Es increíble la facilidad que tienen algunos intelectuales para sacarle al parche y darle la vuelta al asunto. La propuesta de un conteo o parcial no es satisfactoria pues es obvio que solo serviría para aumentar la incertidumbre. De muestras estadísticas ya estamos cansados. Hartos de que utilicen sus muestreos, encuestas y conteos rápidos para decirnos como pensamos los mexicanos. No les creemos nada.
La propuesta de voto por voto, casilla por casilla es una propuesta para contar TODOS los votos de la elección, de esta forma NINGUN voto sería excluído y reduce al mínimo los rumores y la manipulación de los datos. ¿Es tan difícil pedir que mi voto (el de mi madre, hermana, vecino, primo y desconocido) se vuelva a contar bajo un sistema total de certeza satisfactoria? ¿En una muestra aleatoria de a cuánto será el márgen de error esta vez?
Uno de sus argumentos es que el costo de un conteo parcial aleatorio se reduce. Algunas preguntas me vienen a la cabeza, ¿Ya se hizo un presupuesto? ¿No tenemos ya un personal contratado en los Distritos Electorales que cobra mes a mes? ¿Sera muy difícil evitar que Ugalde se suba el sueldo otra vez para hacer el conteo? ¿Cuánto nos ha costado ya el proceso en el que se llenó las arcas de las televisoras? ¿Podremos destinarl algunos pesos al verdadero proceso electoral en vez de la fabricación mediática de productos chatarras fascistas? ¿Cuánto vale la democracia?
Pareciera que todos los que dicen que es imposible contar los votos se debe a que les da güeva cuando estoy seguro que no van a mover ni un dedo. ¿Pero saben qué? Manos sobran. Si los dividimos entre las personas que marchamos el domingo nos toca como a veinte por cabeza. A mi me daría un orgullo tremendo formar parte de ese recuento para transparentar con honestidad la voluntad de todos y llegar a la verdad. Es más, si fuera necesario me apunto como voluntario para contar los 41 millones de votos yo sólo de frente a los magistrados, voto por voto, casilla por casilla, unas diez veces para no errarle. (Necesitaría solo una torta de tocino con queso y un agua de limón diaria).
Y el otro argumento es el del debilitamiento del IFE como institución. El desprestigio del IFE es únicamente el de sus consejeros que con su faccioso proceder deslegitimaron el PREP y el computo distrital y de ninguna manera el trabajo de los ciudadanos el día de la elección. El IFE, y cualquier otra institución, no es como la idea que nos venden de la selección nacional de futbol que cuando pierde perdemos todos. Si el recuento demuestra que hicieron fraude a partir de una variación del resultado que hoy defienden a capa y a espada, la única forma de fortalecer al IFE es refundiendo a Ugalde y a sus secuaces en la cárcel por muchos años y que esto sirva como ejemplo a los sucesores consejeros y también a los partidos para que no vuelvan a excluir en sus nombramientos al resto de los partidos y buscar en el futuro que la conformación del Consejo del IFE sea plural y ciudadana y evitar que vuelva a ser una pandilla de delincuentes lidereada por el compadre del candidato que gana la elección. Antes se llamaba Comisión Federal Electoral (CFE) y no la extrañamos. Propongo que el nuevo se llama VIFE. Verdadero Instituto Federal Electoral y hacerl todos cambios que requiera para evitar una elección como la que estamos teniendo. Seguir con la idea de mantener la institución a güevo es un resabio de nuestro pasado nacional príista.
Hasta ahora, y es básicamente el enorme problema que tiene Calderón en sus manos nada limpias, no hay un solo argumento con un mínimo de sentido común en contra del recuento y estoy casi seguro de que va a ser imposible encontrar una solución mágica que no se nos haya ocurrido y eso es debido a que la única forma de contar es contar bien.
Como dice Obrador ¿Es mucho pedir que haya transparencia?