* La alternativa para frenar la actual descomposición social en México es el cese de los secretarios de Gobernación, Hacienda y Energía del gobierno espurio, Juan Camilo Mouriño, Agustín Carstens y Georgina Kessel, respectivamente, así como del director de PEMEX, Jesús Reyes Heroles, advierte Andrés Manuel López Obrador desde San Luis Potosí y Tamaulipas
* Están al servicio de una mafia, afirma / “¿Cómo va a permanecer Mouriño como encargado de la política interna, si está acusado de tráfico de influencias y es un delincuente confeso?... ¿Con qué autoridad moral se hace cargo Mouriño de enfrentar el flagelo de la violencia?”
* Descarta un encuentro con Felipe Calderón porque es un presidente ilegítimo que se robó la Presidencia / Encuentro con brigadistas en la potosina Ciudad Valles y en la tamaulipeca Tampico
Al término de su encuentro con los brigadistas de San Luis Potosí, López Obrador dijo que no se reunirá con Calderón en ningún momento porque el presidente pelele NO ganó la Presidencia y es un mandatario espurio. Posteriormente, en Tampico, invitó a los brigadistas de Tamaulipas a informar casa por casa sobre la intención del gobierno usurpador de privatizar la industria petrolera. (Fotos de Carmen Núñez/Convención Nacional Democrática)
CIUDAD VALLES, San Luis Potosí, 24 de mayo (
REDACCION/LA JORNADA/UNIVERSAL).- Como alternativa para frenar la actual descomposición social en México, Andrés Manuel López Obrador demandó la destitución de los secretarios espurios de Gobernación, Hacienda y Energía del gobierno espurio, Juan Camilo Mouriño, Agustín Carstens y Georgina Kessel, así como del director de PEMEX, Jesús Reyes Heroles, porque están al servicio de una mafia. En esta localidad, subrayó que los mencionados servidores públicos deben renunciar si se quiere enfrentar la grave crisis política, económica y social que padece nuestro país.
El Presidente Legítimo de México explicó que los colaboradores del presidente pelele, Felipe Calderón, podrán ser sustituidos por gente de la sociedad civil que sea honesta y con vocación de servicio al pueblo y no de una minoría rapaz.
Al conceder una entrevista al programa radiofónico Diga no al silencio, conducido por Antolín Guerrero, destacó que tiene elementos suficientes para exigir la separación del cargo de Mouriño, Carstens, Kessel y Reyes Heroles.
Desde los micrófonos de la estación Radio Panorámica se preguntó: ¿Cómo va a permanecer Mouriño como encargado de la política interna, si está acusado de tráfico de influencias y es un delincuente confeso?
Luego lanzó otro cuestionamiento: “¿Con qué autoridad moral se hace cargo Mouriño de enfrentar el flagelo de la violencia? Debe renunciar porque en la Secretaría de Gobernación debe estar un ciudadano con autoridad moral y política”, remachó.
Expresó que en el mismo caso se encuentra el secretario de Hacienda, porque “no es posible que Carstens no haya previsto el proceso de carestía en que se encuentra la mayor parte del pueblo de México” y, al mismo tiempo, siga aplicando una política contraria a los intereses de la Nación.
Desde luego, manifestó, lo único que sabe hacer Agustín Carstens es recibir órdenes de los directivos del Fondo Monetario Internacional y de los organismos financieros internacionales.
Asimismo, deben abandonar el cargo Kessel y Reyes Heroles, porque son los operadores de la política entreguista y de promover la privatización de la industria petrolera.
Indicó que “no quería opinar sobre la actuación del gobierno espurio de Calderón, porque la verdad Calderón está usurpando la Presidencia y es su responsabilidad resolver la crisis y frenar la violencia y el proceso de descomposición social”.
Señaló que los ciudadanos de Ciudad Valles le preguntaron que mejor solicitara la renuncia de Calderón. Como respuesta, manifestó que “ese es otro asunto, pero cuando menos deben renunciar los mencionados cuatro personajes, para cambiar la situación en el país”.
Tanto a los brigadistas de Ciudad Valles como de Tampico, López Obrador mencionó la importancia de cambiar la política económica neoliberal que mantiene en el abandono la actividad productiva y que solo fomenta la corrupción y la impunidad.
En las reuniones informativas que sostuvo con los integrantes de los comités en defensa del petróleo, mencionó que los panistas presumían de representar el cambio, pero resultaron ser peores que los priistas, porque son unos reverendos rateros y unos déspotas.
Desde la huasteca, expresó que el PRI y el PAN son lo mismo y ejemplo claro es el actual gobernador de San Luis Potosí, Marcelo de los Santos –de extracción panista— quien anteriormente fungió como encargado de corregir las cuentas de los gobiernos priistas.
El Presidente Legítimo de los mexicanos explicó que si el gobierno espurio privatiza el petróleo, se comprometerá la soberanía nacional y dejaría México de ser un país libre e independiente, para convertirnos en una colonia.
Al término de su encuentro con los brigadistas de San Luis Potosí, López Obrador dijo a los reporteros que no se reuniría con Calderón en ningún momento, porque el presidente pelele no ganó la Presidencia de la República y es un mandatario espurio.
Posteriormente, en Tampico, invitó a los brigadistas del Estado a informar casa por casa sobre la intención del gobierno usurpador de privatizar la industria petrolera, así como a participar el próximo 29 de junio a la asamblea nacional que se llevará a cabo en el Zócalo de la Ciudad de México, donde se hará un balance del movimiento en defensa del petróleo.
Andrés Manuel López Obrador propuso en Ciudad Valles destituir “por lo menos” al secretario de Gobernación, Juan Camilo Mouriño; de Hacienda, Agustín Carstens; de Energía, Georgina Kessel y al director de PEMEX, Jesús Reyes Heroles, como parte de un plan emergente para frenar la descomposición social, producto de una política neoliberal que apoya “el gobierno usurpador del PAN, y que ha sido incapaz de generar empleos o de apoyar las actividades del campo”.
Respecto de Juan Camilo Mouriño, López Obrador advirtió que no puede resolver los problemas de inseguridad pública “un personaje que es un delincuente confeso y que está acusado de tráfico de influencias por firmar contratos a favor de las empresas de sus familia desde cargos públicos”; en el caso del titular de Hacienda, por seguir una política económica ordenada desde el extranjero o del Fondo Monetario Internacional, que no ha generado empleos ni bienestar para el país; a la titular de Energía y al director de PEMEX, por apoyar una política entreguista que va a ahondar más los problemas económicos y la espiral de violencia.
“Y lo subrayo: por lo menos sustituir a estos cuatro funcionarios, si se quiere terminar con esta grave crisis política y económica que afecta al país. Propongo que se cambien por miembros de la sociedad civil honestos, que quieran a México, que quieran servirle al pueblo y que no estén al servicio de una minoría rapaz. Es urgente cambiar la política económica y social”.
López Obrador advirtió que no se puede renovar la vida pública de México ni se resolverán los problemas de seguridad “con más ejército y policías en las calles o leyes más duras, sino con el cambio de la política social”.
“El tema de la seguridad fue tomado por Calderón de una manera tan frívola, que pensó que vistiéndose de militar, con un uniforme que le quedaba grande y lo hacía parecerse al sargento Borolas, iba a tener resultados, pero esto es algo serio y debe atenderse de manera seria”.
Interrogado por alrededor de 700 brigadistas reunidos en el paseo Rafael Curiel de esta ciudad, sobre la permanencia o no de Felipe Calderón en la presidencia de la República, López Obrador subrayó que hay que correr “por lo menos” a estos cuatro”, aunque subrayó que la responsabilidad de las acciones de gobierno es exclusiva de Felipe Calderón.
“Yo no quería opinar sobre esto, pero la situación económica y de creciente inseguridad pública me obligan a dar mi punto de vista. Nosotros no apostamos al colapso del país, pero esta situación a la que ha llegado por una política errática del gobierno espurio es suficiente para decirle a aquellos que impusieron a Calderón: ¡tengan para que aprendan!, y subrayar que se debe renovar la vida pública de México y con ella, cambiar la política económica y social”.
Al continuar por la Huasteca potosina sus reuniones con las brigadas por la defensa del petróleo, que lo llevaron hasta la ciudad de Tampico, López Obrador destacó que en esa región hay recuerdo de lo que representó la participación extranjera en la explotación del petróleo.
Mencionó que entonces esas empresas dominaban grandes extensiones del territorio nacional y hacían lo que les venía en gana. Contaban con ejércitos propios, guardias blancas y tenían el control de políticos y medios de comunicación.
Destacó que en ese momento los familiares de Porfirio Díaz y el propio mandatario eran socios de dichas empresas, al grado que Díaz recibió beneficios ya exiliado en Francia de la petrolera El Aguila.
“Era tanto el poder de las compañías petroleras extranjeras, que por décadas evitaron que se reglamentara el Artículo 27 Constitucional, a pesar del intento de varios presidentes. Fueron estas empresas las que auspiciaron a Victoriano Huerta, quien asesinó al presidente Madero y a José María Pino Suárez, mientras que el número dos de las guardias blancas encabezó el asesinato de Venustiano Carranza”.
Cuando se intentó reglamentar este artículo, hubo incluso amenazas del gobierno estadounidense de invadirnos y constituir un nuevo país: la república del Golfo de México en la zona donde, precisamente, están los pozos petroleros”, enfatizó, al advertir que ése es el tamaño del peligro que enfrentaría el país si se permitiera nuevamente la intervención extranjera en la explotación del crudo mexicano.
En una extensa alocución histórica, López Obrador destacó que la formación del PAN como partido se dio un año después de que el presidente Lázaro Cárdenas nacionalizó el petróleo. “Nacieron cuestionado la nacionalización del petróleo y ahora, siendo un gobierno usurpador, quieren cobrarle al país esa factura y devolver a intereses ajenos de la nación el control de un insumo fundamental para sacar al país de esta profunda crisis”.
Andrés Manuel López Obrador demandó la destitución de los secretarios de Gobernación, Hacienda y Energía del gobierno espurio, Juan Camilo Mouriño, Agustín Carstens y Georgina Kessel, informó su oficina en un comunicado.