FRAUDE INBURSA TELMEX
Mi nombre es María del Rosario Rico Galindo y de la ciudad de Morelia, Michoacán. Me dirijo a ustedes para exponer el fraude perpetrado por las empresas Seguros Inbursa y Teléfonos de México, fraude millonario de que hemos sido objeto ya millones de mexicanos :
Al revisar mi recibo telefónico de enero de este año me encontré con la desagradable sorpresa de que en él se me cargaban $38.00 (treinta y ocho pesos) por concepto del pago de un seguro de vida llamado Inbursa 20.
He de aclarar que soy de esas personas que no siempre revisan minuciosamente el recibo telefónico pues suelo confiar (ilusa de mí) en que las empresas que me hacen cargos por los servicios que haya contratado, ya sea a través de un recibo como el del teléfono o a través de mi tarjeta bancaria, me cobrarán exclusivamente eso: los servicios que he contratado. Así que generalmente veo mi recibo de Telmex por encimita y lo pago.
En enero, sin embargo, hice una revisión más minuciosa que de costumbre de mi recibo telefónico. Cuando vi el cargo por concepto de un Seguro Inbursa 20, llamé a Telmex. Me respondió una chica amabilísima cuyo nombre no apunté y por supuesto no recuerdo. Me explicó que efectivamente se me estaba haciendo ese cargo porque seguramente yo, o “alguien” de mi familia, o “alguien” que había respondido el teléfono de mi casa a una llamada de la compañía de Seguros Inbursa SA para ofrecer dicho seguro, había accedido telefónicamente a contratarlo.
De inmediato brinqué y le pregunté si eso se puede hacer, es decir, que cualquier persona que conteste el teléfono en mi casa, sea quien sea, tenga la autoridad para contratar un seguro de vida a mi nombre (porque el recibo Telmex está a mi nombre y por lo tanto el seguro de vida Inbursa 20 también lo está), mediante el simple hecho de responder “sí” a una de esas llamadas con que nos asolean constantemente para vendernos tarjetas de crédito, seguros, etcétera. Así nada más, sin firmar ningún papel ni comprobar su identidad. La señorita de Telmex me dijo que efectivamente podía ser, pero que de ser así, esa llamada en que se había accedido a la compra del Seguro Inbursa 20, debía estar grabada.
Le dije entonces que yo no soy abogada y sé muy poco de leyes pero que tengo la certeza de que tiene que ser ilegal que “alguien” (cualquier persona) pueda contratar un seguro de vida en mi nombre, que YO voy a pagar. Le expliqué también que, independientemente de ello, tengo la certeza absoluta de que nadie de mi familia ha accedido a comprar dicho seguro y que desde luego yo no lo había solicitado nunca. Le pedí encarecidamente que de inmediato procediera a cancelarlo y se me devolviese el dinero que se me había cobrado hasta entonces por él. Le dije también, muy molesta, que me parece inaceptable, y que es de hecho una acción fraudulenta y abusiva, el que se cobre a través del recibo del teléfono un seguro de vida que nunca se ha solicitado. ¿Cuántos millones de mexicanos están pagando a través de su recibo de Telmex un Seguro Inbursa 20 sin saberlo siquiera?
Amablemente la señorita de Telmex me informó que ella podía gestionar únicamente el reembolso los tres últimos meses de dicho cobro (octubre, noviembre y diciembre de 2009) pero que dicho cargo había iniciado en septiembre y Telmex solamente tiene autorización de “devolver” los tres últimos meses; así que septiembre debía reclamarlo yo directamente a Seguros Inbursa SA.
Le agradecí su amabilidad y le pedí disculpas por los exabruptos que tuve durante nuestra conversación (que fueron varios pero no tantos como los que merecían el caso y mi enojo) y procedí a llamar directamente a la Compañía de Seguros Inbursa SA para reclamar que se me devolviera el pago correspondiente a septiembre de 2009.
En Seguros Inbursa hablé con el señor Ignacio Pérez. Le expuse mi caso y le solicité la devolución del pago de septiembre. Procedió entonces a explicarme las inmensas bondades y los maravillosos beneficios que tiene dicho seguro de vida. Después de un rato lo interrumpí para decirle que todo eso está muy bien, pero que yo no estoy interesada en comprarlo y que mucho menos estoy dispuesta a pagar por algo que no he solicitado y que se me está cobrando con absoluta alevosía.
Entonces el señor Pérez me dijo que con toda seguridad “alguien” en mi casa había accedido a comprarlo cuando “ellos” llamaron telefónicamente para ofrecerlo. Le pregunté si no soy yo, como titular de la línea telefónica, la única persona legalmente autorizada para aceptar la compra de un Seguro de Vida o de cualquier otro servicio. Le pedí entonces que me demostrara que efectivamente yo accedí en algún momento a la compra de dicho seguro. Que me mostrara una firma mía o una grabación donde yo había accedido a comprarlo. Me dijo que no podía hacerlo pero que con mucho gusto cancelaría mi seguro y que no podía hacer más que eso porque la empresa no podía devolverme el pago de septiembre debido a que éste ya había sido facturado. (¿¿¿¡¡¡¡¡¡!!!!!!!??????).
Le respondí que esa no es una razón válida para no devolverme un dinero que me cobraron sin mi autorización por un seguro que nunca solicité. Le volví a pedir la devolución del cobro que me hicieron en septiembre y volvió a decirme que no podía hacer nada mas que cancelar el seguro; que devolverme el dinero era imposible. Le pedí que me comunicara con alguna persona de la compañía de seguros que sí pudiese atender a mi demanda y me dijo que la única persona encargada de ello era él y que él no podía hacer nada mas que cancelar el seguro.
Ante esa terrible posición de impotencia en que me dejaba y muy indignada, le expresé mi opinión acerca de la forma de actuar de su compañía de seguros, de la alevosía con que actúan, de su proceder fraudulento y de que este pobre país está como está porque la inseguridad no está solamente en las calles y los asaltos no son únicamente a punta de pistola; que eso que están haciendo ellos, (Inbursa y Telmex) se llama robar, que son unos ladrones (ladrones de cuello blanco) coludidos con las autoridades gubernamentales que nos dejan a los ciudadanos en estado de absoluta indefensión.
Finalmente le expresé que procedería de inmediato a cancelar los seguros que sí tengo contratados con Seguros Inbursa de forma voluntaria (de gastos médicos mayores y de dos automóviles con cobertura total). Colgamos.
Acto seguido llamé a mi agente de seguros, a quien le he comprado los seguros durante los últimos 20 años y quien, hasta ahora, me ha dado un servicio impecable. Le platiqué el asunto y le dije que de ninguna manera era mi intención causarle un inconveniente, pero que, dada la situación, procedería a cancelar mis seguros y a cambiarme de compañía aseguradora. Creo que ella comprendió perfectamente la situación.
Sin embargo, e independientemente de ello, a través de esta carta exijo lo siguiente:
Exijo a Seguros Inbursa SA me sean devueltos los $38.00 (treinta y ocho pesos) que se me cargaron en mi recibo telefónico de Telmex en el mes de septiembre de 2009.
Exijo a Seguros Inbursa SA y a Telmex una disculpa pública a mi a los millones de mexicanos a quienes están robando de esta abusiva y alevosa forma.
Exijo a Seguros Inbursa y a Telmex que de inmediato dejen de cobrar un seguro de vida a personas que no lo han solicitado y devuelvan el dinero a todos aquellos que no contrataron voluntariamente dicho seguro.
Exijo a las autoridades competentes que sancionen al cártel Telmex-Seguros Inbursa SA por el fraude millonario que están llevando a cabo a través del cobro de una póliza de Seguro Inbursa 20 sin autorización de los usuarios. ¿No está el gobierno llevando a cabo una guerra contra el crimen organizado? ¿Existe más organización en el crimen que el hecho de que las autoridades sean avales de un fraude millonario como éste?
Quiero añadir que me he dado a la tarea de averiguar cuántas personas a mi alrededor están pagando el Seguro Inbursa 20 a través de su recibo telefónico sin saberlo y es aproximadamente 1 de cada 3 personas, entre ellas la persona que me vende tortillas en mi localidad, persona de situación económica muy precaria y a quien han hecho dar mil y un vueltas en las oficinas de Telmex para ver si “pueden arreglarle el asunto”.
Estoy indignada. Estoy avergonzada de los empresarios de mi país, en particular de los de Telmex e Inbursa, que roban a la población impunemente mediante acciones ventajosas avaladas por las autoridades gubernamentales. Estoy avergonzada de las autoridades gubernamentales que dicen luchar contra el crimen organizado pero promueven este tipo de fraudes que son también una forma de crimen organizado cometido por los cárteles de la economía formal, solapados y favorecidos por leyes que se aplican a su conveniencia y favorecen exclusivamente a quienes lo tienen todo, en un país en donde la distribución de la riqueza es una de las más desiguales del mundo y la pobreza alcanza a más de la mitad de la población. Estoy realmente indignada.
No puedo enviar esta carta a Seguros Inbursa ni a Telmex porque no aparece en ningún lado de sus páginas una dirección de correo electrónico donde pueda poner mi queja.
En el portal de Internet “apestan.com” aparecen muchas quejas similares a la mía, todas referentes al cobro del Seguro Inbursa 20 a través del recibo telefónico de Telmex, que datan desde el año2006, y a quienes no se ha dado respuesta. ¿Estamos arando en el desierto? ¿Puede algún medio de comunicación prestar oído y denunciar este inmenso y millonario fraude? ¿O es que el Grupo Carso tiene el poder de acallar cualquier voz? Si es así, este país, nuestro país, no tiene remedio.
Atentamente
María del Rosario Rico Galindo
CCP: Comisión Nacional Bancaria y de Valores, Comisión Nacional de Derechos Humanos, Comisión Estatal de Derechos Humanos en Michoacán, Grupo Carso
Periódicos: La Jornada, El Universal, Excelsior, Reforma, Reporte Índigo
Revistas: Proceso, Este País
Programas de análisis político: Aristegui, Primer Plano
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