MÉXICO, D.F., 21 de julio (apro).- Después de Ciudad Juárez, Monterrey es quizá la ciudad donde el narcotráfico ha demostrado tener más poder, tanto que ha rebasado a las autoridades locales y federales, incluido el Ejército, lo cual resulta altamente preocupante porque se trata de la segunda ciudad más importante del país.
La madrugada del pasado lunes 19 será recordada por los habitantes de la colonia Las Brisas como una de las más angustiantes en mucho tiempo. Durante una hora seguida, los habitantes de esa zona escucharon en la oscuridad ráfagas de disparos y el tronido de explosiones por las granadas lanzadas por narcotraficantes que se enfrentaron a policías municipales en las calles de ese barrio ubicado al sur de la ciudad.
Fuera de control, las autoridades no llegaron, los grupos de criminales bloquearon con autobuses y autos las vías de acceso y las calles de la colonia fueron una zona de guerra. Cuando el sol salió se pudo observar el saldo del enfrentamiento: un muerto, cientos de casquillos de armas de alto poder en el suelo, una casa totalmente acribillada y ningún policía o soldado a la vista.
La ciudad de Monterrey amanecía a la merced del crimen organizado.
En otros tiempos, esta ciudad y sus habitantes, principalmente lo empresarios que llegaron a formar el club privilegiado de los “nobles” estaban tan orgullosos de ella, tanto que la soberbia les hizo cambiar su gentilicio por el de “regios” antes que regimontanos.
La Sultana del Norte, el Coloso del Noroeste, entre otros nombres, le pusieron sus propios habitantes, principalmente sus empresarios haciendo notar la diferencia que había entre ellos y las demás ciudades del país.
No era para menos, con esfuerzo y trabajo, hicieron de la capital de Nuevo León la ciudad con la mejor economía del país, la segunda conurbación más desarrollada de México y de San Pedro Garza García uno de los municipios más desarrollados de América Latina.
Además, en el año 2010 Monterrey fue clasificado en el lugar 98 a nivel mundial en calidad de vida, de acuerdo a Mercer Consulting, siendo el primer lugar en el país.
Los regios, pues, estaban orgullosos de distinguirse por tener a los grupos industriales y financieros más importantes del país y reconocimiento internacional: FEMSA, CEMEX, Axtel, Grupo Alfa, Vitro, Cervecería Cuauhtémoc Moctezuma, Banorte, Maseca, Protexa, Selther, Gamesa Galletera, Barrilitos, Del Valle, Organización Soriana, Grupo Allen, British American Tobacco, Grupo FAMSA, IMSA, Cydsa, Fondo, Valores y Empeños, Industrias Monterrey, Televisa Monterrey, Azteca Noreste, Grupo Multimedios, TV Azteca Noreste y Grupo Salinas y HOME Interiors de México, Siemens, VDS (Veinte Desing Studio).
Pero en los últimos años ese reconocimiento y orgullo ha sido lastimado y vilipendiado por el narcotráfico.
Monterrey es la ciudad donde el crimen organizado ha mostrado mayor poder y no me refiero a la violencia, porque en eso Ciudad Juárez y otras de Tamaulipas, no tiene comparación, sino a las acciones orquestadas que implican una profunda incidencia social.
Fue aquí donde se dieron las primeras manifestaciones sociales fomentadas y constituidas por el narcotráfico para pedir el retiro del Ejército de las calles. Las narco-manifestaciones estaban encabezadas por jóvenes embozados que tomaron las principales avenidas, los cuales tiempo después se supo estuvieron financiadas por el crimen organizado.
Después se dieron manifestaciones similares en ocho ciudades distintas del país exigiendo exactamente lo mismo, lo cual nos habla de una estrategia social bien pensada y de la infiltración del narco en la sociedad regia donde tendría una base social.
Pero el poder del narcotráfico no se queda ahí. Monterrey es, lamentablemente, la primera ciudad en el mundo donde se dan los “narcobloqueos”.
No hay registro de que el crimen organizado pudiera tomar calles, avenidas, vías rápidas y las principales arterias de comunicación de una ciudad, sin la oposición de la policía o el ejército.
Los “narcobloqueos” es una expresión más acabada de la organización de narcotráfico apostado en Monterrey, una muestra de su poderío y, al mismo tiempo, la demostración más clara de la ausencia de autoridades que están descontroladas y rebasadas en varias zonas del país.
Esta acción no tiene paralelo en ningún lado. Perfectamente ordenados hombres armados aparecen a plena luz del día en las avenidas más importantes y con pistola en mano obligan a los conductores de autos, camiones y autobuses a cruzarse a lo ancho de la vía. Luego les quitan las llaves y se las llevan. Cuando las autoridades acuden lo hacen sin poder hacer algo. Mientras tanto, las bandas del crimen organizado actúan impunemente como lo hicieron en la colonia Las Brisas el lunes pasado.
La metrópoli regia también a sido blanco de explosivos como los lanzados contra la estación de Televisa y TV Azteca. La faceta de urbe próspera y tranquila, que la hizo ser una de las más atractivas para vivir e invertir, ha cambiado: Hoy es insegura, violenta e incierta.
Monterrey, sin embargo, sigue siendo una de las principales ciudades de México y América Latina. Su poder económico es muy importante para el país. Es por ello que preocupa la violencia incontrolable a la que esta sometida por el narcotráfico porque esta misma podría trasladarse a otras ciudades como el Distrito Federal.
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