domingo, agosto 06, 2006

Amlito

Foto: Eduardo Morales / EL UNIVERSAL

Caminamos juntos hacia la democracia.

La Incompetencia del TRIFE


La Incompetencia del TRIFE
Sique

Como quisiera sumarme a las voces optimistas que perciben como buen indicio para la Coalición por el Bien de Todos, el que el TRIFE haya ordenado un nuevo cómputo en el 9.07% de las casillas, porque eso señala que el manejo de los resultados no fueron tan limpios como el IFE y el PAN pretenden hacernos creer, que eso los deja mal parados y que esto puede ser un inicio para después determinar el conteo total de los votos. Ojalá tengan razón, sin embargo, mi pesimismo se basa en:

La incompetencia que han demostrado los magistrados del TRIFE, ya sea por falta de capacidad intelectual o bien por falta de ética, ambas fatales si de ellos depende que de una vez por todas haya democracia. Si en la cabecita del señor Leonel Castillo y las de los magistrados bajo su presidencia que se limitaron a decir que sí a su propuesta, está el destino de nuestra nación, la cosa no pinta bien.

La falta de capacidad intelectual o de “altura de miras” como lo define AMLO quedó acreditada entre otras cosas porque:

a) El señor Castillo se limitó a leernos el manual de cómo se vota, a estas alturas del partido, y a repetirnos la estupidez del IFE, del PAN y de sus “intelectuales” de que la elección fue limpia y que no hubo dolo porque estuvo en manos de los ciudadanos, Juanita, la de la fonda, Pedro, el plomero, Eulalia, la de la zapatería, Rigoberto, el del taller…, argumento que es una verdadera burla a la inteligencia, pues sabemos todos que el manejo del cómputo del PREP y del conteo distrital estuvo en manos de la gente del IFE, o sea de Elba Esther, y que ha quedado probado suficientemente que fue un cochinero si no, no estaríamos en este conflicto.
b) El argumento de que faltan 900,000 boletas porque la gente se las llevó a su casa, bueno, lo deja a uno mudo… no puedo ni comentar al respecto.
c) El que se haya aceptado contabilizar sólo 11,839 casillas porque tienen errores aritméticos cuando hay 72,000 que las tienen también es algo completamente absurdo, pues cómo me explica que se vayan a dejar 60,000 casillas con dichos errores.
d) El pensamiento concreto y leguleyo con el que se argumentó la improcedencia del conteo total de las casillas mostró que no ven más allá de su nariz, ni entienden lo que significa certeza.

O bien la falta de ética:

Que bien puede sustentarse con las razones que arguye Julio Hernández en su colaboración de hoy en La Jornada: los mensajes entre los del PAN, la coincidencia con lo que el PAN estaría dispuesto a aceptar, las idas y venidas de los distritos que bien pudieron estar arreglando los paquetes para dar su veredicto ya cuando todo estaba bajo control, el que toda la discusión de dos horas fuera pura faramalla, los que estábamos enterados desde la noche anterior de lo que iban a decidir sabemos que esa votación fue un mero montaje.

Es decir, que la decisión más importante para nuestra nación quedó en manos de siete personitas muy reducidas en sus capacidades intelectuales o morales o en ambas y no queda más que presionar no sólo a ellos, sino a los que están por encima de ellos, porque eso de que es la última autoridad, a ver quién se los cree, para que nos dejen llevar a cabo lo mínimo, que se cuente voto a voto y al menos tener un inicio rumbo a la democracia.

Tribunal de lesa altura

Tribunal de lesa altura
Seb Tal

De la resolución del TEPJ me llama sobretodo la atención que "fue rechazada la pretensión para que los magistrados tomaran en cuenta la experiencia de recuento de votos en naciones como Costa Rica e Italia, porque no supieron sustentar estos precedentes de otros países en favor del demandante."

Obviamente esto nos habla del carácter estrictamente legalista del proceder del tribunal al evitar aplicar el amplio mandato que le confiere la Constitución ya que no esta ahí para aplicar un exámen de leyes a Horacio Duarte sino para darle certeza, transparencia y legalidad a nuestra elección. Los magistrados tendrían que haber estudiado los casos expuestos para deducir si existía el precedente. "Leguleyadas" diría Muñoz Ledo. Evidencian la ignorancia en el falso refugio de la estricta aplicación de la ley sometida a la lectura abyecta de un fajo de papeles. Les dio güeva leer la experiencia democrática de esos países y extrapolarla al momento que vivimos. Otra vez ignorar la historia y la experiencia mundial. Otra vez la mediocridad.

Mientras ellos sueñan con sus cofipes y felipes, México, en la conciencia, está abandonando ese corrupto sistema que ha sido construído principalmente a espaldas del pueblo y regido por los poderosos fuera de todo elemental sentido común y ética para mantener los privilegios de una minoría ignorante cuyos intereses principales es la acumulación de riqueza impulsada por un complejo de inferioridad sublime que se expresa en la necesidad de tomar decisiones arbitrarias tecnócratas que provienen de la inyección ideológica de las universidades del imperio norteamericano.

Ley sin justicia no es ley. Como diría Kerlow, México requiere de una borradita general, de sus aparatos e instituciones para darle paso a nuevas formas de organización democrática que integren valores que permitan una convivencia alejadas de la confrontación económica intrínseca del capitalismo.

Hoy el movimiento es dinámico. En el mismo momento en que los magistrados rechazaban el Voto por Voto, en el Zócalo se gritaba "SI NO HAY SOLUCIÓN, HABRÁ REVOLUCIÓN". Consigna que expresa plena conciencia política de la consecuencia que puede implicar las decisión impositiva del poder arcano. El "leguyismo"quedó sin efecto instantáneamente. No atiende El Justo Reclamo.

El Tribunal está dejando claro que no tiene la altura que necesitamos para hacernos de la democracia que buscamos.

Democracia y programa

Antonio Gershenson en La Jornada

Democracia y programa

Varias organizaciones campesinas anunciaron movilizaciones de protesta en todo el país, como plantones en puentes fronterizos y una marcha nacional, con tractores y animales de tiro, que confluya en el Zócalo. El lema es, por un lado, el ya muy usado "voto por voto", pero agregan la defensa del maíz y del frijol. Una de las más notorias diferencias que se vieron en la campaña electoral estuvo ahí, López Obrador decía insistentemente que debía renegociarse el Tratado de Libre Comercio de América del Norte para que no se abra la libre importación de esos productos agrícolas y a la vez alimentos básicos. Calderón, las pocas veces que se refirió al tema, dijo que no consideraba viable la propuesta mencionada.

Para estos campesinos, entonces, el "voto por voto" y por tanto el triunfo de López Obrador son al mismo tiempo la salvación de la siembra, cosecha y venta del maíz y el frijol, modo de vida de millones de campesinos. Se está identificando, uniendo, un aspecto del programa alternativo, con el triunfo de la democracia. Claro que esto atrae a los campesinos por partida doble.

Se pueden hacer identificaciones similares en otros sectores, y el resultado será muy interesante. Son muy amplios los sectores que se han visto afectados por la represión, o que están amenazados por la misma. En repetidas ocasiones, López Obrador ha planteado que los problemas sociales y políticos deben ser resueltos mediante la negociación y el diálogo. En cambio, la derecha gobernante no sólo usa la represión con frecuencia, sino que amenaza con ella a cada rato. De modo que el "voto por voto" y el consiguiente triunfo de López Obrador son el más contundente NO a la represión, y ambas demandas se identifican entre sí.

Numerosos sectores se oponen con especial vigor a que se esté metiendo cada vez más el capital privado, y sobre todo extranjero, a Pemex y al sector eléctrico. López Obrador no sólo se ha opuesto sistemáticamente a la privatización, sino que impulsa una mayor inversión productiva, una modernización de estas industrias y su superación en varios sentidos. De modo que, como en los otros casos, el "voto por voto" equivale a la realización de estos avances y a la cancelación de las privatizaciones en sus diversas formas.

En especial, estos avances incluyen la construcción de tres refinerías, que permitirán suprimir la importación de gasolina y por lo tanto venderla más barata. Contribuirán también a la eliminación de la importación de gas natural, al producir refinados que lo sustituyan en la generación de electricidad. Y el desarrollo de plantas para generar electricidad con energía renovable, que no usan ningún combustible, como hidroeléctricas (sin inundar grandes áreas y contratando personal local), la energía generada con el viento y la geotermia, complementarán la independencia de las importaciones de ese gas.

El desempleo afecta a muchísimas personas, y otras están en un riesgo inminente de perder el trabajo. La derecha gobernante, después de más de 20 años de su política de estancamiento económico y castigo al empleo, dice que las cosas deben seguir así. En cambio, López Obrador ha planteado reiteradamente la inversión en infraestructura, en el campo, en vivienda, en general, en el impulso a la industria de la construcción, que emplea mucha mano de obra y materiales de fabricación nacional. En especial, la construcción de instalaciones de las industrias energéticas, que son parte de proyectos que duran varios años, generan empleo en el corto, mediano y largo plazos.

Así, el desarrollo de campos petroleros y gaseros, la construcción de refinerías y ductos, la instalación de plantas eléctricas, el tendido de líneas de transmisión de electricidad y muchas otras obras complementarias, siempre con las opciones que generan más empleos y consumen más bienes nacionales (que a su vez generan más empleos nacionales), desempeñan un papel muy importante en el combate al desempleo. De modo que, una vez más, el "voto por voto" es al mismo tiempo la lucha contra el desempleo.

De por sí, la lucha por la democracia, por poder elegir a nuestros gobernantes, contra el fraude electoral, son algo fundamental, y no de balde vemos a millones de personas participando en ella en diferentes formas. Pero no es sólo eso. Es al mismo tiempo si vamos a seguir en un país corroído por la corrupción, gobernado por unos cuantos que se han enriquecido a costa de los fondos públicos, en el estancamiento económico, con una seguridad social cada vez más degradada, etc.; o si vamos a construir un país en el que los beneficios alcancen a la mayoría, en las formas con las que hemos ejemplificado, y otras más.

Por todas estas razones, no es admisible que, con un criterio arbitrario de revisar sólo el 9 por ciento de las casillas, se entregue el poder a la derecha. Sería demasiado lo que perdería el país y eso explica la creciente resistencia civil y pacífica a ese enorme fraude electoral.

Apuesta de Aventureros

Guillermo Almeyra en La Jornada

En todos los fascistas, como ha sido ampliamente estudiado, siempre hay una dosis muy fuerte de irracionalidad, de bravuconería, de apuestas arriesgadas de aventureros. Vivere pericolosamente, era el lema de Mussolini, esa caricatura viviente del fascismo y de sí mismo... Esas características, por supuesto, no les faltan a los fascistas criollos que, además, confían ciegamente en Dios y creen que éste está exclusivamente a su servicio. Los líderes fascistas o los nazis, sin embargo, eran defensores del capitalismo pero no eran capitalistas, sino advenedizos reclutados principalmente en los bajos fondos, en los manicomios o entre los resentidos sociales y los degenerados a la Goëring o a la D'Annunzio.

Los fascistas nuestros son, en cambio, pirrurris de traje y corbata, de carros del año. Por eso, a diferencia de los europeos, no tienen sensibilidad popular. En su carácter de miembros de la llamada elite de un país mayoritariamente conservador y racista, desprecian a los indígenas por "indios", y al pueblo, "los nacos" (de totonacos), por razones a la vez étnicas y de clase. Creen que los trabajadores y los oprimidos de todo tipo no tienen memoria, capacidad de pensar y decidir ni voluntad, que son una masa voluble, maniobrable, con una capacidad infinita para soportar robos, estafas, vejámenes e infamias de todo tipo.

Como desprecian el país real -su ideal está fuera de las fronteras y anhelan ser reconocidos como iguales por gentes más blancas y rubias que sus connacionales-, no son capaces de pensar en la posible consecuencia de sus constantes actos de usurpación y de su prepotencia. Ni mucho menos de ver lo que está sucediendo, como la ola de tomas de municipios oaxaqueños para formar gobiernos populares o la vasta rebelión encabezada y organizada en todo el estado por la Asamblea Popular del Pueblo de Oaxaca (APPO), los maestros y otros movimientos sociales. Como se creen omnipotentes e impunes, porque desde hace cientos de años ellos o sus semejantes dominan las palancas del poder económico, religioso y político, actúan irresponsablemente, como aventureros sin criterio. Por eso han hecho un fraude evidente, tan evidente que Calderón no puede mover siquiera 5 mil personas en su apoyo y, por supuesto, aunque asegura que ganó, no puede eliminar las dudas pidiendo que se abran las urnas. Por eso adoptan como táctica la torpe tozudez del ladrón que, atrapado con lo robado, dice "¡es mío!", "¡es mío!", contando con la complicidad de un juez venal que ya le ha servido en otras ocasiones.

Esa gente ve la violación del reglamento de tránsito, pero no ve qué significado tiene una resistencia pacífica tan vasta y tan persistente que, además, va in crescendo. No se da cuenta de que en la voluntad de tomar las calles céntricas hay el mismo ingrediente que en la toma de Oaxaca, en la construcción de las juntas de buen gobierno, en la organización de la policía comunitaria guerrerense. O sea, la decisión de construir abajo, en la vida cotidiana, un poder opuesto al de los opresores. Y también está la ruptura con la dominación, un salto ideológico formidable por parte de millones de personas.

Sin duda, los fascistas se apoyan sobre una melma conservadora, que es mayoritaria (si uno suma la abstención de los valemadristas con los votos por el PAN y con la mayoría de los votos por el PRI y una parte, incluso, de los votantes del PRD). Para hacerlo cuentan con el miedo, con la presión patronal, con la cloaca ideológica que se vuelca diariamente desde la pantalla chica y por la mayoría de las radios. Pero aunque los conservadores puedan apoyar puntualmente a los fascistas, no son iguales a éstos y sus miedos y certezas pueden ser muy sacudidos o por las movilizaciones sociales o por los efectos nefastos de las políticas hambreadoras y destructivas de los arrogantes, de los aventureros insensibles y racistas en el poder.

Luis Hernández Navarro, en un excelente artículo, describió lo que podría suceder si Calderón se impusiese por el fraude con la complicidad del IFE y de jueces inconscientes, como pretende y como planeó hace más de dos años, cuando pergeñó su campaña y el fraude mismo. Estamos ante un proceso que ha desbordado ya a la dirección del PRD y que comienza a mostrar importantes síntomas de autonomía en la rebelión, de autorganización y de autogestión, como en Oaxaca, y que no se quedará en el marco -fundamental- de la defensa de la legalidad, sino que también impondrá reivindicaciones sociales, con la acción de masas.

¿Qué pasaría entonces si un gobierno ilegal e ilegítimo, el de Calderón, intentase acabar con las zonas zapatistas en Chiapas mediante la violencia o reprimir armas en mano, como se hizo en Lázaro Cárdenas con los mineros, las múltiples sublevaciones y resistencias populares? ¿Aceptarían las fuerzas armadas en su totalidad el trabajo sucio y sangriento que los pirrurris les atribuyen para hacer la política de Bush en México? ¿No habría en ellas elementos que considerasen deshonroso servir a un gobierno para el cual es normal y aceptable la construcción de un muro destinado a contener emigrantes considerados perros rabiosos y el despliegue de tropas para tirar contra mexicanos y latinoamericanos? ¿La resistencia popular creciente no desgarraría los aparatos de dominación y represión, la Iglesia, las fuerzas armadas? El conflicto todavía es poselectoral pero, ¿permanecerá así durante mucho tiempo, sobre todo si los aventureros se obstinan en jugar con fuego?

Portada de La Jornada de hoy




El Tribunal del Olvido














Foto de La Jornada

El Tribunal del Olvido
Seb Tal

No se me ocurre otra cosa que definir la actuación del Tribunal como tramposa y vil.

Primero porque fue otro montaje mediático burlonamente llamado audiencia pública. Los ciudadanos no tuvimos ninguna posibilidad para acceder a la discusión que antecedió a la puesta de escena que presenciamos y donde se debió profundizar en los argumentos que denuncian las graves irregularidades que sustentan la petición del recuento como una salida imparcial, veloz y efectiva a la incertidumbre.

Y segundo porque fue solo un pronunciamiento de una decisión previamente confabulada con la intención política y mediática de desechar el conteo total que exigen millones de mexicanos invocando una artificial firmeza tras una planeada unanimidad. Otra votación fraudulenta, una más. Podría impugnarse también. Los siete magistrados que pretenden ser nuestros representantes en la toma de decisiones legales en materia electoral han dejado claro que no son ningún espejo de la sociedad y no se asoma en ellos la diversidad ideológica y manifiesta cero capacidad de análisis y quedó muy, pero muy, lejos, de formular un discurso elocuente y sensible al momento que vivimos.

La lectura del aburrido secretario que escuchamos del proyecto a ser votado no encierra ninguna reflexión profunda que refleje la importancia de la decisión y es un testimonio de la falta de respeto y de consideración a los preceptos constitucionales de la democracia auténtica a la que aspiramos.

El proyecto del magistrado presidente para rechazar el conteo derivó en una exposición de los procedimientos electorales, con exactamente los mismos argumentos de la derecha, para alabar a las decorativas leyes que a nadie sirven y ensalzar pomposamente el sistema electoral en un tono que era a la vez afectado, superflúo y rígido, y que no considera la capacidad delincuencial que la campaña fascista de la derecha evidenció flagrantemente durante todo el proceso electoral. Pura irónica labia participante del añejo paternalismo que una vez más insiste en presumir su defectuosa oferta de democracia cuando se nos niega.

Parece ser que lo que nos queda de todo lo que los mexicanos hemos construido en el progreso demócratico de nuestro país es que siete personas sin carisma y dudosa humanidad decidan a convenencia tirar a la basura la constitución sin siquiera decirnos por qué.

Ninguno voto por la justicia que ostentan defender. El voto de todos fue para rechazar la democracia. Rotundo fracaso de nuestro país, los mexicanos no logramos colocar ni a uno de siete en esa posición que requeriría de la más grande visión histórica y el compromiso pleno con la verdad y ellos dejaron pasar el momento más trascendente de sus vidas, en el que podían haber legado un ejemplo mayúsculo de compromiso con sus semejantes. Con un milagroso destello de lucídez, todavía podrían hacer algo y salirse de ese profundo agujero en el que se pierde para siempre la dignidad. Pero no soy optimista, la experiencia me obliga.

Los magistrados no nos fallaron, actuaron conforme al derecho, al derecho de unos cuantos sobre el gran resto. Tampoco nos sorprendieron, sabemos para quien trabajan, hace mucho que están ahí.

Muy triste es, que encumbrados en altos puestos y salarios desorbitantes, los magistrados, amparados supuestamente en su conocimiento de la ley, sean nuestra
última instancia. Pura y simple injusticia. En nuestro maravilloso sistema hemos logrado que las más trascendentes decisiones las tomen personas de las que ignoramos su calidad humana, moral, ética e intelectual o si están provistos del más elemental sentido común. Sus nombres ahora no valen la pena mencionar y por este camino en nada estarán olvidados.

El problema es el mismo de siempre, el único, los que deciden el rumbo son empoderados no por su generosidad, humanidad y sentido solidario, sino por su cercanía con el poder y los favores otorgados y que provienen de una formación legal y académica que es programada para atender el interés económico de un sistema dedicado a valorar más al que más tiene y no al que mejor ser humano es.

La exigencia mínima democrática de elegir directamente a nuestros gobernantes fundamenta el movimiento emprendido para concretar el cambio urgente que necesitamos. Tras la consigna espontánea del voto por voto y casilla por casilla se encuentra el grito de auxilio de los que ya no soportamos esto más.

Es imperativa la profunda transformación de nuestro país para que los que siempre han estado olvidados tengan el derecho a una democracia en la que puedan participar de las decisiones en la misma proporción en que estas los afectan. Un bello ideal que merece luchar.

EL PUEBLO QUE QUIERE SER LIBRE, LO SERÁ. Benito Juárez García