
 Chile: La propuesta de indultos con motivo del  Bicentenario no debe socavar la lucha contra la impunidad por las violaciones de  derechos humanos del pasado
Chile: La propuesta de indultos con motivo del  Bicentenario no debe socavar la lucha contra la impunidad por las violaciones de  derechos humanos del pasado 
La presentación el miércoles de la propuesta de  indultos para presos condenados con motivo del Bicentenario por parte de la  Iglesia chilena ha abierto un debate sobre la posibilidad de que se otorguen  indultos a personas que han sido condenadas y sentenciadas por crímenes contra  la humanidad, incluyendo asesinatos, torturas y desapariciones forzadas durante  el régimen militar chileno. La propuesta detalla la motivación de la Iglesia  para considerar los indultos coincidiendo con el Bicentenario del país  incluyendo así como su preocupación en relación con las condiciones carcelarias  en Chile. Sin embargo, sobre el tema de los indultos, Amnistía Internacional  considera que la propuesta no refleja adecuadamente las obligaciones  internacionales de los derechos humanos contraídas por Chile. 
 A pesar de que la Iglesia no solamente propone  otorgar indultos para los responsables de violaciones de derechos humanos,  Amnistía Internacional considera que es importante recordar el hecho deque  durante los años del gobierno militar (1973-1990), miles de personas fueron  asesinadas, torturas y sometidas a desapariciones forzadas por miembros de las  fuerzas armadas chilenas y los servicios de seguridad. Sólo se han conseguido  avances reales para procesar a responsables de crímenes internacionales de  derechos humanos en las cortes chilenas a partir de 1998. Tras una larga lucha  de las victimas y sus familias, defensores de los derechos humanos y unos pocos  jueces y fiscales valientes, más de 400 personas han sido condenadas por estos  crímenes. La propuesta de la Iglesia consideraría la liberación de estos  criminales – que representan solamente una fracción del número total de personas  responsables por estos crímenes- antes de cumplir con la totalidad de las  sentencias impuestas. 
 En este contexto, Amnistía Internacional  recuerda al gobierno chileno su responsabilidad de sancionar los crímenes  establecidos en el derecho internacional como los asesinatos, la tortura y las  desapariciones forzadas con penas acordes a la gravedad del hecho de acuerdo con  los estándares establecidos en tratados internacionales ratificados por el  Estado chileno como la Convención Contra la Tortura o la Convención  Internacional para la protección de todas las personas contra las desapariciones  forzadas. Una sanción adecuada de aquellas personas responsables de crímenes  contra la humanidad es un elemento esencial de la reparación que todavía se debe  a las victimas y para poner fin a la impunidad por crímenes cometidos en el  pasado. 
 Amnistía Internacional exige que todas aquellas  personas que se presume son responsables de crímenes de derecho internacional  sean sujetas con celeridad a una investigación rigurosa, imparcial e  independiente. Si hay suficientes pruebas admisibles deben ser procesadas en un  juicio justo y si son culpables deben ser sentenciadas en virtud de leyes que  contengan penas que reflejen la gravedad del crimen. Amnistía Internacional  rechaza que se otorguen amnistías que obstaculicen la investigación y condena  por crímenes contra la humanidad. Es por esta razón que la organización ha  insistido en muchas ocasiones en la necesidad de derogar la Ley de Amnistía  (Decreto Ley 2.191) que aún se encuentra en vigor. 
 Amnistía Internacional considera que una  liberación poco después de una condena o tras haber cumplido sólo una parte  mínima de la sentencia podría socavar el principio de imponer una pena que  refleje la gravedad del crimen. Por otro lado, la organización señala que  cualquier liberación antes de cumplir la sentencia no puede ser vista como la  negación de la condena o como una reducción de la responsabilidad criminal por  la acción cometida. Tal y como han apuntado decisiones de varias cortes,  cualquier propuesta que anule o declare sin efecto una condena tras una  investigación y un proceso judicial justo es contrario al derecho internacional.  
 En relación con la propuesta de reducir la  sentencia de prisión o de otorgar la libertad condicional, es esencial que se  garantice que la decisión se aplique caso por caso. Sería inaceptable una orden  general de liberación sin tener en cuenta criterios como la proporción de la  sentencia cumplida y la gravedad del crimen. Al respecto, sería imposible  justificar las razones detrás de una liberación si se concede un indulto masivo  que ignora las particularidades de cada caso. 
 Amnistía Internacional toma nota del hecho de  que la propuesta de indulto no impone ningún requerimiento a la persona para que  revele la verdad a las víctimas y a la sociedad en general una vez en libertad.  El gobierno tiene la obligación de garantizar que todos aquellos que cumplen  sentencias por estos crímenes proporcionan la verdad sobre lo que les ocurrió a  las víctimas. 
 Amnistía Internacional insiste en el hecho de  que cualquier indulto otorgado no debe permitir que se ponga en peligro el  proceso de proporcionar reparación integral para las víctimas. Las víctimas de  violaciones de derechos humanos tienen el derecho en virtud del derecho  internacional y estándares internacionales a estas reparaciones, incluyendo la  restitución, rehabilitación, compensación, satisfacción y garantías de no  repetición. La falta de medidas para garantizar que aquellos que son  responsables para ello proporcionan dichas reparaciones es indefendible. 
 Además, Amnistía Internacional considera que  otorgar indultos como respuesta a las condiciones inaceptables de reclusión  sería una solución inadecuada a un problema que requiere de políticas públicas  que garanticen que las condiciones carcelarias cumplen con los estándares  requeridos por el derecho internacional y estándares de los derechos humanos.  
 La propuesta de la Iglesia -presentada al  Presidente Piñera cinco meses después de que tomara posesión del cargo- requiere  del Presidente que demuestre su compromiso de abordar el pasado oscuro de su  país a través de sus decisiones y acciones. Amnistía Internacional considera que  Chile debería celebrar su Bicentenario demostrando su compromiso para  proporcionar verdad, justicia y reparación para todas las victimas y recordando  la deuda pendiente con todas las víctimas de los crímenes contra la humanidad  que ocurrieron durante el gobierno militar. Para que este hito se consiga es  esencial garantizar que todos aquellos que son responsables de estos crímenes  comparezcan ante la justicia, que se establezca la verdad sobre lo que ocurrió a  sus víctimas y que las víctimas reciben una reparación integral. Otorgar  indultos a cualquier persona sobre la que se ha probado que ha participado en  violaciones de derechos humanos en el pasado no debe socavar el espíritu de la  lucha contra la impunidad.
 Difusión: Soberanía Popular
   
 
 
 




 
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