domingo, mayo 13, 2012
Diputados citan a Suárez Coppel por pérdidas multimillonarias
Legisladores solicitan una explicación al director de Petróleos Mexicanos por las pérdidas de 398 mil millones de pesos registradas en su filial PEP, que funcionarios de la paraestatal habrían intentado ocultar, según la Auditoría Superior de la Federación. El caso, calificado por diputados como “el desvío más grande de recursos en la historia de Pemex” y “el hecho de corrupción más significativo a nivel nacional”. Para Jiménez Espriú, éste tendrá implicaciones legales. 
 El
 7 de mayo de 2012, e n conferencia de prensa, la presidenta de la 
Comisión de Vigilancia de la Auditoría Superior de la Federación (ASF) 
de la Cámara de Diputados, Esthela Damián Peralta, informó que la Cámara
 de Diputados solicitó la comparecencia del director de Petróleos 
Mexicanos (Pemex), Juan José Suárez Coppel, para que explique el 
ocultamiento mediante manipulaciones a los libros contables, de 398 mil 
564 millones de pesos, manipulación contable que se advierte como uno de
 los fraudes más cuantiosos en detrimento de las finanzas de la 
paraestatal.
El
 7 de mayo de 2012, e n conferencia de prensa, la presidenta de la 
Comisión de Vigilancia de la Auditoría Superior de la Federación (ASF) 
de la Cámara de Diputados, Esthela Damián Peralta, informó que la Cámara
 de Diputados solicitó la comparecencia del director de Petróleos 
Mexicanos (Pemex), Juan José Suárez Coppel, para que explique el 
ocultamiento mediante manipulaciones a los libros contables, de 398 mil 
564 millones de pesos, manipulación contable que se advierte como uno de
 los fraudes más cuantiosos en detrimento de las finanzas de la 
paraestatal.
El 17 de abril de 2012, Contralínea (edición 280)
 publicó que funcionarios de Pemex alteraron los libros contables de la 
subsidiaria Pemex Exploración y Producción (PEP) para ocultar una 
supuesta pérdida de 398 mil 564 millones de pesos, según documentó el 
último informe de la ASF a la paraestatal. La cifra representa 796 veces
 el llamado Pemexgate.
Damián Peralta, diputada del Partido de la Revolución Democrática 
(PRD), calificó el caso como “el desvió más grande de recursos en la 
historia de Petróleos Mexicanos y el hecho de corrupción más 
significativo a nivel nacional”. Por ello, explicó la legisladora, de 
manera urgente, “la Comisión Permanente del Congreso de la Unión pedirá 
que el director general de la paraestatal explique las graves 
irregularidades.”
De acuerdo con consideraciones de Javier Jiménez Espriú, quien en 
su larga trayectoria como servidor público se desempeñó como integrante 
del Consejo de Administración de Pemex, elaborar informes financieros “a
 modo” podría tener para el director de Pemex, Juan José Suárez Coppel, 
implicaciones en el ámbito de lo administrativo e incluso derivar en 
actuaciones en su contra de carácter penal.
Y es que la ASF determinó que en su carácter de director general 
deberá informarle al Consejo de Administración del traspaso contable que
 hizo de la pérdida que PEP tuvo en 2009, y las inconsistencias en los 
estados financieros.
El organismo de fiscalización concluyó también que de manera 
emergente los auditores externos que auditan los registros contables de 
la paraestatal informen de las posibles consecuencias o repercusión que 
las operaciones contables descritas resultarán para la paraestatal.
Dada la gravedad de las manipulaciones contables, la Auditoría 
determinó que el Órgano Interno de Control en Pemex deberá abrir 
investigaciones y en su caso iniciar el procedimiento administrativo 
correspondiente en contra de los funcionarios que instruyeron a las 
subsidiarias a traspasarle al Corporativo sus pérdidas de 2009 sin 
contar con la autorización del Consejo de Administración.
El fraude
Tal y como lo adelantó Contralínea, los fiscalizadores de la
 ASF detectaron que los funcionarios de Pemex alteraron los libros 
contables para ocultar pérdidas multimillonarias que la subsidiaria más 
importante –PEP– tuvo durante 2009, como consecuencia de deficiencias e 
irregularidades en las operaciones y administración.
Las pérdidas ascendieron a 398 mil 564 millones 718 mil 900 pesos. 
El saldo negativo simplemente “fue eliminado de la contabilidad de PEP, 
sin existir fundamento técnico ni normativo, y sin contar con la 
autorización del Consejo de Administración”, consigna el informe de la 
ASF.
La maniobra contable la operaron funcionarios del Corporativo, en 
Marina Nacional 329, y las subdirecciones de Administración y Finanzas. 
De acuerdo con los hallazgos de la Auditoría para no transparentar las 
pérdidas, desde el Corporativo de Pemex se giraron instrucciones a PEP 
para que eliminara de los libros contables la pérdida y se transfiriera a
 los libros contables de la empresa pública como un activo.
Este movimiento contable se realizó mediante el oficio 
DCF-SUCOFI-GC-56-2011, que el 3 de febrero de 2011, la Dirección 
Corporativa de Finanzas le envió a directivos de Exploración y 
Producción para que traspasaran la pérdida registrada en 2009, y que en 
los libros contables de Pemex Corporativo se registrara como una cuenta 
por cobrar. Es decir, la pérdida de 398 mil 564 millones 718 mil 900 
pesos, que era un saldo negativo “fue eliminado de la contabilidad de 
PEP, sin existir fundamento técnico ni normativo, y sin contar con la 
autorización del Consejo de Administración.”
Así se evitó que los estados financieros de PEP mostraran la 
pérdida obtenida en 2009, “al anularla, con un incremento en los activos
 de Pemex Corporativo en el rubro de Cuentas por Cobrar”, aunque en 
realidad era un activo inexistente.
La maniobra contable se hizo al margen del Consejo de 
Administración. En este caso, detectado recientemente por la Auditoría 
Superior, los auditores encontraron que los funcionarios de Pemex dieron
 cifras falsas en los informes oficiales para ocultar las pérdidas 
multimillonarias en PEP y transferirle el dinero del Corporativo.

Además de alterar, burdamente, los estados financieros, la 
manipulación contable tuvo otra consecuencia que en los estados 
financieros de Pemex no se revela la disminución real de la inversión 
del Corporativo en sus subsidiarias, ni la pérdida patrimonial de éstas,
 ya que el registro contable en Petróleos Mexicanos se realizó con un 
incremento en la cuenta Inversiones en Organismos Subsidiarios, sin una 
justificación técnica, porque no existió un incremento real en dichas 
inversiones.
“Los estados financieros dictaminados de Pemex Corporativo y Pemex 
Exploración y Producción no revelan en sus notas el tratamiento de la 
pérdida por 398 mil 564 millones 718 mil 900 pesos del ejercicio de 2009
 que PEP traspasó a Pemex Corporativo, por lo que se incumplió con la 
Norma de Información Financiera NIF A-7 ‘Presentación y revelación’, al 
no revelar en forma clara y comprensible la eliminación de la pérdida de
 PEP, ni el origen en el incremento de la inversión en Pemex 
Corporativo.”
Por el contrario, en los registros contables de Pemex se asentaron 
números falsos de supuestos incrementos en la cuenta de las inversiones 
de la paraestatal a sus subsidiarias, sin una justificación técnica, 
pues, en realidad, señala la ASF, nunca hubo un incremento real en esas 
inversiones.
Señala la Auditoría que “los estados financieros dictaminados de 
Pemex Corporativo y Pemex Exploración y Producción no revelan en sus 
notas el tratamiento de la pérdida por 398 mil 564 millones 718 mil 
pesos del ejercicio de 2009”.
En consideración de la Auditoría, los funcionarios de Pemex que 
participaron en las maniobras contables violaron la Ley General de 
Contabilidad Gubernamental, la Ley Federal de las Entidades 
Paraestatales y su reglamento y la Ley de Petróleos Mexicanos, entre 
otras.
Javier Jiménez Espriú, quien durante varias décadas se desempeñó 
como funcionario de Petróleos Mexicanos y como integrante del Consejo de
 Administración de numerosas empresas paraestatales y privadas, destaca 
la gravedad del tema: “Los hallazgos de la Auditoría no son más que la 
confirmación, ahora a través de una autoridad de prestigio por su 
acuciosidad, de lo que se ha estado denunciando en los últimos meses, 
que el director de Pemex maneja la paraestatal como si fuera de su 
propiedad, y que es un verdadero desorden lo que ocurre. Porque para él 
es una práctica repetitiva tomar decisiones tan delicadas sin informarle
 al Consejo, sin solicitar su aprobación y sobre todo ocultándole 
información”.
Agrega que “lo que evidencia la Auditoría Superior es de enorme 
gravedad porque son pérdidas y transferencias indebidas, 
multimillonarias, cantidades enormes que, supuestamente, se están 
perdiendo, pero no hay una explicación del por qué de esas pérdidas y sí
 un ocultamiento de esa información. No pueden simplemente borrar una 
pérdida o encubrirla trasladándosela al Corporativo, sencillamente, es 
gravísimo”.
Jiménez Espriú atribuye la manipulación de los informes y registros
 contables de la paraestatal como un mecanismo a modo para las 
decisiones políticas que en materia energética se han tomado en el 
actual gobierno, donde se habla de una nueva reforma que encamine a 
Pemex hacía una mayor privatización de las áreas que aún opera la 
entidad.
“Las finanzas de Pemex se manejan y se maquillan al deseo de
 las autoridades para establecer ciertas políticas. En las finanzas de 
Refinación, por ejemplo, siempre le agregan pérdidas para justificar que
 no se hagan refinerías, al argumentar que es mejor traer los refinados 
del extranjero; y en las finanzas de Exploración y Producción se borran 
las pérdidas para justificar que se incrementen las inversiones; es 
decir, es una manipulación de cifras verdaderamente al gusto de las 
autoridades.”
 
 
Multimillonario quebranto
 En consideración de expertos en materia fiscal, el efecto que para 
las finanzas del Corporativo tiene la transferencia de la pérdida de 
PEP, implica un quebranto por los mismos 398 mil 564 millones 718 mil 
900 pesos.
El abogado Gabriel Reyes Orona, exfuncionario en el ámbito fiscal, 
bancario y financiero, explica que “la operación que hicieron tanto los 
funcionarios de Pemex Corporativo como los de la subsidiaria Exploración
 y Producción, fue una simulación contable en la que, supuestamente, el 
Corporativo adquirió el crédito de la empresa subsidiaria, pero en 
realidad adquirió una cuenta que nació como incobrable, por lo que se 
genera el quebranto. O dicho de otra manera, la alta dirección y los 
funcionarios del área financiera y contable de Pemex hicieron un 
quebranto al Corporativo dado que la cuenta nació y es incobrable.”
El impacto para Pemex no es únicamente en el ámbito de su 
administración interna, pues, evalúa el experto en finanzas Gabriel 
Reyes Orona, “en los mercados internacionales podría considerarse que la
 paraestatal está falseando información financiera y ello le impactaría,
 sobre todo, en la colocación de la deuda en los mercados financieros. 
Por lo pronto, el mensaje que tendrán quienes consulten esa auditoría es
 que en Petróleos Mexicanos se hacen simulaciones contables para 
encubrir millonarias pérdidas por la ineptitud de sus directivos, pero 
sobre todo es la evidencia de que Pemex como empresa no cumple con los 
requisitos mínimos de transparencia, porque en este caso PEP oculta 
información sobre sus pérdidas operativas, simplemente las borraron, y 
eso es un delito penal”.
Ordeña de gas condensado en la Cuenca de Burgos
El robo de gas condensado en la Cuenca de Burgos comenzó en los sexenios panistas. Desde inicios de su gobierno, la Presidencia fue informada del modus operandi, también la Secretaría de la Función Pública, que declaró “incompetencia para investigar”. La omisión habría alentado los hurtos: a medida que avanzó el sexenio, el yacimiento se consolidó como una veta de negocios para la mafia con una industria paralela a Pemex que abastece a petroleras trasnacionales. 
 
Petróleos Mexicanos (Pemex) presentó en abril una tercera demanda 
en contra de compañías de origen estadunidense y europeo acusadas de 
comprar gas condensado robado por los cárteles de la droga en la Cuenca 
de Burgos, el yacimiento de gas que se ubica a lo largo de Tamaulipas, 
Nuevo León y Coahuila: uno de los más prolíficos del mundo.
En esta nueva acusación judicial ante las cortes de Texas, la 
paraestatal demanda a las empresas Conoco Phillips, Sunoco Marketing 
Partners LP, FR Midstream Transport, Marathon Petroleum, y dos filiales 
de la Royal Dutch Shell el resarcimiento económico por las supuestas 
compras ilegales de los hidrocarburos de su propiedad.
Para los cárteles de la droga los hidrocarburos son ahora tan lucrativos como la cocaína. Del oro negro
 comercializan desde petróleo crudo (que extraen de los oleoductos), 
gasolina y diésel (a través de tomas clandestinas instaladas en la red 
nacional de ductos), hasta todo tipo de lubricantes y refinados de pipas
 y camiones cisterna. Pero en especial el que les deja muy altos 
márgenes de ganancias por su alta demanda en el mercado es el gas 
condensado, subproducto que se obtiene en el proceso de extracción del 
gas natural.
La venta que hace Pemex de gas condensado no es a particulares, 
sino exclusivamente entre las subsidiarias que lo utilizan como materia 
prima en diversos procesos de producción. No obstante, desde 2006, 
cantidades industriales de condensado mexicano han inundado territorio 
estadunidense, donde se cotiza muy bien, particularmente para la 
elaboración de gasolinas de alta calidad. Ni una sola gota de ese 
condensado es legal, es decir, absolutamente todo es robado.
Entre 2010 y 2012, una veintena de compañías pequeñas, medianas e 
inclusive trasnacionales del sector energético han estado implicadas en 
transacciones mafiosas, según acciones judiciales en su contra que 
hablan de compras que habrían hecho a los traficantes vinculados o 
asociados con los cárteles de la droga mexicanos.
Las acusaciones promovidas por los abogados de Pemex –todas en 
cortes de Texas– incluyen a importadoras, transportistas, operadoras de 
ductos, de refinerías, comercializadoras de hidrocarburos y consorcios 
de la industria química principalmente.
Entre las compañías que judicialmente han sido implicadas destacan 
el caso de Murphy Energy, corporativo que produce aceites y gasolina que
 comercializa en sus propias gasolineras en todo Estados Unidos, 
instaladas junto a los Walmart y Sam’s, con el nombre de Murphy USA; 
también la Basf, el gigante mundial de la industria química; y ahora las
 subsidiarias de Shell, consorcio propiedad de la corona holandesa.
Abogados de algunas de las compañías demandadas por Pemex 
explicaron que “desde dentro de Pemex se les indicó comprarle el 
hidrocarburo a quien se lo compraron” y ese es, precisamente, el 
argumento de su defensa.
En marzo los abogados, quienes pidieron guardar su identidad dados 
los procesos jurídicos en curso, aseguraron que las adquisiciones que 
hicieron del gas condensado fueron inducidas desde el interior de Pemex.
 De lograr probar su dicho, el caso pondría en evidencia el nivel de 
infiltración que el crimen organizado tiene en la paraestatal.
Por lo pronto, en torno a este caso, hay muchos elementos que 
evidencian cómo la omisión oficial de parte del gobierno de Felipe 
Calderón contribuyó a que en su sexenio el yacimiento gasero se 
convirtiera en una veta de negocios del crimen organizado.
Incompetencia oficial
Ésta es la historia del impacto que tuvo la omisión de una denuncia
 que desde Pemex se envió a la casa presidencial y que por disposición 
de los más altos funcionarios fue sepultada:
Los robos de condensado en la Cuenca de Burgos inauguraron el último año de gobierno de Vicente Fox Quesada. En el tradicional año de Hidalgo,
 empleados de Pemex, de sus contratistas, empresas privadas y agentes 
aduanales asociados con cárteles de la droga hallaron en los 
hidrocarburos una atractiva veta de negocios.
El condensado era trasegado de cualquier punto del extenso 
yacimiento de 70 mil kilómetros cuadrados hasta la franja fronteriza de 
Tamaulipas y de allí, los embarques cruzados por las aduanas formales 
mediante documentos aduanales apócrifos en los que los cargamentos se 
registraban como si fuese nafta. Luego los embarques se llevaban hasta 
terminales y bodegas de las zonas portuarias de Texas para su 
almacenamiento temporal y posterior distribución a los compradores.
Entre 2008 y 2009 el Departamento de Justicia de Estados Unidos, la
 DEA (Drug Enforcement Administration), el FBI (Federal Bureau of 
Investigation) y el ICE (Immigration and Customs Enforcement) efectuaron
 una investigación que exhibió la implicación de importantes consorcios 
en la compra de condensado robado en Burgos con el auspicio de los 
cárteles de la droga y comercializado en ese país. Se identificó 
entonces a La Compañía –la dupla que formaban el cártel del Golfo y Los 
Zetas– como la organización detrás de ese negocio.
No fue sino mucho después de que las enjuició el gobierno de 
Estados Unidos que, en 2010, los abogados de Pemex presentaron la 
primera demanda en contra de algunas empresas. No obstante que desde 
2007 el gobierno de Calderón fue informado de las ordeñas en cantidades 
industriales y su destino, tal y como lo revelan documentos recibidos 
por la Presidencia de la República.

El 10 de agosto de 2007 la Presidencia de la República recibió una 
denuncia que detallaba que en Burgos diariamente 200 pipas eran llenadas
 con condensado y contrabandeadas hacia Estados Unidos. Desde la 
Secretaría de la Función Pública (SFP), el Ejecutivo declaró 
“incompetencia para investigar”.
Cita el documento: “En las aduanas de Reynosa y las que se 
encuentran cerca de ésta se está realizando el paso de productos 
pertenecientes a Petróleos Mexicanos, sin que estas aduanas soliciten a 
los exportadores ningún documento que acredite la propiedad de dichos 
productos. Realizando así el robo en contubernio con las autoridades de 
aduanas.
“La aduana de la ciudad de Reynosa y los puentes fronterizos que se
 encuentran cerca permiten el paso de carrostanque a Estados Unidos sin 
que se les pida ningún permiso ni procedencia del producto, realizándose
 un robo escandaloso ya que por ese lugar pasan al vecino país más de 
200 carrostanque por día.
“Como usted sabrá es una mafia entre Petroquímica Gas autoridades 
civiles y militares, así como agentes aduanales y lo más delicado, la 
Secretaría de Hacienda, ya que ésta jamás pide a quién se le compró el 
producto que se exporta a Estados Unidos; la única manera de evitar ese 
robo es que la aduana pida las facturas correspondientes de a quién le 
compran y los pagos que se hacen de este producto para enviarlo fuera 
del país [sic].”
Sin embargo, más peculiar fue la respuesta que el gobierno dio al 
denunciante a través de la Secretaría de la Función Pública: 
“Incompetencia para investigar”.
En la región gasera, a medida que crecía el robo, también aumentaba
 la participación de empleados de Pemex, así lo documentan los 
expedientes integrados por las contralorías internas de la paraestatal. 
El robo creció exponencialmente en respuesta a la demanda de condensado 
mexicano que se hacía desde territorio estadunidense. Para finales de 
2007, el 40 por ciento de todo el gas condensado que se producía en la 
Cuenca de Burgos era robado y contrabandeado hacia el vecino país del 
Norte.
Ante las contralorías internas de Pemex Exploración y Producción 
(PEP) y Pemex Refinación, trabajadores de Pemex denunciaron supuestas 
amenazas y golpes si se negaban a colaborar en la sustracción ilícita. 
La mayoría de esos expedientes fueron simplemente archivados por las 
autoridades. Muchas de esas indagatorias fueron promovidas ante la 
contraloría interna de Pemex Refinación, pero como la Cuenca de Burgos 
es una zona que administrativamente está a cargo de la subsidiaria PEP, 
los contralores simplemente aludieron a la incompetencia del Órgano 
Interno de Control a su cargo.
La referencia que de aquellos años tiene uno de los contralores de 
Pemex Refinación, es ilustrativa de cómo la burocracia administrativa 
acrecentó el ilícito:
“En una ocasión los especiales detuvieron docenas de pipas, estaban
 todas cargadas con condensado robado. Nos llevaron a nosotros, de la 
contraloría de Refinación, para levantar las actas. Tenían las unidades 
detenidas en Reynosa, cuando llegamos nos dimos cuenta que era un asunto
 que le competía a la contraloría de Exploración y Producción. Nos 
regresamos y ya no supimos si se investigó el asunto.”
El “asunto” no se investigó. No obra constancia de ellos en las 
indagatorias de la contraloría de PEP. Ante la omisión de las 
autoridades mexicanas se convirtió en un boyante negocio, descubierto de
 manera casi accidental, en un operativo binacional contra la 
delincuencia organizada entre Estados Unidos e Italia.

Operación cálculo
En 2008 la División de Operaciones Especiales del Departamento de 
Justicia, la DEA, el FBI y el ICE iniciaron el llamado Project Reckoning
 (Operación Cálculo) para la detención de miembros del crimen 
organizado. En septiembre detuvieron a 12 residentes de El Valle del Río
 Grande, acusados de narcotráfico y lavado de dinero.
Entre los detenidos estaba Luis Ariel Rivera Rodríguez, un mexicano
 nacionalizado estadunidense, quien tenía consigo más de un millón 100 
mil dólares en efectivo. Rivera declaró que una parte de ese dinero era 
el pago del gas condensado comercializado en Estados Unidos. Reveló que 
en México eran el cártel del Golfo y Los Zetas quienes daban la 
autorización para su sustracción y comercialización.
A partir de esa declaración y de indagatorias propias, las autoridades estadunidenses establecieron el modus operandi:
 compañías contratistas transportaban el condensado extraído de los 
campos petroleros de Burgos. Posteriormente, el gas se transfería a 
otras pipas y las de los contratistas se rellenaban con agua, misma que 
los empleados de Pemex recibían como si fuese el hidrocarburo a cambio 
de sobornos. Luego el condensado se trasegaba por las aduanas 
fronterizas de Tamaulipas hacia Estados Unidos, donde los agentes y 
funcionarios aduanales autorizaban su paso con pedimentos falsos que 
identificaban el hidrocarburo como nafta, a cambio de sobornos.
Leer mas AQUI. 
Destrucción y robo del patrimonio arqueológico nacional

En 11 años de gestiones panistas, al menos 300 inmuebles y 3 mil 14
 piezas arqueológicas e históricas fueron afectadas parcial o 
totalmente, revela información oficial. Se trata de los 722 casos por 
robo, daño o destrucción del patrimonio arqueológico e histórico de la 
nación alertados al Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH)
 por civiles y autoridades.
A pesar de las cifras, el Intituto sólo ha conseguido que la 
Procuraduría General de la República (PGR) abriera 481 averiguaciones 
previas por violaciones a la Ley Federal sobre Monumentos y Zonas 
Arqueológicos, Artísticos e Históricos, en ese mismo lapso. Las 
denuncias penales comprometen 4 mil 235 piezas muebles y 106 inmuebles 
dañados. Aunque la PGR investiga más casos respecto de las piezas 
muebles que fueron reportadas al INAH, en el caso de los bienes 
inmuebles se indagan 194 casos menos.
De acuerdo con información obtenida por Contralínea –a 
través de la Ley Federal de Transparencia y Acceso a la Información 
Pública Gubernamental–, los ilícitos incluyen robo; tráfico de piezas; 
saqueo; traslado ilegal de piezas; demolición de construcciones 
originales; daño a petrograbados; afectaciones por maquinaria pesada; 
destrucción por proyectos carreteros, habitacionales y petroleros; 
extracciones; pintas con aerosol, o trabajos de restauración erróneos. 
Además, algunas construcciones han sido afectadas por incendio o 
inundación.
 
 
Los responsables
Las 205 fojas entregadas a Contralínea revelan que incluso 
la paraestatal Petróleos Mexicanos (Pemex) ha contribuido a la 
destrucción de vestigios. Una denuncia registrada en 2009 acredita que 
el proyecto Aceite Terciario del Golfo abrió una brecha que conduce a 
una plataforma de Pemex. Ésta pasa supuestamente a sólo 80 metros del 
sitio arqueológico Vista Hermosa en el municipio de Papantla, Veracruz, 
cuando el margen mínimo permitido es de 150 metros.
Otra de las denuncias, registrada en ese mismo año, da cuenta de 
que la paraestatal “proyectaba” construir una plataforma sobre un sitio 
arqueológico de 13 estructuras en el municipio de Chicontepec, Veracruz.
El INAH  también recibió otra denuncia por la supuesta afectación 
parcial del sitio arqueológico El Garro, en el municipio de Isla, 
Veracruz: la compañía de transporte y construcción Trasecol, SA de CV, 
habría utilizado el área como banco de material.
De 2000 a 2011, la delegación veracruzana recibió por lo menos dos 
denuncias más por el uso de montículos arqueológicos como banco de 
material. También en 2009, el Centro INAH Veracruz fue notificado de que
 se llevaban a cabo obras de construcción de maquiladoras que habrían 
provocado una probable alteración y saqueo de piezas en el sitio 
arqueológico ubicado en la cabecera municipal de Amatlán de los Reyes.
Según la información –de la que Contralínea posee copia– no 
sólo la negligencia de las autoridades y empresarios ha causado daño y 
destrucción, pues, a la par, los ciudadanos no contribuyen a la 
salvaguarda de los bienes nacionales.
Tal fue el caso de un monumento histórico atacado por los propios 
residentes: a pesar de que el Instituto Nacional de Antropología e 
Historia ordenó la suspensión de la obra, en 2005 particulares 
demolieron el muro testero. El inmueble se ubicaba en el centro de 
Tulancingo, Hidalgo.
También en ese año, un inadecuado trabajo de restauración de 
personal inexperto ocasionó daños a 10 pinturas murales. Dichas obras, 
considerados monumentos históricos, se encuentran en el Exconvento de 
San José, municipio de Tula, Hidalgo.
El impacto de un vehículo en 2007 a la entrada del templo de la 
comunidad de Xochitlán de las Flores, municipio de Tula de Allende, en 
esa misma entidad, causó daños al atrio de la capilla considerada 
también monumento histórico.
En 2009 y sin que se especifique si la alerta fue objeto de 
denuncia penal, se da cuenta del supuesto desmantelamiento de una 
pirámide de piedra lisa en el predio de Esteban Acosta García, en 
Misantla, zona arqueológica Paxil, en Veracruz.
Con fecha del 9 de noviembre de 2005, se denunció un siniestro en 
la Misión de San Francisco Javier de Jicamuracho, municipio de Uruachi, 
Chihuahua. Los daños se presentaron por incendio. Además de afectarse la
 cubierta y la pintura interior del inmueble, se dañaron nueve pinturas 
del siglo XVIII consideradas bienes muebles históricos. Entre las obras 
se encontraban los óleos titulados La dolorosa, San Francisco de Asís, Sagrada familia, Inmaculada concepción y San José con el niño.
El INAH es responsable de la protección de los monumentos 
arqueológicos construidos antes de 1521, y de los históricos a partir de
 ese año y hasta 1900 –periodo que comprende también el arte sacro–, así
 lo establece la Ley Federal sobre Monumentos. Sin embargo, la Auditoría
 Superior de la Federación emitió dictamen negativo al considerar que no
 cumple con su principal encomienda.
 
 
Índice de saqueo y destrucción
Entre los inmuebles dañados o destruidos se encuentran sitios y 
monumentos arqueológicos, montículos prehispánicos, basamentos 
piramidales, obras hidráulicas antiguas, muros y bardas con valor 
histórico, capillas, templos, portales y atrios.
Las piezas muebles van desde vasijas, cántaros, platos, figurillas
 arqueológicas, fragmentos de petrograbados, ofrendas y restos humanos, 
cerámica, herramientas y armas prehispánicas, discos de obsidiana, 
piedras talladas y piedras preciosas; hasta pinturas, esculturas, 
imágenes, lienzos y óleos de carácter religioso y objetos sacros, como 
cálices, campanas y coronas, entre otros.
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Con el “presidente del empleo”, más de 8 millones en la calle
Felipe Calderón Hinojosa, autoproclamado “presidente del empleo”, cierra su administración con más de 8 millones de mexicanos en el desempleo, según la UNAM, 300 por ciento más que la cifra reportada por el Inegi (que apenas alcanza los 2 millones de “desocupados”). Los estados más afectados por la violencia, con el mayor número de desempleados. La informalidad predomina en el sexenio calderonista. 

Egresada de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), Sara
 lleva dos años sin empleo. La joven de 28 años estudió la licenciatura 
de diseño y comunicación visual en la Escuela Nacional de Artes 
Plásticas. Desde entonces ha sido vendedora de membrecías, secretaria, 
cajera y recientemente colocó una manta afuera de su casa con la leyenda
 “se hacen trabajos escolares”.
Se le nota cabizbaja. “Estoy muy triste y desesperada”, declara, entre muecas y ojos húmedos.
En el país, más de 8 millones de personas se encuentran en el 
desempleo, de acuerdo con información del Centro de Análisis 
Multidisciplinario (CAM) de la Facultad de Economía de la UNAM.
Pese a que con los desempleados se podría llenar el Estadio Azteca 53 veces, a Sara
 no le sorprende la cifra. Su papá, su mamá, algún tío y otros 
compañeros con los que cursó la carrera están en la misma situación.
“El Borras es un artista muy talentoso. Después de años sin 
encontrar trabajo entró a un taller a hacer serigrafía. Le pagaban dos 
pesos por bolsa que imprimiera. Al final, por un mes de trabajo, le 
dieron 500 pesos y le quedaron a deber 200. El segundo mes le querían 
pagar por impresión 50 centavos. Dejó de ir.”
El Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) 
contabiliza 2 millones 437 mil 409 personas “desocupadas” en México. Sin
 embargo, el CAM cuenta con otra cifra muy superior: calcula que son 8 
millones 710 mil 108 las personas con interés en trabajar que no 
encuentran empleo. El Centro, dependiente de la UNAM, revela que el 
gobierno federal oculta al 72 por ciento de la población desempleada, 
además de que no contempla a quienes sufren una situación crónica de 
desempleo.
“Mandé cientos y cientos de correos, fui a entrevistas, llamé por teléfono. En unos lugares pagaban muy poco. Hay trabajo en el call center y en las ventas, pero es por comisión. Está cabrón, si estudiaste una carrera”, agrega Sara.

La diferencia en las cifras, señala el Reporte de investigación 95,
 se debe a que la metodología que utiliza el Inegi no es la adecuada. 
Luis Lozano Arredondo, miembro de dicho Centro, explica que fue a partir
 del panismo que el Inegi evadió la metodología internacional para hacer
 cálculos de empleo y desempleo.
El también profesor de la Facultad de Economía agrega que en 2005 
la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) le
 pidió al gobierno mexicano homologar la metodología del desempleo de 
acuerdo con los criterios internacionales. “El rector de estadísticas de
 la OCDE le mandó un oficio a Gilberto Calvillo Vives, entonces director
 del Inegi, donde le decía que revisara la metodología para el cálculo 
del desempleo”.
Como consecuencia del desacato, México presenta una tasa menor de 
desempleo que nueve de los 11 países miembros de la OCDE, entre los que 
se encuentran Canadá, Francia, Alemania, Grecia y España.
Ante ello, los investigadores del CAM aseguran que las cifras que 
arroja el Inegi han sido utilizadas políticamente por el presidente 
Felipe Calderón, quien hasta asegura que durante su gestión se ha 
superado  el récord en la generación de empleos.
La aseveración más reciente del mandatario fue durante su visita a 
la presa La Yesca, en marzo de 2012, donde dijo: “El año pasado 
generamos casi 600 mil nuevos empleos; ahora en dos meses llevamos 181 
mil, lo cual es una buena noticia que refleja no sólo la recuperación 
económica del país, sino lo más importante, que hay empleos formales 
para los mexicanos”.
Los autores del documento establecen que la tasa de desocupación no
 corresponde con la tasa de desempleo, la cual se ha agudizando desde 
que en diciembre de 2006 Felipe Calderón asumió la Presidencia de la 
República, al pasar del 12.7 por ciento a la cifra más alta que alcanzó:
 el 16.4 por ciento. Mientras, el Inegi reportó, de 2006 a 2011, como 
tasa de desocupación, un rango del 3.5 por ciento al 6.2 por ciento, lo 
que muestra una diferencia de al menos 10 puntos porcentuales entre 
ambas mediciones.
Para el presidente de la Comisión de Trabajo y Previsión Social de 
la Cámara de Diputados, el priísta Leobardo Soto Martínez, la variación 
en las cifras se explica por la eventualidad y la informalidad de los 
empleos; sin embargo, confía plenamente en los datos del Inegi: “Son 
cifras con mucha seriedad”.
Aún con ello, asegura que el “presidente del empleo” le falló a 
millones de trabajadores y a millones de mexicanos, al carecer de una 
política económica que reactivara la economía y generara más empleos. La
 tarea, dice, queda pendiente para el nuevo gobierno.
Francisco Hernández Juárez, diputado federal de extracción 
perredista, se declara “totalmente de acuerdo en que el gobierno miente 
con las estadísticas: quiere vender la idea de que es un buen gobierno; para dar una visión optimista del escenario que vivimos, maquillan
 las cifras para justificar que es así. El empleo y la democracia 
pasaron a segundo plano para Felipe Calderón cuando, al llegar a la 
presidencia con poca legitimidad, diseñó la lucha contra el 
narcotráfico, estrategia que le haría ganar credibilidad”.
 
 
La reforma laboral o la precarización del empleo
 José Gerardo de los Cobos Silva, integrante de la Comisión del 
Trabajo, refiere que para la generación de empleos el gobierno federal 
requería de la reforma laboral que su partido, Acción Nacional (PAN), 
impulsa desde 2003 y que, asegura, el Partido Revolucionario 
Institucional (PRI) ha bloqueado.
“Para que haya más empleo necesitamos modernizar el marco jurídico.
Leer mas AQUI.
Salario cae 42% durante el calderonismo
Con Calderón, el poder adquisitivo del salario mínimo de los trabajadores ha decaído en 42 por ciento, según datos de investigadores de la UNAM. De diciembre de 2006 a febrero de 2012, el salario mínimo nominal diario pasó de 48.57 a 62.33 pesos; en tanto, el precio de la Canasta Alimenticia Recomendable se incrementó más del doble: de 80.83 a 197.96 pesos. La Comisión del Trabajo de la Cámara de Diputados “no ha hecho nada”; el diputado perredista Francisco Hernández reconoce: “Ni siquiera hemos sesionado una sola vez en este año”. El momento más crítico para los bolsillos de los mexicanos llegó con el neoliberalismo.
 
  
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 

En México por lo menos el 75 por ciento de la población ocupada no 
tiene acceso a la Canasta Alimenticia Recomendable, que incluye 38 
productos cuyos nutrientes son los mínimos necesarios para una adecuada 
alimentación.
“Y eso sin considerar otros gastos”, acota Luis Lozano Arredondo, 
economista integrante del Centro de Análisis Multidisciplinario (CAM) de
 la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM). Acorde con lo que 
establece la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, el 
Estado debería garantizar al pueblo el acceso a la canasta básica 
constitucional que además de los alimentos, incluye vestido, calzado, 
vivienda, transporte, salud, educación, esparcimiento, cultura y 
servicios.
De acuerdo con el CAM, al 13 de febrero de 2012 el precio ponderado
 –es decir, de consumo diario– de la Canasta Alimenticia Recomendable 
para una familia de cinco integrantes es de 197 pesos con 96 centavos. 
Considerando que el salario mínimo actual es igual a 62.33 pesos, tan 
sólo el 24.14 por ciento de la población ocupada, la que percibe más de 
tres salarios mínimos, podría adquirir los artículos de ésta.
Datos del Instituto Nacional de Geografía y Estadística, del cuarto
 trimestre de 2011, revelan que 47 millones 836 mil 56 de personas están
 ocupadas. De éstas, 4 millones 175 mil 661 (el 8.72 por ciento) no 
reciben ingresos; 27 millones 40 mil 589 (el 56.52 por ciento), como 
máximo tres salarios mínimos; y 11 millones 549 mil 694 (el 24.14 por 
ciento), arriba de tres salarios mínimos.
Lo anterior es reflejo de la pérdida del poder adquisitivo del 
salario mínimo en el país, es decir, del bajo crecimiento de los 
salarios nominales respecto del comportamiento de los precios.

Según un estudio elaborado por el CAM, que tiene su sede en la 
Facultad de Economía de Ciudad Universitaria, en lo que va de la gestión
 de Felipe Calderón Hinojosa dicha pérdida ha sido del 42 por ciento. 
Del 1 de diciembre de 2006 al 13 de febrero de 2012, el salario mínimo 
nominal diario pasó de 48.57 a 62.33 pesos; en tanto, el precio de la 
Canasta Alimenticia Recomendable ponderada se incrementó más del doble: 
de 80.83 a 197.96 pesos.
A principios del sexenio, con un salario mínimo se podían comprar 
4.85 kilos de frijol bayo o 48.67 piezas de pan; actualmente sólo 2.79 
kilos o 38.95 piezas. Alcanzaba para 7.22 kilos de tortilla o 4.2 kilos 
de huevo; ahora sólo para 5.66 o 3.02 kilos, respectivamente.
Asimismo, mientras en diciembre de 2006 una persona tenía que 
laborar 13.19 horas diarias para poder adquirir la Canasta, al 13 de 
febrero de este 2012 tuvo que hacerlo durante 25.41 horas.
En este contexto, para sobrevivir, las familias mexicanas tienen 
que emplearse horas extra o incorporar a otros de sus miembros al 
mercado laboral. También, en detrimento de su propia salud, han optado 
por consumir alimentos de menor calidad pero que satisfacen la sensación
 de apetito. O productos que anteriormente eran objeto de pepena, 
explica David Lozano Tovar, integrante del CAM.
“Del total de niños de educación primaria y preescolar, el 70 por 
ciento va a la escuela con jamón y salchichas de dudosa calidad. En 
México tenemos un problema de obesidad infantil que realmente, siendo 
críticos y duros, es obesidad por pobreza”, sentencia el investigador.
 
 
La Comisión de Trabajo del legislativo, “sin hacer nada”
 Mientras el salario de los trabajadores pierde poder, la Comisión 
de Trabajo y Previsión Social del Congreso de la Unión permanece inerte.
 Francisco Hernández Juárez, secretario de la misma, manifiesta: “La 
Comisión de Trabajo está desintegrada. Todos los diputados del PRI 
(Partido Revolucionario Institucional) pidieron licencia y renunciaron a
 la Comisión de Trabajo. Ni siquiera hemos sesionado una sola vez en 
este año”.
A escasos cuatro meses de que la LXI Legislatura concluya sus 
labores, el legislador reconoce: “Literalmente no hicimos nada”. Las 
evidencias en la página electrónica de la Cámara de Diputados lo 
respaldan: a diferencia de otras, la Comisión del Trabajo carece de un micrositio que informe las acciones emprendidas.
Respecto de la pérdida del poder adquisitivo del salario mínimo 
durante este sexenio, el diputado del Partido de la Revolución 
Democrática dice que “estaba previsto que ocurriera”, pues la política 
económica en México, basada en “recetas” neoliberales del Fondo 
Monetario Internacional, se enfoca en “beneficiar a unos cuantos y 
empobrecer a la mayoría de la población”. Refiere que, no obstante los 
altos niveles de pobreza en el país, en éste habita el hombre más rico 
del mundo.
Para Leobardo Soto Martínez, presidente de la Comisión de Trabajo y
 Previsión Social, en la raíz del actual deterioro del poder adquisitivo
 de los salarios está la falta de “una política económica con un amplio 
sentido social”, que regule el outsourcing (subcontratación) y que elimine, por ejemplo, el gravamen a prestaciones y la “figura jurídica del pago por honorarios”.
Está también la “ineficiencia” de los titulares de las secretarías 
del Trabajo y Previsión Social y de Economía, quienes “dejaron mucho que
 desear; se dedicaron a otros temas, menos a incentivar el empleo y 
mejorar el salario”.

A decir del diputado del Partido Revolucionario Institucional, las 
prestaciones que contemplan los contratos colectivos de trabajo son lo 
único que ha ayudado a los trabajadores a enfrentar esta “situación 
económica tan difícil”. Y agrega: “Aquellos trabajadores que están en la
 informalidad son los que más han sufrido la caída del poder 
adquisitivo”.
Leer mas AQUI.
Periodismo mexicano en Silencio forzado
Militares, policías federales y servidores públicos encabezan la lista de agresores contra la prensa mexicana, documenta Artículo 19. La organización internacional, con oficinas en México y Centroamérica, contabilizó 172 casos que inhibieron la libertad de expresión en 2011. Los hechos: asesinatos, desapariciones y ataques explosivos a las instalaciones de los medios de comunicación, entre otros.

San Diego, California, Estados Unidos. Más de 170 ataques fueron 
perpetrados contra la prensa mexicana en 2011, consecuencia de la 
“guerra” declarada contra el crimen organizado por Felipe Calderón 
Hinojosa desde que ascendió al poder. Militares, policías federales y 
servidores públicos son los principales agresores de la libertad de 
expresión.
La organización internacional Artículo 19 ?con oficinas en México y Centro América?, documenta en Silencio forzado. El Estado, cómplice de la violencia en México. Informe 2011, un total de 172 agresiones contra periodistas, trabajadores de medios e instalaciones de los mismos, tan sólo el año pasado.
De origen inglés, Artículo 19 trabaja desde hace más de 20 años en 
la defensa y promoción de la libertad de expresión en el mundo. Esta 
organización identifica que los ataques del año pasado consistieron en: 
nueve asesinatos contra periodistas, dos asesinatos de trabajadores de 
medios, dos desapariciones de comunicadores y ocho agresiones con armas 
de fuego o de explosivos contra instalaciones de medios.
Entre las entidades que presentaron el mayor número de periodistas y
 medios agredidos se encuentran: Veracruz con 29; el Distrito federal 
con 21; Chihuahua y Coahuila con 15 cada uno; y Oaxaca con 11 casos.
“Lo anterior –indica el informe–, en medio de una crisis de 
“seguridad pública” en el país con origen en el crecimiento y expansión 
de los grupos de la delincuencia organizada, las pugnas cada vez más 
violentas entre ellos y el papel asumido por la Policía Federal y las 
Fuerzas Armadas en la estrategia para enfrentarlos”.
Según la organización internacional, “la dificultad para 
restablecer las condiciones de seguridad en varias zonas del territorio 
nacional ha obligado al gobierno federal a iniciar operativos 
coordinados entre la Marina, el Ejército y la Policía Federal, que han 
implicado el despliegue de unos 49 mil 650 efectivos militares, según 
datos de la Defensa Nacional hasta 2010”.
México, sin cultura de respeto a la prensa
En el contexto del taller internacional para periodistas en riesgo, Mundos distintos, amenazas similares–organizado por el Institute of the Americas y su vicepresidente Lynne Walker, WAN-IFRA y Artículo 19–, el periodista Javier Darío Restrepo comentó que el riesgo al que se enfrentan los periodistas en tiempos violentos, no sólo se relaciona con la amenaza de hombres armados, sino que también se enfrentan a reprimendas tras la denuncia de actos de corrupción en diferentes esferas de poder. “Son las dos violencias a las que nos exponemos cuando hacemos periodismo en estas tierras [de América] y en muchas otras”.
Rodrigo Bonilla, coordinador del departamento de libertad de prensa
 de la  Asociación Mundial de Periódicos y Editores de Noticias 
(WAN-IFRA, por su sigla en inglés), con sede en París, Francia, dice que
 la causa de la violencia contra los comunicadores mexicanos es 
estructural: “No existe una cultura de respeto a la prensa. No hay la 
idiosincrasia de que el periodista es un ciudadano informado y con un 
rol particular e importante, si es que la sociedad quiere ser 
democrática.
“Esto se mide con el nivel de agresividad de las autoridades frente
 a la prensa, la falta de voluntad política en proteger a los 
periodistas y la inmovilidad de la opinión pública, frente a lo que se 
está viviendo. En otras sociedades, si la prensa estuviera viviendo lo 
que la mexicana habría marchas continuas”, comenta.
 
  
El Estado, principal perpetrador
 El
 informe de Artículo 19 evidencia que el principal agresor de la prensa 
mexicana es el gobierno, en sus tres niveles. De los 303 agravios 
registrados, el 53.4 por ciento fue cometido por servidores públicos o 
funcionarios de distinto rango.
El
 informe de Artículo 19 evidencia que el principal agresor de la prensa 
mexicana es el gobierno, en sus tres niveles. De los 303 agravios 
registrados, el 53.4 por ciento fue cometido por servidores públicos o 
funcionarios de distinto rango.
La lista muestra que, a nivel federal, los principales agresores 
fueron los militares, con 45 casos; integrantes de la Policía Federal 
con 36; y servidores públicos con 17. En los estados, 77 casos 
ocurrieron de manos de agentes locales, en tanto que 44 fueron por parte
 de funcionarios. Mientras que otros adscritos a gobiernos municipales 
incurrieron en 47 y su policía contó 37.
El periodista Javier Arturo Valdez Cárdenas, uno de los fundadores del semanario sinaloense Ríodoce,
 indica que el problema de violencia que hay en el país y, en 
consecuencia, para con el gremio periodístico “es síntoma de la pobreza,
 la falta de oportunidades, el desempleo. Un país que debería 
avergonzarnos a todos porque los jóvenes no pueden estudiar y son 
rechazados de las escuelas públicas”.
Galardonado en diciembre de 2011, con el Premio Internacional a la 
Libertad de Prensa del Comité para la  Protección de Periodistas, Javier
 Arturo enumera los diversos factores que afectan el trabajo 
periodístico en el país: “La división de los principales cárteles, una 
política del gobierno antinarco muy torpe y la falta de 
investigación y persecución de políticos y empresarios involucrados en 
la delincuencia organizada, aunada a los banqueros que lavan dinero. Todo esto, sin incluir políticas sociales que atiendan el problema de la miseria.
“Lo otro son factores históricos: mucha de la droga que pasaba por 
aquí, ahora se queda. Los cárteles están en medio de un proceso de 
degeneración impresionante, su distintivo es la crueldad, ya no hay nada
 que los detenga. Cada suceso es para sorprendernos y lamentarnos más de
 estos niveles de violencia”, comenta.
David García Davish, director y fundador de la agencia de noticias Quadratín,
 en Michoacán, apunta que en su estado, al igual que el resto de la 
república, se han acrecentado los riesgos para cumplir con la tarea 
profesional periodística. Sin embargo, es optimista y agrega que 
“empieza, aunque de manera incipiente, a manifestarse una preocupación 
en el gremio. Se comienzan a interesar en la organización y en llevar a 
cabo protocolos que permitan blindarnos y protegernos en lo personal”.
 
24 millones sin ejercer en protección
Contrario al clima de impunidad y violencia que impera en la sociedad, el gobierno federal −a través de la Secretaría de Gobernación− subejerció poco más de 24 millones de pesos, destinados a la creación de políticas en materia de prevención y protección. Los recursos públicos debieron ser canalizados mediante el Mecanismo de Protección a Periodistas.
Leer mas AQUI.
Panismo: 109 periodistas asesinados o desaparecidos
De 2001 a 2012 han ocurrido, al menos, 109 asesinatos y desapariciones de periodistas. De éstos, 79 se cometieron en la actual administración de Felipe Calderón. El 28 de abril, la periodista Regina Martínez Pérez, corresponsal de la revista Proceso, fue asesinada en Veracruz.
En la conmemoración de Día Mundial de la Libertad de Prensa (3 de mayo), los cuerpos de los fotorreporteros Gabriel Huge y Guillermo Luna fueron encontrados en el canal veracruzano de La Zamorana, según informó la Procuraduría General de Justicia del Estado, entidad gobernada por Javier Duarte Ochoa
La tasa de agresiones contra el gremio periodístico ha crecido 2 mil 500 por ciento respecto del sexenio de Ernesto Zedillo. A la celebración del Día Mundial de la Libertad de Prensa, México llega como uno de los países más peligrosos para ejercer la profesión.

El ejercicio periodístico en México se clasifica como una labor 
riesgosa. Organizaciones internacionales de protección a periodistas y 
defensa de la libertad de expresión, como Reporteros sin Fronteras y 
Artículo 19, señalan a México como el país más peligroso de América 
Latina para ejercer esta profesión.
El número de ataques contra la libertad de expresión va en aumento.
 Es a partir de 2006 cuando se empiezan a registrar los niveles más 
altos de agresiones contra periodistas, y con mayor violencia. A decir 
de Javier Sepúlveda Amed, director general del Programa de Agravios a 
Periodistas y Defensores Civiles de Derechos Humanos de la Comisión 
Nacional de los Derechos Humanos (CNDH), los ataques a la labor 
periodística hieren inherentemente de gravedad la democracia del país.
De acuerdo con registros consultados por Contralínea, 
durante los 12 años de administraciones federales a cargo del Partido 
Acción Nacional (PAN), el recuento de periodistas asesinados y 
desaparecidos asciende a 109, de los cuales 30 ocurrieron durante el 
gobierno de Vicente Fox (1 de diciembre de 2000 a 30 de noviembre de 
2006): 26 fueron asesinados y de cuatro más se desconoce su paradero; en
 la administración de Felipe Calderón (1 de diciembre 2006 a la fecha) 
se registran 79 víctimas: 67 homicidios y 12 desapariciones.
En suma, 93 periodistas asesinados y 16 desaparecidos es el saldo 
que arroja el panismo en materia de libertad de expresión hasta ahora.
A decir de Javier Sepúlveda, se espera que el número de agresiones 
no crezca en los meses restantes de esta administración. Sin embargo, 
las estadísticas reflejan que los casos se siguen presentando e incluso 
se han triplicado: de diciembre de 2006  a la fecha el número de 
asesinatos contra trabajadores del medio ha crecido 246 por ciento 
comparado con el sexenio anterior. Las desapariciones han presentado un 
303 por ciento más de incidencia durante esta administración de Felipe 
Calderón.

Las condiciones actuales de la libertad de expresión en México le 
han valido la clasificación de país en situación difícilpara la labor 
periodística, documenta Reporteros sin Fronteras. Así mismo, en el ranking
 2011 que emite anualmente esta organización, México ocupa la posición 
149 de 179 países evaluados: “Han sido cinco años muy difíciles y 
violentos, se mantiene la cantidad de asesinatos y desapariciones. Desde
 2006 México se ha clasificado así (como país en situación difícil) y 
permanece”, asegura Balbina Flores, representante en México de 
Reporteros sin Fronteras.
A partir de 2006 la incidencia de los ataques contra periodistas en
 México se recrudece, y es durante 2008 y 2010 que alcanza su punto más 
álgido. Balbina Flores sostiene que la situación hostil que vive el 
gremio es resultado de la estrategia de seguridad del actual gobierno de
 Felipe Calderón. Daniela Hernández, coordinadora del Área de Educación e
 Investigación del Centro Nacional de Comunicación Social (Cencos) 
coincide: “A raíz de la estrategia de seguridad (de este sexenio) hubo 
una escalada de violencia”. Sin embargo, aun cuando se han adjudicado 
las agresiones a la delincuencia organizada, se sabe que los 
responsables de dichos ataques, hasta en un 49 por ciento de los casos, 
son las autoridades y las fuerzas de seguridad pública. Así lo documenta
 Reporteros sin Fronteras, la Comisión Nacional de los Derechos Humanos y
 algunas otras organizaciones como Cencos y Artículo 19.
La representante de Reporteros sin Fronteras explica que este 
fenómeno no es nuevo. A nivel mundial, y principalmente en América 
Latina, las autoridades suelen ser quienes cometen el mayor número de 
agravios. Sin embargo, una nueva tendencia de ataque hacia la prensa en 
México son las agresiones contra las instalaciones de los medios de 
comunicación. Balbina Flores asegura que en los seis años recientes se 
observa un particular interés por atacar colectivamente a quienes 
ejercen la labor periodística a través de agresiones a los edificios de 
los medios de comunicación. Un caso emblemático es el del diario El Mañana
 en Nuevo Laredo, Tamaulipas, cuando en 2006 fueran atacadas sus 
instalaciones y parte de su personal con armas de fuego y granadas de 
fragmentación.
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