viernes, agosto 28, 2009

Columna Asimetrías. Kennedy, México y Migración

Por Fausto Fernández Ponte



28 agosto 2009


"Las tormentas sociales se gestan silenciosamente, a contracorriente del sentido común de los llamados "formadores de opinión", y estallan cuando menos se les espera".
Adolfo Sánchez Rebolledo.

I

DALLAS, Texas (Tejaztlán para los chicanos/mexicanos).--Antes de abordar el tema que se enuncia en el título de la entrega de hoy, respóndase a una misiva del caro leyente Enrique Hurtado González quien, informa, léenos en El mexicano, de Tijuana, Baja California.

El leyente Hurtado escribe: "Usted usa el vocablo compuesto "chicanos/mexicanos", cuando me consta que los chicanos realmente no se sienten mexicanos (...) de hecho, me consta también que son opuestos a lo mexicano y a México..."

Respetable la opinión de don Enrique, al igual que los sentires y pareceres de todos los leyentes. Es posible que su opinión reflejare experiencias personales, pero aquella no resiste, desde los prismas vivenciales del escribidor, el cotejo elemental que anula toda generalización.

Y es que, en efecto, generalizar desestima realidades evidentes: no todos los chicanos son opuestos, existencialmente, a la noción de vínculos étnicos y culturales con lo mexicano y con México como abstracción identitaria. Hay un todo, pues, variopinto y plural.

Por otra parte, el vocablo compuesto en la usanza de éste escribidor denota una realidad insoslayable aun para el leyente Huerta: la condición de mexicano --la nacionalidad, que puede ser también ciudadanía-- no se pierde nunca. Para el Estado mexicano eso es factual.

Un mexicano --haya nacido doquiera extramuros del territorio del Estado y no hable ni entienda el castellano o alguna lengua originaria-- es legalmente un connacional. Los requisitos para la ciudadanía mexicana son administrativos. Bástele ser hijo o nieto de un mexicano.

Dada la respuesta al señor Huerta, entremos en materia acerca del tema a tratarse hoy aquí: el deceso de Eward M. Kennedy, Ted, ocurrido hace un par de días, y sus empeños y desempeños por la relación bilateral con México y los chicanos/mexicanos en Estados Unidos.

II

En las muchas entrevistas que a Kennedy éste escribidor le hizo a lo largo de su carrera como corresponsal del periódico Excelsior en la ONU primero y, luego, en Washington (que comprendió un lapso de varias décadas), nuestro personaje cinceló una imagen contradictoria.

Por un lado, Ted se mostraba intransigente con aquello que al parecer socavaba sus premisas y silogismos filosóficos y sus convicciones ideológicas y políticas; pero por otro practicaba un pragamtismo de conveniencia personal o de clase y grupo, antipodal a sus propias ideas.

Ello, desde luego, no era óbice para abanderar posturas liberales --opuestas a las conservadoras-- en lo político o en lo económico. Sabía, como su hermano Robert y, pensaríase, su fraterno John, de las conductas hegemónicas históricas del Estado estadunidense.

Y, al igual que su hermano Robert (quien fue aspirante a la postulación del Partido Demócrata a la Presidencia de EU en 1968), Ted caminó siempre por la cuerda floja de las incongruencias de la correlación entre intereses e imperativos morales y éticos. Ese era el vero Kennedy.

Éste escribidor recuerda un episodio, durante una entrevista, en la cual las preguntas llevaron a Ted a explciar la dicotomía entre el interés accionario de él y su familia en la trasnacional United Fruit, de trágica memoria en Centroamérica, y su defensa, en abstracto, de América Latina.

La pregunta incomodó a Ted, pese a que respondió que United Fruit ya no era tal, sino United Brands, cambiando de nombre para lavar su pasado de golpes militares, subversión, represión, explotación y saqueo en Guatemala, El Salvador, Honduras y Nicaragua y dirigir sus economías.

De allí deviene la expresión "república bananera", aplicada hoy también a México, por su vergonzante dependencia económica, financiera y comercial y política de las trasnacionales de EU. La United Fruit quitaba y ponía gobernates. En Honduras todavía se incurre en ello.

III

Muy Irritado por esa entrevista, Kennedy la desmintió a contrapelo de la grabación. Empero, no fue la última charla con éste escribidor, pues se dieron más encuentros, durante los cuales se abordaron temas como la relación bilateral de México y EU y, en ese contexto, la migración.

Kennedy, al igual que Robert (a quien él escribidor entrevistó siendo éste usufructuario de un programa de maestría en Periodismo en The World Press Institute), reconocía la "monstruosa injusticia" del despojo territorial de EU a México. Toda mutiliación tiene consecuencias.

Sin embargo, Ted no veía ese despojo como un proceso propio de la dialéctica del imperialismo estadunidense --"ese no existe; es propaganda comunista", dijo en una de las entrevistas con éste escribidor-- ni sus corrosivas consecuencias en Nuestra América.

Empero, admitía que la emigración mexicana hacia EU era consecuencia de las políticas estadunidenses hacia México. "Siempre hemos vivido obsesionados por conrtrolar a México", dijole al escribidor. "Controlar equivale a dominar, a someter", precisó en una ocasión.

Sustentaba, en la misma vena, que EU --como Estado nacional-- debía compensar a mexicanos y afroestadunidenses por los agravios históricos. Pero eso lo decía en privado o sólo en entrevistas para periódicos de otros países, no en los medios difusores estadunidenses.

Inquirido una vez acerca de por qué no actuaba en el Senado para compensar --desagraviar-- a mexicanos y afroestadunidenses y "otras minorías, como la de los japoneses" en EU--, Kennedy reconoció: "No es políticamente relevante a los intereses de nuestro país; a nadie beneficiaría".

Pero la emigración sí, según lo afirmó reiteradamente en discursos, entrevistas y en acciones legislativas. Reformar el marco jurídico de la migración (emigrantes e inmigrados) o, de plano, diseñar uno nuevo era afán caro para él. "Hacer esa justicia conviene a todos", dijo en 2004.

En esa ocasión (ya era presidente George W. Bush), díjole también a éste escribidor: "Ayudemos a prevenir el estallido de un vendaval, un huracán en México que inevitablemente se derramaría sobre EU". Esas palabras podrían ser proféticas.

ffponte@gmail.com

www.faustofernandezponte.com

Glosario:

Kennedy, John Fitzgerald (1917-1963): trigésimo quinto Presidente de EU. Fue asesinado en Dallas. Durante su administración se intensificó la Guerra de Vietnam y realizó la invasión de Bahía de Cochinos (hoy Playa Girón) en Cuba.
Kennedy, Robert Francis: (1925-1968): hermano de John F. y Edard M. Kennedy. Procurador de justicia en los gobiernos de su hermano John y Lyndon B. Johnson; luego senador por Nueva York y precandidato a la Presidencia de EU. Fue asesinado en Los Angeles, Cal.

Lecturas recomendadas:
Santa Anna: espectro de una sociedad, de Agustín Yáñez. Océano.
Capitalismo en el siglo XXI, de Robert Heilbroner. Nueva Imagen.

Vitral. El estallido

Javier Solórzano



28 agosto 2009


No es la primera vez que aparecen voces de alerta sobre la eventualidad de un estallido social. Quizá no ha pasado nada grave porque sabemos por la historia propia las consecuencias ante una situación de esta naturaleza. Lo que sí sabemos es que estamos metidos en terrenos de serios inéditos.

Nunca como ahora habíamos tenido una crisis económica como la que estamos viviendo; nunca como ahora la sociedad y el gobierno habían estado tan expuestos ante la delincuencia organizada en todos su niveles; nunca como ahora había tenido tanta influencia el narcotráfico en las políticas del gobierno y en las calles; nunca como ahora se había dado un deterioro social y económico tan dramático y grave; nunca como ahora se había presentado un nivel tan alto de desempleo: sólo en el último mes se sumaron a la lista 400 mil personas; nunca como ahora los políticos habían estado en tan alto descrédito. Para decirlo llanamente, nunca habíamos estado tan mal.

La posibilidad de un estallido social es para considerarse. Existen condiciones para que pueda pasar cualquier cosa. Más allá de los actos vandálicos que se presentaron en el Ángel, con motivo del triunfo de la Selección Nacional de Futbol sobre EU, la violencia y el racismo contra un grupo de ciudadanos extranjeros, a los que se les “ocurrió” pasar por ahí, muestra signos de lo que puede ser el futuro inmediato.

A lo que pasa en la calle se suma la insensibilidad con la que se gobierna. Pareciera que Felipe Calderón no ha caído en la cuenta de que perdió el referéndum en que convirtió las elecciones. Ha pasado más de mes y medio y el Presidente y su gobierno siguen lejos de la calle. Ahora se dedican a lanzar frases aspiracionales donde pueden y donde se dejan. El país no es como se ve desde Los Pinos y menos aún como se ve desde Hacienda. La realidad es cada vez más lacerante.

Las posibilidades de una reacción social a las que se refería el rector de la UNAM tienen su sustento en otra variable: los jóvenes no tienen para dónde hacerse. En la zona caliente de Michoacán hay pruebas múltiples de ello. Un joven de unos 17 o 18 años nos dijo: “Entre ganar o no ganar mil pesos haciendo chambitas por aquí y por allá, o ganar 4 mil pesos sólo por avisar quién entra al pueblo, pues me quedo con estar avisando a quien me lo pida”.

El deterioro social transforma la escala de valores y el sentido mismo de la vida. Bajo las actuales condiciones, el estallido social no es un asunto de suposiciones o de gurús. Cualquier pretexto puede derivar en la materialización explosiva y violenta del hartazgo, la impotencia y la rabia.

¡OUUUCHCHCH! Pudo haberse equivocado el diputado Gerardo Priego en la forma en que dio a conocer algunas cuitas legislativas. La reacción de algunos fue absurda y desmedida. Lo que está de nuevo en la mesa es el absurdo dilema entre la opacidad y la transparencia, la misma que impulsa el auditor, al cual no casualmente los panistas quieren quitarle la silla.

El mundo al revés. Pero sigo siendo el rey

Por Gabriela Rodríguez




28 agosto 2009
El mundo al revés

Bien dice López Obrador que con el nombramiento de Francisco Rojas como coordinador de la bancada del PRI “Carlos Salinas asumió de facto la Presidencia de la República”. Me recuerda aquella vez que dijo: "Fox ha sido el presidente más tonto que ha tenido México". Son frases tan atinadas, que en las dos ocasiones en que se dijeron no hubo quién las contradijera. Lo sabemos, Salinas no dejó el poder en 1994: sigue controlando los hilos detrás del trono, hasta la fecha en que Calderón dejó de ser útil a los amos del dinero y, aunque nadie lo comprenda, el ex presidente sigue siendo el rey, y su palabra es la ley.

Tendría que morir como mon père Marcial Maciel para ser desenmascarado; tal vez lo harán sus deudos. Apenas esta semana nos enteramos de que Juan Pablo II sabía de la existencia de tres hijos mexicanos del fundador de los Legionarios de Cristo (parece que tuvo tres más en Europa) y hasta les dio la primera comunión (Aristegui, CNN/25/8/09) nada menos que el mismo Papa en la Basílica de San Pedro, rodeados de oro, como acostumbran los reyes.

Esta semana no he podido evitar que se me crucen las dos figuras célebres. Salinas y Maciel son como cuerpo e imagen ante un espejo, sustancia y accidente que misteriosamente se combinan y transmutan. Tal vez porque representan dos instituciones muy parecidas y porque develan procesos históricos tan trascendentes como la secularización.

En palabras de Giorgio Agamben "la secularización política de conceptos teológicos (la trascendencia de Dios como paradigma del poder soberano) no hace otra cosa que trasladar la monarquía celeste en monarquía terrenal, pero deja intacto el poder" (Profanaciones, Adriana Hidalgo editora/2005).

De aquí me voy a Russell, un pensador anterior. Desde su punto de vista todas las instituciones políticas se basan en la autoridad. Los grupos que originalmente se unieron por el parentesco se engrandecieron por la conquista. Los grupos sometidos lo fueron, al principio por miedo y, posteriormente, por la acción de la tradición y la costumbre.

Para Russell "el contrato social debe entenderse como aquél en que los miembros de la clase dominante forman un partido; se trata de un contrato entre conquistadores, que pierde su razón de ser si se les priva de los beneficios de la conquista. En la medida en que la mayoría está implicada, mejor que del consentimiento se trata de la sumisión a un rey cuyo poder se extiende más allá de una simple tribu" (Russell, A.J. Ayer, Grijalbo, 1973).

Salinas y Maciel representan dos instituciones patriarcales que siguen engañando e imponiéndose aun en gobiernos democráticos, y explican muchos de los lamentables acontecimientos recientes, desde la impunidad en la masacre de Acteal (donde las comunidades zapatistas, católicas y evangélicas se oponen al mal gobierno y a la jerarquía vaticana) hasta la censura en los libros de texto, pasando por las leyes antiaborto.

La enseñanza de la historia suele ser manipulada por los gobernantes. En opinión de los especialistas, en los libros de texto de México se mutilaron dos siglos: la Conquista y la Colonia, cuando conquistadores, reyes y jerarcas del Vaticano eran el mismo poder. También se retrocedió en el conocimiento humanista y científico. La educación sexual se sostiene de alfileres en los nuevos libros, y además la Secretaría de Educación Pública editó textos paralelos con la visión del Opus Dei (contra el condón y los métodos anticonceptivos).

"El sucesor natural de la monarquía absoluta es la oligarquía, ésta puede ser el régimen de una aristocracia hereditaria, de los ricos, de la Iglesia o de un partido político. Una aristocracia terrateniente hereditaria es propensa a ser conservadora, orgullosa, estúpida y brutal, con el resultado de que cede su poder a la alta burguesía" (ibidem).

Como marionetas de los señores del dinero, legisladores del PAN y el PRI han logrado reformar constituciones antiaborto en 14 entidades del país. Y a partir de esta semana, la Constitución de Querétaro reconoce, protege y garantiza el derecho del cigoto, embrión o feto como un bien jurídico tutelado y se le reputa como nacido para todos los efectos legales correspondientes. Además se reformó el Código Penal y, como a las brujas en la Inquisición, ordena encarcelar y dar atención integral para evitar los peligros en que puede incurrir una mujer acusada de cometer el delito de aborto con el fin de procurar restaurar al grado máximo posible la salud física y mental de la mujeres que voluntariamente se han practicado un aborto o han consentido que un tercero las haga abortar, a través del tratamiento o referencia a instancias especializadas y vigilancia epidemiológica.

Van ganando. Y vuelvo a Russell: "El gobierno de los ricos ha sido, en conjunto, más inteligente y astuto que cualquier otro conocido en la historia".

gabriela.afluentes@gmail.com

En voz alta. Como inventar un país en fáciles lecciones

Por Flor Berenguer















La historia, personal, familiar, colectiva, nacional, ayuda al ser humano a encontrar su sitio, su sentido de identidad y pertenencia, le indica el punto de partida, los aciertos y errores de quienes transitaron antes que él y recoge la memoria de lo que se ha sido y potencia lo que se puede ser.

La UNESCO, este organismo dependiente de la ONU para la educación, la ciencia y la cultura indica que el conocimiento de la historia es uno de los siete saberes indispensables para la formación de un individuo completo, por lo que en la curricula escolar recom iendan tenga un peso específico importante y no se le considere una materia de relleno.

Mientras ésa es la tendencia pedagógica internacional, México escoge ir a contrapelo y estratégicamente rasura de golpe y porrazo los libros de texto gratuito editados por la Secretaría de Educación Pública SEP para que , incomprensiblemente, los chicos de sexto año de primaria encuentren un salto cuántico en sus libros que ahora carecen de dos de los episodios más importantes de la vida nacional: La conquista de mesoamérica por los españoles y los tres siglos de dominio español sobre México que daría pie en 1810 a la Guerra de Independencia, cuyo segundo centenario vamos a celebrar con bombo y platillo el año entrante, en coincidencia con el primer siglo del inicio de la Revolucion.

De pronto, en alguna manera que escapa a la imaginación más vívida, estos niños pasarán de un Mexico-Tenochtitlan dominado por las siete tribus nahuatlacas venidas de Aztlan con la hegemonía indiscutible de los Mexica, mal llamados aztecas, para encontrarse en una guerra por la independencia criolla sin saber como ni porque, ya que los capítulos intermedios - conquista y colonia- fueron expurgados.

Me pregunto cómo podrá un niño de primaria comprender la gesta de Hidalgo, Aldama, Abasolo, Allende, la Corregidora, el Pipila o Morelos sin saber porque peleaban, porque una situación sociopolitica y económica reventó agotada en sí misma cuando no se le hablará de quienes a sangre y fuego, con la espada en una mano y la cruz en otra, realizaron el peor genocidio de que da cuenta la historia a lo largo de tres siglos de humillación, esclavitud, vejaciones y todo tipo de violaciones recurrentes y sistemáticas a los derechos y la dignidad humana.

No es la primera vez que de pronto estas cosas pasan en México. En el sexenio de Ernesto Zedillo, se le dió el jugosísimo negocio de editar los nuevos libros de texto gratuito a la empresa Nexos de Héctor Aguilar Camín, quien convocó a un grupo de expertos que quisieron ser mas papistas que el Papa y de un plumazo borraró del mapa a los Niños Héroes de Chapultepec por no encontrar suficientes bases para sustentar algo que dicen es mera leyenda popular. Esto unido al uso de caricaturas feas e irrespeutuosas que utilizaron para ilustrar las imágenes del Cura Hidalgo y los otros Insurgentes.
Así las cosas, la indignación popular echó por tierra el proyecto, Nexos y Aguilar Camin cobraron y el feo libro se embodegó.

Sin embargo, estos intentos de reescribir la historia como moderno Herodoto han contagiado a la SEP quien avaló esa sinrazón que comentamos y cuya culpa seguro se repartirán a partes iguales Josefina Vázquez Mota y Alfonso Lujambio,los titulares del área que en esta administración no sólo han encabezado la SEP sino han utilizado al mismo equipo que la hoy lideresa de la Cámara de Diputados de la fracción blanquiazul cobija desde sus tiempos de Secretaria de Sedesol con Vicente Fox, así que ni modo que ahora se hagan los locos.

Lujambio, contagiado de la costumbre panista de no dar explicaciones claras, dijo que no hay textos escritos con sangre ni por Dios y que a los libros efectivamente les faltaban capítulos pero se verían aparte.
No se usted , pero a mí la explicación me inquieta más que el problema en sí, mismo que no viene solo si toma en cuanta que el libro de matemáticas de primero de primaria tampoco está listo, éste sí, ni completo ni recortado, lo cual obligará a los ya super gastados padres de familia a adquirir alguno de editorial privada, como si estuviese en eso de gastar de mas, el horno para bollos.

Pero la duda filosófica que nos venimos planteando tras conocerse este disparate de la alta burocracia es ¿porqué? ¿cuál es la ganancia si la hay de esta decisión incomprensible? o quizá nos enfrentamos a un caso puro y duro de negligencia, de ignorancia o indiferencia.

Estas actitudes lo único que fomentan es abrir más la brecha entre las escuelas oficiales y las particulares. Ya no sólo serán los niños más pobres y desprotegidos del páis víctimas de maestros peleoneros que emplean buena parte del tiempo en ir a manifestaciones y tratar asuntos sindicales, mal preparados e indolentes, o soportarán tomar clases abajo d árboles, en camiones reconvertidos, en aulas ruinosas en que una de cada tres escuelas carece de baño para que nos chicos puedan estar en clase cómodos sin tener que hacer pipi y popo tras bardas, botes o en descampados, sino que añadiendole leña al fuego ahora tendrán libros mutilados y deficientes.

Para variar en este país, al perro más flaco le caen todas las pulgas desde que es cachorro. Claramente se abre más la franja de oportunidades y aumenta en resentimiento contra los pirrurris, esos hijos de papi que encontrarán desde el nacimiento la mesa puesta y que todas las puertas se les abrirán por cortesía de un apellido en contra posición de los que pelearán con uñas y dientes las migajas que recibirán toda su vida, incluso si logran llegar a una carrera universitaria en una institución pública como la UNAM a la que hoy el titular de la SEP les regatea el presupuesto que dispendian en mamarrrachadas como estos libros mal parchados.

Hoy podríamos retomar la vieja frase de Porfirio Díaz y darle una actualizada:
"Pobre México, tan lejos de Dios y tan cerca del PAN"

Choros críticos (para tiempos críticos)

Conciencia con humor en el stand up comedy de

Blanca Salces y Jorge Zárate


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Es la hora del recuento y de la marcha unida

Fidel Castro Ruz

Esta reflexión no va dirigida a los gobiernos sino a los pueblos hermanos de América Latina.

Mañana 28 de agosto se iniciará en Argentina la reunión Cumbre de UNASUR cuya trascendencia no puede ignorarse. En ella se debe analizar la concesión de siete bases militares en territorio de Colombia, a la superpotencia norteamericana. Las conversaciones previas de ambos gobiernos se mantenían en riguroso secreto. El acuerdo debía presentarse al mundo como hecho consumado.

En horas de la madrugada del 1º de marzo del 2008, las Fuerzas Armadas de Colombia, entrenadas y armadas por Estados Unidos, habían atacado con bombas de precisión a un grupo de guerrilleros que penetró en una apartada zona del territorio ecuatoriano. Al amanecer, hombres de las tropas élites colombianas transportados en helicópteros ocuparon el pequeño campamento, remataron a los heridos y se apoderaron del cadáver del jefe guerrillero Raúl Reyes, quien al parecer sostenía en esos días un encuentro con jóvenes visitantes de otras nacionalidades, interesados en conocer las experiencias de la guerrilla que desde la muerte del líder liberal Jorge Eliécer Gaitán, hace más de 50 años, sostiene la lucha armada. Entre las víctimas había estudiantes universitarios de México y Ecuador que no portaban armas. El método fue brutal, al estilo yanqui. El gobierno de Ecuador no había recibido advertencia alguna antes del ataque.

El hecho constituyó una acción humillante para el pequeño y heroico país suramericano, envuelto en un proceso político democrático. Se sospechaba fuertemente que la base aérea norteamericana de Manta había ofrecido información y cooperado con los atacantes. El presidente Rafael Correa adoptó la valiente decisión de solicitar la devolución del territorio ocupado de la base militar de Manta, cumpliendo estrictamente los términos establecidos en el convenio militar con Estados Unidos, y retiró su embajador en Bogotá.

La entrega de territorio para el establecimiento de siete bases militares de Estados Unidos en Colombia, amenaza directamente la soberanía y la integridad de los demás pueblos de Sur y Centroamérica con las que nuestros próceres soñaron crear la gran patria latinoamericana.

El imperialismo yanki es cien veces más poderoso que los imperios coloniales de España y Portugal, ajeno por completo al origen, los hábitos y la cultura de nuestros pueblos.

No se trata de estrechos chovinismos. Patria es humanidad, como proclamó Martí, pero jamás bajo el dominio de un imperio que ha impuesto al mundo una tiranía sangrienta. En nuestro propio hemisferio los cientos de miles de compatriotas latinoamericanos asesinados, torturados y desaparecidos en Guatemala, El Salvador, Honduras, Nicaragua, Panamá, Chile, Argentina, Paraguay, Uruguay y otros países de Nuestra América, durante las últimas cinco décadas por golpes de estados y acciones que Estados Unidos promovió y apoyó, demuestran de forma irrebatible lo que afirmo.

Cuando analizo los argumentos con que Estados Unidos pretende justificar la concesión de bases militares en territorio de Colombia, no puedo menos que calificar de cínicos tales pretextos. Afirma que necesita esas bases para cooperar en la lucha contra el narcotráfico, el terrorismo, el tráfico de armas, la emigración ilegal, la posesión de armas de destrucción masiva, los desbordes nacionalistas y los desastres naturales.

Ese poderoso país es el mayor comprador y consumidor de drogas del planeta. Un análisis de los billetes que circulan en Washington, capital de Estados Unidos revela que el 95 por ciento pasaron por manos de personas que consumen drogas; es el mayor mercado y a la vez el mayor suministrador de armas para el crimen organizado en América Latina, con ellas están muriendo decenas de miles de personas cada año al Sur de su frontera; es el mayor estado terrorista que ha existido nunca. No solo lanzó las bombas contra ciudades civiles en Hiroshima y Nagasaki; en sus guerras imperiales como las promovidas en Vietnam, Iraq, Afganistán, Pakistán y otros países ubicados a miles de kilómetros de distancia en las que han muerto millones de personas; es el mayor productor y poseedor de armas de destrucción masiva, incluidas las nucleares, las químicas y las biológicas.

Los paramilitares colombianos, muchos de los cuales proceden de los desmovilizados de las Fuerzas Armadas y constituyen, en parte, sus reservas, son los mejores aliados y protectores de los narcotraficantes.

El llamado personal civil que acompañaría a los soldados en las bases de Colombia son, como norma, ex militares norteamericanos perfectamente entrenados, que son después contratados por empresas privadas como Blackwater, que se hizo famosa por los crímenes cometidos en Iraq y otras partes del mundo.

Un país que se respete a sí mismo no necesita mercenarios, ni soldados, ni bases militares norteamericanas para combatir el narcotráfico, ni proteger la población en los casos de desastres naturales, o brindar cooperación humanitaria a otros pueblos.

Cuba es un país sin problemas de drogas ni altos índices de muertes violentas, cuyo número decrece por año.

El único propósito de Estados Unidos con esas bases, es poner América Latina al alcance de sus tropas en cuestión de horas. La alta jerarquía militar de Brasil recibió con verdadero desagrado la noticia sorpresiva del acuerdo sobre la instalación de bases militares de Estados Unidos en Colombia. La base de Palanquero está muy cerca de la frontera con Brasil. Con esas bases, unidas a las de las Islas Malvinas, Paraguay, Perú, Honduras, Aruba, Curazao y otras, no quedaría un solo punto del territorio de Brasil y del resto de América del Sur fuera del alcance del Comando Sur, donde en cuestión de horas, mediante el empleo de sus más modernos aviones de transporte, puede hacer llegar tropas y otros medios sofisticados de combate. Los mejores especialistas en la materia han suministrado los datos necesarios, para demostrar el alcance militar del acuerdo yanqui-colombiano. Tal programa, que incluyó el restablecimiento de la IV Flota, fue diseñado por Bush y heredado por el actual gobierno de Estados Unidos, a quien algunos líderes suramericanos demandan el debido esclarecimiento de su política militar en América Latina. Los portaaviones nucleares no se necesitan para combatir las drogas.

El objetivo más inmediato de ese plan es liquidar el proceso revolucionario bolivariano y asegurar el control del petróleo y otros recursos naturales de Venezuela. El imperio, por otro lado, no acepta la competencia de las nuevas economías emergentes en su patio trasero, ni países verdaderamente independientes en América Latina. Cuenta con la oligarquía reaccionaria, la derecha fascista y el control de los principales medios de difusión masiva internos y externos. Nada que parezca a verdadera equidad y justicia social tendrá su apoyo.

La emigración de latinoamericanos hacia Estados Unidos es consecuencia del subdesarrollo, y este es consecuencia del saqueo a que hemos sido sometidos por parte de ese país y del intercambio desigual con las naciones industrializadas.

México fue desgajado de América Latina por el Acuerdo de Libre Comercio con Estados Unidos y Canadá. La mayoría de los 12 millones de emigrantes ilegales en el primero de esos países son mexicanos y también la mayor parte de los cientos que mueren cada año en el muro de la frontera con aquel país.

Con una población de 107 millones de habitantes, en medio de la actual crisis económica internacional, el índice de pobreza crítica en México se ha elevado al 18 por ciento y la pobreza general alcanza a más de la mitad de sus habitantes.

Nada perturbó tanto la vida de Martí, el Apóstol de nuestra independencia, como la anexión a Estados Unidos. Desde 1889 venía tomando conciencia de que ese era el mayor peligro para América Latina. Soñó siempre con la Patria Grande, desde el río Bravo hasta la Patagonia; por ella y por Cuba dio su vida.

El 10 de enero de 1891 escribió en La revista ilustrada de Nueva York un ensayo titulado Nuestra América, en el que expresó inolvidables frases: “… ¡los árboles se han de poner en fila para que no pase el gigante de las siete leguas! Es la hora del recuento, y de la marcha unida, y hemos de andar en cuadro apretado, como la plata en las raíces de los Andes.”

Cuatro años más tarde, después de su desembarco por Playitas en la provincia oriental de Cuba, cuando ya marchaba por los campos insurrectos, sostuvo un encuentro con el periodista del Herald George E. Bryson, el 2 de mayo de 1895. Este le contó que había entrevistado en la Habana al famoso general Arsenio Martínez Campo. El jefe español le dijo que antes de conceder la independencia a Cuba prefería entregarla a Estados Unidos.

De tal forma impactó la noticia a Martí, que el 18 de mayo escribió a su amigo mexicano Manuel Mercado la famosa carta póstuma en la que habla del “…camino que se ha de cegar, y con nuestra sangre estamos cegando, de la anexión de los pueblos de Nuestra América, al Norte revuelto y brutal que los desprecia…”

Al día siguiente, desoyendo el consejo del General Máximo Gómez, quien le indicó permanecer en la retaguardia, solicitó a su ayudante un revolver, cargó contra una tropa española bien posesionada y murió en el combate.

"Viví en el monstruo, y le conozco las entrañas", sentenció en su última carta.

agosto 27 de 2009

12 y 40 p.m.

La violencia

Luis Javier Garrido

El escándalo desatado por el gobierno calderonista con la exoneración de 20 paramilitares de Acteal ha terminado por evidenciar, una vez más, que el gobierno de facto sigue auspiciando la formación y preparación de grupos paramilitares, para lo cual le resultaba indispensable enviar la señal a los militares que los adiestran y a los propios grupos de que serán impunes por sus futuras acciones.

1. El señalamiento de que el gobierno panista de Calderón estaba preparando con oficiales del Ejército a grupos paramilitares se hizo en 2006, casi desde los inicios del gobierno espurio, no ha dejado de reiterarse al constatarse sus acciones en Chiapas y ahora cobra mayor fuerza con el fallo de la Suprema Corte de Justicia, que subraya, entre otras cosas, que el gobierno calderonista busca crear a los involucrados en este proyecto un régimen de inmunidad absoluta dentro de la lógica neoliberal de que el Estado debe abdicar de todas sus funciones básicas.

2. Las consecuencias que este abandono criminal del Estado entraña para el pueblo mexicano son múltiples y muy graves, pues al paramilitarizar el país no sólo se están creando las condiciones para la comisión impune de múltiples actos de barbarie, sino fomentando una descomposición social de amplios sectores al poner en marcha un mecanismo de destrucción que resulta después incontrolable. El proceso penal que debería abrirse contra Ernesto Zedillo, Emilio Chuayffet, Julio César Ruiz Ferro y un buen número de militares, así como contra los ministros de la primera sala de la Suprema Corte de Justicia como sus cómplices, no debería ser nada más por la matanza de Acteal en 1997, sino por atentar contra la nación misma con este proyecto de índole criminal.

3. La responsabilidad delictiva de Carlos Salinas de Gortari y de Ernesto Zedillo por la conformación de esos grupos paramilitares está plenamente demostrada en múltiples testimonios, como se comprueba en los informes desclasificados del servicio de inteligencia de Estados Unidos este mes de agosto, que no dejan lugar a dudas sobre lo que ya se sabía: a) que ambos gobernantes apoyaron el proyecto de creación y entrenamiento de múltiples grupos paramilitares por parte de oficiales del Ejército Mexicano, y b) que Zedillo y Chuayffet estuvieron personalmente tras las acciones de estos grupos y conocieron y decidieron el operativo de Acteal.

4. El hecho que no pudieron prever por su torpeza los responsables del gobierno panista actual al revivir el caso de Acteal fue que en el debate que se abría iba a aparecer la discusión sobre la actual paramilitarización del país, y que se iba a plantear al gobierno espurio de Calderón una doble responsabilidad. La primera, por encubrir a Zedillo y a sus cómplices por la matanza de Acteal de 1997, y la segunda por estar instaurando Calderón ante el actual escenario de inconformidad social que prevalece un régimen de violencia de Estado, similar al existente en la Colombia de Uribe, en el que al lado de las acciones incontrolables de las fuerzas armadas aparece la creación de grupos paramilitares, también incontrolables, con el pretexto de garantizar la seguridad de terratenientes, ganaderos y empresarios rurales.

5. La continuidad en la mecánica del poder entre priístas y panistas se ha ido así confirmando en éste como en otros casos: tras los halcones, de Díaz Ordaz y Echeverría (1968-1972), y los grupos creados por Salinas y Zedillo, se encuentran ahora los paramilitares entrenados y organizados por el gobierno de Calderón, quien, como sus predecesores, se negó a entender el enorme riesgo que entraña para la organización social y política del país auspiciar este proyecto de supuesto control social.

6. La creación de grupos policiales privados y de contingentes paramilitares rurales y urbanos, así como la instauración de lo que en México llamaríamos una guarurización de la vida social, fue básica desde 2002 en el proyecto del presidente colombiano Álvaro Uribe, y aunque años después éste buscó desarmar a los grupos paramilitares más poderosos que se habían asumido como un poder dentro del Estado, vinculándose al crimen organizado, controlando a amplios sectores de la vida social y desafiando su autoridad, y les ofreció una amnistía, la mayor parte de éstos han conservado en 2009 sus armas y su fuerza organizativa y Colombia sigue adentrándose en un proceso de abierta descomposición a consecuencia de una decisión política de Estado de carácter criminal y de la cual el grupo gobernante no pudo vislumbrar las consecuencias que iba a traer.

7. Un gobierno, aunque sea ilegítimo, como el panista de Felipe Calderón, que abdicó de sus responsabilidades en materia de seguridad pública y las delegó en el Ejército, que es una fuerza institucional que no está facultada en la Constitución para ello, en los asesores militares estadunidenses que ha tolerado trabajen en territorio nacional y en los cuerpos paramilitares que ha ido preparando para servir a intereses facciosos y amedrentar a las organizaciones sociales, está destruyendo el Estado nacional y atentando criminalmente contra el pueblo.

8. La violencia que se ha generado en el país en los tres últimos años es responsabilidad fundamental de Felipe Calderón, quien ha violado gravemente la Constitución en su afán de supervivencia política y tendrá que enfrentar en el futuro inmediato, como Zedillo y muchos otros gobernantes mexicanos, la responsabilidad penal por las acciones ilícitas tanto de las fuerzas armadas como de los grupos de carácter paramilitar que existen en el territorio nacional. Los atentados contra Armando Chavarría, presidente del Congreso de Guerrero, ultimado el 20 de agosto, y contra Maximiano Barbosa, líder de El Barzón, herido de gravedad el miércoles 26, han sido atribuidos por algunos analistas al gobierno, precisamente porque existen muchos motivos por los que los panistas quisieran silenciarlos, y éstos son los responsables de la violencia incontrolable.

9. En un escenario nacional donde el Ejército de-sarma policías y arma paramilitares, y más de una tercera parte de sus fuerzas se ha pasado al crimen organizado, ¿quiénes pueden ser los responsables de la violencia encubierta?

10. La lucha por que se haga justicia en Acteal es también, por consiguiente, fundamental para poner un alto a la violencia de Estado en México.

Barbosa: ¿se instaura el crimen político?

Editorial

El pasado 21 de agosto, tras el asesinato de Armando Chavarría Barrera, titular de la Comisión de Gobierno del Congreso de Guerrero y quien despuntaba como el aspirante mejor posicionado para suceder al actual gobernador de esa entidad, Zeferino Torreblanca, se señaló en este espacio que el crimen resultaba amenazador para el futuro del país y que, de no ser esclarecido, podría marcar un punto de no retorno, en la medida en que puede ser un nuevo hito en la violencia política, la cual, en lo que va de la presente administración, ha cobrado la vida de decenas de activistas y dirigentes, especialmente en Guerrero y Oaxaca. Una semana exacta después del atentado contra el político guerrerense, el líder barzonista Maximiano Barbosa Llamas y su hijo Maximiano Barbosa Robles fueron víctimas de una agresión a balazos en el municipio de Casimiro Castillo, Jalisco, en la que ambos resultaron heridos de gravedad.

Aunque por el momento las autoridades no parecen tener indicios precisos de los autores de ese ataque criminal ni de sus motivaciones, el hecho simple y brutal es que en una semana se haya atentado contra la vida de dos militantes de la izquierda social y partidaria con trayectorias destacadas, tanto en el ámbito nacional como en sus respectivas regiones. Sin sugerir ni descartar la existencia de una conexión entre ambos atentados, es claro que alguna de las violencias de distinto signo que recorren al país está cebándose contra personalidades políticas pertenecientes, en su mayor parte, a causas progresistas. A principios de abril pasado, la activista social Beatriz López Leyva, integrante del movimiento lopezobradorista, fue ultimada en su casa de Oaxaca. El 5 de julio, con el trasfondo de las elecciones legislativas realizadas ese día en el país, el perredista Faustino Vázquez Jiménez fue asesinado en el municipio de Chilapa de Álvarez, Guerrero, entidad en la que suman dos decenas los integrantes del PRD que han sido privados de la vida en lo que va del año.

Los anteriores son sólo algunos ejemplos de un patrón de asesinatos –o de tentativas de homicidio– que parece desarrollarse en forma independiente del contexto de la pavorosa violencia en la que se ha sumido el país como consecuencia de la aplicación, por parte del gobierno federal, de estrategias erráticas y fallidas para combatir a la delincuencia organizada. Pero es estremecedora la perspectiva de que, ante la espectacularidad de la llamada guerra contra el narcotráfico y sus resultados macabros, esta otra vertiente de criminalidad –a la que puede denominarse política, porque se dirige contra personajes comprometidos en ese ámbito– sea colocada en un segundo plano por las autoridades o por la opinión pública. Otro motivo de alarma es que, ante la manifiesta incapacidad de los organismos ministeriales, policiales, militares y judiciales del país para contrarrestar la creciente impunidad de la delincuencia en sus diversos giros, no puede esperarse gran cosa en lo que se refiere al esclarecimiento de atentados como los que sufrieron Chavarría, los Barbosa o López Leyva. Más aún, si los grupos paramilitares del narcotráfico proliferan a pesar de los operativos y despliegues de fuerzas oficiales –y las capturas y los decomisos de armamento, tan publicitados por el gobierno, no hacen más que confirmar esa proliferación–, cabe preguntarse por la capacidad real de las autoridades para poner un alto a las ejecuciones de activistas sociales, dirigentes políticos y representantes populares.

Sin embargo, el esclarecimiento y el castigo de los actos criminales referidos resulta indispensable si es que se desea preservar los instrumentos y procesos institucionales, democráticos y pacíficos para disputar el poder público y evitar que la vida republicana del país acabe por volverse una mera simulación. En otros términos, si se desea mantener abiertas las vías de la política, es indispensable localizar, capturar y someter a juicio a quienes asesinan o intentan asesinar a políticos. Renunciar a esa obligación de Estado llevaría a una tragedia mucho mayor que las que hoy enfrenta el país, y que por sí mismas plantean riesgos inocultables a la estabilidad, la gobernabilidad y la paz.

"Hablar de soberanía colombiana es un chiste": Chomsky

Primera Parte: Entrevista a Noam Chomsky durante su primera visita a Venezuela realizada por Eva Golinger para Venezolana de Televisión (VTV)

TeleSUR

Caracas 24 Agosto 2009

Eva Golinger (EG): Bienvenido a Venezuela, Sr. Noam Chomsky. Estamos muy emocionados por su visita, especialmente durante un momento histórico en el que están ocurriendo muchos cambios en América Latina, potenciales cambios en la relación de EE.UU. con naciones latinoamericanas, y actualmente existen importantes tensiones y conflictos que causan gran preocupación a los latinoamericanos.

En este contexto, y con el recrudecimiento de las agresiones en los últimos meses, con el golpe de Estado en Honduras, el aumento de la presencia militar en Colombia, con la ocupación de más de siete bases militares, además de un control territorial a nivel militar en Colombia, tenemos también la reactivación de la cuarta flota de la armada que ocurrió el año pasado pero está siendo usada ahora en este contexto. También el tono del discurso hacia Venezuela se ha hecho más fuerte, con acusaciones que ya se hacían y ahora continúan ahora más formales, acusando a Venezuela de permitir el narcotráfico, terrorismo, y ha habido un aumento del presupuesto militar del Pentágono, para el Comando Sur en esta región.

La pregunta es, ¿es este algún tipo de fenómeno? Ahora con un presidente supuestamente progresista en la Casa Blanca vemos más ataques contra movimientos progresistas en América Latina.

Noam Chomsky (NC): Y en el resto del mundo. Pero lo que ocurre en América Latina ha ocurrido por más tiempo. EE.UU. por mucho tiempo dio por sentado que podía controlar a América Latina, y de hecho este fue un principio básico de su política exterior desde sus orígenes como república, como una aspiración, que lograron concretar en el siglo XX. El Consejo de Seguridad Nacional, la mayor entidad de planificación, dice que si no podemos controlar América Latina, ¿cómo podemos el resto del mundo?

Henry Kissinger, cuando el golpe de Pinochet, dijo "tenemos que deshacernos de Allende o no tendremos credibilidad en el resto del mundo". Esa es la clave para controlar el mundo, y por supuesto gran parte de la economía estadounidense estaba basada en inversiones, que eran una especie de saqueo, desde el siglo XIX. Todo esto ocurrió por mucho tiempo y de distintas maneras, intervención militar, golpes de Estado, agresiones, durante el gobierno de Kennedy, con agresión de Estado, el ejército instaurando Estados de seguridad al estilo neonazi. Luego llegó el período neoliberal, el control de los países por medios económicos, pero a finales de los noventa ya no era tan frecuente, Venezuela es un ejemplo, pero ocurría en muchos otros países. Lentamente los países latinoamericanos empezaron a escapar del largo período, desde la época de los conquistadores españoles y portugueses, de una u otra forma de colonización.

Empezaron a librarse del FMI, pagar y reestructurar sus deudas, enfocarse en los problemas internos, y EE.UU. empezaba a perder control, y tenía que haber una respuesta, que se ha desplegado desde finales de los noventa, y que tiene dos frentes, uno militar, y el otro que denominan promoción de la democracia, que es un eufemismo de sometimiento. Uno es militar y el otro es el sometimiento, y Obama sencillamente les está dando continuidad. No está haciendo nada nuevo. Parece diferente a Bush, pero la razón es, si vemos la opinión pública, voceros del gobierno, ellos critican a Bush por no haber prestado atención a América Latina, y que la región sufrió por esto. De hecho es lo mejor que le ha pasado a América Latina, que EE.UU. dirija su atención a otras regiones. Pero Obama quiere remediar esa situación desde una perspectiva progresista liberal, prestando más atención a América Latina, lo que implica un retorno a políticas más tradicionales, la militarización y el sometimiento. Lo que tú mencionas es un ejemplo, pero viene de antes, de hace muchos años, por ejemplo el entrenamiento de militares latinoamericanos por los últimos diez o quince años ha aumentado en gran medida, quizá 50% más de lo que era en los años noventa. Y ahora la posición militar de EE.UU. en América Latina es relativamente mayor que durante la Guerra Fría. Por primera vez, hay más oficiales de entrenamiento militar que asesores económicos. La estrategia ha cambiado hacia un esfuerzo por reconstruir una estructura de intervención potencial, y también para la llamada promoción de la democracia.

EG: Que hemos experimentado en gran medida aquí en Venezuela a través de la USAID, la National Endowment for Democracy con financiamiento a grupos opositores y ahora con participación en una campaña de contrainsurgencia al interior de las fuerzas revolucionarias que apoyan al gobierno, que intentan neutralizar.

NC: Pero estas son políticas de larga data. EE.UU. de hecho inició una nueva fase del imperialismo hace un siglo, al convertirse en una potencia mundial, ya había sido una potencia regional, pero con la conquista de Filipinas, ese fue el momento crucial, por los años 1900, mató a cientos de miles de personas, estableció un control militar parcial, pero tenían que gobernar el país. ¿Cómo gobernar el país? Bueno, desarrollaron una nueva forma de colonialismo, con un Estado de vigilancia muy complejo, usando la última tecnología de la época para socavar movimientos políticos, para desintegrarlos, promover el faccionalismo. Crearon una fuerza militar-policial paralela que podía usar la fuerza cuando fuese necesario. Era muy minucioso y complejo, y de hecho ha regresado a los países de origen, los Estados de vigilancia el Occidente: EE.UU., Inglaterra, desde la Primera Guerra Mundial, basados en el modelo filipino. Y sigue hasta hoy. Filipinas es el único país en el este asiático que no ha participado en el rápido crecimiento económico de las últimas décadas, y aún tiene una fuerza militar terrorista, violaciones a derechos humanos, etc.

Las técnicas son: primero, una fuerza militar internamente, si es necesaria, y segundo la colaboración de los líderes del Estado, por eso es que quieren infiltrar los movimientos revolucionarios, incitar la separación, socavar el poder de otros grupos y obtener beneficios de sus contactos con el poder imperial. Los británicos y los franceses hicieron cosas parecidas, pero esta vez se hizo con gran detalle, algo nuevo en la historia del imperialismo, y por supuesto se extendió a América Latina. Por eso es que después de cada intervención, por ejemplo Haití, República Dominicana, Nicaragua, donde sea, dejan el país en manos de la Guardia Nacional y en colaboración con líderes del Estado. Y la Guardia Nacional es una fuerza de terrorismo de Estado. La Guardia Nacional haitiana nunca luchó contra otro país. Su ejército lucha contra la población, lo mismo con Somoza.

Esa capacidad se perdió en parte en los años noventa y ahora se reconstruye de otra manera. Pero es una tradición antigua. De hecho data de mucho antes. Vale recordar que EE.UU. es el único país del mundo que fue fundado como un imperio. George Washington lo describió como un imperio infante y por supuesto tuvieron que conquistar el territorio nacional, eso es imperialismo, no cruzaron mares, pero aparte de eso, es imperialismo estándar. Prácticamente exterminaron a la población, se robaron la mitad del territorio de México y en 1898 empezaron a expandirse a otras regiones, pero el proceso es el mismo. Y es importante saber que lo hacen con toda franqueza y con una creencia en el carácter divino de su misión. Es un país religioso y siempre ha actuado para cumplir la misión de la Divina Providencia. George Bush hablaba en esos términos. Obama no necesita usar las mismas palabras. Es sofisticado. El mejor ejemplo, como todos saben, es la primera colonia en EE.UU.: Massachussets. Su carta fundacional es de 1629, establecieron su escudo en el que aparecía un indio apuntando su lanza hacia abajo y un pergamino saliendo de su boca, que decía "venid a ayudarnos", así que los colonos que iban allá a quitarles sus tierras y exterminarlos estaban convencidos de que estaban respondiendo a ese llamado de auxilio, y esa actitud sigue en la actualidad. Cada agresión, intento de sometimiento tiene la misma inspiración. Otros países imperialistas como Francia tienen actitudes similares pero está mucho más arraigada en la cultura y creencia estadounidenses. Hay un importante trasfondo religioso, todo se justifica. Lo más que puede pasar es que se cometan errores.

EG: Eso es también como una guerra psicológica, una manipulación de la realidad, para dar esa impresión.

NC: Es importante entender que es aceptado internamente. Por ejemplo, no se puede hacer un comentario crítico sobre cualquier acción de EE.UU. Obama, por ejemplo, es muy elogiado por ser uno de los principales críticos de la guerra en Irak. ¿Cuál fue su crítica? Dijo que era un error garrafal estratégico. Asumió la misma posición que asumió el estado mayor alemán después de Stalingrado. O la posición de los rusos sobre Afganistán a principios de los ochenta. Y no lo llamamos crítica cuando es de nuestros enemigos, lo llamamos servilismo al poder. Pero en nuestro caso, los liberales, progresistas lo llaman oposición principal. Y se puede ir más allá y estar aún dentro del marco doctrinal básico, y viene de esa autopercepción de nobleza, de la misión divina de civilizar el mundo, elevarlo a un mayor nivel, entonces el sometimiento y la militarización son considerados primordiales, y de hecho en el caso de América Latina la izquierda condena a Bush por no enfocarse en América Latina, por no cumplir con la misión civilizadora. No es sorpresa entonces las acciones de Obama.

EG: Y es un proceso cuyo ritmo está aumentando rápidamente.

NC: En parte por estas razones y en parte porque los problemas son más apremiantes. La llamada "marea rosa" es considerada un verdadero peligro. De hecho el gobierno de EE.UU. está apoyando gobiernos que hace cuarenta años habría derrocado. El gobierno de Brasil, por ejemplo. Las políticas de Lula no son tan diferentes de las políticas de Goulart a principios de los sesenta, cuando el gobierno de Kennedy inició un golpe militar e instaló el primer Estado de seguridad nacional estilo neonazi, y ahora es un país amigo, porque todo el espectro se ha desplazado tanto que ahora EE.UU. debe apoyar al tipo de gobierno que antes habría derrocado y por supuesto tratar de someter a los otros.

EG: Hablemos de eso específicamente, porque está el tema del aumento de presencia militar estadounidense en Colombia, que ha causado tensión en la región. El gobierno de Colombia y el gobierno de EE.UU., Obama, sostienen que esto es un asunto bilateral, que esto no es una ocupación o el establecimiento de nuevas bases militares; es un acuerdo de cooperación en seguridad. Pero algunos de los detalles que sabemos, aparte de las tres bases que EE.UU. ya ha ocupado bajo el Plan Colombia, y más de una docena de estaciones de radar, es que definitivamente tendrán acceso a siete bases, una de las cuales, en Palanquero, les dará acceso aéreo a todo el hemisferio, que no tenían anteriormente, con gigantescos aviones militares de carga tipo C17, y más allá de eso, está el tema de lo que EE.UU. llama defensa interna en un país extranjero, con la que entrenan fuerzas armadas colombianas, equipos comando especiales, fuerzas especiales, la Policía Nacional colombiana, los entrenan, los comandan y los controlan, y ahora existe la posibilidad de una reubicación de la Escuela de las Américas, ahora llamada WHINSEC, en Colombia, para empezar el entrenamiento en otros países de la región. El próximo viernes 28 habrá una reunión de presidentes de Unasur en Argentina para tratar este tema, que muchos dicen que es una amenaza para la estabilidad regional. Pero hay naciones que mantienen la posición de que hay que respetar la soberanía colombiana. Con gobiernos apoyados por Washington como Brasil, y con el golpe en Honduras que ha sido visto como un ataque contra los países del ALBA, ¿es esta ocupación o ampliación de presencia militar en Colombia un intento de dividir e impedir un mayor progreso de la integración latinoamericana, primero mediante la promoción de estos conflictos entre naciones, aparte del conflicto entre Colombia como gobierno de derecha y Venezuela como gobierno de izquierda, con países como Brasil o Chile, que pueden asumir una posición más ambigua u neutral en cuanto al respeto de la soberanía colombiana, que se oponen a la expansión militar estadounidense pero sin llegar a condenarla.

NC: Hablar de soberanía colombiana es un chiste. El Plan Colombia, creado por Clinton, es una intervención agresiva en los asuntos internos de Colombia, que ha tenido consecuencias. Hay un pretexto, y el pretexto es la guerra contra el narcotráfico, pero es solo un pretexto y no se puede tomar en serio. Y el establecimiento de las bases militares en Colombia es una reacción al hecho de que EE.UU. ha perdido su posición militar en otros países. Ecuador desactivó la base en Manta, que le daba a EE.UU. gran capacidad de vigilancia aérea en la región. Paraguay era una especie de base militar estadounidense, y eso ya se acabó. Tenían que reconstruirla en otra parte y Colombia es el único país donde podían hacerlo. El golpe en Honduras es parte de otro proceso. Centroamérica había sido tan devastada por las guerras contra el terrorismo de Reagan que no era parte de la tendencia de la llamada marea rosa, hacia la integración latinoamericana. Honduras estaba en el camino de la integración, y bueno ahora ya no, ellos creen, y en realidad se ha expandido en Centroamérica. Nicaragua es otro caso. Todo esto me parece que es un intento de recuperar la posición tradicional incluso antes, hace 10 ó 15 años el entrenamiento de oficiales ha aumentado rápidamente, y ha cambiado, ahora el entrenamiento es en tácticas de infantería. La idea es crear fuerzas paramilitares, no están entrenando policías de tránsito. El control de la "ayuda" oficial ha cambiado del Departamento de Estado, ahora está en manos del Pentágono, que es un cambio relevante. Cuando estaba bajo el Departamento de Estado tenía al menos en teoría supervisión del Congreso, que quiere decir que había condiciones que había que cumplir sobre derechos humanos por ejemplo, que no se implementaban mucho, pero eran una limitación a posibles abusos, pero bajo el control del Pentágono, no hay reglas, todo es válido.

Servicios de inteligencia de Gran Bretaña y del Mossad de Israel presentes en bases de EEUU en Colombia

26 de agosto 2009. - En la conferencia dictada ayer por miembros del Parlamento Andino, el profesor Luis Bigott informó que en las bases militares que los Estados Unidos instalarán en Colombia contarán con la presencia de elementos del servicio de inteligencia de Gran Bretaña y del Mossad de Israel, y los conocidos contratistas, lo cual significa que se conforman unas estructuras completas para la dominación.

En la conferencia estuvieron presentes, además del profesor Bigott, el diputado Amílcar Figueroa y el presidente del Parlamento Andino, diputado Víctor Hugo Morales.

En la presentación del conferencista, el diputado Figueroa expresó que “no está equivocado el presidente Chávez cuando dijo hace unos días que soplaban vientos de guerra. Los emplazamientos militares a instalarse en Colombia forman parte de las acciones del imperio para asegurar su hegemonía. Por eso los problemas de la estrategia militar deben ser conocidos por todos”.

Bases militares en Colombia

Barómetro Internacional

Muerte de la soberanía; violación de la constitución.

Por Jaime Araujo Renteria*

El método del actual gobierno de negar primero lo que va ha hacer, y luego hacer lo que ha negado (no es cierto; tal vez no; si) es el mismo que aplicó al otorgar bases militares a una superpotencia extranjera. Confesado el hecho debemos analizarlo a la luz de la constitución colombiana. A la luz de la actual constitución colombiana no es lo mismo el transito de tropas extranjeras que la permanencia de ellas en el territorio nacional. Miremos ambas hipótesis.

La norma sobre transito de tropas extranjeras fue modificada, por obra del proyecto numero 27, en la constituyente de 1991, para ampliarle su contenido, así consta en la gaceta constitucional numero 36 del 4 de abril de 1991. Hoy no solo el transito de tropas extranjeras, sino también el transito de buques o aeronaves de guerra, así no lleven tropas extranjeras, o su estacionamiento en aguas o en el territorio o espacio aéreo de la nación requiere que el gobierno solicite concepto previo del consejo de estado (Art.237 numeral 3 inciso 2 Constitución). Este concepto previo debe entenderse que es previo a cualquier acuerdo sobre el tema y nunca puede ser posterior al acuerdo logrado. De ser posterior el acuerdo seria nulo o inexistente por falta de un requisito necesario para formar legalmente la voluntad del estado, independientemente de que no sea obligatorio. Como el gobierno confesó que el acuerdo ya se celebró, este es inexistente o en el peor de los casos nulo.

Es importante precisar que la competencia del gobierno nacional para permitir el transito de tropas, es supletiva ya que quien la tiene en primer lugar es el senado de la república (Art. 173 numeral 4 de la constitución) y solo en receso del senado surge la competencia del Gobierno (Art. 189 numeral 6 de la constitución).

Es fundamental señalar que en este caso no se trata de transito sino de otro fenómeno jurídico completamente distinto: La permanencia de tropas extranjeras en nuestro territorio. Esta permanencia solo puede hacerse de hecho o de derecho; en el primer caso se trata de una invasión y es contraria a la constitución. Para hacerla compatible con la constitución solo puede hacerse por medio de un tratado o convenio internacional. En ese caso no basta con que el gobierno lo pacte sino que se requiere además que el congreso lo apruebe mediante una ley y que la corte constitucional haga su control de constitucionalidad y lo encuentre conforme con la constitución. Si el congreso no lo aprueba o la corte no lo encuentra ajustado a la constitución, jamás habrá entrado al orden jurídico colombiano y el gobierno no lo puede aplicar.

El gobierno quiere ponerle conejo al control del Congreso y de la Corte Constitucional diciendo que se trata de aplicar unos tratados ya existentes. De lo poco que le ha informado a la opinión publica es claro que se trata de un nuevo acuerdo y el acuerdo es nuevo cuando modifica una norma jurídica en cualquiera de los 4 ámbitos de su aplicación: El ámbito personal (a que sujetos o personas se aplica), ámbito material (a que temas o materias diferentes se aplica), el ámbito espacial (a que territorio se aplica) o el ámbito temporal (no es lo mismo un acuerdo de 1 día a otro de 10 años). Aun siendo idéntico en todos esos aspectos a uno anterior, si implica un cambio cualitativo, el acuerdo es distinto. No es lo mismo permitir 1 soldado extranjero que 1500 soldados; es lo mismo que sucede en la naturaleza no es lo mismo aplicar 99 grados de temperatura al agua que 100 grados, ya que este solo grado hace que el agua cambie de naturaleza, ya que pasa de liquida a gaseosa.

No sobra recordar que en la constitución de Colombia, la cláusula general de competencia (aquello que no este atribuido expresamente a otra autoridad) la tiene el congreso de la república y no el gobierno. En el caso de la permanencia de tropas extranjeras es claro que el congreso conserva su competencia expresa para aprobar o improbar los nuevos tratados, bien porque no existan previamente o porque impliquen un cambio de cualquiera de los 4 ámbitos de aplicación de la norma jurídica o uno cualitativo.

Si ya el solo transito de tropas extranjeras puede comprometer la responsabilidad del estado colombiano ante terceros países y por eso desde la constitución de 1886 se exigió la intervención del congreso para permitirlo, con mayor razón la permanencia de tropas extranjeras en el territorio colombiano, la compromete doblemente y exige la intervención del congreso y la corte constitucional.

La instalación de bases extranjeras que es una renuncia a la soberanía, implica otra renuncia a ella, la de no juzgar a los soldados que violan la ley o la constitución colombiana: inmunidad que es impunidad como ya ha sucedido con soldados norteamericanos comprometidos en crímenes o trafico de estupefacientes. No es cierto, entonces que estas tropas estarán bajo el mando de oficiales colombianos, ya que estados unidos no acepta esto, ni siquiera cuando envía tropas bajo la bandera de la ONU: siempre sus soldados son mandados por oficiales Norteamericanos. Y mucho menos es cierto que se trata de acuerdos como manda la constitución en sus artículos 9, 150 numeral 16; 226 y 227, sobre bases de reciprocidad (lo que yo te permito, tu me lo permites a mi) , ya que estados unidos jamás permitirá una base colombiana en territorio norteamericano (mucho menos 3 como ahora se le otorga).

Nos preocupa que el Presidente Obama haya caído en la trampa de sacrificar derechos humanos por intervención militar.

Nos da tristeza que a los fementidos defensores de la patria no se les haya ocurrido otra formula mejor para combatir el terrorismo y el narcotráfico que entregar doblemente la soberanía (tropas e inmunidad) a un país extranjero. Nos da vergüenza que quienes quieren festejar, desde el poder, el bicentenario de la independencia el único “regalo” que nos ofrecen es la dependencia de ejércitos o naciones extranjeras violando la constitución nacional.

* Ex-presidente de la Corte Constitucional de Colombia

franmarino19@yahoo.es

El asesinato de un Sin Tierra en la frontera sur y sus consecuencias políticas


Barómetro Internacional

Brasil

Bruno Lima Rocha

La ciudad fue San Gabriel, alrededor de la 10 horas de la mañana del viernes 21 de agosto. El lugar de la acción fue la Hacienda Southall, un complejo latifundista de 14.000 hectáreas, blanco de disputa entre el Movimiento de los Trabajadores Rurales Sin Tierra (MST) y el ex-propietario, Alfredo Southall. El escenario fue de batalla campal: 230 brigadistas (policías militares de Rio Grande do Sul) de distintas unidades contra alrededor de 270 colonos ocupantes, la mitad de ellos mujeres y niños. En este contexto mataron a Elton Brum da Silva.

La consecuencia política para el gobierno -que es responsable de ese acto-hasta el momento es ésta. El sub-comandante general de la Brigada Militar (BM, Policía Militar del Rio Grande), coronel Lauro Binsfeld, después de salir muy mal en las entrevistas que dio a los medios de comunicación, fue responsabilizado por la tragedia y sacado del puesto. En su lugar fue nombrado el coronel João Carlos Trindade Lopes, comandante-general de la BM, indicó el ex-comandante del Comando de Policiamento de la Capital (Porto Alegre), coronel Jones Calixtrato. Por encima de ellos está el secretario de la Seguridad Pública, el general del Ejército Brasileño, Edson Gourlarte. Así, disputas en la caserna policial reflejan una situación interna apenas digerida, en la forma de reposición de piezas. El detalle es que la política no es tan simple y menos aún las formas de hacer política para asegurar un derecho constitucional a la tierra. El asesinato de Eltom Brum da Silva puede ser el comienzo de otra escalada de luchas reivindicativas.

En la ciudad de la Frontera Oeste del Río Grande, donde en 1756 cayó peleando cerca del Arroyo Caiboaté el Corregidor del Cabildo de la reducción de San Miguel, Sepé Tiaraju, el Estado asesina hoy a un colono Sin Tierra. Eltom Brum de Silva era un agricultor del interior, del pequeño municipio de Canguçu que peleaba por un pedazo de tierra. Peleó, vivió y murió defendiendo su tierra y el pueblo al que servía como líder obediente de la voluntad popular. Su muerte fue con plomo y por la espalda. Los balines de plomo que salieron de la escopeta calibre 12 que asesinaron a Eltom dieron un ejemplo de como el aparato represivo recuerda sus orígenes y funciones cuando el tema es la propiedad.

El colono no cayó por casualidad y menos aún “de malestar súbito” como dijo la versión de la BM proporcionada por los medios palangristas de siempre, en su cobertura horrorosa de todos los días. Él cayó porque era parte de una medida de lucha directa, la forma de ejercicio de derechos constitucionales que jamás son garantizados a menos que las parcelas del pueblo organizado consigan ejercer su voluntad independiente de intermediarios profesionales. De esta forma, al tiempo que los partidos de tipo burgués (de “izquierda” o no) pierden su sentido, los órganos de Estado se ven en la obligación de al menos posicionarse. Lo mismo sucede con los medios de comunicación social.

Las versiones de la media comunitaria y del mayor conglomerado mediático de la “Provincia Gaucha”

De todo lo que leí, la versión más correcta de la circunstancia de la muerte de Eltom fue dada por el movimiento de radios comunitarias. Pido un poco de paciencia a quien lee el artículo para publicar abajo íntegra la versión de la Asociación Brasileña de Radiodifusión Comunitaria – estadual de RS (Abraço-RS):

Agresión verbal habría motivado PM a matar un sin tierra en RS, 21/08/2009
“La tarde de viernes (21) culminó con la muerte del agricultor sin tierra Elton Brum de Silva en una acción de la Brigada Militar del Rio Grande del Sur durante la desocupación de un área en el municipio de Son Gabriel. Fotos muestran que el agricultor fue alcanzado por una arma calibre 12. La sospecha recae sobre el comandante del 2º Regimiento de Policía a Caballo (2º RPMon) de Livramento, Teniente Coronel Flávio de Silva Lopes, que respondió con el tiro a una agresión verbal del agricultor. El fiscal de conflictos agrarios del Ministerio de Desarrollo Agrario, Gercino José de Silva Hijo desembarcó en el estado de Rio Grande a finales de la tarde y ya se dirigió para Son Gabriel con la promesa de buscar punición a los responsables. La Brigada Militar dio la primera versión afirmando que el agricultor habría muerto de un “mal súbito”. Horas después el hospital local lo desmentía. El MST responsabiliza la política de seguridad del gobierno Estadual y la Justicia por postergar el proceso de asentamiento de las familias. La ocupación reivindicaba la aplicación de los recursos para salud, educación e infraestructura en los asentamientos de la región y desapropiación del restante de la Hacienda Southall y la liberación inmediata, en la Justicia, de las haciendas Antoniazzi y 33, en Son Gabriel, para el asentamiento de las familias acampadas en el Estado.
Link de Abrazo-RS / Periódico de los Trabajadores:
(http://www.abracors.org.br/detalle_info.php?id=297) “

Si comparáramos la nota de arriba con la cobertura de los medios corporativos veremos la diferencia de fondo. Este abordaje tuvo el respaldo, resguardando la identidad de fuentes que se arriesgaron a pasar esta información. No responsabiliza a la protesta social por la represión sufrida y sí a los represores. Ya la materia de Zero Hora (Grupo RBS, afiliada local a la Rede Globo), firmada por el reportero Humberto Trezzi, tiene un título que habla por sí sólo:

“Campos conflagrados: MST gana su mártir” (para seguir en este link: http://zerohora.clicrbs.con.br/zerohora/jsp/default2.jsp?uf=1&local=1&source=a2627013.xml&template=3898.dwt&edition=12968§ion=1015 – página 4 de la edición de 22/08/2009)

El silencio y la falta de imágenes es la constante. La parte principal está en la posibilidad de reaccionar en la batalla de los medios y de romper el bloqueo de la producción de sentido que intenta dejar sin sentido una lucha milenaria como es la de la posesión de la tierra. En este frente, la posibilidad de ofensiva de los movimientos populares de RS está asegurada. Veamos lo que antecede al asesinato y como este gesto se localiza dentro de la crisis política por la posible corrupción endémica en el gobierno estadual neoliberal de Yeda Crusius (PSDB, del partido del ex presidente Fernando Henrique Cardoso).

La represión aplazó su saña para la Frontera

Uno de los dilemas clásicos en la política es la ecuación entre la legitimidad de un gobierno, con su capacidad de reprimir. No estoy discutiendo necesariamente el poder de policía, que es una de las atribuciones del Estado, no importando el nivel de gobierno, sea la Unión, estadual o municipal. Pero sí, la relación de fuerzas que va más allá de los formalismos institucionales. A veces, un gesto represivo causa una conmoción de tal magnitud, que el respaldo de un mandato titubeante puede perderse. En junio de 2008, estando bombardeada por la CPI del DETRAN-RS, con la grabación de conversaciones privadas entre su vice-gobernador rebelde Paulo Afonso Feijó (DEM) con el entonces jefe de la Casa Civil, Cézar Busatto (PPS), la gobernadora del Río Grande, Yeda Crusius (PSDB), no titubeó en mandar las fuerzas del orden a imponerse a cualquier costo. La semana pasada, la apuesta de buena parte de la izquierda gaucha era esa. Que la represión sin frenos fuera a frenar a una marcha aparentemente pacífica y así aumentar la conmoción interna en la Provincia. No fue lo que se sucedió, no esta vez.

La crisis política fractura lealtades políticas y sociales muy constituidas en la sociedad río-grandense. Siendo o no culpada, viniendo a ser condenada por la acción de improbidad administrativa o declarada inocente, la gobernadora Yeda Crusius y su base aliada consolidaron en los últimos años algunas quiebres de paradigma en el Río Grande del Sur. Uno de ellos dice del respeto y la tolerancia típica del estilo socialdemócrata, donde las calles son escenarios de manifestaciones y hay tolerancia en la represión para asegurar la relación de legitimidad del gobierno constituido. Cuando un gobierno es acusado de corrupción y se ve contra la pared, en general no se da el lujo de reprimir a quién está organizado. El año de 2008, en su primer semestre, delante del mismo escándalo que ahora enfrenta, Yeda Crusius, Paulo Roberto Mendes y los medios de siempre, distribuyeron represión sin ninguna piedad.

Apostaron a que, durante los actos políticos contra su gobierno, la saña represiva se encontraría de nuevo con la población organizada. No ocurrió lo peor, como el año anterior, porque el núcleo duro del Palacio de las Hortensias (en la Sierra, residencia de invierno del gobierno estadual) preservó Porto Alegre para matar en San Gabriel. Si fuera a reprimir en la capital, el escenario ideal hubiera sido el día 14 de agosto.

El último viernes día 14 de agosto la ciudad de Porto Alegre vivió una mañana de protestas. La fecha formaba parte de la jornada nacional de luchas promovida por diversas entidades, centrales sindicales y movimientos populares. La llamada para todo el país se basaba en la crítica la política económica, la única pauta que aún unifica la fragmentada izquierda brasileña después de casi siete años del gobierno de Lula da Silva. Dos columnas significativas se formaron. Una salió de la Escuela Estadual Júlio de Castilhos, el Julinho, lugar de romería de la izquierda desde los años ’60. Otra columna se dirigió de autobús hasta la Federación de las Industrias del Estado del Río Grande del Sur (FIERGS, federación patronal), retornando al Centro rumbo a la Plaza de la Matriz, donde la Provincia concentra sus poderes oficiales.

La marcha que originalmente fue convocada para atender una agenda se transformó en el acto ecuménico de las izquierdas gaúchas, convocadas a partir de la consigna de “Fuera Yeda!”. Y, después de algunos años de vacío político en la capital río-grandense, este día realmente el acto concentró todos los matices. La protesta se constituyó desde la extrema-izquierda no electoral que se localizó a finales de la columna que salió del Julinho, pasando por las bases sindicales de funcionarios, hasta la bancada estadual del PT que confortablemente aguardaba al cortejo al llegar a la Matriz.

Otra novedad ocurrió aquel día, desafiando el cerebro de los marchantes. Por primera vez, el núcleo duro de Yeda, resolvió reaccionar y convocó a los CCs, estagiários, FGs y militantes tucanos (del PSDB) a posicionarse frente a la Asamblea Legislativa (parlamento estadual). Hubo por tanto, dos actos, de dimensiones distinguidas, aunque antagónicos.

En la ausencia de represión a lo largo del tramo, otra conjetura atravesaba a todas las agrupaciones y movimientos allí presentes. ¿Habría o no conflicto con el centenar de manifestantes a favor de la gobernadora allí presentes? Con la desproporción numérica de más de 3.000 protestantes contra menos de dos centenares pro-Yeda, la policía tendría la obligación de intervenir. El “duelo” no se dio, pero quedó el hecho político y la posibilidad de represión policial. El mismo viernes, la protesta estadual ganó relevancia nacional al ser mediatizada por el Periódico Nacional. Esta semana, el dilema entre protesta y represión fue alimentado por los medios de comunicación del estado. Quién está en la faena política sabe leer estas señales. Ningún tema de ese orden es pautado por casualidad y la variable represión no fue descartada por el aún titubeante gobierno de la economista neo-clásica. Aquello que no pasó de insultos y algunos huevos tirados por los marchantes, vino a manifestarse en el asesinato de Eltom Brum de Silva.

Opciones en la política gaúcha en la perspectiva de los movimientos populares después del asesinato en la Hacienda Southaal

Entiendo que el asesinato del colono sin tierra Eltom Brum de Silva, ocurrido el día 21 de agosto de 2009, en la ciudad de Son Gabriel, frontera oeste, obliga a las fuerzas vivas de la izquierda gaúcha a colocarse en alerta. Todo indica que fue un acto premeditado, una acción de fuerza del aparato represivo del gobierno gaúcho, sacudido por las denuncias de corrupción. Como casi siempre ocurre, el Cuerpo Auxiliar de Policía Imperial, creado para combatir la Revolución Farroupilha, después bautizada de Policía Militar durante la dictadura positivista, demostró su eficiencia en la defensa de los intereses oligárquicos. Tampoco se trata del primer acto de brutalidad del gobierno de la economista neoliberal Yeda Crusius y no será el último. A estas horas, es preciso tener un mínimo de unidad táctica en el conjunto de movimientos populares, para frenar el avance represivo. La muerte de un militante, de base o de coordinación, es algo que no debe quedar impune. Aún dentro de la democracia liberal burguesa existen límites que, una vez cruzados, abren margen a otra escala de acciones. Si no hay respuesta de movilización, la máquina reaccionaria del Estado sacudido por eventos de corrupción, no va a detenerse.

Pero, al contrario de otros compañeros analistas, en general perfilados con el reformismo, tanto el que está en el gobierno Lula así como el de la oposición de izquierda-parlamentaria, no consigo recomendar algo que veo como falsificable Veo que no hay salida política a largo plazo dentro de la democracia de los oligarcas, banqueros y transnacionales. Y, tampoco hay posibilidad de transformación de la sociedad al actuar por dentro del aparato de Estado. Pero, eso no quiere decir que no exista un momento táctico de lucha. Este, por ejemplo, es un momento. En la hora de la crisis política, el pueblo tiene que percibir la existencia de alternativas fuera de los espacios viciados de participación oficial. Es preciso retirar poder simbólico y político a los intermediarios profesionales y volver a crear la relación directa con las entidades de base y los movimientos con autonomía decisoria. Y, sabemos que eso no es fácil.

Una salida que me parece obvia es la unificación de luchas y pautas. En las semanas posteriores al asesinato de Eltom Brum de Silva por parte de la Policía Militar bajo el mando de Yeda Crusius (PSDB), veo como imprescindible la unión de las fuerzas populares en torno a un objetivo común, pero fortaleciendo la auto-representación popular, a través de instancias de coordinación entre movimientos y entidades de base. La unidad de las pautas y luchas necesita apuntar hacia las reivindicaciones inmediatas y el objetivo general común de asegurar una victoria contundente contra un gobierno estadual acusado de corrupto y con postura represiva. Sinceramente, no resta más que hacer además de lo obvio. De lo contrario, el costo político de un muerto será poco importante, abriendo un precedente para otros asesinatos, en éste y en los gobiernos de turno que vendrán.

Para esta finalidad, ahora ya no basta la lucha reivindicativa. El momento es de derrumbar a Yeda Crusius y asegurar que el vice-gobernador también neoliberal, ni llegue a tener las condiciones de legitimidad para gobernar. Con esta acumulación de fuerzas, habrá condiciones de enfrentar el accionar de los aparatos de intermediación política profesional y el uso falso que los medios harán del martirio de algún campesino más.

Es el momento es de asegurar la victoria táctica, en el desmonte de este gobierno basado en relaciones patrimonialistas, bajo sospecha de corrupción estructural y siendo represor al extremo. Y, el momento también es el de derrotar el proyecto del neoliberalismo en Río Grande, específicamente para no permitir la conclusión del préstamo entreguista con el Banco Mundial.

blimarocha@gmail.com

Unasur en defensa de la soberanía continental

Barómetro Internacional

Reunión cumbre para discutir las bases norteamericanas en Colombia

Ernesto Tamara.

El 29 de Agosto está prevista la reunión de Unasur para discutir el acuerdo de Colombia con Estados Unidos para el uso de varias bases militares. El presidente norteamericano, Barack Obama, invitado telefónicamente por el presidente de Brasil, Lula Da Silva, no vendrá a la cita, y el presidente colombiano, Alvaro Uribe, empeñado ahora en su reelección, aseguró que no irá a la cumbre a negociar, sino a explicar y defender los acuerdos militares con la nación del norte.

En la reunión que tendrá lugar en la turística ciudad de Bariloche, Argentina, participarán, en principio, todos los presidentes sudamericanos. La Cumbre fue convocada el pasado 10 de agosto durante la reunión de ese organismo celebrada en Quito, Ecuador, cuando la asunción de Rafael Correa como presidente de Unasur, tras asumir un nuevo mandato como mandatario de su país.

Algunos gobiernos sudamericanos esperan que la reunión sirva para convencer al presidente colombiano para que desista del acuerdo con Estados Unidos, aunque los más pragmáticos sólo esperan obtener un compromiso de que esas bases no serán usadas como plataformas de espionaje o intervención hacia otros países.

A juzgar por el desarrollo de los acuerdos ya casi firmados, las dos expectativas parecen sobredimensionadas. Uribe, ya casi seguro en que será reelecto, no dará marcha atrás en los acuerdos, y las garantías que se puedan ofrecer de que las bases no servirán para intervenir –aunque no sea militarmente- en otros países, serán papel mojado.

El objetivo anunciado de la participación de Estados Unidos en esas bases, el combate al narcotráfico y el terrorismo, implican el espionaje y la intervención encubierta en otros países de la región. Además, las declaraciones de la Secretaria de Estado Hillary Clinton, cuando dió a conocer el acuerdo junto al ministro de Relaciones Exteriores de Colombia, Jaime Bermúdez, revelan que las intenciones de intervención norteamericana abarcan muchos más objetivos.

"Nuestro continente se enfrenta a varios desafíos crecientes, desde la crisis económica a los problemas climáticos, pasando por las preocupaciones de salud pública, como el virus H1N1, el tráfico de narcóticos, el terrorismo y el crimen organizado. Todos estos temas requieren nuestra atención y colaboración", señaló Clinton. Es decir que entre los objetivos de las bases están también el cambio climático, lo que puede sugerir el control de recursos fundamentales como el agua, la gripe porcina y la crisis económica.

Obama no leyó el regalo de Chávez

El continente había presenciado con optimismo la victoria electoral, la asunción y las primeras manifestaciones públicas del presidente Obama sobre el tono de las relaciones que su gobierno mantendría con América Latina.

Ese optimismo se reforzó en la Cumbre de las Américas en Trinidad y Tobago en febrero pasado, donde además del discurso de Obama sobre el cambio de relaciones con América Latina, en un plano de respeto e igualdad según dijo, se recuerda por el encuentro con el presidente venezolano Hugo Chávez y el regalo que éste le hizo de un libro del escritor Eduardo Galeano, “Las venas abiertas de América Latina”.

Ahora se podría asegurar que nunca lo leyó, ni por interés en saber porque le habían entregado un libro específico. Si lo hubiera leído, el presidente norteamericano hubiera buscado un disfraz más convincente para imponer las bases militares en Colombia, aunque igual sabría que no sería aceptado.

En recientes manifestaciones Obama sostuvo que los acuerdos militares con Colombia eran “la continuidad” de la política de colaboración que habían sostenido ambos países. “Hemos tenido un acuerdo de seguridad con Colombia durante muchos años. Hemos mejorado ese acuerdo. No tenemos intención en establecer una base militar estadounidense en Colombia", afirmó Obama. "Esta es una continuación de la asistencia que hemos estado otorgándoles. No tenemos intención de enviar grandes cantidades de soldados adicionales a Colombia y tenemos interés en ver a Colombia y a sus vecinos operar pacíficamente", apuntó.

En esa confesión tan simple, el presidente norteamericano demostró que nada a cambiado, que la política del gobierno norteamericano hacia América Latina, es una política de Estado, que trasciende a los dos partidos políticos que se turnan en su gobierno, y que sólo está basado en lo que definen como la “defensa de los intereses nacionales”, que van desde el control de los recursos naturales, el comercio, y la intervención en todas sus formas.

Pecados anteriores

Casi como un presente griego para quienes sostienen que las bases militares que Estados Unidos utilizará en Colombia no afectan al continente, se conoció la semana pasada documentos desclasificados del Departamento de Estado norteamericano y de la Casa Blanca, donde se revela la colaboración entre Estados Unidos y el gobierno dictatorial de Brasil, para promover el derrocamiento de Salvador Allende, y cometer fraude y manipular las elecciones presidenciales en Uruguay en 1971.

La revelación de esos archivos, que comprometen directamente al entonces presidente Richard Nixon y el general y dictador brasileño Emilio Garrastazú Médici, confirma que la intervención norteamericana en la política interna de los países de la región, no se limita a los invasiones militares, la última no tan lejana, en 2004 cuando detuvieron y deportaron al presidente haitiano Bertrand Aristide, sino que incluye desde aportes financieros y asesorías de propaganda y guerra sicológica, así como amenazas de intervención y fraude electoral.

Uno de los documentos desclasificados, del 25 de agosto de 1971, titulado “Análisis y Papel Estratégico Preliminar” calificado como secreto y enviado por la Embajada de Estados Unidos en Uruguay, responde a las instrucciones dadas por el Consejo de Seguridad Nacional para diseñar una estrategia "...para aumentar el respaldo a los partidos democráticos en Uruguay y tratar de disminuir la oportunidad del triunfo político del Frente Amplio. El Grupo de Trabajo de la Embajada hace recomendaciones en cinco áreas: psicológica, de asistencia económica, política, laboral y de seguridad.

Áreas que se vuelven a reiterar en los acuerdos que ahora acordaron Colombia y Estados Unidos para el uso de las bases militares. Una lástima que Obama no viaje a Bariloche para que los presidente de Sudamérica, si se atreven, le pregunten sobre esos documentos.

El acuerdo ignoró ambos Congresos

Aunque aún faltan algunos detalles formales para la firma de los acuerdos, dos congresistas norteamericanos enviaron una carta a la Secretaria de Estado, Hillary Clinton, recodándole que esas negociaciones no fueron debatidas por el Congreso, y que el gobierno no informó en ninguna instancia sobre las negociaciones en curso.

Los congresistas Christopher Dodd y Patrick Leahy se quejan de conocer las negociaciones con Colombia a través de la prensa, y destacan que “A pesar de las implicaciones obvias de carácter presupuestario y de política exterior de dicho acuerdo, ni el Comité de Relaciones Exteriores ni el Subcomité de Estado, Operaciones Extranjeras del Comité de Apropiaciones, fueron informados sobre las negociaciones, mucho menos consultados al respecto”. Por su parte, el Congreso colombiano tampoco fue informado, y el ex presidente de la Corte Constitucional, Jaime Araujo Rentería, calificó el acuerdo para el uso de las bases, de “inconstitucional”.

En una larga nota jurídica, Araujo Rentería destaca que “Si ya el sólo tránsito de tropas extranjeras puede comprometer la responsabilidad del estado colombiano ante terceros países y por eso desde la constitución de 1886 se exigió la intervención del congreso para permitirlo, con mayor razón la permanencia de tropas extranjeras en el territorio colombiano, la compromete doblemente y exige la intervención del congreso y la corte constitucional”.

“La instalación de bases extranjeras que es una renuncia a la soberanía, implica otra renuncia a ella, la de no juzgar a los soldados que violan la ley o la constitución colombiana: inmunidad que es impunidad como ya ha sucedido con soldados norteamericanos comprometidos en crímenes o trafico de estupefacientes. No es cierto, entonces que estas tropas estarán bajo el mando de oficiales colombianos, ya que Estados Unidos no acepta esto, ni siquiera cuando envía tropas bajo la bandera de la ONU: siempre sus soldados son mandados por oficiales norteamericanos. Y mucho menos es cierto que se trata de acuerdos como manda la constitución en sus artículos 9, 150 numeral 16; 226 y 227, sobre bases de reciprocidad (lo que yo te permito, tu me lo permites a mi) , ya que Estados Unidos jamás permitirá una base colombiana en territorio norteamericano”.

El acuerdo

El presidente Alvaro Uribe anunció que con el acuerdo se concedía a Estados Unidos el uso las instalaciones del ejército colombiano de Larandia y Tolemaida, las navales de Cartagena y Málaga, y las áereas de Apiay, Palanquero y Malambo. Además se ampliaba el número de soldados norteamericanos en Colombia a 800, además de otros 600 civiles (asesores y contratistas de seguridad, como se denominan ahora los mercenarios y espías privatizados). En contrapartida, Estados Unidos invertirá 46 millones de dólares en la ampliación de esas bases, a parte de los 5.000 millones de dólares para los próximos años, previstos en la extensión del Plan Colombia.

El Plan Colombia comenzó en 1998 con el aporte estadounidense de 7.500 millones de dólares y la instalación de unos 500 militares y asesores en la erradicación de cultivos de coca, y que después se extendió al combate a las guerrillas. Además, por el acuerdo, y aunque aún no se ha confirmado, los norteamericanos que participen en estas bases tendrán inmunidad diplomática, y tampoco podrán ser juzgados en Colombia por cualquier crimen que puedan cometer.

Mientras existió la base de Manta, Ecuador reclamó sin éxito contra más de 300 norteamericanos que nunca pudo juzgar y que estaban acusados de diversos delitos, incluyendo robos y homicidios. En Colombia ya se han producido numerosos incidentes incluyendo episodios de tráfico de drogas con estadounidenses y violaciones a jovencitas (1). En ningún caso el Estado colombiano pudo juzgar a los responsables.

Las siete bases que Estados Unidos podrá utilizar en Colombia, se suman a otros 700 existentes en todo el mundo y donde operan medio millón de soldados. Este adelanto de las fronteras norteamericanas hacia el sur, se añade también a la reactivación el pasado año, de IV Flota –suspendida al finalizar la Segunda Guerra Mundial- que opera en aguas de Latinoamérica y el Caribe.

Esto coincide con la nueva estrategia del Pentágono de “guerra perpetua” que incluye bases militares llamadas “lotos”, las cuales pueden ser relativamente pequeñas porque están diseñadas para ampliarse o para que las tropas salten de unas a otras. De acuerdo con Chalmers Johnson, profesor emérito de la Universidad de California, “La mayoría de estas nuevas bases constituyen lotos desde los cuales nuestras fuerzas podrán saltar como ranas muy bien armadas”.

ernestotamara@gmail.com

(1) Olga Lucía Castillo denunció que el 25 de agosto de 2007, su hija de 12 años, había sido retenida y violada por dos militares estadounidenses adscritos a la base de Tolemaida, al sur de Cundinamarca. La madre de la joven investigó por su cuenta y pudo establecer que los responsables del ataque a su hija eran el sargento del Ejército de Estados Unidos Michael Coen y su asistente César Ruiz, que cumplían labores del Plan Colombia. Castillo se presentó y encaró a los soldados norteamericanos, “se rieron de mí y me dijeron que tenían inmunidad”, relató tiempo después a la prensa colombiana. Igualmente hizo la denuncia ante la justicia colombiana sustentada en un examen de Medicina Legal y varios testimonios. El proceso no tuvo avances y la familia comenzó a sufrir amenazas, hasta que finalmente abandonaron su poblado. Recientemente Olga Castillo fue invitada a contar su relato ante el Congreso, invitada por el senador Gustavo Petro del Polo Democrático, pero no pudo hacerlo, la bancada uribista no la dejó hablar.