Sique
Un verdadero martirio el de ayer cuando me soplé una hora de promoción del teletón en un canal de Buenos Aires. No es que mi disciplina para no cambiarle de canal devenga de un espíritu masoquista sino que quería vivir en carne propia lo que significa ser víctima de un descarado engaño que creo que no sólo abarca a los televidentes sino a los propios promotores. La cuestión tiene varias aristas que analizar para tener argumentos con los cuales convencer a la gente de que es una verdadera farsa de la cual quien más se beneficia es Televisa, amén de otras cosas que sacan ronchas.
La hipocresía que como dice AMLO es una de las características de la derecha se exhibe sin pudor alguno en los que llaman a cooperar para ayudar a los niños discapacitados. Estuve observando a una de las conductoras, una muchacha muy guapa aunque con el sello clásico de Televisa con el cual se plastifica a una mujer convirtiéndola en parte de la serie que producen en su fábrica de "modelos-actrices-conductoras". Bueno, pues esta chica parecía realmente conmovida ante una niña indígena que estaba en silla de ruedas y que declaraba ante cámara lo mucho que agradecía que la gente apoyara al teletón para que ella y otros niños recibieran apoyo.
Por principio de cuentas no sé si ya los lectores lo sepan porque como no veo televisión en México no lo sabía, este es un negocio que ya cobra víctimas en toda latinoamérica de tal forma que dan los teléfonos para comunicarse de Argentina, Colombia, Honduras, Perú, Costa Rica, en fin creo que es a nivel de todo el continente hacia el sur en el que se está promoviendo el nefasto teletón y obviamente entre las empresas que lo apoyan están Banamex, Jumex y Alpura.
La conductora a quien se le humedecieron los bellos y maquillados ojos cuando la niña oaxaqueña (¡ojo!) en su silla de ruedas pasaba por la penosa experiencia de declarar públicamente y ante cámara su desventura y agradecía lo que no tendría que agradecer pues el Estado es el que tendría que atender a esa población para que pudiese llevar a cabo una vida productiva y de bienestar según sus capacidades, era la típica panista que se desgarraba las vestiduras cuando AMLO determinó la pensión para adultos mayores, mujeres solteras y discapacitados. Esta monita y quienes comparten esta actitud hipócrita hasta los huesos supone que los discapacitados no tienen derechos, en cuanto se promulga una ley que se los concede sale su filosofía fascista de "inferiores y superiores" y no están de acuerdo con que se les proteja, pero sí consideran que estas personas pueden vivir de la caridad, la cual deben agradecer porque deviene del "amor" de la gente que es "tan buena" que les otorga una limosna, la cual tiene por objeto el perpetuar la idea de que son gente que ha nacido para recibir limosnas porque no tiene derechos.
Semejante escena envuelta en una cursi melodía con un estribillo repetitivo comienza a producir náusea, el cochambre de su inmoralidad empieza a supurar por los negros ojos lagrimeantes de emoción de la conductora que llama "amor" el darle dinero a Televisa (Teletón) para que construya albergues en los que se atienda a niños discapacitados. En realidad esta empresa que no da paso sin guarache, cómplice del fraude, responsable de la frivolidad, paladín del egoísmo y la rapacidad, después de descontar los gastos de la costosa campaña en la que se hace toda la publicidad del mundo dona el remanente y esta parte es la que Televisa deja de pagar al fisco. Negocio redondo.
Negocio redondo en el que se cometen varias inmoralidades:
La gente le paga a una empresa multimillonaria, encima de que la traicionó mediante un fraude, ganando con éste miles y miles de millones en los spots de las campañas, y que a diario le miente, cantidades inmensas con las que cubren sus gastos, su promoción y la exención de sus impuestos a partir del engaño y la explotación de los sentimientos de misericordia con el pretexto del Teletón.
Se filtra la idea de que los niños discapacitados no tienen derechos sino que deben estar sujetos a la caridad y a la limosna. La caridad entendida como dar dinero es uno de los paliativos de la injusticia económica y social.
Una empresa multimillonaria evade el pago de impuestos que podrían ser los que se ocuparan de la infraestructura que atienda a la población discapacitada por ley.
Permiten a quienes se sienten culpables del robo al país y de sus privilegios que expíen sus culpas y se sientan "buenos" porque están "ayudando" a los "pobres y deformes" a quienes íntimamente desprecian, y ello los aleja cada vez más de una toma de conciencia verdadera.
En vez de darle donativos al Teletón deberían otorgárselos al Gobierno Legítimo para que defienda los DERECHOS CONSTITUCIONALES DE TODOS LOS MEXICANOS PARA SU BIENESTAR Y PARA SU FELICIDAD. Con ello ya no necesitamos teletones porque todos los mexicanos incluidos los discapacitados estarán cubiertos en sus necesidades esenciales de la cuna a la tumba.