domingo, agosto 09, 2009

Cuba-España: el espionaje y las purgas políticas


MADRID, 7 de agosto (apro).- El pasado 6 de julio el general Félix Sánz Roldán –ligado al presidente José Luis Rodríguez Zapatero— fue nombrado director del poderoso Centro Nacional de Inteligencia (CNI) de España. Sustituyó a Alberto Saiz, quien dimitió cuatro días antes como consecuencia de escándalos de espionaje en otros países y de una guerra interna en los servicios secretos españoles que, en un absurdo contrasentido, les hizo romper su habitual discreción y acaparar titulares y primeras planas de los diarios de este país.
El mayor escándalo detonó un roce diplomático entre España y Cuba, y la expulsión de tres agentes del CNI asignados en La Habana. La razón: utilizaron a un representante empresarial del País Vasco para obtener información sobre "secretos oficiales" de la isla, lo cual provocó, a principios de marzo, la purga del vicepresidente del Consejo de Estado, Carlos Lage; del canciller Felipe Pérez Roque y de otros ocho funcionarios del gobierno y del Partido Comunista de Cuba.
Conrado Hernández, representante de la Sociedad para la Promoción y Reconversión Industrial (SPRI) del gobierno Vasco en Cuba, y amigo de Lage desde su juventud, fue detenido el 14 de febrero en el aeropuerto de La Habana cuando pretendía viajar hacia Bilbao, España. Los servicios de inteligencia de Cuba le aseguraron parte de la documentación e informes que había entregado al CNI. Y entonces confesó que servía como espía para los servicios españoles de inteligencia.
El informante
El pasado 2 de marzo, una "nota oficial" del Consejo de Estado de Cuba informó sobre la destitución de diez funcionarios del gobierno, entre ellos Lage y Pérez Roque, como parte de la reestructuración de la Administración Central del Estado (Proceso 1688).
También fueron destituidos Fernando Remírez de Estenoz, jefe de Relaciones Internacionales del Partido Comunista de Cuba, Carlos M. Valenciaga, jefe de despacho de Fidel Castro, y Otto Rivero, vicepresidente del Consejo de Ministros, entre otros.
Fidel Castro publicó el 3 de marzo un duro artículo contra los destituidos, en el cual señala que "la miel del poder por el cual no conocieron sacrificio alguno, despertó en ellos ambiciones que los condujeron a un papel indigno. El enemigo externo se llenó de ilusiones con ellos".
Pero no fue sino hasta semanas después cuando se fue develando que esta decisión estaba relacionada con el espionaje español y con la intempestiva salida de los tres agentes del CNI asignados en La Habana.
Los servicios de inteligencia cubanos siguieron por más de dos años a Conrado Hernández, y grabaron sus encuentros con los agentes españoles, uno de estos en 2007, en el restaurante El Templete de La Habana, donde supuestamente acordaron los términos de su colaboración para obtener informes sobre el estado de salud de los dirigentes cubanos y del programa energético de la isla, entre otros temas.Todo esta información está contenida en dos videos —uno con una versión de 3 horas y otro de 6 horas— que el gobierno cubano ha dado a conocer a sus militantes a modo de explicación sobre la destitución de los funcionarios cubanos –encabezados por Lage y Pérez Roque--, quienes frecuentaban los fines de semana la finca rural de Hernández, en la zona de Matanzas, donde jugaban dominó. Al parecer, en estas reuniones era habitual que gastaran bromas sobre la edad de los líderes históricos de Cuba.
El video --parte de cuyo contenido dieron a conocer simultáneamente los periódicos El Mundo y El País, de España, y La Jornada, de México, el pasado 28 de junio-- muestra una reunión del gobierno cubano celebrada el mismo 2 de marzo, en la que Raúl Castro explicó que la Seguridad del Estado descubrió a un cubano reclutado por el servicio de inteligencia español en 2007. Se trataba de Conrado Hernández. Este ingeniero industrial de unos 60 años, nacido en la región de Matanzas, Cuba, fue nombrado en 1998 representante del SPRI en La Habana, una de las 50 ciudades que tiene en el mundo este organismo de promoción empresarial, según confirmó Proceso.
Según dos fuentes en Bilbao, hasta antes de su detención, Hernández había participado como "facilitador" para las inversiones y asiento de unas 50 empresas vascas en Cuba, era el encargado de ayudar a establecer estas inversiones gracias a sus contactos en el gobierno y la burocracia cubana; además, participó y organizó exposiciones anuales y ferias empresariales.
"Aquí no era muy conocido, pero los empresarios que tienen presencia en Cuba aseguran que sabía moverse muy bien en la burocracia cubana", dice un periodista vasco que ha seguido este caso.
Tras graduarse como ingeniero pasó por varios trabajos, desde el Combinado de Vidrio al hotel Habana Libre, propiedad de la cadena española Guitart hoteles, según publicó El País el domingo 12.
En la citada reunión del 2 de marzo, Raúl Castro cuestionó a Lage y Pérez Roque sobre el tipo de relación que tenían con Conrado Hernández. Ante las respuestas evasivas, Raúl Castro les reprochó su "perdida de memoria". Según dijo Raúl Castro en esa reunión, Pérez Roque facilitó a Conrado Hernández un pasaporte diplomático para viajar a Venezuela; y Ramírez de Estenoz y Otto Rivero le entregaron informes del gobierno cubano sobre el proceso electoral del país vasco de marzo, antes de que los comicios tuvieran lugar.
De acuerdo con Raúl Castro, agentes de los servicios de Seguridad del Estado de Cuba grabaron lo sucedido en la noche del 23 de febrero de 2008 durante una fiesta celebrada en la terraza del hotel Ambos Mundos, en La Habana, donde Lage y Pérez Roque estuvieron con Hernández. Unas horas antes, tuvo lugar una reunión del Buró Político del PCC para considerar las candidaturas de los miembros del Consejo de Estado —máximo órgano ejecutivo gubernamental— que sería elegida al día siguiente por el Parlamento. Ahí se decidió que la primera vicepresidencia del Consejo de Estado recaería en José Ramón Machado Ventura, de 79 años; hombre de confianza de los hermanos Castro, pese a que existía consenso en que Lage ocuparía esa cartera.
Raúl Castro pidió a los miembros del Buró Político que no contaran el contenido de la reunión "ni a la familia". Sin embargo, Lage reveló el secreto a sus amigos en dicho hotel. "No me pasaron la bola", les dijo en alusión a que quedó al margen del segundo cargo en importancia en el poder de la isla.
A eso se añade la declaración filmada de Hernández, en la que asegura que fue de los primeros en irse de la celebración en el mencionado hotel para transmitir al CNI la designación de Machado Ventura. Así mismo, agentes de los Servicios de Seguridad del Estado cubano en España se percataron que en Madrid se conoció la información sobre los cargos en el Consejo de Estado antes de que éstos fueran sometidos a la votación del Parlamento de la isla.
Según el relato del video que difundió El País, Conrado Hernández admitió que espió para los servicios de inteligencia españoles. Dijo: "Ellos (los agentes del CNI) conocen tus debilidades y se te van metiendo. Cuando te has dado cuenta, trabajas para ellos."
También en el mencionado video, Raúl se refiere a una fiesta en el edificio sede del gobierno cubano. "Mientras mi hermano (Fidel) se debatía entre la vida y la muerte, un piso más abajo Carlitos (Valenciaga) celebraba una fiesta que llegó a ser indecente y en la que participaron Lage y Felipe Pérez Roque", dice.
El video incluye el testimonio de la esposa de Conrado Hernández, una mujer con rango de teniente coronel del Ministerio del Interior cubano y que trabaja en el hospital Cimeq, donde es atendida la cúpula gobernante, incluido Fidel Castro. Ella admite, según la descripción, que su marido le pedía información sobre la salud del comandante.
Rebelión en "La Casa"
Cuba no fue el único país donde surgieron escándalos de los espías españoles. En Marruecos se registraron al menos dos incidentes: en marzo pasado, fueron expulsados los agentes de la estación del CNI en Nador (frontera con Melilla, ciudad española del norte de África), lo cual le restó al CNI un puesto de observación fundamental para los temas de tráfico de drogas e inmigración.
La expulsión fue justificada por medios oficiales marroquíes que acusaban a los espías de financiar a Chakib al Khayari, representante de la asociación Rif Derechos Humanos, quien acusó a las instituciones del Estado marroquí de estar implicadas en el narcotráfico, según publicó el 25 de junio el periódico El País. Al Khayari fue sentenciado a tres años de prisión, por "ofensas al Reino de Marruecos", y en el sumario se señala que las declaraciones de este activista de derechos humanos fueron hechas a petición "de los dos diplomáticos que trabajan para el CNI", a los que incluso identifica.
Tres meses después, en junio, se anunció que el CNI cerraba su estación en Tetuán, nuevamente por presiones de Rabat. El problema es que esta delegación representaba un punto estratégico para la observación del radicalismo islamista en Ceuta (España) y de la inmigración ilegal hacia España. Oficialmente no se divulgaron las razones para este cierre.
Luego, agentes del CNI inconformes con la gestión de Saiz acusaron a éste de usar de usar indebidamente recursos públicos. El doctor Antonio M. Díaz Fernández, especialista en los servicios de inteligencia españoles, dice a Apro que esa revuelta se debió a que Saiz "convulsionó al CNI con una purga de 37 mandos medios de la estructura directiva, entre secretarios, jefes de área hasta jefes de división. Y pretendía hacer otra purga de 60 más, que le fue negada por (José Luis Rodríguez) Zapatero".Las acusaciones, principalmente divulgadas por el periódico El Mundo, tuvieron lugar cuando estaba a punto de agotarse su gestión de 5 años. Pese a la información difundida, fue ratificado al frente del CNI gracias al respaldo de la vicepresidenta María Teresa González de la Vega. Pero su posición era insostenible. El pasado 2 de julio dimitió.
De las acusaciones contra Saiz, destacan seis "excursiones deportivas" que realizó entre mayo de 2004 y julio de 2008. Dos de estos viajes fueron a México, y otros a Malí, Dakkar y Senegal. El Mundo publicó fotografías que fueron manipuladas digitalmente para modificar el rostro de Saiz y reemplazarlo por el de un agente del CNI con el fin de borrar la huella de su estancia en estos viajes de recreo.
Al comparecer en la Comisión de Secretos Oficiales del Congreso de los Diputados, el 20 de mayo, Saiz aseguró que en su primer viaje a Cancún, México, en 2004, "los gastos corrieron a cargo de los servicios de espionaje mexicanos", aseguró El Mundo.
Saiz presentó la invitación para participar en Cancún en unas jornadas con la comunidad de inteligencia de varios países, explicó a Apro una fuente. Es decir, el Centro de Inteligencia y Seguridad Nacional (Cisen), que entonces era encabezado por Eduardo Medina Mora, "quien tendría que explicar si se hizo ese gasto", añade la fuente.
Además de su participación en las jornadas, Saiz ocupó la mayor parte del tiempo en practicar la pesca y el buceo, según contaron agentes del CNI a El Mundo. El diario señala que en su segundo viaje para pescar y bucear en Cancún, en febrero de 2006, acudió acompañado del "agente de apoyo José M.".
Al salir de esa comparecencia, Saiz dijo: "Tenemos un problema interno", porque hay agentes "descomprometidos" con el proyecto del CNI.
Para abonar a su debilidad, la ministra de Defensa, Carme Chacón anunció, tras la comparecencia, una investigación propia "sobre todas las circunstancias y hechos relativos a estas acusaciones anónimas que se han dirigido contra el director del CNI", dijo ante diputados.
"Todos estos escándalos son el reflejo de los problemas internos en La Casa (como se le conoce al CNI)", "pero también de la carencia de mecanismos de control parlamentario" sobre el titular de los servicios de inteligencia, "porque no siente el aliento de los diputados que lo estén supervisando", dice Antonio M. Díaz Fernández, investigador del Instituto General Gutiérrez Mellado, profesor de la Universidad de Burgos y miembro del Security and Intelligence Study Group del Reino Unido.
El también autor del libro Los servicios de inteligencia españoles. Desde la guerra civil hasta el 11-M. Historia de una transición, añade: "Si los funcionarios del servicio de inteligencia tienen que acabar yendo a los medios de comunicación, mal andamos. Si el director del CNI supiera que cada uno de sus movimientos son supervisados milimétricamente por un comité parlamentario, como sucede en el Reino Unido, no haría muchas cosas, por lo tanto, tampoco habría estas revueltas internas."
En relación al roce diplomático con Cuba, dice: "España no tiene en la isla una amenaza militar o económica seria, por más que se argumente que es refugio de etarras. Pero hemos tenido una buena inteligencia ahí, porque se intercambian cromos (informes) con Estados Unidos y otras potencias". Además, señala, "Cuba puede estar molesta con España", pero en otros temas ambos gobiernos podrían estar negociando acuerdos.
En cambio, el caso de Marruecos, "no son buenas noticias (…) Ahí debemos tener una inteligencia muy potente, porque es la única amenaza militar creíble que tenemos cerca, una amenaza en temas como la inmigración ilegal, el tráfico de drogas y las actividades de terrorismo radical y el alto potencial de amenaza de ésta sobre las ciudades españolas del norte de África".

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