lunes, enero 26, 2009

El gatopardo norteamericano

Barómetro Internacional

Asumió Barack Obama

Ernesto Tamara

Parece una nueva versión de la famosa novela de Giusseppe de Lampedusa, “Il Gattopardo”: cambiar algo para que todo siga igual. Las esperanzas de un cambio manifiesto en la política exterior de la Casa Blanca, parece seguir la moraleja de la novela italiana y ya comienza a decepcionar. Richard Perle, uno de los más radicales neocon e ideólogo de la derecha internacional fue muy claro: "Me siento aliviado. No creo que veamos mucho cambio".

Desde otra posición, el lingüista del Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT), Noam Chomsky no parece decepcionado: "A diferencia de muchos de mis amigos, yo no estoy decepcionado. Pero esto es porque nunca vi demasiadas razones que justificaran las grandes expectativas creadas", explicó.

"Obama se ha rodeado de figuras muy aplaudidas y elogiadas por la derecha y la extrema derecha. Sus escasas posiciones explícitas son las de un auténtico halcón", añade. Y concluye: "Obama ha impresionado a la industria de relaciones públicas, que por algo lo ha elegido Mejor Promotor del año 2008 en la Era de la Publicidad". Como en las historias policiales, sólo cabe agregar, “a las pruebas me remito”.

El gabinete conservador

A juzgar por el gabinete elegido, el presidente Barack Obama ha entregado los cargos más importantes al aparato del Partido Demócrata, y por consiguiente al entorno del ex presidente Bill Clinton y su esposa, la ahora secretaria de Estado, Hillary Clinton.

Algunos analistas señalan que Obama siempre ha sido admirador de Abraham Lincoln, el presidente que abolió la esclavitud en septiembre de 1862, y de su política de incorporar sus rivales políticos al gabinete, por lo que ha optado por el mismo camino. Sin embargo otros analistas sostienen que en el nuevo presidente, primó la necesidad de demostrar pragmatismo y estabilidad en momentos en que el país enfrenta una crisis sin precedentes.

De cualquier manera, Obama actuó de modo similar al invitar a dos ex candidatos presidenciales del Partido Demócrata a incorporase a su gabinete, la senadora Hillary Rodham Clinton como la futura secretaria de Estado y el gobernador de Nuevo México Bill Richardson como secretario de Comercio, aunque después renunció porque estaba siendo investigado por favorecer supuestamente a una empresa desde su cargo. El senador Joe Biden, otro rival de las internas, se convirtió en vicepresidente.

Todos coincidieron que las nominaciones de los cargos más importantes fueron producto de amplias deliberaciones y que indica un estilo de gobernar práctico y centrista, aunque en términos políticos el gabinete de Obama está dominado por la fracción conservadora.
Tres cargos importantes del gabinete -Estado, Tesoro y Defensa- están ocupados por políticos de tendencia conservadora.

Hillary Clinton, a cargo del Departamento de Estado, corresponde a la fracción derechista del Partido Demócrata y en su papel como senadora, ha apoyado muchas de las políticas guerreristas del presidente saliente George Bush. Clinton no sólo apoyó la invasión a Irak sino que además ha sido más radical que el propio presidente Bush al criticar a Irán. La señora Clinton ha amenazado incluso con la “aniquilación nuclear” de Irán, en caso de que este país atacara Israel. Además jamás cuestionó una sola de las acciones de Israel y la pasividad mostrada por Obama y ella misma en estos días previos a la asunción de mando, demuestra que mantendrá el apoyo a la política de Tel Aviv contra los palestinos.

En su presentación ante una comisión del Senado, Clinton dijo que Obama "comprende las razones por las que Israel tiene que defenderse de los cohetes lanzados por Hamás”. En junio, cuando Obama aún era candidato, en una visita a Israel, se manifestó por un Jerusalén "unido" y "capital de Israel", postulados ambos del ala más dura del sionismo.

Desde que Israel comenzó a bombardear Gaza el 27 de diciembre, Obama se ha negado a opinar. Su portavoz reitera que "hay sólo un presidente a la vez" y que no tomará ninguna acción antes de que asuma como jefe de Estado. Uns postura que no mantuvo en asuntos económicos por ejemplo, donde ha presentado planes y ha realizado comentarios, pese a que “hay un presidente”.

La zanahoria y el garrote

La futura secretaria de Estado volvió a reiterar la política de la “zanahoria y el garrote” en sus relaciones internacionales, algo que el propio Obama había expresado casi textualmente en julio en un encuentro con latinos. A mediados de julio, durante la 40 conferencia del Consejo Nacional de La Raza (NCLR), en el centro de convenciones de San Diego (California), Obama afirmó que si ganaba las elecciones, buscaría un mayor acercamiento con América Latina, pero perseguiría una política de "zanahoria y garrote" para defender los intereses de EEUU en la región. "Creo que hay posibilidades tanto para zanahorias como para garrote de forma que puedan fortalecer los intereses estadounidenses en la región", dijo Obama.

La futura canciller amplió ese concepto en su presentación en el Senado. "Queremos construir un mundo con más aliados que enemigos. La diplomacia será la vanguardia de nuestra política, pero sabemos que el uso de la fuerza será necesario en ocasiones". Adelantó que para América Latina, aplicará una política “firme y directa” y que responderá al “tráfico del temor” que propagan los presidentes de Bolivia y Venezuela.

“Muy frecuentemente la política estadounidense hacia las Américas en años recientes ha sido negligente con nuestros amigos, inefectiva con nuestros adversarios y con poco interés en los retos que importan para las vidas de los pueblos a través de la región. Este vacío creado por la falta de una participación sostenida de Estados Unidos en la región ha sido llenado, en parte, por otros –incluido Hugo Chávez–, quien ha intentado utilizar esta oportunidad para promover ideologías anticuadas y antiamericanas”, Hillary Clinton.

En cuanto a Venezuela, dijo que “por demasiado tiempo hemos cedido el terreno de juego a Hugo Chávez; un líder democráticamente electo que no gobierna democráticamente, y cuyas acciones y visión para la región no sirven a sus ciudadanos o la gente a través de América Latina”. Dijo que Washington debería “llenar ese vacío con un liderazgo fuerte y sostenido en la región, y una diplomacia firme y directa con Venezuela y Bolivia. Deberemos tener una agenda positiva en el hemisferio en respuesta al tráfico de temor propagado por Chávez y Evo Morales”.

Respecto a Cuba, reiteró su propuesta de suspender algunas sanciones, aunque dijo que no cree que sea el momento de levantar el embargo. Por otra parte, adelantó que la nueva administración continuará apoyando el Plan Colombia aunque admitió algunas modificaciones. "Grandes cantidades de drogas siguen saliendo de Colombia hacia EE.UU. Estoy dispuesta a trabajar con el Congreso y con nuestros amigos y socios en Colombia para asegurarnos que las futuras inversiones ayuden a parar el flujo y contribuyan a consolidar las ganancias en materia de seguridad y de una paz duradera”.

De acuerdo con Hillary, la administración Obama "respaldará plenamente la lucha de Colombia contra las Farc y trabajará con el gobierno para poner fin al régimen del terror de los grupos paramilitares de derecha". Sin embargo se mostró poco dispuesta a dar luz verde al Tratado de Libre Comercio con Colombia por la falta de respeto a los derechos laborales y por los asesinatos de dirigentes sindicales en ese país.

Una política económica conservadora

La designación de Timothy Geithner, como futuro secretario del Tesoro, también fue interpretada, justamente, como una medida conservadora, y una señal de transición moderada. Geithner no podrá tomar posesión de su cargo junto a Barack Obama este mismo martes, ya que el comité de Finanzas del Senado ha retrasado hasta después de la asunción de Obama, la audiencia de confirmación después de que senadores republicanos pusieran en duda su elección tras conocerse que durante unos años no pagó parte de sus impuestos y que contrató a una «sin papeles».

Al parecer, Geithner no pagó 34.000 dólares de sus impuestos correspondientes a la seguridad social y al seguro médico durante al menos tres años, entre 2001 y 2004, período que coincidió con su etapa en el FMI, en la que estaba dado de alta como trabajador autónomo. Obama respaldó a su candidato al Tesoro y consideró «un error inocente», común entre los empleados que trabajan para organizaciones internacionales, las irregularidades fiscales que cometió. Obama destacó que Geithner corrigió el error y abonó las sanciones correspondientes y reiteró su confianza en él.
Antes de su designación, Geithner estuvo encargado de la Reserva Federal de Nueva York, Geithner y en ello trabajó de manera cercana con Wall Street y con el gobierno republicano. También sirvió como secretario de Hacienda adjunto para Relaciones Internacionales durante la administración Clinton, de 1998 a 2001.

Ron Kirk, ex alcalde de Dallas, fue propuesto como secretario de Comercio. Entre 1995 y 2001 y en su administración efectuó múltiples viajes al exterior para promover a esta ciudad y exaltar los beneficios del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (NAFTA). Obama dijo al formular el anuncio, que Kirk deberá desplegar sus habilidades para que las empresas, pequeñas y grandes, "vendan sus productos en todo el globo". "Esa es la razón por la cual debemos comprometernos en un comercio fuerte y robusto y en abrir las puertas para los productos de Estados Unidos", declaró.

El reciente premio Nobel de Economía, Paul Krugman, criticó en una columna en el diario The New York Times, lo que consideró excesiva moderación del plan económico de Obama. "El plan económico de Obama se queda muy corto para lo que ahora se necesita", ha escrito Krugman, quien lamenta "la distancia" que separa "su retórica" del "decepcionante" plan económico que ha presentado. Asimismo, Krugman lamentó las expresiones del presidente electo de no investigar los desmanes de la administración Bush. "El señor Obama debería reconsiderar su aparente decisión de dejar que la Administración Bush escape sin pagar por sus crímenes. Es más: no tiene derecho a tomar esta decisión", escribió.

En Defensa sigue Gates

Obama sorprendió a muchos al decidir mantener en el cargo de secretario de Defensa al conservador Robert Gates, que está estrechamente relacionado con la familia Bush. Durante la mayor parte de su carrera, Gates ha trabajado para presidentes republicanos. Ingresó a la Agencia Central de Inteligencia en 1966 y llevó a ser subdirector en 1982, para asumir la dirección en 1991. En 1974 entró a formar parte del Consejo de Seguridad Nacional, donde fue asesor de Richard Nixon, Gerarld Ford y Jimmy Carter. Tras la asunción de Bill Clinton en 1992, Gates pasó a ser decano de la escuela George Bush de Gobierno y Servicio Público, y después presidente de una de las Universidades más grandes de EE.UU, la A&M de Texas, cargo en el que estuvo hasta que asumió la Secretaría de Defensa en 2006.

Como si nada fuera a cambiar, en una carta fechada el 31 de diciembre, Gates dijo al presidente del Subcomité de Apropiaciones para la Defensa de la Cámara de Representantes, John Murtha, que el Ejército necesitaba 69.700 millones en fondos extras en el 2009 para financiar operaciones, reemplazar equipo perdido o gastado y reponer suministros en Irak y Afganistán. Gates dijo que su estimación no incluye un esperado refuerzo masivo de tropas en Afganistán, que podría casi duplicar el número de soldados estadounidenses de 32.000 a alrededor de 60.000.
El aumento de tropas no estaba incluido porque la propuesta aún se encuentra bajo consideración, dijo Gates, prometiendo entregar la cifra actualizada al Congreso una vez que el plan sea aprobado.

El presidente Obama, que se ha comprometido a retirar las tropas de Irak, ha dejado abierta la posibilidad de aplazar esa decisión. "Les daré al secretario Gates y a nuestros militares una nueva misión en cuanto ocupe el cargo: terminar de forma responsable la guerra en Irak por medio de una transición exitosa al control iraquí", dijo Obama. Durante la campaña electoral anunció que retiraría la mayor parte de las tropas de Irak en 16 meses y desplazar esos recursos a Afganistán. Más recientemente ha señalado que cree que el período de 16 meses sigue siendo "correcto”, sin embargo, "escucharé las recomendaciones de mis comandantes", indicó el presidente electo.

Obama designó a su vez al general retirado de Marines James Jones, ex comandante supremo de la OTAN (promotor de la disgregación de la antigua Yugoslavia), como su asesor de seguridad nacional, y la experta en política exterior Susan Rice, una de las voces dentro del partido Demócrata que aseguraba que Sadam Hussein poseía armas de destrucción masiva, será la embajadora ante la ONU.

Más conservadores

Además, al menos ocho miembros del gabinete de Obama están próximos a una facción demócrata moderada conocida como el Consejo del Liderazgo Demócrata (DLC, siglas en inglés). El Consejo es una institución fundada en 1985 con el objetivo de alejar al partido de sus posturas tradicionales, consideradas por ellos como de centroizquierda y llevarlo al centro del espectro político; pero sus críticos dentro del partido lo acusan de estar financiado por las grandes empresas privadas que intentan financiar a demócratas favorables a sus intereses corporativos.

Tom Vilsack, designado secretario de Agricultura fue presidente del DLC, mientras que Ken Salazar, futuro secretario de Interior, fue presidente de convención del DLC. El nuevo jefe del Gabinete de la Casa Blanca, Rahm Emanuel, fue ponente en la convención del DLC, y además fue el congresista que recibió más fondos de Wall Street. Es considerado un fundamentalista pro Israel que incluso luchó en bases voluntarias en la guerra de Israel contra Líbano en 1982. Vilsack fue además copresidente de la campaña presidencial de Clinton, y es considerado hombre de confianza de la familia Clinton, al igual que Hilda Solis, próxima secretaria de Trabajo.

Sin embargo, la congresista californiana Hilda Solís parece ser una única concesión al ala centroizquierda del partido. Es considerada una ferviente opositora de los tratados de libre comercio. En su audiencia de confirmación como próxima secretaria de Trabajo, dijo que será la "voz" de los trabajadores, que afrontan la peor crisis económica desde la Gran Depresión”. Hija de padre mexicano -también sindicalista- y de madre nicaragüense, y su larga carrera política, que incluye ser la primera mujer de ascendencia latina en el senado del estado de California. Solís ha sido una fuerte defensora del movimiento sindicalista y cuenta también con el aval de grupos ecologistas.

ernestotamara@gmail.com

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