El gobierno panista de Guanajuato, ése que quería prohibir los besos en la vía pública, ahora golpea y exhibe a una mujer semidesnuda al ser transportada en una unidad oficial y reparten su foto sin que llevara blusa.
Por otra parte, el obispo de Celaya, Lázaro Pérez, llamó “sinvergüenzas, farsantes y ladronas” a las monjas que denunciaron ante el Ministerio Público que policías de Dolores Hidalgo las detuvieron el 29 de enero pasado y las desnudaron para “comprobar” que eran mujeres.
La hipocresía y la inmoralidad panista no deja de hacerse evidente cada vez con mayor frecuencia. No se como alguien puede declararse panista sin que se le caiga la cara de vergüenza.
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