domingo, mayo 04, 2008

Seguridad nacional y petróleo

El siguiente es el video tomado por radioAMLO TV en el foro organizado por el Club de Periodistas A.C. con el tema: Seguridad nacional y petróleo.

Invitados: Gral. Roberto Badillo y Dr. Juan Ramón Jiménez.
Moderadora: Celeste Saenz de Miera.
2 de mayo de 2008



www.radioamlo.tv

José Hernández: Los medios de comunicación

Círculo de Estudios Copa y TV Ciudadana presentan:

Conferencia del gran monero José Hernández, jornalero y uno de los hijos del Averno, sobre los medios de comunicación en México, en especial la televisión comercial y la radio. Nos explica con gran sentido del humor (¿tendrá algo de gracioso el asunto?) de cuántas y tan extrañas maneras estos medios que los grandes capitales y el gobierno de facto han arrancado a la Nación, nos mienten cotidianamente. TVCiudadana considera que es urgente la expropiación y nacionalización de esas corporaciones como Televisa y TV Azteca, cuyos únicos objetivos son lucrar y mantener en el nivel educativo más bajo al televidente. TVCiudadana recomienda el sitio de José Hernández: www.monerohernandez.



El video fue tomado en la Escuela Nacional Preparatoria #1 de la UNAM

REVISTA ELECTRÓNICA CIUDADANA REVOLUCIONES Número 05


Abril:

Guerra mediática en Santa Cruz: unos insultan, otros convocan
Enviado por Indy La Paz
Desde Santa Cruz
Naturalmente, los grandes medios de información se alinearon con el Comité Cívico, la Prefectura y la Corte Electoral Departamental propiciando amplios sectores de su programación para la propaganda a favor del sí en el referéndum autonómico. Los medios pequeños quedaron, según el mandato de su origen, alienados con las organizaciones sociales convocando a la no asistencia a las urnas el próximo 4 de mayo, rechazando el estatuto autonómico.
Sin embargo, en la guerra desigual que se propina a través de los medios, es notoria la siguiente diferenciación: los grandes concentran principalmente canales de televisión y periódicos, mientras que los pequeños agrupan principalmente a las radios. Pero además en el discurso hay quienes insultan y quienes convocan. Un claro ejemplo se puede observar en este contraste.
El programa de Yoyo Pando, quien es parte del Comité Cívico Santa Cruz, se emite por el canal Sittel. En su programa del viernes 2 de mayo, por la noche, hizo una serie de alusiones sarcásticas y ofensivas en relación a la concentración de organizaciones que hubo por la tarde en la capital cruceña.
Por ejemplo, el señor repitió muchas veces y a gritos que un dirigente indígena había mencionado estas palabras "vamos a dicidir". Seguramente, el dirigente no habló en castellano, tal como lo haría en su idioma materno. No se entiende cuál era la burla del conductor del programa "Pa' que lo sepan" respecto a la manera de expresarse de este y otros dirigentes.
Por otro lado, el mismo señor, nuevamente a gritos, dijo que los colonizadores no eran quienes para referirse al estatuto autonómico. Textualmente señaló que eran "alojados" y que "en Santa Cruz, los cruceños hacen lo que les da la gana".
También se refirió a la ofrenda que los yatiris harían en la Apacheta de Uni en La Paz, sobre lo cual dicho señor dijo "vayan a mamar a su pacha, no creo en la pachamama", seguido de risas, por supuesto.
Medios y enteros
Lejos de este tipo de pantalla chica y de la abundante propaganda que se emite del oficialismo y de la oposición, en las ondas radiales también se extiende la guerra mediática.
Radio Integración, instalada en el Plan Tres Mil hace un año y medio, convoca a que el 4 de mayo sea un día normal, día de feria, de negocios y cierto descanso para las miles de familias que provienen del interior del país y se asentaron en las zonas periféricas de Santa Cruz en busca de trabajo y oportunidades.
Producto de ese proceso de migración intercultural, la radio acompaña la vida de la gente en su quehacer cotidiano y sus reivindicaciones por lo que cuenta con el resguardo permanente de las organizaciones sociales.
De ese modo, en medio de la música folclórica de occidente -morenadas, cullawadas- que constantemente se escucha en la radio, el conductor lanza consignas y mensajes de orientación política que aluden a que los oyentes no sean cómplices "en la entrega de más poder al poder de Santa Cruz".
Evo Morales: En Santa Cruz nació una ''gran rebelión'' contra los explotadores
Morales lamentó la violencia en Santa Cruz que dejó un anciano muerto.

Para Morales, la consulta autonómica cruceña fue un fracaso pues estuvo signada por la violencia. Felicitó las movilizaciones espontáneas registradas en varias ciudades al oeste del país en rechazo al proceso.

El presidente de Bolivia, Evo Morales, aseguró este domingo que en el departamento de Santa Cruz (este) nació "una gran rebelión" ante las pretensiones de las autoridades de esa región de aprobar a través de una consulta ilegal, el llamado estatuto autonómico.
"Hoy día pese al amedrentamiento, intimidaciones, humillaciones, agresiones, nace una gran rebelión en el departamento de Santa Cruz contra los grupos que siempre usaron al pueblo en base a los recursos económicos", expresó el mandatario.
"Saludo y expreso mi gran respeto, mi admiración al pueblo cruceño por esta resistencia contra un estatuto autonómico separatista, divisionista, de resistir con mucha naturalidad en defensa de los intereses de las mayorías de este departamento", agregó.
En una corta alocución transmitida a nivel nacional, el jefe de Estado lamentó la violencia que "dividió" a Santa Cruz y que según cifras oficiales dejó un muerto, 17 heridos y por lo menos 40 detenidos.
"Lamentablemente esta consulta ha dividido al departamento de Santa Cruz (...) lamentablemente ha enfrentado a las familias que habitan en el departamento de Santa Cruz y es una verdad", admitió.
No obstante, recordó que en movilizaciones espontáneas realizadas en varias ciudades del oeste boliviano, los ciudadanos del país salieron a las calles bajo el sentimiento de "unidad del país".
"Saludo al pueblo boliviano por su gran sentimiento expresado hoy, por la unidad de la familia boliviana. Estas grandes movilizaciones en el departamento de La Paz, Cochabamba, Oruro, Potosí y otros departamentos que se expresaron por la unidad del país. Unas concentraciones tan voluntarias, tan espontáneas, bajo un sentimiento por nuestra querida patria", mencionó.
Medios quieren esconder alta abstención
En cuanto a los primeros resultados a boca de urna que algunos medios de comunicación privados han venido transmitiendo, y que dan la victoria al "Sí", Morales desestimó estas cifras y explicó que si se suman los índices de abstención, votos por el "No" y papeletas nulas, esto da "prácticamente" 50 por ciento de los resultados.
"Los resultados demostrados por algunos medios de comunicación es preocupante con seguridad para quienes apostaron ilegalmente para una consulta. Entre la abstención de un 39 por ciento, entre el rechazo, el 'No', y los votos nulos, hacen prácticamente un 50 por ciento. Son datos de los medios de comunicación, que muchos de ellos comparten", reflexionó.
"No se puede engañar al pueblo boliviano diciendo que acá hay un ganador con más del 80 por ciento y si quisiéramos comparar los datos de abstenciones de los anteriores años prácticamente se triplica", añadió.
Reiteró el fracaso del referendo anticonstitucional cruceño, pues en vez de traer alegría a la región causó violencia.
"También quiero expresar que este día llamado 'de fiesta', esta consulta sobre el estatuto autonómico ha fracasado rotundamente. Esta consulta ilegal y anticonstitucional no tuvo éxitos como esperaban algunas familias, algunos grupos en el departamento de Santa Cruz", opinó.
TeleSUR / mm - MC

Oligarquías imperial y criolla pretenden balcanizar Bolivia

Israel López Montaño

Internacionalista

El interés del imperialismo en la desestabilización y desmembramiento de Bolivia busca los siguientes resultados para mantener su hegemonía en la región: primero, asestar un golpe a la revolución latinoamericana; segundo, frenar el proceso de integración de los pueblos; y tercero, posicionar su estrategia geopolítica de control sobre los países y recursos naturales de la amazonía, reservas energéticas y de agua.

América Latina durante las décadas de los años noventa fue objeto de la imposición de una política económica neoliberal a ultranza, la cual se sustentaba en el programa del Consenso de Washington consistente en reducir el déficit fiscal a desmedro del gasto social, privatización de las empresas estatales, condiciones jurídicas favorables para la inversión extranjera y flexibilidad laboral, con el objetivo de promover un libre comercio entre todas las economías del hemisferio sin contemplar sus asimetrías económicas y tecnológicas.
La arremetida neoliberal en América Latina propició que los movimientos sociales se trazaran como objetivo político la toma del poder para realizar cambios esenciales en la estructura estatal, para promover un modelo alternativo de desarrollo económico, político y social acorde a las realidades y necesidades de la población. Como resultado emergen una serie de gobiernos progresistas en la región, primero en la República Bolivariana de Venezuela y posteriormente en Brasil, Argentina, Bolivia, Uruguay, Ecuador, Nicaragua. Más recientemente, en Paraguay.
En el caso de la República de Bolivia, la Revolución Democrática y Cultural que impulsa el presidente Evo Morales reviste características muy singulares por la diversidad cultural que en ella hacen vida los aimaras, quechuas y guaraníes frente a la mezquindades de la una oligarquía apátrida y entreguista hacia los intereses imperiales de turno.
Bolivia, en la época de la colonia fue explotada con la extracción de la plata de las minas del Cerro Rico de Potosí; en la época republicana el imperialismo inglés promovió la Guerra del Pacifico de 1879, para apropiarse de las minas de cobre, salitre y yacimientos de guano; a principios del siglo XX, los mismos actores imperiales promueven la Guerra del Chaco, en 1932, con el objetivo de asegurarse las reservas de petróleo de la zona; y en este siglo XXI, el imperialismo yanqui pretendió apoderase de las reservas de gas y agua que existen en el país hermano, la segunda reserva de gas más importante después de la de Venezuela.
El común denominador de esta política de saqueo en Bolivia se sustenta en la apropiación y explotación de los recursos naturales energéticos y mineralógicos. Ahora el pueblo boliviano despierta ante la expoliación de su riqueza y decide recuperar aquello que por derecho y hecho le pertenece: su soberanía y dignidad para administrar y proyectar un futuro para sus hijos.
La política de cambio del presidente Evo Morales radica en una propuesta de refundación de las instituciones políticas, económicas, sociales y culturales mediante la creación de una nueva Constitución Política del Estado, la cual a su vez se diseñó a través de una Asamblea Constituyente, y de esta forma re-direccionar el desarrollo de Bolivia, mediante la eliminación del latifundio y la incorporación de los sectores sociales mayoritarios en las decisiones del quehacer nacional. Estas iniciativas de cambio, con el asenso al poder del movimiento social boliviano y del presidente Morales, desplazaron a la oligarquía del poder político y por ende de los privilegios que obtenían para afianzar su riqueza ,dejando a los campesinos e indígenas sumidos en la pobreza y exclusión. Por ello, la campaña de desestabilización desatada contra el gobierno progresista y la nueva Constitución Política del Estado se centra en dos estrategias, que buscan la conflictividad y la división del territorio boliviano.
a. Primero trataron, con la propuesta de la capitalidad integral, enfrentar al departamento de La Paz, que funge como sede del Poder Ejecutivo y Legislativo, contra el departamento de Chuquisaca, Sucre, donde se encuentra el Poder Judicial, con el argumento de centralizar la administración pública, pero el interés político y económico que se esconde en esta propuesta de la oligarquía boliviana es crear un conflicto entre los pobladores de la ciudad y distraer a la opinión pública boliviana del avance de la Asamblea constituyente.
El segundo objetivo es tener control del aparto administrativo del Estado en el departamento donde se encuentran las reservas de gas. Este conflicto de la capitalidad no es nuevo en la historia boliviana, al contrario, recuerda un episodio trágico para su población a raíz de la Guerra Federal que llevó a cabo en 1898, donde la oligarquía minera de entonces forzó la división de la capital, Sucre, en la sede judicial e histórica y La Paz como centro del poder político-legislativo.
Ahora esa misma oligarquía, transformada en latifundista y empresarial, pretende unificar la capital, para tener un control político, económico, administrativo y legal sobre las riquezas naturales que yacen en Sucre y en otros departamentos aledaños. Pero la realidad y la costumbre desarrollada en las dos capitales, histórica y administrativa, no posibilita tanto estructural y políticamente un solo centro de poder. En todo caso, el conflicto de la capitalidad es un pretexto para crear un debate estéril para distraer los objetivos de cambio de la Asamblea Nacional Constituyente.
b. Por otro lado, la carta más riesgosa y desesperada que emprende la oligarquía boliviana es la balcanización del territorio y erosión del poder político-administrativo de la República de Bolivia. Los departamentos de Pando, Beni, Santa Cruz y Tarija, bastiones de los oligarcas, terratenientes y partidos políticos de la derecha conservadora, conocidos como la ''media luna'', propugnan la materialización de unas autonomías departamentales con el fin de disponer directamente de los recursos energéticos y mineralógicos de la zona. Asimismo, pretenden administrar su propio presupuesto a partir de una política impositiva a las inversiones extranjeras. Por si fuera poco, con la autonomía crearán una policía departamental independiente de la Policía Nacional y un documento de identidad para los ciudadanos de los departamentos autonomistas. La estrategia claramente tiende a crear un nuevo Estado, con población, territorio y gobierno propio a costa de la desmembración de la República de Bolivia, creada en 1825. La estrategia separatista no sólo es impulsada por los antinacionalistas de la media luna, también se encuentran promoviendo la división el gobierno de los Estados Unidos, a través de su embajador, Philip Goldberg, quien en su anterior misión diplomática en Yugoslavia apoyó y concretó la fragmentación de esta multinación, exacerbando el regionalismo de los croatas y kosovares, entre otros. Esta estrategia ahora quieren llevarla a cabo el 4 de mayo en Bolivia, con un referéndum inconstitucional, ilegal y unilateral. La inconstitucionalidad se manifiesta en la arremetida a la unidad territorial y político-administrativa; la ilegalidad se expresa con la violación de los procedimientos establecidos por el Consejo Nacional Electoral a objeto de efectuar una consulta popular; unilateral, porque no consultaron a las autoridades legítimamente electas y por promoverla desde una Asamblea Autonómica Transitoria, que es la agrupación de latifundistas y políticos de la derecha boliviana, carente de legitimidad.
En contraste a la posición del gobierno estadounidense, los países miembros de la Alternativa Bolivariana para los Pueblos de América, ALBA, manifestaron su rechazo a la pretensión de balcanizar Bolivia. Asimismo, el Grupo Parlamentario Venezolano del Parlamento Latinoamericano expresó su solidaridad y apoyo a la unidad territorial de Bolivia mediante un acuerdo de rechazo contundente a la injerencia del imperialismo en asuntos del pueblo boliviano.
El intento de forzar la separación de los departamentos de la media luna es preservar el latifundio y las riquezas naturales como gas y agua para entregarlas a las transnacionales estadounidenses. Por ejemplo el latifundio, según informe de la Comisión Especial de Asuntos Indígenas y Pueblos Originarios de la Cámara de Diputados del Congreso Nacional de Bolivia, es dominante en Bolivia: ''el 91 por ciento de las tierras cultivables del país están en manos de latifundistas vinculados a los partidos políticos y algunos medios de comunicación; en tanto que el 71 por ciento de la población tiene que conformarse con el restante 9 por ciento. (…) Los grandes propietarios de tierras, que significan el 5 por ciento de la población, ostentan el 89 por ciento de las tierras. Los medianos, que representan el 15 por ciento de los habitantes, son dueños del 8 por ciento; en tanto que los pequeños productores, que conforman el 80 por ciento de la población, poseen tan sólo el 3 por ciento de las tierras. (…) ¿Quiénes son los privilegiados en este reparto? (…) [Son las] familias como las de Wilson Landívar y Alfredo Gutiérrez que poseen cerca de 131 mil hectáreas. Juan Carlos Bolsber, Martha Bolsber de Casal y su descendencia manejan un total de 70 mil hectáreas. La familia de Barbery Paz, que tiene lazos de parentesco con el ex ministro Roberto Barbery y actual comentarista de la red PAT es propietaria de 208.775,468 hectáreas.''
c. Para la labor de balcanización de Bolivia y derrocamiento del presidente Evo Morales, el gobierno estadounidense ha entregado 120 millones de dólares a las organizaciones separatistas en Santa Cruz, Pando, Beni y Tarija a través de la National Endowment for Democracy (NED) y la Agencia Estadounidense para el Desarrollo Internacional (USAID), con el argumento de la lucha contra el narcotráfico.
El interés del imperialismo en la desestabilización y desmembramiento de Bolivia busca los siguientes resultados para mantener su hegemonía en la región: primero, asestar un golpe a la revolución latinoamericana; segundo, frenar el proceso de integración de los pueblos; y tercero, posicionar su estrategia geopolítica de control sobre los países y recursos naturales de la amazonía, reservas energéticas y de agua.
d. En cuanto a la revolución latinoamericana, Estados Unidos junto a su aliado incondicional en América del Sur, ha emprendido repetidamente acciones tendientes a desacreditar y desestabilizar gobiernos progresistas como Venezuela y Ecuador, ahora ese imperialismo económico y militar arremete contra Bolivia para hacerla fracasar y de esta manera incidir en el movimiento revolucionario latinoamericano que emerge desde nuestros pueblos contra un sistema internacional basado en la hegemonía del más fuerte y belicista. De allí la importancia de cooperar con la hermana República de Bolivia, sí la revolución democrática y cultural que adelanta el presidente Evo Morales es truncada, indefectiblemente afectará a los demás gobiernos progresistas porque tendrán argumentos mediáticos para desestabilizar a las demás naciones y por ende afectar la revolución en nuestra América Latina.
e. Los acuerdos de cooperación energética, alimentaria, salud, educación, económica, entre otras, que se adelantan con el ALBA, vienen consolidando resultados positivos para la integración de nuestros pueblos. El ejemplo más resaltante en esta batalla histórica del Bolivarianismo contra el Monroismo es la derrota en Mar del Plata del ALCA, en noviembre de 2005; el fracaso del imperialismo y sus lacayos en la XX Reunión Cumbre del Grupo de Río del 7 de marzo de 2008; y la XXV Reunión de Consulta de Ministros de Relaciones Exteriores en la Organización de Estados Americanos del 18 de marzo de 2008, donde intentaban imponer la tesis de la guerra preventiva como excusa para socavar las bases de la soberanía nacional, la autodeterminación de los pueblos y la voluntad política de los gobiernos para impulsar la integración latinoamericana.
f. El desmembramiento de Bolivia interesa mucho más al imperialismo y las transnacionales, por las reservas de gas y agua que existe en el país andino y la intención de montar una gran base militar para monitorear a los gobiernos progresistas de la América del Sur. Por ello alientan a los separatistas de la media luna para crear la ''nación camba'', que es una excusa que tanto el imperialismo mundial y oligarcas criollos consienten, a objeto de extraer provecho de las riquezas que posee el pueblo boliviano.
Para finalizar, es imperante que la revolución latinoamericana se fortalezca con la unidad de nuestros gobiernos, presidentes, parlamentarios y ciudadanos, a fin de impulsar aquel sueño del Libertador Simón Bolívar en su Carta de Jamaica de 1815, donde visualizaba que ''algún día tengamos la fortuna de instalar allí un augusto congreso de los representantes de las repúblicas, reinos e imperios, a tratar y discutir sobre los altos intereses de la paz y de la guerra con las naciones de las otras tres partes del mundo.''
Fuentes:
Los Tiempos. En Bolivia: latifundistas controlan el 91 por ciento de la tierra. Disponible en: http://www.lostiempos.com/noticias/16-11-06/16_11_06_ultimas_nac6.php. Visitado en: 26/04/2008.
YVKE Mundial. Eva Golinger: EEUU ha transferido más de 120 millones de dólares a oposición boliviana desde 2005. Disponible en: http://www.radiomundial.com.ve/yvke/noticia.php?5271. Visitado: 26/04/2008.
IV Cumbre de las Américas. Celebrada en Mar del Plata los días 4 y 5 de noviembre de 2005. Disponible en: http://www.ivcumbreamericas.gov.ar/default_ing.html. Visitado: 26/04/2008.
Declaración del Grupo de Río. Santo Domingo, República Dominicana, 7 de marzo de 2008. Disponible en: http://www.abn.info.ve/go_news5.php?articulo=123415&lee=18. Visitado: 26/04/2008.
RESOLUCIÓN DE LA VIGÉSIMO QUINTA REUNIÓN DE CONSULTA DE MINISTROS DE RELACIONES EXTERIORES. Washington, 18 de marzo de 2008. Disponible en: http://www.mre.gov.ve/Noticias/A2008/ExtraCanc-OEA/Declar-Final.htm. Visitado: 26/04/2008.

Desconoce Encinas a Acosta como presidente sustituto del PRD

Argumenta el candidato de Izquierda Unida que es una decisión tomada en un Consejo Nacional que no se apegó a la normatividad interna del partido

Pese a no haber quórum para instalar el Consejo, tal como fue notificado por un notario público, el presidente de la Mesa Directiva, dio por abiertos los trabajos.

La Jornada on line

México, DF. Alejandro Encinas, candidato por Izquierda Unida a la dirigencia nacional del PRD, desconoció a Guadalupe Acosta Naranjo y a Martha Dalia Gastelum, como presidente y secretaria general sustitutos del sol azteca, porque es una decisión tomada en un Consejo Nacional que no se apegó a la normatividad interna del partido."Esta determinación me recuerda a un viejo programa de la televisión mexicana, al programa Chucherías, creo que ellos son el presidente y secretaria general de Chuchilandia", expresó el ex jefe de Gobierno capitalino.
Dijo que Guadalupe le recuerda al "diablo de las pastorelas, aquel que siempre hace lo imposible para que los pastores lleguen a Belem, y creo que él cumplirá el papel lamentablemente de hacer que los pastores nunca lleguen a Belem y a ver el nacimiento de niño Jesús".En entrevista, Encinas Rodríguez calificó de lamentable que se llegue a ese extremo, ignorando no sólo cualquier norma interna del Partido de la Revolución Democrática (PRD) sino cualquier lógica del sentido común.
Asimismo señaló que no sólo es un error sino "parte de una farsa, de una tragedia que se volvió comedia ylamentablemente la tragicomedia mexicana está instaurada en el principal partido de la izquierda mexicana".
Desde que conoció el nombramiento interino que realizó este mismo domingo el Consejo Nacional -que Encinas llamó de Nueva Izquierda- el contrincante de Jesús Ortega anunció que impugnará los trabajos.
En conferencia de prensa, informó que el presidente de la Mesa Directiva del consejo, Camilo Valenzuela, fue informado que un notario público acudió a dar fe del registro de consejeros para lograr el quórum legal y proceder a la instalacion del pleno.
Sin embargo y pese a que a las 12:00 horas no se había logrado el registro de los 128 consejeros, Valenzuela instaló los trabajos desconociendo la presencia del notario, denunció el candidato a la dirigencia nacional del Partido de la Revolución Democrática (PRD).
Encinas Rodríguez rechazó los señalamientos del senador Graco Ramírez de que en una reunión con gobernadores los candidatos a la dirigencia perredista avanzaban en un acuerdo político para nombrar un presidente y un secretario general sustitutos, a fin de transitar hacia un congreso extraordinario.
Unicamente se discutió la posibilidad de convocar a un congreso para refundar al partido del sol azteca, sostuvo el ex jefe de Gobierno del Distrito Federal.
Reiteró su disposición al diálogo pese a que su oponente, Jesús Ortega Martínez, dio por cerrada esa posibilidad luego de que la Comisión de Garantías avaló el acta de cómputo que pone al abanderado de Nueva Izquierda en desventaja en el proceso interno.
Alejandro Encinas se pronunció por una prórroga a los mandatos de Leonel Cota Montaño y de Guadalupe Acosta Naranjo en la dirigencia nacional perredista, pues aseguró que existe jurisprudencia para seguir por ese camino.
Confió en que la Comisión Nacional de Garantías del PRD resuelva de manera favorable el recurso que Izquierda Unida presentó en su oportunidad, además de que esa instancia resuelva la elección en apego a los estatutos del partido y conforme a derecho, a fin de que no intervenga el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación.

Entrevista a Alejandro Encina por El Universal

Mas que entrevista son una serie de preguntas, algunas con muy mala leche, que le hacen a Alejandro Encinas, lo rescatable aparte de algunas frases a preguntas como " ¿Quién mató al PRD? ‘Sus propias tribus’: Encinas" es la inteligencia y capacidad que tiene Encinas para responder...

El Centro Fox, mercado de ilusiones

"La chachalaca ratera"

En su afán por recobrar la atención de los medios y su añorado peso político, Vicente Fox sigue vendiendo ilusiones. Sin embargo, ya quedaron atrás los sucesivos plazos que fijó para la inauguración de su recinto académico internacional en San Cristóbal, y cada vez que se investiga su gestión presidencial o se indaga la conducta de su familia cuando estuvo al amparo del poder, ese megaproyecto personal se tambalea.

SAN CRISTÓBAL, GTO.- La apertura del Centro Fox no tiene fecha; todavía está pendiente todo el equipamiento, y sólo a medias se han construido algunas áreas del centro de estudios, museo y biblioteca cuyo propósito es “que se conozca la democracia y se erradique el populismo”, como indica su página de internet. Ante sus invitados o ante los reporteros que todavía lo buscan los domingos en la plaza de esta comunidad, el propio expresidente Fox corrige los anuncios alusivos a la conclusión de las obras que ha hecho en varias ocasiones. Primero anunció que su recinto académico estaría operando en enero. Luego, durante un recorrido les dijo a corresponsales extranjeros que la apertura estaba prevista para el arranque del segundo trimestre de este año, es decir en abril. Hace tres semanas declaró que los ingenieros ya le iban a entregar las aulas terminadas y listas para funcionar. Todos esos plazos vencieron ya.En las últimas semanas incluso bajó notablemente el ritmo de la construcción. Sin embargo, Fox y sus colaboradores despliegan una frenética actividad: organizan visitas a la obra y encuentros con diversas organizaciones, empresarios, figuras del deporte y de la política a los que pretenden convertir en donantes y promotores de su proyecto.Los más recientes visitantes fueron empresarios estadunidenses del sector inmobiliario y refresquero, integrantes de la Young Presidents Organization, quienes habían viajado a México para asistir a una reunión en San Miguel de Allende y fueron contactados por los responsables del Centro Fox para que el pasado 13 de abril recorrieran el megaproyecto personal del expresidente. Fox ha tenido incluso que acudir ante sus propios correligionarios del PAN, de quienes se había mantenido distante desde su regreso a San Cristóbal, en diciembre de 2006. El pasado 21 de abril, durante la sesión ordinaria del comité municipal panista de León, el expresidente les recordó que está abierto a recibir donativos de cualquier monto.Algunos de los asistentes al acto le preguntaron de dónde proviene el dinero que se está invirtiendo en la construcción y operación de su proyecto. “Hemos hecho el compromiso de no hacer público nombre y monto (de las donaciones)”, respondió Fox, según consignó el reportero Manuel Mora en una nota publicada en el diario A.M. de León al día siguiente.Ahí Fox insistió en que el origen de los fondos es privado, y ofreció a los panistas difundir los estados financieros de la obra “a través de los medios”.Durante la explicación a estos visitantes, hecha en inglés, Vicente Fox reveló que el proyecto original fue modificado y ampliado con dos nuevas áreas destinadas a la investigación. También anunció el primer diplomado, sobre gestión pública, que organiza el centro. Lo impartirán catedráticos de Estados Unidos, Canadá y España del 9 de mayo al 12 de julio en aulas que ya están terminadas, aunque todavía no equipadas.El diplomado se cotiza en dólares –costará 5 mil, según se anuncia en la página electrónica del centro–, pero también se prometen becas a funcionarios de la administración pública, estudiantes, empleados de cámaras empresariales y periodistas o comunicadores.La organización académica del diplomado –el proyecto lo encabeza Guillermo Romero Pacheco– correrá a cargo de catedráticos del Tecnológico de Monterrey, de la Universidad Iberoamericana y de la universidad madrileña Francisco de Vitoria. Se dirige, según la convocatoria, a “profesionistas, analistas, empresarios, líderes sociales y personas en general con vocación e interés de conocer profundamente nuestra realidad política”.Este diplomado y otros más, que formarán parte de un “master en práctica política”, sólo serán avalados por la universidad española. Ni la Ibero ni el Tec de Monterrey certificarán estos estudios. Y si bien es cierto que el centro foxista ya está convocando a la realización de cursos, todavía no concluye, sin embargo, los trámites ante la Dirección de Profesiones de la Secretaría de Educación de Guanajuato para contar con el reconocimiento oficial como institución educativa.En el recorrido del pasado 13 de abril, Fox pasó la charola sutilmente: les aseguró a los empresarios estadunidenses que el centro se construye con donativos de particulares. “Nos han dado desde un dólar hasta 20 mil dólares… no hay límites para la expansión”, les dijo.
Nerviosismo
La mayor parte de las estructuras de los edificios principales –el museo, las oficinas, las salas de exposiciones y la biblioteca– parece terminada, pero la enorme explanada, que funcionará también como área de espectáculos masivos y ceremonias, aún no toma forma.Así mismo se echan de menos todos los revestimientos, detalles y equipamiento que se aprecian en la maqueta virtual del proyecto, según la página de internet que comparten el Centro Fox y la Fundación Vamos México.De las casi cien personas que trabajaban incluso los fines de semana en la exhacienda, sólo menos de la mitad se ocupan ahora de completar la transformación de las antiguas caballerizas en un centro de estudios.En esta propiedad, la habitual entrada y salida de camiones, enormes revolvedoras de cemento y excavadoras, dio paso a una tranquilidad inusual a la que de igual forma contribuye la ausencia de los grupos de visitantes que hacían ver a la comunidad de San Cristóbal como una atracción turística. De hecho, así la promovían páginas de internet dedicadas al municipio de San Francisco del Rincón.Proceso solicitó al Centro Fox una copia del informe de los ingenieros responsables de la obra, que periódicamente es actualizado y entregado a dicha oficina. Por correo electrónico, el centro respondió que esa información se había subido el pasado 2 de abril a la página www.centrofox.org.mx. Sin embargo, ahí se ven nuevas fotos de algunos aspectos de la construcción, pero sin mayores detalles.Familiares políticos de la pareja expresidencial comentaron a Proceso que se tiene en mente el próximo 2 de julio como plazo para abrir el centro, una fecha emblemática para Fox, pues además de cumplir años, es el día que ganó la elección de 2000 y su aniversario de boda con Marta Sahagún.Sin embargo, un excolaborador de Fox dijo a esta reportera que el equipo del expresidente está preocupado por los resultados de la revisión de la cuenta pública que la Auditoría Superior de la Federación aplicó a 2006, el último año de su administración y en el cual se encontraron irregularidades por 40 mil millones de pesos.La disminución de los trabajos de construcción en la exhacienda de San Cristóbal coincidió con la visita que el 12 de marzo hicieron a León integrantes de la comisión especial de la Cámara de Diputados que investiga el posible enriquecimiento ilícito y tráfico de influencias del expresidente y su familia.Esa vez el diputado priista Víctor Valencia de los Santos, que preside la comisión, el perredista Juan N. Guerra y el verde ecologista Antonio López Adame visitaron en el Centro de Readaptación Social de la ciudad al líder ejidal José Guadalupe Cruz Pacheco, quien permaneció 27 meses en prisión por despojar supuestamente a Fox de un predio. Los miembros panistas de la comisión legislativa, Alma Alcaraz y Juan de Dios Castro, no fueron a esa visita. Finalmente, Cruz Pacheco fue absuelto de todos los cargos el pasado 30 de abril.Antes de que los legisladores federales viajaran a la ciudad de Guanajuato para reunirse con el magistrado del Tribunal Agrario, se apersonó ante ellos Rubén Ayala Chaurand, quien se ostentó como abogado de Vicente Fox y alegó que los ejidatarios han mentido en su disputa por las tierras.Otros clientes del celayense Ayala Chaurand son Manuel Bribiesca, primogénito de Marta Sahagún, y Miguel Khouri Siman, amigo y socio del primero en los negocios inmobiliarios que desataron el escándalo y llegaron al Congreso de la Unión por presunto tráfico de influencias.
Amigos en Guanajuato
Frecuentemente llega a la exhacienda de San Cristóbal Carlos Flores Alcocer, quien después de su polémica destitución como embajador de México ante la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico durante el sexenio de Fox volvió a trabajar con éste como director de su centro académico. Flores Alcocer invitó al queretano Jorge Humberto Loyola Abogado a integrarse al área de investigación del proyecto foxista. Egresado del Tecnológico de Monterrey con especialidades en planeación estratégica, desarrollo organizacional y mercadotecnia, Loyola llegó en 1996 al gobierno de Fox como colaborador del propio Flores Alcocer en la Coordinación de Desarrollo Regional.En el sexenio de Juan Carlos Romero Hicks, Loyola fue coordinador de Desarrollo Gubernamental y posteriormente se convirtió en el primer titular de la Unidad de Acceso a la Información Pública del Ejecutivo, hasta su salida en 2007 por decisión del actual gobernador, Juan Manuel Oliva.Otro de los antiguos colaboradores de Fox que se ha reintegrado a su círculo cercano es Guillermo Romero Pacheco, quien fue su secretario particular y colaboró en su campaña para la Presidencia de la República. Durante la transición, Romero tuvo diferencias con otros integrantes del núcleo duro de Fox y no se sumó al gabinete.Hoy Romero Pacheco participa como economista y analista en la parte académica del centro, a fin de fortalecer la relación con las universidades y mediante convenios obtener becas de estudios, diplomados y certificaciones para los estudiantes del Centro Fox. Romero también apoya a Fox en sus actividades como copresidente de la Internacional Demócrata de Centro. Con Marta Sahagún, en la Fundación Vamos México, colabora la maestra Martha Aguilar, quien fue directora del DIF estatal durante la gubernatura de Carlos Medina Plascencia y luego en la de Fox.Otro que se dejó ver recientemente en una visita a las obras fue el exsecretario de Economía Fernando Canales Clariond, quien acompañó al fundador y jefe ejecutivo del Foro sobre Mercados Emergentes, el indio Harinder Coolí, a un recorrido por invitación del propio expresidente.De acuerdo con la versión que Canales Clariond dio a un reportero del diario A.M. que lo abordó en la plaza principal de León, Fox y Kohli hablaron en torno a la posibilidad de que el centro sea sede de un foro latinoamericano sobre este tipo de mercados a finales de este año o a principios de 2009.
Convivencia al estilo Fox
En semanas recientes han recorrido las obras del Centro Fox economistas, agricultores, niños de una casa hogar y deportistas. La medallista olímpica Ana Gabriela Guevara, recientemente retirada del atletismo, estuvo ahí el pasado 3 de marzo. Según el área de comunicación del centro, “con mucho entusiasmo, Ana Gabriela Guevara se ofreció a colaborar, sobre todo en el tema de la promoción del deporte”.A mediados de marzo, un grupo de colaboradores de Fox viajó a Seattle, Estados Unidos, para tomar un curso en The Pacific Institute, uno de los centros de liderazgo con los que el centro ha firmado convenios de colaboración. Dice el comunicado difundido en internet:“El principio que guía a The Pacific Institute es que los individuos tienen una capacidad casi ilimitada para el crecimiento, el cambio y la creatividad, y se pueden adaptar fácilmente a los cambios que se están dando en nuestra era de increíbles avances tecnológicos… Así, los colaboradores del Centro Fox han aprendido que el poner sus sistemas fuera de orden por medio de la fijación de metas, los mueve a crear impulso y energía para restaurar el orden continuamente, lo cual los llevará a crecer a lo largo de sus vidas”.En el ámbito local, el Centro Fox impulsa proyectos para transformar San Cristóbal a gusto de la pareja expresidencial. De acuerdo con el propio Vicente Fox, uno de los programas para que la comunidad ofrezca una “imagen digna” consiste en la creación de “hotelitos dentro de los patios de las casas”, tiendas de artesanías y “pequeños restaurantes”. De esa forma los vecinos prestarán servicios al centro mediante un sistema de financiamiento, a manera de los “microchangarros” que Fox se comprometió a promover desde la Presidencia de la República.El centro pretende trabajar, de igual forma, con las familias “para que exista una mayor motivación para mantener limpias las calles, para que la Plaza Principal luzca atractiva y que los demás espacios públicos y los terrenos no habitados no se conviertan en focos contaminantes”.Por ejemplo, al barrer las calles y mantener limpios los frentes de sus casas, las mujeres reciben “puntos” que luego pueden canjear por productos de higiene personal, perfumes, ropa de cama, electrodomésticos y utensilios de cocina.Ya desvanecido el discurso acerca del “empoderamiento” femenino, que favoreció el protagonismo de Marta Sahagún como “primera dama”, ahora los Fox recomiendan a “las abuelitas y las mamás” de San Cristóbal que mantengan “la sana costumbre” de barrer las calles “a la vez que se fomenta la convivencia entre los vecinos, pues también ha sido común ver este momento como algo propicio para el saludo y la plática vecinal”. Convivencia de la que siempre han estado ausentes los Fox.

Salinas-juez, Salinas-Dios

El gran juez desmemoriado

Renuente al ostracismo, enfermiza su necesidad de estar presente en la vida pública nacional, el expresidente Carlos Salinas de Gortari reaparece en ella, impetuoso y con ganas de polemizar, con un nuevo libro: La “década perdida”. 1995-2006. Neoliberalismo y populismo en México, que en estos días circulará en librerías. El título es la síntesis exacta de lo que pretende documentar a lo largo de más de 500 páginas: los gobiernos de Ernesto Zedillo y Vicente Fox, pero también el de Andrés Manuel López Obrador en la capital de la República, llevaron al traste al país en lo económico, en lo político y en lo social; dejaron una población sumida en la miseria y en la desesperanza, en el egoísmo y en la soledad.Los tres, dice Salinas, paralizaron al país y frenaron la modernización que él impulsó en su administración, de 1989 a 1994. Pero, fiel a su costumbre, nunca los menciona por su nombre. Ni falta que hace, pues las alusiones son directísimas. Sabido es su encono contra Ernesto Zedillo –a quien él mismo escogió como su sucesor tras el asesinato de Colosio– por haber frustrado sus pretensiones de gran estadista y presidente sin par y, además, por encarcelar a su hermano Raúl. A toro pasado, emprende una incisiva crítica a Vicente Fox –con quien se sabe que colaboró, al menos, en su fallido inento de sacar adelante una reforma fiscal–, así como a una parte de su gabinete, particularmente a Jorge Castañeda Gutman, su primer secretario de Relaciones Exteriores, a quien –usando la voz de otros– califica de miope, torpe e irresponsable; incapaz de definir una política exterior digna y eficaz, que lastimó las relaciones con América Latina y Cuba, que se plegó a los intereses de Estados Unidos y no logró nada en el tema del acuerdo migratorio ni en ningún otro. En este caso también se muestra desmemoriado: Con Castañeda tuvo diferencias inusuales cuando, por ejemplo, en una entrevista le hizo revelaciones importantes que a otros les había negado. Y con él fue aquella célebre reunión sigilosa en el restaurante “Lola” de Bruselas, en mayo de 2002, cuando Castañeda aún era canciller.Pero, sin duda, llama la atención que por primera vez se refiera públicamente –por supuesto, sin mencionar su nombre– a López Obrador, a quien define como el máximo exponente del populismo autoritario, que no es otra cosa que la restauración del viejo PRI. Es decir, el de López Obrador es el populismo de los programas clientelares, para quien el pueblo es una masa disponible, sin capacidad para conducir organizadamente su destino; el populismo de las obras de relumbrón sin sustento financiero transparente (segundos pisos, por ejemplo), sin rendición de cuentas, que debilita a las instituciones y al estado de derecho y que pretende perpetuarse en el poder.De hecho, Salinas no deja títere con cabeza. Además de su villano favorito, Ernesto Zedillo, que según él propició la peor crisis económica de la historia reciente del país y avaló el saqueo descomunal al erario y a todos los mexicanos a través del Fobaproa; además de Vicente Fox, el gobernante frívolo que denigró la política exterior con sus garrafales deslices diplomáticos (el “comes y te vas” a Fidel Castro) y culminó la obra zedillista de entregar a los extranjeros la banca nacional; además de Jorge Castañeda, que quería la enchilada completa y nada logró; además de López Obrador, a quien pinta como el populista intolerante y manipulador… Con todos ellos, Salinas incluye en sus críticas a una larga lista de personajes públicos.Por ejemplo, de Francisco Labastida Ochoa (que tampoco menciona por su nombre) dice que perdió la elección presidencial de 2000 por sus notables errores en la campaña, pero también por su incapacidad para aprovechar todo lo que tenía a su favor: economía a la alza, apoyos gubernamentales de dinero público, información reservada, medios de comunicación afines, pero sobre todo “enormes recursos desviados del presupuesto público hacia su campaña (el Pemexgate)”.En la misma tesitura, sostiene que los procuradores de los dos gobiernos neoliberales, el panista Antonio Lozano Gracia –con Zedillo– y Rafael Macedo de la Concha –con Fox– hicieron uso de la PGR con “agendas políticas” y la deterioraron institucionalmente, al grado de propiciar “la explosión del narcotráfico y la pérdida de la seguridad y la paz en territorios de muchas comunidades a manos de los cárteles”.Lejos de la memoria y aún más de la autocrítica, casi nada ni nadie escapa al juicio implacable del expresidente. Los partidos políticos, desprestigiados y sin propuestas claras. Los programas sociales de los gobiernos neoliberales de Zedillo y Fox, y el populista de AMLO, son sólo clientelares, electorales y asistencialistas, más inclinados a la dádiva que a promover la participación social, a convertir a los pobres en objetos y no en sujetos de su transformación.Con autorización del autor y de la editorial Random House Mondadori, Proceso reproduce fragmentos relevantes del prólogo y del capítulo 4. (Carlos Acosta Córdova)

La “década perdida”

Al inicio del siglo XXI, México padece serios y graves problemas. Éstos han derivado de dos alternativas convertidas en gobierno: el neoliberalismo y el populismo autoritario. A causa de ellas, el país perdió una década, ha enfrentado la encrucijada entre la entrega excesiva al mercado y la dependencia desmesurada en el Estado y ha sido colocado en el falso dilema de escoger entre el mercado o el Estado. Una y otra alternativas se han ido enraizando en la vida diaria de los mexicanos y en sus mentalidades.

El freno de la modernización

Esta década perdida significó la paralización, entre 1995 y 2006, del proceso modernizador de México. Sin duda, durante ese periodo se dieron cambios importantes que resultaron benéficos para el país, unos promovidos por políticas públicas y otros por acontecimientos determinados por la realidad social y política.Pero entre 1995 y 1998 el país padeció un viraje histórico que se enraizó durante toda la década en estudio. En esos años se tomaron decisiones que convirtieron un problema en una crisis y provocaron la ruina económica y social más grave desde la revolución de 1910.El cataclismo fue tan profundo que, 10 años después, muchos mexicanos todavía consideraban que el país seguía en crisis.Además de provocar dicha crisis, durante esos años y por primera vez en la historia contemporánea de México, el gobierno mexicano solicitó ayuda al gobierno estadounidense y se entregó el sistema de pagos, con los bancos del país (previamente refinanciados), a los extranjeros. Esto significó la pérdida del control del motor que promueve el desarrollo nacional. Al mismo tiempo, México sufrió un saqueo de recursos sin precedente, tanto por el costo del llamado rescate bancario como por el envío de las utilidades bancarias a sus matrices en el exterior (pagadas con impuestos de los mexicanos). El país se quedó sin financiamiento para su desarrollo, a lo cual se agregó la suspensión de las reformas de nueva generación que México necesitaba para alcanzarlo.Durante esos años se canceló el programa social que promovía la organización popular, Solidaridad, y en su lugar se introdujo otro, Progresa-Oportunidades, que privilegió el individualismo posesivo, debilitó la formación democrática y desalentó la participación social. Convirtieron a los pobres en objetos, en lugar de sujetos, de su transformación.Por eso cundió el desánimo entre la mayoría de los mexicanos: más de medio millón decidieron emigrar cada año a Estados Unidos. Una emigración de esa magnitud en tiempos de paz reflejó un rompimiento interno de los lazos familiares y sociales largamente anudados; es decir, la salida de millones de mexicanos fue no sólo un terrible fenómeno económico, sino también una debacle moral y derivó en un veredicto muy adverso para el neoliberalismo.Además, tanto los neoliberales como los populistas destruyeron estructuras económicas y sociales cuya edificación había requerido mucho esfuerzo, para construir totalmente de nuevo, “como si no tuviéramos pasado”. Un pequeño grupo actuó en nombre de un mejor futuro, pero dejó a la sociedad mexicana desalentada, sin horizonte de progreso justo y soberano, y muy dividida. El pueblo pagó las consecuencias de estas alternativas fallidas.Durante esa década predominó el desánimo social y, ante la falta de ese horizonte, por la pérdida de la gran oportunidad de salir del subdesarrollo, aumentó el desencanto entre los adultos y jóvenes.
Hacia una caracterización del neoliberalismo…
La esencia del neoliberalismo está en su fundamentalismo de mercado (lo cual, sorprendentemente en México se complementó con el apoyo a los monopolios); asimismo, el neoliberalismo en México consideró que la nación no era más que un mero agregado de individuos, aislados y sin organización, y la soberanía era un asunto del pasado. Abatieron la autodeterminación popular. Los gobiernos neoliberales convirtieron en doctrina el llamado Consenso de Washington. Todo, en el marco de un país postrado social y económicamente, pues en unos cuantos años entregaron el sistema de pagos, duplicaron la deuda pública y lo contaminaron de la enfermedad holandesa.Entre los neoliberales el mercado representó la realidad absoluta. La sociedad fue considerada un complejo de mercados: los mecanismos del mercado bastaban para resolver el reto de la justicia y, en última instancia, la injusticia se resolvía por sí sola. Para los neoliberales, el crecimiento económico fue una meta privada. En lo social, promovieron el asistencialismo: el apoyo individualizado, focalizador, impuesto desde la autoridad para debilitar la organización popular. En las zonas donde resultó más evidente la inequidad, como las rurales, promovieron métodos individualistas de producción. En general, alentaron el voluntarismo y la creación de asociaciones sin objetivos expresamente sociales. El resultado final fue el egoísmo y la soledad.
… y del populismo autoritario
Frente al neoliberalismo que gobernó durante más de una década, se promovió una alternativa fundada en la tradición mexicana que consideraba la acción dominante y omnipresente del Estado como la única opción que permitía alcanzar los propósitos nacionales.El Estado como el gran instrumento de la transformación social. Quienes impulsaron esta alternativa privilegiaron al Estado como el gran propietario de la economía, dispensador de servicios, supuesto árbitro entre el capital y el trabajo, sustituto de la sociedad organizada. Postularon un capitalismo de Estado que en realidad es capitalismo subsidiado por el Estado. Fue una alternativa que fundó su tesis y acción en hacer depender a la sociedad en el Estado, y otra vez ofreció prosperidad sin esfuerzo, a partir de generalidades carentes de sustento. Para ellos el pueblo es una masa disponible sin capacidad para conducir organizadamente su destino. Confundieron lo social con lo estatal y los derechos sociales con los deberes del Estado y culminaron con la tutela sobre las organizaciones populares, a las que hicieron depender del subsidio estatal. Convirtieron el ideario de las varias revoluciones mexicanas en una camisa de fuerza marcada por el estatismo, el corporativismo, el proteccionismo y el control vertical sobre los movimientos populares. Es un nacionalismo estatificador. La lógica tras esta doctrina ha sido el control y la desconfianza.Se trató del populismo autoritario, ejercido desde el Gobierno de la Ciudad de México entre 2000 y 2006. Fue una alternativa que ya tenía antecedentes de gobierno: en México, en la década de 1970; en América Latina, durante la segunda mitad del siglo XX. Es el tipo de populismo que, con sus programas sociales clientelares, su debilitamiento de las organizaciones populares, sus obras de relumbrón sin sustento financiero transparente, sin rendición de cuentas, debilita a su vez a las instituciones y al estado de derecho, y pretende perpetuarse en el poder. Burocratizaron las fuerzas populares de reforma. Es en realidad el clientelismo de la burocracia.También incurre en paradojas, como el privilegiar circunstancias de mercado y grupos empresariales afines a él, junto con la omnipresencia del Estado. En realidad, no ofrece un gobierno nuevo, pues sus principales miembros ya gobernaron desde el Partido Revolucionario Institucional (PRI) vinculado con la nomenklatura. Tampoco es una repetición de la historia, a menos que antes fuera tragedia y ahora terminara en comedia. Pero sus repercusiones son tan adversas que se ha vuelto un dique para el desarrollo soberano y popular del país.Este populismo mexicano ha sido la restauración de un viejo PRI. Por eso recurre a procedimientos, intolerancias y manipulaciones del pasado, que la nomenklatura mexicana convirtió en obstáculo para nuestro desarrollo. Esos procedimientos presentaban como cualidad nacionalista la supuesta protección estatal, que en realidad era discrecional, tutelar, centralizadora y autoritaria. Expropiaron progresivamente la libertad individual al convertir las organizaciones y demandas sociales en asunto de Estado. Su intolerancia consistió en considerar que todo el que no estaba de acuerdo con ellos era su enemigo y que ellos eran los únicos acertados; su manipulación, en querer identificar la lucha de la nación con su doctrina: todo el que no aceptara sin discusión esa doctrina era presentado como opositor al país. Han promovido la polarización al interior de su partido y a lo largo de la nación.Por eso se trata de una vuelta al pasado que incluye las peores prácticas de ese modelo anquilosado. Y al promover el debilitamiento de las instituciones y el desprecio al estado de derecho, así como al evitar la rendición de cuentas, ese populismo resultó autoritario.
Neoliberalismo y populismo: de un programa por el pueblo a un programa para la gente
El neoliberalismo colocó al individuo aislado dentro del mercado; el populismo colocó al ciudadano como menor de edad, dependiente del Estado: uno y otro agruparon a los individuos como “la gente”.
(...) El populismo autoritario abate las redes de solidaridad a partir de la imposición de controles verticales de autoridad y de la práctica del clientelismo mediante las organizaciones sociales controladas desde el gobierno, lo cual refuerza la dependencia en el Estado. Al final, en lugar de pretender representar y hablar por el pueblo, su dirigente actúa como si él fuera “el pueblo”.
(...)
Sus prácticas muestran a un gobierno alejado del populismo revolucionario, así como de las luchas populares ocurridas en México al inicio del siglo XX. En realidad, estamos ante un populismo autoritario, similar a las expresiones más retrasadas de la región latinoamericana.La pretensión de esta alternativa es ser considerada de izquierda, sin embargo sus acciones la ubican en otra posición. El saldo del populismo autoritario mexicano fue desfavorable para el avance democrático y el progreso popular: no pudo construir una alternativa moderna de izquierda. Se consolidó el clientelismo de la burocracia, en el marco del debilitamiento institucional y su convocatoria a la polarización social.(…) En la Ciudad de México la dirigencia en el gobierno impuso la alternativa populista autoritaria a partir de finales del año 2000. Sin embargo, dentro del Partido de la Revolución Democrática (PRD) se han distinguido dirigentes y militantes comprometidos con una verdadera alternativa progresista. Ellos sostienen principios de soberanía, justicia, libertad y democracia. Promueven el respeto al estado de derecho y el fortalecimiento de la vía institucional. Han trabajado en la lucha popular, y alentado la participación en organizaciones autónomas. Están comprometidos con la nación. Por eso, los problemas y las deficiencias de quien encabezó la Jefatura del Gobierno en la capital durante esos años no deben generalizarse al partido que lo llevó al poder. l
Capítulo 4. Soberanía nacional, instituciones y democracia
1995-1998: un viraje histórico
Entre 1995 y 1998 se dio un gran viraje en la conducción del desarrollo nacional. Esto comenzó durante los 30 días iniciales de la primera administración neoliberal en el poder: en ese breve lapso, dicho gobierno rechazó la ratificación temporal del talentoso secretario de Hacienda saliente, dio de baja a la mayor parte del equipo financiero, a continuación duplicó la emisión de Teso-bonos y finalmente un pequeño grupo de empresarios agotó las reservas internacionales, pues el gobierno les avisó anticipadamente sobre la devaluación. Así, sin recursos y con una deuda de Tesobonos enorme, las autoridades llevaron al país a la insolvencia financiera: convirtieron un problema en una crisis. Posteriormente, durante 1995, el gobierno mexicano tomó tres decisiones muy adversas al desarrollo nacional: para enfrentar la crisis de insolvencia que había generado, solicitó la ayuda del gobierno estadunidense, un hecho sin precedente en el siglo XX. Esto significó aceptar las decisiones propuestas por aquel gobierno. En consecuencia, durante ese año elevaron las tasas de interés de manera inusitada, lo que provocó la quiebra de miles de empresas y la pérdida del patrimonio de cientos de miles de familias.A continuación, el gobierno asumió los pasivos de los bancos, que también habían quebrado, a causa de la imposibilidad de sus acreditados de cubrir las elevadísimas tasas de interés. A cambio de sus pasivos, el gobierno entregó a los bancos un pagaré de un fideicomiso privado llamado Fobaproa. Después, en lo que diversos autores han denominado “el saqueo a los mexicanos”, remató esos pasivos a la mínima parte de su valor.Simultáneamente, el gobierno neoliberal canceló Solidaridad, el programa social que alentaba la organización popular, y en su lugar introdujo Progresa-Oportunidades, programa que privilegió el individualismo posesivo, debilitó la formación democrática y evitó la participación social. Convirtieron a los pobres en objetos, en lugar de sujetos, de su transformación. Consolidaron así el clientelismo de la tecnocracia.A finales de 1998, estas acciones culminaron en otras dos decisiones que resultaron muy perjudiciales para el desarrollo soberano del país: primero, convirtieron en deuda pública el saldo de Fobaproa (llamado a partir de entonces IPAB). Con esta sola decisión, duplicaron el monto de la deuda histórica nacional. La segunda medida se dio en forma paralela: reformaron las leyes para autorizar y promover la propiedad mayoritaria de extranjeros en los bancos mexicanos. Durante los tres años siguientes, 90% de éstos pasaron a propiedad de los extranjeros.Además de duplicar la deuda histórica en esos años, al entregar los bancos el país perdió el control de su sistema de pagos, que es el centro neurálgico de la actividad económica mexicana. Esto canceló la capacidad para tomar decisiones soberanas a favor del desarrollo nacional.La propaganda oficial de la época presentó como salvamento lo que en realidad fue una capitulación y la entrega de áreas fundamentales a extranjeros. Esto se sumó a la crisis económica y social, lo que produjo una gran desmoralización entre amplias capas de la población. Tuvo su reflejo en el deterioro de las instituciones y de la vida democrática y en la pérdida de la soberanía como principio fundamental del proyecto nacional.
Deterioro en cultura cívica, libertad de expresión y partidos políticos
El desprestigio de los partidos también era grande. El Revolucionario Institucional (PRI) enfrentaba la acusación de uso ilegal de recursos públicos en la campaña presidencial de 2000, escándalo conocido como Pemexgate. El Partido Acción Nacional (PAN), por su parte, fue acusado de haberse financiado con recursos ilegales del extranjero durante la misma campaña presidencial; el escándalo creció en noviembre de 2006, cuando Fox, todavía presidente, pocos días antes de concluir su periodo, fue denunciado penalmente por no cubrir los pagos a los abogados que lo habían defendido de esa acusación.Un poco antes, en 2004, el Partido de la Revolución Democrática (PRD) fue afectado por videos que mostraban a sus principales operadores políticos llenándose las bolsas con dólares, supuestamente para gastos ilegales de campaña. Los partidos menores sufrían un embate a sus dirigencias y estatutos. Todos enfrentaban multas millonarias impuestas por el IFE.El escándalo alcanzó a miembros destacados de todos los partidos. Un gobernador priista del sureste era sospechoso de haberse fabricado un atentado para elevar su popularidad y ganar votos para su sucesor en la elección local. Un gobernador panista del centro del país fue acusado de proteger al narcotráfico y se promovió su desafuero en el Congreso local. El alcalde de Cancún, vinculado con el PRD, fue acusado de corrupción y desaforado.
La peor consecuencia neoliberal: la soberanía desapareció como prioridad y de la agenda presidencial
Durante el neoliberalismo, la soberanía dejó de ser principio fundamental y esencia del Estado nacional. Esto se reflejó en la ayuda solicitada a una potencia extranjera para resolver una crisis provocada internamente. También al aceptar que los extranjeros impusieran el programa de salvamento, y al entregarles áreas estratégicas para la soberanía nacional: así se hizo con el sistema de pagos. El debilitamiento de la autosuficiencia en la producción de energéticos fue otra política dañina para el desarrollo soberano del país.La culminación de lo anterior fue que el término soberanía prácticamente desapareció de los informes presidenciales. En 1995, en el primer informe presidencial del neoliberalismo, se hicieron 12 menciones a la soberanía; para el cuarto, sólo siete; en el quinto y sexto, ya no figuró como vocablo ni como tema. No fue casual: precisamente en 1999 y 2000 ese gobierno procedió a entregar el sistema de pagos del país a los extranjeros.El segundo gobierno neoliberal confirmó el desprecio por la soberanía. En 2001 sólo una vez –por mera formalidad– se refirió a ella durante el informe presidencial, para hacer referencia ¡a la soberanía del Congreso! En los cinco informes de gobierno restantes, el presidente ignoró el concepto y el compromiso: no hizo referencia a ella en informe alguno, lo que confirmó el desprecio neoliberal por la soberanía como fundamento y prioridad nacionales.
Retrocesos en la política exterior
En el ámbito internacional, una política exterior alejada de los principios históricos de defensa de la soberanía y no intervención en los asuntos de otros países hizo que el respeto a México declinara mundialmente.Ante una nueva realidad internacional, la primera administración neoliberal no supo definir una política exterior digna y eficaz para promover la soberanía de México en relación con otras naciones, en particular con Estados Unidos. Su corolario estuvo en la pretensión del gobierno mexicano de intervenir en los asuntos internos de otras naciones, de Cuba en particular, acción que fue calificada como “una política exterior servil ante los intereses externos”.
“Una devaluación sin precedente de la política exterior”
Posteriormente, en la prensa se descalificó la política exterior de la segunda administración neoliberal por “sus múltiples desaciertos, garrafales deslices diplomáticos, desencuentros y apuestas equivocadas. Tiene el descrédito de no haber logrado casi nada. Propició una devaluación sin precedente de la política exterior”.Esa administración neoliberal no leyó adecuadamente la modificación de las relaciones geopolíticas a raíz de los atentados del 11 de septiembre de 2001. El problema principal al abordar la nueva etapa de relaciones con Estados Unidos estuvo tanto en la forma como en el fondo: planteó los temas adecuados –acuerdo migratorio y recursos para el desarrollo–, pero lo hizo sin sentido estratégico, sin talento negociador y de manera inepta. El peor error fue haber perdido una ventaja que sólo se presenta cada 12 años: ambas administraciones, en México y en Estados Unidos (Bush hijo y Fox) iniciaron en la misma fecha, lo cual abría enormes oportunidades para fijar una agenda común y arrancar las negociaciones con celeridad y eficacia.El gobierno mexicano pretendió, torpemente, negociar a través de los medios estadunidenses, en lugar de construir alianzas al interior de la nueva administración, el Congreso y los grupos de opinión. Al actuar sin estrategia precisa a favor de los intereses nacionales, la política exterior del segundo gobierno neoliberal equivocó el rumbo y perdió el tiempo. Los conductores iniciales de esta política exterior habían sido, años atrás, los más contumaces opositores mexicanos al Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), incluso al presentarse ante el Congreso estadunidense para oponerse a la ratificación del acuerdo. Pero cuando formaron parte del gobierno neoliberal, y tuvieron la oportunidad de construir, fracasaron en alcanzar el acuerdo migratorio. Al final fueron derrotados en la batalla principal: no lograron avance alguno en materia migratoria ni en mejorar la relación al norte del país.Cuando ocurrieron los atentados de septiembre de 2001, ya había pasado el momento de relanzar la relación con Estados Unidos. Quedará para la historia esta oportunidad desperdiciada. Una conducción de la política exterior –se la ha definido– caracterizada por “miopía, torpeza e irresponsabilidad”.Este segundo gobierno neoliberal mantuvo su agresividad contra Cuba, en busca de simpatías en Estados Unidos, pero se enredó en el resto de la relación: por un lado, anunció un voto, que al final no hizo falta, contra la guerra de Irak, pero votó por que un ejército de ocupación controlara el petróleo de esa nación, inconcebible proviniendo de un país como México, que es importante productor de petróleo.
Perdieron el sentido de dirección en la política exterior
Los comentaristas que coincidían con algunas de las acciones del neoliberalismo fueron los que hicieron la crítica más severa a su política exterior. Así, uno de ellos señaló: “Aunque planteada con bombos y platillos, la administración perdió el sentido de dirección en la política exterior antes de comenzar”. Apuntó que en ese ámbito la responsabilidad era sólo del presidente y que esa responsabilidad exclusiva se reflejó en “nuestra lamentable posición internacional”.Además de ser adversa para la soberanía nacional, la política exterior neoliberal sumó la pérdida de rumbo, en razón de que “se diseñó una estrategia que pretendía todo a una misma vez: gran cercanía con Washington y una activa presencia en todos los espacios multilaterales, un reencuentro con América Latina y un protagonismo en todos los ‘nuevos temas’, como la Corte Internacional de Justicia y el Protocolo de Kioto”. La ineptitud se reflejó en la incapacidad de “reconocer las contradicciones inherentes a una propuesta tan ambiciosa, los riesgos que entrañaba cada uno de los componentes o, mucho más grave aún, los intereses que se afectarían con un despliegue tan amplio y que, tarde o temprano, se revertiría con toda su fuerza”.
La política internacional de los dos gobiernos neoliberales fue contraria a los fundamentos de la política exterior mexicana (...).
Explotó el narcotráfico, y para combatirlo cedieron soberanía nacional.
La seguridad y la paz se desplomaron en amplios territorios que pasaron a control de las bandas(…)
Durante esa década el narcotráfico explotó en el país y en amplios territorios puso en riesgo permanente la seguridad de las familias mexicanas, debilitó la salud de las instituciones y, ante el reto que significó para el Estado mexicano, agravó la debilidad de la soberanía nacional.Paradójicamente, los neoliberales dificultaron la defensa de la soberanía, pues, al olvidar la máxima de que “el que paga manda”, el gobierno mexicano aceptó recursos extranjeros para el combate contra las drogas. Fue una cesión más de soberanía. En el informe del Departamento de Estado estadunidense sobre narcotráfico para 1996 se exaltó esa decisión del gobierno neoliberal:“La crisis económica, combinada con la creciente preocupación en México sobre la amenaza de los traficantes de drogas y el crimen organizado, convenció a la administración de Zedillo a modificar la política de ‘mexicanización’ establecida en 1992, bajo la cual México había asumido el financiamiento total de su programa antinarcóticos. Ahora se ha reanudado la asistencia técnica y material de Estados Unidos.”Al año siguiente el informe estadunidense remató: “El Departamento de Defensa de Estados Unidos ha completado la transferencia de aviones y equipo a las unidades militares mexicanas, y mantenido su amplio programa de entrenamiento y apoyo técnico”. Poco después, las autoridades de esa nación elogiaron la actitud del procurador mexicano “frente a críticas por la violación de la soberanía”, al aceptar que funcionarios estadunidenses realizaran en nuestro territorio funciones que eran de la competencia exclusiva de los mexicanos. Dentro del país, la violencia de los grupos de narcotraficantes desplomó la seguridad y la paz social en muchas comunidades y sus bandas controlaron espacios territoriales crecientes.
La soberanía nacional, en riesgo innecesario: el voto de México en el Consejo de Seguridad
Casi al final de la década neoliberal, la política exterior de México cometió dos errores notables. Después de buscar afanosamente un lugar en el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas, en 2003 erró en su comportamiento: primero, al demorar su posición respecto a la guerra en irak. Cuando la expresó, lo hizo tardíamente. Segundo –el error de mayor repercusión negativa para el futuro soberano del país–, al votar dentro del Consejo de Seguridad, en octubre de 2003, a favor de la ocupación militar de un país productor de petróleo. El presidente neoliberal justificó el voto aduciendo que era “una vía para fortalecer el multilateralismo y (…) las instituciones internacionales”.El error no pudo ser más adverso para los intereses soberanos de México. Dado que nuestro país era uno de los principales productores de petróleo en el mundo, el gobierno debió de abstenerse de apoyar el uso de tropas militares para ocupar una nación con enormes reservas petroleras. Pocos sucesos en la historia de la diplomacia mexicana registran un acto tan contraproducente para la soberanía nacional.
Debilitaron la soberanía de México con una crisis que en sólo seis años duplicó el saldo de la deuda nacional
La política económica seguida a partir de 1995 provocó un alza sin precedente de las tasas de interés en México: en los primeros meses de ese año pasaron de 7% a más de 100%. Se ha confirmado que esta política tan perjudicial fue diseñada por autoridades estadunidenses y aceptada por el gobierno mexicano a cambio de la ayuda que solicitó al país del norte.Esta súbita alza provocó la quiebra de cientos de miles de familias y de miles de empresas; se perdieron más de un millón de empleos, patrimonios familiares y proyectos empresariales largamente construidos. Esa fue la crisis económica: en unos cuantos meses, más de 10 millones de mexicanos se sumaron a los que ya vivían en condiciones de pobreza. Fue, asimismo, un cataclismo social, cuyo origen estuvo en la forma en que el gobierno iniciado en diciembre de 1994 convirtió un problema en una crisis. Por eso la de 1995 se convirtió en la más severa desde la Revolución de 1910.Ante los terribles y difíciles acontecimientos entre enero y noviembre de 1994, se dio la transmisión pacífica y constitucional del poder, después de una elección, organizada por el IFE y por primera vez en manos de ciudadanos independientes, cuyo resultado fue aceptado por todos los contendientes.En diciembre de ese año, durante su primer mes de ejercicio, el nuevo gobierno rechazó la ratificación del secretario de Hacienda saliente, lo que impidió que la política económica del arranque se condujera con capacidad. Al mismo tiempo, dio de baja a la mayoría de los cuadros más calificados de esa secretaría, con lo que se acabó con un auténtico servicio civil de la más alta calidad hacendaria y financiera.Peor aún: a mediados de diciembre de 1994, el nuevo gobierno hizo saber a un pequeño grupo de empresarios que planeaba (después recularía) devaluar el peso. Esa información privilegiada permitió a unos cuantos cambiar sus pesos por dólares al tipo de cambio previo y, así, saquear en unas horas las reservas internacionales del Banco de México. El país se quedó sin reservas y el peso se devaluó sin control, mientras que el nuevo gobierno emitía, sólo en diciembre, casi 15 mil millones de dólares de Tesobonos adicionales (el doble de los emitidos hasta esa fecha): sin reservas y ante los vencimientos de los bonos, México entró en quiebra financiera. La crisis destruyó ahorros construidos durante años por millones de mexicanos, empobreció a la mayoría de la población y llevó a cientos de miles a emigrar hacia el norte, a Estados Unidos, para encontrar un trabajo para sobrevivir y tratar de recuperarse.
Provocaron la quiebra de los bancos, promovieron un saqueo sin precedente y entregaron el sistema de pagos a los extranjeros
Una de las consecuencias de la crisis fue el quebranto de los bancos mexicanos: quebraron la mayoría de los que fueron privatizados (unos cuantos se salvaron) y también los que no se privatizaron, como los de fomento, propiedad del Estado. El gobierno argumentó que tenía que proteger los ahorros de los cuentahabientes, lo cual era correcto, pero en realidad cometió uno de los peores atracos registrados en la historia económica, mediante el llamado rescate de los bancos (se le ha denominado el saqueo bancario). El gobierno procedió a rescatarlos mediante un fideicomiso privado, llamado Fobaproa, al cual convirtió en deuda pública en 1998, y lo denominó IPAB. La deuda adicional incurrida para apoyar a los bancos se encajó sin autorización del Congreso y sin rendición de cuentas: se elevó a 1 billón 200 mil millones de pesos (casi 120 mil millones de dólares).Esa deuda de los bancos se convirtió en deuda de los mexicanos, quienes han tenido que pagarla desde entonces con los impuestos que cubren cada año, y desviando así el gasto público hacia el pago de ese endeudamiento, en lugar de destinarlo al gasto social y en infraestructura básica.Mediante ese pillaje, duplicaron la deuda histórica total del país, que pasó de 19.8% del PIB en 1994 a 42.3% del PIB en 2000. Además, el pago anual de intereses de esa deuda adicional se hizo con cargo al erario federal, lo que desbordó el déficit fiscal, que al contabilizarlo llegaba a casi 4% del PIB, contrario al supuesto equilibrio publicitado por los neoliberales.
La soberanía también fue debilitada con un error de dimensiones históricas: la entrega del sistema de pagos a los extranjeros
La culminación de hechos tan adversos fue la entrega de los bancos mexicanos a los extranjeros. Los bancos son el corazón que bombea a las arterias de la economía. Por eso nunca debieron entregarse a los extranjeros. Haberlos cedido constituyó un gran viraje en la historia nacional. Esta entrega se realizó sin subasta pública y sin informar al Congreso sobre la disposición de los fondos públicos ni de los mecanismos utilizados para asignarlos a sus nuevos propietarios.Una vez en manos extranjeras, los bancos decidieron a quién le prestaban (a muy pocos), cuándo prestaban (pocas veces) y, además, contabilizar en sus activos los pagarés que el gobierno les había entregado a cambio de sus carteras vencidas. Los intereses que obtenían de esos pagarés, y que el gobierno pagaba, les permitieron obtener altas utilidades sin necesidad de prestar. Procedieron entonces a enviar rápidamente sus utilidades a sus matrices en otros países.Si en diciembre de 1994 unos cuantos mexicanos amasaron grandes fortunas con la información privilegiada sobre la inminente devaluación, y algunos incluso obtuvieron ganancias extraordinarias con la venta de sus bancos (sin pago de impuestos), también unos cuantos extranjeros hicieron el gran negocio de quedarse con los bancos del país, y con las enormes utilidades, pagadas con impuestos de los mexicanos, derivadas de los rendimientos del pagaré Fobaproa-IPAB que les dio el gobierno.Este proceso significó la entrega del sistema de pagos de México a los extranjeros. Nuestro país perdió soberanía en el control de este conducto fundamental para su desarrollo. Entregar los bancos y la remisión de sus utilidades a las matrices fue equivalente, en el terreno financiero, a otros desgarramientos en la historia de la nación, como la consolidación de vales reales antes de la Independencia y la pérdida de más de la mitad de nuestro territorio durante la intervención estadunidense en México, entre 1846 y 1847.(...) A partir de 1995 ya no perdimos territorio, pero se canceló la capacidad soberana del país de conducir su sistema de pagos. Además, las enormes utilidades obtenidas del saqueo bancario, su pago a través del presupuesto público y la remisión inmediata a sus matrices han significado la expoliación financiera de la nación.Los bancos se entregaron a los extranjeros sin que mediara subasta pública ni se precisaran criterios públicos para seleccionar a los compradores; tampoco se rindieron cuentas al Congreso sobre los recursos obtenidos por su venta, ni se informó sobre el destino que se dio a esos ingresos. En la prensa se denunciaron acuerdos “ocultos” mediante los cuales el gobierno garantizó a los nuevos dueños extranjeros de los bancos “que no tendrían pérdidas en sus inversiones”.
¿Por qué no le funcionó al gobierno el estímulo económico para alcanzar la victoria en la elección de 2000?
Gracias al extraordinario aumento del gasto público, la primera administración neoliberal terminó en 2000 con un crecimiento económico alto y con inflación baja. Esa situación económica tan propicia debió haber funcionado a favor del candidato oficial. Sin embargo, entre los ciudadanos existía un ánimo adverso hacia el partido en el poder (creado en gran parte por la propia administración, al promover una campaña de desprestigio contra las políticas y los políticos de su partido que la habían precedido). No habían sido suficientes algunos años de crecimiento económico para que la población superara los terribles estragos de la crisis económica y social de 1995. La memoria de esa crisis monumental estaba presente en la colectividad.A pesar de los beneficios de una economía en ascenso, el candidato oficial y el partido en el poder perdieron la elección presidencial. Fueron derrotados, a pesar de todas esas maniobras presupuestales para acelerar la economía durante el primer semestre. Ese candidato contó así mismo con enormes recursos desviados del presupuesto público hacia su campaña (peculado conocido como Pemexgate), con el uso de información confidencial para atacar a su principal competidor y con una presencia abrumadoramente favorable en los medios de comunicación masiva.La derrota del PRI en la elección de 2000 encuentra su explicación en dos elementos.
El primero fue la incapacidad del candidato presidencial del partido para aprovechar el dinamismo económico y los otros apoyos gubernamentales de dinero público, información reservada y medios afines. El segundo, igualmente importante: la memoria de la crisis económica y los efectos adversos que perduraban actuaron contra el PRI.Contrario a lo que sucede en otros países, la campaña jugó un papel decisivo en el resultado electoral: uno de cada tres votantes cambió su intención de voto dentro de los cinco meses previos al día de la elección. La derrota del candidato oficial se explica por los errores durante su campaña, a pesar de que seis meses antes de la elección ese candidato arrancó con una ventaja de 20 puntos porcentuales arriba del candidato de Acción Nacional, el cual resultó ganador.Diversos análisis han documentado con claridad el motivo de esa debacle. Así, han señalado que el candidato del PRI “no logró vincular la economía en expansión con la campaña presidencial. El candidato y sus estrategas de campaña prefirieron identificar al cambio como el tema principal”. Era obvio para cualquier estratega electoral mínimamente competente que para el partido en el gobierno ésa era la propuesta equivocada. La elección presidencial de 2006: los ciudadanos “se sentaron en sus manos”, pues una proporción menor de electores votó. La victoria fue por un margen mínimo
En la elección de 2006, los ciudadanos emitieron en las urnas el veredicto sobre la década neoliberal. En primer lugar, el desencanto se reflejó en la caída de la participación electoral; ésta se agudizó. Los datos al respecto muestran que en 1994 votó 77% de los ciudadanos, un récord histórico todavía no superado. Para 2000 la participación bajó a 63.9%, y en la elección de 2006 disminuyó todavía más: sólo votó 58.5% de los ciudadanos inscritos en el padrón electoral, como antes se precisó. La participación durante el neoliberalismo no alcanzó siquiera la proporción de la elección intermedia de 1991, cuando llegó a 66%.Ya en la elección intermedia de 2003 se había dado la tasa de participación más baja desde 1946: sólo votó 42% del electorado, y entre los que no votaron (más de la mitad del electorado), dos terceras partes expresaron insatisfacción con la democracia y desilusión con la política: “Esa tendencia no cambió para la elección presidencial de 2006”.En segundo lugar, los que decidieron votar en la elección presidencial de 2006 lo hicieron masivamente por opciones diferentes del partido en el gobierno (65% de los que votaron lo hicieron por un partido distinto del PAN). El resultado electoral mostró que la victoria no fue por mayoría absoluta, sino que se alcanzó por una pluralidad de votos, y el margen fue mínimo: 35% de los electores votaron por el candidato triunfante y su victoria fue por 0.5% de diferencia.
La mayoría de los electores, en el centro.
¿Y el PRI? “Es un partido de extrema derechay neoliberal”
La elección presidencial de 2006 significó para el PRI su segunda derrota consecutiva. Dos resultados observados en esa elección fueron sorprendentes. El primero fue que, entre los electores, la mayoría se colocaba en el centro (33% se autoclasificó de centro, 21% de izquierda y 18% de derecha). El segundo, que ciertos actos que tradicionalmente se habían considerado de izquierda eran ahora evaluados por las nuevas generaciones de manera diferente. Así, 49% de los ciudadanos en la Ciudad de México, con educación superior a secundaria, asociaron la nacionalización de los bancos (realizada en 1982) ¡con la derecha!Eso podía explicar la sorprendente clasificación que los ciudadanos hicieron del PRI: lo consideraron como “el partido de la extrema derecha”. Además, el candidato del PRI obtuvo la mayor parte de los votos de electores que se consideraban de derecha (al inicio de la campaña, 30% de los que se identificaban como priistas se ubicaba a la derecha del espectro ideológico, y sólo 13% en la izquierda). El candidato del PRI “era considerado neoliberal”.Por su parte, el PAN era evaluado como de centro-derecha (su candidato fue el que más votos obtuvo del centro) y el PRD como de izquierda. Esto fue confirmado por una encuesta publicada posteriormente: 68% de los priistas se consideraron de centro-derecha y sólo 9% de centro-izquierda (entre la población en general, 49% consideró que el PRI debería ser una opción política de centro-derecha).
Los independientes decidieron la elección
Una gran proporción de los electores se consideraban independientes (44% del total en abril de 2006). Fueron los independientes los que más probablemente decidieron el resultado de la elección. Y para ellos el PRI era el que estaba peor calificado para ejercer un buen gobierno y promover un mejor futuro (el candidato del PRI sólo lograba atraer a la décima parte de los independientes).El PRD era evaluado por los independientes como el partido que más se interesaba en personas como ellos (pero 53% de esos votantes consideraron a su candidato como el más agresivo, aunque lo denominaron “un populista democrático”). El PAN resultó el partido más asociado con el crecimiento económico y menos con el conflicto. Su candidato fue el que más votos obtuvo de los jóvenes (los votantes entre 18 y 34 años de edad representaban 45% del electorado).
Democracia, instituciones, progreso y soberanía disminuidos. ¿Y las libertades?Aunque la confianza en el IFE y el tribunal se mantuvo después de la elección, los votantes continuaron perdiendo confianza en todos los partidos y, en consecuencia, en las instituciones, como el Legislativo, donde dominan los partidos.Es así como el desenlace del neoliberalismo en México ha sido soberanía debilitada, economía sin dinamismo, programa social equivocado, instituciones desmadejadas y proceso democrático disminuido.