viernes, octubre 10, 2008

Desafío a un bloqueo insensato


Omar Pérez Salomón

Los críticos de la Revolución Cubana son renuentes a reconocer la realidad de Cuba en el mundo de las telecomunicaciones y de las tecnologías de la información. No quieren admitir que las comunicaciones se han llevado hasta los lugares más apartados de la geografía cubana y que existe un plan de expansión y modernización que permite de manera paulatina incrementar la densidad telefónica en la isla. La existencia de las computadoras, su uso y disponibilidad para los cubanos vinculados a la profesión médica y educativa, la cultura, el periodismo, la ciencia y para el pueblo en general es ignorada.

Siguen el mismo patrón de desconocer otros logros en relación con la salud, educación, seguridad social y muchos otros, incluyendo la protección de la población durante los huracanes. Todo esto se ha logrado a pesar de los casi 50 años de bloqueo criminal e insensato impuesto por las diferentes administraciones norteamericanas.

En vez de reconocer esa realidad, utilizan los mismos argumentos desgastados, incompletos y manipulados de siempre, esgrimiendo que la gente común no tiene acceso a la telefonía celular, las computadoras e Internet, sin tener en cuenta que el bloqueo impide la adquisición de equipos, aplicaciones informáticas y software de las compañías de Estados Unidos que son las más importantes en esta actividad, aumentando en un 30 por ciento los costos de cualquier inversión al tener que buscar alternativas en mercados más distantes.

Desde 1962 tenemos prohibido el acceso a equipos de telecomunicaciones de cualquier compañía o subsidiaria estadounidense y en el año 2000 las comunicaciones directas con Estados Unidos, que representa alrededor del 70 por ciento del tráfico internacional de Cuba, se interrumpieron.

La Empresa de Telecomunicaciones de Cuba, ETECSA, como resultado de esa criminal práctica no puede negociar abiertamente con operadores norteamericanos y está obligada a conectarse por terceros países con significativas pérdidas y dificultades.

Algo similar le ocurren a las operadoras celulares del vecino del norte, que tienen prohibido establecer el servicio Roaming* con la operadora cubana CUBACEL.

El bloqueo evita que Cuba se conecte a Internet por medio de cables de fibra óptica que pasan cerca de la isla, obligando a utilizar las conexiones basadas en los satélites que no sólo son más costosas sino que son de banda menos ancha, haciendo las conexiones más lentas con escasos 135 mbps (megabytes por segundo) para la salida y 257 Mbps para la entrada.

Las leyes estadounidenses establecen que cualquier nueva adición o modificación del canal requiere la obtención de licencia del Departamento del Tesoro de los Estados Unidos.

Además de impedir que el país se conecte con las redes internacionales de fibra óptica, el gobierno norteamericano también ha tratado de evitar que esta importante vía de conexión se extienda por el interior del país, negando la exportación de cables a las empresas estadounidenses que los producen, como por ejemplo Standard Marketing Incorporated y 3M Telecommunications, o amenazando con sanciones a las extranjeras.

A pesar de ello, el por ciento de digitalización de las centrales telefónicas del país es de un 95% y al concluir el 2008 todas las comunidades de más de 300 habitantes tendrán comunicaciones, mientras que más del 50% de la población del mundo todavía no tiene acceso a un teléfono.

El gobierno cubano prioriza la conexión a la red de manera organizada para garantizar un uso social de la misma, y que pueda ser utilizada adecuadamente por médicos, científicos, estudiantes, profesionales, personalidades de la cultura, empresas, centros de investigación y muchos más.

Esta estrategia, reconocida por organismos internacionales como un modelo a seguir por los países subdesarrollados, ha posibilitado que hoy existan más de dos mil sitios cubanos en Internet y más de 1,3 millones de usuarios de algún servicio de Internet, todo lo cual se multiplica si se tiene en cuenta el carácter social de muchas de estas facilidades, que permite que un mismo punto de conexión sea utilizado por varias personas, al igual que sucede con una cuenta de correo electrónico.

Todo un desafío, para alcanzar una sociedad basada en el conocimiento y en el derecho pleno para todos sus miembros.

* Servicio internacional que permite que el número del celular que la persona posea en su país de origen se pueda activar en cualquier país a partir de los convenios fijados por las empresas de telecomunicaciones, pagando el servicio en el país de origen.

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