema, dicen, es que nunca se consultó a los vecinos, quienes se verán sometidos al trajín de los valets parkings y los camiones, así como a un aumento del caos vehicular. El pasado jueves 12, un operativo retiró de la zona algunos vehículos en doble fila y a estacionadores. Paliativos, pues.Con el proyecto Recreando avenida Michoacán, el gobierno capitalino intenta cerrar –parcial o totalmente– el kilómetro y medio que mide esa avenida, con lo que afectaría varias colonias tradicionales de la Ciudad de México, como la Condesa, Hipódromo, Hipódromo Condesa y Roma.El proyecto está levantando protestas entre organizaciones vecinales, las cuales aseguran que es impulsado realmente por los restauranteros que empezaron a invadir la zona desde hace una década. Ahora serán los únicos beneficiarios del “cierre” de la avenida, programado para que expandan sus negocios y para asestar el “golpe mortal” a los colonos. Matilde Villagómez, presidenta de la organización vecinal Amigos de los Parques México y España, exclama categórica:“¡Nunca se nos consultó a los vecinos! ¡Jamás! Es un proyecto de los restauranteros y para beneficio exclusivo de ellos. A través de él, se intenta hacer de avenida Michoacán un corredor eminentemente comercial.“Es además contradictorio: por un lado se propone abrir más y más comercios, así como plazoletas, baños públicos y un estacionamiento subterráneo, que aumentará el tráfico vehicular y el terrible caos de la zona; pero por otro lado se nos dice que este concepto urbanístico es para andar a pie y disfrutar las bellezas del paisaje, al más puro estilo europeo.”
Eliana Menassé, vicepresidenta de la misma asociación de colonos, la secunda: “Hará unos 10 años que empezó en nuestras colonias la invasión de restaurantes, bares y antros de todo tipo. Desde entonces protestamos infructuosamente ante las autoridades capitalinas, que, por corrupción, han privilegiado a los restauranteros. Ahora, el proyecto Recreando avenida Michoacán representa el golpe mortal contra los vecinos. Esa es la verdad de las cosas.”
–¿El proyecto afecta sólo el área de esa avenida?
–¡No! Afecta a por lo menos cuatro colonias: Condesa, Hipódromo Condesa, Hipódromo y Roma, que constituyen un área importantísima del centro de la ciudad. La larga avenida Michoacán es uno de los accesos principales a ella. El proyecto intenta cerrarla y ampliar sus banquetas para que los restauranteros saquen sus mesas a la calle. Imagínese el caos vehicular que esto provocará en una zona ya de por sí saturada. José Nuño, presidente de la Asociación de Residentes de las Colonias Condesa, Hipódromo e Hipódromo Condesa, afirma molesto:“Aparte de que se hizo a nuestras espaldas –ya que no se consultó a los vecinos–, ese proyecto no resuelve los problemas de congestionamiento vehicular y deterioro ambiental. Al contrario, los agudizará, pues su objetivo es que lucren los responsables de estos problemas: los comerciantes. Es además un proyecto tramposísimo porque, pese a lo anterior, se nos dice que gracias a él viviremos como en Europa.” De 54 páginas, Recreando avenida Michoacán señala que se inspira en dos importantes paseos turísticos de interés mundial: la Quinta Avenida de Nueva York y Las Ramblas de Barcelona, así como en otros “lugares maravillosos” de ciudades como “París o Copenhague”…Y es que –agrega el documento– el anhelo es transformar la avenida Michoacán en “la mejor calle del mundo”… Ni más ni menos. Para conseguir tan ambicioso objetivo –que colocaría esa avenida defeña por encima de la parisiense Campos Elíseos– se necesita que “los espacios y comercios se mezclen”, que se “complementen el ámbito público con el privado”.De ahí la necesidad de “aumentar el ancho de la banqueta”, incluso de “continuar las banquetas sin interrupciones a lo largo de los mil 500 metros de Michoacán”, que conecta a Insurgentes sur con Circuito Interior. Esta medida haría “mucho más humano y amable el tratamiento para todas las personas, en especial para los más vulnerables, como niños, ancianos y discapacitados”. A lo largo de la calle podría dejarse “un solo carril angosto de tránsito de vehículos”, o de plano que “se cierre Michoacán a los automotores para organizar eventos en diferentes puntos. En ocasiones muy especiales, puede ser toda la vía”, pues se trata de que en ese espacio se tenga “un ambiente vital y vibrante”.Señala que “una cuarta parte” de la avenida Michoacán podría convertirse en “calles plaza”, donde se realizarán “eventos especiales como festivales, cine, conciertos, entre otros… En el caso del segmento frente al Parque México, éste siempre estaría cerrado al tránsito vehicular en sábados y domingos”.Estos espacios, agrega, “benefician económicamente a las ciudades al fomentar la creación de negocios de pequeña escala, la propiedad local, la creación de trabajos más atractivos, el incremento de la plusvalía de los inmuebles y de la recaudación de impuestos…“Un buen espacio debería estar lleno de actividades propias que funcionen como elemento de unión e integración de sus comunidades, atrayendo a las personas a relajarse y estar en compañía. Un mercado, un parque con juegos, un bar o un café ubicado en la acera son buenos ejemplos de lo anterior.”Indica que “estas comunidades deben diseñarse para desincentivar el uso del automóvil y promover la movilidad no motorizada (como caminar o andar en bicicleta) y el transporte público”.De ahí que el documento –ilustrado con profusión de fotos de plazoletas europeas– prevea la construcción de “calles-plaza”, sanitarios públicos, un estacionamiento subterráneo y “biciestacionamientos”, mejorando todos los servicios urbanos de la zona.Por parte del gobierno capitalino, el proyecto es impulsado por la delegación Cuauhtémoc y la Secretaría de Desarrollo Urbano y Vivienda (Seduvi). Mientras que por el lado de los comerciantes está la asociación civil Bienestar, Imagen y Desarrollo de la Condesa (BID Condesa), que agrupa a 16 miembros activos y a 25 afiliados de comerciantes y restauranteros.Intervienen además organizaciones especializadas en “espacios públicos” y “movilidad peatonal”, como Project for Public Spaces (PPS), representada por Ethan Kent y Walk & Bike for Life, cuyo director ejecutivo, Guillermo Peñalosa, está participando muy activamente. Lo mismo la embajada británica en México, que “actúa como cofinanciadora del proceso de participación comunitaria”.
Sin consulta
Aunque el documento Recreando avenida Michoacán afirma que hubo un “taller de participación comunitaria” en el que los vecinos avalaron estos planes, ellos niegan que haya existido tal consulta. Matilde Villagómez y Eliana Menassé sostienen que por el “pitazo” de una vecina se dieron cuenta de los acuerdos entre restauranteros y funcionarios capitalinos, quienes después no tuvieron más salida que hacer público su proyecto.
Recalcan las lideresas vecinales:
“Es un plan de los restauranteros, quienes hoy prometen llegar a acuerdos con nosotros. Sus promesas dan risa, pues durante años nunca han respetado un solo acuerdo. En un tiempo prometieron, por ejemplo, quitar los toldos fijos que tienen en las calles, los cuales son totalmente ilegales. Nunca lo hicieron porque sólo les interesa el negocio.“Poco a poco y sin ningún control de las autoridades, los pequeños locales donde antes había una tintorería o una estética se convierten en restaurantes y bares que sacan sus mesas a las banquetas, obstruyendo el paso de los peatones y poniendo música a todo volumen. “Los restauranteros contratan compañías de valet parking que no tienen estacionamientos, por lo que ocupan todas las calles para estacionar los automóviles de sus clientes. Los valets son un problema gravísimo que se ha multiplicado; son jóvenes prepotentes que suelen agredirnos y bloquear las entradas de nuestros garajes particulares.”Fabricio Gaxiola relata un caso grave: su madre, María Dolores Moraila, una anciana de 73 años y vecina de la Condesa, fue atropellada por un valet apenas el pasado 27 de mayo:“Mi mamá iba cruzando la calle Vicente Suárez, cuando el joven valet Óscar Pichardo Rojas, que trabaja para la Crepería de La Paz, la arrolló con un vehículo que manejaba en reversa y a toda velocidad. Luego de ser proyectada, mi madre cayó sobre el asfalto. Sufrió dos fracturas craneales y también se fracturó la muñeca derecha. Está hospitalizada en Médica Sur, con una placa de titanio.”
–¿La compañía de valet parking paga por lo menos sus gastos médicos?
–¡Nada de eso! Ni siquiera he podido dar con el domicilio de esa compañía, que se llama Operadora Eli Base, S.A. de C.V. Al principio, me dijeron que acudiera a la calle de Atlixco número 117, en la misma Condesa, que ahí estaban sus oficinas. Pero me engañaron. En esa dirección sólo hay un pequeño estacionamiento desvencijado, donde unos acomodadores me dicen que debería hablar con un tal César Ríos, que es el gerente operativo de la empresa… Tampoco he podido dar con él ni con otras personas que me mencionan como directivos de Eli Base… Estoy desesperado. El mismo secretario de Seguridad Pública del Distrito Federal, Joel Ortega, alertó a la ciudadanía contra las 17 organizaciones de valet parking que operan en la Condesa, pues –dijo el pasado 15 de mayo– algunos de sus empleados suelen dedicarse al robo: “Hurgan dentro de las cosas que la gente deja (en el vehículo), abren las guanteras, revisan si dejan dinero, cometen robo hormiga”.José Nuño aclara, sin embargo, que es el propio gobierno perredista de la ciudad el que protege a los restauranteros y a las empresas de valet parking: “La mecánica es la siguiente: Para abrir un restaurante o bar se necesita, entre otras cosas, una licencia de estacionamiento. Pero ésta se sustituye con el solo hecho de que el restaurantero contrate a una empresa de valet parking, que le cobra unos 3 mil 500 pesos mensuales. Aparte, la empresa le viene cobrando a cada cliente entre 20 y 30 pesos por estacionar su coche en la calle. Un negocio redondo.“Y obviamente que esas empresas de valet parking, muchas de las cuales ni tienen domicilio fiscal ni pagan impuestos, operan con permisos muy sospechosos que les otorga la delegación política. Así, por debajo de la mesa, se mueven muchísimos sobornos.” Nuño calcula que, actualmente, habrá unos 200 bares y restaurantes operando en la Condesa, Hipódromo Condesa e Hipódromo, cuya población asciende aproximadamente a 27 mil habitantes.La apertura de una casa de apuestas Caliente y la aparición de varios bares after –abiertos sólo de madrugada– preocupan al líder vecinal, ya que son “señales” de que el área se transforma en otra Zona Rosa, con sus problemas de prostitución y venta de drogas.
Como en La Merced
Destacados miembros de la comunidad intelectual y artística viven en la zona: José Emilio Pacheco, Federico Campbell, Paco Ignacio Taibo II, Arturo Ripstein, Paz Alicia García-Diego, Juan Gelman, Fernando Vallejo, Mario Lavista, Humberto Musacchio, Iván Restrepo, Julieta Egurrola, Daniel Giménez Cacho, Ilán Semo…Años llevan los colonos juntando firmas y enviando cartas a las autoridades para que se frene la creciente comercialización de la zona. Sin ningún resultado. Hoy, el caso de la avenida Michoacán atizó la movilización ciudadana. Se reparten volantes de protesta, se organizan juntas y cierres de avenidas; en las fachadas de las casas se colocan carteles que rezan: “Yo amo a la Condesa. No al cierre de avenida Michoacán. Ninguna modificación”.A través de un correo electrónico –vecinocondesa@yahoo.com.mx–, la gente se comunica y se mantiene al tanto de las acciones a emprender.Participante del movimiento es la guionista García-Diego –esposa del director de cine Arturo Ripstein–, quien comenta:“Soy como un soldado raso que lucha por la Condesa, donde tengo 25 años de vivir. Mi marido nació aquí. Hoy la colonia es un botín de restauranteros, funcionarios públicos y empresas constructoras que están arrasando con los valiosos edificios art deco que la caracterizaban. Llevamos años protestando, sin ningún resultado.”
–¿Qué opina sobre el proyecto de avenida Michoacán?
–A los vecinos no se nos consultó sobre ese proyecto. Está hecho para traer a otra horda de restauranteros. Propiciará más antros y vendedores ambulantes. De por sí ya no aguanto el centro de apuestas Caliente que pusieron cerca de mi casa. El escritor Federico Campbell vive en una casa de la calle Jojutla. En el primer piso, la ventana de su estudio –forrado totalmente de libros– mira a esa angosta calle arbolada. Era un lugar limpio y apacible.…Pero de pronto, el dueño del restaurante Mamá Rosas compró la casa de enfrente –marcada con el número 81– y la transformó en una enorme bodega. La quieta calle se convirtió en una ruidosa zona de descarga. Desde su estudio, Campbell ve todo el día el trajín de cargadores subiendo y bajando mercancías; hasta camiones repletos de leña llegan a veces. Y algunas noches arriban pipas de agua con sus gruesas mangueras, debido a que ahí se instaló además una fábrica de hielo. Un poco más adelante, en el número 53-B, acaba de abrirse un expendio de ropa al mayoreo.
El escritor comenta desesperado:
“Esto se puso peor que el mercado de La Merced. Los vecinos no hemos podido hacer nada… Lo mejor será irme a otra parte…”

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