Un grupo de políticos y empresarios, utilizando el brazo armado conducido por antiguos criminales procedentes de la Escuela de las Américas de los Estados Unidos que han masacrado pueblos enteros en Centroamérica, tomaron el poder y sacaron de su país al presidente constitucional Manuel Zelaya porque se ha inclinado hacia la izquierda, se ha preocupado por los pobres y quiso hacer una encuesta para que el pueblo decidiera si quería una nueva Constitución.
Este acto terrorista, absurdo y contradictorio, como ya se ha analizado en este blog, obligó a la comunidad internacional a apoyar a Manuel Zelaya. Pero lo más importante es que la población hondureña respondió lanzándose a las calles a luchar por la restitución de Zelaya y el orden constitucional.
Ayer, Zelaya llegó en avión a Tegucijalpa acompañado por el Secretario de la Asamblea General de las Naciones Unidas, el padre Miguel D'Escotto. Más de trescientos mil hondureñ@s se lanzaron a las calles, a pesar del cerco militar y venciendo múltiples obstáculos, llegaron al aeropuerto a recibir al presidente.
Los golpistas, utilizando al ejército militar, negaron el acceso a la pista y pusieron obstáculos impidiendo así que el avión pudiese aterrizar. Dispararon bombas lacrimógenas contra el pueblo y contra los medios independientes y, a través de francotiradores, dispararon a los manifestantes causando decenas de heridos y dos muertos.
Los golpistas, utilizando al ejército mediático, calumniaron, mintieron y manipularon a la opinión pública nacional e internacional para justificar su delito. Declararon una serie de disparates jurídicos en cadena nacional para justificar el golpe y los medios ocultaron a los hondureños que no estaban en las calles lo que ocurría. No vale la pena reproducir la sarta de estupideces que dijeron porque es ir al detalle de lo grotesco, pero por ejemplo, después de haber declarado que tenían una orden de captura contra el presidente resulta que no permitieron que el supuesto "delincuente" llegara a su país para detenerlo. La prepotencia de los golpistas es escandalosa, prácticamente dicen que ellos hacen en Honduras lo que les da la gana y que les importa un pito la comunidad internacional. El "canciller" declaró que no necesitan ni a los Estados Unidos, refiriéndose a Barack Obama dijo que era un "negrito" que no sabía ni dónde estaba Honduras, que ellos sabían donde estaba Washington y que podrían irles a explicar "en su idioma".
A través de Telesur observamos cómo la mafia oligárquica con el ejército y los medios de comunicación impedían el retorno del presidente Zelaya, apoyado por toda la comunidad internacional, y reprimían violentamente al pueblo hondureño en nuestras narices sin que se pudiera hacer nada al respecto.
Por inconcebible que parezca es perfectamente explicable. Los movimientos progresistas de América Latina amenazan a las oligarquías que se han apoderado del mundo, con llevar a cabo una mejor distribución de la riqueza planetaria y con implantar la igualdad y la justicia para todos. Esto ha provocado una reacción como la que observamos ayer. Utilizando las armas militares y mediáticas las oligarquías pretenden seguir dominando al mundo. Con las armas militares hacen pedazos las integridades físicas y con los medios de comunicación destrozan las integridades mentales.
Las movilizaciones de los pueblos son lo único que puede vencer a esta derecha criminal que conduce a la muerte. Se requiere de mucha conciencia y tenacidad. Se perderán vidas pero de otra forma se pierden más y no se llega nunca al camino del progreso y de la mayor felicidad para los seres humanos.
Lo que está pasando en Honduras que pareciera insólito es lo que está pasando en todos los países del mundo con algunas diferencias formales y culturales:
1) Un grupo mínimo con toda la riqueza y una gran mayoría insatisfecha mental, espiritual y físicamente hasta en sus más básicas necesidades.
2) Un sector (izquierda) luchando por un cambio de modelo económico, por la justicia social, por los recursos naturales y por la felicidad del mundo y otro sector (derecha) defendiendo sus privilegios a partir del poder bélico y mediático.
3) La violencia de la derecha es proporcional a la fuerza liberadora que se le opone.
4) Depende de que signo (izquierda o derecha) sea el gobierno mejores posibilidades tendrá uno u otro sector de avanzar.
5) El sector de la derecha está apoyado por el imperio estadounidense siempre. Ayer, los Estados Unidos que tiene base militar en Honduras no ofreció la pista que tienen a 90 kilómetros de Tegucijalpa para que el avión de Zelaya aterrizara.
6) Ante la aparición de gobiernos de izquierda en América Latina que están realizando cambios significativos, el poder mediático ha sofisticado sus garras y ha sometido a las poblaciones ignorantes e inconscientes para que voten por la derecha. Casi toda Europa tiene gobiernos de derecha y en América Latina dónde prevalece la izquierda, la derecha está logrando algunos avances en el congreso y muchos tienen a las Supremas Cortes compradas.
7) El ataque principal de la derecha es hacia los países que más adelantados están en la liberación, de izquierda: Cuba, Venezuela, Ecuador, Bolivia y Nicaragua. Honduras se estaba incorporando a esta corriente. El ataque a Honduras es porque en este sentido era el país más débil y están ensayando. En Venezuela dieron un golpe en el 2002 pero el valiente pueblo venezolano restituyó al presidente y al orden constitucional en 48 horas.
México y todos los países deberíamos vernos en el espejo de Honduras.
Si en México hubieran permitido que se impusiera la voluntad popular de que López Obrador fuera el presidente constitucional, es probable que lo hubieran asesinado o, bien, le hubieran hecho una jugada parecida a la de Manuel Zelaya. La derecha hubiera arremetido furibunda contra él y no le hubiera permitido gobernar. Si así, ya no hayan la forma de aniquilarlo, imagínense lo que hubiera sido si estuviera en el poder. Les aterra que llegue a la presidencia y en estos tres años van a emplear todo lo humanamente posible a través de los medios para destruirlo y para debilitar al movimiento ciudadano que encabeza.
Es por ello que el caso de Honduras resulta tan significativo. Si un pueblo como el de Honduras y los países progresistas logran vencer al imperio, a las armas y al poder mediático significa que la humanidad está lista para escalar un peldaño hacia un mundo mejor. Si la derecha logra imponerse quiere decir que aún nos faltan siglos para lograrlo.
De cualquier forma no nos queda más que seguir luchando. La conciencia, el conocimiento y el deseo de luchar por un mundo mejor es lo único que puede fortalecer a las clases populares para triunfar. "Sólo el pueblo puede salvar al pueblo". Se necesita combatir a los medios de comunicación: desmontar sus mentiras, conscientizar, ser cada uno de nosotros un agente de información, de conocimiento y conciencia. Se necesita organización, inteligencia y disciplina.
Es mucho lo que se necesita. Pero vale la pena en aras de la dignidad de nosotros mismos, por nuestros hijos y por las futuras generaciones.
¡Patria, socialismo o muerte! ¡Venceremos!