domingo, mayo 03, 2009

Bioterrorismo en Mexico


por Nebiros
29 abril 2009
del Sitio Web ShinyDemise


Para quienes siguen pensando que Obama se vino a dar unas vacaciones a México y con la gran cantidad de comentarios que he recibido a través del Email sobre la situación epidemiológica de la influenza en México, he decidido publicar esta información que seguramente podrán encontrar en otras páginas o que ya han visto en YouTube.No pretendo alarmar a nadie ni mucho menos generar miedo, creo que eso ya quedó claro. No pretendo que crean nada de lo que aquí se dice. Lo que intento es que la gente sepa qué es lo que realmente está ocurriendo y de que manera está ocurriendo. Hay muchas dudas al respecto y cada quien puede generar su propia opinión de acuerdo a su perspectiva.Algo que sí les puedo asegurar, es que a la gente no se le está diciendo realmente que es lo que está ocurriendo como dijo el presidente Felipe Calderón, no me sorprende que a la gente no se les diga:
"Ciudadanos mexicanos, hemos permitido que un programa global que está preparado para todo el mundo sea puesto a prueba en México (nuestro país). Parte de este programa es realizar experimentos biogenéticos y ello conlleva el deceso de muchos ciudadanos para alcanzar nuestros fines económicos y políticos.

Como no encontramos otra forma de explicarles y rendirles cuentas a ustedes, hemos decidido apodar este brote provocado por agencias farmacéuticas privadas que colaboran conjuntamente con el ejército y los niveles políticos más altos, Influenza Porcina. De manera que pedimos una disculpa ante ello por todas las molestias que les hemos ocasionado ..."
¡Pero no, eso simplemente no va a suceder!

A cambio de ello se le da pan con lo mismo a la gente y desafortunadamente, mucha gente lo cree por completo.Además de que es casi innecesario recalcar, que cualquier información concerniente a la Influenza o cualquier otro tipo de situación similar que no viene de fuentes oficiales como la Secretaría de Salud, el Gobierno de México o la Organización Mundial de la Salud, es una estupidez, tal como dijo una autoridad mexicana en una rueda de prensa.Por cierto y para actualizar un poco esta situación.

Hay varias formas en las cuales el Gobierno Negro dispersa enfermedades "desconocidas" o "poco comunes", en las cuales se conocen cientos de miles de casos a nivel mundial donde los doctores no pueden hacer un diagnóstico específico y en donde al final del día el paciente termina por fallecer, no por la incompetencia de los doctores, sino por que se están enfrentando a enfermedades que presentan síntomas relativos a otras pero que los comportamientos de los virus o bacterias no corresponden a ellas:
Formas de dispersión de enfermedades biogenéticas
*Chemtrails
*Contratación de personas para ser inyectadas y liberar los agentes infecciosos en la población
*Comida y cosméticos contaminados (uso de chemtrails sobre los sembradíos de vegetales, frutas, siembras de uva para vino y siembras de agave)
*Programas de Vacunación.
Algo que mencionaron en esta entrevista y que yo omití en la publicación anterior referente a este problema, es que el Ejército Mexicano ha tenido una actividad "inusual" en la ciudad.

El domingo 19 de Abril alrededor de las 6 de la tarde, llegaron mas o menos 10 camiones del ejército a Palacio Nacional; en diversos puntos de la ciudad se ha visto el ejército en movimiento y esto se resume a que hay algo que ya estaba tramado desde antes y que dicha actividad puede representar un riesgo para la "libertad" de las personas.Los dejo con esta entrevista realizada a Alexander Backman.

Entrevista a Alexander Backman
sobre el Bioterrorismo y la Influenza en México
por http://www.desvelado.com/



http://www.youtube.com/watch?v=rsixkYNw_t0

AYÚDANOS A COMBATIR LA PROPAGANDA DE EXXON EN TV

El reloj sigue avanzando hacia una catástrofe climática, pero durante esta semana se podría recuperar parte de ese tiempo que necesitamos tan urgentemente. El Presidente de los EE.UU. es el anfitrión de un encuentro entre las 17 economías más poderosas del planeta para debatir un nuevo y apremiante tratado global vinculante sobre cambio climático.
No obstante, resulta preocupante que la reunión esté precedida de un bombardeo multimillonario de publicidad y presión política por parte de la industrias contaminantes. ¿Su objetivo? Crear una campaña para desarmar, confundir y engañar deliberadamente al público, a los medios de comunicación y a los delegados que llevan a cabo las negociaciones.

Mientras el Presidente Barack Obama es anfitrión de la reunión de las 17 economías más grandes del mundo para discutir un nuevo (y muy necesitado) tratado vinculante sobre cambio climático, empresas relacionadas con la producción de crudo, carbón y gas agilizan sus movimientos para intentar minar el proceso y mantener sus ganancias.
El equipo de Avaaz acaba de dar los toques finales a un aviso en tono de parodia, exponiendo la propaganda de los grandes contaminantes. El spot ya tiene asegurada su emisión en CNN, pero para asegurar que llegue a quienes tienen un rol que cumplir en este proceso de negociación antes que la ronda de conversaciones llegue a su fin, necesitamos más de U$100,000 para pagar el costo de ponerlo al aire. Con U$200,000, podemos comprar más tiempo de aire y continuar con esta importante campaña en momentos estratégicos. Mira el aviso y realiza tu donación aquí: aún una pequeña ayuda será vital para poderlo emitir!


http://www.youtube.com/watch?v=jwdTMl-nveg

La necesidad de un tratado global vinculante sobre cambio climático debería estar a estas alturas fuera de toda duda. La ciencia sobre el clima es clara y las consecuencias económicas y humanas del calentamiento global resultan estremecedoras de sólo considerarlas. Sin embargo, aquellos líderes mundiales que realmente quieren tomar acciones eficaces y concretas se enfrentan a los obstruccionistas más ricos y resueltos del mundo: los lobbyistas de los combustibles fósiles, que se juegan billones de dólares en beneficios en caso que se emprendan acciones serias contra el cambio climático.
Las empresas petroleras y del carbón creen que pueden echar por tierra nuestras esperanzas de lograr un tratado vinculante fuerte en Copenague en base a la fuerza bruta de los dólares gastados en campañas publicitarias. ExxonMobil en particular, que en este mes logró un récord absoluto de ganancias en toda la historia corporativa de los Estados Unidos, ha estado copando las señales televisivas en todos los continentes argumentando que sus ganancias provenientes de la venta de combustibles fósiles son sostenibles y benefician al medioambiente y al clima.
Lo cierto es que el año pasado el Reino Unido prohibió la emisión de otro anuncio de ExxonMobil por considerarla publicidad engañosa. Claramente no podemos competir con los montos gastados por la industria, pero tenemos dos factores a nuestro favor. Primero, tenemos la evidencia de nuestro lado, y segundo, somos un imparable movimiento global en lucha contra el cambio climático. Saquemos ventaja a los millones de dólares gastados por la industria contaminante. Mira nuestro aviso parodiando al spot original de Exxon y realiza tu donación ahora para recordarles a los líderes de las 17 naciones más ricas del planeta cuáles son los intereses a los que los lobbyistas realmente sirven:
https://secure.avaaz.org/es/climate_stop_corporate_spin
Estamos quedándonos sin tiempo para convencer a los líderes del mundo de que salven nuestro planeta. El sector dedicado a las energías renovables y medioambientales es superado, por 8 a 1, en número de lobbyistas. Puede que no podamos igualar su propaganda, pero haciendo campañas inteligentes podemos, juntos, debilitar sus argumentos e inyectar una mayor ambición en los EE.UU. y en las otras naciones en el marco de las negociaciones sobre cambio climático.
Con esperanza,
Ben, Taren, Iain, Brett, Pascal, Alice, Ricken, Graziela, Paul, Luis, Paula y el resto del equipo de Avaaz
Fuentes:
Arranca en EEUU la reunión del Clima, que busca reducir el calentamiento global - Europa Press, 28 de Abril de 2009.
http://www.avaaz.org/Clima_EEUU
Foro de Clima y Energía: ¿basta el nuevo tono de Estados Unidos? - Deutsche Welle World, 28 de Abril de 2009.
http://www.dw-world.de/dw/article/0,,4213149,00.html

Swine Flu Is Infecting the Immigration Debate

Posted by Nezua, Media Consortium, AlterNet

It’s no shock that those long-opposed to All Things Immigrant are using the Swine Flu outbreak to ratchet anti-immigrant rhetoric up.

It’s no shock that those long-opposed to All Things Immigrant are using the Swine Flu outbreak—which has mostly affected Mexicans at this point—to ratchet anti-immigrant rhetoric up to an irresponsible level. It’s disappointing though, especially because the last few weeks saw more rational dialogue emerging in media coverage. This week’s Wire examines the voices talking about immigration both in the media and on the ground, from those recycling age-old “eliminationist” rhetoric to those who put their own bodies on the line to fight for inclusive justice.
In AlterNet, Joshua Holland uses history to contextualize virulent statements hurled by anti-immigrant pundits like Michael Savage. Holland deftly debunks numerous anti-immigrant, right-wing myths using a historical lens: By tying the source of contagion to immigrants, today’s pundits are echoing age old patterns that “contributed to a series of pogroms in which thousands were burned alive” in 14th Century Europe. Just what are today’s pundits saying? Savage asks “Could this be a terrorist attack through Mexico?” Michelle Malkin, Bill O’ Reilly and Neil Boortz agree: “[W]hat better way to sneak a virus into this country than give it to Mexicans?” shrieks Boortz.
While Colorado lawmakers aren’t using such frantic hyperbole, they are doing nothing to dispel the state’s reputation as heavy-handed when it comes to immigration enforcement. On Monday, the Democratic-controlled state legislature introduced a non-binding Joint Memorial that requests the use of DNA technology and expanded local police powers to “identify, arrest, and detain” immigrants. If granted, the request would allow the state to use “biometric identification—like DNA tracking—and federal databases to create in enforcement dragnet,” according to Erin Rosa of The Colorado Independent. Rosa also reports on scary developments in enforcement technology that attempt to mend the gap between the federal government’s lack of reform and the needs of each state.

Not all harsh enforcement measures result from a lack of federal legislation. A Republican-led Congress passed a law in 1996 restricting the ability of immigrants to challenge the legality of their deportation,” as Rochelle Bobroff and Harper Jean Tobin report for New America Media. The measure is pointedly cruel: It allows courts to proceed with deportation even if an asylum-seeker will be endangered upon their explication. Though there is a provision that the courts can use to rule otherwise, this law represents yet another policy that needs to be revisited when the White House negotiates humane and effective reform.
Writing for AlterNet, Frank Sharry reports on the divide deepening between moderate Democrats, who are “ready to tackle common sense reform” and Republican “hardliners.” “While Democrats seem to be making headway,” Sharry writes, “The Republican Party continues to be dogged by Minutemen hard-liners who oppose practical solutions.”
The political gap is growing, as other groups draw together. RaceWire’s Michelle Chen reports on the Black Immigration Network, “the first national network concerned about immigration issues and racial equity issues surrounding both African Americans and immigrants of African descent.” This Network is important because it bridges historical tensions between the two communities. And as Chen makes clear, there are people who exploit such divides to their own benefit.
The effects of the Iraq war, while a much quieter subject in today’s news cycle, are still playing out. AlterNet’s Nina Berman tells the tragic story of Iraqi refugees who are struggling in the poor U.S. economy and lack adequate help to get ahead. Omar Ibrahim is one such refugee who came to Texas in 2008. He is still jobless and family back in Iraq doesn’t quite understand. “They know that America is a dream,” Ibrahim says, “but it is a bad dream.”
Finally, in an inspiring show of activism, Public News Service’s Mary Kuhlman reports on two nuns who engages in civil disobedience at a Chicago ICE detention facility to draw attention to the fight for human (immigrant) rights. Obama’s 100th day marked their “tipping point,” after more than two years of prayer vigils. They needed to try something different. The nuns’ agenda? Making it possible for detained immigrants to see religious workers. Immigrants, many of them asylum seekers, are isolated even from their families. In this particular case, the women’s actions paid off.
At play today in our immigration debate are warring philosophies of who a “people” are and what we owe each other for simply belonging to the same human family. On one side, frothing, fearful punditry stoke division and hostility. And on the other, fearless and brave activists champion for our better natures. It is no small battle.

Michael Moore: Madoff Is a Convenient Distraction for a Bunch of Crooks Who Aren't in Jail

Had Madoff just followed the example of his fellow tycoons, he could have legally multiplied his wealth many times over, legally.
The following is Michael Moore's entry on Bernie Madoff for Time Magazine's issue of The World's Most 100 Influential People.

Elie Wiesel called him a "God." His investors called him a "genius." But, proving correct that old adage from the country and western song, you never really know what goes on behind closed doors.
Bernie Madoff, for at least 20 years, ran a Ponzi scheme on thousands of clients, among them the people you and I would consider the best and brightest. Business leaders, celebrities, charities, even some of his own relatives and his defense attorney were taken for a ride (this has to be the first time a lawyer was hosed by the client).
We're clearly in one of those historic, game changing years: up is down, red is blue and black is president. Aside from Obama himself, no person will provide a more iconic face of this end-of-capitalism-as-we-know-it year than Bernard Lawrence Madoff.
Which is too bad. Yes, he stole $65 billion from some already quite wealthy people. I know that's upsetting to them because rich guys like Bernie are not supposed to be stealing from their own kind. Crime, thievery, looting -- that's what happens on the other side of town. The rules of the money game on Park Avenue and Wall Street are comprised of things like charging the public 29% credit card interest, tricking people into taking out a second mortgage they can't afford, and concocting a student loan system that has graduates in hock for the next 20 years. Now that's smart business! And it's legal. That's where Bernie went wrong -- his scheming, his trickery was an outrage both because it was illegal and because he preyed on his side of the tracks.
Had Mr. Madoff just followed the example of his fellow top one-percenters, there were many ways he could have legally multiplied his wealth many times over. Here's how it's done. First, threaten your workers that you'll move their jobs offshore if they don't agree to reduce their pay and benefits. Then move those jobs offshore. Then place that income on the shores of the Cayman Islands and pay no taxes. Don't put the money back into your company. Put it into your pocket and the pockets of your shareholders. There! Done! Legal!
But Bernie wanted to play X-games Capitalism, run by the mantra that's at the core of all capitalistic endeavors: Enough Is Never Enough. You have the right to make as much as you can, and if people are too stupid to read the fine print of their health insurance policy or their GM "100,000-mile warranty," well, tough luck, losers. Buyers beware!
It would be too easy -- and the wrong lesson learned -- to put Bernie on TIME's list all by himself. If Ponzi schemes are such a bad thing, then why have we allowed all of our top banks to deal in credit default swaps and other make-believe rackets? Why did we allow those same banks to create the scam of a sub-prime mortgage? And instead of putting the people responsible in the cell block in Lower Manhattan, where Bernie now resides, why did we give them huge sums of our hard-earned tax dollars to bail them out of their self-inflicted troubles? Bernard Madoff is nothing more than the scab on the wound. He's also a most-needed and convenient distraction. Where's the photo on this list of the ex-chairmen of AIG, Merrill Lynch and Citigroup? Where's the mug shot of Phil Gramm, the senator who wrote the bill to strip the system of its regulations, or of the President who signed that bill? And how 'bout those who ran the fake numbers at the ratings agencies, the lobbyists who succeeded in making sleazy accounting a lawful practice, or the stock market itself -- an institution that's treated like the Holy Sepulchre instead of the casino that it is (and, like all other casinos, the house eventually wins).
And what of Madoff's clients themselves? What did they think was going on to guarantee them incredible returns on their investments every single year -- when no one else on planet Earth was getting anything like that? Some have admitted they did have an inkling "something was up," but no one really wanted to ask what it was that was making their money grow on trees. They were afraid they might find out it had nothing to do with gardening. Many of Madoff's victims have told investigators that, over the years, they have made much more than the original investment they gave Bernie. If I buy a stolen car from the guy down the street, the police will take that car from me regardless of whether I knew it was stolen. If I knew it was stolen, then I go to jail for receiving stolen property. Will these "victims" give back their gains that were fraudulently obtained? Will the head of Goldman Sachs reveal what he was doing at the meetings with the Fed chairman and the Treasury secretary before the bailout? Will Bank of America please tell us what they've spent $45 billion of our TARP money on?
That's probably going too far. Better that we just put Bernie on this list.

Prosecute This: Torture Was Used to Try to Link Saddam with 9/11

Obama's intent to immunize those who broke the law violates his constitutional duty to "take Care that the Laws be faithfully executed."
The Legal Case Against Bush, Cheney, Rumsfeld, et al., Is Murder One, Not Just War Crimes

When I testified last year before the House Judiciary Committee’s Subcommittee on the Constitution, Civil Rights, and Civil Liberties about Bush interrogation policies, Congressman Trent Franks (R-Ariz) stated that former CIA Director Michael Hayden had confirmed that the Bush administration only waterboarded Khalid Sheikh Mohammed, Abu Zubaydah, and Abd al-Rahim al-Nashirit for one minute each. I told Franks that I didn’t believe that. Sure enough, one of the newly released torture memos reveals that Mohammed was waterboarded 183 times and Zubaydah was waterboarded 83 times. One of Stephen Bradbury’s 2005 memos asserted that “enhanced techniques” on Zubaydah yielded the identification of Mohammed and an alleged radioactive bomb plot by Jose Padilla. But FBI supervisory special agent Ali Soufan, who interrogated Zubaydah from March to June 2002, wrote in the New York Times that Zubaydah produced that information under traditional interrogation methods, before the harsh techniques were ever used.
Why, then, the relentless waterboarding of these two men? It turns out that high Bush officials put heavy pressure on Pentagon interrogators to get Mohammed and Zubaydah to reveal a link between Saddam Hussein and the 9/11 hijackers, in order to justify Bush’s illegal and unnecessary invasion of Iraq in 2003 according to the newly released report of the Senate Armed Services Committee. That link was never established.
President Obama released the four memos in response to a Freedom of Information Act request by the ACLU. They describe unimaginably brutal techniques and provide "legal" justification for clearly illegal acts of torture and cruel, inhuman or degrading treatment. In the face of monumental pressure from the CIA to keep them secret, Obama demonstrated great courage in deciding to make the grotesque memos public. At the same time, however, in an attempt to pacify the intelligence establishment, Obama said, "it is our intention to assure those who carried out their duties relying in good faith upon legal advice from the Department of Justice that they will not be subject to prosecution.
"In startlingly clinical and dispassionate terms, the authors of the newly-released torture memos describe and then rationalize why the devastating techniques the CIA sought to employ on human beings do not violate the Torture Statute (18 U.S.C. sec. 2340).
The memos justify 10 techniques, including banging heads into walls 30 times in a row, prolonged nudity, repeated slapping, dietary manipulation, and dousing with cold water as low as 41 degrees. They allow shackling in a standing position for 180 hours, sleep deprivation for 11 days, confinement of people in small dark boxes with insects for hours, and waterboarding to create the perception they are drowning. Moreover, the memos permit many of these techniques to be used in combination for a 30-day period. They find that none of these techniques constitute torture or cruel, inhuman or degrading treatment.
Waterboarding, admittedly the most serious of the methods, is designed, according to Jay Bybee, to induce the perception of "suffocation and incipient panic, i.e. the perception of drowning." But although Bybee finds that "the use of the waterboard constitutes a threat of imminent death," he accepts the CIA's claim that it does "not anticipate that any prolonged mental harm would result from the use of the waterboard." One of Bradbury’s memos requires that a physician be on duty during waterboarding to perform a tracheotomy in case the victim doesn't recover after being returned to an upright position.
As psychologist Jeffrey Kaye points out, the CIA and the Justice Department "ignored a wealth of other published information" that indicates dissociative symptoms, changes greater than those in patients undergoing heart surgery, and drops in testosterone to castration levels after acute stress associated with techniques that the memos sanction.
The Torture Statute punishes conduct, or conspiracy to engage in conduct, specifically intended to inflict severe physical or mental pain or suffering. "Severe mental pain or suffering" means the prolonged mental harm caused by or resulting from either the intentional infliction or threatened infliction of severe physical pain or suffering, or from the threat of imminent death.
In order to read the complete article HERE.

Mexico: Military’s Battle Against Mexican Drug Cartels Terrorizes Civilians

Mexican citizens face the constant threat from organized crime and the force that is supposed to protect them: the military.
JUAREZ, Mexico -- "Alfa," as he wants to be called, remembers his ordeal well. His story is not uncommon in Mexico's drug wars.
"I was kept blindfolded and they stripped off my clothes again and wrapped me in a blanket like a taquito, and they wet the blanket and connected [two] electric wires, one to each testicle. They made sure they were in place and took an instrument that sounded like a small refrigerator or a battery charger and started giving me electric shocks.
"They would also sit me in a chair and cover my head with a plastic bag and close it until I almost suffocated. Then they would remove the bag and let me breath again and begin the questioning."
But Alfa is not talking about Mexico's notorious drug lords. In his testimony to the Chihuahua Human Rights Commission, Alfa is describing being abducted by the military -- the forces that are supposed to protect the civilians in President Felipe Calderón's war against drug cartels.
The body count has dropped since Calderón deployed troops to patrol Ciudad Juárez. But the fear of being arrested for practically no reason, "disappeared" for days, and tortured by the very force that is supposed to protect the population, is on the rise.
Alfa continued his story:
"I was detained very early in the morning by members of the army who got into my house by breaking the front door. Besides arresting me, they searched all my belongings and kept all the valuables for themselves. I remember hearing one of the soldiers ask another one for a gold chain, claiming that it would fit his daughter and would be a nice birthday gift. They didn't find any drugs or anything illegal, but they took a Jeep Cherokee and a Dodge car.
"They blindfolded me and took me to a place where I could hear the sound of helicopters and other military roaming around. I was kept blindfolded for several days, and I noticed that one side got brighter in the afternoons, so I think it was a window.
"I could feel that there were another 10 or 20 other people there. Now and then, soldiers would come inside and start hitting people, saying things like: 'No te hagas pendejo (Don't be a fool). Where are you hiding the drugs for Azucena Street? Or where is the hiding place for [alleged drug dealer] "El Chivo"?'
"They tortured them, but when they got an answer [it seems to me that] they let them go. They started to torture me, and I told them that I could lead them to the place and that the only thing I knew was that they used to sell drugs in the 'hood. But the soldier in charge of the torture seemed to know more, and he would tell me, 'No te hagas pendejo.' "
Between January 2008 and March 2009, the Juarez Human Rights Office has collected hundreds of reports from people stopped at checkpoints or in their homes who claim that the "Operación Conjunta," -- the joint operation of the federal police, municipal police and military forces -- has resulted in violations of their civil liberties.
While the figures suggest that the heavy presence of the military has indeed reduced the number of executions, extortions and kidnappings, it has not been able to eliminate the violence. The difference is that this time, forces in charge of public safety are being fingered as the perpetrators of the crimes once attributed to the drug cartels.
"We went from reporting 20 to 25 killings a month, to reporting 40 killings a day, all related to the drug wars," says Gustavo de la Rosa Hickerson, chief investigator of the state's Human Rights Commission. Now, he says, "the number of killings has decreased, but the claims of human and civil rights violations have increased, and most of them are attributed to the police and military forces … the very same people in charge of protecting us."
De La Rosa and other lawyers claim that Juárez and other cities subjected to the same military operation are living in a de facto "state of exemption," a legal term that implies that all civil rights and liberties have been suspended, and police and military forces are free to detain and search individuals without cause.
The operation began in March 2008 and is scheduled to end by 2013, but lawyers and local civil rights activists complain that it has not provided results and that the price tag is too high.
"We are supposed to be protected by over 9,000 soldiers and federal police who are strangers to this city, don't know our customs and frankly don't care about our way of life. And now these same forces are stopping us anywhere they please, and arresting people for almost no reason at all!" says Genaro Armendariz, a community leader at a local church in the city's west side neighborhood known as Villa Miseria, roughly translated as Misery Village.
"They stop thousands of people a day, but usually in the very low-income areas of the city. Affluent neighborhoods are hardly visited," says Hector Pedraza Reyes, a professor at the local university.
According to estimates from the local Human Rights Commission, out of every 300,000 people searched by the police, only 10 are arrested, most of them for driving under the influence of alcohol or other drugs.
On April 18, Maria Rosa Ontiveros Garay told local authorities that her son, Jesús Tejada Ontiveros, was arrested "illegally" by members of the army, when soldiers entered his home without a search warrant or any other legal document.
They entered the house at 9:30 a.m. to search for drugs, and kept Tejada Ontiveros' wife and children in one bedroom while they ransacked the house. Ontiveros Garay says the soldiers bound her son and covered his head while they searched the property. Later, Tejada Ontiveros was removed from his home and taken to an undisclosed location where he was allegedly tortured for information about drugs he was suspected to be selling.
Tejada Ontiveros remained sequestered in an undisclosed location for three days, without being able to communicate with his family. On Tuesday, he was finally turned over to the PGR (Federal Attorney's Office), on charges that he was found in possession of 10 bags of cocaine for sale. His lawyer says each bag contained the equivalent of a daily dose for one person.
"He could get up to 10 years in jail, but there is no evidence that he was indeed in possession of the drugs.
"Besides, he was arrested in his home, without a legal warrant or search document to enter the house. They found no drugs there, and he was kept incommunicado for three days before he was turned over to the proper authorities for prosecution," says his lawyer.
The attorney general's office declined to comment about this case, or any other claims, arguing that all cases are currently under investigation.
In the same week, three men declined to testify in front of a judge after being charged with crimes unrelated to their arrest order.
There are hundreds of stories of people being detained in their homes or while driving and charged with drug possession. The majority of them claim that police or soldiers took their valuables, including jewelry, TV sets, electronics or cash, and never reported the seizures, so the owners are unable to get them back.
"I have reports that they opened the fridge and took the food inside," says Gustavo de la Rosa Hickerson, chief investigator of the state's Human Rights Commission, says in an interview in his makeshift office in a converted two-story house. "We live in a state of constant violations of civil and human rights and the violence doesn't stop."
Luz Elena Mears Delgado, head of the Juárez Human Rights Office agrees. "We just don't have the resources to investigate every claim, but it's nonstop."

James Petras habla del fraude de la Influenza con Javier Solorzano (audios)

http://www.youtube.com/watch?v=CL5uQsptFKc


http://www.youtube.com/watch?v=_bR9EjwBRpU

El virus DESNUDA a Mexico

El saldo de la inoperancia oficial

Si bien el gobierno federal consideraba inminente una pandemia de influenza, que acarrearía severos daños a la población y a la economía del país, el brote del virus A (H1N1) dejó al descubierto la inoperancia del gobierno de Felipe Calderón para poner en marcha un plan, elaborado desde el sexenio anterior, con el que México supuestamente estaba preparado para una crisis epidemiológica.

Sin tener la certeza sobre el número de fallecidos y, sobre todo, de las condiciones en que se produjo el contagio que alarmó y semiparalizó al país desde el 23 de abril, la sociedad mexicana se quedó en vilo cuando el gobierno federal anunció las medidas de emergencia previstas por la Organización Mundial de la Salud (OMS) para una pandemia de influenza.Desde una semana antes, el 16 de abril, debido a un inusitado incremento de los reportes de neumonía en Veracruz y Oaxaca, pero sobre todo en la Ciudad de México, el gobierno mexicano ya había emitido una alerta nacional de salud al organismo de las Naciones Unidas. Incluso, el personal médico del IMSS y del ISSSTE fue alertado entre los días 18 y 19 sobre la contingencia. El aviso a la OMS confirmó que el Plan Nacional de Preparación y Respuesta ante una Pandemia de Influenza, presentado por México ante el organismo en 2005, sencillamente no se había puesto en marcha porque sólo existe en el papel.

La bolita, a la OMS
Por haber dado esa alerta y por tratarse de un virus nuevo –cuya letalidad es menor que la inicialmente prevista–, el gobierno de Calderón ahora achaca a la OMS la responsabilidad de la propagación del organismo contagioso en el mundo, a pesar de que su gobierno desestimó el potencial del problema incluso en el Programa Nacional de Salud 2007-2012. La doctora Carmen Soler Claudín, viróloga del Instituto de Investigaciones Biomédicas de la UNAM y jefa de la Unidad de Investigación en Retrovirus Humanos que operó en el Instituto de Diagnóstico y Referencia Epidemiológicos (Indre) entre 1990 y 2000, asegura que el gobierno mexicano presenta ante la OMS los planes como si se cumplieran.“Es un engaño. Cuando sucede este tipo de cosas se les cae el teatro. ¿Por qué, si están tan bien los planes, se ha muerto tanta gente y en otros países no?”, pregunta la investigadora con 25 años de especialización en VIH, en entrevista telefónica.Según las cifras de la OMS, que tiene su sede en Ginebra y que trabaja con los datos que le dan los gobiernos, hasta el pasado viernes 1 de mayo había 367 casos confirmados de influenza en 13 países, de los cuales 156 eran de México, donde se habían registrado nueve decesos. La noche del mismo viernes 1, el secretario de Salud, José Ángel Córdova Villalobos, dio a conocer que esas cifras eran en realidad más altas en el país: 397 casos positivos del virus A (H1N1) y 16 fallecidos; de los cuales 12 eran mujeres y cuatro hombres. De ellos, 11 fueron atendidos en el Distrito Federal, tres en el Estado de México, uno en Oaxaca y otro en Tlaxcala. Nueve de las víctimas tenían entre 21 y 40 años. Hasta ese momento se habían realizado 908 pruebas, con 397 casos positivos; es decir, 43.7% de las muestras. Entre ellos se registraron los 16 decesos. La cifra de contagiados empezó a fluir en México tras la llegada de dos equipos de laboratorio al Distrito Federal y a Veracruz, procedentes de Arizona y California, una semana después de que se declaró la alerta. El equipo permitió el análisis de las muestras correspondientes a las personas ingresadas en los hospitales de todo el país con cuadros de influenza. De acuerdo con testimonios recabados por Proceso en el IMSS y el ISSSTE, los médicos fueron avisados de la emergencia entre 48 y 72 horas después de que el gobierno de México emitiera la alerta a la OMS. Según el director del Centro Nacional de Vigilancia Epidemiológica, Miguel Ángel Lezana, el organismo de Naciones Unidas reaccionó tarde ante esa alerta porque no fue sino hasta el 18 de abril cuando tuvo conocimiento formal de la notificación.En declaraciones a la agencia de noticias estadunidense AP, difundida el viernes 1 de mayo, el epidemiólogo del gobierno de Calderón aseguró que “aparentemente hubo algún problema. No sé si fue en la oficina de la OPS (Organización Panamericana de la Salud) en México o en Washington (sede la OPS). Tenemos correos electrónicos para demostrar nuestros dichos. Hicimos lo que teníamos que hacer”. También a The Wall Street Journal le declaró Lezana que la alerta se notificó el 16 de abril, según la versión que publicó el diario el viernes 1. Conocido el reclamo en México, el mismo viernes Lezana se desdijo. En declaraciones al noticiario radiofónico de Joaquín López Dóriga, aseguró: “Yo no he hecho ningún reproche. Sólo tengo palabras de reconocimiento” a la OMS.La incapacidad de analizar el virus con recursos propios, resultado del desmantelamiento de la infraestructura de investigación médica en el país desde el gobierno de Ernesto Zedillo, echó abajo los planes y programas que el gobierno mexicano le ha reportado a la OMS para controlar una pandemia de influenza.Elaborado durante la gestión de Julio Frenk como secretario de Salud, el Plan Nacional de Respuesta ante una Pandemia de Influenza inició algunas acciones de capacitación, como simulacros de emergencia, que hasta ahora no han sido seguidas por su sucesor. Si ya de por sí el sexenio pasado había dejado incumplidas las metas del plan, Calderón de plano se limitó a reproducirlo. Sólo en junio de 2007 propuso una “estrategia operativa multisectorial” para mantener el funcionamiento económico y el orden social y civil en caso de una pandemia. Ese mismo año, el Sistema de Vigilancia Epidemiológica de Influenza elaboró un manual para la vigilancia epidemiológica. Hasta ahí su contribución, aunque la vigilancia de la influenza es obligatoria de acuerdo con la Ley General de Salud y la Norma Oficial Mexicana en la materia. El manual tampoco operó para evitar la emergencia sanitaria.Desatada la crisis, y a pesar de que desde el 16 de abril comunicó la alerta nacional de salud a la OMS, no fue sino hasta el día 25 cuando Calderón publicó el decreto por el que facultó a Córdova Villalobos para coordinar todas las acciones para prevenir, controlar y combatir el virus de lo que describió como “influenza estacional epidémica”. Entre esas medidas, prevé “el ingreso a todo tipo de local o casa habitación” para “controlar y combatir” la epidemia. Más sorprendente, y muestra de la inoperancia, fue que apenas el jueves 30 se anunció la emisión de un acuerdo por parte de Córdova Villalobos para ordenar a todas las instituciones del Sistema Nacional de Salud, públicas y privadas, que concentren la información sobre casos de influenza en un sitio de internet del Sistema Nacional de Vigilancia Epidemiológica (Sinave). Antes de esa decisión, cada Secretaría de Salud estatal daba sus propias cifras de pacientes sospechosos, casos confirmados y decesos.
Nula capacitación
El plan de Fox asumido por Calderón en ningún momento consideró la posibilidad de que la pandemia se desarrollara en México. Todos sus escenarios eran de países asiáticos. Entre sus metas, el plan previó una “reserva estratégica” de 1 millón 150 mil dosis antivirales y aumentarlas a 5 millones en tres años. También, 175 mil dosis de antibióticos para casos de complicaciones y en tres años escalar a 300 mil. En el caso de la protección para el personal de salud, anunció una dotación de 10 mil equipos de trajes, mascarillas, respiradores y lentes; mientras que para la población ofreció 10 millones de cubrebocas.Insistente el mensaje oficial para utilizar el cubrebocas, desde los primeros días de la crisis esa protección se agotó en el mercado, incluso para el personal de salud. El día 30, la dirección general del IMSS accedió a que se entregaran cubrebocas de alta eficiencia N95 a 80 médicos residentes del Hospital de Especialidades del Centro Médico Nacional La Raza, “aunque no son necesarios para todo el personal residente”, según indicó la institución en su comunicado 138. Ante la escasez, el gobierno de China envió 3 millones de tapabocas y 240 mil protectores profesionales, como parte de un material donado que llegó en los primeros minutos del viernes y que tiene un valor de 4 millones de dólares. Además, ofreció 1 millón de dólares en efectivo y la llegada de más material para el lunes 4 de mayo. España, Japón y Alemania también ofrecieron ayuda.Ante las advertencias internacionales sobre el riesgo de una nueva pandemia, en México se creó en 2001 el Grupo Federal de Seguridad en Salud. Dos años después, se estableció el Comité Nacional para la Seguridad en Salud; en 2004, el Grupo de Trabajo de Pandemia de Influenza y en 2005 se presentó el Plan Nacional de Preparación y Respuesta ante una Pandemia de Influenza. El plan está concebido para la última de las fases establecidas por la OMS en caso de una pandemia. Desde el pasado miércoles 29 de abril, el organismo mundial elevó el nivel de alerta de pandemia de gripe a la fase 5. Se trata de la penúltima de las etapas previstas, que se caracteriza por la propagación del virus de persona a persona al menos en dos países de una región de la OMS.Aunque la mayoría de los países no se ven afectados en esta fase, de acuerdo con el organismo su declaración “es un indicio claro de inminencia de una pandemia y de que queda poco tiempo para organizar, comunicar y poner en práctica las medidas de mitigación planificadas”. En la fase 6 existe ya una pandemia mundial porque hay brotes comunitarios en al menos un tercer país de una región distinta.El plan contra la pandemia de la influenza siguió a las recomendaciones de la propia OMS luego del surgimiento de la influenza aviar A (H5N1), en 1997, en Hong Kong. El virus reapareció en 2003 en otros países del sureste asiático y se diseminó por Europa y Asia entre 2005 y 2006. Hasta noviembre de ese año, se habían registrado 258 casos, 154 de ellos fatales. Además, consideró lo ocurrido con el SARS, también surgido en Hong Kong, que entre noviembre de 2002 y julio de 2003 afectó a 26 países con 8 mil 98 casos y 774 muertes.Según las estimaciones del gobierno pasado, una vez iniciada una pandemia de influenza, en México se podría infectar entre 10% y 25% de la población. Eso significa, entre 10.7 y 23.3 millones de personas, tomando en cuenta los 107 millones de habitantes del país.En un escenario extremo, llegó a calcular en 35% la población infectada (32.7 millones de personas), con cuadros graves, leves y sin síntomas; 200 mil muertos, 25 millones de consultas y medio millón de hospitalizaciones. El actual gobierno estima en 25% la población afectada, según los datos que dio la directora general adjunta del Indre, Celia Mercedes Alpuche, el 20 de septiembre del año pasado durante una reu-nión con la Comisión de Salud de la Cámara de Diputados.Además, en sus supuestos para la preparación y respuesta ante una pandemia de influenza, indica que la tasa mayor de ataque, de hasta 40%, ocurriría entre los escolares; mientras que alcanzaría a cerca de 20% de adultos en edad productiva. El ausentismo laboral sería de 40%, y la duración, de seis a ocho semanas en las comunidades afectadas.Desde el sexenio pasado, también de acuerdo con los protocolos de la OMS, se establecieron las medidas para una epidemia. Entre ellas, la detección oportuna de casos a través de la vigilancia epidemiológica con una red nacional de laboratorios, coordinada por el Indre.El plan incluyó la atención médica y hospitalaria, preparando a los hospitales para hacer frente a la demanda; así como la limitación del contagio con el cierre de escuelas, cancelación de actos masivos y restricción de movimientos de personas y mercancías.También comprometió a México a capacitar al personal de salud para el manejo de los casos, a crear una reserva estratégica de los antivirales Oseltamivir y Zanamivir, así como de vacunas y reactivos.Además, previó la adquisición de equipo para protección del personal de salud, equipo de bioseguridad para laboratorio y para fortalecer la vigilancia epidemiológica; así como la elaboración de vacunas en el país y de una estrategia de comunicación de riesgos.Se comprometió así mismo a buscar la “autosuficiencia en desarrollo de conocimiento científico”, y a desarrollar nuevas técnicas de producción de una vacuna contra la influenza y tratamientos antivirales alternativos.Como parte de la capacitación, en octubre de 2006 se realizó el simulacro “Escudo Centinela”, en el que participaron simultáneamente más de 2 mil integrantes del Sector Salud en Chihuahua, el Distrito Federal, Hidalgo y Tabasco. Personal médico que formó parte del simulacro dijo a Proceso que la capacitación consistió en tres etapas para casos de emergencia: información a la población, reestructuración del sistema de salud y la realización de estudios epidemiológicos tanto a las personas contagiadas como a su entorno inmediato.“Desde entonces no se ha vuelto a hacer ningún entrenamiento de ese tipo. Además, en lo que va de la emergencia sanitaria no ha ocurrido ninguna reorganización del sistema de salud para enfrentar la emergencia; cada hospital se organizó de acuerdo con las decisiones de sus propios directivos”, asegura uno de los médicos, que pidió no ser identificado.Del abismo que se interpone entre los planes y la realidad, también da cuenta el Manual para la Vigilancia Epidemiológica de Influenza, elaborado por el Sistema de Vigilancia Epidemiológica de Influenza, fechado en 2007.Según ese manual, para evitar una crisis a ese sistema se sumaría una Unidad de Salud Monitora de Influenza (USMI) en las 32 entidades federativa del país. Cada unidad debería tener un médico familiar, un enfermero y un promotor de la salud. El propósito es obtener muestras humanas para el diagnóstico, aislamiento y tipificación del agente causal por parte del Indre.De acuerdo con el documento, la identificación del virus de la influenza se realiza en México desde 1957, y en el año 2000 se reforzó el sistema con una red de laboratorios para el procesamiento y diagnóstico de muestras, además de incorporarse a la red de notificación mundial de influenza Flunet. En teoría, la red tiene 34 laboratorios en todo el país. “Los planes nacionales no son malos, pero hay que revisar lo que dicen que están haciendo”, dice la doctora Soler Claudín.La especialista del Instituto de Investigaciones Biomédicas de la UNAM, que entre 2000 y 2006 estuvo a cargo de la coor-dinación del Programa VIH de la Ciudad de México, asegura que la crisis epidemiológica es resultado de la casi total destrucción del sistema de investigación en México.Dice que el Indre lleva muchos años en deterioro, al igual que el sistema de investigación del IMSS. “Hace más de 20 años, el sistema de salud mexicano estaba al día y tenía instituciones de fama internacional. El propio Indre, que se llamaba Instituto de Enfermedades Tropicales, era uno de los mejores en el mundo para hacer diagnóstico” de ese tipo de males, añade.Hasta enero pasado presidenta de la Asociación Farmacéutica Mexicana, Soler Claudín dice que antes de que llegara el equipo de laboratorio desde Estados Unidos, en el Indre había miles de muestras en espera de ser examinadas, pero no había reactivos. Explica que lo realizado a partir de la llegada del equipo es lo que debieron hacer antes de declarar la emergencia, para tener datos reales y saber cuántas de las infecciones eran, por qué tipo de virus y, sobre todo, para conocer su letalidad. “Ahora nos reportan también que han empezado a hacer estudios de trasmisibilidad entre los contactos de las personas. Todo esto confirma que no contaban con la información al momento de alarmar a la población, y no la tenían porque no habían hecho nada, que es lo que hacen siempre.”

Con el PAN, menos investigación


“Durante los gobiernos panistas, México no sólo perdió la autosuficiencia en la producción de vacunas, sino que disminuyó a 0.36% el porcentaje del Producto Interno Bruto (PIB) destinado a la investigación”, afirma Jesús Kumate Rodríguez, secretario de Salud en el gobierno de Carlos Salinas y presidente de la Organización Mundial de la Salud (OMS) en 1995.

Él es uno de los tres exsecretarios de Salud que el miércoles 29 de abril se reunieron con el presidente Felipe Calderón para “brindarle consejos y recomendaciones” y “acompañarlo” en el seguimiento de las medidas aplicadas para enfrentar la epidemia de influenza A. Los otros son Guillermo Soberón, quien encabezó la dependencia en el gobierno de Miguel de la Madrid, y Juan Ramón de la Fuente, que lo hizo en el de Ernesto Zedillo.
Los tres exfuncionarios coincidieron en que las medidas para enfrentar la epidemia incomodan, generan pérdidas económicas y alteran la vida cotidiana en el país, pero que sería más costoso no tomarlas.
Kumate explica: “Sobre la base de que los países deben destinar (a la investigación) 1% del PIB, México a lo más que ha llegado es a 0.4%; pero en los dos últimos años de Vicente Fox bajó a 0.36%, a pesar de que (los dos gobiernos panistas) prometieron duplicarlo. Esto no es más que el reflejo de la importancia que el gobierno le da a la investigación”.
–¿Puede invertir más?
–Yo creo que sí, sólo que establezca las prioridades para hacerlo, porque no únicamente se trata de invertir más, sino de que haya personal capacitado que pueda realizar la labor de investigación de manera adecuada, para aplicar bien los recursos. México invierte alrededor de 3 mil 200 millones de dólares, mientras que países como Japón o Estados Unidos canalizan 140 mil y 300 mil millones de dólares (3% de su PIB) respectivamente.Señala que el capital humano se ha “fugado” de México y para resolver el problema hay que traer investigadores de fuera o invertir en la formación endógena de este personal y garantizarle que va a tener empleo. “Esto no se remedia a mediano plazo, el tener la cultura de investigación, de formación de recursos humanos y de infraestructura, es cuestión de cuatro sexenios”, advierte.En opinión de Kumate, la capacidad del país en investigación es mínima, ya que nada más se lleva a cabo en el Cinvestav, del Instituto Politécnico Nacional; y en instalaciones de la UNAM en Cuernavaca, Guadalajara y en Monterrey; porque las de San Luis, Sonora y Puebla apenas comienzan. “No hay más”, agrega.
Reprocha: “Estamos acostumbrados a usar catálogos extranjeros. ¿Producimos coches? No, sólo los ensamblamos; los aparatos de televisión los importamos; no hacemos computadoras, tenemos la licencia pero no la patente. Hay muy pocas cosas que producimos aquí, cuando nuestros ingenieros pueden fabricar las 110 mil camas eléctricas que los hospitales tienen que cambiar y además se podría cubrir el déficit de 1 millón de camas existente, pero no: en su lugar, las compramos a Estados Unidos”.
También hace comparaciones: “En los noventa, cuando existía el Instituto de Higiene, éramos autosuficientes en la producción de vacunas del sarampión, la poliomielitis, el tétanos y la tuberculosis, pero las nuevas vacunas requieren mayor inversión. De América Latina, Cuba hizo un gran esfuerzo para producirlas, pero no pudo competir en el mercado internacional. Nosotros no tenemos necesidad de competir, somos 110 millones de mexicanos, nuestro mercado interno es muy grande. En buena lid, valdría la pena que se hiciera esa inversión y vender a Brasil, Venezuela y Colombia”.
–¿Durante su gestión como secretario de Salud se presentaron contingencias comparables a esta de la influenza A?
–Sí, fue muy seria. En 1990 el sarampión nos tomó de sorpresa, con la guardia baja, porque creímos que la vacuna era para todo la vida y resultó que no. Una vacuna es una imitación de la enfermedad: al que le da y no se muere queda inmunizado para toda la vida. Creímos que con la vacuna pasaría igual, y no: se presentó una pandemia que ocasionó una elevada mortandad (5 mil 899 defunciones). Pero nuestros investigadores detectaron que con una segunda dosis ya era suficiente: una al año y otra a los seis.En este caso, relata Kumate, a pesar de que México había dado un primer paso en la elaboración y aplicación de la vacuna, además de la pandemia, enfrentó otro problema: la falta de control, porque no se llevaba un registro nominal. A partir de entonces se aplicó el Programa de Vacunación (Provac), que contiene el nombre, dirección y el registro de las vacunas de cada mexicano.Cuando él encabezaba la Secretaría de Salud también se erradicó la poliomielitis.
El último caso se registró el 18 de octubre de 1990 en Jalisco. “Cuando era secretario de Salud Guillermo Soberón, me heredó la gestión de un convenio de investigación con Francia. Yo no lo concluí porque las condiciones del contrato no eran favorables para México, pero debimos haber hecho intentos con Japón o Estados Unidos, era una forma de continuar, primero auspiciados y después por nuestra cuenta”.
–El pasado 9 de marzo, durante la reu-nión del Grupo de Alto Nivel México-Francia (GANMF), el presidente Nicolas Sarkozy anunció que la empresa farmaceútica Aventis invertirá aquí 126 millones de dólares. ¿Es un inicio de lo que se pretendía entonces?–No. El convenio firmado entre los presidentes Sarkozy y Calderón es sólo una colabo-ración en investigación científica, alguna referente a vacunas, pero no para que se produzcan en México.
–Usted fue convocado por Felipe Calderón, junto con Soberón y De la Fuente, a fin de aportar “opiniones y sugerencias” sobre las acciones para combatir la influenza A.
¿Qué le dijeron ustedes al presidente?
–Es muy amable en decir que nos pidió consejo, porque el secretario de Salud (José Ángel Córdova Villalobos, también presente en esa reunión) sabe muy bien qué hacer. Y no es que sea una invención de él, está normado por la OMS.
–¿Fue un acto inusual?
–Es un acto de buenas maneras, porque los tres que fuimos no somos panistas, dos somos del PRI, aunque yo sea el único que lo reconoce públicamente, porque el doctor Soberón ya no lo menciona. (Calderón) quería que gente que no es de su partido le dijera que estaba bien lo hecho.“Le dijimos que hay una parte de la población que debería ser protegida con prioridad: el personal de salud, bomberos, transportistas, la policía, las Fuerzas Armadas. Sugerimos que se visite a los que ya se curaron para ver cómo van; que se deben tener cubrebocas de calidad porque los que existen sirven para dos horas y si estornudas, aunque estén nuevos, tienen filtración.”
–¿Entonces fue una estrategia política?
–El presidente tiene derecho a tener consejo con quien él quiera, pero no debió haberse enterado nadie.
¿Para qué?Los exsecretarios también le plantearon a Calderón la necesidad de incrementar los recursos a la investigación y de contar con laboratorios P3 y P4 para el control de las partículas del aire. “Él está enterado, sabe lo que hay y lo que no. Esto a todos los presidentes se lo pedimos”, comenta Jesús Kumate.Por su parte, en diversos medios de comunicación Juan Ramón de la Fuente dio su opinión sobre el confuso manejo de cifras por el actual secretario de Salud:“Hay aspectos que pueden mejorar, como ordenar las cifras porque hay cierta confusión, por ejemplo, dentro del número de fallecimientos. Hay un subgrupo al que no se le practicaron, por diversas razones, todos los estudios necesarios y no se sabe si tenían el virus o no. Hay que decir cuántos son. Hay que iniciar una investigación para deslindar responsabilidades de una posible negligencia”, concluyó.

Los muertos del sistema

TRAS LA PISTA DE LOS MUERTOS.......

Hay domicilios que no aparecen en el registro oficial de fallecimientos, pero en los que se guarda luto por personas que murieron por enfermedades respiratorias. Proceso entrevistó a familiares y médicos; recorrió hospitales, y se topó con historias que desnudan las debilidades de un sistema de salud colapsado. Un sistema que en algunos casos terminó por darle a la gente un puntapié al abismo.La muerte por influenza en México tiene el rostro de un subdirector del ISSSTE que estuvo en lista de espera mientras se liberaba una cama, un neumólogo y unos antivirales. El de un paisano que pasó sus últimas horas en una silla, compartiendo el aire y el hombro con otros enfermos en sala de urgencias. El de una joven arquitecta recluida sin diagnóstico junto a pacientes contagiados. El de un niño de cinco años a quien le negaron la vacuna de la influenza invernal porque la enfermera consideró que ya estaba grandecito…Ellos están registrados en las bitácoras oficiales –sin análisis de laboratorio de por medio– como “muertos por influenza”.

Tienen nombre, apellido, un porvenir cancelado y familias que les lloran y les rezan un novenario. Comparten entre sí un historial de diagnósticos errados o tardíos, la peregrinación previa entre clínicas (públicas, privadas o “similares”), el purgatorio en salas de espera, la falta de los fármacos que les hubieran salvado la vida. Sus muertes forman parte de las 264 registradas del 1 al 26 de abril en la Ciudad de México a causa de “insuficiencias respiratorias agudas” o “neumonías atípicas”, lo que no significa que se trate por fuerza de casos de influenza A. Hasta el 13 de abril, cuando murió en Oaxaca la primera mujer por esa variedad de influenza, habían sido registrados 108 fallecimientos por causas respiratorias en la capital. Los siguientes 13 días perecieron muchos más: 156. Llama la atención que los primeros 21 días de abril fallecieron de neumonías atípicas nueve personas menores de 40 años sin historial de enfermedades, y que del 22 al 26, en sólo cinco días, fallecieron ocho personas jóvenes y, poco antes, sanas.La estadística oficial a la que este semanario tuvo acceso se corta el domingo 26, tres días después de que fue reconocida oficialmente la epidemia. La muerte inexplicable tocó lo mismo a una empleada de mostrador de 22 años, en Ixtapaluca; a un ayudante de cocina de 26 años de la delegación Álvaro Obregón; a un empleado y un médico treintañeros, respectivamente de Iztapalapa y del Estado de México; que a una ama de casa de Neza, a una arquitecta de 26 años, y a un niño de nueve, de Tlalpan.En la delegación Iztapalapa del Distrito Federal vivía 22% de las personas que murieron por “causas respiratorias” entre el 13 y el 26 de abril, 11% en Gustavo A. Madero, 9% en Venustiano Carranza y 7% en Iztacalco, Benito Juárez y Álvaro Obregón. De los fallecidos, 87 eran hombres y 84 mujeres. El 34% tenían menos de 40 años.
Trato como a cualquiera
El registro fúnebre 265 corresponde a un médico mexiquense de 32 años. La causa de su muerte quedó registrada en las bitácoras oficiales como “neumonía aguda grave: influenza”. El joven, cuyo nombre se omite, era subdirector del ISSSTE de Texcoco y atendía pacientes como médico general. Estaba casado con la joven de la que se enamoró desde que iniciaron juntos la carrera de medicina. Era hijo de otro médico y tenía dos hermanos.La segunda semana de abril sintió fiebre y dolor de huesos, y tuvo tos. Como se automedicó y no sintió mejoría, un colega le subió la dosis. Días después arrojaba flemas con sangre. Se hizo estudios que determinaron neumonía. Trató de internarse en el Hospital General de las Américas, pero no lo aceptaron: no había camas disponibles. En un laboratorio particular tuvo que sacarse placas de pulmón y tórax. El sábado 18 consiguió ingresar a terapia intensiva del Hospital del ISSSTE ubicado en la avenida Politécnico. Ya iba inconsciente.Los medicamentos que le recetaron no se encontraban en la farmacia del hospital. Sus familiares, uno de ellos médico del ISSSTE, llamaron a los directivos de Toluca para que “liberaran” los medicamentos porque, sostienen, “sí había”. La familia tuvo que contratar a un neumólogo privado, del hospital ABC, porque el ISSSTE no tenía ninguno disponible. El médico diagnosticó que le estaban dando mal servicio al paciente y dijo que necesitaba aparatos para atenderlo.
Ana Lilia, la hermana del médico –con cubrebocas, desde atrás de la reja de su casa cerrada con llave– recuerda: “Mi papá y mi cuñada hablaron con el director, le dijeron que no era posible que trataran así a un funcionario de nivel subdirector del ISSSTE, que cómo lo trataban como cualquier otro paciente”. La familia padeció la cruel burocracia hospitalaria. Sin compasión, los médicos les dijeron que iba a morir y la noticia, así, de botepronto, provocó que los nervios de la mamá colapsaran.“Entró el sábado y hasta el miércoles le dieron el antiviral. Si se lo hubieran dado a tiempo la hubiera librado”, dice la hermana de ojos tristes. Desde adentro de su casa de interés social se escucha el grito de su hijo, aburrido por el encierro. El médico falleció el 25 de abril a las 10 y media de la mañana. Ese mismo día, en terapia intensiva, se encontraba hospitalizado su hermano, con los mismos síntomas.
No supieron qué tenía
En las fotos, Adriana aparece sonriente, abrazando a sus perros salchicha o esquiando feliz. ¿Qué iba a preocupar a esta veinteañera recién egresada de arquitectura? No un catarro.“La verdad, mi hija no se cuidaba la gripa, se bañaba en la noche y salía luego con pijamita ralita, dejaba la ventana abierta y aquí en el Ajusco hace mucho frío. Cuando se puso mala tenía la ventana abierta, le dio neumonía, no fue la influenza. No sé si la contagiaron en el hospital, no sé que pasó.”Lo dice su mamá, Silvia Vaca, quien quiere hablar de su hija para que todos se enteren de que no murió por la epidemia, con el fin de evitar la marginación, de la que ya fue objeto por unos familiares que no quisieron velarla.Adriana aparece en el registro de muertes por males respiratorios en el Distrito Federal con una acotación: “Neumonía por virus de la influenza”. Su mamá lo niega. Dice que el martes 21 ingresó al hospital privado San José con diagnóstico de neumonía.Un día después de que el gobierno decretó la emergencia, cuando Adriana ya estaba en terapia intensiva, en el hospital les sugirieron que la cambiaran a otro lugar. “Les urgía que la sacáramos de ahí”, dice la señora Silvia. Adriana ingresó al Centro Médico de Especialidades, al quinto piso, cama 514, directo al pabellón para pacientes con influenza. Su familia ya no volvió a verla. Murió en menos de 24 horas, el sábado 25 en la mañana.“Hubo negligencia –acusa–: en el Centro Médico tenían la obligación de hacerle un estudio antes de meterla a donde había influenza. Y en el San José apenas este lunes nos entregaron los estudios que le hicieron para ver si era influenza, y salió negativo. ¿Ya para qué me lo entregan, si ya mi hija murió?” En la nebulosa del diagnóstico y la desconfianza quedó también la familia de Óscar Corona Pérez, un niño de cinco años que se asoma en la foto de su último cumpleaños, mirando su pastel, en la sala de su casa, junto a la cual reposan sus cenizas. Hasta la Semana Santa tuvo fiebre. Un doctor particular le diagnosticó gripe y lo medicó, otro le cambió la receta. El jueves 16 se quejaba tanto del dolor de garganta que sus papás lo llevaron a la clínica 11 del IMSS pero no les permitieron dejarlo porque no tenía fiebre. Lo mismo en la clínica 27.A la mañana siguiente, Óscar entró al hospital La Raza, por Urgencias, vomitaba y se convulsionaba. Le diagnosticaron neumonía, después bronconeumonía, luego que quizá tenía “un virus o una bacterita”.“Desde que lo subieron yo estaba conforme porque le dieron un cuarto solo para él, pensaba que estaba rebién atendido, hasta que después supe que estaba aislado”, dice Marisela Pérez, su mamá. Óscar murió el 24. En el hospital les ordenaron incinerarlo, “para que el virus no fuera a salirse”. Su muerte no está registrada en las estadísticas oficiales. En su acta de defunción, sin embargo, se lee como causa de fallecimiento: “Neumonía por influenza”. “Los doctores me acusaron por negligencia, me dijeron que por qué no lo había vacunado, pero yo sí lo llevé a vacunar en diciembre, pero no le pusieron la vacuna que porque era nomás hasta los dos años”, se defiende ella.
“Se necesitan jabones”
Otros rostros de esta peste moderna son los de los médicos y enfermeras que, a tientas, sin aviso, intuyeron que algo raro había en el ambiente, improvisaron medidas para aislar la avalancha de pacientes con neumonías atípicas y, en algunos casos, dan la pelea para exigir equipamiento especial en sus hospitales. “Pedimos insumos, gogles, cubrebocas, batas, jabón, porque no tenemos”, dijo la fisioterapeuta Adriana, una de las trabajadoras del Instituto Nacional de Enfermedades Respiratorias (INER) que salió a manifestarse a la calle el lunes 27 a mediodía. Atrás de ella, la enfermera Maru Vargas, con 35 años de servicio, se quejó de que llevaba cubrebocas como única protección, a pesar de que atendía a los enfermos de Urgencias.“Todos los pacientes se mezclan –detalla–, desde los que tienen crisis asmática, tuberculosis o influenza. Ahí tienen que esperar hasta que se desalojen las camas.”La influenza antes llamada porcina desnudó ante el mundo las debilidades del sistema de salud mexicano, donde los pacientes tienen que mendigar un turno para una diálisis de riñón, las listas de espera para recibir tratamiento son interminables y cada paciente tiene que llevar sus gasas y bisturís para su operación. Donde los doctores se manifiestan por falta de insumos.“Los médicos sí estábamos preparados para esta contingencia pero todo se atoró en el sistema organizacional: no se dieron órdenes desde las oficinas centrales, apenas se están armando los espacios en los hospitales, no hay un seguimiento epidemiológico para los infectados y sus familias, no se ha armado al equipo de atención médica de cada hospital, no aparece el equipo esencial que teníamos”, lamenta un médico que trabaja en el IMSS y en el ISSSTE, quien está capacitado para el control de epidemias.“Lo único que han hecho bien es avisar a la población y ahora estamos en una lucha contra el tiempo”, opina.Este es el sistema de salud que tienen que enfrentar las personas contagiadas por influenza. El mismo que ganó el concurso del trámite burocrático más inútil y gana en recomendaciones por violación de derechos humanos; en el que se venden los exámenes para residencias médicas; las licitaciones las ganan los amigos de los gobernadores y los compadres ocupan secretarías de salud y direcciones de hospitales.
La nacionalidad de la muerte
¿La influenza respeta la nacionalidad? Si no, ¿por qué los gringos no se mueren? ¿Si Hugo García hubiera enfermado en Estados Unidos se hubiera salvado? La duda es cruel pero real. Después de 20 años en Boston, Hugo regresó a México, se reencontró con Lourdes, su enamorada desde que eran quinceañeros, y hace cinco meses se casaron. A mediados de abril, Hugo se sintió mal: catarro, ojos llorosos, gripe, dolor de cabeza. Aunque era un moreno robusto de 39 años, con cuerpo de toro, el viernes 17 no pudo levantarse. “Seguro tengo esa pinche enfermedad”, dijo aterrado la noche del 23 de abril, cuando vio en la televisión al secretario de Salud, José Ángel Córdova, decretando la emergencia por influenza.“No la agarraste, tú eres fuerte”, intentó tranquilizarlo Lourdes.Al día siguiente, a las ocho de la mañana, él ya hacía fila en el Hospital General de las Comunidades Europeas, en Iztapalapa. A las 11:30 le diagnosticaron pulmonía y le dieron el ingreso.“Lo inyectaron, le pusieron suero, lo tuvieron en una silla porque ya no había lugar en Urgencias, no cabía. Lo sentaron junto a un niño que tenía apendicitis y un señor enfermo de las vías respiratorias”, narra su esposa en la sala donde reza el novenario.A las cuatro horas de espera consiguió una cama. Lourdes estuvo acompañándolo y estuvieron siempre rodeados por otros pacientes. Aunque el secretario había anunciado la epidemia, en el hospital no hubo escudo sanitario y no lo aislaron:“Urgencias estaba lleno, si había 30 camas eran pocas, todos estaban apretados. Había chicas que habían dado a luz y nomás los separaban a todos las cortinas”, dice ella.Los médicos le dijeron a Lourdes que se despidiera de él porque ningún paciente de influenza había sobrevivido. Ella lo abrazó, le dijo que le echara ganas, que iba a recuperase. Pero él falleció el sábado 25. “Estaba calientito mi esposo, lo abracé, lo besé todo, el doctor me dejó estar con él”, dice toda ella hecha lágrimas. Hugo no aparece en la lista de las defunciones por neumonías atípicas ocurridas en el Distrito Federal ese sábado, en el que murieron 15 personas, tres de ellas jóvenes y sin historial de enfermedades.Lourdes recibió el cuerpo del hombre que fue su chambelán de 15 años y con quien dio una fugaz probada a la vida en pareja. Iba a velarlo y enterrarlo en domingo, pero un amigo le aconsejó que lo enterrara de inmediato.El lunes le detectaron pulmonía a ella y le recetaron un antiviral inexistente en farmacias. Su familia solicitó ayuda a amigos de Puebla, Veracruz, Querétaro y Quintana Roo para pescar el medicamento, pero no hubo. Pensaban que ella también moriría, hasta que un funcionario del gobierno capitalino los orientó para que pidieran el fármaco al Seguro Social.Ella, su mamá, sus hermanos y sus sobrinos fueron sometidos a exámenes; no les hallaron rastros de influenza.“No tenemos el bicho”, dice su hermana con la convicción de quien quiere ser escuchada por los vecinos, que tratan a su familia como si estuviera apestada.“Piensan que tenemos la enfermedad. Nadie nos quiere hablar. El otro día que venía del médico me sentí como esos perros echados a perder, una vecina me cerró la puerta”, dice la abuela.Hugo sospechaba que lo había contagiado un muchacho de Texas enfermo, que les estornudó en la cara a él y a un amigo en un tianguis. Ambos compartieron agua con él y contrajeron gripe. Lourdes no alberga el virus pero tiene encapsulado el coraje: “Las autoridades hubieran avisado antes, a lo mejor no con la alarma con la que suspendieron clases, sino más tranquilo, días antes. Con que hubieran dicho que había ese riesgo hubiéramos tomado conciencia”.La foto de Hugo, bienamado, envuelto en el dibujo de un corazón, está en el altar improvisado en casa de su suegra. Él se fue suspirando por la vida que llevaba en Boston, como chofer de limusina. Ella recuerda que en el hospital de Iztapalapa, en el tumulto, él comenzó a extrañar Boston. “Me decía que la vida allá era diferente, que allá todos tienen seguridad social, que vas al hospital, te atienden, tienen máquinas y médicos. Estaba enojado. Decía: ‘pinche país, namás vine a morirme. Me arrepiento de haberme quedado’”.

“Para la psicosis no hay vacuna”


El título de esta columna fue tomado de una expresión vertida por una mujer entrevistada en la calle ante las preguntas de los autores de un programa especial que realizan y difunden TV y Radio UNAM. Éste se refiere a la epidemia del virus A H1N1 entre la población mexicana, y hoy de muchos países del mundo. La influenza: las respuestas de la ciencia, es parte de las medidas que está tomando la Máxima Casa de Estudios para ayudar a la población a enfrentar la contingencia epidemiológica con información científica y verificable.La serie se inició el martes 28 de abril. Pese a lo restringido de la audiencia que captan las estaciones universitarias, junto a las públicas del interior del país que se enlazan, la emisión representa un respiro frente a la cantidad de información contradictoria, incompleta y alarmista que circula tanto en la mayor parte de los sitios en internet como en casi todos los noticiarios radiofónicos y televisivos.La pandemia ha servido para exponer, como si de un experimento de laboratorio se tratara, dos situaciones que nos afectan desde hace muchas décadas. Por una parte, la ineficiencia de las autoridades al afrontar dificultades. No hay suficientes recursos, no logran informar sin crear alarma, sus versiones contradictorias apoyan la incredulidad de la gente. Dejan entre los ciudadanos el sentimiento de estar siendo engañados, desatendidos, manejados como marionetas.
¿Ocultan las cifras, mienten, minimizan, exageran?
Cualquier hipótesis es buena ante su ineficiencia para comunicar y para darle salida adecuada a un problema, de salud pública en este caso. Las versiones sobre complots desde el poder tienen su fundamento es la escasa credibilidad que merecen las autoridades. Si en todo nos engañan, si ante una crisis económica mundial hablan de un catarrito, si usan la demagogia en forma de spots todos los días, ¿por qué creerles en esta ocasión?Por otra parte, el que la influenza se propagara puso al descubierto el enorme impacto de los medios. Al día siguiente de decretarse la alerta y suspender las clases, la mitad de los transeúntes usaban tapaboca. Cientos de familias corrieron a hacer compras de pánico. La ciudad se despobló. El sábado, los cines y los restaurantes apenas si tenían parroquianos. Las calles estuvieron casi vacías el fin de semana. La circulación volvió a fluir de lunes a miércoles, sin horarios supremos ni atascos de tránsito. Y es que todos los medios: prensa, radio, televisión, internet, machacaron día y noche las medidas tomadas, así como las advertencias de la Secretaría de Salud, y a partir del domingo las decisiones del jefe de Gobierno del Distrito Federal.La actitud de los habitantes habla de que tenemos un pueblo muy fácil de convencer cuando se trata de acciones concretas, y también muy poco exigente con la información que dan los medios.Los datos y los esclarecimientos fueron y siguen siendo confusos. No hay cifras exactas ni compendios del conjunto de las instituciones del país. En su conferencia del martes 28, el secretario de Salud informó acerca de los casos del IMSS y el ISSSTE, se enredó en las cifras y no logró explicar convincentemente. ¿Epidemia con siete muertes confirmadas que tuvieron como causa el virus? ¿Y los casos que han llegado a los hospitales dependientes del DF? No conforme con las imprecisiones, el secretario del Trabajo señaló su desacuerdo, de manera sesgada y sin decirlo abiertamente, con el cierre de cines, restaurantes y demás establecimientos comerciales en la capital del país. Ello deja la insufrible sensación de que, en medio de la epidemia, los políticos siguen en lo suyo: desacreditar al adversario. La presencia de Lozano en esa conferencia se antoja inútil para efectos de informar sobre la enfermedad y provoca la sospecha, ya externada en otros medios, de que utilizan un problema grave en su favor.

IFE: en vez de corregir, ocultar


En 2006 las inconsistencias manifiestas en las actas de escrutinio y cómputo generaron dudas fundadas sobre el resultado de la elección presidencial; las actas y los datos capturados en el PREP mostraban cómo la suma de votos no correspondía al número de votantes que acudieron a las urnas y/o a las boletas depositadas. El número de votos para partidos, coaliciones y candidatos, más el de sufragios anulados, debe obtenerse de la cuenta de esas boletas, bajo el principio lógico de que tiene que haber concordancia entre la cantidad de votantes, de boletas depositadas y del total de sufragios. Puede emprenderse una verificación adicional con los datos del número de electores inscritos en la lista nominal de cada una de las casillas, la cifra de boletas enviadas a cada una de ellas (que corresponde a la cantidad de electores más el doble del número de los partidos políticos participantes en la elección –cada uno de los cuales tiene derecho a acreditar hasta dos representantes que no siempre viven dentro de esa sección), el número de boletas depositadas en las urnas y la cifra de boletas sobrantes. Esta información se encuentra en los archivos del PREP y está disponible para cualquier persona que desee revisarla. Y aunque no toda es indispensable para saber quién es el triunfador en la elección, sí es necesaria para las siguientes tres acciones: a) evaluar la calidad del trabajo institucional; b) detectar oportunamente las inconsistencias, con la posibilidad de corregirlas en las sesiones de cómputo; y c) evaluar la calidad de la elección.En cuanto a la calidad del trabajo institucional, la excelencia se alcanza si no existe una sola inconsistencia. Debido a que la organización de comicios es una actividad intensiva en el uso del recurso humano, es prácticamente imposible que no existan inconsistencias, pero debe buscarse que se reduzcan al mínimo, y para ello hay que trabajar en tres sentidos: revisar la documentación electoral para tratar de simplificarla al máximo; evaluar los procesos y procedimientos en las casillas (dentro de los límites legales) para incorporar elementos que permitan detectar y corregir inmediatamente cualquier inconsistencia; y perfeccionar el trabajo de capacitación de los ciudadanos que fungirán como funcionarios de mesa directiva de casilla.En lo referente a la posibilidad de detectar y enmendar los errores, la presencia de toda esta información en el PREP es el resultado de muchas reflexiones colectivas acerca de cómo dotar a los integrantes de los Consejos Distritales (consejeros electorales y representantes de los partidos políticos) de los instrumentos para identificar oportunamente todas las actas con inconsistencias para poder proceder al recuento de los votos en la sesión de cómputo distrital, en función de la causal establecida en el numeral I del inciso “d” del artículo 295: Cuando “existan errores o inconsistencias evidentes en los distintos elementos de las actas, salvo que puedan corregirse o aclararse con otros elementos a satisfacción plena de quien lo haya solicitado”.A menor número de inconsistencias, la calidad de la elección es mejor y genera confiabilidad y certeza. En sentido inverso, cuanto más crezca la cifra de inconsistencias –ya sea por errores humanos o manipulaciones de votos o resultados de casilla–, mayores serán las inquietudes y la desconfianza. Y, obviamente, si las inconsistencias se presentan en 47% de las casillas, como reconoce Luis Carlos Ugalde en su libro sobre las elecciones de 2006, y la diferencia entre el primero y el segundo lugares en la contienda por la Presidencia es tan cerrada como se registró, la sospecha envuelve a toda la elección. Dado que la organización de unos comicios es un proceso continuo en el que la calidad del trabajo que se realiza en una etapa repercute en la siguiente, lo que no se logre corregir con el ejercicio institucional en la preparación de la contienda puede enmendarse en las sesiones de escrutinio y cómputo que celebran los Consejos Distritales a partir del miércoles siguiente al día de la elección. Fue precisamente esto lo que no se hizo en 2006 y eso radicalizó el conflicto poselectoral.Lo anterior viene a cuento porque nuevamente se pretende suprimir toda esta información del PREP (no es la primera vez que se intenta: ya había sido motivo de discusión en el Consejo 1996-2003), precisamente para evitar que se detecten las inconsistencias y, en su caso, se cuestione la calidad del trabajo institucional y de la elección misma.Esto muestra en toda su dimensión la lógica del IFE: en lugar de corregir el problema, ocultarlo, y, aún más, pretender que lo que no se conoce no existe. Se trata de una vuelta a los tiempos en que la autoridad electoral dosificaba la información pública y buscaba ocultar y/o desaparecer todas las huellas de su actuación. De concretarse esta intención, se consumaría un retroceso mayúsculo.

INFLUENZA: NOVENA CAUSA DE MUERTE EN MÉXICO


La Influenza es una enfermedad provocada por un virus altamente contagioso, aunque controlable y curable.
Esto quiere decir que si se le detecta, incluso en sus fases avanzadas, bastaría una inyección para curarla. Esta emergencia sanitaria se da con el objeto de limitar a unos cuantos el contagio, evitar conglomeraciones disminuye las probabilidades de contagio.No podemos sino decir que el gobierno federal y el del Distrito Federal tomaron decisiones acertadas. Sin embargo, a partir de ello surgen las dudas sobre las razones del calderonismo para que, en una enfermedad en específico, se tomen este tipo de decisiones.Las cifras van y vienen, hasta los últimos días de abril la cantidad de muertes producto del virus H1N1 (influenza) eran de 159, para los primeros días de mayo la cantidad de defunciones había disminuido a sólo siete. Cualquiera de los dos reportes (altamente contradictorios) resultan vergonzosos pensando que es una enfermedad controlable.Según cifras del INEGI (instituto nacional de estadística, geografía e informática) en 2005, última cifra disponible, murieron 13 mil mexicanos por influenza y neumonía. Sin embargo, la mutación del virus, nos ha llevado a la inactividad económica, política y social.El propio INEGI da cuenta de enfermedades o causas de mortandad que deberían llamar la atención de sociedad y gobierno y buscar mecanismos similares de protección a la población. Por poner un ejemplo, la principal causa de muerte en el país son las enfermedades del corazón, seguida de la diabetes y toda clase de tumores malignos. Sobre estas tres es necesario decir que el gobierno federal y local debiera iniciar campañas para inducir a la población a un consumo alimenticio adecuado, evitar los productos nocivos y chatarra como los refrescos, los cigarros, los productos excesivamente azucarados o con grasas cancerígenas.Más allá de las cuestiones de salud, la quinta y sexta causa de muerte en el país, que en suma alcanzan 65 mil casos anuales, es decir, cinco veces más que los casos de influenza y neumonía, son los accidentes automovilísticos y el alcoholismo, la gran mayoría de los primeros por causa del segundo.El gobierno federal y los sistemas de salud nacional no reparan en que el consumo del alcohol produce del 10 por ciento de las muertes en México y que podrá no ser notoriamente contagioso, pero sí es socialmente aceptado su consumo, no es regulada su propagación, no se intentan suspender garantías por que las y los jóvenes de México sean los principales afectados de esta enfermedad. No prohíbe que los productos alcoholizantes patrocinen y estén asociados a la diversión y la recreación.No se trata de prohibir el alcohol, ni siquiera su venta. Es común entender que la responsabilidad del consumo es individual y no social. La pregunta es, por qué la novena causa de mortalidad que provoca siete muertes espontáneas, como es la influenza, detiene la actividad productiva de una nación y no se hace lo mismo con otras causas, que como en el caso del alcoholismo, provoca siete muertes en un solo accidente automovilístico.Resáltese, que en lo que va de la crisis, y según los datos originales, murieron 159 personas por Influenza o Neumonía atípica, es decir, una décima parte de los que murieron en 2005. O nos están ocultando los datos reales sobre la mortandad o nos están engañando para sustraer nuestras garantías individuales.

Impunidad uniformada

Plaza Pública

Si bien miembros del Ejército están ayudando en varios puntos de la Ciudad de México a la distribución de cubrebocas para evitar la diseminación del virus de la influenza humana, no se ha puesto en práctica el plan DN-III que las fuerzas armadas aplican en casos de desastre.Durante emergencias provocadas por fenómenos naturales, los militares auxilian eficazmente a la población que requiere salvamento, ser trasladada del lugar de la tragedia a donde pueda ser atendida, y con su presencia evita el pillaje que la situación anormal pueda suscitar.

Después ofrecen alimentos y cobijo a los damnificados. Es en esos casos donde la salida de los soldados, sus oficiales, jefes y generales de sus cuarteles adquiere un sentido de alto beneficio social.La Secretaría de Marina puso a disposición de los capitalinos un hospital casi nuevo, con más de 200 camas, para la atención de personas afectadas por la influenza humana, así como otras instalaciones para la práctica de los exámenes respectivos.La Secretaría de la Defensa nacional no ha tomado medidas semejantes.Sólo ha aparecido en público, en esta crisis sanitaria, para informar de la suspensión de las prácticas del servicio militar obligatorio, pues significan la reunión semanal de miles de jóvenes que al confluir en los puntos de entrenamiento podrían quedar expuestos al virus que ha causado, en México y en el mundo, zozobra ante el peligro de una afectación masiva de la salud.Esa ausencia de la aportación castrense posible se debe acaso a que la atención del Ejército se ha concentrado en exceso en las labores policíacas que le ha asignado el Ejecutivo, que es su comandante supremo.Si bien es cierto que las fuerzas armadas han auxiliado a las autoridades civiles en la preservación de la seguridad pública desde hace muchas décadas, nunca como ahora se les había confiado el papel director y la más numerosa presencia en el combate a la delincuencia organizada.La principal, más sostenida y más notoria iniciativa del Gobierno encabezado por Felipe Calderón ha consistido en confiar a los militares tareas policiacas que no son debidamente atendidas por los cuerpos de seguridad pública debido a la corrupción que ha dañado a casi todos ellos, y a su impreparación.Sin embargo, el activismo castrense en ese terreno ha generado multitud de violaciones a los derechos humanos.Ya sea por que los miembros del Ejército no fueron formados para realizar tareas policíacas, ya sea porque su poder de fuego y de organización frente a la población en general los lleva a confundir la disciplina que es propia de su organización con la que juzgan imprescindible fuera de sus filas, el hecho es que son frecuentes los excesos militares en el cumplimiento de tareas ajenas a su estructura, que les imponen las autoridades civiles. Conscientes como están de que su presencia más allá de los cuarteles riñe con la Constitución, los altos jefes del ejército han abogado por legalizar su actuación en materia de seguridad pública, lo cual les otorgaría un estatuto diferente del que la república les ha asignado desde que suprimió la presencia castrense en el gobierno y la política.El propio General Secretario de la Defensa nacional, Guillermo Galván, expuso en el reciente Día del Ejército, 19 de febrero, la necesidad de modificaciones legales para formalizar y ensanchar el marco de sus labores.El Presidente Calderón respondió afirmativa pero insuficiente y tardíamente a ese pedido al remitir al Congreso una iniciativa de ley que, fuera del marco constitucional, cuyo artículo 29 es preciso respecto de la suspensión de garantías, pretender crear una forma, espuria a mi juicio, del estado de excepción en que las fuerzas armadas pudieran moverse con mayor soltura no sólo frente a la delincuencia sino también para acotar y contener la protesta social.La iniciativa no fue siquiera recibida formalmente dado que se presentó al cuarto para las doce, cuando faltaban cinco sesiones para que concluyera el periodo de sesiones ordinarias, último de esta legislatura.Sin considerar por ahora los motivos de una presentación tan fuera de tiempo, el hecho es que esa iniciativa, y otras que la acompañaron en semejante dirección no incluyeron la reforma al régimen de procuración y justicia militar que debe presentar el Ejecutivo si ha de ser congruente consigo mismo y acatar su propio Programa nacional de derechos humanos, emitido el año pasado.Cumplir ese ofrecimiento, que remediaría algunos rezagos de la legislación mexicana respecto de la internacional que se ha obligado a aplicar, es la primera de la recomendaciones del reporte sobre la materia que el miércoles pasado presentó en México el organismo civil Human Rights Watch, que cada vez ejerce mayor influencia ante algunos gobiernos o parlamentos, como el Congreso norteamericano.El título del informe sintetiza una de las preocupaciones de la presencia castrense en tareas ajenas a su disciplina: "Impunidad uniformada. Uso indebido de la justicia militar en México para investigar abusos cometidos durante operativos contra el narcotráfico y de seguridad pública."Se trata de un severo cuestionamiento al fuero de guerra y a la justicia militar.En sus partes sustantivas el documento, de más de ochenta páginas se refiere al marco legal de los procedimientos penales castrenses y en dos capítulos, "un patrón de impunidad" y "una práctica que persiste", hace una historia de violaciones a los derechos humanos que no han recibido castigo, desde los años de la guerra sucia hasta nuestros días.Es penoso que de los 17 casos documentados, la mayor parte, once del total, correspondan al último bienio, los dos años de la administración calderonista.Indigna y lastima, particularmente, la presentación puntual de los casos de las hermanas Ana, Beatriz y Celia González Pérez en Chiapas, y de Inés Fernández Ortega y Valentina Rosado Cantú, en Guerrero, mujeres indígenas todas ellas, que fueron violadas, aquellas en 1994 y las últimas en fechas más recientes, por miembros del Ejército.Y alarma, además, el creciente número de víctimas en 2007 y 2008, personas que fueron asesinadas, o sujetas a detención arbitraria y tortura en el desarrollo de labores policíacas encargadas a las fuerzas armadas.Sería preocupante de por sí el número y gravedad de los delitos imputados a militares.Lo es mayor medida porque ninguno de los autores de esos atropellos han sido castigados.La impunidad es la constante, debido a causas estructurales y circunstanciales.Las primeras tienen que ver con la aberración de que el fuero militar cubra a miembros del Ejército que deberían ser juzgados en el fuero común.Eso no ocurre sino excepcionalmente, los soldados que en Castaños, Coahuila, resguardaban paquetes electorales y faltando a su deber se fueron de parranda y vejaron y lastimaron a mujeres en cantinas.En general, los militares son jueces de sí mismos. Su sistema judicial, además, carece de las características que hacen confiable a la judicatura, como la independencia y la estabilidad. La Procuraduría de justicia militar, el respectivo ministerio público, el Supremo tribunal militar y los consejos de guerra ordinarios o extraordinarios están sujetos todos a la jerarquía castrense, dependen del Ejecutivo a través de la Secretaría de la Defensa Nacional.Las causas circunstanciales de la impunidad estriban en el creciente apoyo que Calderón ha requerido de la fuerza castrense ante las condiciones de su arribo al poder.El mismo día en que fue presentado ese informe sobre la justicia militar, la secretaría de Gobernación negó la evidencia pormenorizada en el documento, asegurando que no hay ningún militar impune. Anunció, sin embargo, que lo estudiará.Tiene que hacerlo, más allá de la cortesía a un organismo civil de influyente presencia en el mundo.Los condicionamientos del Congreso norteamericano a la Iniciativa Mérida en materia de derechos humanos surgieron en amplia medida del parecer de Human Rights Watch sobre la materia.Y sus reportes, como el de la Impunidad uniformada, serán leídos con atención en el Capitolio, pues el suministro de los recursos comprometidos para el combate a la delincuencia organizada depende, según lo admitió el gobierno mexicano, del respeto a los derechos humanos, sin mengua de la lucha en pro de la seguridad pública.