jueves, octubre 09, 2008

Exigen castigar a los autores intelectuales de la matanza de campesinos en Chinkultic

Temen que las investigaciones se limiten a los policías que “sólo obedecían órdenes”

Á. Mariscal y E. Henríquez

Tuxtla Gutiérrez, Chis., 8 de octubre. Esposas e hijos de los policías detenidos por su presunta participación en los hechos de Chinkultic realizaron una manifestación frente al edificio de gobierno de esta capital para exigir un juicio justo y una investigación que abarque a los mandos policiacos.

Sostuvieron que los uniformados se limitaron a obedecer órdenes superiores y ahora los utilizan como “chivos expiatorios”. Actualmente unos 80 policías permanecen en calidad de presentados ante el Ministerio Público y seis más fueron consignados ante el juez y remitidos al penal El Amate.

“Lo que venimos a pedir es justicia porque ahora la mano se la están cargando sólo a ellos (los policías presos). Estaban en cumplimiento de su deber, bajo órdenes de sus superiores”, señaló la señora María del José Corzo, hermana de Amílcar Corzo, uno de los policías acusado de disparar contra los campesinos.

Hijos, esposas, y otros familiares y amigos acudieron a las oficinas generales del gobierno del estado, porque dijeron que desde que ocurrieron los hechos, el pasado 3 de octubre, no se les ha permitido ver a los detenidos.

“Sólo le dejaron pasar a ver a su esposo a una señora y como le dijo que lo estaban torturando para que confesara, nos fuimos a la Comisión de Derechos Humanos para que llegaran a verlos, entonces ya no nos dejaron pasar a las demás”, explicó Rosario Díaz, otra de las cónyuges.

Las señoras explicaron que a sus esposos les pagan 5 mil pesos mensuales y en la mayoría de los casos son el único sostén de sus familias.

El Ministerio de Justicia del estado dio a conocer que liberó bajo reservas de ley a 264 policías estatales que permanecían detenidos por los hechos ocurridos en el municipio de La Trinitaria, en virtud de que hasta el momento no se han acreditado elementos para fincarles alguna responsabilidad por los disparos efectuados en la comunidad de Hidalgo.

Quedaron en calidad de arraigados otros 73 uniformados a quienes se les investiga para deslindar responsabilidades en la muerte de dos personas que fallecieron a consecuencia de los disparos que recibieron durante la trifulca, así como de las lesiones que sufrieron seis pobladores.

El ministerio señaló que esta investigación es paralela a la de la ejecución de 4 campesinos que presuntamente fueron acribillados horas después del enfrentamiento, situación por la que ya fueron consignados y remitidos al penal seis policías estatales preventivos.

En el ejido Miguel Hidalgo, los testimonios sobre la matanza siguen fluyendo. Óscar Espinosa, padre de Eloísa Espinosa Morales, esposa de Agustín Alfaro Calvo, el chofer que trasladaba a dos heridos y fue asesinado por policías en un retén, señaló que seguramente a su hija no la mataron porque cargaba a su pequeño de tres años.

“Lo importante es que ella quedó como testigo para que estos (los policías) no se burlen. Lo que pasa, pasa, pero lo que yo no quiero es que a otras personas les hagan lo mismo con esas gentes (los policías)”, apuntó.

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