sábado, marzo 12, 2011
E.U.A tiene la tecnologia militar para generar terribles catastrofes naturales: Proyecto HAARP
http://www.youtube.com/watch?v=AWgpSmjH4K0
Rita Guerrero: la última entrevista
Platiqué con ella en su casa de la Colonia Roma en la Ciudad de México la mañana del 23 de octubre de 2010, y días después publiqué en este espacio un fragmento de 5 minutos y 40 segundos que puedes ver si das clic en Rita Guerrero enfrenta al cáncer… y a la muerte.
Hoy, como un homenaje a la memoria de esa voz que es parte del soundtrack de la vida de miles de mexicanos, publico aquí la entrevista completa, llena de buenas respuestas suyas a malas preguntas mías, dividida en tres segmentos.
En el primero, de 15 minutos, habla sobre cuánto cambió con la edad después de ser un ícono de la música para miles jóvenes en los años 90, y les manda un mensaje a todos ellos. En el segundo, también de 15 minutos, encara la conciencia de la posibilidad de su propia muerte y con ello nos da una lección de vida. La última, de apenas 3 minutos, es un regalo para ti: tras abrir su corazón para evaluarse en la recta final de su vida, se echa su último “palomazo” ante nuestra cámara con una canción de cuna en griego que se quedará en nuestra memoria.
Te invito a tomarte el tiempo de ver estos videos y te ofrezco disculpas anticipadas por la mala calidad de algunas tomas, pero valga esta incomodidad a cambio de conocer el testimonio del vigor y la filosofía con los que enfrentó sus últimos días esa guerrera, Rita Guerrero.
PRIMERA PARTE: LA BÚSQUEDA DE LA BELLEZA
SEGUNDA PARTE: EL TEATRO DEL MUNDO, LA MUERTE, LA VIDA
TERCERA PARTE: EL ÚLTIMO “PALOMAZO”
Las armas
Las recientes revelaciones sobre el plan encubierto de la administración Obama para introducir en 2010 de manera clandestina armas a territorio mexicano destinadas a los cárteles y a los paramilitares confirman una vez más que Estados Unidos ha hecho pasar de manera deliberada en los últimos cuatro años decenas de miles de armas al sur de la frontera como parte de su proyecto para hundir a México en la violencia, hacer valer su tesis de que México es un
Estado fallidoy poder controlar mejor el aparato estatal de nuestro país, para lograr apoderarse por completo del petróleo y de otras riquezas estratégicas.
1. El gobierno panista de Felipe Calderón Hinojosa no ha sido ajeno a esta estrategia, que ha respaldado plenamente, tanto por afinidades ideológicas (por el odio que profesa al Estado surgido de la Revolución Mexicana) como en el objetivo de poder quedarse con el poder en 2006 tras el fraude electoral, para lo que necesitaba el apoyo de Washington, como lo han estado confirmando los papeles de Wikileaks difundidos por La Jornada, y así asumió como suyas estas políticas entreguistas que se le impusieron y que evidencian no nada más su corrupción sino su indudable traición a México.
2. La estrategia desarrollada para nuestro país luego de 2006 prosiguió y ahondó el esquema político neoliberal concebido en los años 60, impulsado por Ronald Reagan en los 70 como Plan México
y redefinido en su versión política más delirante en el nuevo siglo por la grave crisis financiera, económica y moral por la que ha atravesado Estados Unidos durante las administraciones de George W. Bush y de Barack Obama, bajo el rubro de Iniciativa Mérida
. Y ya se sabe que en lo político pretende subvertir el antiguo orden institucional mexicano, dejando la Constitución de 1917 como letra muerta, tornando inoperantes las principales leyes federales, y en especial las que consagran los derechos de la nación y las garantías sociales, entregar el control de la economía a los organismos financieros internacionales subordinados a Washington, intervenir de manera directa en el control de fronteras y costas, destruir al Ejército Mexicano y terminar con el pluralismo político, haciendo de México un territorio donde las multinacionales tengan vía libre para saquearlo.
3. La llamada guerra contra el narcotráfico
de Calderón fue en tal esquema el eje articulador de dichas políticas, como lo fueron en su momento las guerras de invasión en Afganistán y en Irak y ahora pretende serlo la de Libia. Esta guerra fue impuesta al débil, abrumado e inseguro panista Felipe Calderón, como lo calificaron desde 2006 los funcionarios estadunidenses, de nuevo también según los documentos del Departamento de Estado revelados por Wikileaks y La Jornada, y con ella se buscó crear un clima generalizado de terror, destruir la solidaridad colectiva y criminalizar la inconformidad social, pero también reordenar en provecho de Estados Unidos el negocio del narco, para lo cual se buscó apoyar a unos cárteles y combatir a otros, o dividirlos, para lo cual era menester un clima desbordado de violencia y se requerían las armas.
4. El nuevo escándalo estalló luego de que el policía federal estadunidense John Dodson, integrante de la Agencia Federal de Alcohol, Tabaco y Armas de Fuego, que tenía como misión impedir desde Phoenix (Arizona) el flujo de armamento al sur de la frontera, reveló el jueves 3 –mismo día del encuentro Obama-Calderón en la Casa Blanca–, durante el programa de televisión de CBS News, que a principios de 2010 se le ordenó permitir el paso de cargamentos de armas de Estados Unidos a México en el marco del operativo Rápido y furioso, aprobado por el Departamento de Justicia, para supuestamente seguirles el camino y detectar a los cárteles, con lo que miles de rifles AK-47 llegaron a México (en el marco de este plan) poco antes de marzo de 2010, mes en el que hubo 958 homicidios, y de que en diciembre se asesinara al agente Brian Ferry de la Patrulla Fronteriza, con una de esas armas, pero no obstante la gravedad de lo acontecido, tanto allá como acá, se ha buscado en estos días tergiversar los hechos, pretendiéndose que tanto Washington como México ignoraban la dimensión de lo acontecido.
5. La pregunta más sencilla no hace sin embargo más que exhibir a la “guerra contra el narco” de Calderón como lo que es: una guerra contra el pueblo de México. ¿Podrían haberse llevado a cabo estos operativos en la frontera más vigilada del planeta –porque el de Fast and furious no es el primero– sin que Washington ignorase sus alcances y sin que en Los Pinos nadie se enterase, como pretende el equipo de Calderón?
6. El nuevo escándalo han buscado minimizarlo tanto allá como acá, por la sencilla razón de que puso de manifiesto una vez más que la violencia que ha ensangrentado a nuestro país ha sido inducida y fomentada por los gobiernos tanto de Estados Unidos como de México, en el marco de una estrategia perversa que busca hacer entrar en descomposición al Estado mexicano como vía para desmantelar a la nación y someter a los mexicanos. El escándalo ha sido acallado en el mismo Congreso estadunidense porque los legisladores saben que el armamento que circula en territorio mexicano no proviene de alguno otro de los principales países exportadores de armas (Gran Bretaña, Francia, Rusia o Alemania) sino de Estados Unidos, donde no se combate a los cárteles locales y donde el gobierno sabe con precisión qué armas han sido vendidas y a quiénes.
7. La introducción de las armas estadunidenses a México, decidida por Washington y tolerada por Calderón, fue también una burla a las fuerzas armadas mexicanas, de ahí la simulación del espurio panista tras su visita a Washington de estar agraviado por la difusión de los cables de la embajada estadunidense a través de Wikileaks y La Jornada, que le dolieron por lo que de él se dice, presentándolo como sumiso, incompetente e inseguro, y no por la caracterización crítica que se hace en los mismos del Ejército Mexicano, porque él desde 2006 pactó con Washington esas políticas tendientes a descalificarlo como un requisito para entregar las tareas de seguridad a otros cuerpos armados sometidos más directamente a Washington.
8. La supuesta guerra “contra el narco”, que ha sido el eje de las políticas del actual gobierno panista, y que ha cobrado la vida de más de 30 mil mexicanos, está logrando sus objetivos: Calderón se ha mantenido en la silla presidencial con el respaldo en todos los órdenes de Estados Unidos y anda ahora desaforado pretendiendo que un panista lo va a suceder en 2012, y a su vez Washington ha logrado ir imponiendo la tesis de que México es un Estado fallido
y, en contra de lo que prevé la Constitución, se ha ido apoderando de los espacios y recursos estratégicos de la nación.
Enlaces:
Lento y obsequioso
Para Rafael Barajas, El Fisgón,
por la coincidencia.
Así, “lento y obsequioso” —“servil” diría El Fisgón en su cartón de ayer en La Jornada— con un gobierno, el de Barack Obama, que para que no le falte droga a sus millones de adictos y aquí sigamos poniendo los muertos nos manda armas y dólares, se ha portado, para vergüenza de México, Felipe Calderón Hinojosa.
Ante un “acto de guerra”, porque eso y no otra cosa es que oficiales del gobierno estadunidense hayan permitido, en el operativo Rápido y Furioso, la introducción ilegal en México de 2 mil armas de asalto, nada ha hecho, más allá de una nota diplomática, el hombre que está sentado —“haiga sido como haiga sido”— en la silla presidencial.
Rumiando su vergüenza estará Felipe Calderón mientras esos dos mil fusiles de asalto, en manos de criminales gracias al gobierno de “su amigo”, vomitan fuego y siguen cobrando vidas inocentes.
Rumiando su vergüenza estará Felipe Calderón mientras que soldados y policías caen víctimas de las balas disparadas por esos fusiles. ¿Con qué cara enfrentara ese señor, al que se le hizo fácil vestirse de general, a esos soldados, oficiales y jefes que combaten en el terreno?
Escribí aquí, la semana pasada y luego de que Obama, en un arrebato retórico de corta duración, dijera en Washington: “La lucha de Calderón es también nuestra” que, el mandatario estadunidense podrá ser aliado del hombre de Los Pinos, pero no de México. Me equivoqué. Tampoco a Felipe Calderón apoya Obama.
Escribí también la semana pasada que no tardarían los norteamericanos, muy dados a bajarle los humos a sus supuestos aliados después de permitirles posar junto a su presidente, en exhibirlo de nuevo con aquello del Estado fallido y la narcoinsurgencia. También en eso me equivoqué.
A Calderón, los norteamericanos que ni la burla perdonan y que, como es bien sabido, tienen intereses pero no amigos, lo tenían, aun antes de bajarse del avión, en la mira. El ridículo es lo que, a la luz de las revelaciones a la CBS de los agentes de la ATF involucrados en ese criminal operativo, fue a hacer a Washington.
Y el ridículo es el que hacen los más altos funcionarios de este gobierno, la cancillería misma, paralizados por una noticia que pone de manifiesto la fragilidad extrema de su relación con Estados Unidos.
De “una colaboración sin precedentes que se demuestra con hechos” habló Calderón, al lado de Obama y ante los medios y esto mientras se gestaba ya el escándalo y hacían los periodistas sus pesquisas.
¿Sabían ya él y sus colaboradores que el asunto del operativo iba a estallarles en la cara apenas unos días después de su “exitosa” visita de Estado? Malo sí lo sabían, peor si no.
Colapsa así la estrategia diplomática de este gobierno que, a paso firme y acelerado, avanza —llevándose, desgraciadamente, al país en el mismo saco— rumbo a la debacle.
¿Quién, en el mundo, puede creerle a este hombre al que su “aliado” más cercano, su “socio estratégico” burla y en materia tan delicada de esta manera tan criminal?
¿Quién puede meter las manos al fuego por un gobierno y un hombre que no tiene medios y contactos para enterarse de un asunto tan grueso antes de que se entere la prensa?
¿No hubo en Washington un funcionario, un cabildero, una agencia que pusiera a Calderón sobre aviso? ¿Nadie en tantos meses sospechó de la existencia de este operativo? ¿Y qué de la inteligencia militar y de los aparatos diplomáticos y de las estrechísimas relaciones entre los grandes jefes militares y de seguridad de uno y otro lado de la frontera?
Muy valiente se habría sentido, me imagino, Felipe Calderón por haber hablado, ante los editores del Washington Post, de la molestia de su gobierno por los cables diplomáticos filtrados por WikiLeaks.
Más valiente todavía por haberse atrevido a exigir ante su aliado la cabeza del embajador Carlos Pascual. Demanda, por cierto, que por la vía de un boletín del Departamento de Estado y sin más trámite le fue negada.
¿Qué pensarán hoy esos mismos editores, de uno de los diarios más importantes del mundo, del hombre que, dirigiendo una guerra, no tiene ni siquiera información precisa y actualizada de las acciones, que en contra de su esfuerzo principal, hace su aliado estratégico?
Oxígeno fue a buscar, en la inminencia de proceso sucesorio, Felipe Calderón a Washington. Oxígeno y claro, adicto como es a la propaganda, un caudal de fotos y muchos minutos en la pantalla de tv.
Como el que con la tv mata por la tv muere esos minutos conseguidos hoy se le revierten. Rápido y Furioso, para vergüenza de Calderón, en esta ominosa versión, es también un éxito de taquilla.
Golpe brutal le han asestado a su orgullo, a su credibilidad, a su solvencia como comandante en jefe de un Ejército ofendido por los duros juicios de los diplomáticos estadunidenses —que siguen tan campantes en sus puestos— y que a ese agravio suma esta traición que pagan con sangre.
Ojalá fuera la honra de Felipe Calderón lo único perdido en este asunto. Lástima que seamos, de nuevo, nosotros los que ponemos los muertos.
Embajada de EU desmiente a PGR: México sabía de operativo "Rápido y Furioso"
Antes, la PGR había señalado que el gobierno de México “no ha tenido conocimiento de la existencia de un operativo que incluyera el trasiego o tráfico controlado de armas a territorio mexicano”.
Incluso adelantó que ya había solicitado formalmente la información detallada del operativo al gobierno de Estados Unidos.
Sin embargo, en un comunicado emitido esta noche, la representación diplomática a cargo de Carlos Pascual sostuvo que funcionarios mexicanos fueron informados sobre las acciones de los agentes de la Oficina de Alcohol, Tabaco, Armas de Fuego y Explosivos (ATF, por sus siglas en inglés) a cargo de la estrategia.
La embajada de Estados Unidos en México aseguró que "Rápido y Furioso" fue una de muchas operaciones prioritarias contra el tráfico de armas llevada a cabo en territorio estadunidense.