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Buena señal
Hernández | La Jornada
Por decir
Naranjo | El Universal
Mar de pavimento
Helioflores | El Universal
El régimen del dictador tunecino Ben Ali, derrocado el 14 de enero por una movilización juvenil harta de la corrupción, del desempleo exorbitante y del aumento de precios, lleva irremediablemente a elaborar reflexiones sobre países con problemáticas similares. Para el caso mexicano, sobre el cual ya se han levantado voces de alarma en torno a un estallido social, hay motivos de inquietud similares o aun más graves que aquellos que detonaron la reacción de los jóvenes en Túnez:
1. Si revisamos los indicadores de 2010 de Transparencia Internacional, encontramos que el índice de percepción de la corrupción es menos desfavorable en Túnez, pues aquel país se encuentra en el nivel 59, en un orden de menor a mayor percepción de la corrupción, mientras que México ha sido colocado en la categoría 98.
2. El índice de desempleo en Túnez es de 13 por ciento. Para la Organización Internacional del Trabajo, México es uno de los países con mayor deterioro en las condiciones de empleo para los jóvenes de 15 a 24 años de edad.
3. En Túnez, la revuelta comenzó el 17 de diciembre de 2010 con la autoinmolación del joven Mohamed Bouaziz, de 26 años, frente al ayuntamiento de su pueblo Sidi Bouzid. Lo hizo después de que la policía le confiscara su puesto ambulante de frutas y verduras por carecer del permiso necesario. Bouzaiz falleció finalmente el 6 de enero. A partir de entonces, el país africano ha vivido jornadas de violencia que se han saldado con centenares de muertos. En México, un estudio del Instituto Mexicano de la Juventud, publicado en 2010, señala otras formas de inmolación de los jóvenes: el suicidio, el cual creció 275 por ciento en las pasadas tres décadas y cuyas principales víctimas son hombres y mujeres de 15 a 29 años de edad.
4. La publicación de documentos secretos sobre las tropelías de la familia tunecina gobernante dados a conocer por Wikileaks, junto con la red social Facebook, que funcionó como un poderoso catalizador social, llevó al derrocamiento del dictador Ben Ali. Según la información del Departamento de Estado estadunidense filtrada por Wikileaks, Túnez es un país enfermo por la falta de libertades y la corrupción. Para la revista Foreign Policy, cabe preguntarse si nos encontramos ante la primera revuelta-Wikileaks. En México, por ese mismo medio, se sabe que la secretaria de Estado, Hillary Clinton, ordenó un informe sobre el perfil sicológico e íntimo de Calderón; sobre sus costumbres, así como las relaciones y disputas de su grupo cercano. También por ese sitio se dio a conocer la enorme incertidumbre en los círculos gubernamentales en torno a las posibilidades reales de ganar la guerra contra el narcotráfico.
5. En cuanto a las miradas externas de las potencias vecinas, cabe mencionar que en Francia, Michèle Alliot-Marie, ministra de Exteriores del derechista presidente Nicolas Sarkozy, propuso abiertamente ante la Asamblea Nacional de su país aplicar en Túnez el savoir-faire de las fuerzas de seguridad francesas “que permitan arreglar situaciones de este tipo”. En cuanto a México, la secretaria de Estado Hillary Clinton afirma que este país vive una narcoinsurgencia y que se parece cada vez más a la Colombia de hace 20 años; declaraciones que llevan a pensar ineludiblemente en un Estado fallido.
Las perspectivas para los jóvenes mexicanos de llevar una vida digna son tan escasas como para los tunecinos en el momento del estallido social. La guerra contra la narcoinsurgencia ha dado como resultado un alto y costoso nivel de inseguridad que equivale, según un estudio del Banco Interamericano de Desarrollo, a casi 15 por ciento del producto interno bruto, algo así como unos 130 mil millones de dólares. Ese monto equivale a poco más del doble de lo que el país gasta en educación en un año, de acuerdo con afirmaciones del Centro de Estudios Económicos del Sector Privado. En este contexto, ¿qué expectativas puede tener la juventud mexicana de desarrollarse conforme a los referentes establecidos por los organismos internacionales? Recordemos que el Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo ha definido el desarrollo humano como un paradigma “…que va mucho más allá del aumento o la disminución de los ingresos de un país. Comprende la creación de un entorno en el que las personas puedan desarrollar su máximo potencial y llevar adelante una vida productiva y creativa de acuerdo con sus necesidades e intereses. Las personas son la verdadera riqueza de las naciones”. ¿Será entonces México la segunda revuelta-Wikileaks?
*Doctor en derecho de la cooperación internacional por la Universidad de Toulouse I, Francia
Las elecciones estatales y federales por celebrase en 2011 y 2012 se realizarán bajo consentimiento del narcotráfico en algunas regiones del país, señalan encuestadoras. Advierten que el fenómeno, que ya se presentó durante 2009 y 2010, se agudizará en éste y el siguiente año. Hombres armados decidirán si se instalan o no casillas electorales y la orientación del voto en diversas zonas del territorio nacional.
En las elecciones de 2011 y 2012, el narcotráfico y el crimen organizado estarán en posibilidades de autorizar o no encuestas en sus territorios sobre la orientación del voto de los ciudadanos, antes, durante y después de los comicios. De ellos dependerá que sea realidad el derecho de los ciudadanos a estar informados y de los medios a informar.
De acuerdo con empresas encuestadoras, eso ya se observó en los comicios de 2010. Los encuestadores tenían que pedir permiso a los delincuentes para hacer su trabajo y éstos aprobar sus preguntas. En varios casos, fueron rechazados.
En el contexto de la elección presidencial de 2012, en la que se prevé una altísima competencia entre los partidos políticos, al Instituto Federal Electoral le preocupa no sólo que permanezca la inseguridad en el país, sino que en algunos estados sea mayor que en 2009. Trabaja en estrategias para contrarrestar los riegos en la jornada electoral.
A los obstáculos tradicionales de los encuestadores (partidos políticos y funcionarios de casilla o gubernamentales), se sumó ahora el del narcotráfico, que ya es considerado por los ciudadanos como un factor de poder en la política.
Además, la falta de confianza ciudadana en las instituciones públicas, como los partidos políticos, el Congreso, el Poder Judicial, organismos electorales o las policías, también afecta a las encuestas, estiman las agencias encuestadoras.
Eso ha dado lugar a que surja un nuevo elector en México: aquel que esconde su preferencia electoral porque va a votar a favor del partido opositor al de un gobierno, lo que ocasionó que las encuestas de salida en 2010 hayan resultado con grandes diferencias entre lo que reportaron y el resultado final, principalmente en Oaxaca, Puebla y Sinaloa, entidades en donde hubo alternancia.
Alejandro Mendoza Blanco, de la agencia Mendoza Blanco y Asociados, refiere que en la Sierra de Chihuahua y en la zona de Santiago Papasquiaro, Durango, tuvieron conflictos para entrar a ciertas localidades a realizar encuestas –como si fueran propiedad de la delincuencia–, por lo que tuvieron que reemplazarlas.
“Nuestros encuestadores y supervisores, que ya tienen mucha experiencia en esto, a veces platican con gente que porta armas de alto poder, para que entiendan que nada más van a hacer una encuesta. Los hombres armados suelen pedir que se las hagan a ellos. En unos casos, sí aceptaron y en otros no”, refiere.
Son regiones, comunidades, con caminos rurales. “En la zona de Santiago Papasquiaro, teníamos una serie de siete secciones que íbamos a cubrir, pero ya no pudimos acceder a esos lugares; igual, en la Sierra de Chihuahua”.
—¿Es territorio del narco?
—No le sabría decir. Desconocemos quién está a cargo de estas patrullas con gente armada. Hasta el día que hacemos la encuesta, nos damos cuenta de estos problemas.
“No nos vamos a poner a discutir con un empistolado sobre si paso o no por una carretera. El mismo Inegi (Instituto Nacional de Estadística y Geografía) reconoció que había ciertas zonas del país donde podrían tener problemas para levantar el censo. No vamos a arriesgar la seguridad de las personas que trabajan para nosotros”, asegura Mendoza Blanco.
Dice que es difícil estimar el riesgo que representa esta situación para las elecciones de 2011 y 2012. “Yo quisiera pensar que no vamos a tener tantas dificultades como en estas elecciones, pero es difícil. Vemos más problemas de este tipo en el Norte y centro del país”.
Por su parte, Federico Berrueto, de Gabinete de Comunicación Estratégica (GCE), asegura que entre un 25 y 30 por ciento de los mexicanos cree que el narcotráfico es el poder fáctico más importante en la política. “Hay casos, como Tamaulipas, Chihuahua y Sinaloa, donde la respuesta es de más del 50 por ciento que considera que el narcotráfico tiene más influencia que los empresarios, la iglesia o la prensa”.
Éste es el factor por el cual el ciudadano no responde con veracidad sobre su voto. “Si la gente cree que el narcotráfico está tan presente en una entidad, ¿por qué le va a responder a un encuestador cuál es su preferencia electoral? Eso afecta el ambiente de seguridad, de confianza, que se requiere para que la encuesta pueda realizarse en condiciones de normalidad”.
—¿Las de 2011 y 2012 serán las elecciones del miedo?
—Va a haber miedo. El miedo existe. También hay desconfianza. Aquí los encuestadores tenemos que entender que en esas condiciones vamos a tener que trabajar y mejorar nuestros instrumentos para lograr resultados aceptables.
“El mismo encuestador se resiste a ir a las zonas del narcotráfico. Y cuando va, la gente no responde con veracidad. Es un problema real. No lo hacemos público en el momento para no enrarecer la elección. Pero ya después debemos dejar constancia de que los encuestadores también estamos sujetos a esta situación indeseable.”
En un estudio sobre encuestas públicas de 2010, el GCE considera que otros actores afectan el trabajo de los encuestadores electorales.
En las elecciones de 2010 se registraron situaciones ajenas a la normalidad democrática, como la excesiva presencia de la fuerza pública, quizá inevitable por la situación del país, señala.
“Nuestros encuestadores se reportaban de manera constante al centro de operaciones. En Tizimín, Yucatán, por ejemplo, tuvieron que interrumpir el levantamiento en varias casillas por amenazas: reportaron la presencia de grupos de choque, pero también amenazas por parte de los electores.”
Lo mismo ocurrió, continúa, en Zacatecas, Veracruz, Hidalgo y Sinaloa. “La situación de violencia e intimidación a los encuestadores presentes en las casillas es una variable que se debe tomar en cuenta como ‘error de campo’, pero también para promover entre los ciudadanos la utilidad de las encuestas de salida, en especial por la resistencia casi generalizada de los partidos o candidatos no favorecidos de reconocer la derrota, deficiencia que impone una fuerte presión y desgasta a las autoridades electorales”.
El GCE también sostiene que derivado del ambiente de inseguridad, quizás como secuela de las elecciones presidenciales de 2006 y por la polarización política y del debate, existe una pérdida de confianza en las instituciones y en las relaciones entre personas.
“Mientras que la familia, la universidad (la escuela) y la iglesia preservan altos niveles de confianza, la que corresponde a las instituciones públicas ha disminuido. Esta afectación también incluye a las encuestas.”
La agencia ignora si en esto hay un impacto en el descrédito que partidos, gobernantes y candidatos hacen de los estudios de las agencias. En su opinión, “esto se debe, fundamentalmente, a la inseguridad, a una muy frágil cultura de la legalidad y a un sentimiento de crisis y fatalismo social”.
En la medición de géneros de encuesta en la escala de 1 a 4, donde 1 cree poco y 4 cree mucho, el valor que se obtuvo fue de 2.5 para las encuestas de televisión; igual, 2.5 para las encuestas de prensa; 2.3, para las que se generan en internet, y 2.2, para las que difunden los partidos políticos.
Al hacer su estudio sobre el “voto oculto”, y en vista de que los ciudadanos tienden a no revelar sus preferencias electorales, el Gabinete de Comunicación Estratégica optó por hacer la encuesta en términos de si prefieren la continuidad o la alternancia en el gobierno.
Se dio cuenta de que, “en los seis estados donde ganó el partido gobernante, los encuestados sí respondieron, y en los seis estados en los que hubo alternancia, también lo dijeron”.
Es decir, continúa, “un segmento importante de los encuestados en nuestros 12 estudios que estaban dispuestos a expresar su preferencia en términos de alternancia o continuidad, pero no en términos de partido o de candidato”.
Después cruzó este resultado con los que respondieron que no sabían, que anularían su voto o que eludieron contestar. En esta fracción que representaba el 20 por ciento de los encuestados, “la abrumadora mayoría era el elector que deseaba la alternancia en una proporción de cinco a uno”.
Eso llevó al GCE a considerar la hipótesis de que los partidos están dejando de ser los referentes históricos aglutinadores de preferencias y que, incluso, los candidatos, al menos para las elecciones de 2010 (con la diferencia de Sinaloa), no son el mayor factor para el desenlace de la elección.
“Quizás a lo que nos aproximamos el primer domingo de julio de 2010 es a un modelo mínimo de democracia en la que el ciudadano más que decidir qué partido, proyecto, ideología o candidato debe estar en el poder, decide quién debe dejar de gobernar.”
Le llama la atención que no obstante el escepticismo en las instituciones, las encuestas, los candidatos, los órganos electorales y los partidos, y la creencia de que el narcotráfico ha penetrado a la política, los ciudadanos mostraron una elevada confianza en el voto.
“El valor más elevado fue de 83 por ciento en Quintana Roo y el más bajo, 69 por ciento, en Veracruz, lo que, además, se acompaña de un incremento en la participación electoral.”
Esta percepción se robustece con la evaluación de los gobernadores que hizo la agencia en 2009. Es decir, explica Berrueto, con los mandatarios que obtuvieron bajas calificaciones, el partido gobernante fue derrotado; con los bien calificados, mantuvo el poder.
El GCE sostiene, además, que la convicción sobre la legalidad del proceso electoral es mayor en los estados en los que hubo alternancia que en los de continuidad.
Asimismo, en los estados donde hubo alternancia, existe “una relación virtuosa entre ganador, perdedor y mandatario saliente. En los estados bajo continuidad, la situación es, en alguna medida, contradictoria: positiva en Chihuahua y Tamaulipas, pero no en el resto de los estados en los que ganó el partido gobernante”.
Por su parte, Francisco Abundis, de Parametría, también considera que la inseguridad va a afectar las elecciones de 2011 y 2012, aunque aún no sabe en qué medida. “Seguro que va a afectar en participación, como pasó en Tamaulipas con el asesinato del candidato del PRI (Partido Revolucionario Institucional) al gobierno del estado. La votación a favor del candidato sustituto fue amplia, pero pudo ser mayor. En lugar de tener niveles de participación del 50 por ciento, fueron del 40”.
—¿Y en aquellos lugares donde manda el narco?
—Eso sin duda va a afectar. Lo primero que afecta es la dirección del voto. Pero es difícil saber a quién va a favorecer o perjudicar.
Desde otra perspectiva, Javier Aparicio, investigador del Centro de Investigación y Docencia Económicas, considera que la diferencia considerable entre las encuestas y el resultado final de una elección puede “hablar” de clientelismos.
“Si la encuesta dice una cosa y el resultado electoral dice otra, puede decirse que hubo una manipulación de la preferencia del voto.”
Sin embargo, reconoce que también puede darse el caso de que un ciudadano, por algún miedo o porque se siente presionado, manifieste en la encuesta que va a votar por el PRI, pero, al final, vote en contra.
La televisión y no la violencia, principal obstáculo de la democracia
Más que la violencia, las televisoras son más importantes como impedimento en el desarrollo de la cultura política, sostiene Daniel M Lund, presidente del Consejo de Investigadores de la Opinión Pública (Mund Group), conformado por las empresas Consulta-Mitofsky, Parametría, GEA-ISA, Demotécnica, Pisos-Bimsa, entre otras.
En entrevista, explica que el 80 por ciento de la información de los ciudadanos proviene de la televisión.
“Para tener una visión sana, la gente necesita resistir casi toda la información que tiene. Ésa no es una relación saludable entre los mexicanos y los medios de comunicación. Las televisoras se están dando un balazo en su pie, al no dejar de ser monopolio”.
—¿Eso significa que el gobernador del Estado de México, Enrique Peña Nieto, que promueve Televisa, será el próximo presidente de México?
—Quién sabe si va a ser, pero aceptarlo como un hecho, no es posible. El que la gente se alimente de la información de la televisora no garantiza la orientación de su voto. Calderón Hinojosa está gastando en publicidad de autoelogio más que cualquier otro presidente en la historia de México, más que su par de Estados Unidos o de Canadá, pero sus niveles de popularidad no son buenos y su partido no está saliendo bien.
“¿Cómo explicar eso? La gente en general, en unas capas más que otras, tiene su manera de filtrar, resistir e interpretar la realidad”, asegura.
La mayoría de las empresas encuestadoras anticipan un retorno del PRI a Los Pinos, se le dice.
—Eso es falso. Eso no tiene sentido. No puede decirse eso a dos años de que concluya el sexenio. La sociedad mexicana está muy distorsionada, es muy complicada, pero no es una máquina para que se pueda decir que equis persona va a ser presidente del país. Eso no tiene pies ni cabeza, no tiene ciencia; no tiene arte.
—¿Qué le parecen las alianzas entre el Partido Acción Nacional (PAN) y el Partido de la Revolución Democrática (PRD)? Ya dieron resultados en Oaxaca, Puebla y Sinaloa.
—No han dado resultados. El candidato en Oaxaca sin el PAN hubiera ganado. El candidato en Puebla y en Sinaloa sin el PRD hubiera ganado. Las alianzas son para la gente que no le gusta el trabajo duro de educar a la base y movilizar a la masa. Las alianzas son cosas de gente de nicotina y cafeína en el Distrito Federal. No es un avance; no hay evidencia de que funcionó.
Reconoce que Andrés Manuel López Obrador es el candidato de la izquierda mejor posicionado en las encuestas, pero también es el más rechazado por la población, “según algunas encuestas, precisa, pero eso va a cambiar con el tiempo”.
—¿Marcelo Ebrard, el jefe del Gobierno del Distrito Federal, puede dar la sorpresa y ser el candidato de la izquierda?
—No. A nivel nacional, López Obrador está mejor posicionado porque desde 2006 no dejó de hacer campaña. Tiene una base que no es de medios electrónicos y va más allá de ellos. A éstos los tiene en su contra. Es una base que incluso va más allá del PRD, pues una parte de su dirigencia también ha estado en su contra. Si él puede hacer eso, es él quien puede dar sorpresas.
Prevé que “si México empieza a tener una economía como Brasil, la izquierda no tiene posibilidades. Pero si la economía sigue estancada o, peor, y empieza a bajar aun más, la izquierda tiene buenas posibilidades. Ésa es la realidad”.
La búsqueda de Felipe Calderón de su delfín no es un asunto de una sociedad democrática, asegura. “En el PAN hay un grupo gris, pero quién sabe”.
Considera, no obstante, que concentrar la atención en quiénes serán los candidatos a la Presidencia y quién va a ganar “es muy superficial”.
La transición a la democracia depende de las elecciones, cuando esa transformación no existe en los medios, en la economía ni en las instituciones estancadas, puntualiza.
“El aval de si estamos bien o no en la transición parece que es una elección. No se puede llegar a una democracia sólo a través de elecciones, cuyo proceso está sobrerregulado. No estamos generando una cultura política natural.”
Propone dar un paso atrás antes de hablar de candidatos para estudiar la cultura política que existe en México, con sus buenas y malas señales.
“Las nuevas democracias, sean en Brasil, México o Afganistán, dependen no de los procesos electorales, sino del funcionamiento del gobierno, de la economía y de la sociedad. Hay muchas promesas de los políticos de que todo va a salir bien, de que la economía y el nivel de vida van a mejorar, así como la educación de los niños, etcétera, y eso no está pasando”, refiere.
Creer que las elecciones van a resolver estas cosas es tener, en cultura política, una fantasía, señala.
—Con la violencia que existe en México, ¿qué cultura política se puede formar?
—Vamos a ver qué pasa en los estados donde hay más violencia o más presencia del crimen organizado. Pero no hay un movimiento espontáneo para que exista la mano dura, para la derechización de la cultura política en México. Tenemos una sociedad con muchos elementos plurales y es posible un debate a nivel popular muy rico y saludable. No hay una fantasía de que un hombre fuerte puede resolver todos esos problemas. Hasta la fecha, la violencia no ha distorsionado el desarrollo de la cultura política, como lo han hecho las televisoras.
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MÉXICO, D.F., 31 de enero (apro).- Más que la victoria en sí, el dato clave en la elección de Guerrero es el que se produjo cinco días antes con la declinación del Partido Acción Nacional (PAN) a favor del polo de izquierda, porque afianza el pacto de Felipe Calderón con la cúpula perredista para perfilar la candidatura presidencial de Marcelo Ebrard.
La decisión del PAN, que humilló a su candidato Marcos Parra, es insólita: Jamás había respaldado una candidatura del PRD, el partido más detestado por sus dirigentes --más aún que el PRI-- desde que fue fundado, en 1989, un odio que ha llevado a extremos demenciales y aun delincuenciales con Andrés Manuel López Obrador.
De hecho, el contubernio de Calderón con la cúpula perredista encabezada por Jesús Ortega --cuyo operador de ambas facciones es Manuel Camacho Solís-- tiene como principal condición neutralizar a toda costa a López Obrador y ensalzar a Ebrard, aun cuando a la derecha le parezca inmundo por haber despenalizado el aborto y promovido las bodas gay.
A los panistas les desconcierta que puedan apoyar a Ebrard, pero entienden que Calderón preferiría entregarle la presidencia a él y no al PRI, porque implicaría una vergüenza histórica por ser hijo de uno de los fundadores del PAN.
Ese es el eje teórico de las componendas vigentes que hacer creer a Ebrard que sí puede contar con el apoyo de Calderón, que no es de fiar.
Pero mientras tanto, en aras de consolidar la alianza con Calderón hacia 2012, Ebrard ha dado inclusive un giro estratégico a su relación con él: Ha desplegado una repentina mansedumbre, que incluye guardar silencio sobre la irrupción de tropas del Ejército y la Marina en las calles de la capital del país, conducta que ha sido correspondida por la mordaza impuesta desde Los Pinos al PAN capitalino.
Otra señal de la alianza entre Calderón y la cúpula perredista controlada por Los Chuchos, cuya astucia tiene a raya a las estridentes pero inoperantes corrientes --y aun al propio López Obrador--, se materializará este domingo 6 de febrero en Baja California Sur: El PRD entregará al PAN la gubernatura del estado.
A diferencia de Guerrero, a donde acudió en seis ocasiones durante la campaña de Ángel Aguirre --y la séptima en la victoria de ayer domingo--, Ebrard no fue ni una sola ocasión a Baja California Sur a respaldar a Luis Armando Díaz, candidato perredista a gobernador, a quien sólo recibió en su oficina de la Ciudad de México, el 7 de diciembre.
Esta manifiesta omisión de Ebrard, sumada a la deliberada abulia del PRD nacional hacia la campaña de Díaz --cuyas más recientes encuestas ubican en el tercer lugar--, perfila el triunfo del candidato del PAN, el experredista Marcos Covarrubias, quien como alcalde dejó en la quiebra al municipio de Comondú.
De manera que si es impresentable el exgobernador Ángel Aguirre Rivero, lo es también Covarrubias, cobijado por una derecha tan inescrupulosa como la izquierda corrupta que encabeza Jesús Ortega, cuyos arreglos con Calderón perfilan otras transacciones: Michoacán para la panista Luisa María Calderón, la “hermana incómoda”, por Nayarit para el perredista José Guadalupe Acosta Naranjo.
El Estado de México es el siguiente objetivo para una alianza, al menos de facto, cuya candidatura que se buscará fortalecer, con el apoyo de Los Chuchos, es la de Luis Felipe Bravo Mena…
Apuntes
¿Qué las elecciones son un asco? Lo son, pero no hace unas semanas ni meses. Lo han sido desde que el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF) convalidó, como aquí se anticipó, el acervo de trampas cometidas en la elección de 2006, incluido el intervencionismo de los poderes públicos… Nace una estrella: Emiliano Salinas Occelli encabeza un movimiento social para, según él, restablecer la paz en México –“se buscan ghandis”--, y uno evoca los aproximadamente 300 asesinatos de opositores políticos cometidos en el gobierno de su padre, Carlos Salinas, ahora también agitador social. A ver quién les cree…
Comentarios: delgado@proceso.com.mx
1¿Qué se siente ser un precandidato presidencial que le miente al Instituto Federal Electoral sobre sus espots publicitarios?
2 ¿No entraña una contradicción obvia aspirar a un puesto en el que se hace valer la Constitución cuando ya la ha violado?
3 ¿Sabía usted siquiera que el artículo 134 constitucional prohíbe realizar promoción personalizada fuera de la entidad que gobierna?
4 ¿Desconocía la legislación electoral o tomó la decisión deliberada de ignorarla cuando difundió su V Informe de Gobierno fuera de territorio mexiquense?
5 ¿Cómo es que el director de Comunicación Social del Estado de México argumenta que los espots fueron transmitidos por una “cuestión técnica” a nivel nacional, cuando hay documentos que prueban su contratación precisamente para ser transmitidos a nivel nacional?
6 ¿Cómo explica que su gobierno contrató y pagó tarifas nacionales a Televisa y a Televisión Azteca, tarifas mucho más caras que las contratadas para difusión sólo a nivel estatal?
7 ¿Cómo explica la discrepancia entre lo que muestran documentos oficiales del gobierno del Estado de México y lo que están diciendo usted y su director de Comunicación Social? ¿Quién está mintiendo? ¿Los documentos o ustedes?
8 ¿Sabía usted que un espot contratado a nivel nacional de su V Informe de Gobierno, que fue transmitido durante el horario de la telenovela Soy tu dueña, tuvo un costo de 640 mil 611 pesos? ¿Y que un espot contratado con Televisa Estado de México y transmitido durante el horario de la misma telenovela tuvo un costo de sólo 9 mil 492 pesos? ¿Cómo explica la discrepancia, si según su versión no sabía que el primer espot iba a ser transmitido a nivel nacional? ¿Por qué estuvo dispuesto entonces a pagar mucho más?
9 ¿No es cierto que en el momento de la contratación de espots con Televisa o TV Azteca las televisoras presentan un menú de opciones, y que su gobierno evidentemente eligió la transmisión a nivel nacional aunque eso fuera en contra de la legislación electoral?
10 Usted ha argumentado, en su defensa, que lo que hace “es similar a las actividades que hacen todos los gobernadores”. Pero si ellos también están incurriendo en violaciones a la ley, ¿es justificable? ¿No equivale esa defensa a la lógica de consuelo de muchos, consuelo de tontos?
11 Si, como usted dice, fue una decisión de las televisoras mostrar sus espots a nivel nacional, ¿cómo explica que pagó más por los que fueron transmitidos fuera de su entidad? ¿No será que los contrató y los pagó con esa intención y ahora quiere colocar la culpa sobre los hombros de otros?
12 También ha negado que la entrega de despensas del DIFEM fuera responsabilidad de su gobierno, a pesar de las fotografías que lo constatan. Usted dice que hay algo “muy truqueado”. ¿Tan “truqueado” como el asunto de los espots? ¿No está demostrando este conjunto de irregularidades una actitud de indiferencia ante los imperativos de la ley?
13 ¿No sigue siendo el caso que usted constantemente recurre al uso de dinero público para la promoción personalizada?
14 ¿No hay, en efecto, un acuerdo/contrato entre usted y Televisa mediante el cual, a cambio de dinero, la televisora le asegura el paseo permanente por la pantalla, con promoción política disfrazada de infomercial; con paquetes publicitarios que incluyen la compra de entrevistas en los principales noticieros; con la cobertura de un romance que recibe más atención que la guerra contra el narcotráfico; con el silencio televisivo que se guarda sobre el caso de Atenco o los feminicidios en el Estado de México o cualquier tema controvertido que podría empañar su imagen?
15 ¿Cómo explica que cuando el IFE declara que usted ha violado la ley y que procede una sanción, el tema no es cubierto por las televisoras a pesar de su trascendencia, ya que usted es el precandidato puntero del PRI?
16 ¿Cómo explica usted a los habitantes del Estado de México –un sitio con tantas carencias– que el presupuesto de publicidad de su gobierno asciende a 990.6 millones de pesos, de los cuales destinó 30 millones a la televisión para publicitar los Foros de Reflexión: Compromiso con México?
17 ¿De qué manera esos foros contribuyeron a resolver los problemas prácticos de violencia e inseguridad que se viven en el Estado de México? ¿O simplemente fueron eventos –con cargo al erario– concebidos para promover su figura personal?
18 Ante el problema de los feminicidios en el Estado de México ha dicho que “habrá foros de especialistas para discutir el tema”. ¿Acaso los foros propuestos equivalen a una solución tangible o son tan sólo una pantalla de humo creada para distraer a la opinión pública?
19 ¿Cómo justifica que su gasto en publicidad sea 42.1% mayor que el Programa de Atención a Personas con Capacidades Diferentes? ¿No hay algo mal en sus prioridades como gobernante?
20 ¿Cuánto pagó a Televisa por la producción relacionada con su V Informe de Gobierno? ¿Y por qué en el momento en el que arribaron las camionetas de Televisa al evento habían tapado el logotipo de la empresa con papel bond y cinta de aislar? ¿Acaso ellos o usted tienen algo que esconder?
21 ¿No es cierto que usted le debe todo a Televisa; que el apoyo extra-legal de la televisora lo ha llevado de ser un político desconocido y sin trayectoria a la figura más popular de los últimos tiempos?
22 ¿Usted qué le está ofreciendo a cambio? ¿Evitar el surgimiento de una tercera cadena de televisión abierta? ¿Asegurar que no se dé la competencia en el sector? ¿Una Presidencia a la medida de los intereses de la empresa?
23 Dado que usted se declara adalid de la modernidad y la transparencia, ¿por qué no hace públicos todos los contratos que ha firmado con la empresa TV Promo? ¿Por qué no explica qué relación tiene con el brazo político y financiero de Televisa a través del cual vende espacios publicitarios, contenidos noticiosos y su línea editorial a políticos como usted a cambio de favores futuros?
24 En diversos artículos periodísticos usted habla de la imperiosa necesidad de que el Estado mexicano recupere su fuerza y su eficacia. Pero ello pasaría por la domesticación de los poderes fácticos, principalmente la televisión. Al pactar como lo ha hecho con Televisa, ¿no llegaría a la Presidencia con las manos atadas de antemano? Su actitud actual, ¿no equivale a un doblegamiento frente al poder que debería contener? ¿No viviríamos, bajo su presidencia, con un Estado aún más capturado y más débil vis a vis Televisa?
austeridadque más tarda en firmar que en incumplir) o llorar (por el creciente cuan voluminoso costo que para las finanzas públicas representa su mantenimiento), porque a pesar de que cada día ofrece peores servicios, pésima atención a los ciudadanos y nulos resultados a la patria, a ésta cada día le resulta más oneroso su mantenimiento.
En el último trimestre de 2010 la burocracia nacional –especialmente la dorada– le costó a esa patria ofendida y a los mexicanos que la mantienen más de 88 mil 700 millones de pesos, sólo por concepto de prestaciones (independientemente de salarios, sueldos, viáticos, guaruras y conexos), más de 20 por ciento de incremento con respecto a igual periodo de 2009. Cierto es que al final de ese lapso se pagan aguinaldos y otras compensaciones
, pero un año y otro la diferencia en monetario se aproxima a los 16 mil millones de pesos. ¿Quién pagó cotidianamente alrededor de 986 millones de pesos en prestaciones para los siempre eficientes servidores públicos
? Los mexicanos en el lapso de referencia, como si sobrara el dinero en este país.
Así, con el dato oficial de octubre-diciembre de 2010 (aportado por la Secretaría de Hacienda en su informe trimestral a la Cámara de Diputados) y para felicidad de la mexicanada silenciosa, a lo largo de 2010 de sus bolsillos salieron cerca de 240 mil millones de pesos para alimentar el barril sin fondo que significan las prestaciones de la indolente cuan voraz burocracia federal (no incluye el costo estatal y municipal por el mismo concepto). En 2009 se destinaron unos 211 mil millones de pesos para cubrir este renglón; en 2010 casi 240 mil, una diferencia (favorable a las tres veces H, desde luego) cercana a 14 por ciento.
El gasto en el cuarto trimestre de 2010, por el concepto citado, rompe récord. Por ejemplo, en el cuarto trimestre de 2007 la austera Presidencia de la República (donde se firman los acuerdos y decretos de austeridad
) erogó 3 millones 318 mil pesos por concepto de prestaciones a los que allí laboran, incluido el inquilino de Los Pinos; en igual periodo, pero de 2010, la cifra se elevó a 198 millones 522 mil pesos, un incremento cercano a 5 mil 900 por ciento entre una fecha y otra. De ese tamaño es la austeridad
a la que se comprometió el susodicho morador de la residencia oficial.
Un poco de historia sobre la pregonada austeridad
, alguna vez condensada en este mismo espacio: apenas 48 horas después de sentarse en Los Pinos, el nuevo inquilino organizó pomposo acto en la residencia oficial donde firmó uno de sus primeros decretos de gobierno, el de austeridad, como lo denominó, porque –citó Felipe Calderón– decía don Benito Juárez que bajo el sistema federativo no pueden gobernar a impulsos de una voluntad caprichosa, sino con sujeción a las leyes; no pueden improvisar fortunas ni entregarse al ocio y a la disipación, sino consagrarse asiduamente al trabajo, disponiéndose a vivir en la honrada medianía que proporciona la retribución que la ley les señala
.
Tal decreto obligaba a reducir 10 por ciento los sueldos netos del propio inquilino de Los Pinos, sus secretarios de despacho y la cadena de mando descendente hasta los titulares de unidad y puestos equivalentes, y justificó la decisión porque hoy los ciudadanos demandan de los servidores públicos el ejercicio de un buen gobierno; es decir, velar por los intereses de la nación y ser responsables en el uso de los recursos de los mexicanos. Por eso mi gobierno se regirá por estrictas reglas de austeridad y eficiencia. Por ello, aplicaremos y promoveremos medidas de austeridad en toda la administración pública
.
Pasó el tiempo, y el inquilino de Los Pinos firmó más decretos, puso nuevos topes y fomentó leyes relativas a la famosa austeridad
, pero mañosamente dejó abierta una puerta por donde prácticamente se cuela todo, absolutamente todo, menos la austeridad. Por la vía de las llamadas prestaciones a servidores públicos
que laboran en la Presidencia de la República (y demás entidades del gobierno federal), Felipe Calderón y amigos que lo acompañan se sirven con la cuchara grande, y el gasto de la residencia oficial en ese renglón lo documenta la propia Secretaría de Hacienda.
De acuerdo con dichas cifras, el candado de austeridad aparentemente funcionó bien en todo 2007 y en el primer trimestre de 2008, pero a partir del segundo trimestre de ese mismo año, con los tambores de la crisis comenzando a retumbar, el gasto por prestaciones a servidores públicos se disparó, aunque el relativo a salarios de altos funcionarios se mantuvo dentro de los lineamientos del decreto del 3 de diciembre de 2006. En el primer año de estadía en la residencia oficial, los servidores públicos
que allí laboraban obtuvieron prestaciones por un total de 11 millones 93 mil 183.17 pesos, con un promedio diario de 30 mil 392.28 pesos; en 2009, el año del catarrito
y del desplome económico, las erogaciones por tales prestaciones para los mismos servidores públicos
sumaron 457 millones 603 mil 190.8 pesos, con un promedio diario de un millón 253 mil 707.37 pesos, un incremento de 41.25 tantos entre una y otra fecha. Ya para 2010 el austero gasto por prestaciones a servidores públicos
en la Presidencia de la República acumuló 470 millones de pesos.
Y para que a nadie se le olvide, especialmente al emisor del siguiente comentario, va uno de los primeros compromisos: durante décadas las autoridades han demandado a la ciudadanía ajustarse el cinturón, y la ciudadanía lo ha hecho. Hoy el gobierno tendrá que ser el primero en aportar este esfuerzo; la sociedad reclama de todos los servidores públicos una mayor conciencia sobre el uso de los recursos que son de los mexicanos
(Felipe Calderón, 3 de diciembre de 2006, en la firma del decreto de austeridad).
Y allí están los resultados.
Las rebanadas del pastel
Un solidario abrazo para Cristina Barros, ante el comportamiento verdaderamente porril del Gobierno del Distrito Federal, prácticas que obviamente no debe desconocer Marcelo Ebrard.
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