Pedro Echeverría V.
1. El incremento de 4 por ciento al salario mínimo alcanza 2 pesos con 2 centavos al día. Diputados del Frente Amplio Progresista rechazaron por “indigno” el anuncio de las autoridades de la Secretaría del Trabajo. El funcionario dijo que el incremento a los salarios mínimos será acorde con la inflación esperada para 2008, que la sitúa en 3.8 por ciento anual. Los 2 pesos en promedio que el funcionario anunció no alcanzarán ni para comprar un pan dulce. Según el INEGI, 5 millones 273 mil trabajadores perciben hasta un salario mínimo de 50 pesos diarios y 8 millones 660 mil ganan de uno a dos diarios. Es decir, 13 millones 933 mil personas, que representan 32.5 por ciento del total de la población económicamente activa en México, sobreviven con un régimen salarial de subsistencia. De acuerdo con la Facultad de Economía de la UNAM, el costo de la canasta básica alimentaria recomendable asciende a 100 pesos con 69 centavos.
2. La ley de creación del “salario mínimo” promulgada en 1931 fue muy justa en aquel momento en que los trabajadores del país sufrían la gran crisis económica mundial del 29. “El salario mínimo, según la ley en su artículo 90, es la cantidad menor que debe recibir en efectivo el trabajador en una jornada de trabajo. Deberá ser suficiente para satisfacer las necesidades normales de un jefe de familia en el orden material, social y cultural y para proveer de educación obligatoria a sus hijos”. Con ese minisalario se supone que se podría adquirir la canasta básica de alimentación y debería sobrar dinero para artículos que no contenía la canasta, para necesidades sociales y culturales, así como para la educación de los hijos. Hoy el salario mínimo es de 50 pesos (dólar 11 pesos); ni dos salarios mínimos alcanzan para la canasta básica, menos para las “necesidades normales en los material, social y cultural”.
3. ¿Que cuántos trabajadores son formales e informales? Hay que decir que en México se registra un altísimo desempleo; que el 40 por ciento de los ingresos vienen del trabajo informal sin prestaciones como aguinaldo, servicio médico, vacaciones o jubilación. Los que tienen trabajo formal, que podría ser el 60 por ciento de la PEA sus salarios son de menos de un mínimo, del mínimo y un porcentaje de mínimo y medio. Promedio general: 50 pesos diarios (4.5 dólares) que sólo alcanzan para media canasta básica calculada en 100 pesos. Pero claro hay un pequeño sector de trabajadores que en estas condiciones podrían ser trabajadores privilegiados con cinco a diez salarios mínimos y funcionarios de gobierno que van de 200 a 300 salarios mínimos. Estos últimos son los que forman la comisión de salarios mínimos integrada por representantes patronales, representante de sindicatos charros y representantes del gobierno. Los tres sectores logran unanimidad.
4. ¿Para qué alcanzan los 50 pesos? Para un kilo de tortillas de maíz (10 pesos), un kilo de arroz (10 pesos), un kilo de frijol (10 pesos) y 4 viajes de autobús dentro de la ciudad de Mérida (20 pesos) ¿De dónde saldrá el dinero para carne, gas doméstico (más de 300 pesos al mes), para el agua potable (30 mensuales), la luz (100), los condimentos, el jabón, los vestidos, la renta? El salario mínimo para que viva una familia de cinco miembros tiene que ser de 150 pesos al día (mínimo). ¿Qué deberá hacer un trabajador de salario mínimo para comprar una casa en zona proletaria de 300 mil pesos o un coche usado por diez años de 20 mil pesos, mas gasolina y reparaciones, para evitar pagar transporte colectivo carísimo e incómodo? Pero los empresarios dicen que no pueden pagar más y que se puede vivir bien con 50 pesos; el gobierno por su parte dice que hay que evitar la inflación. ¿Y los trabajadores? Mentando madres, pero de ahí no pasan.
5. ¿Podrán comer un día a la quincena carne de cerdo, res (de 50 pesos el kilo), pescado y frutas, verduras, pastas, azúcar y pastel? En México sólo el 50 por ciento de los niños que ingresan a la primaria la terminan y los otros 50 por ciento dejan la escuela por el desempleo o salarios miserables de sus padres, por no tener para desayunar, por verse obligados los niños a ayudar en el hogar, por no tener no tener ropa o cuadernos para la escuela, por no tener dinero para el transporte, por no comprender los códigos escolares, porque sus padres están fuera del hogar buscando ingresos, por ocupar los primeros lugares en desnutrición, etcétera, etcétera. ¿Por qué las autoridades dicen “no entender” las causas de que México ocupe los últimos lugares mundiales en educación cuando tenemos a la vista las causas? Los que gobiernan y han tenido la dirección del país no están desnutridos pero parecen padecer, por no comprender, grados de imbecilidad.
6. A gobierno, empresarios, políticos, medios de información, les importa un bledo que el 70 por ciento de la población viva en la pobreza y un 40 por ciento se mantenga en la miseria; no les importa la enorme desnutrición que existe en México, la profundización del retrazo escolar y el derrumbe de los servicios públicos de salud. Piensan ellos, como privilegiados, que son simples problemas añejos y naturales de subdesarrollo de algunas regiones del país. En vez de ubicar correctamente (donde más se necesita) las inversiones presupuestales, como agrandarlas en educación, salud, creación de empleos, asistencia social y un salario mínimo que alcance para la familia, de manera irresponsable los gobiernos usan el presupuesto para gastos corrientes y pago de salarios estratosféricos a funcionarios y políticos de los tres poderes: Ejecutivo, Legislativo y Judicial, así como a partidos y funcionarios electorales. ¿Están provocando al pueblo?
7. ¿Qué caso tiene entonces que en lugar de dos pesos de aumento al salario mínimo hubiera sido de 5 pesos, cuando se debe luchar por el triple, es decir, por 150 pesos diarios de salario mínimo? Esa sería una demanda realista porque buscaría que el salario mínimo sea constitucional, que además de que alcance para comprar la canasta de básica de 100 pesos para alimentarse, habría para dar educación obligatoria a los hijos y pagar gas, agua, luz y para comprar ropa y calzado. Pero los empresarios, acostumbrados a obtener ganancias multimillonarias, se irían a otros países con trabajo esclavo y los inversionistas extranjeros retirarían sus capitales. Por ello hay que decir que el salario mínimo nunca será justo ni constitucional porque en el sistema capitalista la máxima ganancia para los inversionistas es determinante. Para un sistema justo, equitativo o igualitario se necesita una transformación profunda que ponga de pie lo que está de cabeza, el mundo.
pedroe@cablered.net.mx
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