No se pierdan esto por favor:
http://es.youtube.com/watch?v=GJTTMw7xZaw
Tenemos que cambiarlo a como dé lugar.
jueves, octubre 04, 2007
Boletín Informativo ISA núm 214
LÓPEZ OBRADOR RESPONDE A LAS CRÍTICAS DEL DIRIGENTE ZAPATISTA: “MARCOS ES UN LUCHADOR SOCIAL QUE HA CONTRIBUIDO AL MOVIMIENTO POR LA DEMOCRACIA”
Durante el primer día de su quinta gira por el estado de Puebla y al conceder una entrevista a los medios de comunicación, Andrés Manuel López Obrador, presidente legítimo de México, sostuvo que “el presidente usurpador enfrenta un grave problema de conciencia porque no tiene ninguna consideración con la gente. El robo de la Presidencia de la República le provocó a Felipe Calderón una borrachera y a partir del 2 de julio de 2006 vive una cruda”, afirmó.
Al detallar su dicho, López Obrador señaló que “desde hace 10 meses que usurpó la Presidencia de la República, Calderón se ha dedicado a aumentar los precios de la tortilla, el pan, pasando por el gas, la luz, la leche, el huevo, la carne de res, el pollo y otros productos de consumo básico. Es muy triste lo que pasa en el país, es un gobierno usurpador que no tiene ninguna consideración con los mexicanos, principalmente con aquellos que viven en condiciones de pobreza”, destacó.
Al abundar sobre el tema de la escalada de precios constante que se ha vivido desde el 1 de diciembre pasado, el presidente legítimo de México recordó que el gobierno ilegítimo “ha aumentado en 35 por ciento los precios de la canasta básica, mientras que sólo incrementó 4 por ciento el salario mínimo. Ahora, el presidente usurpador tiene la intención de aplicar para enero un aumento de 5.5 por ciento a los precios del petróleo y el diesel, sin embargo los mexicanos no permitiremos el aumento ni para octubre, ni para enero”, adelantó.
López Obrador sostuvo que es posible evitar el incremento de precios a los dos combustibles si se bajan los salarios a la alta burocracia panista y se retiran las pensiones a los ex presidentes, “como la chachalaca ladrona de Vicente Fox o a Carlos Salinas”.
Al solicitarle su opinión sobre las críticas expresadas por el subcomandante Marcos hacia su persona, manifestó que su sentir hacia el luchador social se encuentra plasmado en las páginas del libro de su autoría La mafia nos robó la Presidencia.
Cabe recordar textual la cita a la que López Obrador hace referencia sobre el dirigente zapatista: “Siempre me ha parecido un hombre inteligente; aunque no comparto del todo su visión política. Por ejemplo, pienso que se equivocó en sus apreciaciones sobre el proceso electoral de 2006. Nunca he respondido a sus ataques y críticas ni lo voy a hacer, pero ha hecho juicios sin sustento con relación a mi persona. En plena campaña electoral llegó a decir que yo era ‘el huevo de la serpiente que anida en el gobierno de la Ciudad de México? Y a insinuar que fomentaba el narcotráfico. Barbaridad y media. Señalamientos que nada tienen que ver con mi vida. No tengo nada de que avergonzarme y siempre he actuado de manera congruente. Eso sí, todas sus declaraciones fueron ampliamente utilizadas y difundidas por nuestros adversarios. Nunca voy a polemizar con él porque no lo considero mi adversario, mucho menos mi enemigo. Creo que es un luchador social que ha contribuido al movimiento por la democracia, a lo mejor sin proponérselo o sin que ése sea su propósito principal, porque no parece estar muy de acuerdo con la vía electoral” (página 65 del citado libro).
Regresando a la información sobre las actividades del presidente legítimo de México por tierras poblanas, en Xicotlán y Acaxtlahuacán de Albino Zertuche, López Obrador denunció que el gobierno calderonista pretende vender la empresa Aeroméxico a dos postores que apoyaron el fraude electoral del 2006: el ex presidente del Consejo Coordinador Empresarial, José Luis Barraza, y el ex presidente del Consejo de Hombres de Negocios y actual dueño de Mexicana, Gastón Azcárraga.
En Axutla, invitó a los poblanos a formar parte de la red de representantes del gobierno legítimo, para defender al pueblo y el patrimonio de la Nación, así como a participar en la construcción de la nueva República para cambiar la actual política económica. Comentó que el propósito de los recorridos por los 2 mil 500 municipios del país es para informar de manera directa a la gente sobre el movimiento de transformación del país.
En Chila de la Sal, Andrés Manuel López Obrador invitó a los poblanos a asistir el próximo 18 de noviembre, a las 11 de la mañana, a la Asamblea Informativa de la Convención Nacional Democrática, que se llevará a cabo en el Zócalo de la Ciudad de México. Detalló que en la asamblea se tratarán dos temas: la carestía de la vida y la pretensión que tiene Felipe Calderón y el gobierno ilegítimo de vender Pemex a manos extranjeras.
Mencionó también que el próximo 4 de noviembre, a las cuatro de la tarde, se reunirá con los poblanos en la plaza principal de la ciudad de Puebla, para rendir un informe sobre la situación que prevalece en la entidad y en específico sobre el caso del “gober precioso”. Como adelanto de lo anterior, cabe destacar que la mayoría de los habitantes de los municipios de Xicotlán, Chila de la Sal y Axula tienen a sus familiares trabajando en Estados Unidos debido a que no hay empleos en esta comunidad. Asimismo, en el traslado de Chila de la Sal y Xicotlán, López Obrador recorrió caminos de terracería en muy mal estado, debido a que las autoridades estatales en vez de hacer obras públicas y reparar las vías de comunicación, gastan el presupuesto en publicidad.
¿Qué es el poder popular?
Barrio 23 de Enero en Caracas: un ejempo concreto
Marcelo Colussi
Argenpress
Si algo define al socialismo son dos cosas: 1) la propiedad social de los medios de producción y 2) el poder popular.
En cada una de las todavía pocas experiencias socialistas que hemos transitado hasta el momento entre el siglo pasado y comienzos del presente, estos elementos –con sus respectivas particularidades– han estado puestos siempre como puntos prioritarios en la agenda de la construcción de las nuevas sociedades. No otra cosa podría ser en Venezuela también, donde se está edificando un nuevo modelo: el socialismo del siglo XXI.
¿Qué es exactamente el poder popular? Es el poder que emana del pueblo, pero no esa delegación simbólica, aguada y desabrida, de la democracia representativa, donde cada cierto período se cumple con el rito de elegir a supuestos representantes de la voluntad popular. No, en absoluto. El poder popular es el ejercicio efectivo, a través de la organización y la participación real, de la amplia mayoría de un pueblo en la decisión de los asuntos básicos que le conciernen. El poder popular es más, infinitamente más que la atención de los problemas puntuales de una comunidad acotada, el alumbrado público o el adoquinado de un barrio, la resolución de un problema específico del transporte colectivo de un sector urbano, o la instalación del agua potable o la edificación de una escuela en una comunidad rural. El poder popular es la democracia real, directa, efectiva, participativa del pueblo soberano, no sólo para atender problemas prácticos puntuales sino para definir y controlar la implementación de políticas macro a nivel nacional, e incluso internacional.
No es fácil su puesta en marcha, y las pocas experiencias habidas hasta ahora (los soviets en la Rusia bolchevique, los consejos obreros y campesinos chinos, los Comités de Defensa de la Revolución cubanos, etc.) muestran que implica un camino largo, complejo, no exento de dificultades. Pero así se hace el socialismo, hacia una sociedad nueva, libre de explotación, plena de justicia. Y en la República Bolivariana de Venezuela eso mismo está sucediendo hoy.
La parroquia “23 de Enero”, en la zona oeste de la capital, Caracas, por detrás del palacio presidencial de Miraflores, con una población de 82.000 habitantes, es un sector de la ciudad con una ya larga trayectoria de organización y lucha popular. Ahí, antes que la actual Revolución Bolivariana tomara cuerpo, los fermentos de poder popular ya eran un hecho. Tal como dice Susana Rodríguez, una lidereza histórica del sector: “El “23 de Enero” es un referente histórico como bandera de lucha, como símbolo de la organización de la comunidad. Pero esto fue combatido desde siempre por la derecha, por los grupos de poder que siempre han querido silenciarnos. Por años todo el barrio estuvo ganado en muy buena medida por los narcos. ¿Por qué se instala todo el negocio de los narcos en el 23 de Enero? Eso no fue casual; hay toda una intencionalidad política en la cuestión. Llega para adormecer, para parar toda esa organización que es ya emblemática dentro del barrio, y de la ciudad, y sin dudas del país. La policía perseguía a la comunidad organizada en vez de dedicarse a perseguir a los delincuentes ligados al narcotráfico. Y hasta podría decirse que hay ahí una cierta complicidad. Si bien es muy difícil demostrarlo en forma fehaciente, todo lleva a pensar que el narco entró al barrio para quebrar la lucha popular, la organización. Alguien le dio la luz verde para que entrara”. Pero justamente la organización de base, el verdadero poder popular que aquí siempre se constituyó, logró vencer esa provocación. “El 23 de Enero va a seguir siendo siempre un emblema de lucha popular. Los medios de comunicación de la oposición siempre continuarán viéndonos con un cristal: siempre seguirán viendo al barrio como una mirada mezquina. Lo entendemos, porque ahí hay un odio de clase, y el 23 de Enero constituye un emblema dentro de los sectores populares de a quién tienen que odiar más, por ser los más contestatarios. Eso, por supuesto, nos enorgullece, nos honra. ¿Por qué? Pues porque somos un bastión de respuesta. Por ese motivo los medios siempre seguirán con esa forma de vernos. Pero los que estamos desde este lado sabemos muy bien qué queremos y a qué aspiramos, por eso no nos preocupan esos estereotipos. Nos interesa, por el contrario, llevar a cabo un buen trabajo de base en la organización barrial”, agrega otro líder histórico del sector, Alex Mena.
Hoy el tema del poder popular está puesto sobre el tapete a partir de la propuesta de reforma constitucional introducida por el ciudadano presidente Hugo Chávez. A partir de esas reformas, el poder popular va cobrando cada vez más importancia en la dinámica social que se está estableciendo en Venezuela como soporte fundamental de la nueva sociedad y el nuevo Estado socialistas hacia los que se apunta. La experiencia de poder popular gestada desde años atrás en el 23 de Enero (parroquia a la que también pertenece el propio presidente y donde se ubica el batallón donde está inscripto como aspirante al Partido Socialista Unido de Venezuela) es un elemento que no puede dejarse de tener muy en cuenta para avanzar en este tema del poder popular.
Argenpress dialogó directamente con habitantes de esta parroquia acerca de estos temas buscando ahondar en su comprensión. Su corresponsal en Venezuela, Marcelo Colussi, entrevistó a cuatro miembros del barrio: Carmen Reyes, Yadira Rodríguez, Juan García y Jimmy Durán, vecinos de todas sus vidas del sector, e igualmente todos aspirantes a militantes del Partido Socialista Unido de Venezuela.
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Argenpress: Hablemos un poco de la historia del sector. ¿Por qué este barrio es un bastión tradicional de organización y lucha popular?
Jimmy Durán: Los antecedentes de todo este proceso de organización popular de nuestro barrio se remontan a antes del año 1958. En aquel entonces hacían vida política aquí dos partidos: Acción Democrática (socialdemócratas) y el Comité de Organización Política Electoral Independiente –COPEI– (socialcristianos). Y por ese entonces la figura represiva era llamada Seguridad Nacional, que manejaba todos los aspectos represivos desde la dictadura de Marcos Pérez Jiménez, entre 1952 y 1958. Por supuesto se controlaban todas las expresiones de izquierda y popular que surgieran. La población comenzó a levantarse contra la figura del dictador, a quien se le decía un “dictador blando”. El se consideraba un nacionalista. Por aquellos años la política dedicada por Estados Unidos para toda el área latinoamericana eran dictaduras que mantuvieran bajo control las protestas sociales. Luego vendrán lo que podría llamarse las “dictatocracias”, una mezcla de dictadura con democracia formal, es decir: dictaduras disfrazadas. Lo que sucede después del 23 de enero de 1958, cuando cae la dictadura de Pérez Jiménez, es un cambio de hombre por hombre, simplemente. No hubo ahí ninguna transformación sustancial. El país quedó endeudado, dado que la mayoría de las grandes obras de infraestructura que emprendió la dictadura fueron hechas por empresas transnacionales. Esta parroquia, lo que ahora se llama “23 de Enero”, se denominaba por aquel entonces “2 de Diciembre”, y en los monobloques vivían únicamente los marines norteamericanos. Todos estos edificios eran viviendas para militares, solamente. Cuando Pérez Jiménez es derrocado y huye del país, el nuevo gobierno que se instala fomenta la inmigración desde el campo hacia la ciudad. Pero comienza a venir una cantidad enorme de población, mucho más de lo previsto, y aquí en Caracas se van dando invasiones de las zonas verdes con construcciones no planificadas. Eso fue dividiendo tajantemente la ciudad entre un sector al Este, con las clases más privilegiadas y sectores de clase media, y el Oeste, con los sectores populares más desposeídos. Es decir: ricos contra pobres. Y para ese entonces lo que había sido el sector de vivienda de los marines, ese barrio “2 de Diciembre”, es tomado por el pueblo y se le cambia el nombre por “23 de Enero”, que es la fecha en que el dictador abandona el poder. Es decir que desde siempre este sector, ya con la elección misma de su nombre, es un modelo de lucha, de resistencia popular. Luego, con el cambio de hombre por hombre, todo se fue manejando con esa lógica de la clara diferenciación social: lo ideológico, a través de los medios de comunicación, a través de la educación. Lo económico, con la entrada absoluta de las transnacionales dominando el país a su antojo junto a los grandes empresarios nacionales. Y la represión, por medio de sus organismos de control de la población, como la Policía Metropolitana, la Guardia Nacional, la Policía Política. Todo esto se puede ver en las décadas del 60, 70 y 80, donde la comunidad vive una represión que podríamos decir suave, dado que se vivía esa dictatocracia, esa dictadura disfrazada de democracia. En estos partidos políticos que mencionábamos: Acción Democrática y COPEI, había muchos luchadores de izquierda. Aquellos que no se sintieron identificados con ese cambio de hombre por hombre, tomaron las armas y se fueron a la montaña. Con el presidente Caldera viene la política que llamaron de la pacificación. ¿Pero qué pacificación? Intervinieron las universidades e impusieron un nuevo modelo de educación: educar al hijo del pobre para que obedezca y educar al hijo del rico para que mande. Todo eso va haciendo que varios grupos de la parroquia 23 de Enero comiencen a levantarse con una propuesta de izquierda, en clandestinidad en algunos casos, o abiertamente otros. Había que enfrentar esos gobiernos entreguistas de Acción Democrática y de COPEI que se repartían el poder siempre en beneficio de unos pocos y contra las grandes mayorías; así hasta que se inició el proceso con Hugo Chávez a la cabeza. Pero antes de eso, y de alguna manera preparando las condiciones, en 1989 se dio lo que se conoció con el nombre de “El Caracazo”. Fue una reacción de la población que se inicia por el encarecimiento repentino de la vida, con el aumento del precio de la gasolina básicamente. Antes de eso, en 1984, se había dado una gran devaluación de la moneda que se conoció como Viernes Negro. Ahí las condiciones de vida se van deteriorando, y la comunidad comienza a levantarse. Y estalló en el Caracazo, el cual fue fuertemente reprimido, con una gran cantidad de muertos; hubo saqueo de negocios. La consigna del momento era: “el pueblo tiene hambre / saqueo popular”. Todo eso fue un antecedente del proceso que, años después, comenzaría a gestarse con el presidente Chávez.
Argenpress: ¿Y cómo se organizó el barrio? ¿Cómo se dio esa democracia participativa desde abajo, genuinamente popular?
Carmen Reyes: Yo soy campesina de origen, y cuando cayó Pérez Jiménez, nosotros emigramos a Caracas. Los pobres, los campesinos, los asalariados, habíamos sufrido ya demasiado. En el caso de mi familia teníamos el sufrimiento en nuestras almas desde el mandato del dictador Juan Vicente Gómez, porque en ese entonces la policía del gobierno a mi madre le mató tres hermanos y seis sobrinos. Esa policía era terrible, lo peor del mundo: no se le podía decir absolutamente nada. El que protestaba lo engrillaban y se lo llevaban a trabajar a la Sabana. Y después aparecían los huesos. Por eso ahora, cuando surge este hombre que es Hugo Rafael Chávez, al pueblo se le abrió la esperanza. Todos vimos ahí una oportunidad para el pueblo, de salir adelante, de ir construyendo poco a poco el beneficio en hermandad, donde todos tengamos por igual. Todavía falta trabajar mucho, pero se siente la revolución, está en todas partes: en el cerebro, en el corazón, en el espíritu. Hay gente que aún piensa sólo en cómo se van a beneficiar ellos solos, sin pensar en los demás. Pero ahí vamos, poco a poco, construyendo. No vamos a decir que no hay problemas, que todo está encaminado: pese a que estamos en este proceso de cambio, todavía hay gente que ve cómo pone trabas. Por eso sólo el pueblo, sólo el poder popular es el que podrá sacar adelante al país, a este proceso, para que esto sea un ejemplo para los otros países hermanos que aún viven en la opresión. Ya que esta entrevista la van a ver fuera del país, a todos les digo que tenemos que unirnos, porque de lo que pase en Venezuela dependerá en muy buena medida lo que pase en estos países hermanos. Tenemos que defender y proteger a nuestro líder, porque una revolución sin Chávez, como por ahí algunos andan diciendo, eso no es posible. La revolución es con Chávez porque si no, no hay revolución. Humildemente quiero decir que esta parroquia 23 de Enero es heroica. Y me gustaría que haga saber al mundo a través de esta entrevista que aquí, en Venezuela, estamos viviendo una verdadera democracia. Una revolución no se crea de hoy para mañana, pero unidos todos, vamos a ir para adelante, paso a paso, lento quizá, lento pero sin pausa. Y aunque tome tiempo, lo iremos haciendo: el pueblo unido, trabajando desde abajo –y eso es el verdadero poder popular– seguirá alimentando esta revolución. La revolución no es acercarse a un concejal o a un diputado para ver qué se puede conseguir; no, eso ni es revolución ni es organización popular. Los revolucionarios de verdad estamos con nuestro presidente porque sólo con él tendremos patria, socialismo o muerte. Y seguro que ¡venceremos!
Argenpress: No hay dudas que aquí, en este barrio, hay una tradición de organización desde abajo, de verdadero poder popular, ya desde hace años, antes que el actual proceso político lo propiciara, o que la actual reforma constitucional intente darle un rango de poder de Estado. ¿Cómo se logra todo eso? ¿Cómo se construye ese espíritu de poder popular participativo?
Yadira Rodríguez: En realidad hoy día el proceso político que vive el país ha abierto los espacios, ha posibilitado que se exprese libremente todo ese fervor que en la parroquia ha existido desde siempre. Ahora se abre una gran posibilidad, porque se puede hacer libremente lo que en otros tiempos aquí se hacía casi en clandestinidad. Ahora, con la organización del Partido Socialista Unido de Venezuela –PSUV– se le va a poder dar forma más concreta a todo eso que siempre existió en la parroquia. Aquí hay gente que ha luchado toda su vida desde una posición de izquierda, y hoy día es justo que pueda dar su aporte desde el nuevo partido que se está creando. Y eso va de la mano con la reforma constitucional que ahora está en discusión. Con todo eso vamos hacia la patria socialista. Ahora vemos cómo el poder popular comienza a jugar un papel cada vez más decisivo, más constitutivo. Ahora el poder popular tiene rango constitucional, pasa a ser un poder del Estado. Por eso mismo tenemos que mantener la unidad como pueblo, como parroquia. El poder popular comienza con la formación; por eso, y tal como lo dice el presidente Chávez, nuestra batalla es una batalla de ideas, es la educación, la formación. Aquí, en el 23 de Enero, mucha de la gente que luchó por años por todos estos ideales, ya no está. Pero hay gente joven que retoma esos ideales y continúa con el proyecto que desde tiempo atrás se viene gestando. Por supuesto que en la parroquia desde los años 50 se viene luchando; pero podemos ir más allá para ver las raíces de nuestras luchas. Y ahí nos encontramos con nuestros indígenas. Nosotros somos una comunidad de afrodescendientes, de indígenas, hay todo un cúmulo de orígenes. Y ahí también hay luchas históricas que nos marcan nuestro camino actual.
Argenpress: Este modelo de poder popular que representa la parroquia 23 de Enero ¿podrá ampliarse a otras experiencias en Venezuela?
Juan García: Yo llegué aquí en el año 59, apenas había caído Pérez Jiménez. Hago parte de una familia con tradición de lucha que se debatió contra la dictadura de Pérez Jiménez. Y lo que en todos estos años he visto es que el drama del pueblo venezolano, al menos hasta el año 98 en que llega Chávez, fue la traición de sus direcciones políticas. En el año 58 sin dudas se dio un proceso revolucionario que logró cambiar el régimen dictatorial de aquel momento. Se logró cambiar a un dictador, pero inmediatamente se apropió de la dirección del Estado un gobierno de democracia burguesa representativa. En un principio, incluso, parecía que tenía un perfil más progresista, porque el partido Acción Democrática daba esa impresión. En un momento se tenía el 60 % de la economía nacionalizada, teníamos una industria nacional pujante, y eso tenía que ver con el empuje que perduraba de la movilización que había logrado sacar al dictador Pérez Jiménez. Es real que en los primeros años después de su caída hubo un avance a nivel educativo, a nivel sanitario. Y todo ese clima de avance progresista tenía que ver con otros hechos que se estaban viviendo en el continente latinoamericano, como por ejemplo la Revolución Cubana de 1959. No hay dudas que quien tumba a Pérez Jiménez era lo más avanzado a nivel político que había en el país. En Acción Democrática había gente muy valiosa por cierto, gente que luego fue para la lucha armada, como los partidos Bandera Roja, el MIR, gente que luego formó la Liga Socialista. Mucha de esa gente que pertenecía a Acción Democrática fue radicalizándose, pero muchos, la mayoría diría, permanecieron en esa estructura y fueron víctimas de la misma dinámica que caracteriza al país: es decir, un país super rico con una lógica capitalista que traía el petróleo. Y eso hizo que todas las direcciones políticas terminaran corrompiéndose. No hay dudas que en nuestra historia moderna los hechos más significativos fueron la caída de Pérez Jiménez en el 58 y el Caracazo en el 89. Creo que esto último, incluso, y sin pecar de exagerado, fue prácticamente un movimiento revolucionario espontáneo. No fue un cambio revolucionario que se materializara luego en el Estado, ni en ninguna ley; pero influyó decisivamente en la cabeza de la gente. Sin ese cambio, sin ese movimiento popular espontáneo del 89 y todo lo que ello significó, no hubiera podido darse después la insurrección militar del 92 ni el posterior triunfo en las urnas de Chávez en el 98. Lo que sucedió en el 89 marca el inicio de un proceso revolucionario de masas. En ese momento esa explosión popular marca un camino y se pone a la cabeza de las luchas de toda Latinoamérica contra los paquetes de ajuste neoliberal que ya venían ocurriendo desde hacía varios años en Sudamérica. Y eso que se despierta en el 89 con el Caracazo es tan importante como lo que va a suceder después, en el 98, con el triunfo electoral de Chávez. Y con la constituyente del año siguiente se le da un golpe a todo el edificio del ALCA que el imperio quería imponer. No hay dudas que lo que pasó desde el 89 en adelante es una disposición revolucionaria de la gente; Chávez galopa en ese sentir de la gente. Y eso es, por último, el elemento revolucionario indispensable: la voluntad popular por cambiar. Si no se da ese fervor en la gente, no puede haber revolución. Hoy día, por cierto, esa disposición se mantiene, por eso la revolución sigue avanzando. Esa disposición de cambio la derecha, aunque lo intentó y lo sigue intentando, no la podido cerrar.
La parroquia 23 de Enero como tal nace en confrontación. Lo que sus pobladores piensan, impulsan, levantan como bandera, es producto de una conquista. Eso es una victoria del movimiento popular. Lo que se dio aquí en el 23 de Enero fue que los sectores más explotados, más oprimidos por la dictadura de Pérez Jiménez, constituyeron un proceso de resistencia como no hubo en ningún lugar. Aquí estuvieron los últimos bastiones de resistencia contra la dictadura, e incluso mucha gente estuvo recelosa del Triunvirato que le siguió al dictador y no depusieron su actitud de resistencia –resistencia armada en muchos casos– en forma inmediata. Por esa historia es que el 23 de Enero es un símbolo, lo ha sido y lo sigue siendo. De hecho fue el principal baluarte de resistencia contra los gobiernos que vinieron después de la dictadura, contra el de Rómulo Betancourt por ejemplo. Era algo paradójico: aquí en la parroquia se daban las luchas contra esos gobiernos entreguistas, pero en las elecciones siempre ganaban Acción Democrática o COPEI. De todos modos, esos sectores que podían votar por esos partidos de la burguesía, en la lucha del día a día estaban siempre con el movimiento de vanguardia. Por eso mismo es que aquí ya desde hace tiempo se da esta tradición de organización de la población, de lucha y resistencia. E igualmente aquí nacieron infinidad de organizaciones políticas de izquierda: la Coordinadora Simón Bolívar, los Tupamaros, Alexis Vive. Es decir: esto siempre fue una colmena de debate político, de discusión, de aprendizaje. Siempre la pregunta era ¿cómo hacer para tumbar al régimen de democracia representativa de turno? Es decir: ¿cómo salir de Acción Democrática y COPEI? ¿Era por la vía de la lucha armada o por la insurrección popular? Eso era un debate permanente, y por supuesto también generó conflictos internos.
Ahora la construcción del PSUV puede ayudar. Esto, sin dudas, es una gran organización de masas, muy grande, enorme, como nunca ha habido antes en el país. Por ejemplo ahora, con la elección de voceros y comisionados, la parroquia va a tener un equipo de trabajo de casi 300 personas. Eso es fabuloso.
Argenpress: ¿El PSUV es entonces un fermento de poder popular a nivel de todo el país?
Juan García: Sí, claro. Toda esa gente que participa activamente en el PSUV ya está haciendo un trabajo a nivel comunitario y social desde antes. Hay sectores de población que no quisieron integrarse al partido, y habrá que respetarlos. Pero, por supuesto, cuanto más grande sea un partido, tanto mejor. Pero por más grande que sea, no tiene que ser un partido arrogante. Nunca había visto una cantidad tan grande de militantes como lo que se ve ahora. Acción Democrática va a quedar a años luz de este partido. Y en esta nueva dinámica que se va dando habrá que delimitar el trabajo político partidista específico del trabajo social; es decir: me refiero a las Mesas de Agua, los Consejos Comunales, etc. Pero, en definitiva, no hay dudas que toda esta nueva estructura va a facilitar la organización popular desde abajo.
Argenpress: La prensa de derecha tiene satanizado al 23 de Enero; vive presentándolo como un antro de delincuentes, de narcotraficantes, como una zona roja peligrosa dentro de la ciudad. No hay dudas que eso es un manejo propagandístico, y de hecho la población organizada logró terminar con los focos de delincuencia que hubo en algún momento, lo cual es una demostración evidente de poder popular, de organización de la gente y de involucramiento en la toma de decisiones importantes para su vida. ¿Cómo fue este proceso? ¿Qué hay de toda esta campaña de desinformación en torno a la parroquia?
Jimmy Durán: La delincuencia, el narcotráfico y todo el problema de la droga, esas cosas están en cualquier parte del mundo. Habría que aclarar que todos consumimos algún tipo de droga, porque las hay permitidas, legales, y no permitidas, las drogas ilícitas. Tenemos que ir eliminando ese tabú sobre estos temas. Las drogas lícitas son las que consumimos todos los días por allí: el café, el tabaco, la pastilla para el dolor de cabeza. Y sabemos que ahí hay un negocio fabuloso de algunas transnacionales. Todas esas son drogas lícitas. Las ilícitas también están por ahí, entre nosotros. Y cada vez va siendo más evidente que llega a nuestros países traída por los gringos. Eso pasa en Latinoamérica y en otras partes del mundo. Ahí donde necesitan frenar la organización, ahí aparece la droga. Es el gobierno de Estados Unidos el que ataca a las juventudes, el que impide que piense, que levante la voz, que se organice. Con la droga se divide y se puede manejar a la juventud, la transforman en una juventud “boba”. A estos gobiernos títeres que hemos tenido aquí por años, no les convenía que los jóvenes pensaran, que participaran en los problemas sociales. Eso es el poder popular: que la gente, que los jóvenes, que cada sector social se organice y participe, discuta, sepa acerca de sus problemas, tome decisiones. Por eso es que con esto de las drogas, al hacerlas ilícitas, estamos en un campo donde inmediatamente aparece la represión. Y por medio de ese aparato represivo, por último se controla a toda una población. Las drogas entraron de la mano de las policías corruptas. Son ellos los que la introdujeron en los distintos barrios de Caracas, y no faltaban delincuentes, en combinación con esas policías corruptas, que se encargaban de distribuirla y comercializarla. ¿Pero qué sucede en el 23 de Enero? Aquí la comunidad, ante esa entrada planificada de la droga, se fue levantando. Aquí la gente rápidamente se dio cuenta del mecanismo que estaba en juego, de cómo querían corromper a la juventud con esa propuesta de dinero rápido y fácil. La droga es una forma solapada, pero tremendamente dañina, de violencia. De violencia contra la juventud básicamente. Por eso hay que hablar claro sobre estos temas: la droga debe dejar de ser un tabú en cualquier parte del mundo. Entonces en la parroquia la población se fue levantando contra la policía corrupta que sojuzgaba al pueblo, una policía que lo único que hacía era reprimir. Es decir que la población se organizó para su propia defensa. Y así surgió ese movimiento del 23 de Enero que tomó el mismo nombre de la legendaria organización guerrilla urbana del Uruguay de los años 70: Tupamaros. El movimiento que surgió aquí fue una expresión popular de organización contra todo eso que se vivía en la parroquia, y con el nombre de Tupamaros y con las caras tapadas al mismo modo en que aparece el subcomandante Marcos en Chiapas, se hicieron sentir. Fue una forma de lucha política, y se empezaron a pintar graffiti en las paredes. Fue la comunidad organizada en el 23 de Enero la que impuso el gobierno popular y los tribunales del pueblo de una manera preventiva, para defenderse de esos ataques de que era víctima continuamente. Preventiva y no represiva. Se logró hacer que estos jóvenes dejaran de vender droga en todo el sector invitándolos a que se plegaran al movimiento de la comunidad, o si no que dejaran el barrio. La misma comunidad los afrontó en la calle, pero dándoles oportunidades de salida, ofreciéndoles actividades culturales, bingos bailables, jornadas deportivas, jornadas de participación. Ahí no hubo ningún tipo de armas; ahí lo que hubo fue la voluntad y la participación del pueblo. Siempre quieren presentarnos así, como que nosotros somos los violentos; pero más violentos son los que introdujeron la droga dentro del barrio. Pero para que quede bien claro: drogas no sólo hay en el 23 de Enero en Caracas; hay en todas partes del mundo. Cuando nosotros aquí nos organizamos y salimos a la calle no éramos violentos. Al contrario: nos exponíamos a la violencia, justamente porque estábamos tocando los intereses de una policía corrupta y de una política que nos quería perjudicar. Los Tupamaros de Uruguay eran una vanguardia, sin dudas, pero quizá les faltó pueblo. Aquí, por el contrario, el Caracazo tuvo pueblo, pero sin vanguardia. Una revolución sin ideología y sin formación política no puede llevar a ninguna parte. Solamente la construcción del hombre nuevo y de la mujer nueva, a través de la educación, podrá consolidar un proceso de cambio. Sin eso caeríamos en el pragmatismo, en el activismo y nos disolveríamos en el tiempo como unos reformistas intrascendentes.
Argenpress: ¿Qué conclusiones sacar de todo esto? ¿Cómo podríamos concluir acerca del poder popular del que veníamos hablando?
Yadira Rodríguez: Es importante hacerle saber al mundo entero que nuestra revolución no nace porque está Chávez. Nuestra revolución tiene bases. Tenemos raíces populares, y hay una historia atrás nuestro que nos permitir llegar adonde estamos, incluso el PSUV es producto de esa historia. Tenemos que fomentar esa unidad que ahora se va dando, y no sólo a lo interno de Venezuela sino como ejemplo para toda Latinoamérica, e incluso más allá. Esto nos viene de Bolívar, y también tenemos en nuestras raíces la lucha por las tierras con Ezequiel Zamora, y la lucha por una nueva educación con Simón Rodríguez. Toda esta organización, este fervor popular que ahora se palpa, tiene años de gestación. Esa organización y esa tradición de lucha, todo eso es verdaderamente el poder popular.
Juan García: Creo que el pueblo venezolano ha dado demostraciones heroicas en su lucha, y que cada vez crece más. Eso se pudo ver cuando el golpe de Estado en el 2002. Ahí se vio cómo el pueblo ha recobrado una dinámica de organización, de madurez. Aquí hubo un golpe triunfante, definitivamente. Lo que hizo el imperio y la burguesía nacional para ese entonces fue una operación de alto calibre, y triunfaron. Es decir: fue una contrarrevolución triunfante. Y a las 36 horas hubo una nueva revolución popular. Y también fue una operación de alto calibre perfectamente orquestada el paro petrolero. Y una vez más la movilización popular dio la respuesta adecuada. Hay una relación muy interesante entre el proceso popular que se viene dando desde el 89 en adelante y la forma en que Chávez cabalga sobre esa movilización de las bases. Todos van aprendiendo en este proceso, tanto Chávez como el pueblo. Y todos en esto se van colocando cada vez más a la izquierda, tanto el pueblo como su líder. Entre ambos se da una muy buena conexión. Hay una gran disposición de cambio, hay una gran energía para llevar adelante esos cambios. Quizá nuestra parroquia, por toda una larga tradición de la que ya hemos hablado, está más organizada que otras, y ojalá todas las parroquias tuvieran ese grado de movilización. Pero no hay dudas que hoy en Venezuela se ha despertado una idea de poder desde abajo, de poder popular que es realmente inédita. Con esa idea, profundizándola, extendiéndola cada vez más, construiremos la revolución.
Marcelo Colussi
Argenpress
Si algo define al socialismo son dos cosas: 1) la propiedad social de los medios de producción y 2) el poder popular.
En cada una de las todavía pocas experiencias socialistas que hemos transitado hasta el momento entre el siglo pasado y comienzos del presente, estos elementos –con sus respectivas particularidades– han estado puestos siempre como puntos prioritarios en la agenda de la construcción de las nuevas sociedades. No otra cosa podría ser en Venezuela también, donde se está edificando un nuevo modelo: el socialismo del siglo XXI.
¿Qué es exactamente el poder popular? Es el poder que emana del pueblo, pero no esa delegación simbólica, aguada y desabrida, de la democracia representativa, donde cada cierto período se cumple con el rito de elegir a supuestos representantes de la voluntad popular. No, en absoluto. El poder popular es el ejercicio efectivo, a través de la organización y la participación real, de la amplia mayoría de un pueblo en la decisión de los asuntos básicos que le conciernen. El poder popular es más, infinitamente más que la atención de los problemas puntuales de una comunidad acotada, el alumbrado público o el adoquinado de un barrio, la resolución de un problema específico del transporte colectivo de un sector urbano, o la instalación del agua potable o la edificación de una escuela en una comunidad rural. El poder popular es la democracia real, directa, efectiva, participativa del pueblo soberano, no sólo para atender problemas prácticos puntuales sino para definir y controlar la implementación de políticas macro a nivel nacional, e incluso internacional.
No es fácil su puesta en marcha, y las pocas experiencias habidas hasta ahora (los soviets en la Rusia bolchevique, los consejos obreros y campesinos chinos, los Comités de Defensa de la Revolución cubanos, etc.) muestran que implica un camino largo, complejo, no exento de dificultades. Pero así se hace el socialismo, hacia una sociedad nueva, libre de explotación, plena de justicia. Y en la República Bolivariana de Venezuela eso mismo está sucediendo hoy.
La parroquia “23 de Enero”, en la zona oeste de la capital, Caracas, por detrás del palacio presidencial de Miraflores, con una población de 82.000 habitantes, es un sector de la ciudad con una ya larga trayectoria de organización y lucha popular. Ahí, antes que la actual Revolución Bolivariana tomara cuerpo, los fermentos de poder popular ya eran un hecho. Tal como dice Susana Rodríguez, una lidereza histórica del sector: “El “23 de Enero” es un referente histórico como bandera de lucha, como símbolo de la organización de la comunidad. Pero esto fue combatido desde siempre por la derecha, por los grupos de poder que siempre han querido silenciarnos. Por años todo el barrio estuvo ganado en muy buena medida por los narcos. ¿Por qué se instala todo el negocio de los narcos en el 23 de Enero? Eso no fue casual; hay toda una intencionalidad política en la cuestión. Llega para adormecer, para parar toda esa organización que es ya emblemática dentro del barrio, y de la ciudad, y sin dudas del país. La policía perseguía a la comunidad organizada en vez de dedicarse a perseguir a los delincuentes ligados al narcotráfico. Y hasta podría decirse que hay ahí una cierta complicidad. Si bien es muy difícil demostrarlo en forma fehaciente, todo lleva a pensar que el narco entró al barrio para quebrar la lucha popular, la organización. Alguien le dio la luz verde para que entrara”. Pero justamente la organización de base, el verdadero poder popular que aquí siempre se constituyó, logró vencer esa provocación. “El 23 de Enero va a seguir siendo siempre un emblema de lucha popular. Los medios de comunicación de la oposición siempre continuarán viéndonos con un cristal: siempre seguirán viendo al barrio como una mirada mezquina. Lo entendemos, porque ahí hay un odio de clase, y el 23 de Enero constituye un emblema dentro de los sectores populares de a quién tienen que odiar más, por ser los más contestatarios. Eso, por supuesto, nos enorgullece, nos honra. ¿Por qué? Pues porque somos un bastión de respuesta. Por ese motivo los medios siempre seguirán con esa forma de vernos. Pero los que estamos desde este lado sabemos muy bien qué queremos y a qué aspiramos, por eso no nos preocupan esos estereotipos. Nos interesa, por el contrario, llevar a cabo un buen trabajo de base en la organización barrial”, agrega otro líder histórico del sector, Alex Mena.
Hoy el tema del poder popular está puesto sobre el tapete a partir de la propuesta de reforma constitucional introducida por el ciudadano presidente Hugo Chávez. A partir de esas reformas, el poder popular va cobrando cada vez más importancia en la dinámica social que se está estableciendo en Venezuela como soporte fundamental de la nueva sociedad y el nuevo Estado socialistas hacia los que se apunta. La experiencia de poder popular gestada desde años atrás en el 23 de Enero (parroquia a la que también pertenece el propio presidente y donde se ubica el batallón donde está inscripto como aspirante al Partido Socialista Unido de Venezuela) es un elemento que no puede dejarse de tener muy en cuenta para avanzar en este tema del poder popular.
Argenpress dialogó directamente con habitantes de esta parroquia acerca de estos temas buscando ahondar en su comprensión. Su corresponsal en Venezuela, Marcelo Colussi, entrevistó a cuatro miembros del barrio: Carmen Reyes, Yadira Rodríguez, Juan García y Jimmy Durán, vecinos de todas sus vidas del sector, e igualmente todos aspirantes a militantes del Partido Socialista Unido de Venezuela.
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Argenpress: Hablemos un poco de la historia del sector. ¿Por qué este barrio es un bastión tradicional de organización y lucha popular?
Jimmy Durán: Los antecedentes de todo este proceso de organización popular de nuestro barrio se remontan a antes del año 1958. En aquel entonces hacían vida política aquí dos partidos: Acción Democrática (socialdemócratas) y el Comité de Organización Política Electoral Independiente –COPEI– (socialcristianos). Y por ese entonces la figura represiva era llamada Seguridad Nacional, que manejaba todos los aspectos represivos desde la dictadura de Marcos Pérez Jiménez, entre 1952 y 1958. Por supuesto se controlaban todas las expresiones de izquierda y popular que surgieran. La población comenzó a levantarse contra la figura del dictador, a quien se le decía un “dictador blando”. El se consideraba un nacionalista. Por aquellos años la política dedicada por Estados Unidos para toda el área latinoamericana eran dictaduras que mantuvieran bajo control las protestas sociales. Luego vendrán lo que podría llamarse las “dictatocracias”, una mezcla de dictadura con democracia formal, es decir: dictaduras disfrazadas. Lo que sucede después del 23 de enero de 1958, cuando cae la dictadura de Pérez Jiménez, es un cambio de hombre por hombre, simplemente. No hubo ahí ninguna transformación sustancial. El país quedó endeudado, dado que la mayoría de las grandes obras de infraestructura que emprendió la dictadura fueron hechas por empresas transnacionales. Esta parroquia, lo que ahora se llama “23 de Enero”, se denominaba por aquel entonces “2 de Diciembre”, y en los monobloques vivían únicamente los marines norteamericanos. Todos estos edificios eran viviendas para militares, solamente. Cuando Pérez Jiménez es derrocado y huye del país, el nuevo gobierno que se instala fomenta la inmigración desde el campo hacia la ciudad. Pero comienza a venir una cantidad enorme de población, mucho más de lo previsto, y aquí en Caracas se van dando invasiones de las zonas verdes con construcciones no planificadas. Eso fue dividiendo tajantemente la ciudad entre un sector al Este, con las clases más privilegiadas y sectores de clase media, y el Oeste, con los sectores populares más desposeídos. Es decir: ricos contra pobres. Y para ese entonces lo que había sido el sector de vivienda de los marines, ese barrio “2 de Diciembre”, es tomado por el pueblo y se le cambia el nombre por “23 de Enero”, que es la fecha en que el dictador abandona el poder. Es decir que desde siempre este sector, ya con la elección misma de su nombre, es un modelo de lucha, de resistencia popular. Luego, con el cambio de hombre por hombre, todo se fue manejando con esa lógica de la clara diferenciación social: lo ideológico, a través de los medios de comunicación, a través de la educación. Lo económico, con la entrada absoluta de las transnacionales dominando el país a su antojo junto a los grandes empresarios nacionales. Y la represión, por medio de sus organismos de control de la población, como la Policía Metropolitana, la Guardia Nacional, la Policía Política. Todo esto se puede ver en las décadas del 60, 70 y 80, donde la comunidad vive una represión que podríamos decir suave, dado que se vivía esa dictatocracia, esa dictadura disfrazada de democracia. En estos partidos políticos que mencionábamos: Acción Democrática y COPEI, había muchos luchadores de izquierda. Aquellos que no se sintieron identificados con ese cambio de hombre por hombre, tomaron las armas y se fueron a la montaña. Con el presidente Caldera viene la política que llamaron de la pacificación. ¿Pero qué pacificación? Intervinieron las universidades e impusieron un nuevo modelo de educación: educar al hijo del pobre para que obedezca y educar al hijo del rico para que mande. Todo eso va haciendo que varios grupos de la parroquia 23 de Enero comiencen a levantarse con una propuesta de izquierda, en clandestinidad en algunos casos, o abiertamente otros. Había que enfrentar esos gobiernos entreguistas de Acción Democrática y de COPEI que se repartían el poder siempre en beneficio de unos pocos y contra las grandes mayorías; así hasta que se inició el proceso con Hugo Chávez a la cabeza. Pero antes de eso, y de alguna manera preparando las condiciones, en 1989 se dio lo que se conoció con el nombre de “El Caracazo”. Fue una reacción de la población que se inicia por el encarecimiento repentino de la vida, con el aumento del precio de la gasolina básicamente. Antes de eso, en 1984, se había dado una gran devaluación de la moneda que se conoció como Viernes Negro. Ahí las condiciones de vida se van deteriorando, y la comunidad comienza a levantarse. Y estalló en el Caracazo, el cual fue fuertemente reprimido, con una gran cantidad de muertos; hubo saqueo de negocios. La consigna del momento era: “el pueblo tiene hambre / saqueo popular”. Todo eso fue un antecedente del proceso que, años después, comenzaría a gestarse con el presidente Chávez.
Argenpress: ¿Y cómo se organizó el barrio? ¿Cómo se dio esa democracia participativa desde abajo, genuinamente popular?
Carmen Reyes: Yo soy campesina de origen, y cuando cayó Pérez Jiménez, nosotros emigramos a Caracas. Los pobres, los campesinos, los asalariados, habíamos sufrido ya demasiado. En el caso de mi familia teníamos el sufrimiento en nuestras almas desde el mandato del dictador Juan Vicente Gómez, porque en ese entonces la policía del gobierno a mi madre le mató tres hermanos y seis sobrinos. Esa policía era terrible, lo peor del mundo: no se le podía decir absolutamente nada. El que protestaba lo engrillaban y se lo llevaban a trabajar a la Sabana. Y después aparecían los huesos. Por eso ahora, cuando surge este hombre que es Hugo Rafael Chávez, al pueblo se le abrió la esperanza. Todos vimos ahí una oportunidad para el pueblo, de salir adelante, de ir construyendo poco a poco el beneficio en hermandad, donde todos tengamos por igual. Todavía falta trabajar mucho, pero se siente la revolución, está en todas partes: en el cerebro, en el corazón, en el espíritu. Hay gente que aún piensa sólo en cómo se van a beneficiar ellos solos, sin pensar en los demás. Pero ahí vamos, poco a poco, construyendo. No vamos a decir que no hay problemas, que todo está encaminado: pese a que estamos en este proceso de cambio, todavía hay gente que ve cómo pone trabas. Por eso sólo el pueblo, sólo el poder popular es el que podrá sacar adelante al país, a este proceso, para que esto sea un ejemplo para los otros países hermanos que aún viven en la opresión. Ya que esta entrevista la van a ver fuera del país, a todos les digo que tenemos que unirnos, porque de lo que pase en Venezuela dependerá en muy buena medida lo que pase en estos países hermanos. Tenemos que defender y proteger a nuestro líder, porque una revolución sin Chávez, como por ahí algunos andan diciendo, eso no es posible. La revolución es con Chávez porque si no, no hay revolución. Humildemente quiero decir que esta parroquia 23 de Enero es heroica. Y me gustaría que haga saber al mundo a través de esta entrevista que aquí, en Venezuela, estamos viviendo una verdadera democracia. Una revolución no se crea de hoy para mañana, pero unidos todos, vamos a ir para adelante, paso a paso, lento quizá, lento pero sin pausa. Y aunque tome tiempo, lo iremos haciendo: el pueblo unido, trabajando desde abajo –y eso es el verdadero poder popular– seguirá alimentando esta revolución. La revolución no es acercarse a un concejal o a un diputado para ver qué se puede conseguir; no, eso ni es revolución ni es organización popular. Los revolucionarios de verdad estamos con nuestro presidente porque sólo con él tendremos patria, socialismo o muerte. Y seguro que ¡venceremos!
Argenpress: No hay dudas que aquí, en este barrio, hay una tradición de organización desde abajo, de verdadero poder popular, ya desde hace años, antes que el actual proceso político lo propiciara, o que la actual reforma constitucional intente darle un rango de poder de Estado. ¿Cómo se logra todo eso? ¿Cómo se construye ese espíritu de poder popular participativo?
Yadira Rodríguez: En realidad hoy día el proceso político que vive el país ha abierto los espacios, ha posibilitado que se exprese libremente todo ese fervor que en la parroquia ha existido desde siempre. Ahora se abre una gran posibilidad, porque se puede hacer libremente lo que en otros tiempos aquí se hacía casi en clandestinidad. Ahora, con la organización del Partido Socialista Unido de Venezuela –PSUV– se le va a poder dar forma más concreta a todo eso que siempre existió en la parroquia. Aquí hay gente que ha luchado toda su vida desde una posición de izquierda, y hoy día es justo que pueda dar su aporte desde el nuevo partido que se está creando. Y eso va de la mano con la reforma constitucional que ahora está en discusión. Con todo eso vamos hacia la patria socialista. Ahora vemos cómo el poder popular comienza a jugar un papel cada vez más decisivo, más constitutivo. Ahora el poder popular tiene rango constitucional, pasa a ser un poder del Estado. Por eso mismo tenemos que mantener la unidad como pueblo, como parroquia. El poder popular comienza con la formación; por eso, y tal como lo dice el presidente Chávez, nuestra batalla es una batalla de ideas, es la educación, la formación. Aquí, en el 23 de Enero, mucha de la gente que luchó por años por todos estos ideales, ya no está. Pero hay gente joven que retoma esos ideales y continúa con el proyecto que desde tiempo atrás se viene gestando. Por supuesto que en la parroquia desde los años 50 se viene luchando; pero podemos ir más allá para ver las raíces de nuestras luchas. Y ahí nos encontramos con nuestros indígenas. Nosotros somos una comunidad de afrodescendientes, de indígenas, hay todo un cúmulo de orígenes. Y ahí también hay luchas históricas que nos marcan nuestro camino actual.
Argenpress: Este modelo de poder popular que representa la parroquia 23 de Enero ¿podrá ampliarse a otras experiencias en Venezuela?
Juan García: Yo llegué aquí en el año 59, apenas había caído Pérez Jiménez. Hago parte de una familia con tradición de lucha que se debatió contra la dictadura de Pérez Jiménez. Y lo que en todos estos años he visto es que el drama del pueblo venezolano, al menos hasta el año 98 en que llega Chávez, fue la traición de sus direcciones políticas. En el año 58 sin dudas se dio un proceso revolucionario que logró cambiar el régimen dictatorial de aquel momento. Se logró cambiar a un dictador, pero inmediatamente se apropió de la dirección del Estado un gobierno de democracia burguesa representativa. En un principio, incluso, parecía que tenía un perfil más progresista, porque el partido Acción Democrática daba esa impresión. En un momento se tenía el 60 % de la economía nacionalizada, teníamos una industria nacional pujante, y eso tenía que ver con el empuje que perduraba de la movilización que había logrado sacar al dictador Pérez Jiménez. Es real que en los primeros años después de su caída hubo un avance a nivel educativo, a nivel sanitario. Y todo ese clima de avance progresista tenía que ver con otros hechos que se estaban viviendo en el continente latinoamericano, como por ejemplo la Revolución Cubana de 1959. No hay dudas que quien tumba a Pérez Jiménez era lo más avanzado a nivel político que había en el país. En Acción Democrática había gente muy valiosa por cierto, gente que luego fue para la lucha armada, como los partidos Bandera Roja, el MIR, gente que luego formó la Liga Socialista. Mucha de esa gente que pertenecía a Acción Democrática fue radicalizándose, pero muchos, la mayoría diría, permanecieron en esa estructura y fueron víctimas de la misma dinámica que caracteriza al país: es decir, un país super rico con una lógica capitalista que traía el petróleo. Y eso hizo que todas las direcciones políticas terminaran corrompiéndose. No hay dudas que en nuestra historia moderna los hechos más significativos fueron la caída de Pérez Jiménez en el 58 y el Caracazo en el 89. Creo que esto último, incluso, y sin pecar de exagerado, fue prácticamente un movimiento revolucionario espontáneo. No fue un cambio revolucionario que se materializara luego en el Estado, ni en ninguna ley; pero influyó decisivamente en la cabeza de la gente. Sin ese cambio, sin ese movimiento popular espontáneo del 89 y todo lo que ello significó, no hubiera podido darse después la insurrección militar del 92 ni el posterior triunfo en las urnas de Chávez en el 98. Lo que sucedió en el 89 marca el inicio de un proceso revolucionario de masas. En ese momento esa explosión popular marca un camino y se pone a la cabeza de las luchas de toda Latinoamérica contra los paquetes de ajuste neoliberal que ya venían ocurriendo desde hacía varios años en Sudamérica. Y eso que se despierta en el 89 con el Caracazo es tan importante como lo que va a suceder después, en el 98, con el triunfo electoral de Chávez. Y con la constituyente del año siguiente se le da un golpe a todo el edificio del ALCA que el imperio quería imponer. No hay dudas que lo que pasó desde el 89 en adelante es una disposición revolucionaria de la gente; Chávez galopa en ese sentir de la gente. Y eso es, por último, el elemento revolucionario indispensable: la voluntad popular por cambiar. Si no se da ese fervor en la gente, no puede haber revolución. Hoy día, por cierto, esa disposición se mantiene, por eso la revolución sigue avanzando. Esa disposición de cambio la derecha, aunque lo intentó y lo sigue intentando, no la podido cerrar.
La parroquia 23 de Enero como tal nace en confrontación. Lo que sus pobladores piensan, impulsan, levantan como bandera, es producto de una conquista. Eso es una victoria del movimiento popular. Lo que se dio aquí en el 23 de Enero fue que los sectores más explotados, más oprimidos por la dictadura de Pérez Jiménez, constituyeron un proceso de resistencia como no hubo en ningún lugar. Aquí estuvieron los últimos bastiones de resistencia contra la dictadura, e incluso mucha gente estuvo recelosa del Triunvirato que le siguió al dictador y no depusieron su actitud de resistencia –resistencia armada en muchos casos– en forma inmediata. Por esa historia es que el 23 de Enero es un símbolo, lo ha sido y lo sigue siendo. De hecho fue el principal baluarte de resistencia contra los gobiernos que vinieron después de la dictadura, contra el de Rómulo Betancourt por ejemplo. Era algo paradójico: aquí en la parroquia se daban las luchas contra esos gobiernos entreguistas, pero en las elecciones siempre ganaban Acción Democrática o COPEI. De todos modos, esos sectores que podían votar por esos partidos de la burguesía, en la lucha del día a día estaban siempre con el movimiento de vanguardia. Por eso mismo es que aquí ya desde hace tiempo se da esta tradición de organización de la población, de lucha y resistencia. E igualmente aquí nacieron infinidad de organizaciones políticas de izquierda: la Coordinadora Simón Bolívar, los Tupamaros, Alexis Vive. Es decir: esto siempre fue una colmena de debate político, de discusión, de aprendizaje. Siempre la pregunta era ¿cómo hacer para tumbar al régimen de democracia representativa de turno? Es decir: ¿cómo salir de Acción Democrática y COPEI? ¿Era por la vía de la lucha armada o por la insurrección popular? Eso era un debate permanente, y por supuesto también generó conflictos internos.
Ahora la construcción del PSUV puede ayudar. Esto, sin dudas, es una gran organización de masas, muy grande, enorme, como nunca ha habido antes en el país. Por ejemplo ahora, con la elección de voceros y comisionados, la parroquia va a tener un equipo de trabajo de casi 300 personas. Eso es fabuloso.
Argenpress: ¿El PSUV es entonces un fermento de poder popular a nivel de todo el país?
Juan García: Sí, claro. Toda esa gente que participa activamente en el PSUV ya está haciendo un trabajo a nivel comunitario y social desde antes. Hay sectores de población que no quisieron integrarse al partido, y habrá que respetarlos. Pero, por supuesto, cuanto más grande sea un partido, tanto mejor. Pero por más grande que sea, no tiene que ser un partido arrogante. Nunca había visto una cantidad tan grande de militantes como lo que se ve ahora. Acción Democrática va a quedar a años luz de este partido. Y en esta nueva dinámica que se va dando habrá que delimitar el trabajo político partidista específico del trabajo social; es decir: me refiero a las Mesas de Agua, los Consejos Comunales, etc. Pero, en definitiva, no hay dudas que toda esta nueva estructura va a facilitar la organización popular desde abajo.
Argenpress: La prensa de derecha tiene satanizado al 23 de Enero; vive presentándolo como un antro de delincuentes, de narcotraficantes, como una zona roja peligrosa dentro de la ciudad. No hay dudas que eso es un manejo propagandístico, y de hecho la población organizada logró terminar con los focos de delincuencia que hubo en algún momento, lo cual es una demostración evidente de poder popular, de organización de la gente y de involucramiento en la toma de decisiones importantes para su vida. ¿Cómo fue este proceso? ¿Qué hay de toda esta campaña de desinformación en torno a la parroquia?
Jimmy Durán: La delincuencia, el narcotráfico y todo el problema de la droga, esas cosas están en cualquier parte del mundo. Habría que aclarar que todos consumimos algún tipo de droga, porque las hay permitidas, legales, y no permitidas, las drogas ilícitas. Tenemos que ir eliminando ese tabú sobre estos temas. Las drogas lícitas son las que consumimos todos los días por allí: el café, el tabaco, la pastilla para el dolor de cabeza. Y sabemos que ahí hay un negocio fabuloso de algunas transnacionales. Todas esas son drogas lícitas. Las ilícitas también están por ahí, entre nosotros. Y cada vez va siendo más evidente que llega a nuestros países traída por los gringos. Eso pasa en Latinoamérica y en otras partes del mundo. Ahí donde necesitan frenar la organización, ahí aparece la droga. Es el gobierno de Estados Unidos el que ataca a las juventudes, el que impide que piense, que levante la voz, que se organice. Con la droga se divide y se puede manejar a la juventud, la transforman en una juventud “boba”. A estos gobiernos títeres que hemos tenido aquí por años, no les convenía que los jóvenes pensaran, que participaran en los problemas sociales. Eso es el poder popular: que la gente, que los jóvenes, que cada sector social se organice y participe, discuta, sepa acerca de sus problemas, tome decisiones. Por eso es que con esto de las drogas, al hacerlas ilícitas, estamos en un campo donde inmediatamente aparece la represión. Y por medio de ese aparato represivo, por último se controla a toda una población. Las drogas entraron de la mano de las policías corruptas. Son ellos los que la introdujeron en los distintos barrios de Caracas, y no faltaban delincuentes, en combinación con esas policías corruptas, que se encargaban de distribuirla y comercializarla. ¿Pero qué sucede en el 23 de Enero? Aquí la comunidad, ante esa entrada planificada de la droga, se fue levantando. Aquí la gente rápidamente se dio cuenta del mecanismo que estaba en juego, de cómo querían corromper a la juventud con esa propuesta de dinero rápido y fácil. La droga es una forma solapada, pero tremendamente dañina, de violencia. De violencia contra la juventud básicamente. Por eso hay que hablar claro sobre estos temas: la droga debe dejar de ser un tabú en cualquier parte del mundo. Entonces en la parroquia la población se fue levantando contra la policía corrupta que sojuzgaba al pueblo, una policía que lo único que hacía era reprimir. Es decir que la población se organizó para su propia defensa. Y así surgió ese movimiento del 23 de Enero que tomó el mismo nombre de la legendaria organización guerrilla urbana del Uruguay de los años 70: Tupamaros. El movimiento que surgió aquí fue una expresión popular de organización contra todo eso que se vivía en la parroquia, y con el nombre de Tupamaros y con las caras tapadas al mismo modo en que aparece el subcomandante Marcos en Chiapas, se hicieron sentir. Fue una forma de lucha política, y se empezaron a pintar graffiti en las paredes. Fue la comunidad organizada en el 23 de Enero la que impuso el gobierno popular y los tribunales del pueblo de una manera preventiva, para defenderse de esos ataques de que era víctima continuamente. Preventiva y no represiva. Se logró hacer que estos jóvenes dejaran de vender droga en todo el sector invitándolos a que se plegaran al movimiento de la comunidad, o si no que dejaran el barrio. La misma comunidad los afrontó en la calle, pero dándoles oportunidades de salida, ofreciéndoles actividades culturales, bingos bailables, jornadas deportivas, jornadas de participación. Ahí no hubo ningún tipo de armas; ahí lo que hubo fue la voluntad y la participación del pueblo. Siempre quieren presentarnos así, como que nosotros somos los violentos; pero más violentos son los que introdujeron la droga dentro del barrio. Pero para que quede bien claro: drogas no sólo hay en el 23 de Enero en Caracas; hay en todas partes del mundo. Cuando nosotros aquí nos organizamos y salimos a la calle no éramos violentos. Al contrario: nos exponíamos a la violencia, justamente porque estábamos tocando los intereses de una policía corrupta y de una política que nos quería perjudicar. Los Tupamaros de Uruguay eran una vanguardia, sin dudas, pero quizá les faltó pueblo. Aquí, por el contrario, el Caracazo tuvo pueblo, pero sin vanguardia. Una revolución sin ideología y sin formación política no puede llevar a ninguna parte. Solamente la construcción del hombre nuevo y de la mujer nueva, a través de la educación, podrá consolidar un proceso de cambio. Sin eso caeríamos en el pragmatismo, en el activismo y nos disolveríamos en el tiempo como unos reformistas intrascendentes.
Argenpress: ¿Qué conclusiones sacar de todo esto? ¿Cómo podríamos concluir acerca del poder popular del que veníamos hablando?
Yadira Rodríguez: Es importante hacerle saber al mundo entero que nuestra revolución no nace porque está Chávez. Nuestra revolución tiene bases. Tenemos raíces populares, y hay una historia atrás nuestro que nos permitir llegar adonde estamos, incluso el PSUV es producto de esa historia. Tenemos que fomentar esa unidad que ahora se va dando, y no sólo a lo interno de Venezuela sino como ejemplo para toda Latinoamérica, e incluso más allá. Esto nos viene de Bolívar, y también tenemos en nuestras raíces la lucha por las tierras con Ezequiel Zamora, y la lucha por una nueva educación con Simón Rodríguez. Toda esta organización, este fervor popular que ahora se palpa, tiene años de gestación. Esa organización y esa tradición de lucha, todo eso es verdaderamente el poder popular.
Juan García: Creo que el pueblo venezolano ha dado demostraciones heroicas en su lucha, y que cada vez crece más. Eso se pudo ver cuando el golpe de Estado en el 2002. Ahí se vio cómo el pueblo ha recobrado una dinámica de organización, de madurez. Aquí hubo un golpe triunfante, definitivamente. Lo que hizo el imperio y la burguesía nacional para ese entonces fue una operación de alto calibre, y triunfaron. Es decir: fue una contrarrevolución triunfante. Y a las 36 horas hubo una nueva revolución popular. Y también fue una operación de alto calibre perfectamente orquestada el paro petrolero. Y una vez más la movilización popular dio la respuesta adecuada. Hay una relación muy interesante entre el proceso popular que se viene dando desde el 89 en adelante y la forma en que Chávez cabalga sobre esa movilización de las bases. Todos van aprendiendo en este proceso, tanto Chávez como el pueblo. Y todos en esto se van colocando cada vez más a la izquierda, tanto el pueblo como su líder. Entre ambos se da una muy buena conexión. Hay una gran disposición de cambio, hay una gran energía para llevar adelante esos cambios. Quizá nuestra parroquia, por toda una larga tradición de la que ya hemos hablado, está más organizada que otras, y ojalá todas las parroquias tuvieran ese grado de movilización. Pero no hay dudas que hoy en Venezuela se ha despertado una idea de poder desde abajo, de poder popular que es realmente inédita. Con esa idea, profundizándola, extendiéndola cada vez más, construiremos la revolución.
Estamos a tiempo de construir los muros de contención que detengan la locura belicista de quienes gobiernan EEUU
Discurso de canciller venezolano de Exteriores en Naciones Unidas. 2 Octubre 2007
Nicolás Maduro
Prensa Latina
Señor Presidente de la Asamblea General;
Señor secretario general Ban Ki-moon;
Señores representantes
Hermanos de los distintos países del mundo:
Nuestro pueblo, desde la República Bolivariana de Venezuela, ha seguido el debate de esta Asamblea General en la última semana; un pueblo, en medio de una revolución, que ha logrado construir nuevos espacios para la cultura política; un pueblo informado, educado, que ha seguido de manera atenta las posiciones que desde esta Asamblea General se han esgrimido.
Pudiéramos decir que el debate ha manifestado la situación actual del mundo, un mundo que pugna por construirse en paz, un mundo que busca nuevos derroteros.
Hace un año el presidente Hugo Chávez Frías se manifestó desde esta tribuna para alertar al mundo, para ratificar la alerta de muchos en el mundo, sobre la locura guerrerista que se ha impuesto, paralela al deseo de paz de las mayorías en el mundo. Hoy pudiéramos hacer un balance de esa locura guerrerrista.
Hace cuatro años, a través de una mentira, se vendió el acoso y la invasión a un pueblo hermano, al pueblo de Iraq; se construyó en base a una campaña mundial una justificación para dar paso a la ocupación militar del pueblo árabe de Iraq, de la nación iraquí.
Hoy pudiéramos sacar como balance, cinco años después, lo que ha sido el resultado de una política llena de odio y de maldad.
Desde el año 2002 hasta el año 2006, del presupuesto de Estados Unidos de Norteamérica se han invertido 610 000 millones de dólares para mantener la guerra en el Oriente Medio; 610 000 millones de dólares para llevar la muerte y la destrucción; 610 000 millones de dólares que se les han quitado a los contribuyentes norteamericanos para invertirlos en balas, bombas, para invertirlos en muerte.
Esos 610 000 millones invertidos en la guerra, hubieran sido invertidos en el transcurso de los cuatro años que ha durado la ocupación de Iraq, pudieran significar progreso social, igualdad y justicia para el pueblo de Iraq. Pero los resultados son muy evidentes, los resultados están a la vista.
Dicen las investigaciones de las universidades del mundo que más de 600 000 iraquíes han sido muertos producto de esta invasión y de esta ocupación militar; más de 3 600 jóvenes norteamericanos han sido llevados a la muerte; más de 25 000 jóvenes norteamericanos hoy han regresado a su país lisiados, ciegos, sordos, incapacitados para la vida.
Esos 610 000 millones de dólares invertidos en la muerte lo que han hecho es reproducir la violencia. Y el balance que pudiéramos hacer hoy, es que esa inversión no ha dejado como resultado un mundo más seguro, un mundo más equilibrado; no nos da hoy como resultado un mundo de paz.
Hoy las naciones del mundo tenemos que reconocer que tenemos un mundo más inseguro, con mayores peligros en el terrorismo; que tenemos un Medio Oriente desequilibrado, lleno de violencias, lleno de divisiones.
Si esos 610 000 millones de dólares que han sido invertidos en la guerra y en la muerte en Iraq se hubieran invertido para la vida, hoy pudiéramos estar sacando otras cuentas. Con 610 000 millones de dólares se pueden construir 3 millones de ambulatorios para llevarle salud al mundo, como hoy lo hacen el pueblo de Cuba y el pueblo de Venezuela, a través de la Alternativa Bolivariana para los pueblos de nuestra América, a lo largo y ancho de América Latina y el Caribe.
Con 610 000 millones de dólares invertidos para la guerra, se pudieron haber construido más de 12 millones de viviendas decentes, para hombres y mujeres necesitados de las tres latitudes más necesitadas del mundo, del Africa, de Asia, de América Latina y el Caribe.
Con esos 610 000 millones de dólares invertidos en balas y bombas para matar, se hubieran podido construir más de 300.000 escuelas que estarían albergando, por lo menos, a 350 millones de jóvenes y de niños estudiantes a lo largo y ancho del planeta.
Pero no, la locura y la ambición por los recursos naturales del mundo, llevó a la elite de Estados Unidos a emprender una guerra insensata e irracional y a llevar la violencia y la muerte al mundo.
Hoy, si sacáramos el balance concreto, el resultado directo de lo que ha sido esta guerra insensata e irracional, tendríamos que decir que esta guerra ha llevado muerte, destrucción, desestabilización y ha creado más focos de terrorismo que los que ha podido sanar.
Por eso esta guerra insensata es el peor ejemplo de cómo ha funcionado el sistema de seguridad para la protección del equilibrio y la paz en el mundo.
Hoy la República Bolivariana de Venezuela llama a la reflexión a nuestros hermanos del mundo. Es necesario ajustar los mecanismos para encontrar el equilibrio, la paz y para detener la locura de la guerra.
Hemos visto cómo en los últimos días se ha incrementado la campaña pública mediática internacional de satanización del pueblo y el gobierno de Irán. Hemos visto cómo, de manera peligrosa, se suceden declaraciones amenazantes contra la paz del pueblo de Irán.
¿Se ha preguntado el mundo, se han preguntado los gobiernos representados en esta Asamblea General qué sucedería si esa locura desenfrenada de las elites que gobiernan a Estados Unidos diera el paso enloquecedor de atacar al pueblo pacífico de Irán? ¿Adónde nos llevaría una situación de esas características?
Estamos a tiempo de parar esa campaña de satanización; estamos a tiempo de construir los muros de contención, los alertas, los llamados y las alianzas para detener la locura guerrerista de las elites que gobiernan a Estados Unidos de Norteamérica.
Hoy la guerra contra el terrorismo y la lucha contra el terrorismo han ocupado grandes espacios en la agenda pública internacional.
Nosotros, desde esta tribuna, queremos ratificarle al gobierno de Estados Unidos de Norteamérica la petición legal para que el terrorista Luis Posada Carriles sea extraditado, de acuerdo con las leyes internacionales y sea juzgado por los crímenes cometidos en América Latina y el Caribe contra nuestros pueblos.
¿Sabe esta Asamblea General que uno de los más peligrosos terroristas, Luis Posada Carriles, jefe de una banda terrorista, convicto y confeso de crímenes en la Operación Cóndor en Suramérica, responsable de la desaparición de centenares de hombres y mujeres; convicto y confeso de la voladura del avión de Cubana de Aviación en 1976 en Barbados; convicto y confeso de la colocación de bombas en lugares turísticos de Cuba en la década del 90, se encuentra libre y protegido por el Gobierno de Estados Unidos de Norteamérica en la Florida?
¿Sabe esta Asamblea General que este terrorista ha prestado servicios para la Central de Inteligencia de los Estados Unidos de Norteamérica durante 40 años?
Hemos solicitado al Comité Antiterrorista del Consejo de Seguridad que se hagan todas las diligencias, y pedimos el apoyo y el acompañamiento de los gobiernos hermanos y amigos del mundo para que este terrorista sea extraditado y continúe su juicio por la voladura del avión de Cubana de Aviación en Venezuela.
Esta doble conducta demuestra la hipocresía de lo que es una política que alienta la guerra supuestamente para combatir el terrorismo, pero que en su propia tierra protege, en su propio espacio protege a uno de los más peligrosos terroristas que haya conocido el hemisferio occidental.
Igualmente queremos hacernos solidarios desde esta tribuna con el llamado creciente de gobiernos y pueblos del mundo para que se les haga un juicio justo y se les entregue la libertad inmediata a los cinco cubanos presos en las cárceles del imperio por combatir el terrorismo en el propio territorio de Estados Unidos de Norteamérica.
Estas exigencias que hoy hacemos ante esta Asamblea General de la Organización de Naciones Unidas, forman parte de las banderas de lucha que levanta hoy la República Bolivariana de Venezuela.
Señor Presidente;
Señor Secretario General:
Desde esta tribuna hoy queremos saludar la victoria del presidente Rafael Correa, de las fuerzas progresistas y del pueblo del Ecuador en el reciente proceso electoral para designar la Asamblea Nacional Constituyente que va a encabezar los procesos pacíficos de cambio dentro del Ecuador.
Esta victoria del Ecuador forma parte de un conjunto de procesos de cambios que pacífica y democráticamente se han abierto paso en América del Sur, en América Latina y en el Caribe; procesos de cambio que han tratado de ser detenidos a través de las campañas de las oligarquías internas, a través de la conspiración internacional, a través de las campañas mediáticas. Ahí está clara la voz del pueblo de Ecuador, que se une a la voz del pueblo boliviano y a la voz del pueblo venezolano, a la voz del pueblo uruguayo.
América del Sur, América Latina y el Caribe pedimos, exigimos que se respete el derecho al cambio pacífico y democrático de nuestras sociedades; que se respete el derecho a construir, a través de revoluciones democráticas, nuevos procesos, nuevas estructuras económicas y sociales que permitan superar la pobreza y que permitan construir democracias verdaderamente estabilizadas por la igualdad y superadoras de la pobreza.
Conoce el mundo cómo se conspira y se ha conspirado permanentemente contra la democracia venezolana, contra el presidente Hugo Chávez; conoce el mundo cómo nuestro pueblo enfrentó victoriosamente, en el año 2002, un intento de golpe de Estado que pretendió destruir la democracia y asesinar al presidente Hugo Chávez. Hoy el pueblo de Venezuela se encuentra en pleno proceso de reforma de la Constitución; el próximo diciembre el pueblo de Venezuela, luego de un debate de las condiciones y las propuestas sobre la reforma constitucional, irá a las urnas electorales a decidir, de manera soberana, cuál debe ser el destino de nuestro país y cuáles van a ser las reformas para ampliar las bases de la democracia política, social y económica que nuestro pueblo está decidiendo.
Nosotros hoy le ratificamos al mundo el deseo de que se respete la soberanía de Venezuela, de que se respete la independencia de Venezuela y de que cesen las campañas mediáticas, dirigidas desde el imperio, para tratar de desfigurar, de transfigurar las reales condiciones de construcción democrática de nuestro pueblo y de nuestra revolución popular.
Hoy nosotros ratificamos la necesidad de una reforma profunda e integral a la Organización de Naciones Unidas.
Señor Presidente;
Señor Secretario General:
Otro mundo pluripolar, de equilibrio, sin hegemonismos imperiales, es necesario, es urgente y es posible.
Nosotros nos incorporamos al debate sobre la reforma de la Organización de Naciones Unidas. Creemos que esta organización tiene que refundarse; creemos que esta organización tiene que construirse para ponerse al servicio, como fiel instrumento, de un mundo pluripolar, de un mundo de equilibrio, de un mundo de paz, de un mundo sin hegemonismos.
Diecisiete años de mundo unipolar nos han demostrado la necesidad de una transformación profunda de los organismos multilaterales para que se pongan al servicio de la paz, de la igualdad, de la justicia y de las grandes causas de la humanidad.
Hoy nosotros ratificamos nuestra convicción de la necesidad de que esta Organización de Naciones Unidas se refunde profundamente y avance hacia la democratización del Consejo de Seguridad, hacia su ampliación, tanto de miembros permanentes como de miembros no permanentes; hacia el cumplimiento de nuevas funciones de esta Asamblea General; hacia el fortalecimiento del papel político de la Secretaría General. En fin, que podamos avanzar hacia nuevos mecanismos de diálogo, de convivencia y de construcción de un mundo pluripolar, donde todos valgamos por igual, donde nuestros pueblos se puedan ver por igual, en el marco de una cooperación mundial, para construir las bases de la paz, las bases de la justicia; para superar la locura de la guerra y para poder encadenar el deseo de las elites del mundo de apoderarse de los recursos naturales y de las riquezas de nuestros pueblos.
La República Bolivariana de Venezuela, señor Presidente, señor Secretario General, ratifica su voluntad para avanzar, junto a los pueblos del mundo, en una reforma profunda que convierta a la Organización de Naciones Unidas en una nueva organización, en un verdadero instrumento para la paz, para la vida y para el desarrollo.
Muchas gracias.
Nicolás Maduro
Prensa Latina
Señor Presidente de la Asamblea General;
Señor secretario general Ban Ki-moon;
Señores representantes
Hermanos de los distintos países del mundo:
Nuestro pueblo, desde la República Bolivariana de Venezuela, ha seguido el debate de esta Asamblea General en la última semana; un pueblo, en medio de una revolución, que ha logrado construir nuevos espacios para la cultura política; un pueblo informado, educado, que ha seguido de manera atenta las posiciones que desde esta Asamblea General se han esgrimido.
Pudiéramos decir que el debate ha manifestado la situación actual del mundo, un mundo que pugna por construirse en paz, un mundo que busca nuevos derroteros.
Hace un año el presidente Hugo Chávez Frías se manifestó desde esta tribuna para alertar al mundo, para ratificar la alerta de muchos en el mundo, sobre la locura guerrerista que se ha impuesto, paralela al deseo de paz de las mayorías en el mundo. Hoy pudiéramos hacer un balance de esa locura guerrerrista.
Hace cuatro años, a través de una mentira, se vendió el acoso y la invasión a un pueblo hermano, al pueblo de Iraq; se construyó en base a una campaña mundial una justificación para dar paso a la ocupación militar del pueblo árabe de Iraq, de la nación iraquí.
Hoy pudiéramos sacar como balance, cinco años después, lo que ha sido el resultado de una política llena de odio y de maldad.
Desde el año 2002 hasta el año 2006, del presupuesto de Estados Unidos de Norteamérica se han invertido 610 000 millones de dólares para mantener la guerra en el Oriente Medio; 610 000 millones de dólares para llevar la muerte y la destrucción; 610 000 millones de dólares que se les han quitado a los contribuyentes norteamericanos para invertirlos en balas, bombas, para invertirlos en muerte.
Esos 610 000 millones invertidos en la guerra, hubieran sido invertidos en el transcurso de los cuatro años que ha durado la ocupación de Iraq, pudieran significar progreso social, igualdad y justicia para el pueblo de Iraq. Pero los resultados son muy evidentes, los resultados están a la vista.
Dicen las investigaciones de las universidades del mundo que más de 600 000 iraquíes han sido muertos producto de esta invasión y de esta ocupación militar; más de 3 600 jóvenes norteamericanos han sido llevados a la muerte; más de 25 000 jóvenes norteamericanos hoy han regresado a su país lisiados, ciegos, sordos, incapacitados para la vida.
Esos 610 000 millones de dólares invertidos en la muerte lo que han hecho es reproducir la violencia. Y el balance que pudiéramos hacer hoy, es que esa inversión no ha dejado como resultado un mundo más seguro, un mundo más equilibrado; no nos da hoy como resultado un mundo de paz.
Hoy las naciones del mundo tenemos que reconocer que tenemos un mundo más inseguro, con mayores peligros en el terrorismo; que tenemos un Medio Oriente desequilibrado, lleno de violencias, lleno de divisiones.
Si esos 610 000 millones de dólares que han sido invertidos en la guerra y en la muerte en Iraq se hubieran invertido para la vida, hoy pudiéramos estar sacando otras cuentas. Con 610 000 millones de dólares se pueden construir 3 millones de ambulatorios para llevarle salud al mundo, como hoy lo hacen el pueblo de Cuba y el pueblo de Venezuela, a través de la Alternativa Bolivariana para los pueblos de nuestra América, a lo largo y ancho de América Latina y el Caribe.
Con 610 000 millones de dólares invertidos para la guerra, se pudieron haber construido más de 12 millones de viviendas decentes, para hombres y mujeres necesitados de las tres latitudes más necesitadas del mundo, del Africa, de Asia, de América Latina y el Caribe.
Con esos 610 000 millones de dólares invertidos en balas y bombas para matar, se hubieran podido construir más de 300.000 escuelas que estarían albergando, por lo menos, a 350 millones de jóvenes y de niños estudiantes a lo largo y ancho del planeta.
Pero no, la locura y la ambición por los recursos naturales del mundo, llevó a la elite de Estados Unidos a emprender una guerra insensata e irracional y a llevar la violencia y la muerte al mundo.
Hoy, si sacáramos el balance concreto, el resultado directo de lo que ha sido esta guerra insensata e irracional, tendríamos que decir que esta guerra ha llevado muerte, destrucción, desestabilización y ha creado más focos de terrorismo que los que ha podido sanar.
Por eso esta guerra insensata es el peor ejemplo de cómo ha funcionado el sistema de seguridad para la protección del equilibrio y la paz en el mundo.
Hoy la República Bolivariana de Venezuela llama a la reflexión a nuestros hermanos del mundo. Es necesario ajustar los mecanismos para encontrar el equilibrio, la paz y para detener la locura de la guerra.
Hemos visto cómo en los últimos días se ha incrementado la campaña pública mediática internacional de satanización del pueblo y el gobierno de Irán. Hemos visto cómo, de manera peligrosa, se suceden declaraciones amenazantes contra la paz del pueblo de Irán.
¿Se ha preguntado el mundo, se han preguntado los gobiernos representados en esta Asamblea General qué sucedería si esa locura desenfrenada de las elites que gobiernan a Estados Unidos diera el paso enloquecedor de atacar al pueblo pacífico de Irán? ¿Adónde nos llevaría una situación de esas características?
Estamos a tiempo de parar esa campaña de satanización; estamos a tiempo de construir los muros de contención, los alertas, los llamados y las alianzas para detener la locura guerrerista de las elites que gobiernan a Estados Unidos de Norteamérica.
Hoy la guerra contra el terrorismo y la lucha contra el terrorismo han ocupado grandes espacios en la agenda pública internacional.
Nosotros, desde esta tribuna, queremos ratificarle al gobierno de Estados Unidos de Norteamérica la petición legal para que el terrorista Luis Posada Carriles sea extraditado, de acuerdo con las leyes internacionales y sea juzgado por los crímenes cometidos en América Latina y el Caribe contra nuestros pueblos.
¿Sabe esta Asamblea General que uno de los más peligrosos terroristas, Luis Posada Carriles, jefe de una banda terrorista, convicto y confeso de crímenes en la Operación Cóndor en Suramérica, responsable de la desaparición de centenares de hombres y mujeres; convicto y confeso de la voladura del avión de Cubana de Aviación en 1976 en Barbados; convicto y confeso de la colocación de bombas en lugares turísticos de Cuba en la década del 90, se encuentra libre y protegido por el Gobierno de Estados Unidos de Norteamérica en la Florida?
¿Sabe esta Asamblea General que este terrorista ha prestado servicios para la Central de Inteligencia de los Estados Unidos de Norteamérica durante 40 años?
Hemos solicitado al Comité Antiterrorista del Consejo de Seguridad que se hagan todas las diligencias, y pedimos el apoyo y el acompañamiento de los gobiernos hermanos y amigos del mundo para que este terrorista sea extraditado y continúe su juicio por la voladura del avión de Cubana de Aviación en Venezuela.
Esta doble conducta demuestra la hipocresía de lo que es una política que alienta la guerra supuestamente para combatir el terrorismo, pero que en su propia tierra protege, en su propio espacio protege a uno de los más peligrosos terroristas que haya conocido el hemisferio occidental.
Igualmente queremos hacernos solidarios desde esta tribuna con el llamado creciente de gobiernos y pueblos del mundo para que se les haga un juicio justo y se les entregue la libertad inmediata a los cinco cubanos presos en las cárceles del imperio por combatir el terrorismo en el propio territorio de Estados Unidos de Norteamérica.
Estas exigencias que hoy hacemos ante esta Asamblea General de la Organización de Naciones Unidas, forman parte de las banderas de lucha que levanta hoy la República Bolivariana de Venezuela.
Señor Presidente;
Señor Secretario General:
Desde esta tribuna hoy queremos saludar la victoria del presidente Rafael Correa, de las fuerzas progresistas y del pueblo del Ecuador en el reciente proceso electoral para designar la Asamblea Nacional Constituyente que va a encabezar los procesos pacíficos de cambio dentro del Ecuador.
Esta victoria del Ecuador forma parte de un conjunto de procesos de cambios que pacífica y democráticamente se han abierto paso en América del Sur, en América Latina y en el Caribe; procesos de cambio que han tratado de ser detenidos a través de las campañas de las oligarquías internas, a través de la conspiración internacional, a través de las campañas mediáticas. Ahí está clara la voz del pueblo de Ecuador, que se une a la voz del pueblo boliviano y a la voz del pueblo venezolano, a la voz del pueblo uruguayo.
América del Sur, América Latina y el Caribe pedimos, exigimos que se respete el derecho al cambio pacífico y democrático de nuestras sociedades; que se respete el derecho a construir, a través de revoluciones democráticas, nuevos procesos, nuevas estructuras económicas y sociales que permitan superar la pobreza y que permitan construir democracias verdaderamente estabilizadas por la igualdad y superadoras de la pobreza.
Conoce el mundo cómo se conspira y se ha conspirado permanentemente contra la democracia venezolana, contra el presidente Hugo Chávez; conoce el mundo cómo nuestro pueblo enfrentó victoriosamente, en el año 2002, un intento de golpe de Estado que pretendió destruir la democracia y asesinar al presidente Hugo Chávez. Hoy el pueblo de Venezuela se encuentra en pleno proceso de reforma de la Constitución; el próximo diciembre el pueblo de Venezuela, luego de un debate de las condiciones y las propuestas sobre la reforma constitucional, irá a las urnas electorales a decidir, de manera soberana, cuál debe ser el destino de nuestro país y cuáles van a ser las reformas para ampliar las bases de la democracia política, social y económica que nuestro pueblo está decidiendo.
Nosotros hoy le ratificamos al mundo el deseo de que se respete la soberanía de Venezuela, de que se respete la independencia de Venezuela y de que cesen las campañas mediáticas, dirigidas desde el imperio, para tratar de desfigurar, de transfigurar las reales condiciones de construcción democrática de nuestro pueblo y de nuestra revolución popular.
Hoy nosotros ratificamos la necesidad de una reforma profunda e integral a la Organización de Naciones Unidas.
Señor Presidente;
Señor Secretario General:
Otro mundo pluripolar, de equilibrio, sin hegemonismos imperiales, es necesario, es urgente y es posible.
Nosotros nos incorporamos al debate sobre la reforma de la Organización de Naciones Unidas. Creemos que esta organización tiene que refundarse; creemos que esta organización tiene que construirse para ponerse al servicio, como fiel instrumento, de un mundo pluripolar, de un mundo de equilibrio, de un mundo de paz, de un mundo sin hegemonismos.
Diecisiete años de mundo unipolar nos han demostrado la necesidad de una transformación profunda de los organismos multilaterales para que se pongan al servicio de la paz, de la igualdad, de la justicia y de las grandes causas de la humanidad.
Hoy nosotros ratificamos nuestra convicción de la necesidad de que esta Organización de Naciones Unidas se refunde profundamente y avance hacia la democratización del Consejo de Seguridad, hacia su ampliación, tanto de miembros permanentes como de miembros no permanentes; hacia el cumplimiento de nuevas funciones de esta Asamblea General; hacia el fortalecimiento del papel político de la Secretaría General. En fin, que podamos avanzar hacia nuevos mecanismos de diálogo, de convivencia y de construcción de un mundo pluripolar, donde todos valgamos por igual, donde nuestros pueblos se puedan ver por igual, en el marco de una cooperación mundial, para construir las bases de la paz, las bases de la justicia; para superar la locura de la guerra y para poder encadenar el deseo de las elites del mundo de apoderarse de los recursos naturales y de las riquezas de nuestros pueblos.
La República Bolivariana de Venezuela, señor Presidente, señor Secretario General, ratifica su voluntad para avanzar, junto a los pueblos del mundo, en una reforma profunda que convierta a la Organización de Naciones Unidas en una nueva organización, en un verdadero instrumento para la paz, para la vida y para el desarrollo.
Muchas gracias.
Ecuador: La sonrisa y la esperanza
Kintto Lucas
Rebelión
Amargura, rabia, esas son las palabras que mejor definirían la realidad que han vivido ciertos viejos políticos, ciertos empresarios, ciertos banqueros, ciertos representantes de esos banqueros en los medios de comunicación, ciertos dueños de medios de comunicación y ciertos “politólogos”, en estos últimos tres días.
En contraposición, a millones de personas les ha brotado una sonrisa franca, una sonrisa casi tan ancha como la esperanza, que al fin de cuentas en el Ecuador actual es sinónima de la sonrisa.
Desde hace muchos años que la sonrisa y la esperanza venían surgiendo en forma intermitente y desaparecían, asomaban en una esquina y se esfumaban en la neblina, brotaban desde el páramo y se ocultaban en la cangahua, amanecían en las carreteras y se desvanecían en los mares y aeropuertos, caminaban en la marcha y se arrepentían en las escaleras de los palacios, crecían en el oriente y llegaban demasiado rápido a occidente.
Sin embargo, esa obstinada necesidad de vivir y sobrevivir, de desandar caminos y volver a caminar, de imaginar futuros y reconstruirlos después de cada golpe, de soñar días mejores y despertarse creyendo que eran realidad, de pensar unidades donde había retazos, fueron construyendo el momento adecuado para que la sonrisa, o sea la esperanza, sean una imagen pensada en colectivo.
Qué es sino eso la próxima Asamblea Constituyente: Qué es sino una imagen de la sonrisa y la esperanza pensadas en colectivo, pensadas en comunidad, piedra bruta desbastada y bosquejada en minga. Por eso, nadie puede ser excluido ni autoexcluirse del camino, y mucho menos quienes en época de total sequía, sacaron el agua necesaria para que la sonrisa y la esperanza pudieran ir sobreviviendo
Ahora desde que juntas han logrado contagiar a millones de gentes que tienen algo menos que poco, no podemos dejar que se apaguen. Hay mucho que hacer para que la sonrisa y la esperanza algún día sean sinónimas de revolución, hay muchas dudas que sortear, muchas interrogantes, muchos errores, muchas contradicciones, muchas rivalidades personales, muchas rupturas, pero lo que no se debe ni se puede hacer, es poner esas piedras por delante del camino.
Si la sonrisa y la esperanza son ahora un peligro para los dueños y dueñas de las vitrinas, como no lo eran antes, es porque son contagiosas Si los señores y señoras del miedo comienzan a temerles, es porque van ocupando todos los lugares del camino, pero sobre todo porque son una imagen en colectivo, marchando en el camino. Si los excluyentes de toda la vida, aquellos que impusieron la amargura, ahora ruegan un diálogo, es porque están golpeados pero no están muertos.
Ojalá que el triunfo no empalague a la sonrisa y a la esperanza, ni las dudas pongan sal en las heridas que van cicatrizando. Caminemos en colectivo, nunca más que sonrientes, nunca más que esperanzados, nunca menos...
Rebelión
Amargura, rabia, esas son las palabras que mejor definirían la realidad que han vivido ciertos viejos políticos, ciertos empresarios, ciertos banqueros, ciertos representantes de esos banqueros en los medios de comunicación, ciertos dueños de medios de comunicación y ciertos “politólogos”, en estos últimos tres días.
En contraposición, a millones de personas les ha brotado una sonrisa franca, una sonrisa casi tan ancha como la esperanza, que al fin de cuentas en el Ecuador actual es sinónima de la sonrisa.
Desde hace muchos años que la sonrisa y la esperanza venían surgiendo en forma intermitente y desaparecían, asomaban en una esquina y se esfumaban en la neblina, brotaban desde el páramo y se ocultaban en la cangahua, amanecían en las carreteras y se desvanecían en los mares y aeropuertos, caminaban en la marcha y se arrepentían en las escaleras de los palacios, crecían en el oriente y llegaban demasiado rápido a occidente.
Sin embargo, esa obstinada necesidad de vivir y sobrevivir, de desandar caminos y volver a caminar, de imaginar futuros y reconstruirlos después de cada golpe, de soñar días mejores y despertarse creyendo que eran realidad, de pensar unidades donde había retazos, fueron construyendo el momento adecuado para que la sonrisa, o sea la esperanza, sean una imagen pensada en colectivo.
Qué es sino eso la próxima Asamblea Constituyente: Qué es sino una imagen de la sonrisa y la esperanza pensadas en colectivo, pensadas en comunidad, piedra bruta desbastada y bosquejada en minga. Por eso, nadie puede ser excluido ni autoexcluirse del camino, y mucho menos quienes en época de total sequía, sacaron el agua necesaria para que la sonrisa y la esperanza pudieran ir sobreviviendo
Ahora desde que juntas han logrado contagiar a millones de gentes que tienen algo menos que poco, no podemos dejar que se apaguen. Hay mucho que hacer para que la sonrisa y la esperanza algún día sean sinónimas de revolución, hay muchas dudas que sortear, muchas interrogantes, muchos errores, muchas contradicciones, muchas rivalidades personales, muchas rupturas, pero lo que no se debe ni se puede hacer, es poner esas piedras por delante del camino.
Si la sonrisa y la esperanza son ahora un peligro para los dueños y dueñas de las vitrinas, como no lo eran antes, es porque son contagiosas Si los señores y señoras del miedo comienzan a temerles, es porque van ocupando todos los lugares del camino, pero sobre todo porque son una imagen en colectivo, marchando en el camino. Si los excluyentes de toda la vida, aquellos que impusieron la amargura, ahora ruegan un diálogo, es porque están golpeados pero no están muertos.
Ojalá que el triunfo no empalague a la sonrisa y a la esperanza, ni las dudas pongan sal en las heridas que van cicatrizando. Caminemos en colectivo, nunca más que sonrientes, nunca más que esperanzados, nunca menos...
¿Cómo se atreve México con un pelele usurpador?
¿Cómo se atreve México con un pelele usurpador en la presidencia a solicitar un puesto en el Consejo de Seguridad de la ONU? ¿Será para colaborar al desprestigio que ya de por sí tiene la ONU? Les vamos a enviar una copa de la película del FRAUDE: 2006 para que vean el tipo de país que es México. Un país antidemocrático que tiene en la presidencia a un pelele de la oligarquía y los intereses extranjeros y a un usurpador que se robó la presidencia engañando a todos los mexicanos. Pero he aquí las cínicas y descaradas mentiras del embajador de México ante la ONU:
México, dispuesto a participar en Consejo de Seguridad de la ONU
Notimex / La Jornada On Line
Señaló que es un país leal a la causa de la ONU y dispuesto a asumir mayores responsabilidades en el escenario internacional.
¿Será que la causa de la ONU es la mentira y la represión?
Naciones Unidas. México reiteró este miércoles su candidatura al Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas al señalar que es un país leal a la causa de la ONU y dispuesto a asumir mayores responsabilidades en el escenario internacional.
El embajador de México ante la ONU, Claude Heller, señaló que su país, décimo contribuyente del organismo, "es leal a la causa de las Naciones Unidas, comprometido con su reforma y dispuesto a asumir mayores responsabilidades en el escenario internacional".
¿Con su reforma que intenta vender al país al mejor postor?
Al hablar ante el plenario de la Asamblea General de la ONU, Heller señaló que "consistente con esta visión, México ha presentado su candidatura para ocupar un asiento no permanente en el Consejo de Seguridad para el periodo 2009-2010".
¡Aguas! Cuenten bien los votos (voto por voto y casilla por casilla) porque son expertos en fraudes.
Dijo que "México expresa su voluntad política de participar de manera constructiva en las labores del Consejo de Seguridad en materia de mantenimiento de la paz y de la seguridad internacional, así como en el tratamiento de aquellas cuestiones de la agenda mundial vinculadas al ámbito de su competencia".
México está pasando por un baño de sangre, este años ha habido un incremento sustantivo en los asesinatos cometidos por narcos y por el gobierno, así que de mantener la paz sabe muy poco y sobre la competencia nomás que me digan cómo van a competir cuando el 50% de la población no puede ni comer bien.
Al participar en el último día de debates de la Asamblea General, que inició el martes de la semana pasada, Heller destacó además que la ampliación del Consejo de Seguridad es una "necesidad impostergable", para que sea más efectivo ante los desafíos actuales.
"México considera que la ampliación del Consejo de Seguridad es una necesidad impostergable a fin de dotarlo de una mayor representatividad", agregó.
"En este sentido, mi gobierno favorece la ampliación del número de miembros no permanentes con la posibilidad de ser reelectos", dijo el diplomático mexicano.
La ampliación del Consejo es una piedra angular en el paquete de reformas de la ONU que es analizado y negociado desde hace años por los Estados miembros, y que en estos momentos permanece estancado.
En este punto concreto, México forma parte del grupo Unidos por el Consenso, que favorece la ampliación de los asientos no permanentes del Consejo (actualmente 10 más cinco permanentes con derecho a veto), según criterios de reparto regional.
En un extremo están los miembros permanentes (Rusia, China, Estados Unidos, Francia y Reino Unido) que se oponen a que entren nuevos permanentes con los que compartir su poder de veto y en el otro, los que buscan lo contrario, como Japón, Brasil o India.
México, dispuesto a participar en Consejo de Seguridad de la ONU
Notimex / La Jornada On Line
Señaló que es un país leal a la causa de la ONU y dispuesto a asumir mayores responsabilidades en el escenario internacional.
¿Será que la causa de la ONU es la mentira y la represión?
Naciones Unidas. México reiteró este miércoles su candidatura al Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas al señalar que es un país leal a la causa de la ONU y dispuesto a asumir mayores responsabilidades en el escenario internacional.
El embajador de México ante la ONU, Claude Heller, señaló que su país, décimo contribuyente del organismo, "es leal a la causa de las Naciones Unidas, comprometido con su reforma y dispuesto a asumir mayores responsabilidades en el escenario internacional".
¿Con su reforma que intenta vender al país al mejor postor?
Al hablar ante el plenario de la Asamblea General de la ONU, Heller señaló que "consistente con esta visión, México ha presentado su candidatura para ocupar un asiento no permanente en el Consejo de Seguridad para el periodo 2009-2010".
¡Aguas! Cuenten bien los votos (voto por voto y casilla por casilla) porque son expertos en fraudes.
Dijo que "México expresa su voluntad política de participar de manera constructiva en las labores del Consejo de Seguridad en materia de mantenimiento de la paz y de la seguridad internacional, así como en el tratamiento de aquellas cuestiones de la agenda mundial vinculadas al ámbito de su competencia".
México está pasando por un baño de sangre, este años ha habido un incremento sustantivo en los asesinatos cometidos por narcos y por el gobierno, así que de mantener la paz sabe muy poco y sobre la competencia nomás que me digan cómo van a competir cuando el 50% de la población no puede ni comer bien.
Al participar en el último día de debates de la Asamblea General, que inició el martes de la semana pasada, Heller destacó además que la ampliación del Consejo de Seguridad es una "necesidad impostergable", para que sea más efectivo ante los desafíos actuales.
"México considera que la ampliación del Consejo de Seguridad es una necesidad impostergable a fin de dotarlo de una mayor representatividad", agregó.
"En este sentido, mi gobierno favorece la ampliación del número de miembros no permanentes con la posibilidad de ser reelectos", dijo el diplomático mexicano.
La ampliación del Consejo es una piedra angular en el paquete de reformas de la ONU que es analizado y negociado desde hace años por los Estados miembros, y que en estos momentos permanece estancado.
En este punto concreto, México forma parte del grupo Unidos por el Consenso, que favorece la ampliación de los asientos no permanentes del Consejo (actualmente 10 más cinco permanentes con derecho a veto), según criterios de reparto regional.
En un extremo están los miembros permanentes (Rusia, China, Estados Unidos, Francia y Reino Unido) que se oponen a que entren nuevos permanentes con los que compartir su poder de veto y en el otro, los que buscan lo contrario, como Japón, Brasil o India.
Entre el silencio amordazado y el silencio cómplice (España)
En un régimen corrupto y putrefacto es una contradicción vincular libertad, democracia e información
Ramón Pérez Almodóvar
Rebelión
Ejercer el periodismo en libertad democrática en Tenerife, y en muchos otros lugares del mundo, es imposible. Es una contradicción en un régimen corrupto y putrefacto vincular libertad, democracia e información. A estas alturas, reivindicar democracia es absolutamente revolucionario.
Es completamente absurdo pensar que vivimos en un sistema democrático sólo porque se permita votar cada cuatro años porque una banda de desalmados financiados por no se sabe quien, o sí se sabe, se colocarán otra vez en los cargos públicos gracias a un sistema electoral censitario, que excluye a miles de personas. Eso sólo se puede definir con una palabra: régimen.
Ciertamente que el capitalismo neoliberal ha avanzado en sus mecanismos de control, ahora muchos más sutiles. Aparentemente vivimos en una democracia, pero hay 20.000 mujeres canarias esperando una cita con un ginecólogo. Y les dicen que vayan por la privada si quieren saber, mucho antes, qué les pasa. Los instrumentos mediáticos para adormecer y machacar a los ciudadanos están muy engrasados, al tiempo que los trabajadores que hacen funcionar esos instrumentos malviven en la precariedad laboral.
Empresarios cercanos al cemento y al asfalto, muy alejados de la información y del interés en desarrollar el artículo 20 de la Constitución de 1978, obsoleta y antidemocrática en su origen, pese a todo, montan medios de comunicación según un manual que bien puede coincidir con el planteamiento de la N’Dragueta o ‘le cosche’ calabresas: lo utilizan como arma disuasoria para conseguir beneficios en otros sectores productivos y para ello no dudan en contratar mercenarios que defenderán ante una cámara lo que diga el patrón. Cuando contratan a un profesional de los medios, si se sale del guión simplemente se queda sin trabajo.
En estas condiciones, y debido a que la mayor parte de la población se informa a través de la televisión y lo asume mucho mejor, puesto que el esfuerzo de abrir la boca y quedarse parado ante una pantalla es mucho menor que leer un periódico y reflexionar sobre lo que se informa, el control de los medios audiovisuales ha sido una constante del régimen que gobierna Canarias. La única salida, pues, es que los medios públicos informen de lo que sucede a los ciudadanos.
Pero resulta que es imposible. El investigado Jorge Bethencourt, propuesto por CC como consejero del Ente de RTVE, votó a favor de que se desmantelara el centro de producción de Televisión Española en Canarias. Un hipotético problema menos. De la autonómica tampoco hay por qué preocuparse, pues el comisario político es el director general. Sin embargo, los deberes del contratista están claramente estipulados en el reglamento que regula la Ley de la Televisión Canaria y donde se incluye una perorata sobre las garantías del servicio público y bla, bla, bla.
Sin información veraz, entre otras cosas, no existe democracia. Así que es lógico deducir que en Canarias la democracia no existe sólo porque votemos cada cuatro años: el auténtico control lo tienen quienes nos dicen que esto es una democracia y que ellos pueden hacer lo que les salga de sus narices porque les han votado.
Respecto a la situación de la Justicia, poco que decir: el fiscal jefe del TSJC habla de contar con más medios para investigar y tal y echa la culpa de la lentitud de la Justicia a los inmigrantes, en la línea ortodoxa de Paulino. Si se inicia un procedimiento judicial contra un político, siempre habrá un defecto de forma en la tramitación del expediente y todos a la calle, como en Marbella.
Esto no se lo cree nadie: puede ser cierto que falten medios, pero es que en un régimen todo está calculado, incluso que falten medios. Pero que se oiga la voz nítida de un marqués, de la Oliva, y que no se le juzgue por cohecho; que se oiga una conversación entre el presidente del Gobierno, Adán Martín, con un empresario pactando la aprobación de miles de camas pese a la ley y que el asunto se archive; que el Gobierno gane una sentencia contra el Ayuntamiento de El Rosario y que el alcalde, del PSOE (¿) pida que no se ejecute…Y que el Gobierno acceda.
Todo esto no parece más que una farsa donde casi todo está absolutamente corrompido. Es algo intrínseco al neoliberalismo salvaje, porque todo, potencialmente, se puede comprar, incluso la dignidad. Por eso hoy, en 2007, pedir democracia es revolucionario. Porque ocurre que para algunos demócratas la dignidad no está en venta: es el gran valor que queda a quienes creen en la democracia, concepto que han intentado, también, expropiar.
De ahí que en esta prostitución del lenguaje haya avezados proxenetas lingüísticos que se atreven a citar los versos de Pedro García Cabrera sobre el silencio amordazado, que escribió en contra de la dictadura mientras el abuelo de Miguel Zerolo asistía a las ejecuciones de republicanos luchadores por la libertad, según cuenta la tradición oral. Ahora, más que silencio amordazado, asistimos atónitos al silencio cómplice de los medios de comunicación de Tenerife, sin cuya colaboración no se hubiera podido llegar a la actual situación de podredumbre.
Es lógico que los medios privados defiendan sus intereses, que pueden estar y están de hecho en otros sectores distintos al de la comunicación. Eso es indiscutible. Pero ocurre que la gran mayoría deja de publicar muchas informaciones de interés general, público, y trata la información como mera mercancía: la que se oculta es la más cara. Por eso es inadmisible que muchos de esos medios privados obtengan licencias para emitir, se les subvencione con dinero público o se ponga publicidad con dinero de todos los ciudadanos cuando lo único que defienden son sus negocios y les importa una higa la información veraz y el interés general. Una higa.
De ahí que la lógica salida para informar mucho mejor tenga que venir a través de los medios públicos. Por qué no lo hacen es algo que tiene que pesar sobre la conciencia de los directores. Salvo contadas excepciones, en los privados, sobre todo si son juguetes familiares, no se suele pedir que tengan conciencia, sino que les sobren escrúpulos.
Ramón Pérez Almodóvar
Rebelión
Ejercer el periodismo en libertad democrática en Tenerife, y en muchos otros lugares del mundo, es imposible. Es una contradicción en un régimen corrupto y putrefacto vincular libertad, democracia e información. A estas alturas, reivindicar democracia es absolutamente revolucionario.
Es completamente absurdo pensar que vivimos en un sistema democrático sólo porque se permita votar cada cuatro años porque una banda de desalmados financiados por no se sabe quien, o sí se sabe, se colocarán otra vez en los cargos públicos gracias a un sistema electoral censitario, que excluye a miles de personas. Eso sólo se puede definir con una palabra: régimen.
Ciertamente que el capitalismo neoliberal ha avanzado en sus mecanismos de control, ahora muchos más sutiles. Aparentemente vivimos en una democracia, pero hay 20.000 mujeres canarias esperando una cita con un ginecólogo. Y les dicen que vayan por la privada si quieren saber, mucho antes, qué les pasa. Los instrumentos mediáticos para adormecer y machacar a los ciudadanos están muy engrasados, al tiempo que los trabajadores que hacen funcionar esos instrumentos malviven en la precariedad laboral.
Empresarios cercanos al cemento y al asfalto, muy alejados de la información y del interés en desarrollar el artículo 20 de la Constitución de 1978, obsoleta y antidemocrática en su origen, pese a todo, montan medios de comunicación según un manual que bien puede coincidir con el planteamiento de la N’Dragueta o ‘le cosche’ calabresas: lo utilizan como arma disuasoria para conseguir beneficios en otros sectores productivos y para ello no dudan en contratar mercenarios que defenderán ante una cámara lo que diga el patrón. Cuando contratan a un profesional de los medios, si se sale del guión simplemente se queda sin trabajo.
En estas condiciones, y debido a que la mayor parte de la población se informa a través de la televisión y lo asume mucho mejor, puesto que el esfuerzo de abrir la boca y quedarse parado ante una pantalla es mucho menor que leer un periódico y reflexionar sobre lo que se informa, el control de los medios audiovisuales ha sido una constante del régimen que gobierna Canarias. La única salida, pues, es que los medios públicos informen de lo que sucede a los ciudadanos.
Pero resulta que es imposible. El investigado Jorge Bethencourt, propuesto por CC como consejero del Ente de RTVE, votó a favor de que se desmantelara el centro de producción de Televisión Española en Canarias. Un hipotético problema menos. De la autonómica tampoco hay por qué preocuparse, pues el comisario político es el director general. Sin embargo, los deberes del contratista están claramente estipulados en el reglamento que regula la Ley de la Televisión Canaria y donde se incluye una perorata sobre las garantías del servicio público y bla, bla, bla.
Sin información veraz, entre otras cosas, no existe democracia. Así que es lógico deducir que en Canarias la democracia no existe sólo porque votemos cada cuatro años: el auténtico control lo tienen quienes nos dicen que esto es una democracia y que ellos pueden hacer lo que les salga de sus narices porque les han votado.
Respecto a la situación de la Justicia, poco que decir: el fiscal jefe del TSJC habla de contar con más medios para investigar y tal y echa la culpa de la lentitud de la Justicia a los inmigrantes, en la línea ortodoxa de Paulino. Si se inicia un procedimiento judicial contra un político, siempre habrá un defecto de forma en la tramitación del expediente y todos a la calle, como en Marbella.
Esto no se lo cree nadie: puede ser cierto que falten medios, pero es que en un régimen todo está calculado, incluso que falten medios. Pero que se oiga la voz nítida de un marqués, de la Oliva, y que no se le juzgue por cohecho; que se oiga una conversación entre el presidente del Gobierno, Adán Martín, con un empresario pactando la aprobación de miles de camas pese a la ley y que el asunto se archive; que el Gobierno gane una sentencia contra el Ayuntamiento de El Rosario y que el alcalde, del PSOE (¿) pida que no se ejecute…Y que el Gobierno acceda.
Todo esto no parece más que una farsa donde casi todo está absolutamente corrompido. Es algo intrínseco al neoliberalismo salvaje, porque todo, potencialmente, se puede comprar, incluso la dignidad. Por eso hoy, en 2007, pedir democracia es revolucionario. Porque ocurre que para algunos demócratas la dignidad no está en venta: es el gran valor que queda a quienes creen en la democracia, concepto que han intentado, también, expropiar.
De ahí que en esta prostitución del lenguaje haya avezados proxenetas lingüísticos que se atreven a citar los versos de Pedro García Cabrera sobre el silencio amordazado, que escribió en contra de la dictadura mientras el abuelo de Miguel Zerolo asistía a las ejecuciones de republicanos luchadores por la libertad, según cuenta la tradición oral. Ahora, más que silencio amordazado, asistimos atónitos al silencio cómplice de los medios de comunicación de Tenerife, sin cuya colaboración no se hubiera podido llegar a la actual situación de podredumbre.
Es lógico que los medios privados defiendan sus intereses, que pueden estar y están de hecho en otros sectores distintos al de la comunicación. Eso es indiscutible. Pero ocurre que la gran mayoría deja de publicar muchas informaciones de interés general, público, y trata la información como mera mercancía: la que se oculta es la más cara. Por eso es inadmisible que muchos de esos medios privados obtengan licencias para emitir, se les subvencione con dinero público o se ponga publicidad con dinero de todos los ciudadanos cuando lo único que defienden son sus negocios y les importa una higa la información veraz y el interés general. Una higa.
De ahí que la lógica salida para informar mucho mejor tenga que venir a través de los medios públicos. Por qué no lo hacen es algo que tiene que pesar sobre la conciencia de los directores. Salvo contadas excepciones, en los privados, sobre todo si son juguetes familiares, no se suele pedir que tengan conciencia, sino que les sobren escrúpulos.
Cómo la estructura ritual del noticiero de televisión formatea nuestras mentes
Un análisis de los informativos franceses
Pierre Mellet
Red Voltaire
El noticiero de televisión es el corazón de la información contemporánea. Este espacio, que hoy constituye la principal fuente de información de una gran parte de los franceses, comenzó siendo, en la Francia de 1949, un simple subproducto conformado con imágenes que la casa Gaumont y las Actualités Françaises no habían querido proyectar en las salas cinematográficas. Fue, al principio, un simple desfile de imágenes acompañadas de un comentario sonoro. El «presentador» no se sentó ante el telespectador hasta 1954, cuando el noticiero televisivo fijó su horario, a las 20 horas, o sea las 8 p.m. A partir de entonces, la puesta en escena del noticiero de televisión se ha ido incrementando constantemente durante todos estos años mientras que la información ha quedado marginada –si alguna vez estuvo realmente presente– para convertir este teatro no ya en un noticiero sino en un espectáculo ritualizado, en una ceremonia litúrgica. La función del noticiero de las 8 p.m. no es informar, en el sentido de establecer un esfuerzo de comprensión de mundo, sino divertir a los telespectadores, al tiempo que les recuerda aquello que deben saber.
El siguiente análisis se basa en los dos principales noticieros televisivos que se transmiten en Francia a la 8 p.m., el del canal TFI y el de France 2, pero puede, en muchos aspectos, tener muchas similitudes con los noticieros de televisión de otros países, principalmente en «Occidente».
El contexto
Con su horario de las 8 p.m., el noticiero de televisión se ha convertido, como lo fue la misa en su época, en la cita de toda la sociedad (aunque cada uno está en su casa). Se trata, paradójicamente, de un espacio esencial de socialización. Cada cual descubre cada noche el mundo en el que vive, y puede a partir de ese momento hablarle de ese mundo a quienes le rodean, discutir sobre los temas del momento con seguridad en cuanto a la importancia de estos, por el hecho mismo de que fueron mencionados en «el noticiero de televisión». Todo está montado, preparado de antemano, como un ritual religioso: el horario fijo, la duración (unos 40 minutos), el presentador-sacerdote inamovible, o casi inamovible, el tono incómodo, serio, distante, casi objetivo, pero nunca verdaderamente neutro, las imágenes seleccionadas, el orden jerárquico de las noticias. Como en todo ritual, lo mismo vuelve permanentemente, y se integra alrededor de una aparente evolución cotidiana. En los mismos horarios se anuncian las mismas historias, contadas por los mismos reportajes, introducidas y comentadas con las mismas palabras, poniendo en pantalla a los mismos personajes, ilustradas con las mismas imágenes. Se trata de un ciclo sin fin y sin fondo.
En la apertura, la presentación introduce una música abstracta que sugiere la mezcla del tiempo que pasa, la precipitación de los hechos, y una forma de intemporal necesaria en toda ceremonia mística. Mientras se oye la música, un globo antecede a la aparición del presentador, o un travelling hacia éste último lo pasar de la sombra a la luz. Todo sucede como si nos fueran a revelar la verdad del mundo.
El presentador hace el papel de guía y de autentificador. Personaje principal y trascendental, el presentador está en el centro mismo del dispositivo de credibilidad del noticiero de las 8 p.m. La noticia nos llega a través de él, también es él quien la legitima, le confiere importancia y la da como «verdadera». Es también el presentador quien puede tranquilizar al telespectador: si el mundo va mal y parece completamente indescifrable, el presentador es «el que sabe» y el que nos lo puede explicar.
(En otros casos, los presentadores son dos. La relación con el telespectador se hace entonces muchos menos profesoral y paternalista, pero más parecida a la conversación, y puede parecer más frívola. Claro está, no tendremos nunca dos presentadores, o dos presentadoras, sino siempre un dúo heterosexual. El asunto es no asustar a la representación de la familia burguesa cristiana. Como ese tipo de puesta en escena resulta poco frecuente en Francia, no abundaremos en ese sentido).
Credibilidad e información
«Señoras y señores, veamos los titulares de la actualidad de este lunes 6 de agosto», nos dice el presentador al principio de cada noticiero. Por consiguiente, no se trata de un sumario, de una selección que la redacción ha hecho entre la información del día, sino de los «titulares de la actualidad», o sea que se trata precisamente de lo que hay que saber sobre el mundo en este día. No hay nada que entender, el «periodismo» no busca más que enseñarnos el mundo [en el sentido de aprender]. El presentador no da ninguna clave, él no descifra nada, solamente nos dice lo que es. No se nos presenta una «visión» de la actualidad sino la Actualidad misma.
A partir de ahí, lo importante para el presentador es «aparentar». Su credibilidad no está basada en su calidad de periodista sino en su carisma, en la empatía que logra crear, en su manera de tranquilizar y su apariencia de hombre honesto e inteligente. David Pujadas puede perfectamente anunciar que Alain Juppé se retira de la vida política y Patrick Poivre d’Arvor nos puede presentar una falsa entrevista de Fidel Castro [El autor menciona aquí dos incidentes que realmente sucedieron. Nota del Traductor.]. A pesar de ello, los mantienen en el mismo puesto, con el apoyo de sus superiores, y sin perder por ello su estatus como «periodista» [1] ni su credibilidad ante el público. Todo sucede como si las noticias que nos entregan finalmente no tuvieran importancia. La noticia está ahí únicamente para justificar el ritual, como la lectura de los Evangelios en la misa, sin ser nunca la razón central, el núcleo, que en realidad está siempre en otra parte, en la repetición constante de las consignas morales, políticas y económicas del momento. «Este es el Bien, este es el Mal», nos dice el presentador.
La jerarquía de la información es por tanto inexistente. Aunque una de las primeras cosas que se hace en todo «diario» es determinar los temas que parecen más importantes para tratar de establecer un desarrollo (específico en cada redacción) de la información en orden decreciente, de lo importante a lo insignificante, en el noticiero no es así, ni en lo más mínimo. Nos llevan de los restos mortales del cardenal Lustiger al accidente de la Feria des Loges, y después viene el desenlace del caso del secuestro del pequeño Alexandre en la isla de la Reunión, seguido del suicidio de un agricultor ante las acciones de los militantes antiOGM, para pasar después al subsidio de inicio del curso escolar, a la espeleóloga belga atrapada en una cueva, la campaña electoral antiestadounidense entre los demócratas, la intervención de Reporteros Sin Fronteras que denuncia la falta de libertad de expresión en China, la propia China como destino turístico, el despido de Laure Manaudou, un accidente durante una carrera en Estados Unidos, el festival Fiesta de Sete, el fallecimiento del periodista Henri Amouroux y, para terminar, el del barón Elie de Rothschild [2]. No existe ni la más mínima coherencia, en ningún momento. Los temas parecen haber sido escogidos únicamente en función de su insignificancia casi generalizada, o de su aparente insignificancia. Todo aparece mezclado, amor y odio, risas y llantos, la empatía se mezcla con la grandilocuencia, las imágenes espectaculares o risibles con los dramas patéticos, y la omnipresencia de la fatalidad nos recuerda constantemente el predominio de la muerte sobre la vida.
El reportaje
Después de los «titulares» anunciados, el presentador pasa a la introducción del reportaje. El reportaje es el ejemplo que nos demuestra lo que el presentador nos dice. En efecto, todo lo que será dicho y demostrado en el reportaje aparece ya en la introducción del mismo. El presentador resume constantemente, en vez de limitarse –como debiera hacerlo– a presentar. Esto crea una redundancia. Lo que ya se ha dicho una vez en forma de introducción se repite después sistemáticamente en el reportaje. Se enuncian las mismas informaciones, resumidas la primera vez y la segunda alargadas para la elaboración de la historia que se cuenta. El reportaje agrega muy poco a lo ya dicho por el presentador, no hace más que desarrollar los detalles anodinos que sirven de contrapeso a «la objetividad» del presentador creando el «acercamiento». A los elementos iniciales, mencionados en la introducción, se agregan después en la historia los detallitos románticos necesarios para concretar su enseñanza lúdica.
El reportaje se compone de dos cosas: la imagen y el comentario de la imagen. Si quitamos el sonido, la imagen pierde todo su significado. Todo tendría que estar basado en la imagen, pero lo que se produce en la televisión es precisamente lo contrario: el comentario nos cuenta lo que la imagen no hace más que ilustrar. Esta última está ahí solamente para realzar el comentario. Es una sucesión de paisajes similares, de rostros y gestos intercambiables, pegados uno detrás del otro y sin vínculo alguno entre sí. En la televisión, la imagen sólo sirve para justificar el comentario, para autentificarlo. La imagen permite que el comentario parezca «verdad». Y se lo permite precisamente porque, al no decir nada la imagen por sí misma, el comentario la transforma en aquello que nos dice el comentario. Y es ahí precisamente donde reside el verdadero peligro de este medio. Al tener la imagen una fuerza de convicción muy importante, es más fácil convencer cuando, luego de haber despojado la imagen de todo su sentido, usted la convierte en prueba que autentifica el discurso. A partir de ahí, todo se basa en el comentario, y en el carácter creíble de la historia que nos van a contar.
«En el reportaje, señala el antropólogo Stephane Breton, el comentario es lo que nos soplan desde los bastidores, ese submundo prohibido al telespectador (…) y del que brota, como una revelación, un sentido que se impone a la imagen. La significación no aparece en la escena sino fuera de ella, cuando la dice alguien que sabe» [3]. El periodista no aparece sino muy raramente, al final del reportaje. Oímos, por tanto, una voz despersonificada. Se trata de una palabra divina que se nos impone para explicarnos aquello que no entenderíamos mirando solamente las imágenes. Al no haber interlocutor, no hay contradicción. El reportaje es como un hilo que se desenrolla siguiendo una lógica propia, la que el periodista quiere que nos aprendamos, aquella en la que los «testigos» aparecen uno detrás de otro únicamente para acreditar la palabra que de todas maneras ya nos dijo lo que ellos han de explicarnos. Lo mismo sucede con la introducción, la redundancia es constante en el reportaje. Todo «testigo» es presentado no según su función, ni con el objetivo de justificar su lugar en el reportaje en ese preciso momento, sino en dependencia de lo que va a decirnos. Y la palabra del «testigo» acredita el comentario dando un punto de vista necesariamente «verdadero». «Si él lo dice, así debe ser». Y muy a menudo, el «testigo» no tiene absolutamente nada que decir, pero de todas maneras lo dice porque el periodista tiene que dar prueba de su objetividad y de la autenticidad de su reportaje, de su investigación, demostrando que realmente estuvo en el lugar y que por tanto puede hacer que veamos lo que es.
El reportaje, en el noticiero de televisión, no es la realización de una investigación que explora diferentes pistas sino el relato de un hecho cualquiera mostrado como algo fundamental. Es una visión del mundo sin otra alternativa, que trata de dar una apariencia de objetividad. El presentador dice lo que es, y el reportaje lo muestra. Y es ahí precisamente que la imagen peca por su falta de sentido, y que el comentario parece convertirse en palabra divina. «He aquí el mundo», nos dice el presentador, «y he aquí la prueba», continúa el reportaje. Y ¿cómo poner en duda la prueba si nos la ponen ante nuestros asombrados ojos? La realidad se construye entonces sobre la anécdota, en vez de construirse sobre un conjunto de hechos más o menos contradictorios que permitan mirar una situación en un intento de tener de ella una visión global para poder dar después un análisis.
Las consignas
Todo esto se relaciona con la lógica de difusión de la moral. El noticiero de televisión, como casi todos los medios, es un órgano de difusión de las consignas del momento. Nunca discute el sistema, parece como si ni siquiera conociera su existencia, pero destila constantemente las órdenes de la clase dominante. El noticiero de televisión forma parte de ese «servicio público», al que se refiere Guy Debord en sus Commentaires sur la société du spectacle [Comentarios sobre la sociedad del espectáculo. Nota del Traductor.], «que [administra] con un “profesionalismo” imparcial la nueva riqueza de la comunicación de todos mediante los medios masivos de difusión, comunicación que ha alcanzado al fin la pureza unilateral, en la que se no obliga a admirar pasivamente la decisión ya tomada. Lo que nos comunican son órdenes; y, muy armoniosamente, quienes han impartido esas órdenes son precisamente los mismos que nos dirán lo que piensan de ellas» [4] .
El noticiero de las 8 p.m., surgido de una sociedad en la que se ha destruido la memoria, transmite las consignas, como en toda forma de acondicionamiento, mediante la repetición permanente y cotidiana. Las historias que nos cuentan parecen diferentes entre sí, cuando en realidad son todas similares. Todo en ellas se repite, noche tras noche, constantemente, y a todos los niveles. Sólo cambian los nombres y los rostros. Pero la película es siempre idéntica. Nos muestran un presente perpetuo y que permite ocultar todos los movimientos del poder. Si ya no se muestran las evoluciones, es porque ya no tienen vigencia. El noticiero de televisión divulga por tanto la moral burguesa (cristiana y capitalista) en un bloque compacto. Es un vómito largo y lento que se escurre, diluido y diseminado durante toda la duración del noticiero de las 8 p.m. Y que comprende varias formas de difusión:
-La acusación. Es constante, y generalmente la enuncian los «testigos», lo cual permite hacerle creer al periodista que ha mostrado una «opinión» y que por tanto ha presentado una visión objetiva de la situación. Un incendio destruye una casa, y es porque los bomberos deberían haber llegado antes. Un violador ha salido de prisión porque tenía derecho a una reducción de la condena, y es porque la justicia no funciona bien. Un gobierno se niega a plegarse al ultimátum de Occidente, y se trata de una dictadura, de un país subdesarrollado donde se mezclan la estupidez y la barbarie, y, mejor aún, donde la censura amordaza a los opositores, que a su vez están necesariamente de acuerdo con los puntos de vista de Occidente pero no lo pueden decir. El objetivo es siempre encontrar alguien a quien condenar para recordar lo que está «bien» y lo que está «mal» y poder aplicar toda la semántica cristiana del «perdón», de la «decadencia», etc.
-La evidencia. Utilizada sobre todo para zanjar sin discusión las cuestiones económicas, esta consiste en divulgar los dogmas o las decisiones gubernamentales sin ponerlas jamás en tela de juicio. Este es el caso, por ejemplo, del «crecimiento», que constituye siempre la vía necesaria para la supervivencia que nunca se pone en tela de juicio y cuyas cifras nos anuncia el presentador con cara de catástrofe: «el crecimiento será sólo de 1,2% este año, según los expertos»...
-La hagiografía. Al igual que la misa, el noticiero de televisión tiene que hablar de sus santos. Así nos ofrecen el retrato de alguien que «ha triunfado», ya sea porque acaba de fallecer, porque «ha ganado en todo», porque «se hizo a sí mismo», etc. Es el prisma de la excepción que establece el modelo a seguir suscitando admiración y respeto. «Esto es lo que usted no ha logrado ser, lo que usted debería ser, lo que usted nunca llegará a ser y lo que usted por consiguiente debe adorar», nos repite constantemente el noticiero de televisión.
-El vecindario. Particularmente eficaz. El objetivo es decir que «Francia es el último país de Europa en abordar este asunto». Es el mecanismo que rige la sociabilidad de base, la pertenencia al grupo mediante la imitación, mediante la reproducción de lo que parece hacer o de lo que parece ser. El presentador nos dice entonces: «Ellos hacen esto. ¿Por qué nosotros hacemos otra cosa?», presuponiendo que nuestra manera de actuar es necesariamente menos adecuada. «En Estados Unidos, trabajar después de los 65 años no representa ningún problema». No se hace nunca el más mínimo análisis de los puntos positivos y negativos del sistema del vecino. Se nos ofrece únicamente una mirada «objetiva», que nos dice: «Esto es lo que hacen allá, y por eso es mejor que aquí».
-El folklore. Aquí es cuando nos presentan, con una sonrisa en los labios y con la indulgencia con la que se mira al artista que puede parecernos un poco loco pero que a fin de cuentas no le hace daño a nadie, a la gente que vive de forma un poco diferente. Es única y exclusivamente en este tipo de tema que el presentador subraya el carácter «excepcional» de las personas que nos van a presentar, como para disuadirnos de actuar como ellas.
Esto no son más que algunos ejemplos.
Anécdota y fatalidad
Dos formas de representación del mundo caracterizan principalmente el noticiero de televisión, y constituyen los dos movimientos principales de difusión de las consignas: la anécdota y la fatalidad.
La anécdota aparece al principio de cada tema. Todo parte del hecho en particular, del hecho específico del día, y se extiende hacia el problema más amplio que este parece contener en sí mismo, o que los periodistas hacen como si creyeran que lo contiene. Es una retórica particular que encontramos hoy en la base de todo discurso político o periodístico, una inversión de la lógica, del desarrollo efectivo de la demostración y del análisis del mundo: ahora es la excepción lo que explica la regla, lo que la construye. Todo parte del hecho particular para prolongarse, como si este último contuviera en sí mismo todas las causas y todas las consecuencias que han dado lugar a la situación más general que se supone que demuestra. El noticiero de las 8 p.m. no se preocupa jamás por describir fenómenos endémicos, o los saca siempre de la cadena de hechos que los han llevado a la situación actual. Es una necesidad dialéctica lógica para quien quiere transmitir las consignas sin tomarse el trabajo de explicarlas, lo cual le obliga a complicar todavía más su propia demostración y le lleva a darse cuenta de que las cosas son menos simples de lo que él trató de hacer creer. Para que las consignas sean divulgadas eficazmente, no se puede dejar abierta la posibilidad de contradecirlas. Por tanto, más vale no explicar nada. De todas formas, como ya dijimos anteriormente, el objetivo no es que la gente entienda, sino que aprenda.
La fatalidad, por su parte, mece el conjunto del noticiero de televisión. Los hechos suceden por causa de una desgracia fortuita, de un azar distraído que por desgracia afecta siempre a los mismas (personas, naciones…). Es un lamento constante: «si los bomberos hubieran llegado antes», «si el violador no hubiese salido de prisión», «si África no fuera un continente pobre y corrupto», etc. La fatalidad es el basamento de toda religión ya que permite no tener nunca nada que justificar y porque recuerda el deber de sumisión ante la trascendencia, ya que siempre estamos «por debajo». La fatalidad equivale a repetir permanentemente una especie de condena, y agrega con amargura (aunque no siempre): «las cosas son así». El sistema se regula a sí mismo y es «el mejor sistema posible», el hombre es un ser «malo» y se pasa la vida «cayéndose» y «volviéndose a caer» a pesar de todos los intentos por «perdonarlo», el pobre es responsable de su propia situación porque es demasiado perezoso para buscar soluciones y aplicarlas, incluso hasta cuando se le da la solución, etc. Es un suspiro constante, un llamado permanente a la impotencia y a la sumisión ante el sufrimiento. El mundo gira y nada podemos hacer…
Una vez terminada la transmisión de las consignas, el mensajero divino se despide de nosotros, concluyendo el sermón del día y sin olvidarse nunca de citarnos para el día siguiente a la misma hora. Y luego, desaparece. Mientras recoge los papeles que demuestran su seriedad, la cámara se aleja de él, la penumbra se hace más intensa y se funde poco a poco con el mismo tipo de música que dio inicio a la ceremonia
[1] Patrick Poivre d’Arvor, reconocido como la estrella del periodismo francés, no tiene el carnet de periodista porque sus principales ingresos no provienen del periodismo sino de sus actividades como consejero y de sus escritos.
[2] informaciones mencionadas en el noticiero de las 8 p.m. del canal France 2 correspondiente al lunes 6 de agosto de 2007.
[3] Stephane Breton, Télévision, Hachette Littérature, 2005.
[4] Guy Debord, Commentaires sur la société du spectacle, Gallimard, Folio, 1996.
Pierre Mellet
Red Voltaire
El noticiero de televisión es el corazón de la información contemporánea. Este espacio, que hoy constituye la principal fuente de información de una gran parte de los franceses, comenzó siendo, en la Francia de 1949, un simple subproducto conformado con imágenes que la casa Gaumont y las Actualités Françaises no habían querido proyectar en las salas cinematográficas. Fue, al principio, un simple desfile de imágenes acompañadas de un comentario sonoro. El «presentador» no se sentó ante el telespectador hasta 1954, cuando el noticiero televisivo fijó su horario, a las 20 horas, o sea las 8 p.m. A partir de entonces, la puesta en escena del noticiero de televisión se ha ido incrementando constantemente durante todos estos años mientras que la información ha quedado marginada –si alguna vez estuvo realmente presente– para convertir este teatro no ya en un noticiero sino en un espectáculo ritualizado, en una ceremonia litúrgica. La función del noticiero de las 8 p.m. no es informar, en el sentido de establecer un esfuerzo de comprensión de mundo, sino divertir a los telespectadores, al tiempo que les recuerda aquello que deben saber.
El siguiente análisis se basa en los dos principales noticieros televisivos que se transmiten en Francia a la 8 p.m., el del canal TFI y el de France 2, pero puede, en muchos aspectos, tener muchas similitudes con los noticieros de televisión de otros países, principalmente en «Occidente».
El contexto
Con su horario de las 8 p.m., el noticiero de televisión se ha convertido, como lo fue la misa en su época, en la cita de toda la sociedad (aunque cada uno está en su casa). Se trata, paradójicamente, de un espacio esencial de socialización. Cada cual descubre cada noche el mundo en el que vive, y puede a partir de ese momento hablarle de ese mundo a quienes le rodean, discutir sobre los temas del momento con seguridad en cuanto a la importancia de estos, por el hecho mismo de que fueron mencionados en «el noticiero de televisión». Todo está montado, preparado de antemano, como un ritual religioso: el horario fijo, la duración (unos 40 minutos), el presentador-sacerdote inamovible, o casi inamovible, el tono incómodo, serio, distante, casi objetivo, pero nunca verdaderamente neutro, las imágenes seleccionadas, el orden jerárquico de las noticias. Como en todo ritual, lo mismo vuelve permanentemente, y se integra alrededor de una aparente evolución cotidiana. En los mismos horarios se anuncian las mismas historias, contadas por los mismos reportajes, introducidas y comentadas con las mismas palabras, poniendo en pantalla a los mismos personajes, ilustradas con las mismas imágenes. Se trata de un ciclo sin fin y sin fondo.
En la apertura, la presentación introduce una música abstracta que sugiere la mezcla del tiempo que pasa, la precipitación de los hechos, y una forma de intemporal necesaria en toda ceremonia mística. Mientras se oye la música, un globo antecede a la aparición del presentador, o un travelling hacia éste último lo pasar de la sombra a la luz. Todo sucede como si nos fueran a revelar la verdad del mundo.
El presentador hace el papel de guía y de autentificador. Personaje principal y trascendental, el presentador está en el centro mismo del dispositivo de credibilidad del noticiero de las 8 p.m. La noticia nos llega a través de él, también es él quien la legitima, le confiere importancia y la da como «verdadera». Es también el presentador quien puede tranquilizar al telespectador: si el mundo va mal y parece completamente indescifrable, el presentador es «el que sabe» y el que nos lo puede explicar.
(En otros casos, los presentadores son dos. La relación con el telespectador se hace entonces muchos menos profesoral y paternalista, pero más parecida a la conversación, y puede parecer más frívola. Claro está, no tendremos nunca dos presentadores, o dos presentadoras, sino siempre un dúo heterosexual. El asunto es no asustar a la representación de la familia burguesa cristiana. Como ese tipo de puesta en escena resulta poco frecuente en Francia, no abundaremos en ese sentido).
Credibilidad e información
«Señoras y señores, veamos los titulares de la actualidad de este lunes 6 de agosto», nos dice el presentador al principio de cada noticiero. Por consiguiente, no se trata de un sumario, de una selección que la redacción ha hecho entre la información del día, sino de los «titulares de la actualidad», o sea que se trata precisamente de lo que hay que saber sobre el mundo en este día. No hay nada que entender, el «periodismo» no busca más que enseñarnos el mundo [en el sentido de aprender]. El presentador no da ninguna clave, él no descifra nada, solamente nos dice lo que es. No se nos presenta una «visión» de la actualidad sino la Actualidad misma.
A partir de ahí, lo importante para el presentador es «aparentar». Su credibilidad no está basada en su calidad de periodista sino en su carisma, en la empatía que logra crear, en su manera de tranquilizar y su apariencia de hombre honesto e inteligente. David Pujadas puede perfectamente anunciar que Alain Juppé se retira de la vida política y Patrick Poivre d’Arvor nos puede presentar una falsa entrevista de Fidel Castro [El autor menciona aquí dos incidentes que realmente sucedieron. Nota del Traductor.]. A pesar de ello, los mantienen en el mismo puesto, con el apoyo de sus superiores, y sin perder por ello su estatus como «periodista» [1] ni su credibilidad ante el público. Todo sucede como si las noticias que nos entregan finalmente no tuvieran importancia. La noticia está ahí únicamente para justificar el ritual, como la lectura de los Evangelios en la misa, sin ser nunca la razón central, el núcleo, que en realidad está siempre en otra parte, en la repetición constante de las consignas morales, políticas y económicas del momento. «Este es el Bien, este es el Mal», nos dice el presentador.
La jerarquía de la información es por tanto inexistente. Aunque una de las primeras cosas que se hace en todo «diario» es determinar los temas que parecen más importantes para tratar de establecer un desarrollo (específico en cada redacción) de la información en orden decreciente, de lo importante a lo insignificante, en el noticiero no es así, ni en lo más mínimo. Nos llevan de los restos mortales del cardenal Lustiger al accidente de la Feria des Loges, y después viene el desenlace del caso del secuestro del pequeño Alexandre en la isla de la Reunión, seguido del suicidio de un agricultor ante las acciones de los militantes antiOGM, para pasar después al subsidio de inicio del curso escolar, a la espeleóloga belga atrapada en una cueva, la campaña electoral antiestadounidense entre los demócratas, la intervención de Reporteros Sin Fronteras que denuncia la falta de libertad de expresión en China, la propia China como destino turístico, el despido de Laure Manaudou, un accidente durante una carrera en Estados Unidos, el festival Fiesta de Sete, el fallecimiento del periodista Henri Amouroux y, para terminar, el del barón Elie de Rothschild [2]. No existe ni la más mínima coherencia, en ningún momento. Los temas parecen haber sido escogidos únicamente en función de su insignificancia casi generalizada, o de su aparente insignificancia. Todo aparece mezclado, amor y odio, risas y llantos, la empatía se mezcla con la grandilocuencia, las imágenes espectaculares o risibles con los dramas patéticos, y la omnipresencia de la fatalidad nos recuerda constantemente el predominio de la muerte sobre la vida.
El reportaje
Después de los «titulares» anunciados, el presentador pasa a la introducción del reportaje. El reportaje es el ejemplo que nos demuestra lo que el presentador nos dice. En efecto, todo lo que será dicho y demostrado en el reportaje aparece ya en la introducción del mismo. El presentador resume constantemente, en vez de limitarse –como debiera hacerlo– a presentar. Esto crea una redundancia. Lo que ya se ha dicho una vez en forma de introducción se repite después sistemáticamente en el reportaje. Se enuncian las mismas informaciones, resumidas la primera vez y la segunda alargadas para la elaboración de la historia que se cuenta. El reportaje agrega muy poco a lo ya dicho por el presentador, no hace más que desarrollar los detalles anodinos que sirven de contrapeso a «la objetividad» del presentador creando el «acercamiento». A los elementos iniciales, mencionados en la introducción, se agregan después en la historia los detallitos románticos necesarios para concretar su enseñanza lúdica.
El reportaje se compone de dos cosas: la imagen y el comentario de la imagen. Si quitamos el sonido, la imagen pierde todo su significado. Todo tendría que estar basado en la imagen, pero lo que se produce en la televisión es precisamente lo contrario: el comentario nos cuenta lo que la imagen no hace más que ilustrar. Esta última está ahí solamente para realzar el comentario. Es una sucesión de paisajes similares, de rostros y gestos intercambiables, pegados uno detrás del otro y sin vínculo alguno entre sí. En la televisión, la imagen sólo sirve para justificar el comentario, para autentificarlo. La imagen permite que el comentario parezca «verdad». Y se lo permite precisamente porque, al no decir nada la imagen por sí misma, el comentario la transforma en aquello que nos dice el comentario. Y es ahí precisamente donde reside el verdadero peligro de este medio. Al tener la imagen una fuerza de convicción muy importante, es más fácil convencer cuando, luego de haber despojado la imagen de todo su sentido, usted la convierte en prueba que autentifica el discurso. A partir de ahí, todo se basa en el comentario, y en el carácter creíble de la historia que nos van a contar.
«En el reportaje, señala el antropólogo Stephane Breton, el comentario es lo que nos soplan desde los bastidores, ese submundo prohibido al telespectador (…) y del que brota, como una revelación, un sentido que se impone a la imagen. La significación no aparece en la escena sino fuera de ella, cuando la dice alguien que sabe» [3]. El periodista no aparece sino muy raramente, al final del reportaje. Oímos, por tanto, una voz despersonificada. Se trata de una palabra divina que se nos impone para explicarnos aquello que no entenderíamos mirando solamente las imágenes. Al no haber interlocutor, no hay contradicción. El reportaje es como un hilo que se desenrolla siguiendo una lógica propia, la que el periodista quiere que nos aprendamos, aquella en la que los «testigos» aparecen uno detrás de otro únicamente para acreditar la palabra que de todas maneras ya nos dijo lo que ellos han de explicarnos. Lo mismo sucede con la introducción, la redundancia es constante en el reportaje. Todo «testigo» es presentado no según su función, ni con el objetivo de justificar su lugar en el reportaje en ese preciso momento, sino en dependencia de lo que va a decirnos. Y la palabra del «testigo» acredita el comentario dando un punto de vista necesariamente «verdadero». «Si él lo dice, así debe ser». Y muy a menudo, el «testigo» no tiene absolutamente nada que decir, pero de todas maneras lo dice porque el periodista tiene que dar prueba de su objetividad y de la autenticidad de su reportaje, de su investigación, demostrando que realmente estuvo en el lugar y que por tanto puede hacer que veamos lo que es.
El reportaje, en el noticiero de televisión, no es la realización de una investigación que explora diferentes pistas sino el relato de un hecho cualquiera mostrado como algo fundamental. Es una visión del mundo sin otra alternativa, que trata de dar una apariencia de objetividad. El presentador dice lo que es, y el reportaje lo muestra. Y es ahí precisamente que la imagen peca por su falta de sentido, y que el comentario parece convertirse en palabra divina. «He aquí el mundo», nos dice el presentador, «y he aquí la prueba», continúa el reportaje. Y ¿cómo poner en duda la prueba si nos la ponen ante nuestros asombrados ojos? La realidad se construye entonces sobre la anécdota, en vez de construirse sobre un conjunto de hechos más o menos contradictorios que permitan mirar una situación en un intento de tener de ella una visión global para poder dar después un análisis.
Las consignas
Todo esto se relaciona con la lógica de difusión de la moral. El noticiero de televisión, como casi todos los medios, es un órgano de difusión de las consignas del momento. Nunca discute el sistema, parece como si ni siquiera conociera su existencia, pero destila constantemente las órdenes de la clase dominante. El noticiero de televisión forma parte de ese «servicio público», al que se refiere Guy Debord en sus Commentaires sur la société du spectacle [Comentarios sobre la sociedad del espectáculo. Nota del Traductor.], «que [administra] con un “profesionalismo” imparcial la nueva riqueza de la comunicación de todos mediante los medios masivos de difusión, comunicación que ha alcanzado al fin la pureza unilateral, en la que se no obliga a admirar pasivamente la decisión ya tomada. Lo que nos comunican son órdenes; y, muy armoniosamente, quienes han impartido esas órdenes son precisamente los mismos que nos dirán lo que piensan de ellas» [4] .
El noticiero de las 8 p.m., surgido de una sociedad en la que se ha destruido la memoria, transmite las consignas, como en toda forma de acondicionamiento, mediante la repetición permanente y cotidiana. Las historias que nos cuentan parecen diferentes entre sí, cuando en realidad son todas similares. Todo en ellas se repite, noche tras noche, constantemente, y a todos los niveles. Sólo cambian los nombres y los rostros. Pero la película es siempre idéntica. Nos muestran un presente perpetuo y que permite ocultar todos los movimientos del poder. Si ya no se muestran las evoluciones, es porque ya no tienen vigencia. El noticiero de televisión divulga por tanto la moral burguesa (cristiana y capitalista) en un bloque compacto. Es un vómito largo y lento que se escurre, diluido y diseminado durante toda la duración del noticiero de las 8 p.m. Y que comprende varias formas de difusión:
-La acusación. Es constante, y generalmente la enuncian los «testigos», lo cual permite hacerle creer al periodista que ha mostrado una «opinión» y que por tanto ha presentado una visión objetiva de la situación. Un incendio destruye una casa, y es porque los bomberos deberían haber llegado antes. Un violador ha salido de prisión porque tenía derecho a una reducción de la condena, y es porque la justicia no funciona bien. Un gobierno se niega a plegarse al ultimátum de Occidente, y se trata de una dictadura, de un país subdesarrollado donde se mezclan la estupidez y la barbarie, y, mejor aún, donde la censura amordaza a los opositores, que a su vez están necesariamente de acuerdo con los puntos de vista de Occidente pero no lo pueden decir. El objetivo es siempre encontrar alguien a quien condenar para recordar lo que está «bien» y lo que está «mal» y poder aplicar toda la semántica cristiana del «perdón», de la «decadencia», etc.
-La evidencia. Utilizada sobre todo para zanjar sin discusión las cuestiones económicas, esta consiste en divulgar los dogmas o las decisiones gubernamentales sin ponerlas jamás en tela de juicio. Este es el caso, por ejemplo, del «crecimiento», que constituye siempre la vía necesaria para la supervivencia que nunca se pone en tela de juicio y cuyas cifras nos anuncia el presentador con cara de catástrofe: «el crecimiento será sólo de 1,2% este año, según los expertos»...
-La hagiografía. Al igual que la misa, el noticiero de televisión tiene que hablar de sus santos. Así nos ofrecen el retrato de alguien que «ha triunfado», ya sea porque acaba de fallecer, porque «ha ganado en todo», porque «se hizo a sí mismo», etc. Es el prisma de la excepción que establece el modelo a seguir suscitando admiración y respeto. «Esto es lo que usted no ha logrado ser, lo que usted debería ser, lo que usted nunca llegará a ser y lo que usted por consiguiente debe adorar», nos repite constantemente el noticiero de televisión.
-El vecindario. Particularmente eficaz. El objetivo es decir que «Francia es el último país de Europa en abordar este asunto». Es el mecanismo que rige la sociabilidad de base, la pertenencia al grupo mediante la imitación, mediante la reproducción de lo que parece hacer o de lo que parece ser. El presentador nos dice entonces: «Ellos hacen esto. ¿Por qué nosotros hacemos otra cosa?», presuponiendo que nuestra manera de actuar es necesariamente menos adecuada. «En Estados Unidos, trabajar después de los 65 años no representa ningún problema». No se hace nunca el más mínimo análisis de los puntos positivos y negativos del sistema del vecino. Se nos ofrece únicamente una mirada «objetiva», que nos dice: «Esto es lo que hacen allá, y por eso es mejor que aquí».
-El folklore. Aquí es cuando nos presentan, con una sonrisa en los labios y con la indulgencia con la que se mira al artista que puede parecernos un poco loco pero que a fin de cuentas no le hace daño a nadie, a la gente que vive de forma un poco diferente. Es única y exclusivamente en este tipo de tema que el presentador subraya el carácter «excepcional» de las personas que nos van a presentar, como para disuadirnos de actuar como ellas.
Esto no son más que algunos ejemplos.
Anécdota y fatalidad
Dos formas de representación del mundo caracterizan principalmente el noticiero de televisión, y constituyen los dos movimientos principales de difusión de las consignas: la anécdota y la fatalidad.
La anécdota aparece al principio de cada tema. Todo parte del hecho en particular, del hecho específico del día, y se extiende hacia el problema más amplio que este parece contener en sí mismo, o que los periodistas hacen como si creyeran que lo contiene. Es una retórica particular que encontramos hoy en la base de todo discurso político o periodístico, una inversión de la lógica, del desarrollo efectivo de la demostración y del análisis del mundo: ahora es la excepción lo que explica la regla, lo que la construye. Todo parte del hecho particular para prolongarse, como si este último contuviera en sí mismo todas las causas y todas las consecuencias que han dado lugar a la situación más general que se supone que demuestra. El noticiero de las 8 p.m. no se preocupa jamás por describir fenómenos endémicos, o los saca siempre de la cadena de hechos que los han llevado a la situación actual. Es una necesidad dialéctica lógica para quien quiere transmitir las consignas sin tomarse el trabajo de explicarlas, lo cual le obliga a complicar todavía más su propia demostración y le lleva a darse cuenta de que las cosas son menos simples de lo que él trató de hacer creer. Para que las consignas sean divulgadas eficazmente, no se puede dejar abierta la posibilidad de contradecirlas. Por tanto, más vale no explicar nada. De todas formas, como ya dijimos anteriormente, el objetivo no es que la gente entienda, sino que aprenda.
La fatalidad, por su parte, mece el conjunto del noticiero de televisión. Los hechos suceden por causa de una desgracia fortuita, de un azar distraído que por desgracia afecta siempre a los mismas (personas, naciones…). Es un lamento constante: «si los bomberos hubieran llegado antes», «si el violador no hubiese salido de prisión», «si África no fuera un continente pobre y corrupto», etc. La fatalidad es el basamento de toda religión ya que permite no tener nunca nada que justificar y porque recuerda el deber de sumisión ante la trascendencia, ya que siempre estamos «por debajo». La fatalidad equivale a repetir permanentemente una especie de condena, y agrega con amargura (aunque no siempre): «las cosas son así». El sistema se regula a sí mismo y es «el mejor sistema posible», el hombre es un ser «malo» y se pasa la vida «cayéndose» y «volviéndose a caer» a pesar de todos los intentos por «perdonarlo», el pobre es responsable de su propia situación porque es demasiado perezoso para buscar soluciones y aplicarlas, incluso hasta cuando se le da la solución, etc. Es un suspiro constante, un llamado permanente a la impotencia y a la sumisión ante el sufrimiento. El mundo gira y nada podemos hacer…
Una vez terminada la transmisión de las consignas, el mensajero divino se despide de nosotros, concluyendo el sermón del día y sin olvidarse nunca de citarnos para el día siguiente a la misma hora. Y luego, desaparece. Mientras recoge los papeles que demuestran su seriedad, la cámara se aleja de él, la penumbra se hace más intensa y se funde poco a poco con el mismo tipo de música que dio inicio a la ceremonia
[1] Patrick Poivre d’Arvor, reconocido como la estrella del periodismo francés, no tiene el carnet de periodista porque sus principales ingresos no provienen del periodismo sino de sus actividades como consejero y de sus escritos.
[2] informaciones mencionadas en el noticiero de las 8 p.m. del canal France 2 correspondiente al lunes 6 de agosto de 2007.
[3] Stephane Breton, Télévision, Hachette Littérature, 2005.
[4] Guy Debord, Commentaires sur la société du spectacle, Gallimard, Folio, 1996.
Armas: EEUU, líder mundial en exportaciones
Vendió al Sur pobre armas por valor de 10.300 millones de dólares
Por esto Estados Unidos lo que más les interesa es la guerra, para sus negocios armamentistas: la cultura de la muerte.
Jim Lobe
IPS
Estados Unidos volvió a encabezar la lista de proveedores de armas convencionales al mundo en desarrollo, según el Servicio de Investigaciones del Congreso de este país (CRS).
Washington pactó transferencias de armas al Sur pobre por 10.300 millones de dólares en 2006, es decir 36 por ciento de las compras acordadas por esos países a lo largo del año pasado, según este órgano que funciona en la órbita del Congreso legislativo.
Pakistán, país poseedor de armas nucleares cuyo gobierno militar está cada vez más hostigado por la oposición civil y por insurgentes islamistas, fue el principal comprador de equipos bélicos de acuerdo con los contratos firmados en 2006, agregó el informe.
El régimen de Pervez Musharraf firmó contratos de compra de armas por 5.100 millones de dólares, 50 por ciento más que su vecino y adversario, India, que se ubicó en el segundo lugar de promisorios compradores de la lista del CRS. Arabia Saudita está tercera, según este estudio.
Pero Pakistán no figura en la lista de los seis principales receptores de armas según operaciones concretadas en 2006, indica el informe oficial de 98 páginas titulado "Transferencia de armas convencionales a países en desarrollo, 1999-2006".
El primero en esta nómina fue Arabia Saudita, con 4.100 millones de dólares, seguida por China, con casi 3.000 millones, Israel, con 1.500 millones, Egipto, con 1.400 millones, Taiwan, con 1.000 millones, e India, con 800 millones.
Rusia fue el principal proveedor de China e India, y Estados Unidos el de los restantes países.
Mientras, Venezuela se encuentra en el cuarto lugar en la lista de compras pactadas, con contratos por 3.100 millones de dólares, y Argelia, en el quinto, con 2.100 millones.
En estos dos casos, el mayor entre los promitentes vendedores es Rusia, que, con un total de pactos por 8.100 millones de dólares, fue el segundo. En 2005, Moscú había desplazado a Washington del primer puesto por primera vez en ocho años.
El tercer promitente proveedor fue Gran Bretaña, con 3.100 millones de dólares, casi 11 por ciento de los casi 29.000 millones de dólares en ventas de armas ordenadas por los países en desarrollo el año pasado.
Los cuatro principales proveedores de Europa occidental (Gran Bretaña, Francia, Alemania e Italia) medidos por acuerdos firmados concentraron apenas 19 por ciento del total, mucho menos que el 35 por ciento de 2005.
Este informe, preparado cada año desde hace dos decenios por el experto en armas del CRS Richard Grimmet, es considerado uno de los mejores sobre el comercio de armas convencionales, y se basa sobre información confidencial y pública. La estadística incluye ventas y asistencia militar.
Según el informe, los acuerdos de compra-venta mundiales de armas en 2006 ascendieron a 40.300 millones de dólares, 13 por ciento menos que el año anterior. Estados Unidos concentró casi 17.000 millones de dólares --más que los 13.500 millones de dólares de 2005--, mientras Rusia firmó contratos por 8.700 millones de dólares, y Gran Bretaña, por 3.100 millones.
A los países en desarrollo correspondió 71,5 por ciento de los acuerdos de transferencia de armas de 2006, cuando el promedio del periodo 2003-2006 fue de 65,7 por ciento.
Las ventas realmente efectuadas de armas ascendieron en 2006 a 27.000 millones, de las cuales a Estados Unidos correspondieron 14.000 millones, casi 52 por ciento del total. Fue el octavo año consecutivo en que Washington lideró el mercado mundial.
La proporción de importaciones concretadas por los países en desarrollo fue muy similar a la de las pactadas: 74 por ciento, es decir, 19.900 millones de dólares. De todos modos, en términos absolutos, fue el monto menor desde 1999, de acuerdo con el informe.
La aparición de Pakistán en la cúspide de la lista de compradores del mundo en desarrollo por contratos firmados es particularmente destacada, pues fue el sexto durante el periodo 1999-2006, muy por detrás de India, China, Arabia Saudita y Egipto.
En su última edición, el informe indica que Medio Oriente volvió a ser el principal mercado comprador de armas luego de ceder ese lugar a Asia del Pacífico entre 1999 y 2003. Desde ese último año, concentró casi la mitad de todas las órdenes de compra del mundo en desarrollo.
Estados Unidos dominó los acuerdos de venta de armas a Medio Oriente, con más de dos tercios de las transferencias a esa región. Al mismo tiempo, Europa occidental avanza en ese mercado, pues saltó de seis por ciento de las compras pactadas por esa región en 2003 a 27 por ciento en 2006.
Mientras, Rusia se mantuvo como líder en ventas al mundo en desarrollo en Asia, principalmente a China e India.
Por esto Estados Unidos lo que más les interesa es la guerra, para sus negocios armamentistas: la cultura de la muerte.
Jim Lobe
IPS
Estados Unidos volvió a encabezar la lista de proveedores de armas convencionales al mundo en desarrollo, según el Servicio de Investigaciones del Congreso de este país (CRS).
Washington pactó transferencias de armas al Sur pobre por 10.300 millones de dólares en 2006, es decir 36 por ciento de las compras acordadas por esos países a lo largo del año pasado, según este órgano que funciona en la órbita del Congreso legislativo.
Pakistán, país poseedor de armas nucleares cuyo gobierno militar está cada vez más hostigado por la oposición civil y por insurgentes islamistas, fue el principal comprador de equipos bélicos de acuerdo con los contratos firmados en 2006, agregó el informe.
El régimen de Pervez Musharraf firmó contratos de compra de armas por 5.100 millones de dólares, 50 por ciento más que su vecino y adversario, India, que se ubicó en el segundo lugar de promisorios compradores de la lista del CRS. Arabia Saudita está tercera, según este estudio.
Pero Pakistán no figura en la lista de los seis principales receptores de armas según operaciones concretadas en 2006, indica el informe oficial de 98 páginas titulado "Transferencia de armas convencionales a países en desarrollo, 1999-2006".
El primero en esta nómina fue Arabia Saudita, con 4.100 millones de dólares, seguida por China, con casi 3.000 millones, Israel, con 1.500 millones, Egipto, con 1.400 millones, Taiwan, con 1.000 millones, e India, con 800 millones.
Rusia fue el principal proveedor de China e India, y Estados Unidos el de los restantes países.
Mientras, Venezuela se encuentra en el cuarto lugar en la lista de compras pactadas, con contratos por 3.100 millones de dólares, y Argelia, en el quinto, con 2.100 millones.
En estos dos casos, el mayor entre los promitentes vendedores es Rusia, que, con un total de pactos por 8.100 millones de dólares, fue el segundo. En 2005, Moscú había desplazado a Washington del primer puesto por primera vez en ocho años.
El tercer promitente proveedor fue Gran Bretaña, con 3.100 millones de dólares, casi 11 por ciento de los casi 29.000 millones de dólares en ventas de armas ordenadas por los países en desarrollo el año pasado.
Los cuatro principales proveedores de Europa occidental (Gran Bretaña, Francia, Alemania e Italia) medidos por acuerdos firmados concentraron apenas 19 por ciento del total, mucho menos que el 35 por ciento de 2005.
Este informe, preparado cada año desde hace dos decenios por el experto en armas del CRS Richard Grimmet, es considerado uno de los mejores sobre el comercio de armas convencionales, y se basa sobre información confidencial y pública. La estadística incluye ventas y asistencia militar.
Según el informe, los acuerdos de compra-venta mundiales de armas en 2006 ascendieron a 40.300 millones de dólares, 13 por ciento menos que el año anterior. Estados Unidos concentró casi 17.000 millones de dólares --más que los 13.500 millones de dólares de 2005--, mientras Rusia firmó contratos por 8.700 millones de dólares, y Gran Bretaña, por 3.100 millones.
A los países en desarrollo correspondió 71,5 por ciento de los acuerdos de transferencia de armas de 2006, cuando el promedio del periodo 2003-2006 fue de 65,7 por ciento.
Las ventas realmente efectuadas de armas ascendieron en 2006 a 27.000 millones, de las cuales a Estados Unidos correspondieron 14.000 millones, casi 52 por ciento del total. Fue el octavo año consecutivo en que Washington lideró el mercado mundial.
La proporción de importaciones concretadas por los países en desarrollo fue muy similar a la de las pactadas: 74 por ciento, es decir, 19.900 millones de dólares. De todos modos, en términos absolutos, fue el monto menor desde 1999, de acuerdo con el informe.
La aparición de Pakistán en la cúspide de la lista de compradores del mundo en desarrollo por contratos firmados es particularmente destacada, pues fue el sexto durante el periodo 1999-2006, muy por detrás de India, China, Arabia Saudita y Egipto.
En su última edición, el informe indica que Medio Oriente volvió a ser el principal mercado comprador de armas luego de ceder ese lugar a Asia del Pacífico entre 1999 y 2003. Desde ese último año, concentró casi la mitad de todas las órdenes de compra del mundo en desarrollo.
Estados Unidos dominó los acuerdos de venta de armas a Medio Oriente, con más de dos tercios de las transferencias a esa región. Al mismo tiempo, Europa occidental avanza en ese mercado, pues saltó de seis por ciento de las compras pactadas por esa región en 2003 a 27 por ciento en 2006.
Mientras, Rusia se mantuvo como líder en ventas al mundo en desarrollo en Asia, principalmente a China e India.
Ingresan ex colaboradores e hijos de Pinochet a la cárcel
Recluyen a los cinco vástagos del ex dictador chileno al penal Santiago I, tras permanecer en un cuartel de la Policía Civil de Investigaciones; en tanto, la viuda de Pinochet se encuentra hospitalizada por un ataque de hipertensión
El Universal
Santiago
Jueves 04 de octubre de 2007
16:56 Los cinco hijos del fallecido ex dictador chileno Augusto Pinochet (1973-1990) y varios de sus ex colaboradores más cercanos ingresaron hoy a la cárcel por orden de un juez que los investiga por malversación de fondos públicos.
Augusto, Lucía, Verónica, Jacqueline y Marco Antonio Pinochet Hiriart permanecieron este jueves por varias horas en un cuartel de la Policía Civil de Investigaciones y luego fueron entregados a Gendarmería, institución militarizada encargada de las cárceles.
Los hombres fueron ingresados al Centro de Reclusión Santiago I, un moderno centro penal concesionado ubicado en la zona centro-sur de la capital, mientras que las tres mujeres ingresaron al Centro de Orientación Femenino, en el sector sur, precisó Radio Cooperativa.
La viuda de Pinochet, Lucía Hiriart, permanece por su parte internada en el Hospital Militar de esta capital, luego que sufriera un ataque de hipertensión al enterarse que sería detenida junto a sus hijos.
Los 10 ex militares involucrados en el caso por malversación de fondos públicos, en tanto, ingresaron este jueves a recintos castrenses de esta capital que cuentan con prisiones especiales para uniformados en retiro.
El resto de los civiles, en tanto, también habría ingresado al Centro de Reclusión Santiago I, indicaron radioemisoras locales.
El juez Carlos Cerda abrió este jueves juicio a 23 personas, entre familiares, militares y ex colaboradores de Pinochet, en el marco de la investigación sobre las 125 cuentas bancarias que el ex dictador y sus cercanos manejaron en el extranjero con recursos fiscales.
Cerda, quien retomó las pesquisas tras un año de ausencia, investigó los ingresos legales que recibió el ex gobernante de facto entre 1973 y 2003 y encontró una diferencia de 20.1 millones de dólares que no tienen "justificación razonable".
Por esa razón, el magistrado cree que el dinero proviene de los millonarios "fondos de gastos reservados" con los cuales contaba la Presidencia de la República, la Casa Militar y la Comandancia en Jefe del Ejército durante el gobierno de Pinochet.
sgf
El Universal
Santiago
Jueves 04 de octubre de 2007
16:56 Los cinco hijos del fallecido ex dictador chileno Augusto Pinochet (1973-1990) y varios de sus ex colaboradores más cercanos ingresaron hoy a la cárcel por orden de un juez que los investiga por malversación de fondos públicos.
Augusto, Lucía, Verónica, Jacqueline y Marco Antonio Pinochet Hiriart permanecieron este jueves por varias horas en un cuartel de la Policía Civil de Investigaciones y luego fueron entregados a Gendarmería, institución militarizada encargada de las cárceles.
Los hombres fueron ingresados al Centro de Reclusión Santiago I, un moderno centro penal concesionado ubicado en la zona centro-sur de la capital, mientras que las tres mujeres ingresaron al Centro de Orientación Femenino, en el sector sur, precisó Radio Cooperativa.
La viuda de Pinochet, Lucía Hiriart, permanece por su parte internada en el Hospital Militar de esta capital, luego que sufriera un ataque de hipertensión al enterarse que sería detenida junto a sus hijos.
Los 10 ex militares involucrados en el caso por malversación de fondos públicos, en tanto, ingresaron este jueves a recintos castrenses de esta capital que cuentan con prisiones especiales para uniformados en retiro.
El resto de los civiles, en tanto, también habría ingresado al Centro de Reclusión Santiago I, indicaron radioemisoras locales.
El juez Carlos Cerda abrió este jueves juicio a 23 personas, entre familiares, militares y ex colaboradores de Pinochet, en el marco de la investigación sobre las 125 cuentas bancarias que el ex dictador y sus cercanos manejaron en el extranjero con recursos fiscales.
Cerda, quien retomó las pesquisas tras un año de ausencia, investigó los ingresos legales que recibió el ex gobernante de facto entre 1973 y 2003 y encontró una diferencia de 20.1 millones de dólares que no tienen "justificación razonable".
Por esa razón, el magistrado cree que el dinero proviene de los millonarios "fondos de gastos reservados" con los cuales contaba la Presidencia de la República, la Casa Militar y la Comandancia en Jefe del Ejército durante el gobierno de Pinochet.
sgf
Apoyo a Encinas
Gira de Encinas por Toluca
Estado de México a 04 de Octubre.
Dentro de las giras que realiza Alejandro Encinas Rodríguez para promoverse como candidato para la nueva dirigencia nacional del PRD, ayer visitó Toluca y Amanalco. En la capital del Estado de México Encinas fue acompañado por diputados, regidores, militantes y simpatizantes; aquí remarcó su apoyo para AMLO, promovió la filiación al partido y el trabajo que se ha hecho para que se conforme la estructura para realizar la elección de dirigente para marzo proximo.
Encinas enfatizó que el PRD gobierna al 48% del total de la población del Estado y que si los gobiernos ven para el beneficio de la población en las proximas elecciones seguirán ganando los municipios y que el mejor ejemplo de ello lo tienen en la Ciudad de México que vio por las personas y agregó que está comprometido con impuslar el Proyecto Alternativo de Nación el cual encabeza AMLO, pero que para esto hay que renovar al partido.
Después las palabras de Encinas se les otorgó la palabra a personas que tiene diversos cargos públicos todos reiteraron su apoyo para impulsar la candidatura de Alejandro Encinas y no olvidarse de la estructura electoral para que después no salgan con que faltó gente en el padrón de afiliación al partido, se dijo que en el municipio de Ecatepec ya esta casi al 100% la estructura y que le siguen Naucalpan, Coacalco y Tultitlan.
Posteriormente Encinas se dirigió al municipio de Amanalco, fue recibido por el presidente municipal el Ingeniero Raúl Quintero él cual le dijo que era un gusto tenerlo por aquellas tierras ricas en agua, las cuales abastecen al Cutzamala y que a pesar de ello el gobierno estatal lo tiene muy relegado dentro del presupuesto. Encinas le respondió al presidente municipal que de llegar a la dirigencia que iba a apoyar los proyectos de desarrollo social que tiene la entidad; también mencionó que hay una constante en los municipios que son gobernados por perredistas, que cuando se renueva el ayuntamiento se pierden ahí debe andar fallando algo que a la gente no la deja convencida de seguir votando por el partido.
Casi al finalizar habló un maestro que venía de la parte sur del Estado de México de Lanuvios, para recordar que no se olvide del pueblo que está más amolado, que sólo se acuerdan de ellos cuando necesitan sus votos y que cuando llegan a la presidencia ya no los quieren ayudar y los ignoran; también lo invitaron a que conozca su municipio y le recordó que los municipios de aquél punto cardinal son de los más aguerridos ya que se encuentran muy cerca de los estados de Guerrero y de Michoacán, así fue como finalizó la gira el día de ayer de Alejandro Encinas Rodríguez.
Foto y Reseña
Radio AMLO Colage
Dentro de las giras que realiza Alejandro Encinas Rodríguez para promoverse como candidato para la nueva dirigencia nacional del PRD, ayer visitó Toluca y Amanalco. En la capital del Estado de México Encinas fue acompañado por diputados, regidores, militantes y simpatizantes; aquí remarcó su apoyo para AMLO, promovió la filiación al partido y el trabajo que se ha hecho para que se conforme la estructura para realizar la elección de dirigente para marzo proximo.
Encinas enfatizó que el PRD gobierna al 48% del total de la población del Estado y que si los gobiernos ven para el beneficio de la población en las proximas elecciones seguirán ganando los municipios y que el mejor ejemplo de ello lo tienen en la Ciudad de México que vio por las personas y agregó que está comprometido con impuslar el Proyecto Alternativo de Nación el cual encabeza AMLO, pero que para esto hay que renovar al partido.
Después las palabras de Encinas se les otorgó la palabra a personas que tiene diversos cargos públicos todos reiteraron su apoyo para impulsar la candidatura de Alejandro Encinas y no olvidarse de la estructura electoral para que después no salgan con que faltó gente en el padrón de afiliación al partido, se dijo que en el municipio de Ecatepec ya esta casi al 100% la estructura y que le siguen Naucalpan, Coacalco y Tultitlan.
Posteriormente Encinas se dirigió al municipio de Amanalco, fue recibido por el presidente municipal el Ingeniero Raúl Quintero él cual le dijo que era un gusto tenerlo por aquellas tierras ricas en agua, las cuales abastecen al Cutzamala y que a pesar de ello el gobierno estatal lo tiene muy relegado dentro del presupuesto. Encinas le respondió al presidente municipal que de llegar a la dirigencia que iba a apoyar los proyectos de desarrollo social que tiene la entidad; también mencionó que hay una constante en los municipios que son gobernados por perredistas, que cuando se renueva el ayuntamiento se pierden ahí debe andar fallando algo que a la gente no la deja convencida de seguir votando por el partido.
Casi al finalizar habló un maestro que venía de la parte sur del Estado de México de Lanuvios, para recordar que no se olvide del pueblo que está más amolado, que sólo se acuerdan de ellos cuando necesitan sus votos y que cuando llegan a la presidencia ya no los quieren ayudar y los ignoran; también lo invitaron a que conozca su municipio y le recordó que los municipios de aquél punto cardinal son de los más aguerridos ya que se encuentran muy cerca de los estados de Guerrero y de Michoacán, así fue como finalizó la gira el día de ayer de Alejandro Encinas Rodríguez.
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