Diego Olivera
Barómetro Internacional
El escenario político venezolano se ha visto inmerso en una intensa vorágine de cambios, los constantes anuncios del presidente Hugo Chávez, de profundizar el modelo bolivariano, hacia la construcción de una vía socialista, la modificación y posible desaparición de algunos de sus ministerios, como el de las comunas, la designación de varios gobernadores de su equipo político, para garantizar el control y la supervisión en cada estado, han marcado este mes de octubre. Las cercana elección de gobernadores en cada Estado, fijadas para el venidero 16 de diciembre, convoca a una nueva campaña electoral a los venezolanos, cada maquinaria electoral comienza a desarrollar sus estrategias, la oposición nuevamente cambia el discurso, ahora el derrotado candidato a la presidencia Henrique Capriles, fungido por el mismo como candidato a Gobernador, se desdice de su discurso de aceptar su derrota, habla de fraude, de ventajismo, pero no analiza sus campañas sucias, impulsadas desde el exterior, deben acostumbrarse que el voto de los venezolanos, es la única garantía democrática.
Esta intensa y constante actividad que viene desarrollando el mandatario venezolano, nos recuerda a la inhumana campaña de la oposición, donde aseguraba su muerte en octubre antes de las elecciones, producto de varias metástasis, en el marco de esas mismas campañas mediáticas, el periódico ABC de España, publicó recientemente que un médico venezolano, que radica no se sabe donde, reveló que Fidel Castro había sufrido una embolia masiva en la arteria cerebral derecha, desmentido por el propio Fidel por escrito y por fotos, es el mismo mercenario que “condeno a muerte” a Chávez, la verdad siempre destruye la mentira y las campañas amarillistas de la gran prensa privada.
La Venezuela bolivariana avanza en la inversión social en las Misiones
Uno de los grandes logros alcanzados por el proceso bolivariano han sido la Misiones Sociales, que ha permitido a los venezolanos alcanzar mejores niveles de vida, alimentación, educación, salud, vivienda, pensiones a miles de personas de la tercera edad, en ese marco de desarrollo el ministro del Poder Popular para Planificación y Finanzas, Jorge Giordani, aseguró este martes que “la mayor parte de la renta petrolera será destinada a la inversión social en el año 2013”, agregando que “gracias a estas políticas, se ha avanzado paulatinamente hacia un modelo de producción socialista y subrayó que en 2013 se seguirán impulsando y fortaleciendo las grandes misiones, que atienden desde el año 2011 los vértices primordiales de la sociedad venezolana”.
También enfatizo Giordani que “entre los programas destinados a los sectores más vulnerables de la población se encuentran las Grandes Misiones Hijos e hijas de Venezuela, que atiende a familias en situación de pobreza extrema y En Amor Mayor, que garantiza la justicia social para los adultos mayores del país, la Gran Misión Saber y Trabajo, que brinda las herramientas necesarias y asegura el acceso a un empleo digno a las y los venezolanos; Gran Misión Vivienda Venezuela, que construye viviendas dignas y accesibles para las personas que no pueden adquirirlas en el mercado capitalista”. Por ultimo el Ministro manifestó que “esta inversión debe sostener la construcción de nueva infraestructura como acueductos, cloacas, proyectos de electricidad, gas, transporte acuático y terrestre, “en función del crecimiento económico, del aumento de la producción y de una mejor calidad de vida de las y los venezolanos”.
Nos parece importante señalar que las inversiones designadas para el año 2013 en las áreas sociales de Venezuela, dejan al descubierto las falsas y promesas políticas del capitalismo, que mostraron sus dientes en la reciente campaña presidencial del 7 de octubre, donde la oposición mostró el verdadero rostro del modelo neoliberal, con su paquete de ajuste macroeconómico, encubierto en la falsa apología de un “camino progresista”, pero detrás de toda esas falsas promesas, la verdad era la aplicación del modelo del Fondo Monetario Internacional (FMI) y el Banco Mundial (BM), que ha sido aplicado en Europa, llevando a las mayorías al desempleo, a la desaparición de los servicios sociales, a la no inversión en la educación, en la salud, en los aumentos de los alimentos, entre otros ajustes, bajo el lema de salvar el Sistema Financiero Internacional y la Banca, causantes de parte de la crisis económica mundial
diegojolivera@gmail.com
sábado, octubre 27, 2012
Presas: política de Estado etnocida
Gilberto López y Rivas
La Jornada
En el desarrollo de los trabajos del Tribunal Permanente de los Pueblos (TPP), Capítulo México, se realizará el 5 y el 6 de noviembre, en Temacapulín, Jalisco, la preaudiencia denominada “Presas, derechos de los pueblos e impunidad”, dentro de la mesa general en torno a la devastación ambiental y derechos de los pueblos. Durante este acto, diversas organizaciones presentarán demandas, documentos, pruebas y testimonios contra el Estado mexicano por violación sistemática de derechos fundamentales, bajo esquemas de simulación jurídica e impunidad que se ha intensificado con los tratados de libre comercio que han beneficiado a grupos oligárquicos y corporaciones extranjeras.
Se tratarán casos en los que existe un proyecto en marcha, como las presas Paso de la Reina, Oaxaca; La Parota, Guerrero; Las Cruces, Nayarit, y El Naranjal, Veracruz; en construcción, como El Zapotillo, Jalisco; ya construidas, como las presas La Yesca y Arcediano, Jalisco; El Cajón, Nayarit, y Cerro de Oro, Oaxaca-Veracruz; además de los proyectos de minihidroeléctricas de Veracruz, Puebla y Chiapas, relacionados con concesiones mineras y ciudades rurales. El fallo del jurado se dará a conocer públicamente en Guadalajara el 8 de noviembre y al día siguiente se entregará a la Suprema Corte de Justicia de la Nación.
La construcción de presas en el mundo ha significado graves violaciones a los derechos humanos y a los derechos específicos de los pueblos originarios. En México son precisamente poblaciones indígenas las que han sido mayoritariamente afectadas: mazatecos, chinantecos, tzotziles, nahuas, zoques, huicholes, pames, otomíes, yaquis, entre otras etnias de la geografía mexicana, sin que las autoridades se hagan cargo de evaluar, prevenir y mucho menos identificar, indemnizar o reparar los daños de quienes han sufrido los embates sociales, ambientales, económicos, culturales, que han constituido en su conjunto una forma de etnocidio como política de Estado. Las consecuencias que trae el desplazamiento forzado de comunidades implican la pérdida de tierras, trabajo, viviendas, así como marginalización, inseguridad alimentaria, incremento de la mortalidad, pérdida de acceso a la propiedad y recursos comunes, desarticulación comunitaria, afectación sicosocial y pérdida de identidad étnica.
En México, las presas construidas durante las últimas décadas envejecen y se encuentran trabajando muy por encima de su capacidad, y aunque todos estos años se ha demostrado la ineficiencia, lo obsoleto, la inutilidad y los grandes impactos de las mismas, actualmente hay muchísimas obras proyectadas y en construcción, y en todos los casos el discurso de “utilidad pública” es utilizado por los organismos constructores oficiales para minimizar los conocidos costos sociales, ambientales y económicos. Esto sólo puede entenderse como consecuencia de una condición estructural de un tipo de Estado trasnacionalizado subalterno que, como el mexicano, se convierte en gestor, desarrollador, protector y garante de los intereses capitalistas global-locales, tanto en la construcción como en la operación de presas, que además se han ido privatizando.
De acuerdo con la Comisión Mundial de Represas, por lo menos 45 mil han sido construidas para satisfacer demandas de agua o energía. Hoy en día, casi la mitad de los ríos del mundo tiene al menos una gran represa. La mitad de estas grandes obras fueron construidas exclusiva o principalmente para la irrigación, y entre 30 y 40 por ciento de los 271 millones de hectáreas que se irrigan planetariamente dependen de represas que han fragmentado y transformado los ríos en el ámbito mundial, mientras que entre 40 y 80 millones de personas han sido desplazadas por su construcción.
En todas las regiones de México donde se promueven estos megaproyectos hidráulicos, se encuentra presente la resistencia de los pueblos, muchos de los cuales se han aglutinado en el Movimiento Mexicano de Afectados por Presas y en Defensa de los Ríos, que ha comenzado desde hace casi 10 años el recuento de agravios y la documentación de casos sobre la violación a sus derechos. Articulando a más de 60 organizaciones civiles y sociales, su objetivo es fortalecer un espacio de lucha y reflexión para defender los ríos, el agua, la tierra y sobre todo los pueblos, a través de la denuncia y planes de acción para evitar la construcción de presas en el país. Muchos pueblos afectados por estas obras de infraestructura se han organizado y ganado en las instancias legales para exigir al gobierno en algunos casos la cancelación de las obras y en otros una justa indemnización. En todos, se han topado con una cerrazón del Estado mexicano que busca a toda costa la imposición de las obras, sin respetar el derecho de los pueblos a la consulta y dejándolos en la indefensión total. Las organizaciones han constatado cómo se cierran los caminos del derecho para hacer valer sus demandas y enfrentan un creciente número de casos de criminalización, hostigamiento, represión, encarcelamiento y amenazas. Estamos frente a patrones de impunidad, desvío y abuso de poder, ya que las autoridades desacatan órdenes judiciales, no se hacen responsables de sus acciones ni del despilfarro de recursos públicos y daños sociales y ambientales que sus decisiones causan a las comunidades, sin ser al mismo tiempo una alternativa para la gestión de la energía y el agua.
La importancia del movimiento y de las redes que forman no sólo radica en la lucha que han llevado en casos concretos, sino en lo que significa haber puesto en el debate nacional las graves afectaciones que se generan por la construcción de presas, el tipo de modelo energético que el Estado promueve, el intento de privatización de agua y los impactos del cambio climático.
Fuente original: http://www.jornada.unam.mx/texto/021a2pol.htm
La Jornada
En el desarrollo de los trabajos del Tribunal Permanente de los Pueblos (TPP), Capítulo México, se realizará el 5 y el 6 de noviembre, en Temacapulín, Jalisco, la preaudiencia denominada “Presas, derechos de los pueblos e impunidad”, dentro de la mesa general en torno a la devastación ambiental y derechos de los pueblos. Durante este acto, diversas organizaciones presentarán demandas, documentos, pruebas y testimonios contra el Estado mexicano por violación sistemática de derechos fundamentales, bajo esquemas de simulación jurídica e impunidad que se ha intensificado con los tratados de libre comercio que han beneficiado a grupos oligárquicos y corporaciones extranjeras.
Se tratarán casos en los que existe un proyecto en marcha, como las presas Paso de la Reina, Oaxaca; La Parota, Guerrero; Las Cruces, Nayarit, y El Naranjal, Veracruz; en construcción, como El Zapotillo, Jalisco; ya construidas, como las presas La Yesca y Arcediano, Jalisco; El Cajón, Nayarit, y Cerro de Oro, Oaxaca-Veracruz; además de los proyectos de minihidroeléctricas de Veracruz, Puebla y Chiapas, relacionados con concesiones mineras y ciudades rurales. El fallo del jurado se dará a conocer públicamente en Guadalajara el 8 de noviembre y al día siguiente se entregará a la Suprema Corte de Justicia de la Nación.
La construcción de presas en el mundo ha significado graves violaciones a los derechos humanos y a los derechos específicos de los pueblos originarios. En México son precisamente poblaciones indígenas las que han sido mayoritariamente afectadas: mazatecos, chinantecos, tzotziles, nahuas, zoques, huicholes, pames, otomíes, yaquis, entre otras etnias de la geografía mexicana, sin que las autoridades se hagan cargo de evaluar, prevenir y mucho menos identificar, indemnizar o reparar los daños de quienes han sufrido los embates sociales, ambientales, económicos, culturales, que han constituido en su conjunto una forma de etnocidio como política de Estado. Las consecuencias que trae el desplazamiento forzado de comunidades implican la pérdida de tierras, trabajo, viviendas, así como marginalización, inseguridad alimentaria, incremento de la mortalidad, pérdida de acceso a la propiedad y recursos comunes, desarticulación comunitaria, afectación sicosocial y pérdida de identidad étnica.
En México, las presas construidas durante las últimas décadas envejecen y se encuentran trabajando muy por encima de su capacidad, y aunque todos estos años se ha demostrado la ineficiencia, lo obsoleto, la inutilidad y los grandes impactos de las mismas, actualmente hay muchísimas obras proyectadas y en construcción, y en todos los casos el discurso de “utilidad pública” es utilizado por los organismos constructores oficiales para minimizar los conocidos costos sociales, ambientales y económicos. Esto sólo puede entenderse como consecuencia de una condición estructural de un tipo de Estado trasnacionalizado subalterno que, como el mexicano, se convierte en gestor, desarrollador, protector y garante de los intereses capitalistas global-locales, tanto en la construcción como en la operación de presas, que además se han ido privatizando.
De acuerdo con la Comisión Mundial de Represas, por lo menos 45 mil han sido construidas para satisfacer demandas de agua o energía. Hoy en día, casi la mitad de los ríos del mundo tiene al menos una gran represa. La mitad de estas grandes obras fueron construidas exclusiva o principalmente para la irrigación, y entre 30 y 40 por ciento de los 271 millones de hectáreas que se irrigan planetariamente dependen de represas que han fragmentado y transformado los ríos en el ámbito mundial, mientras que entre 40 y 80 millones de personas han sido desplazadas por su construcción.
En todas las regiones de México donde se promueven estos megaproyectos hidráulicos, se encuentra presente la resistencia de los pueblos, muchos de los cuales se han aglutinado en el Movimiento Mexicano de Afectados por Presas y en Defensa de los Ríos, que ha comenzado desde hace casi 10 años el recuento de agravios y la documentación de casos sobre la violación a sus derechos. Articulando a más de 60 organizaciones civiles y sociales, su objetivo es fortalecer un espacio de lucha y reflexión para defender los ríos, el agua, la tierra y sobre todo los pueblos, a través de la denuncia y planes de acción para evitar la construcción de presas en el país. Muchos pueblos afectados por estas obras de infraestructura se han organizado y ganado en las instancias legales para exigir al gobierno en algunos casos la cancelación de las obras y en otros una justa indemnización. En todos, se han topado con una cerrazón del Estado mexicano que busca a toda costa la imposición de las obras, sin respetar el derecho de los pueblos a la consulta y dejándolos en la indefensión total. Las organizaciones han constatado cómo se cierran los caminos del derecho para hacer valer sus demandas y enfrentan un creciente número de casos de criminalización, hostigamiento, represión, encarcelamiento y amenazas. Estamos frente a patrones de impunidad, desvío y abuso de poder, ya que las autoridades desacatan órdenes judiciales, no se hacen responsables de sus acciones ni del despilfarro de recursos públicos y daños sociales y ambientales que sus decisiones causan a las comunidades, sin ser al mismo tiempo una alternativa para la gestión de la energía y el agua.
La importancia del movimiento y de las redes que forman no sólo radica en la lucha que han llevado en casos concretos, sino en lo que significa haber puesto en el debate nacional las graves afectaciones que se generan por la construcción de presas, el tipo de modelo energético que el Estado promueve, el intento de privatización de agua y los impactos del cambio climático.
Fuente original: http://www.jornada.unam.mx/texto/021a2pol.htm
David Harvey: " Para superar el capitalismo, el valor de uso debe prevalecer sobre el valor de cambio"
Credito: Cronicon.net
La contradicción entre el valor de uso y el valor de cambio ha llevado a la actual crisis del capitalismo, afirmó el geógrafo y científico social británico David Harvey durante una de sus intervenciones en el marco del VI Encuentro Internacional de Economía Política y Derechos Humanos, organizado por la Universidad Popular Madres de Plaza de Mayo, que tuvo lugar entre el 4 y 6 de octubre en Buenos Aires. Por ello planteó la necesidad de que "el valor de uso debe volver a tener vigencia"
POR FERNANDO ARELLANO ORTIZ
Octubre 27 de 2012.-La contradicción entre el valor de uso y el valor de cambio ha llevado a la actual crisis del capitalismo, afirmó el geógrafo y científico social británico David Harvey durante una de sus intervenciones en el marco del VI Encuentro Internacional de Economía Política y Derechos Humanos, organizado por la Universidad Popular Madres de Plaza de Mayo, que tuvo lugar entre el 4 y 6 de octubre en Buenos Aires. Por ello planteó la necesidad de que "el valor de uso debe volver a tener vigencia".
Harvey se refirió a la situación en torno a la crisis del mercado inmobiliario y señaló que una de las respuestas que debe dar la izquierda en tal sentido "es que la vivienda vuelva a tener su valor de uso. O sea, atacar todo tipo de especulación. Que el valor de uso se imponga al valor de cambio." Y amplió el concepto: también debe extenderse, recalcó, a la salud y a la educación.
Explicó que el valor de cambio de la vivienda se ha vuelto más relevante por cuanto ésta se convirtió en un elemento de especulación, hasta tal punto que hoy sea muy difícil para millones de familias en varios países adquirir casa.
Como consecuencia del auge especulativo, explicó, más de seis millones de estadounidenses han perdido su vivienda. "El valor de cambio se volvió algo grave y por eso es preciso que el valor de uso vuelva a tener vigencia", insistió este geógrafo, sociólogo urbano, historiador social marxista y profesor de reputación académica internacional.
"La segunda contradicción a la que me quiero referir es que el valor en el capitalismo se trata de la mano de obra. Es inmaterial pero objetivo. La representación objetiva es el dinero" señaló. "Vemos formas ficticias del capital que se crean constantemente y no tienen nada que ver con la creación del valor, están vinculadas a la apropiación del valor".
En este sentido, Harvey coincide con lo expuesto por el intelectual y humanista belga François Houtart en su propuesta sobre la necesidad de una declaración Universal del Bien Común, en la que sostiene que "La transformación del paradigma de la economía consiste en privilegiar el valor de uso en vez del valor de cambio, como lo hace el capitalismo. Se habla de valor de uso cuando un bien o un servicio adquieren una utilidad para la vida de uno. Estos adquieren un valor de cambio cuando son objeto de una transacción. La característica de una economía mercantil es privilegiar el valor de cambio. Para el capitalismo, la forma más desarrollada de la producción mercantil, este último es el único "valor". Un bien o un servicio que no se convierte en mercancía, no tiene valor, porque no contribuye a la acumulación del capital, fin y motor de la economía (M. Godelier, 1982). Para esta perspectiva, el valor de uso es secundario y, como lo escribe István Mészarós, "él puede adquirir el derecho a la existencia si se amolda a los imperativos del valor de cambio". Se pueden producir bienes sin ninguna utilidad a condición de que sean pagados (la explosión de los gastos militares, por ejemplo, o los elefantes blancos de la cooperación internacional) o se crean necesidades artificiales por la publicidad (Wim Dierckxsens, 2011) o también se amplían los servicios financieros en burbujas especulativas. Al contrario, poner el acento sobre el valor de uso hace del mercado un servidor de las necesidades humanas".
En el análisis de este geógrafo inglés y profesor de la Universidad de Nueva York, en la sociedad capitalista la ciudad se revela en la contradicción entre el valor de cambio -el espacio producido como condición de la realización del lucro, produciendo la ciudad bajo la égida de las necesidades del capital -y el valor de uso- la ciudad creada para la realización de la vida en lugares específicos, muchos de ellos degradados. Esa contradicción, agrega, también revela la condición con que la ciudad se produce una producción socializada pero una apropiación privada.
La ciudad segregada revela la sociedad fundamentada en el intercambio, donde el propio espacio es producido como mercadería, imponiendo al uso la mediación del mercado inmobiliario. De este modo, señala Harvey, la producción del espacio urbano se conecta cada vez más a la forma mercadería que sirve a las necesidades de la acumulación promoviendo cambios, exigiendo readaptaciones de usos y funciones de los lugares en la ciudad, reproduciéndose bajo la ley de lo reproducible. Esto es así porque hoy, cada vez más, el espacio producido como mercadería entra en el circuito del intercambio atrayendo capitales que migran de otros sectores de la economía de modo de viabilizar la reproducción en un momento de superacumulación del capital que coacciona y solapa la producción de la ciudad como espacio-tiempos de realización de la vida humana.
LA ECONOMÍA MUNDIAL ES UNA PLUTOCRACIA
En su disertación Harvey también se refirió a la forma como se representa el valor social del trabajo y dijo que la misma es destructiva, por lo cual precisó que se requiere "revolucionar el modo en que adjudicamos valor al trabajo".
Analizó igualmente la diferencia de ingresos entre la pobreza y la riqueza, y expresó que "no hay ninguna razón por la cual la brecha entre riqueza y pobreza haya llegado a los niveles que llegó. Sería posible manejar esa brecha entre capitalistas y trabajadores. No tiene que ser necesariamente al nivel que llega ahora. Vivimos en una plutocracia. La economía mundial es una plutocracia. Unas 500 familias concentran toda la riqueza. La brecha entre los ricos y los pobres se ha ampliado de manera muy rápida".
Entre las contradicciones del capitalismo que detalló, habló de "la relación entre la tecnología y las personas. Tenemos una tecnología que está generando personas descartables. El trabajo de muchas personas se ha vuelto descartable. Hay contradicciones que podríamos llamar fatales, otras que son imposibles de resolver o manejar sin destruir el mundo -que siempre han estado latentes- en la historia del capitalismo pero nunca han sido dominantes. ¿Se han vuelto ahora dominantes? ¿Es el momento para pensar alternativas al modo capitalista de producción?", se interrogó.
Y luego enumeró: "Una es la venganza de la naturaleza, la degradación del medio ambiente global. La segunda es la contradicción del crecimiento perpetuo. Ahora China y el ex bloque soviético han quedado absorbidos por la dinámica capitalista, en la que el crecimiento del 3% para siempre no puede continuar. Que la crisis vaya de un lado del mundo a otro es un signo de esta contradicción".
"El problema central que debe resolverse -dijo Harvey- está bastante claro: el crecimiento exponencial sin fin no es posible y los problemas que han afligido al mundo durante los últimos treinta años indican que se está llegando a un límite en la acumulación continua del capital que no se puede superar creando ficciones provisionales".
Aludió igualmente a otra contradicción: "la alienación universal de los seres humanos de ser partícipes activos en la creación del mundo en que viven. Si interpretamos esto como una de las contradicciones profundas que Marx dice que son centrales al capitalismo, ha llegado el momento en que todo se va a quebrar, pero tenemos que intentar que se quiebre de una forma y no de otra", expresó.
LAS CIUDADES SON UN BOTÍN DE LA LUCHA DE CLASES
Dada su especialización en urbanismo y geografía, el teórico social inglés abocó el tema de la relación entre la acumulación del capital y la lucha de clases, centrada en el ámbito de la urbanización.
Sobre el particular trazó un paralelismo entre la crisis del 30 y la situación actual, haciendo notar las ondas especulativas en el ámbito inmobiliario previas a ambos momentos históricos que, según su visión, anticiparon y precipitaron las crisis.
"Los mercados de propiedades y la urbanización tuvieron un papel en la formación de la crisis. Los mercados urbanos y la urbanización también sacaron a las diversas crisis capitalistas de la depresión. Sólo se podía salir con medidas expansivas, una de ellas: la construcción de viviendas".
La teoría que Harvey desarrolló estuvo centrada en la construcción de zonas residenciales como mecanismo para la acumulación de capital y, a la vez, contención social. "¿Qué revoluciones surgieron de las zonas residenciales estadounidenses?", se preguntó en ese sentido.
Además, señaló que "recientemente hubo un estudio de la Reserva Federal de San Francisco (California) que sacó como conclusión que Estados Unidos siempre ha encontrado una manera para salir de la depresión: construir casas y llenarlas con cosas. Es una observación interesante porque si miramos la dinámica de la construcción de casas antes de la Segunda Guerra Mundial no se construían más de 500.000 mil viviendas y luego no menos de un millón, más autopistas, autos y energía. Un modo de vida apuntado al consumismo".
"El punto es que cuando comenzamos a observar esta dinámica vemos que tiene un sentido económico, político, cultural y no es sorprendente observar que con los años EE.UU. se ha convertido cada vez en más conservador de su política", añadió reforzando su tesis.
Dentro de este contexto, comparó la política económica de China con la empleada por Estados Unidos en la época de posguerra: "Lo que está haciendo China es lo que hizo EE.UU. después de 1945: inyectar recursos para la construcción de viviendas residenciales, construcciones urbanas. Al mismo tiempo inyectaron capital especulativo respecto a esas propiedades".
Al enforcar el fenómeno en América Latina, Harvey afirmó que "es interesante observar a países como Brasil y Argentina y preguntarse cuál ha sido la relación entre la salida de l a crisis 2001 y la construcción de viviendas. ¿Qué tipo de urbanización ocurre aquí? Hay distinciones. Lula construyó casi dos millones de viviendas para los sectores de menos recursos. El estilo de urbanización también es importante".
Dijo que las dinámicas que vinculan la urbanización con la acumulación de capital son muy fuertes: "Si lo que yo digo es cierto esto implica que el capital tiene la capacidad de construir las ciudades que quiera sin importarle lo que necesita la gente. Como individuos nos vemos obligados a vivir en el tipo de ciudad que el capital quiera y el tipo de ciudad que es coherente con mantener la acumulación de capital".
"Tenemos que vivir en el tipo de ciudad que el capitalismo quiere vivir y no necesariamente la que queremos. Por definición, la ciudad es un botín de la lucha de clases", aseveró.
"En general la noción de clase en la traducción marxiana ha estado muy relacionada con el lugar de trabajo pero ¿en qué medida las luchas urbanas han articulado una retórica anticapitalista?", se preguntó.
Profundizó sus análisis señalando: "¿Dónde se explotan los trabajadores? En el lugar de trabajo. Pero qué pasa cuando llevan su salario a su hogar: son explotados por quienes le cobran la renta. Son formas secundarias de explotación. La explotación se produce en el momento de la realización de la plusvalía, no en el momento de la producción. ¿Cuántas personas, en EE.UU., se han visto desalojadas de sus casas? Esta es una forma de explotación contra la que hay que luchar. Es la economía de acumulación contra la desposesión".
"Si la ciudad es el sitio donde tiene que tener lugar la lucha de clases, ¿por qué no pensamos en organizar ciudades enteras? ¿Qué pasa cuando eso ocurre?", se interrogó y a renglón seguido puso como ejemplo el "Cordobazo", en Argentina en 1969, y las ciudades de El Alto y Cochabamba, en Bolivia, entre el 2003 y el 2005.
ALIENACIÓN DE LOS PROCESOS POLÍTICOS
Finalmente, Harvey habló de "la alienación universal de los procesos políticos", como está ocurriendo en algunos países europeos en los que, dada la magnitud de la crisis económica, están surgiendo alternativas fascistas y puso como ejemplo el caso de Grecia.
Por ello exhortó a pensar en las contradicciones sociales, económicas y políticas del mundo, habida cuenta que las mismas posibilitan comprender la realidad contemporánea.
Buenos Aires, octubre de 2012.
La contradicción entre el valor de uso y el valor de cambio ha llevado a la actual crisis del capitalismo, afirmó el geógrafo y científico social británico David Harvey durante una de sus intervenciones en el marco del VI Encuentro Internacional de Economía Política y Derechos Humanos, organizado por la Universidad Popular Madres de Plaza de Mayo, que tuvo lugar entre el 4 y 6 de octubre en Buenos Aires. Por ello planteó la necesidad de que "el valor de uso debe volver a tener vigencia"
POR FERNANDO ARELLANO ORTIZ
Octubre 27 de 2012.-La contradicción entre el valor de uso y el valor de cambio ha llevado a la actual crisis del capitalismo, afirmó el geógrafo y científico social británico David Harvey durante una de sus intervenciones en el marco del VI Encuentro Internacional de Economía Política y Derechos Humanos, organizado por la Universidad Popular Madres de Plaza de Mayo, que tuvo lugar entre el 4 y 6 de octubre en Buenos Aires. Por ello planteó la necesidad de que "el valor de uso debe volver a tener vigencia".
Harvey se refirió a la situación en torno a la crisis del mercado inmobiliario y señaló que una de las respuestas que debe dar la izquierda en tal sentido "es que la vivienda vuelva a tener su valor de uso. O sea, atacar todo tipo de especulación. Que el valor de uso se imponga al valor de cambio." Y amplió el concepto: también debe extenderse, recalcó, a la salud y a la educación.
Explicó que el valor de cambio de la vivienda se ha vuelto más relevante por cuanto ésta se convirtió en un elemento de especulación, hasta tal punto que hoy sea muy difícil para millones de familias en varios países adquirir casa.
Como consecuencia del auge especulativo, explicó, más de seis millones de estadounidenses han perdido su vivienda. "El valor de cambio se volvió algo grave y por eso es preciso que el valor de uso vuelva a tener vigencia", insistió este geógrafo, sociólogo urbano, historiador social marxista y profesor de reputación académica internacional.
"La segunda contradicción a la que me quiero referir es que el valor en el capitalismo se trata de la mano de obra. Es inmaterial pero objetivo. La representación objetiva es el dinero" señaló. "Vemos formas ficticias del capital que se crean constantemente y no tienen nada que ver con la creación del valor, están vinculadas a la apropiación del valor".
En este sentido, Harvey coincide con lo expuesto por el intelectual y humanista belga François Houtart en su propuesta sobre la necesidad de una declaración Universal del Bien Común, en la que sostiene que "La transformación del paradigma de la economía consiste en privilegiar el valor de uso en vez del valor de cambio, como lo hace el capitalismo. Se habla de valor de uso cuando un bien o un servicio adquieren una utilidad para la vida de uno. Estos adquieren un valor de cambio cuando son objeto de una transacción. La característica de una economía mercantil es privilegiar el valor de cambio. Para el capitalismo, la forma más desarrollada de la producción mercantil, este último es el único "valor". Un bien o un servicio que no se convierte en mercancía, no tiene valor, porque no contribuye a la acumulación del capital, fin y motor de la economía (M. Godelier, 1982). Para esta perspectiva, el valor de uso es secundario y, como lo escribe István Mészarós, "él puede adquirir el derecho a la existencia si se amolda a los imperativos del valor de cambio". Se pueden producir bienes sin ninguna utilidad a condición de que sean pagados (la explosión de los gastos militares, por ejemplo, o los elefantes blancos de la cooperación internacional) o se crean necesidades artificiales por la publicidad (Wim Dierckxsens, 2011) o también se amplían los servicios financieros en burbujas especulativas. Al contrario, poner el acento sobre el valor de uso hace del mercado un servidor de las necesidades humanas".
En el análisis de este geógrafo inglés y profesor de la Universidad de Nueva York, en la sociedad capitalista la ciudad se revela en la contradicción entre el valor de cambio -el espacio producido como condición de la realización del lucro, produciendo la ciudad bajo la égida de las necesidades del capital -y el valor de uso- la ciudad creada para la realización de la vida en lugares específicos, muchos de ellos degradados. Esa contradicción, agrega, también revela la condición con que la ciudad se produce una producción socializada pero una apropiación privada.
La ciudad segregada revela la sociedad fundamentada en el intercambio, donde el propio espacio es producido como mercadería, imponiendo al uso la mediación del mercado inmobiliario. De este modo, señala Harvey, la producción del espacio urbano se conecta cada vez más a la forma mercadería que sirve a las necesidades de la acumulación promoviendo cambios, exigiendo readaptaciones de usos y funciones de los lugares en la ciudad, reproduciéndose bajo la ley de lo reproducible. Esto es así porque hoy, cada vez más, el espacio producido como mercadería entra en el circuito del intercambio atrayendo capitales que migran de otros sectores de la economía de modo de viabilizar la reproducción en un momento de superacumulación del capital que coacciona y solapa la producción de la ciudad como espacio-tiempos de realización de la vida humana.
LA ECONOMÍA MUNDIAL ES UNA PLUTOCRACIA
En su disertación Harvey también se refirió a la forma como se representa el valor social del trabajo y dijo que la misma es destructiva, por lo cual precisó que se requiere "revolucionar el modo en que adjudicamos valor al trabajo".
Analizó igualmente la diferencia de ingresos entre la pobreza y la riqueza, y expresó que "no hay ninguna razón por la cual la brecha entre riqueza y pobreza haya llegado a los niveles que llegó. Sería posible manejar esa brecha entre capitalistas y trabajadores. No tiene que ser necesariamente al nivel que llega ahora. Vivimos en una plutocracia. La economía mundial es una plutocracia. Unas 500 familias concentran toda la riqueza. La brecha entre los ricos y los pobres se ha ampliado de manera muy rápida".
Entre las contradicciones del capitalismo que detalló, habló de "la relación entre la tecnología y las personas. Tenemos una tecnología que está generando personas descartables. El trabajo de muchas personas se ha vuelto descartable. Hay contradicciones que podríamos llamar fatales, otras que son imposibles de resolver o manejar sin destruir el mundo -que siempre han estado latentes- en la historia del capitalismo pero nunca han sido dominantes. ¿Se han vuelto ahora dominantes? ¿Es el momento para pensar alternativas al modo capitalista de producción?", se interrogó.
Y luego enumeró: "Una es la venganza de la naturaleza, la degradación del medio ambiente global. La segunda es la contradicción del crecimiento perpetuo. Ahora China y el ex bloque soviético han quedado absorbidos por la dinámica capitalista, en la que el crecimiento del 3% para siempre no puede continuar. Que la crisis vaya de un lado del mundo a otro es un signo de esta contradicción".
"El problema central que debe resolverse -dijo Harvey- está bastante claro: el crecimiento exponencial sin fin no es posible y los problemas que han afligido al mundo durante los últimos treinta años indican que se está llegando a un límite en la acumulación continua del capital que no se puede superar creando ficciones provisionales".
Aludió igualmente a otra contradicción: "la alienación universal de los seres humanos de ser partícipes activos en la creación del mundo en que viven. Si interpretamos esto como una de las contradicciones profundas que Marx dice que son centrales al capitalismo, ha llegado el momento en que todo se va a quebrar, pero tenemos que intentar que se quiebre de una forma y no de otra", expresó.
LAS CIUDADES SON UN BOTÍN DE LA LUCHA DE CLASES
Dada su especialización en urbanismo y geografía, el teórico social inglés abocó el tema de la relación entre la acumulación del capital y la lucha de clases, centrada en el ámbito de la urbanización.
Sobre el particular trazó un paralelismo entre la crisis del 30 y la situación actual, haciendo notar las ondas especulativas en el ámbito inmobiliario previas a ambos momentos históricos que, según su visión, anticiparon y precipitaron las crisis.
"Los mercados de propiedades y la urbanización tuvieron un papel en la formación de la crisis. Los mercados urbanos y la urbanización también sacaron a las diversas crisis capitalistas de la depresión. Sólo se podía salir con medidas expansivas, una de ellas: la construcción de viviendas".
La teoría que Harvey desarrolló estuvo centrada en la construcción de zonas residenciales como mecanismo para la acumulación de capital y, a la vez, contención social. "¿Qué revoluciones surgieron de las zonas residenciales estadounidenses?", se preguntó en ese sentido.
Además, señaló que "recientemente hubo un estudio de la Reserva Federal de San Francisco (California) que sacó como conclusión que Estados Unidos siempre ha encontrado una manera para salir de la depresión: construir casas y llenarlas con cosas. Es una observación interesante porque si miramos la dinámica de la construcción de casas antes de la Segunda Guerra Mundial no se construían más de 500.000 mil viviendas y luego no menos de un millón, más autopistas, autos y energía. Un modo de vida apuntado al consumismo".
"El punto es que cuando comenzamos a observar esta dinámica vemos que tiene un sentido económico, político, cultural y no es sorprendente observar que con los años EE.UU. se ha convertido cada vez en más conservador de su política", añadió reforzando su tesis.
Dentro de este contexto, comparó la política económica de China con la empleada por Estados Unidos en la época de posguerra: "Lo que está haciendo China es lo que hizo EE.UU. después de 1945: inyectar recursos para la construcción de viviendas residenciales, construcciones urbanas. Al mismo tiempo inyectaron capital especulativo respecto a esas propiedades".
Al enforcar el fenómeno en América Latina, Harvey afirmó que "es interesante observar a países como Brasil y Argentina y preguntarse cuál ha sido la relación entre la salida de l a crisis 2001 y la construcción de viviendas. ¿Qué tipo de urbanización ocurre aquí? Hay distinciones. Lula construyó casi dos millones de viviendas para los sectores de menos recursos. El estilo de urbanización también es importante".
Dijo que las dinámicas que vinculan la urbanización con la acumulación de capital son muy fuertes: "Si lo que yo digo es cierto esto implica que el capital tiene la capacidad de construir las ciudades que quiera sin importarle lo que necesita la gente. Como individuos nos vemos obligados a vivir en el tipo de ciudad que el capital quiera y el tipo de ciudad que es coherente con mantener la acumulación de capital".
"Tenemos que vivir en el tipo de ciudad que el capitalismo quiere vivir y no necesariamente la que queremos. Por definición, la ciudad es un botín de la lucha de clases", aseveró.
"En general la noción de clase en la traducción marxiana ha estado muy relacionada con el lugar de trabajo pero ¿en qué medida las luchas urbanas han articulado una retórica anticapitalista?", se preguntó.
Profundizó sus análisis señalando: "¿Dónde se explotan los trabajadores? En el lugar de trabajo. Pero qué pasa cuando llevan su salario a su hogar: son explotados por quienes le cobran la renta. Son formas secundarias de explotación. La explotación se produce en el momento de la realización de la plusvalía, no en el momento de la producción. ¿Cuántas personas, en EE.UU., se han visto desalojadas de sus casas? Esta es una forma de explotación contra la que hay que luchar. Es la economía de acumulación contra la desposesión".
"Si la ciudad es el sitio donde tiene que tener lugar la lucha de clases, ¿por qué no pensamos en organizar ciudades enteras? ¿Qué pasa cuando eso ocurre?", se interrogó y a renglón seguido puso como ejemplo el "Cordobazo", en Argentina en 1969, y las ciudades de El Alto y Cochabamba, en Bolivia, entre el 2003 y el 2005.
ALIENACIÓN DE LOS PROCESOS POLÍTICOS
Finalmente, Harvey habló de "la alienación universal de los procesos políticos", como está ocurriendo en algunos países europeos en los que, dada la magnitud de la crisis económica, están surgiendo alternativas fascistas y puso como ejemplo el caso de Grecia.
Por ello exhortó a pensar en las contradicciones sociales, económicas y políticas del mundo, habida cuenta que las mismas posibilitan comprender la realidad contemporánea.
Buenos Aires, octubre de 2012.
El recorte de la vida
Todo el mundo en la agenda neoliberal está prácticamente en las mismas, el 1% recortando al 99%. Y recortar significa eso, cortarle no sólo la salud, la educación, la vivienda, etcétera sino el derecho a la vida. Protestas y huelgas en todas partes, en mayor o menor grado. Sin embargo, una gran mayoría aguanta su esclavitud y camina hacia el matadero mientras insulta y denigra a los gobernantes de aquellos países que se han rebelado a esta dictadura mundial y están saliendo adelante con dignidad como es el caso de Cuba, Venezuela, Ecuador, Bolivia, Nicaragua y Argentina. En México, insultan y desprecian a quienes luchan por rescatar a su patria de la debacle.
Es decir, encima de que están siendo aniquilados, no alcanzan a comprender que otro mundo es posible porque el instrumento mediático les ha operado el cerebro para incapacitarlos en la lucha por la vida. Muchos creen que es cuestión de que despierten pero me temo que ya han sido mutilados de tal forma que no existe tal posibilidad. No se puede tomar conciencia cuando ésta ha sido extirpada de raíz.
Quiénsabe cuanto tomará para que esto cambie o si ya no haya tiempo de revertir esta situación, la mayoría agónica se lanzará al precipicio como de hecho ocurre con los suicidios que van en aumento. Quienes se suicidan han decidido entregar su vida voluntariamente sin luchar por ella. Otros se embarcan en guerras diseñadas para que se maten entre sí.
El artículo a continuación puede ajustarse a todos los países que están dentro de la agenda neoliberal.
De recortadores y recortados
Por Esther Vivas
Nos han recortado por encima de nuestras posibilidades. Y aún nos pueden recortar más. De hecho, nos recortarán hasta dejarnos en pañales o en pelotas. La avaricia no tiene límites. De eso va el capitalismo, de buscar beneficios sin cesar. Así lo ha demostrado el gobierno del PP, y en su momento el gobierno del PSOE. El dogma neoliberal, la dictadura de los mercados, se impone. Y los Presupuestos 2013, que se debaten esta semana, apuntan en esta dirección.
Y es que el mundo se divide entre recortadores y recortados o entre, lo que es lo mismo, los de arriba y los de abajo, el 1% versus el 99%. Unos pocos mandan, a los otros, se supone, nos toca obedecer. Los primeros se benefician de la crisis, a pesar de haberla creado, los segundos pagamos sus platos rotos.
Han recortado tanto que cuesta hacer inventario. Sanidad, educación, derechos laborales, ayudas públicas diversas, etc., etc. y etc. ¿Lo vemos en detalle?.
Sanidad, en venta. Sufrimos una contrarreforma sanitaria que nos hace retroceder tres décadas. Se acabó la atención sanitaria universal, se reducen las prestaciones sanitarias básicas, se privatiza el servicio público de salud. Dos grandes medidas. Primera, el copago farmacéutico, o mejor dicho "repago", volver a pagar aquello que ya hemos abonado mediante impuestos. ¿Los más perjudicados? Pensionistas, rentas bajas y enfermos crónicos. Ser viejo y estar enfermo es hoy un lujo sólo al alcance de unos pocos. Segunda medida, expulsar del sistema sanitario a las personas inmigrantes sin papeles. En palabras de la ministra de sanidad Ana Mato porque " traen a sus familiares a España sin derecho a utilizar la sanidad". Mentira. Varios informes demuestran que las personas inmigrantes gastan menos en sanidad que las autóctonas. Conclusión: no sólo nos enfrentamos a medidas profundamente regresivas sino absolutamente racistas y xenófobas.
SOS Educación. Aumenta la jornada laboral del profesorado, recortan su salario y multiplican, en un 20%, el número de alumnos por aula. A parte, miles de interinos a la calle. A las y los estudiantes universitarios se les incrementan las matrículas en un 50% y las condiciones para obtener becas se endurecen. A las madres y padres les piden, en Catalunya y Madrid, unos 3€ para que sus hijas e hijos puedan llevar el tupper al cole. Y para colmo: pagar más por los libros de texto y el material escolar. Sinwertgüenzas.
Y, ¿dónde están mis derechos laborales? Ecoeco. Gracias a la última reforma laboral, despedir resulta más barato, se facilitan los EREs y se precarizan, aún más si cabe, las condiciones laborales. ¿Pagar por trabajar? Pronto dejará de ser un sueño de empresarios, si nada cambia, para convertirse en una realidad. O que se lo digan a tantos becarios con trabajo... gratis. Y las prestaciones por desempleo a la baja, faltaría. Los parados "¡qué se jodan!", como nos recordaba la diputada Andrea Fabra.
Las ayudas públicas, parece, pasaron a mejor vida. ¿La Ley de Dependencia? Si ya nació endeble, ahora está semifiniquitada: ayudas a las personas dependientes un 15% menos, como mínimo; dependientes moderados, no entrarán en el sistema hasta 2015; las personas cuidadoras pierden el pago a la Seguridad Social que hasta ahora asumía el Estado. Y, ¿el presupuesto para servicios sociales? Un 14% menos. ¿El de igualdad? Un 25% menos. Y una vez más, los recortes se sustentan sobre el trabajo invisible de las mujeres. En la medida en que se recorta Estado del bienestar, hay toda una serie de trabajos no valorados pero imprescindibles que acaban recayendo sobre nuestras espaldas.
¿Y qué pasa con la solidaridad con los países del Sur? ¿Con aquellos a quiénes nuestros gobiernos y multinacionales han expoliado, endeudado y sumido en la pobreza? La crisis no llora los que pasan hambre en la otra punta del planeta. Así lo reflejan los presupuestos públicos: 65% menos en cooperación al desarrollo. Primero, lo nuestro. O no.
Mientras nos aumentan el IVA, nos suben las tarifas eléctricas, el precio del transporte público... ¿Qué os voy a contar?
La realidad, pero, debería ser otra porque no somos recortables. Ni yo, ni tu, ni ella ni él. Aquí los únicos recortables son banqueros y políticos profesionales que hipotecaron nuestras cuentas en la época del boom inmobiliario y que siguen haciendo negocio con nuestras vidas y nuestro futuro. A ellos se les tiene que recortar... y mucho. Sin olvidar, claro, a la Casa Real.
Ni recortes, ni recortados. Hartos ya de tanta tijera enfocada al revés.
*Artículo publicado en Público, 24/10/2012.
+info: www.esthervivas.com
Es decir, encima de que están siendo aniquilados, no alcanzan a comprender que otro mundo es posible porque el instrumento mediático les ha operado el cerebro para incapacitarlos en la lucha por la vida. Muchos creen que es cuestión de que despierten pero me temo que ya han sido mutilados de tal forma que no existe tal posibilidad. No se puede tomar conciencia cuando ésta ha sido extirpada de raíz.
Quiénsabe cuanto tomará para que esto cambie o si ya no haya tiempo de revertir esta situación, la mayoría agónica se lanzará al precipicio como de hecho ocurre con los suicidios que van en aumento. Quienes se suicidan han decidido entregar su vida voluntariamente sin luchar por ella. Otros se embarcan en guerras diseñadas para que se maten entre sí.
El artículo a continuación puede ajustarse a todos los países que están dentro de la agenda neoliberal.
De recortadores y recortados
Por Esther Vivas
Nos han recortado por encima de nuestras posibilidades. Y aún nos pueden recortar más. De hecho, nos recortarán hasta dejarnos en pañales o en pelotas. La avaricia no tiene límites. De eso va el capitalismo, de buscar beneficios sin cesar. Así lo ha demostrado el gobierno del PP, y en su momento el gobierno del PSOE. El dogma neoliberal, la dictadura de los mercados, se impone. Y los Presupuestos 2013, que se debaten esta semana, apuntan en esta dirección.
Y es que el mundo se divide entre recortadores y recortados o entre, lo que es lo mismo, los de arriba y los de abajo, el 1% versus el 99%. Unos pocos mandan, a los otros, se supone, nos toca obedecer. Los primeros se benefician de la crisis, a pesar de haberla creado, los segundos pagamos sus platos rotos.
Han recortado tanto que cuesta hacer inventario. Sanidad, educación, derechos laborales, ayudas públicas diversas, etc., etc. y etc. ¿Lo vemos en detalle?.
Sanidad, en venta. Sufrimos una contrarreforma sanitaria que nos hace retroceder tres décadas. Se acabó la atención sanitaria universal, se reducen las prestaciones sanitarias básicas, se privatiza el servicio público de salud. Dos grandes medidas. Primera, el copago farmacéutico, o mejor dicho "repago", volver a pagar aquello que ya hemos abonado mediante impuestos. ¿Los más perjudicados? Pensionistas, rentas bajas y enfermos crónicos. Ser viejo y estar enfermo es hoy un lujo sólo al alcance de unos pocos. Segunda medida, expulsar del sistema sanitario a las personas inmigrantes sin papeles. En palabras de la ministra de sanidad Ana Mato porque " traen a sus familiares a España sin derecho a utilizar la sanidad". Mentira. Varios informes demuestran que las personas inmigrantes gastan menos en sanidad que las autóctonas. Conclusión: no sólo nos enfrentamos a medidas profundamente regresivas sino absolutamente racistas y xenófobas.
SOS Educación. Aumenta la jornada laboral del profesorado, recortan su salario y multiplican, en un 20%, el número de alumnos por aula. A parte, miles de interinos a la calle. A las y los estudiantes universitarios se les incrementan las matrículas en un 50% y las condiciones para obtener becas se endurecen. A las madres y padres les piden, en Catalunya y Madrid, unos 3€ para que sus hijas e hijos puedan llevar el tupper al cole. Y para colmo: pagar más por los libros de texto y el material escolar. Sinwertgüenzas.
Y, ¿dónde están mis derechos laborales? Ecoeco. Gracias a la última reforma laboral, despedir resulta más barato, se facilitan los EREs y se precarizan, aún más si cabe, las condiciones laborales. ¿Pagar por trabajar? Pronto dejará de ser un sueño de empresarios, si nada cambia, para convertirse en una realidad. O que se lo digan a tantos becarios con trabajo... gratis. Y las prestaciones por desempleo a la baja, faltaría. Los parados "¡qué se jodan!", como nos recordaba la diputada Andrea Fabra.
Las ayudas públicas, parece, pasaron a mejor vida. ¿La Ley de Dependencia? Si ya nació endeble, ahora está semifiniquitada: ayudas a las personas dependientes un 15% menos, como mínimo; dependientes moderados, no entrarán en el sistema hasta 2015; las personas cuidadoras pierden el pago a la Seguridad Social que hasta ahora asumía el Estado. Y, ¿el presupuesto para servicios sociales? Un 14% menos. ¿El de igualdad? Un 25% menos. Y una vez más, los recortes se sustentan sobre el trabajo invisible de las mujeres. En la medida en que se recorta Estado del bienestar, hay toda una serie de trabajos no valorados pero imprescindibles que acaban recayendo sobre nuestras espaldas.
¿Y qué pasa con la solidaridad con los países del Sur? ¿Con aquellos a quiénes nuestros gobiernos y multinacionales han expoliado, endeudado y sumido en la pobreza? La crisis no llora los que pasan hambre en la otra punta del planeta. Así lo reflejan los presupuestos públicos: 65% menos en cooperación al desarrollo. Primero, lo nuestro. O no.
Mientras nos aumentan el IVA, nos suben las tarifas eléctricas, el precio del transporte público... ¿Qué os voy a contar?
La realidad, pero, debería ser otra porque no somos recortables. Ni yo, ni tu, ni ella ni él. Aquí los únicos recortables son banqueros y políticos profesionales que hipotecaron nuestras cuentas en la época del boom inmobiliario y que siguen haciendo negocio con nuestras vidas y nuestro futuro. A ellos se les tiene que recortar... y mucho. Sin olvidar, claro, a la Casa Real.
Ni recortes, ni recortados. Hartos ya de tanta tijera enfocada al revés.
*Artículo publicado en Público, 24/10/2012.
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