ALLA NOS VEMOS MONSEÑOR, LLEVESE LAS SODAS.
El buen Norberto Rivera, arzobispo primado y cardenal, ha amenazado con excomulgar a los diputados que voten a favor de la despenalización del aborto en el Distrito Federal. Esta es una amenaza terrible, pues quienes sean excomulgados tendrán impedido el pase a la vida eterna. (“pobre del pobre que al cielo no va, se jode aquí, se jode allá”).
Algunos jerarcas de la iglesia han actuado con desesperación injustificada en el tema de la despenalización del aborto. La verdad es que para la discusión de ese tema lo que sobra es tiempo. Esta discusión en realidad puede ser eterna, sin exagerar.
Seguramente Dios no está muy contento ni con los pederastas ni con quienes los han protegido. Eso de andarse metiendo con niños es como para provocar la furia divina. Por eso es que, no pocos príncipes de la iglesia, tienen bien ganado un lugar de privilegio en el llameante infierno.
Por otro lado, quienes estamos a favor de que el aborto sea despenalizado, en virtud de que no contaremos con el obligado salvoconducto de la iglesia, para presentarnos a tocar la puerta custodiada por San Pedro, no tenemos otro destino que las llamas eternas. Pues bien, que así sea.
Así que, monseñor, no acaloremos antes de tiempo la discusión sobre este apasionado tema. Créame, tiempo tenemos. Allá nos vemos, don Norberto; allá nos vemos, padre Aguilar; allá nos vemos, padre Maciel. Se sentirán acompañados, solo en Estados Unidos hay 5000 (sí, cinco mil) curas acusados de pederastas, uno de ellos enviado y protegido por monseñor Rivera.
Martín Vélez
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