* Ifigenia Martínez, Arturo Huerta y Cordera coinciden: las iniciativas no plantean una esquema de planificación de la industria
* “Es un muerto que no se ha dado cuenta que se murió hace tiempo”, afirma
México, D.F., 24 de junio (apro).- El subsecretario de Hacienda, Alejandro Werner, defendió el esquema fiscal de Petróleos Mexicanos (Pemex) y la apertura de los sectores de petroquímica y refinación, así como la emisión de “bonos ciudadanos”, mientras que Ifigenia Martínez, Rolando Cordera y Arturo Huerta González lo consideraron “confiscatorio” y criticaron las iniciativas presidenciales por no plantear un esquema de planificación de la industria.En el duodécimo debate sobre la reforma energética que realiza el Senado de la República, salieron a relucir cifras dramáticas sobre el descenso de la producción petrolera –una caída de 312 mil barriles diarios, equivalentes a un año de presupuesto del programa Oportunidades-, así como el tema de la extracción en aguas profundas que, según Rogelio Gasca Neri, exdirector de la Compañía Federal de Electricidad, no generará la producción requerida para compensar la declinación petrolera del pozo Cantarell y, al contrario, puede generar pérdidas por más de 500 mil dólares.Uno de los puntos fundamentales del debate fue la necesidad de una reforma fiscal que le permita a Pemex reinvertir. Sin embargo, se caracterizó por las diferencias entre los ponentes sobre la apertura a la inversión privada en áreas de petroquímica y refinación “que no generan renta petrolera”, según cuatro de los ocho participantes. El primer especialista, el economista Arturo Huerta González, advirtió que las iniciativas del presidente Felipe Calderón, lejos de resolver los problemas en el sector “los empeorará”, ya que “las empresas que se establezcan ahí no permitirán que se les grave por arriba de los estándares internacionales”.“Si bien la renta petrolera es de la nación y no de Pemex, esta industria presenta un carácter estratégico fundamental, por lo que debería replantearse el régimen fiscal al cual está sujeto, a fin de liberarle recursos para potenciar su desarrollo”, afirmó Huerta. Criticó también la propuesta de los “bonos ciudadanos” porque son los precursores de la bursatilización futura de Pemex y “el grueso de las ganancias de dichos recursos se quedan en poder de las instituciones financieras”.El segundo participante fue el economista Rolando Cordera, integrante de la Junta de Gobierno de la UNAM. De entrada, criticó que se haya destinado la renta petrolera al gasto corriente, y subrayó que se ha postergado “una reforma fiscal a fondo gracias a la renta petrolera, sin hacernos cargo del desperdicio que supone sobreexplotar un recurso extraordinario que debió haberse invertido en ampliar nuestra capacidad productiva”.Cordera reiteró que la renta petrolera no le pertenece a Pemex ni al gobierno, sino a la nación; y criticó que la elevada renta generada por la industria de hidrocarburos no ha sido parte de una estrategia de modernización y desarrollo económico.“O se usa para expandir nuestras capacidades productivas generales y cruzar con éxito la transición energética o nos resignaremos a ser por un rato más un país buscadores de renta que la privatización sólo exacerbará”, afirmó Cordera, integrante del Comité de Intelectuales en Defensa del Petróleo, que se ha opuesto a las iniciativas de Calderón.Rogelio Gasca Neri, actual consultor de diversas empresas en áreas de energía, infraestructura, transporte y finanzas, abogó por la apertura privada en el sector, pero orientada a la extracción en aguas someras y en tierra; y no en las aguas profundas.Su presentación fue profusa en cifras alarmantes que acreditaban un panorama pesimista. “A mayo de 2008, la producción de Cantarell ha caído 1.13 millones de barriles de petróleo crudo diarios, y el precio de venta del crudo maya, fue de 101.22 dólares por barril, lo que significa una caída de 42 mil millones de dólares”, calculó Gasca Neri.También advirtió que para el 2015 Pemex será importador abiertamente de petróleo crudo y que todo indica que para 2012 la producción de la paraestatal será inferior a los 2.2 millones de barriles, por tanto, “el futuro de la renta petrolera no se ve bien”.
Ifigenia vs Werner
Le correspondió a la maestra Ifigenia Martínez, reconocida por varios de los presentes como formadora de generaciones de economistas, puntualizar en las definiciones sobre la renta petrolera, que claramente se contrapusieron a la del subsecretario de Hacienda, Alejandro Werner.“Los economistas hemos denominado renta petrolera, al ingreso por la venta de un recurso no renovable, cuyo precio se fija en el mercado mundial, independientemente de su costo de producción”, afirmó la exdirectora de la Facultad de Economía de la UNAM.La renta petrolera “debe reinvertirse en la ampliación de la capacidad productiva del sector y del país, para transformar así, el beneficio obtenido de un recurso no renovable, propiedad de todos, en un capital productivo, generando permanentemente bienes, ingreso y empleo”, sintetizó Martínez.La exfundadora de la Corriente Democrática del PRI subrayó que desde 1982, con la llegada de los tecnócratas a los cargos claves de la conducción política y económica, se agudizó la crisis en Pemex.“El desastre en el manejo de operación de Pemex se ha minimizado y disfrazado debido a la ausencia de un sistema de planeación nacional”, denunció Ifigenia Martínez, quien acusó a la Secretaría de Hacienda de haber aumentado “inmoderadamente” la carga fiscal de Pemex. “Se desvía la renta petrolera para pagar la deuda externa”, advirtió.Al mismo tiempo, rechazó que la renta petrolera tenga alguna relación con el recurso fiscal denominado “derechos”, término engañoso, ya que el petróleo es un bien propiedad de la nación y no del gobierno federal, además de ser no renovable.En clara contraposición, el subsecretario de Hacienda, Alejandro Werner, defendió la reforma fiscal de 2005 y 2007, y su impacto positivo en Pemex. Además, defendió las iniciativas del presidente Calderón, así como la emisión de “bonos ciudadanos” y otros mecanismos financieros para incrementar la renta petrolera.Duramente criticado también por Rolando Cordera, Werner no recibió aplausos de la audiencia. “El régimen fiscal, después de las modificaciones realizadas en los años 2005 y 2007, genera los incentivos adecuados para extraer la renta en forma neutral, esto es, no alterar las decisiones de inversión, exploración o explotación de la empresa”, adujo Werner.Ante las críticas sobre la excesiva carga fiscal sobre Pemex, el funcionario egresado del Instituto Tecnológico Autónomo de México (ITAM), advirtió que el problema de la paraestatal “es estructural, no fiscal”; y defendió las iniciativas enviadas por el gobierno federal porque establecen “un régimen fiscal que reconoce la complejidad geológica (sic) de las áreas en que Petróleos Mexicanos tendrá que encontrar los nuevos yacimientos”.
Apertura en petroquímica y refinación
Los otros participantes, Alejandro Reynoso del Valle, economista del ITAM; Ernesto Marcos Giacoman, exfuncionario y “consultor independiente” en temas de energía, así como Alejandro Hernández Delgado, profesor también del ITAM, defendieron la posibilidad de abrir la inversión privada a los sectores de petroquímica y refinación “que no generan renta petrolera”.Reynoso, expresidente de la Comisión Nacional del Sistema de Ahorro para el Retiro (Consar) y actual director de Estudios Económicos del Banco de México, expuso una serie de instrumentos financieros y bursátiles para “construir y distribuir las rentas empresariales de Pemex”.Entre esos mecanismos, habló de “vehículos estructurados, el uso de los Fideicomisos de Infraestructura y Bienes Raíces (Fibras) y vehículos de coinversión”. Todos ellos, abundó, se podrán aplicar con un “gobierno corporativo con una mayoría de consejeros independientes y una representación sustantiva de los trabajadores que podrían asociarse directamente por la vía de las coinversiones en Pemex”.Giacoman, presentado como exmiembro del Consejo de Administración de Repsol, la empresa petrolera española, insistió en que las actividades de refinación y petroquímica “no generan renta petrolera” y es deseable la participación privada en ambos rubros.
* Más de la mitad del crudo (54.8%) se encuentra en aguas profundas, afirma Carlos Morales, de Pemex Exploración
Villahermosa, Tab., 24 de junio (apro).- México cuenta actualmente con una reserva estimada en 53 mil 800 millones de barriles de petróleo crudo, de los cuales 54.8% se encuentra en aguas profundas y 33.6% en cuencas del sureste, informó el subdirector de Pemex Exploración y Producción, Carlos Morales Gil.Al participar en el foro energético “Otras Voces”, organizado por el diputado federal del PRD, Moisés Dagdug Lutzow, el funcionario de Pemex dijo que en toda la historia de México se han descubierto más de 90,000 millones de barriles de petróleo. Dijo que de esa cantidad, más de la mitad (48,000 barriles) ya se han producido y la otra parte (43%) se encuentra concentrada en campos que están en franca declinación. Morales Gil estimó que actualmente existen reservas de alrededor de 53 mil 800 millones de barriles de petróleo crudo que aún no se descubren, pero que se prevé descubrir y recuperar en base a información geológica y geofísica del área de estudio, así como al establecimiento de analogías con otras zonas productoras.De estos, 53 mil 800 millones de barriles de petróleo de reserva, 54.8% (29 mil 500 millones) se encuentran distribuidos en aguas profundas; 33.6% (18 mil 100 millones) en las cuencas del sureste; 3.1% (mil 700 millones) en la cuenca Tampico-Misantla y el restante 8% en las cuencas de gas no-asociado. “México tiene petróleo, sí, pero tenerlo en el subsuelo, no beneficia a nadie, no se puede transformar en programas educativos, ni en hospitales, ni en caminos rurales; para convertirlo en desarrollo hay que extraerlo”, sostuvo.Explicó que en las cuencas de aguas profundas (de aproximadamente 575 kilómetros cuadrados) el recurso prospectivo o reserva es mayor a 29,000 millones de barriles de petróleo crudo y el tamaño promedio por campo sería superior a las cuencas tradicionalmente exploradas, por estar aún subexplorado. Dijo que el tamaño promedio de campos por descubrir es de alrededor de 100 millones de barriles, lo que implica que para descubrir la totalidad del recurso, se requerirían 300 pozos descubridores y un total de 1,500 pozos exploratorios. “Estos números contrastan con el pingüe esfuerzo realizado hoy al sólo perforar dos por año, y aún al que tendríamos hacia el 2011 cuando dispongamos de 5 equipos de perforación, cuando sólo perforaríamos 10 pozos”, comparó. “México se convirtió en potencia petrolera, precisamente porque fuimos a nuevas cuencas y no nos quedamos sólo en las tradicionales”, resaltó.El funcionario de Pemex mencionó que respecto a la producción de petróleo crudo, del total de la producción del año pasado, 77% provino de campos en franca declinación, mientras que los campos en desarrollo, solamente aportaron 23%. En este contexto, destacó que los proyectos Ku-Maloob-Zaap y Crudo Ligero Marino, así como el de Aceite Terciario del Golfo (Chicontepec) y los exploratorios, tanto de las Cuencas del Sureste como de Aguas Profundas, serán determinantes para mantener la producción petrolera, “Baste decir que en el 2021 la producción requerida de aguas profundas es aproximadamente de 500 mil barriles por día”, estimó y ejemplificó que tan sólo en Chicontepec se requerirá la perforación de alrededor de 1,000 pozos anualmente. Por todo ello, Morales Gil insistió que México necesita la reforma energética para poder operar con mayor flexibilidad.“Sería irresponsable que asumiéramos que los problemas de la industria se pueden resolver por la buena voluntad colectiva. Debemos tener claro que los problemas técnicos deben ser resueltos en base a las opiniones de los expertos, y confiando en el juicio de quienes elegimos para diseñar las leyes que rigen este país. Sí tenemos un Congreso plural y que fue elegido democráticamente, debemos dejarlos que tomen hoy las decisiones que el país requiere”, demandó.
* Critica que el gobierno federal se niegue a promover un debate nacional sobre lo que se tiene que hacer con la industria petrolera
Villahermosa, Tab., 24 de junio (apro).- Cuauhtémoc Cárdenas reiteró que la exploración de hidrocarburos en aguas profundas, como lo plantea la propuesta de reforma energética del presidente Felipe Calderón, es contraria a la Constitución.Durante su participación en el foro energético “Otras Voces”, organizado por el diputado federal del PRD, Moisés Dagdudg Lutzow, en el que también participó el gobernador tabasqueño, Andrés Granier Melo, Cárdenas demandó al gobierno de Calderón que proponga reformas constitucionales para plantear “con toda lealtad frente a la Nación” los verdaderos motivos de la reforma, “y no buscar darle la vuelta modificando las leyes secundarias”.Criticó que el gobierno federal no promueva un debate nacional sobre qué es lo que se tiene que hacer en la industria petrolera; y consideró inconsistente el diagnóstico que presentó la Secretaría de Energía sobre Pemex, en el cual “puede resumirse que la empresa carece de capacidad de ejecución y que no tiene capacidad en sus técnicos y trabajadores. Tampoco con sus mecanismos de contratación, capacidades para diseñar nuevas instalaciones y proyectos, para trabajos de exploración en tierras, en aguas someras, en aguas profundas, construir refinerías o sistemas de transporte que hacen falta”. “Dice también este diagnóstico que Pemex no tiene dinero. Sin embargo, no entra a analizar cuáles son las fuentes de recursos con las que se mueve la industria petrolera, cuáles son los condicionamientos fiscales a los que está sometida industria petrolera”, observó. “Tampoco se establece, y esto me parece muy grave, para qué se requiere el dinero, en qué se invertiría, esto es, en dónde estaría la modernización de la industria petrolera, qué es lo que se quiere llevar a cabo, las refinerías ¿dónde?”, cuestionó.Reiteró que la reforma energética calderonista no está planteado con toda claridad, en la que se dice qué se quiere modificar y hacia dónde quiere llevarse el marco regulatorio de la industria petrolera, “pero no sucede lo mismo en cuanto al programa de trabajo, al plan de desarrollo de la industria”. Por su parte, el gobernador de Tabasco, Andrés Rafael Granier Melo, propuso cinco líneas de acción para transformar Petróleos Mexicanos en una empresa competitiva y de clase mundial, pero siempre, dijo, bajo la rectoría del Estado, con mayor autonomía y enfoque que permita invertir y detonar el desarrollo de las regiones del país. Convocó a construir propuestas a partir del diálogo y en referencia a la postura del “presidente legítimo”, Andrés Manuel López Obrador, rechazó que “la oposición sistemática” sea el camino para avanzar en la modernización de Pemex. Reiteró que Tabasco dice sí a una reforma energética que modernice Pemex, pero sin violar la soberanía ni poner en riesgo nuestro patrimonio, ya que lo que se decida, advirtió, impactará en la vida social, política y económica de las entidades de la República.Propuso que Pemex Exploración y Producción tenga su domicilio fiscal en Tabasco para obtener mayores participaciones federales; la integración de dos gobernadores de estados petroleros en el Consejo de Administración de Pemex y que se concesione a los gobiernos estatales el derecho de aprovechamiento de los excedentes de gas sin procesarse, para ser utilizados en la generación de energía eléctrica, así como el pago de derechos ambientales por actividades altamente riesgosas.Así mismo, la creación del Certificado de Responsabilidad Social en la Emisión de Carbono para mitigar el impacto de la industria en los sectores agrícola y forestal, así como la transformación del Instituto Mexicano del Petróleo (IMP) –fundado hace 43 años– en el Instituto Mexicano de Energías.