México, en charola
Con ofertas como mano de obra barata y bajos costos de la electricidad, Felipe Calderón y sus acompañantes seguirán promoviendo la inversión de España en México, sobre todo en los ramos de la construcción y la infraestructura. Y aunque la iniciativa petrolera del presidente continúa entrampada en el Congreso, en el ámbito acadé-mico se considera que este viaje permitirá abordar “la entrada de Repsol a los negocios de Pemex”.
MADRID.- Felipe Calderón inicia esta semana su primera visita de Estado a España, el segundo mayor inversionista en México después de Estados Unidos, pero lo hará sin la posibilidad de ofrecer todavía la liberalización en Petróleos Mexicanos (Pemex): La iniciativa de reformas a la industria petrolera permanece atorada en el Congreso mexicano y cada vez hay más dudas acerca de su aprobación.No obstante, será su oportunidad para “vender” y defender esta propuesta ante los capitanes de empresa españoles, asegura el economista Alberto Montero Soler, catedrático de la Universidad de Málaga, en entrevista con Proceso. “No tengo duda de eso”, añade.Es aún más enfático: “Yo creo firmemente que esta visita, en un momento en que México se está planteando el tema de la apertura en materia energética, sin duda permitirá abordar aquí la entrada de Repsol a los negocios de Pemex. Será una visita para acercar los puntos de acuerdo acerca de la presencia de Repsol en el negocio petrolero mexicano”.El presidente mexicano también llega con la idea de impulsar la inversión de empresas españolas en los proyectos gubernamentales de construcción de infraestructura, como ya lo hizo en febrero de 2007. En aquel periplo de siete días que lo llevó por Alemania, Suiza, Gran Bretaña y España, Calderón ofreció el país al mejor postor para que invirtieran los dueños del dinero en el plan de infraestructura (Proceso 1579).El embajador de México en España, Jorge Zermeño, anunció que se buscan inversionistas españoles para el plan de infraestructura (aeropuertos, carreteras, trenes…), al que el gobierno mexicano inyectará 250 mil millones de dólares durante el sexenio.El funcionario hizo el anuncio durante unas jornadas organizadas aquí, el 29 de mayo, por la empresa Alerta, el despacho catalán Cuatrecasas, la entidad gubernamental ProMéxico y la consultora en comunicación política Ostos & Solá, de la que es socio Antonio Solá, el asesor de imagen de Calderón durante la elección de 2006.En esa reunión, el abogado español Jaime Llopis, representante de Cuatrecasas en México, emitió un mensaje en el que daba como “casi segura” la reforma petrolera, como consignó La Jornada en su edición del 30 de mayo pasado.En su visita, que abarcará una agenda del 11 al 14 de junio, al presidente mexicano le será ofrecida un recepción oficial por parte del rey Juan Carlos y su familia el miércoles 11, y los días subsiguientes tendrá otras actividades con el monarca; se reunirá con el presidente del gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero; tendrá una intervención en el Congreso de los Diputados; hablará con miembros de las principales agrupaciones políticas, y participará en la inauguración de la Expo Zaragoza 2008, con el tema del agua.Pero también dedicará tiempo a varias reuniones con organizaciones del sector privado, como el Consejo Superior de Cámaras de Comercio e Industria de España y con Nueva Economía Forum, además de efectuar una sesión privada con los 30 empresarios españoles más influyentes.ProMéxico, entidad responsable de organizar el pabellón de México en la Expo Zaragoza 2008, anuncia la promoción de negocios a inversionistas de España y del resto de los países participantes en infraestructura de puertos, aeropuertos, carreteras y desarrollo logístico; en agronegocios, tecnología de comunicaciones, tecnología de la información y biotecnología; en proyectos hidráulicos y en la rama aeroespacial, entre otros.Fuera del tema de la promoción de negocios, es factible que uno de los acuerdos que ambos gobiernos firmen sea el de flujos migratorios, que permitirá cuotas de entrada legal y ordenada a mexicanos en España y viceversa, según explicó Jorge Zermeño.Al igual que lo hizo Vicente Fox, Felipe Calderón ha reducido la relación con España a una “diplomacia de negocios”, como la denomina Montero Soler, también investigador del Centro de Estudios Políticos y Sociales (CEPS).“Las relaciones diplomáticas de los dos países parecen estar orientadas exclusivamente al tema de las inversiones españolas en México; esto, abonado por el hecho de que el gobierno de España convierte reiteradamente la defensa de los intereses de las trasnacionales en una cuestión de Estado, al igual que lo hace en el resto de América Latina”, puntualiza el catedrático, quien ha documentado la intervención gubernamental española con el caso de Repsol en Bolivia.Montero sostiene que la diplomacia española parece ser dictada por los grandes consorcios españoles. Pero por ser un asunto “bilateral”, los dos países son partícipes, apunta.En ello coincide Marcos Roitmann, politólogo y catedrático de la Universidad Complutense de Madrid, quien considera que esa “política de Estado” la siguen “a rajatabla” lo mismo el Partido Popular (PP) que el Partido Socialista Obrero Español (PSOE). “Es lo que ambos partidos han dado por llamar la estabilidad jurídica de las inversiones, y que ahora sienten que está garantizada en México, Brasil y Colombia. Del resto de países de la región han ido saliendo, ante la hostilidad hacia esas inversiones”.Ese cariz tiene una explicación, apunta Roitmann, y es que Iberdrola y Unión Fenosa obtienen de sus negocios en México y América Latina 50% de su capital. Y 10% del PIB de España proviene de la presencia de los negocios españoles en la región, del cual 3% lo aportan las dos empresas referidas.
El paraíso mexicano
La relación de negocios entre México y España no es recíproca. En principio, porque las empresas mexicanas tienen una presencia simbólica en este país. Sólo consorcios como Cementos Mexicanos (Cemex), Televisa y Grupo Modelo logran ser representativos aquí, y las dos últimas lo han hecho mediante alianzas con empresas españolas.El caso más notable es el de Cemex, cuya presencia abarca 70% del territorio español, donde mantiene una producción de 10 mil toneladas de cemento, según datos de la misma compañía.Cemex opera en Cataluña, Aragón, zona centro (Toledo), Levante, Baleares y Canarias, en donde asentó sus siete fábricas de cemento gris, tres de cemento blanco, una molinera, 30 terminales de distribución y un laboratorio central en Valencia.Televisa está asociada con Mediapro (propietaria del periódico Público) en el canal de televisión La Sexta. Y Grupo Modelo es ampliamente conocido aquí por su cerveza Coronita.Carlos Slim, el segundo hombre más rico del mundo, ha tenido serios tropiezos para entrar a España, como consecuencia de su guerra con la española Telefónica por el mercado mexicano. Tuvo una fallida incursión al buscar asociarse con la empresa AUNA, propietaria de una red de cable y de Amena.En cambio, en muy pocos años, México se convirtió en un paraíso para las empresas españolas. Dos datos dan cuenta de ello: uno, que en 1994, al término del sexenio de Carlos Salinas, entraron al país capitales hispanos por 145.7 millones de dólares; de esa fecha a finales de 2007, el primer año de Felipe Calderón, se han acumulado capitales de España por 26 mil millones de dólares. Otro, que en ese mismo lapso de 14 años el número de empresas españolas en México se multiplicó por 10: La Secretaría de Economía mexicana registra que, al término del primer trimestre de este año, hay 2 mil 740 firmas españolas en el país, ya sea que decidieron establecer una planta de producción, que abrieron oficinas de ventas, que adquirieron una empresa mexicana, que firmaron una alianza estratégica o bien ganaron una licitación internacional.Recientemente se anunciaron dos inminentes alianzas, la de Televisa y Telefónica para desarrollar la televisión de paga, telefonía e internet en México, así como la compra de 20% del grupo financiero Inbursa, de Carlos Slim, por parte de La Caixa, de Cataluña, la más importante caja de ahorros en Europa, para preparar un plan de expansión de banca minorista.Esas 2 mil 740 empresas españolas son pocas si se comparan con las más de 20 mil firmas estadunidenses en México –que tienen una inversión acumulada de más de 103 mil millones de dólares, casi 60% de la inversión extranjera directa total–, pero a España le bastan para figurar como el segundo país con más recursos invertidos en el país –casi 14% del total–, desplazando en pocos años a las naciones que, después de EU, lideraban la inversión extranjera en México: Holanda, Inglaterra, Canadá, Alemania, Francia, Japón y Suiza.Si acaso Holanda se le acerca, con mil 200 empresas en México y una inversión acumulada, entre 1999 y 2007, de 20 mil 541 millones de dólares.Aunque fue en el último bienio de la administración de Ernesto Zedillo cuando empezó a repuntar la inversión española –con el inicio de la extranjerización bancaria–, en el gobierno de Vicente Fox se abrieron de par en par las puertas de México a los capitales hispanos. En dicho gobierno no sólo concluyó la venta de los bancos al capital foráneo –tarea que realizó con denuedo Francisco Gil Díaz, a la sazón secretario de Hacienda de Fox–, sino que se propició una espectacular entrada de capitales españoles que, hoy en día, están en todas las áreas de la vida económica. En un listado de las empresas que la Secretaría de Economía entregó a Proceso en atención a una solicitud hecha por vía de la ley de transparencia, se observa que las firmas españolas se encuentran en actividades tan disímiles como insospechadas: se registran las ramas más conocidas de empresas con “más nombre”, como Telefónica (Movistar), Repsol, BBVA, Santander, Gas Natural, Unión Fenosa, Dragados, Meliá, Zara, Mapfre, Aena, OHL, CAF (la que construyó el recientemente inaugurado tren suburbano de Buenavista a Cuautitlán), Prisa (que edita El País) y la automotriz Seat… Pero hay otras dedicadas a servicios de cerrajerías, decoración de interiores, fabricación de jabones, detergentes y dentífricos; viveros forestales, aerotaxis, cultivo de árboles frutales, salones de belleza y peluquerías; bufetes jurídicos, y comercio de pescados y mariscos.Entre todas ellas destaca la presencia de la empresa GI-TECH, S.A. de C.V., que no sólo se dedica a la elaboración y comercialización de combustibles y lubricantes, sino también, de acuerdo con la lista de la Secretaría de Economía, a la refinación de petróleo…
Apertura en energía
De manera que, justamente cuando se discute la reforma del sector energético en México, las empresas españolas del ramo acechan las áreas que han estado tradicionalmente reservadas a la nación. De hecho ya ingresaron a algunos de esos sectores gracias a que el gobierno de Fox instrumentó cambios legales que le dieron vuelta a la Constitución y les permitieron entrar al gas, la electricidad y las energías alternativas, como lo hacen Repsol, Gas Natural, Iberdrola, Unión Fenosa y Endesa, entre otras.La oposición en México ha advertido reiteradamente las pretensiones de Repsol-YPF de invertir ante la posible apertura de Pemex, con el antecedente de que la propia paraestatal mexicana es propietaria de 4.9% de las acciones de Repsol (Proceso 1640). Alberto Montero considera que esta opción es clara, si se toman en cuenta esa relación de Pemex y Repsol, y el retiro de ésta “de algunos países de América Latina donde se encontraba con una oposición fuerte, como Bolivia o Ecuador, por lo cual ahora se ha centrado en Brasil y el Golfo de México, en donde tiene menos hostilidad”.En el caso del Golfo de México, mantiene, por cierto, una presencia importante en la parte estadunidense y cubana.
Mano de obra barata
Algunos de los mayores crecimientos de los capitales españoles se han registrado en los ramos inmobiliario y de la construcción de infraestructura.Aprovechando el boom de la construcción de vivienda que se inició en el sexenio pasado, especialistas y funcionarios de España invitan a invertir en ese sector con argumentos como los expuestos recientemente por la empresa AGM Abogados: “Cerca de 56 millones de mexicanos estarán en la banda de los 25 y 40 años de edad entre 2005 y 2020. Dicho rango de edad es el más representativo de aquellos que buscan adquirir su primera vivienda, lo cual representa un mercado potencial muy importante para el sector vivienda… (Por todo ello) creemos que el desarrollo de vivienda en México va a consolidarse como el sector económico de mayor crecimiento en los próximos años.”De la lista que la Secretaría de Economía entregó a este semanario, más de un centenar de empresas se dedican a todo tipo de actividades del ramo inmobiliario, pero los españoles también han sabido sacar ventajas de los planes de infraestructura de los gobiernos de Fox y Calderón. De hecho, el propio secretario de Comunicaciones y Transportes, Luis Téllez, reconoció a finales del año pasado que las firmas españolas son las que más han invertido en este sector –sólo en 2007, cerca de 3 mil millones de dólares, por encima de Estados Unidos–, sobre todo en la construcción y concesión de carreteras y vialidades, construcción de aeropuertos, desarrollo de telecomunicaciones y ferrocarriles. Portentos mexicanos de la construcción de infraestructura, como ICA, Ideal, Gutsa, Pinfra (antes Tribasa), han resentido la competencia de las firmas españolas que, con frecuencia, les ganan las licitaciones públicas.Y es que, al igual que Fox, Felipe Calderón ha insistido en atraer sus inversiones. Desde las oficinas gubernamentales se les ofrece el paraíso, como lo hacía Bancomext –y ahora ProMéxico– hace justo un año, en un seminario realizado en Zaragoza: Allí, funcionarios del banco decían a empresarios españoles: “Vayan a México, ahí encontrarán mano de obra barata y experimentada; la vecindad con Estados Unidos los acerca al mercado más grande del mundo; es una ventaja el idioma común y las culturas de trabajo similares. Todo es más barato: la electricidad, a seis centavos de euro el kilowatt por hora; el agua, 1.44 euros por cada mil litros; el gas, a ocho centavos de euro el metro cúbico. “Además de bajos impuestos y bajos costos de arrendamiento y construcción. Lo mejor: salarios base de apenas 95 centavos de euro por hora; prestaciones sociales, 77 centavos la hora, y seguridad social, 31 centavos de euro por hora.” Este es el tipo de promoción que, previsiblemente, harán en España Felipe Calderón y sus acompañantes.