Año 7, número 2476
Domingo 28, diciembre del año 2008
El que en 1858 se haya organizado el “Plan de Navidad” (Plan muy poco conocido) que apoyó a Félix María Zuluaga y Miguel Miramón; e iba encaminado a combatir a Juárez y sus Leyes de Reforma.
Plan respaldado por el nefasto clero católico, el enemigo histórico de nuestro México, en aquél entonces aquí representado por Francisco Javier Miranda y Morfi; y por Antonio Pelagio Labastida y Dávalos desde Roma.
En el que se contemplaba ¡el desconocimiento del Gobierno legalmente establecido en México! a consecuencia del Plan de Tacubaya; y en base a las siguientes consideraciones:
“1ª.- Considerando que no puede desconocerse que la situación en que se encuentra la República exige imperiosamente que se adopten algunas resoluciones tan prontas como enérgicas para evitar que los males que se sufren vengan a agravarse con la división de las fuerzas armadas.
2ª.- Considerando que si bien para llegar a la pacificación del País es indispensable que deje de existir el actual Gobierno, porque la experiencia ha demostrado que ni él, ni el llamado constitucional, cuentan con la fuerza física y moral necesarias para obtener la paz de la República.
Y cuando esos bienes tampoco se obtendrán con el establecimiento de una nueva administración, si ella no cuenta con el apoyo de la opinión pública; y muy particularmente el de las personas pacíficas, acomodadas e industriosas, que son las que más tienen que sufrir con el estado de anarquía y desorden que vivimos…”
Nos da una idea de que desde hace más de un Siglo, simplemente no avanzamos; pues las palabras en ese entonces utilizadas para inspirar el citado “Plan de Navidad”, bien podrían ser las mismas que ahora cabría aplicar.
Siendo válido en este momento recordar, que los pueblos que no atienden y abrevan de su Historia, tienen la necesidad de volver a repetirla.
¡Qué pena! A nosotros nos pasa lo mismo.
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