Mayo, otro mes harto celebracional en nuestro calendario. Razones todas para celebrar al trabajador, al trabajador de la construcción –de peones a arquitectos-, a la continuada aunque temporal independencia de México ante los invasores franceses de quienes finalmente recibimos un emperador socialista, y luego entonces fuimos un imperio, hasta que la paciente resistencia civil y militar del zapoteca más ilustre restituyó la República. Y claro el día del magisterio; a los abnegados y sufridos maestras y maestros se les dedica un día, cinco días después del fenómeno social del día de las madres. Algo así como lo que sobre del banquete materno. 1, 3, 5 10, 15 de mayo dedicados en el calendario a celebrar.
¿Qué haríamos en México sin estos días dedicados a celebrar? Tal vez los patrones tuvieran que pagar a sus trabajadores sueldos que les alcancen para cubrir cuando menos la canasta básica, la renta y los servicios. Tal vez los albañiles pudieran alcanzar servicios médicos, jubilaciones por riesgos del trabajo y claro canasta básica, renta y servicios. Tal vez si fuéramos dueños de nuestro petróleo y las grandes empresas empezaran a pagar su ISR (Impuesto sobre la Renta es decir sobre las ganancias, impuesto del que pagan $74 pesos en promedio al año según la Auditoría Superior de la Federación), tal vez pudiéramos ser más independientes y prósperos. Tal vez si hubiera paz y armonía intrafamiliar del marido a la madre y de esta a sus hijos….Tal vez si el sistema educativo de México nos diera promedios de verdadera educación (42% de chilenos mayores de 25 años terminaron Prepa; en México sólo el 6%)
¡YA BASTA! dice El Gris Mayor y ordena a la cosmetóloga a cargo de la educación a arreglar las cosas en un mes ¡YA BASTA! y pretende terminar con el narco a base de sacar a los militares de sus cuarteles, decenas de miles de los cuales ya desertaron o trabajan para el mismísimo grupo al que combatieron y la violencia se adueña de las calles. ¡YA BASTA! y pretende compartir la renta petrolera, las altísimas ganancias del petróleo, con transnacionales ávidas de imbéciles que se dejen. He opened a can of warms, abrió una lata de lombrices, dice el refrán anglo y ahora no sabe que hacer con la podredumbre en sus manos.
Arq. Eduardo Bistráin
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