Uno de los mitos más difundidos sobre el Mayo Francés es que se habría producido en un marco de gran prosperidad capitalista. Al revés, el Mayo Francés es inexplicable sin considerar la crisis del capitalismo. Algo que explica por qué De Gaulle lanzó en 1967 una serie de ataques contra el salario, las condiciones de trabajo y el régimen jubilatorio, que fueron la base de las reivindicaciones de la huelga general. El ataque al movimiento obrero era una tentativa de reconstituir la rentabilidad en la búsqueda de un lugar propio en el mercado mundial.
Desde 1965, cuando reclamó volver a un sistema monetario internacional respaldado en la reserva de oro, el gobierno de De Gaulle expuso la necesidad de revisar los acuerdos económicos de la posguerra.
"Final de una época"
Detrás de los acontecimientos del mayo parisino no había solamente una crisis "francesa", sino un principio de descomposición más amplio de la economía mundial capitalista. "Una serie de hechos - dice un informe financiero de la época- han hecho del período 1967/1968 el más problemático que haya conocido el sistema monetario internacional desde finales de la década del cuarenta". Se trata de un informe del Banco Mundial. Lo destaca un alto funcionario del gobierno francés en el área económica, "para subrayar la gravedad de la situación sin intentar minimizarla ni banalizarla". Y no era para menos: en apenas cuatro meses, desde noviembre de 1967, se habían producido dos acontecimientos clave: la devaluación de la libra e, inmediatamente, una especulación contra el oro que no era otra cosa que la manifestación de una devaluación encubierta del dólar. Por eso las autoridades monetarias yanquis establecieron un "corralito" en ese mismo '68, impidiendo que los bancos centrales de otros países pudiesen cambiar sus dólares por oro. Fue apenas el principio de un verdadero terremoto que llevaría a la inconvertibilidad definitiva del dólar pocos años después.
El año 1968 no es entonces sólo políticamente emblemático; también lo es porque "marca el final de una época"1. Liquida la base de los llamados acuerdos de Bretton Woods, que dieron nacimiento al Fondo Monetario Internacional. Uno de sus propósitos clave había sido precisamente el de evitar... las devaluaciones de las monedas nacionales que habían contribuido decisivamente a quebrar el comercio mundial en la preguerra. Establecía un sistema de paridades fijas entre las diversas monedas y la utilización del dólar como moneda de reserva de los diversos países. Por eso mismo la devaluación de la libra arrastró a todo el sistema monetario internacional. Quebrada la relación fija de la libra con las otras monedas, todo el edificio se desbalanceó.
¿Problemas "monetarios"?
La devaluación de la libra sobre el final de los años sesenta era el remate de todo un proceso histórico de decadencia del imperio inglés. Diez años antes, en 1957, las autoridades monetarias habían tenido que liquidar el uso de la libra en las transacciones internacionales de otros países. La City londinense mantenía hasta entonces una posición clave en el movimiento financiero mundial, pero su condición de moneda de reserva era insostenible para la economía británica. En un par de años sucumbió a la competencia del euro-dólar, o sea a los dólares acumulados en las cuentas bancarias de Europa. Se creó en Londres el llamado mercado del "eurodólar" al autorizarse a los bancos a recibir depósitos en dólares por afuera del sistema bancario regulado, adonde iban a parar los dólares originados por la emisión de Estados Unidos para financiar un déficit de cuentas con el exterior. Ayudó a sostener la cotización del propio dólar, pero sólo dilató el momento de su devaluación.
A comienzos de 1960, un célebre trabajo de un economista norteamericano2 había señalando que si los intercambios de los Estados Unidos con el resto del mundo eran "deficitarios", el comercio internacional se vería favorecido con dólares que permitirían su desarrollo y expansión pero los bancos centrales acumularían billetes por los cuales no podría responder el oro de la autoridad monetaria norteamericana. Si, en cambio, los Estados Unidos eran "superavitarios" en el mercado mundial, el comercio internacional carecería de medios de circulación y, al revés, la acumulación de oro podría llevar a una revaluación del dólar, equivalente a una devaluación general del resto de las monedas nacionales. En cualquier caso se trataba de un equilibrio condenado a romperse tarde o temprano.
Fue lo que pasó: el déficit norteamericano "se transformará muy rápidamente desde 1957 en un fenómeno crónico y de magnitud"3. El derrumbe de la libra precedió al del dólar como si fueran dos gotas de agua... en 1968.
Otra etapa
En el deterioro del dólar tuvo una influencia decisiva el enorme gasto de la guerra en Vietnam, pero ese gasto había permitido sortear una recesión. "La real debilidad del dólar descansa en el enorme endeudamiento gubernamental y privado en los Estados Unidos, sin el cual la formidable máquina productiva norteamericana no podría vender su diluvio de mercancías. La deuda privada norteamericana ascendió de 140 mil millones de dólares en 1945 a 753 mil millones en 1963". El señalamiento es de Ernest Mandel en un artículo de enero de 1968, reproducido entonces en Política Obrera.4 Y concluía: "esta deuda en espiral no puede continuar indefinidamente... una devaluación del dólar favorecería a los deudores. Pero los acreedores son los bancos norteamericanos; es por lo tanto incomprensible la irresolución del sistema... no hay solución a esta contradicción..." que no pase por una gran crisis, habría que agregar. Y la crisis estalló con enorme ruido en la década de los '70.
El "equilibrio" de la última posguerra, heredado de medio siglo de guerras, revoluciones y crisis gigantescas consumió su combustible cuando no habían concluido los años sesenta y tomó forma explosiva en la gran crisis de la década siguiente.
Equipo Cuarenta Aniversario
1. Jean Denizet, Histoire du systeme monetaire international depuis 1945, Ed. Fayard, 1985
2. Robert Triffin. El dolar y la crisis del oro, Ed. Fondo de Cultura Económica, 1968.
3. Harry G. Johnson: La economía mundial en la encrucijada, Ed Labor, 1968.
4. Política Obrera Nº 25, 25 de enero de 1968
¡Luchar, Vencer!
Grupo de Acción Revolucionaria
http://www.grupodeaccionrevoluc
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