viernes, septiembre 03, 2010

Pelear o hacer política

Fidel Castro al pie de la escalinata de la Universidad de la Habana.

Olga Pellicer

MÉXICO, D.F., 3 de septiembre.- El último episodio de las relaciones México-Cuba dejó muchas interrogantes sobre los objetivos del legendario y desprestigiado comandante al reaparecer en público y hacer “reflexiones” que sorprendieron y molestaron al gobierno mexicano. Asimismo, despierta muchas dudas sobre el futuro de las relaciones de México con los gobiernos de izquierda radical en América Latina. Después de muchos esfuerzos, tiempo y concesiones para llevar la fiesta en paz con ellos, Felipe Calderón se encuentra de nuevo en el punto de partida: una relación con el actor más importante de esa izquierda caracterizada por dimes y diretes, tensiones y el abierto distanciamiento de los dirigentes castristas.

Era difícil ignorar las reflexiones de Fidel que tocaron el delicado tema de las elecciones de 2006. Es comprensible, por lo tanto, el comunicado de la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE) que de inmediato rechazó las afirmaciones de Fidel Castro destinadas a descalificar a las instituciones jurídicas y políticas mexicanas. Lo que resulta discutible es la pertinencia del siguiente párrafo, donde se hacen pronunciamientos sobre las elecciones democráticas en Cuba y la situación de los derechos humanos. Es evidente que se cayó en la provocación de Castro y se abrió, con ello, un espacio de confrontación que será muy difícil de zanjar.

Creo que las provocaciones de Fidel Castro no tienen mayor importancia. El viejo dirigente ya no ocupa el sitio de mayor influencia dentro del gobierno cubano, sus escritos y declaraciones son cada vez más deshilvanados y su figura ya no ejerce atractivo en la opinión pública mundial.

A cambio, la decisión mexicana de incursionar en el asunto de la democracia y los derechos humanos en Cuba sí tiene consecuencias. Para empezar, es un tema al que se llega tarde. En fechas recientes la acción internacional a favor de los derechos humanos en Cuba tuvo un momento álgido a raíz de la huelga de hambre de presos políticos, un hecho particularmente doloroso al perder la vida uno de ellos. La movilización en diversos países condenando la represión de los disidentes y el maltrato a los prisioneros en Cuba fue intensa. La acción más destacada fue la llevada a cabo por el canciller español, quien condujo, apoyado por la Iglesia, negociaciones que permitieron la liberación de buen número de presos políticos y abrieron la puerta, todavía no se sabe hasta dónde, a un giro en la política cubana de derechos humanos.

El Ejecutivo mexicano se mantuvo ajeno a esas movilizaciones. En su momento, tuvo mayor importancia lograr la presencia de Cuba en las celebraciones de la Cumbre de la Unidad en Cancún. Reunión encabezada por México en la que, cuidadosamente, se eludió el tema de los derechos humanos.

El interés por el tema se manifestó en el Senado, donde se promovió un punto de acuerdo para solicitar al gobierno cubano respeto a la dignidad y los derechos humanos de los prisioneros políticos. Ese punto no se aprobó al no obtener los votos afirmativos necesarios en el pleno. Dentro de los votos en contra se encontraba el del presidente de la Comisión de Relaciones Exteriores para América Latina y el Caribe, un connotado miembro del PAN. Al comentar sobre su voto, el senador se refirió a la petición que le había hecho el embajador mexicano en Cuba; difícil imaginar que la canciller y el presidente no coincidían con su representante.

¿Cómo explicar el cambio tan brusco? Sin duda por el enojo despertado por Fidel Castro. Pero la irritación no es suficiente para conducir una política o para recuperar autoridad moral en los temas de democracia y derechos humanos.

Considero esencialmente errado pensar que la relación con Cuba se debe guiar por las provocaciones de Fidel o por un estado de ánimo condescendiente o indignado. Los motivos que llevaron en los inicios del gobierno de Felipe Calderón a buscar la normalización de relaciones con Cuba eran y siguen siendo válidos. Las relaciones con Cuba no interesan por motivos coyunturales, ni por el rumbo que sigan sus procesos internos, sino por el papel que la isla tiene para intereses de México en el ámbito nacional e internacional.

Primero, no se puede olvidar la influencia de Cuba en el voto de países africanos y caribeños en el seno de los organismos multilaterales. Otra sería la historia de nuestra elección al Consejo de Seguridad en 2008 si Cuba hubiese decidido boicotear la candidatura mexicana. Para bien o para mal, los grupos regionales son significativos en los organismos internacionales. Por ello, es importante medir el ambiente que reina en dichos grupos y, hoy en día, la mayoría de gobiernos latinoamericanos opta por entenderse con Cuba.

En segundo lugar, se debe tener presente que las relaciones con los gobiernos de izquierda radical en América latina pasan por La Habana. Si Hugo Chávez decide condicionar la buena relación con México al buen entendimiento que éste tenga con su amigo Fidel, la posición de los países de la Alianza Bolivariana (Alba) en la próxima conferencia del COP16 puede provocar problemas. No se puede olvidar que los países pertenecientes a dicha alianza fueron los que mayormente entorpecieron el consenso en Copenhague.

En tercer lugar, se encuentran los temas bilaterales que conviene conducir amistosamente con Cuba. Los dos más evidentes son el asunto migratorio y la lucha contra el crimen organizado.

Mantener la cabeza fría para guardar los beneficios que se quisieron obtener a los inicios de la presente administración, cuando la prioridad fue la normalización de relaciones con los países de izquierda radical en América Latina, era la tarea obligada de un buen estadista. De otra manera, nos encontramos frente a una situación en la que el pleito sustituye a la política.


AUDIOS: Entrevistas en Programa de Javier Solorzano

El vocero de la PGR Ricardo Nájera confirmó que camión que trasportaba a los indocumentados secuestrados por los Zetas en San Fernando Tamaulipas estaba integrado por 77 personas, tres de las cuales eran mexicanas y se encuentran desaparecidas hasta este momento.

Suprema Corte verde olivo

El ministro Sergio Salvador Aguirre Anguiano en la SCJN.

Jorge Carrasco Araizaga

MÉXICO, D.F.; 3 de septiembre (apro).- Los ministros de la Suprema Corte de Justicia de la Nación le han dado vueltas y vueltas, pero pronto tendrán que definir si solapan a los militares violadores de derechos humanos o si sacan a México de la condición de casi paria internacional en la que se encuentra por negarse a acotar el fuero militar.

La disyuntiva es resultado del fallo de la Corte Interamericana de Derechos Humanos en el que se condenó al Estado mexicano por la desaparición de Rosendo Radilla a manos de militares en Atoyac de Álvarez, Guerrero, en 1974, durante la guerra sucia contra la guerrilla en México.

Como parte del Estado mexicano, el Poder Judicial de la Federación, cuyo máximo representante es la Suprema Corte, está obligado a cumplir con la sentencia en lo que le corresponde, pues la jurisdicción de la Corte Interamericana fue reconocida por México en 1998.

A pesar de que el fallo es muy claro respecto a la obligación de la Suprema Corte para hacer una interpretación constitucional de la jurisdicción militar, algunos ministros, encabezados por Sergio Salvador Aguirre Anguiano y Luis María Aguilar, se valieron de una chicana –como se refieren los litigantes a las ardides para dilatar un asunto– para posponer la definición de la Corte.

Anguiano, quien incluso calificó a la Corte Interamericana de “prestidigitadora” por haberse metido con el fuero militar, introdujo la idea de que la Suprema Corte necesita un acuerdo que fije lo que deben hacer los ministros para tratar con los fallos de la Corte Interamericana.

En su sesión del jueves 2 de septiembre, el pleno de ministros fue una caricatura de sí mismo, pues varios de los jueces del máximo tribunal no encontraban la manera de justificar sus rodeos respecto a un tema que es central en cualquier país que se diga democrático: el control de los militares por parte del poder civil.

Los ministros saben que parte de esa responsabilidad está en sus manos, pues el caso Radilla es apenas el primero de una serie de juicios en los que muy probablemente se condene de nueva cuenta al Estado mexicano no sólo por la violación a los derechos humanos por parte del Ejército, sino porque éstas son investigadas en la jurisdicción militar y no por los tribunales ordinarios.

En octubre próximo se espera que la Corte Interamericana emita un nuevo fallo condenatorio al Estado mexicano por la detención ilegal y tortura por parte de militares y encarcelamiento por decisión de un tribunal castrense de los campesinos ecologistas Rodolfo Montiel y Teodoro Cabrera, también de Guerrero, en 1999.

Pero el caso Radilla es más que emblemático, pues a partir de él, –si es que la Suprema Corte lo avala–, los tribuales civiles mexicanos estarían en la condición de investigar los más de 400 desparecidos durante la guerra sucia, oficialmente reconocidos por la Comisión Nacional de Derechos Humanos.

Las repercusiones alcanzarían también a las violaciones a los derechos humanos cometidos por el Ejército y la Marina en la “guerra” al narcotráfico de Felipe Calderón y que ahora están en la jurisdicción castrense.

Si los ministros se imponen a sí mismos reglas para decir cómo deben cumplir los fallos de la Corte Interamericana es casi seguro que se amarren las manos, como lo hicieron cuando fijaron los lineamientos para investigar los casos de graves violaciones a los derechos humanos y que no van más allá del mero señalamiento de involucrados, pero no responsables, como ha ocurrido en los casos de Atenco, Lydia Cacho, Oaxaca –aunque ahí sí mencionaron al gobernador Ulises Ruiz– y la guardería ABC.

El año pasado, la Corte tuvo ya una primera oportunidad de sentar precedente y acotar el fuero militar, pero una mayoría de ministros se impuso para negar el amparo a Reynalda Morales Rodríguez, quien mediante ese recurso pretendía que los tribunales civiles investigaran el asesinato de su esposo y otros tres hombres en la sierra de Badariguato, Sinaloa, en marzo de 2008.

Los hombres fueron ejecutados por militares sin que mediara advertencia alguna, pero gracias a la decisión de la Corte el caso se mantiene dentro de la jurisdicción militar.

México es casi una excepción en América Latina. Durante décadas, la mayoría de los países de la región estuvieron gobernados por dictaduras militares.

Bajo los nuevos gobiernos civiles, han sido los Congresos mediante reformas constitucionales o las propias Cortes a través de interpretaciones constitucionales los que han acotado el fuero militar.

El común denominador de esas reformas e interpretaciones ha sido que las violaciones a los derechos humanos cometidas por militares deben ser investigadas por la justicia civil, pues los instrumentos internacionales de derechos humanos prohíben que los militares se investiguen a sí mismos.

No sólo en el ámbito latinoamericano México está aislado en ese tema. En las agencias y grupos de derechos humanos de la Organización de Naciones Unidas han sido constantes las sugerencias de países de todo el mundo –incluso de Asia y África– para que México abandone esa práctica que es ya una vergüenza internacional.

jcarrasco@proceso.com.mx

La chatarrización de la política educativa


Alonso Lujambio, titular de la SEP.

Axel Didriksson

MÉXICO, D.F., 2 de septiembre.- La generalización del pensamiento conservador está obstaculizando seriamente las posibilidades de poner en marcha reformas sustanciales e integrales en el sistema educativo nacional.

Para muestra, el botón alimentario y las inconsistencias que se están dando respecto del control de la comida chatarra en las escuelas. Al conservadurismo en las iniciativas hay que sumar su ineficacia argumentativa, con lo que sólo se busca esconder los rígidos criterios del mercado y el dominio de las compañías de alimentos y bebidas sobre el bien público.

En lugar de que los indicadores de obesidad y malnutrición infantil en el país pudieran ser entendidos como un problema gravísimo de salud pública y de falta de una educación para la salud, de modo que esa comprensión derivara en una reforma educativa que propiciara la organización de aprendizajes significativos tanto para el consumo balanceado de alimentos como para el pleno desarrollo humano, corporal e intelectual, el tema se ha convertido en un asunto donde la negociación de las políticas escolares con las empresas de alimentos no sólo está dejando fuera a expertos, investigadores, padres de familia, estudiantes, profesores y directivos –quienes debieran ser los principales interlocutores de una reforma sustancial–, sino que se ha decidido implantar las medidas, sin más, “de forma gradual” en un horizonte de tres años, esto es, para cuando los que han tomado la iniciativa “regulatoria” ya no estén en sus cargos.

El hecho es que esa iniciativa se ha implantado así, sin el concurso ni la opinión de los más interesados y dejando de lado principios fundamentales –diríamos elementales– que debieran ser debatidos y conocidos. Por ejemplo: nunca se expuso de manera explícita, clara y precisa cómo las acciones regulatorias de la comida chatarra en las escuelas se organizarán como parte del currículum de la educación básica, ni de qué manera se socializarán al interior de los planteles, en las cooperativas escolares, en las tiendas de abarrotes y supermercados, ni cómo llegarán a ser un motivo de educación y cultura para el desarrollo de nuevos hábitos alimentarios en las familias de los alumnos.

Tampoco se ha dicho que, para aplicar las tímidas medidas propuestas, por lo menos se tomará en cuenta la gran diversidad y riqueza culinaria que existe en el país (ésta debiera ser una de nuestras fortalezas, digamos pedagógicas, frente a la comida chatarra). Menos aún se ha planteado lo que se hará para enfrentar las enormes desigualdades que se reproducen en el sistema educativo, precisamente, por las iniquidades en el acceso a los alimentos considerados como saludables para el pleno desarrollo de niños y jóvenes, y que adecuadamente consumidos pueden evitar la propagación de altos niveles de diabetes, hipertensión, obesidad y problemas cardiacos en las actuales generaciones.

Por supuesto que el problema de salud pública que se tiene enfrente no se reduce a esas enfermedades, sino que tiene que ver, también, con los altos niveles de violencia, bullying, acoso sexual, falta de espacios para la recreación y el deporte, para la convivencia y para el aprendizaje sobre el medio ambiente y la sustentabilidad, todo lo cual debiera formar parte de un currículum referido a la salud integral de los estudiantes.

Nada de lo anterior ha sido discutido, pero ya se ha impuesto la regulación de la comida chatarra en las escuelas, y con las prisas de negociar el asunto con las grandes empresas de alimentos y bebidas, tampoco se tocó (ni siquiera se ha mencionado) la regulación de la propaganda televisiva de la comida chatarra, de la violencia chatarra y de la educación chatarra que se transmite a diario y a todas horas, como si esto no importara para los fines que se buscan.

Los alimentos chatarra, entonces, siguen en las escuelas, y con ello una política del mismo tipo: superficial, abaratada y sin sustancia.

La sonrisa de la Gioconda

La presentación de La Barbie en el hangar de la PF.


MÉXICO, D.F., 1 de septiembre (apro).- En su cuarto año al frente del gobierno federal, Felipe Calderón tiene mucho que decir. Debe explicar la incompetencia que hasta ahora ha demostrado y, sobre todo, qué piensa hacer en los dos años que le quedan.

La ineficacia del segundo presidente panista que ha gobernado el país ha quedado de manifiesto a lo largo de estos cuatro años, en los cuales la sensación de que vamos a la deriva es la que permea entre la mayoría de los mexicanos.

En lo económico, el crecimiento del país deja mucho que desear, pues sin dejar de tomar en cuenta la crisis mundial, apenas ha alcanzado entre 3 y 4% en estos años, cuando lo prometido era 7%; además, los niveles de creación de empleo tampoco son los que se ofrecieron en campaña, cuando el panista dijo que sería “el presidente del empleo”.

Según investigadores, en la primera década del siglo XXI la economía mexicana ha registrado un crecimiento anual promedio de apenas 1.6%, que de acuerdo con diversas estimaciones, es el más bajo del que se tenga registro en 80 años.

Para septiembre de 2009, el desempleo en México había llegado a los 2.93 millones de personas, lo que significa que en el lapso de un año la cifra aumentó en poco más de un millón 15 mil personas, para sumar casi los 3 millones.

De acuerdo con las cifras de Banco Mundial (BM), 10 millones de mexicanos cayeron en la pobreza entre 2006 y 2009. Sólo en 2008 sumaron 4.2 millones los nuevos pobres en el país, mientras que entre 2006 y 2008 engrosaron la estadística 5.9 millones de nuevos pobres.

Las cifras del Banco Mundial muestran que en México viven 54.8 millones de personas por debajo de la línea de pobreza, lo que equivale a 51% de la población, lo cual convierte al país en el más afectado por la crisis en América Latina.

Y más: del conjunto de nuevos pobres en América Latina a consecuencia de la crisis económica, México concentró casi la mitad de ellos.

Calderón, pues, tiene mucho que explicar sobre cuál ha sido su responsabilidad en el manejo de esta crisis que se enfrentó de manera muy torpe. Y aquí cabe recordar el manejo que se dio hace un par de años a la pandemia de influenza AH1N1 y que al final provocó una psicosis social que afecto la imagen y la economía a nivel internacional.

En cuanto al manejo de la administración pública, también tiene mucho que precisar. Es evidente que el cierre de la compañía Luz y Fuerza del Centro está relacionado con el negocio de la venta del cable negro o de fibra óptica (triple play) que revolucionará el mundo de la informática, pues en un mismo conducto se tendrá el servicio de telefonía, luz y televisión, mismo que se ha asignado a Televisa.

El precio mínimo a partir del cual empezó la licitación fue de 858.6 millones de pesos (unos 67 millones de dólares), pero lo que se obtendrá de este negocio sería infinitamente mayor.

Indudablemente es el negocio del sexenio, y Calderón se lo ha regalado a Televisa, pero ¿a cambio de qué? ¿Acaso será uno de los socios detrás de bambalinas? ¿O habrá un acuerdo político rumbo a las elecciones del 2012? ¿Veremos acaso un punto de quiebre en el apoyo de esta empresa volcado hasta el momento hacia Enrique Peña Nieto?

En cuanto a seguridad pública, Calderón también tiene mucho que decir, principalmente explicar por qué tardo cuatro años en escuchar a los distintos sectores sociales y políticos para definir una estrategia integral en la lucha contra el crimen organizado y, además, por qué tardo tanto para empezar por lo que debió ser el principio de su programa: la investigación financiera, el lavado de dinero, la complicidad de empresarios, inversionistas y banqueros en el millonario negocio del tráfico de drogas.

Quizá si se hubiera empezado por esto no habría 28 mil muertos oficiales y una cantidad indeterminada de desaparecidos, torturados, extorsionados y explotados por los distintos grupos del crimen organizado.

Lo niveles de aceptación social hacia Calderón han bajado en los últimos meses, nadie está contento con la forma en que ha gobernado el país, por cierto con un equipo de amigos cuya ineptitud ha sido más que pública y elocuente. Un solo ejemplo de esto es el caso de la directora del Instituto Nacional de Migración, Cecilia Romero, quien ante el escándalo de la masacre de indocumentados en Tamaulipas no ha salido a dar una explicación. Sólo por ser amiga de la familia presidencial está en ese puesto.

La lista de pendientes que tiene que explicar Calderón es larga y penosa, y la detención milagrosa de Edgar Valdez Villarreal, La Barbie, en vísperas del cuarto informe presidencial, no puede ocultarla.

Tal vez por eso se reía tanto el narcotraficante el día de su presentación, divertido del montaje que se había preparado en torno de su captura, en la que no hubo un solo tiro y se le adjudica a un experto en el manejo de escenarios: el secretario de Seguridad Pública, Genaro García Luna.

Esa sonrisa enigmática de La Barbie se asemejaría a la de la Gioconda, que sólo con el paso del tiempo habrá de ser entendida, cuando las piezas de la historia se junten y tomen sentido.

Televisa contra Carpinteyro y los cableros

Instalaciones de Televisa Chapultepec.

Jenaro Villamil

MÉXICO, D.F., 31 de agosto (apro).- Acostumbrados a debatir a través de inserciones pagadas en prensa y no en sus propios canales de televisión –siempre cerrados al debate crítico que los implique--, los ejecutivos de Televisa ordenaron el lunes 30 de agosto la publicación de desplegados en contra de la exsubsecretaria de Comunicaciones y Transportes, Purificación Carpinteyro, pero también contra un sector de empresarios de televisión por cable que están descontentos con las crecientes prácticas monopólicas del consorcio.

El origen de este desplegado es el artículo que publicó Carpinteyro el jueves 26 de agosto en el periódico Reforma. Bajo el título “Ni veo ni oigo”, la exsubsecretaria de la SCT aporta un dato fundamental: Televisa no sólo es propietaria de tres grandes empresas de televisión por cable –Cablevisión, TVI y Cablemás--, sino que también ha logrado amarrar un control sobre la empresa Productora y Comercializadora de Televisión, mejor conocida como PCTV.

Carpinteyro señala que PCTV, cuyo origen fue agrupar a los pequeños concesionarios de televisión por cable para negociar conjuntamente con Televisa y otros proveedores los contenidos de los programas de televisión restringida, ha sido engullido por la empresa de Emilio Azcárraga Jean, ya que su subsidiaria Cablemás tiene una posición accionaria y de control en PCTV.

Con la compra de Cablemás, apunta Carpinteyro en su artículo, “Televisa también adquirió la capacidad de fijar precios unilateralmente para la distribución y comercialización de 85% de los paquetes de canales comercializables a nivel nacional y, por lo tanto, de restringir sustancialmente el abasto de contenidos sin que los cableros puedan, actual o potencialmente, contrarrestar dicho poder”.

“Es cierto que se condicionó la compra de Cablemás y TVI al cumplimiento de diversas obligaciones entre las que se encuentra la de vender las acciones de PCTV, propiedad de Cablemás antes de diciembre de 2009, pero con la venia de la Comisión Federal de Competencia, esto no sucedió”, sentencia Carpinteyro en uno de los párrafos que originó la airada reacción de Televisa.

El desplegado del 30 de agosto, firmado por Manuel Compeán, vocero de Televisa, pretende negar la grave acusación de práctica monopólica, pero no aporta documentación ni compromiso alguno por parte del consorcio.

Según Compeán, el periódico Reforma “intentó censurar” y decidió “no publicar” su réplica al artículo de Carpinteyro, y por eso decidieron pagar inserciones en medios impresos. Su primera réplica es una insidia absurda: Televisa argumenta que sí existe competencia en televisión restringida, ya que la empresa DISH México, formada por MVS-Echostar y apoyada por Telmex, “logró en poco tiempo sumar poco más de un millón de suscriptores. MVS también ha declarado que espera llegar al cierre de este año a más de 2 millones de clientes, con el apoyo y financiamiento de Telmex.

“Telmex está promocionando abiertamente en medios del país paquetes de triple play… Sólo con estos datos se puede concluir de manera evidente que existe competencia en el mercado de televisión de paga en México y que Telmex-Dish están teniendo un crecimiento sostenido”.

En este punto, Televisa evade el debate fundamental: no se trata de discutir si existen otras empresas exitosas de televisión de paga, sino de las prácticas monopólicas que está aplicando para forzar a las pequeñas empresas de televisión por cable (DISH México no es una cablera, sino una competencia para la señal satelital conocida como Sky, filial de Televisa) a realizar “compras amarradas” de los contenidos de sus canales.

Es decir, Televisa estaría violando las reglas del must carry y del must offer que le impuso la Comisión Federal de Competencia para que pudiera adquirir Cablemás y TVI.

El segundo punto de la réplica señala que “PCTV es una compañía fundada, hace años, por cientos de empresas de cable del país. Tiene un consejero integrado por múltiples compañías (Megacable, Grupo Hevi, Cablecom, Cablemás, entre otros), quienes toman en apego a sus estatutos las decisiones en forma colegiada.

“Televisa no tiene –ni directa ni indirectamente-- el control de PCTV como erróneamente lo expone la señora Carpinteyro. Ningún grupo en lo individual ha tenido –ni tiene-- el control”.

Televisa cree que el control de una empresa o de una sociedad de empresas como PCTV sólo se da a través de la adquisición de acciones e ignora convenientemente que el control se da también cuando se imponen precios de forma unilateral –como sucedió con la retransmisión de los partidos del reciente Mundial de Futbol de Sudáfrica-- y con la amenaza, velada o no, de suspender el suministro de sus canales de televisión abierta y gratuita a las empresas que no asuman sus designios.

Y este es el punto fundamental de las irregularidades que se están generando, con un silencio preocupante por parte de la Comisión Federal de Competencia (Cofeco).

Dice Televisa que la multa que le impuso Cofeco por 48 millones de pesos, en noviembre de 2009, por realizar prácticas monopólicas, “se refiere a hechos anteriores a la existencia de las condiciones establecidas por la autoridad y es materia de diversos procesos judiciales que se encuentran en curso”. Carpinteyro “omite mencionar que la Cofeco redujo la propia multa sustancialmente con motivo de los argumentos expresados en el recurso de reconsideración correspondiente. Las condiciones impuestas por Cofeco se han cumplido al pie de la letra”.

¿Realmente se han cumplido al pie de la letra? ¿Sólo porque Televisa lo dice hay que creerles? ¿Qué dicen las pequeñas empresas de televisión por cable que tienen la bota encima de Televisa que ya controla no sólo a las cuatro cableras más grandes del país (Megacable es su socio en YOO y en la fibra óptica de la CFE; Cablemás, Cablevisión y TVI son sus subsidiarias), sino también a la cámara del sector (la Canitec) que siempre sale a defender los intereses del monopolio televisivo?

El remate del desplegado es prueba del método insidioso de los ejecutivos de Televisa. “¿Quién se beneficia con la publicación de información incorrecta o tendenciosa incluida en los artículos de la señora Carpinteyro?”, se pregunta Compeán. Acusan a la exsubsecretaria de evitar que se llevara a cabo la consolidación de las áreas de servicio local (ASL’s) “con lo que millones de mexicanos continúan pagando tarifas de larga distancia, en lugar de tarifas locales; situación que ha beneficiado al operador dominante”. En otras palabras, Televisa acusa a Carpinteyro de beneficiar a Telmex.

Televisa evade el debate real sobre el mercado de contenidos en la televisión por cable. Eso sí, manda un mensaje típico de los cárteles monopólicos: quien se atreva a cuestionarlos será merecedor de sus desplegados. Y todavía tienen la gracia de acusar a un periódico de “censura”. ¡El burro hablando de orejas!

www.jenarovillamil.wordpress.com.

Columna Asimetrías. El Pueblo es el Enemigo

Por Fausto Fernández Ponte




03 septiembre 2010
ffponte@gmail.com

“La guerra del gobierno contra el crimen organizado es una guerra de exterminio a fin de obtener resultados ante la inseguridad”.
Raúl Vera, Obispo de Saltillo.


I
Al iniciar su cuarto año de gobierno, el Presidente de Facto Felipe Calderón no está en condiciones de informarle a los mexicanos acerca de logros en ninguno de los ámbitos de competencia económica y política del Estado que jefatura formalmente.

De hecho, tampoco se halla en condiciones de informarle a los mexicanos acerca de metas alcanzadas ni por alcanzar en materia de bienestar social ni de fomento al acervo de las experiencias de la sociedad que conforman el tesauro cultural.

Ni siquiera está don Felipe en condiciones de informarnos acerca de objetivos alcanzados en lo que es, asépticamente discernido, su empeño estratégico y táctico mayor y principal como jefe del Estado y del gobierno federal: la narcoguerra.

El señor Calderón ni siquiera ha informado de resultados favorables en ese empeño de combatir a los cárteles del tráfico ilícito de estupefacientes y psicotrópicos, pues de los 34,515 presuntos narcos detenidos en el año, el 90 por ciento está en libertad.

En materia de empleos, don Felipe informó haber creado 575 mil empleos en un lapso de enero a agosto del año corriente y que el Estado –es decir, los contribuyentes— y el empresariado han invertido unos 70 mil millones de pesos en infraestructura carretera.

II
Otro dato que el mandatario incluye en su Informe de gobierno y que ha difundido ampliamente es la eliminación, por decreto presidencial, de 12 mil 234 normas administrativas que, según explicación oficial, entorpecían la marcha de la economía.

En este lapso –de agosto de 2009 al mismo mes de 2010--, el gobierno incorporó al programa Oportunidades a unas 600 mil familias y se otorgaron seis millones de becas para el ciclo escolar pasado, el cual antójase contrasentido pues la educación es gratuita.

Llama poderosamente la atención el dato --consignado en el Informe-- acerca de la incorporación de 37 millones 700 mil mexicanos al sistema del Seguro Popular, el cual es un programa médicoasistencial sin infraestructura hospitalario-logística propia.

Extraídos del contexto económico, político y sociocultural, esos datos se nos presentan como logros absolutos, como sería el caso de los datods acerca de la creación de 575 mil, 163 nuevos empleos. Son empleos sin prestaciones ni garantías.

Son empleos, pues, fuera de la seguridad social; ello explica la promoción del Seguro Popular, cuyos inscritos son atendidos insatisfactoriamente en el Instituto Mexicano del Seguro Social: no puede atender esa demanda ni la de sus propios derechohabientes..

III
Sin embargo, esa presentación descontextualizada de datos no es la característica más importante del Informe del señor Calderón, sino otra peculiaridad, a nuestro ver constante: omitir –es decir, no reconocer-- la realidad que para millones es insoslayable.

Esa realidad es la del colapso corriente –en vivo-- de la economía nacional, en lo general y por sectores, y del poder político del Estado y del tejido societal, así como el verismo de mayor peligro, el de la ingobernabilidad y el asentamiento de la barbarie.

La vida económica, así como la política y, no se diga, la social, sufren alteraciones monstruosas. En lo económico, las políticas diseñadas y aplicadas por el poder político del Estado tienen secuelas antisociales, francamente antipueblo.

Y la derogación de las 12 mil 234 normas federales indican que el Estado está abdicando de sus potestades y deberes rectores, excepto en el uso de la violencia legal, la de las Fuerzas Armadas, la Policía Federal y el sistema de procuración de justicia.

Tampoco dio cuenta don Felipe del saqueo del Banco de México, la quiebra de Pemex, la bancarrota del IMSS (en 2011 no podrá pagar pensiones), entre otros indicios de una economía colapsada. Al no reconocer el problema, no ofreció soluciones.

En ese entorno, el Estado -- y sus instancias— parecen perpetradores de la desaparición forzada por motivos políticos de más de tres mil personas. El señor Calderón ve enemigos no sólo en el narco, sino también en el pueblo.

ffponte@gmail.com

Vitral. La tragedia interminable

Por Javier Solórzano



03 septiembre 2010

Los migrantes recorrieron el país sin que nadie los quisiera ver. No hay forma de explicar lo que pasó si no es por la complicidad y la corrupción entre zetas, todo apunta a ellos, y las autoridades.
“Lo reconocí por la camisa que le había comprado antes de que se fuera”. Esto dijo la madre de uno de los migrantes asesinados, al verlo boca abajo en la dantesca escena en el terreno baldío de San Fernando, Tamps. Cuando vio las fotos ya no le fue tan fácil la identificación. Las autoridades mexicanas sacaron las fotos de los cadáveres 4 días después del hallazgo. Los cuerpos ya estaban en descomposición. Algunos casos se veían los huesos, los morenos se veían blancos y la putrefacción era evidente. En lugar de imprimir las fotos de inmediato, como se debe hacer, dejaron pasar el tiempo. Quizá fue incapacidad, complicidad o corrupción; o quizá todo junto.

La reconstrucción de los hechos supone que los migrantes fueron secuestrados en Veracruz y Tabasco. Los transportaron a casas de seguridad en donde les hicieron “las propuestas”. Aceptaban o serían asesinados. El migrante ecuatoriano sobreviviente quizá se haya salvado, al igual que el hondureño, porque aceptaron la “propuesta” pensando en huir. Las autoridades locales no respetaron ni a los muertos ni a los diplomáticos. Enviaron al DF los cadáveres como si fueran reses. El chofer que llevaba los cadáveres no sabía lo que llevaba y, además, en el DF atropelló a una mujer que perdió una pierna.

A los diplomáticos los tuvieron casi dos días sin información. El INM confirmó su desfasamiento con la realidad. En junta con funcionarios de los gobiernos de donde eran originarios los migrantes, su directora ofreció algo así como asilo al ciudadano ecuatoriano. Un funcionario de la SRE le puso freno: “Con respeto señora, si en algún lugar no hay seguridad para este hombre es en México. Lo mejor es que regrese a Ecuador”.

Los migrantes recorrieron el país sin que nadie los quisiera ver. Fueron ejecutados con el tiro de gracia. La saña fue brutal. En algunos casos les incrustaron cuchillos en el cuello. Murieron unos juntos a otros sin saber quién estaba a su lado. Se cree que los asesinos eran más o menos ocho fuertemente armados. No hay forma de explicar lo que pasó si no es por la complicidad y la corrupción entre zetas, todo apunta a ellos, y las autoridades.

Sólo se han entregado cadáveres de 16 hondureños, de los cuales 4 han sido regresados debido a que no fueron identificados; los otros 58 estaban a 32 grados chocando en el DF. Los diplomáticos siguen en el peregrinar en medio de un absurdo e insensible papeleo. Estamos ante: 1. Ausencia de una política migratoria. 2. Incapacidad y corrupción de autoridades locales. 3. Violencia brutal de los criminales. 4. Muerte de 72 migrantes que pareciera no conmover a las autoridades, mientras en Honduras, en ceremonia que encabezó el presidente Lobo, fueron recibidos con todos los honores y en medio de la solidaridad.

¡OOOUUCHCH! Así como lo vimos durante 7 minutos con 12 segundos llegó a la PGR, riéndose. Poco faltó para que saludara de mano.

EDITORIAL. En la ruina.

Año 8, número 3461
Viernes 03, septiembre del año 2010


Sin soslayar que Felipe Calderón alardeaba, entre muchas otras cosas que no ha cumplido y que ya no cumplió, que nunca más habría otra crisis.

Sin embargo los primeros indicios que se dieron de que lo que decía don Felipe era falso (para variar) fue que se pidiera prestado a organismos internacionales como el Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional.

Pues es ilógico y hasta infantil pensar que teniendo dinero (reservas, de las que también alardeaba) se pida dinero prestado y se paguen intereses.

Por lo que ahora, al enterarnos que el Banco de México no tiene ni en que caerse muerto, no nos sorprendió. La deuda del Banco es impagable; a menos, por supuesto, que saquen de la cárcel a Rafael Caro Quintero (aquél famoso narcotraficante que dijo que el pagaba la deuda externa) y lo dejen “trabajar” libremente.

Nuestro México (o lo que queda de El) está más quebrado que Mexicana de Aviación. Y para salir del atolladero, pues ya nadie nos quiere prestar dinero, habrá que echar a andar la maquinita del dinero.

Lo que lógicamente habrá de provocar una seria inflación, y desde luego una devaluación más de nuestra vilipendiada moneda, que, inexplicablemente (aunque si hay explicación, pues es la sumisión a los potencias) no la convierten en patrón plata y dejan de andar haciendo billetitos de plástico que más pronto que tarde, son falsificados a pesar de todas las protecciones que les ponen.

El caso es que si en estos cuatro años no ha ido mal, lo que nos falta será todavía peor. Lo importante será saber si el Pueblo aguantará; o si Calderón llegará al fin de su mandato.

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